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51

Tzuyu POV

Abrí mis ojos lentamente, sintiendo el dolor en mi cabeza. Me giré de un lado a otro en la cama, buscando el cuerpo de mi mujer. Pero estaba vacía. Gruñí palabras incoherentes tan pronto como mis ojos vieron la claridad que venía desde la ventana.

¿Donde está Sana? Jesucristo.

Me senté en la cama, frotando mis ojos ligeramente. La noche de ayer fue más emocionante de lo usual. No recordaba mucho, pero sabía que en medio de todas las borrachas yo era la que estaba mejor. Solo tuve la ayuda de Dahyun que por cierto era la única sobria, para ayudarme a sostener a todas esas mujeres.

¡Dios!

──¿Que estuvieron haciendo? ──Preguntó Jihyo en cuanto puso sus ojos en nosotras cuatro.

Se había quedado en la mesa con Dahyun y Eunbi, que estaba acurrucada en los brazos de una hermosa rubia.

Jeong dejó salir una graciosa y ruidosa risa, los efectos se hicieron presentes en la mujer.

──No quieres saberlo.

Jihyo amplió sus ojos y abrió su boca.

──¿Sexo grupal? ¿Y no me llamaron? ──Dijo emocionada y algo borracha. Sana ya me había dicho del apetito sexual de Jihyo.

──Ni siquiera para compartir, huh. ──Fue el turno de Eunbi de hablar. ──Te extraño, Sana. ──Completó guiñando a mi novia.

Observé a la mujer de manera seria. La maldita mujer de negocios siempre se aseguraba de coquetear a mi mujer. Todo para provocarme, y como siempre, no pude controlarme.

──¿Puedes callarte? ──Exclamé con ira.

──Tzuyu... Mantén la calma. ──Me susurró Sana.

──Ella me provoca. ──Resoplé con ira.

Sana dejó salir una sonrisa inocente y se giró para verme, haciéndome mirarla en sus intensos ojos cafés.

──Soy tuya, te lo demostré, ¡¿o no?!

Dejé salir una sonrisa relajada y besé sus labios muy despacio. Girándome hacia Eunbi para mostrarle mi expresión victoriosa. La mujer rodó sus ojos y tomó a la rubia de su lado.

──Os veis destrozadas. ¿Lo hicisteis juntas? ──Preguntó la amiga de Sana con mucha curiosidad.

──¡Por el amor de Dios, Jihyo! ──Exclamó Dahyun. ──Estaban bailando.

──Casi eso. ──Dejó salir Nayeon.

──Voy a rezar mucho por vosotras esta noche. A Jesús no le va gustar esto, chicas.

──Nayeon, cállate. ──Hablé empujándola.

──¿Nos vamos? ──Susurró Sana.

──Sí, vamos, bebé.

──¡No, no, no! ¡Vamos a beber! ──Dijo Jeong alzando su vaso a lo alto.

Y bebimos, mucho. Hasta el punto de no poder estar de pie. Han sido muchos años desde que no salía así y me divertía mucho.

Salí de la cama lentamente y fui al baño. Con cada paso hacia el baño podía escuchar el sonido de la ducha. Dejé salir una risa suave y tan pronto como abrí la puerta pude ver el maravilloso cuerpo de mi novia. Estaba concentrada en la ducha caliente. Las gotas de agua hacían que el cristal de la ducha fuese algo borroso. Pero podía ver fácilmente sus hermosas curvas.

──Linda vista. ──Dije.

Sana en un salto se giró hacia mí.

──¡Jesús, me asustaste!──Exclamó asustada.

Sonreí y me acerqué, abriendo la puerta de la ducha, para entonces mirar claramente.

──Jesús no, bebé, Tzuyu.──Bromeé robando un beso de sus labios.

Sana frunció y fingió una risa. Era simplemente maravillosa, completamente desnuda con su cabello atado en un desaliñado moño, dejando finos mechones de pelo mojarse.

¿Sería siempre tan sexy de esta manera?

──¿Puedo ducharme contigo? ──Pregunté maliciosamente.

Sana mordió su labio y sonrió, girando su espalda hacia mí. Mostrándome el hermoso volumen de su culo.

──Nop, ya estoy terminando. Y tenemos obligaciones en las Industrias Chou.

Le hice una cara, pero no insistí. Tenía una jodida resaca por la noche anterior, así que no podía insistir.

Me quedé en la ducha mientras Sana salía del baño envuelta en una toalla, dejando que las pequeñas gotas de agua hiciesen un camino detrás de ella.

Dejé recorrer el agua caliente por mi cuerpo buscando una manera de relajar mis músculos. No me tomé mucho tiempo ahí, solo lo suficiente.

Después de estar vestida apropiadamente, me dirigí a la cocina escuchando el sonido de la música animada. Era maravilloso tener a Sana en casa, traía una alegría fuera de lo común al lugar, y podría acostumbrarme fácilmente.

Inhalé profundamente tan pronto sentí el maravilloso aroma que venía de ahí, la morena estaba concentrada preparando algo junto a la estufa mientras bailaba animadamente al ritmo de la música de fondo.

──¿Muy talentosa en la cocina también?── Pregunté abrazándola por detrás, depositando un ligero beso en su cuello.

Sonrió y tembló cuando sintió mis labios en su piel.

──Me desperté feliz, bebé. ──Susurró.

──¡Ya lo veo! A pesar de mi dolor de cabeza, estoy muy feliz.

Sana se giró para verme, envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello.

──Exageraste con la bebida ayer, Chou, asume el dolor.

──Usted también, Señorita Minatozaki. Me sorprende que este de tan buen humor esta mañana.

──Sé cómo cuidar de mí misma, Yoda.── Habló presumidamente, besando mi boca.

Apreté mis brazos alrededor de su cintura, sosteniendo su cuerpo contra mí. Sentí sus suspiros entre mis labios de manera relajada y despreocupada.

──Me encanta tener aquí, ¿sabes?── Dije mirándola a sus ojos.

──¿Si?

──Mucho, podrías quedarte conmigo aquí para siempre. ──Sugerí.

──No querrías dejar la casa, Tzuyu.

──¡En efecto! No habría nada mejor fuera desde que estuvieses aquí.

Sana mordió su labio y sonrió.

──¡De esta manera me harás arrogante!

──Solo estoy siendo realista. ──Dije sonriendo.

──Vamos, siéntate. Desayunemos hoy juntas.

──Sí, Señorita Minatozaki.── Bromeé caminando hacia la mesa, sentándome en el sitio que me señaló.

──Me gustas así, obedeciéndome. ──dejó salir siguiendo el juego, fingiendo seriedad.

Observé a la japonesa con una mirada maliciosa. Creo que no mencioné que estaba vestida con una de mis blusas. Con los botones parcialmente desabotonados dándome una hermosa vista de su lencería.

Esta mujer siempre me volvería loca.

Sana se paró con su espalda hacia mí terminando de "organizar" nuestros platos, y yo solo disfruté la maravillosa vista enfrente de mí. La mesa estaba bien servida, con la vajilla y cubiertos. Había un montón de fruta, jugo, pan. Y yo solo podía sentir el increíble olor de tocino y huevos revueltos que estaba preparando.

──Esta mañana te has pasado.

──Perdimos mucha energía ayer, creo que tú y yo necesitamos un desayuno reforzado.──Habló con esa típica sonrisa, poniendo el termo y el plato de huevos y bacon en la mesa.

──Aquí tienes, ahora podemos comer.── Dijo emocionada.

Y lo hicimos. Estaba realmente hambrienta esa mañana, Sana se lució cuando preparó nuestro desayuno, todo estaba divinamente delicioso. Me quedé mirándola por unos segundos, parecía concentrada en su plato lleno de frutas. En este momento estaba mordiendo un pedazo de fresa que estaba cubierto de Nutella. ¿Debía decir que incluso comiendo se veía hermosa?

──¿Por qué me miras así? ──Preguntó riendo, terminando de masticar rápidamente, para después tomar una servilleta de la mesa y limpiar las esquinas de sus labios.

──Me gusta mirarte, SaTang.

──Me estás avergonzando, Chou.

Podía jurar que Sana estaba sonrojada.

──No tienes porque, solo te estoy mirando. Viendo como tengo una hermosa mujer.

Dios, ¿por qué cuando estamos enamorados nos volvemos tan tontos? Parecía que cada y cualquier razón era suficiente para hacerte tonta. Nunca me imaginé ponerme así por alguien. Tiempo atrás tenía la ligera impresión de lo que era estar enamorada, pero hoy podía estar segura que nada se comparaba a mis sentimientos por Sana.

──Me vas a malcriar.── Dijo levantándose de su silla para sentarse en mi regazo.

Me retiré hacia atrás un poco de la mesa para que así pusiese una pierna a cada lado de mi cuerpo. Sana sonrió ampliamente en el momento exacto que envolví su cuerpo con mis brazos.

──No lo haré, es solo que quiero verte feliz.──Le susurré.

Sus ojos cafés me observaron de una manera tan intensa que podía perderme ahí mismo. El sol que provenía de la ventana se reflejaba en sus ojos, dejándolos más brillantes hacia mí. Sana era hermosa, su cabello estaba ahora suelto, con ondas ligeras que se moldeaban así mismas perfectamente alrededor de su cara. Presionó sus labios en una sonrisa, hasta que su nariz de alguna manera se arrugó.

──Estoy muy feliz. ──Susurró, tocando mi cara lentamente.──Contigo.──Completó para después depositar un beso en mis labios.

──Siempre será así, ¿vale? Lo prometo.

──Confió en ti, Tzuyu. ──Sus palabras salieron con la seguridad que necesitaba.

Incliné mi cabeza ligeramente hacia arriba, hasta sentir sus suaves labios chocar contra los míos. Nuestro beso era calmado, pero intenso. Repleto de cariño y mucho amor. Lentamente chupé sus labios, para después deslizar mi lengua sobre la de ella en perfecta sincronía. Llevé una de mis manos a su cabello, para ayudar a nuestro beso. Cuando terminó, paró lentamente, depositando pequeños besos en mis labios.

──Te amo mucho. ──Susurró de manera dulce, calentando mi corazón con un buen sentimiento al escuchar esas palabras.

──Yo también te amo, SaTang. Más de lo que puedas imaginar.

Observé a la japonesa con una mirada maliciosa. Creo que no mencioné que estaba vestida con una de mis blusas. Con los botones parcialmente desabotonados dándome una hermosa vista de su lencería.

Esta mujer siempre me volvería loca.

Sana se paró con su espalda hacia mí terminando de "organizar" nuestros platos, y yo solo disfruté la maravillosa vista enfrente de mí. La mesa estaba bien servida, con la vajilla y cubiertos. Había un montón de fruta, zumo, pan. Y yo solo podía sentir el increíble olor de bacon y huevos revueltos que estaba preparando.

──Esta mañana te has pasado.

──Perdimos mucha energía ayer, creo que tú y yo necesitamos un desayuno reforzado.──Habló con esa típica sonrisa, poniendo el termo y el plato de huevos y bacon en la mesa.

──Aquí tienes, ahora podemos comer.── Dijo emocionada.

Dejé salir esas palabras de la manera más sincera que pude. En ese instante sabía que nada o nadie podía arruinar lo que teníamos. Incluso con todas las turbulencias en nuestras vidas, estaba segura de que lo haríamos funcionar, como ya lo estábamos haciendo. Y así haría a esa mujer la persona más feliz de este mundo. Minatozaki Sana o Susan Minatozaki vino a mi vida para revolverla de dentro afuera, de una manera que no podía habérmela imaginado nunca. Pero hoy, agradecía a quien fuese por eso. Porque si me estaba sintiendo completa, era gracias a ella.

Después del maravilloso desayuno, Sana no me dio otra alternativa que ir a las Industrias Chou. De acuerdo a ella no podíamos ausentarnos mucho, de lo contrario las cosas se saldrían de control. Yo especialmente estuve de acuerdo con ella, pero quedarme en casa con ella era cuanto menos tentador. En este momento exacto estábamos en la sala de reuniones, mirando la presentación de un proyecto muy interesante que expandiría las Industrias Chou en Brasil. Una nueva sede estaba siendo ya construida, y algunos contratos importantes estaban ya a la vista. Todo estaba progresando perfectamente bien, gracias a Dios y a mí. Modestias aparte.

Quité mis ojos del muchacho que explicaba todo perfectamente a los accionistas, para mirar a mi secretaria que casualmente era mi mujer. Parecía muy concentrada, escribiendo algunos detalles importantes en su cuaderno, en ocasiones ajustaba las gafas de leer que llevaba. Eso me recordó nuestros primeros días juntas, quien lo diría, ¿verdad?

La reunión tomó demasiado en terminar, después estábamos todos estrechando manos amistosamente en de acuerdo con todo lo que fue explicado. Sana y yo caminamos devuelta a mi oficina, acompañadas de Kang Daniel que estaba muy emocionado con los nuevos proyectos.

──Las nuevas sucursales lo tienen todo para triunfar. ──Dijo sentándose en el sofá de mi oficina.

──Y lo harán, Daniel, estoy segura.

──¿Necesita algo?── Preguntó Sana.

──Llame a Nayeon por mí, dígale que quiero reunirme con ella en una hora.

Sana frunció el ceño, probablemente muy curiosa.

──Sí, Señorita Chou, ¿algo más?

──No, Señorita Minatozaki, puede retirarse.

La japonesa abrió una sonrisa y se fue.

──¿Solo yo encuentro raro que ustedes dos se traten así?── Preguntó Daniel confundido, haciéndome reír.

──¿Así como?

──Con toda esta formalidad, sabemos claramente lo que ustedes dos hacen.── habló relajado.

──Se llama profesionalidad. Estamos en nuestro lugar de trabajo, Señor Kang, debemos respetar el lugar.

──Tzuyu, Tzuyu... No empieces con eso, te conozco desde hace años para saber que estás loca por Sana. Ni si quiera quiero pensar sobre qué pasa en esta oficina. O en realidad si quiero, suena divertido.

Arrugué un papel y se lo tiré, quien dejó salir una risa.

──¡Eso nunca lo sabrás!

──Okay, Señorita Chou, nadie tiene que saber que tu oficina se convierte en un escenario de películas eróticas.

──¡Idiota! ──Exclamé riendo.

Hasta que el teléfono sonó:

──¿Señorita Chou?

──Sí, Señorita Minatozaki.

──Nayeon dijo que estará aquí en una hora, se quejó por haberla despertado. Pero estaba feliz con su invitación. ──Dijo Sana riendo.

──Gracias a Dios, gracias SaTang, quiero decir... Señorita Minatozaki.

Pude escuchar la suave risa que dejó salir Sana antes de colgar.

──¿Te vas?── Preguntó Daniel.

──¡Sí! Necesito comprar algo importante hoy.

──¿Puedo saber lo que es?

──Pronto lo sabrás, Daniel.

Sana POV

──¡Jihyo vamos!──grité por cuarta vez en sucesión.

Estábamos en el parking de Industrias Chou, ya era hora del tiempo para comer e íbamos a ir a comer junto a Mina al usual Bistro. Pero la mujer no dejaba ir a Daniel por nada en el mundo. Yo no podía incluso juzgarla después de todo, yo hacía lo mismo con Tzuyu.

──Jihyo está muy enamorada.──Dahyun dijo sonriendo.

──Si, Daniel está haciendo un montón de buenas cosas para ella.

──¡Gracias a Dios Jinyoung desapareció!

──¡Esa fue la mejor cosa que pudo pasar! Él era maleducado, al lado de él Daniel es magnífico.── dije calmadamente.── Jihyo, ¡Tienes tiempo de hacer eso después!──grité haciendo reír a Dahyun.

La mujer me miró seria, depositó un último beso en Daniel y caminó hacia el coche.

──Cariño, yo no molesto en tus momentos de amor con la jefa.──habló pretendiendo irritación.

Dejé salir una carcajada.

──Estoy hambrienta y Mina ya nos está esperando.

──¡Ya ha enviado varios mensajes!──Dahyun completó.

──De acuerdo, después iré con Daniel de todos modos.

──La noche será larga.──dije poniendo en marcha el coche.

──¡Usa condones Park!──dije.

──Daniel compró una caja hoy temprano.

──Dios bendito, ¿Eres una máquina?──Dahyun preguntó sorprendida haciéndonos estallar en risas.

──Estoy jugando contigo Kim. Ni siquiera puedo hacer nada, estoy en uno de esos días, Solo veremos una película y nos abrazaremos.──Jihyo dijo poniéndose el cinturón.

──¡Eso es un plan genial! Momo me llamó para hacer lo mismo.

──La casa estará libre Shasha. No sexo con Tzuyu en todas las habitaciones de nuestro apartamento.

Me giré hacia ella y fingí una cara triste.

──Quedaos lejos de mi habitación.──Dahyun exclamó.

──No me quedaré en casa. Tzuyu me pidió ir a cenar con ella al coastline hoy.

──Las cenas de millonarios son algo diferentes, ¿Verdad Dubu?

──¡Claro que sí! Yo me pondré cómoda con sushi y Momo al lado.

──¡No seáis tontas! Tzuyu y yo solo queremos pasar más tiempo juntas. Estamos en un día maravilloso hoy.──Hablé mientras aparcaba el coche cerca del Bistro.

No tomó mucho tiempo y ya estábamos sentadas en la mesa, haciendo nuestros pedidos al camarero que siempre nos servía.

──¿Cena en el coastline? ¿Alguna ocasión especial?──Mina preguntó en cuanto cerró el menú y lo colocó en la mesa.

──No, ella dijo que necesitábamos disfrutar de nuestro tiempo juntas. Que estaba feliz de nuestra victoria.──dije calmadamente.

──Incluso estoy feliz con ello, honestamente Tzuyu se ha convertido en mi ídola.──Jihyo comentó mientras bebía un poco de su agua.

──Ella está muy enamorada de ti Shasha.── dijo sonriendo.

Sonreí pensando en ello. Tzuyu se veía muy enamorada, a cada instante que tenía me enseñaba como de especial podía ser para ella. Confieso que nunca he estado tan enamorada como ahora.

──Yo también estoy muy enamorada de ella Minari. No tienes ni idea de cuan feliz soy cuando la tengo junto a mí. Amo todo, ¿Sabes? La manera en la que me mira, como me besa e incluso como me toma de la mano.

──Vuestro amor es precioso.──Dahyun dijo en una manera sentimental.

──Y sexy.──Jihyo completo, haciéndonos reír.

──¿Tienes que arruinar todos los momentos bonitos Park?──Mina preguntó empujándola despacio.

──¿Qué? Chicas por favor. Ayer tuvieron sexo dentro de uno de los baños del club, al lado de Nayeon y Jeongyeon.

Dahyun y Mina me miraron con la boca abierta.

──¡Gracias Jihyo!──dejé salir irónicamente.

Jihyo se encogió de hombros y rió.

──¿Hiciste eso?──las dos preguntaron en unísono.

──Estaba borracha y caliente.──hablé como si fuera la cosa más natural del mundo.

──¡Shockeada en Cristo! ¡Pensé que estabais bailando!

──¡Chica, veo que Tzuyu tiene fuego!

──¡Y ella es genial Mina! ──hablé haciendo caras solo para probar a Dahyun.

──¿Algún día lo grabarás?──Jihyo entró al juego.──Estoy curiosa por ver.

──¡Lalisa vio todo!

──¡Jesús! ¿Lo hizo?──Dahyun preguntó sorprendida.

──Creo eso. Tzuyu y yo estábamos en Industrias Chou en el día de la pelea, y estoy segura de que nos vio juntas Y si lo vio presenció un maravilloso espectáculo.

──¡Ni me lo puedo imaginar!

──Confía en mí. ¡No puedes! Ese día fue el mejor sexo de mi vida.

──¿Podemos comer? Sin hablar de sexo.

Las tres reímos y entonces continuamos nuestra conversación. En todo instante siendo consideradas por Dahyun por supuesto. Después de comer Mina y yo fuimos a Imperium juntas. Dahyun y Jihyo fueron de vuelta a Industrias Chou, como si tuvieran un montón de trabajo por hacer.

──Es alucinante como las cosas se ponen del revés en pocas horas.── Mina exclamó cuando entramos a Imperium.

──Confieso que sigo algo asustada, Mina. No planeé esto pero no tenia opción.──Dije tristemente.

──Te entiendo Sha. Sé que nunca hiciste esto con maldad.

La mujer dijo caminando detrás de mí. Estábamos camino a la antigua oficina de Taeyeon, donde ahora sería mi oficina. El equipo a cargo de la renovación hizo un gran trabajo esta mañana, con el dinero y la influencia de Tzuyu todos los servicios fueron hechos rápidos y en una buena calidad. La oficina estaba ordenada y de forma sofisticada y simple, prácticamente mi estilo.

──Está muy hermosa.── dijo sonriendo.

Sonreí y me senté en mi silla.

──Necesitamos hablar Minari.

La mujer frunció el ceño y me miró asustada.

──¿Hay algún problema?──ella preguntó sentada enfrente de mí con una expresión nerviosa.

Sonreí tratando de transmitir tranquilidad.

──Relájate, es una cosa buena.

Pude ver su suspiro de alivio.

──Bueno entonces, cuéntame.

──Bueno, ahora sabes que soy la propietaria de todo esto, ¿Correcto?── Mina asintió.── También sabes que estoy cansada de este lugar y estoy con Tzuyu quien obviamente no puede soportar verme en este lugar como bailarina.

──Si, sé acerca de la historia de celos de tu mujer.──Mina dijo riendo.──Pero, ¿Qué tiene eso que ver conmigo?

──No voy a estar muy involucrada con Imperium. Sé que te encanta este lugar, así que he estado hablando con Tzuyu y hemos tenido una idea genial.──Dejé ir algo esperanzada.

Ella se quedó mirándome, esperando a que continuara.

──Confío en ti lo suficiente para tomar control de todo. No te dejaré sola, claro, vendré para ver las hojas de balances y documentos, todas esas cosas burocráticas. Pero el resto, las bailarinas, shows y todo eso, pensé en ti para tomar las riendas y estar en la primera línea. Te estoy literalmente dejando Imperium y quiero que tú tomes el lugar de bailarina principal y estaría muy orgullosa.

Puede que la haya echado mucha información. Mina me miró algo sorprendida, su expresión estática estaba siendo un poco cómica.

──Quieres que yo...

──¡Sí! Quiero que seas una especie de mánager y bailarina principal. Estoy segura de que ninguna otra mujer aquí baila tan bien como tú, Minari.

Ella parpadeó varias veces y trató de pronunciar algunas palabras pero paró.

──Si esto es mucho para ti lo entenderé. Pero realmente quería a alguien de confianza y con actitud para esto. Y tú eres mi mejor opción.

Ella suspiró y sonrió extensamente.

──¡Pero claro! ¡Shasha, estoy realmente feliz de que hayas pensado en mí para esto!

──¿En serio?──pregunté alegremente.

──¡Si! Adoro este lugar y quiero esto mucho para continuar. Y para todo lo que me necesites, estaré ahí para ti.

──Woah, eres realmente maravillosa, estoy tan feliz, ya me estabas preocupando. Me gusta esto pero quiero mi vida lejos de Imperium desde que ahora estoy con Tzuyu.

──Lo entiendo perfectamente. No te preocupes cuidaré de todo aquí por ti.──Ella habló esperanzadamente.──¡Woah estoy tan alegre!

Sonreí y me levanté para abrazar a mi amiga.

──Sé que estoy dejando todo en las manos de la persona correcta.

──No te arrepentirás.──dijo sonriendo.

Mina me abrazó otra vez antes de que alguien golpeara la puerta.

──¿Señorita Minatozaki?──El guarda de seguridad llamó.

──Sí, ¿Will?

──La señora Minatozaki Ryota está escaleras abajo, dice que necesita hablar contigo.

Mina me miró preocupada y yo solo suspiré. ¿Qué demonios podría querer esa mujer de mí?

──Dile que venga, estoy esperando aquí.

El hombre rápidamente asintió y se fue.

──Me voy a ir, creo que necesitas estar a solas con ella.

──Está bien Mina. Mañana pondremos todo en orden aquí.

──No te preocupes, te llamaré después.── la mujer habló antes de irse.

Caminé despacio a la mesa de la esquina, sirviéndome una buena cantidad de café. Inhalé el aroma que emanaba de la taza antes de probar el líquido caliente. Algo bueno que no era Whiskey. Escribí un rápido mensaje a Tzuyu diciéndola que me quedaría todavía un rato más en Imperium, había llegado un problema más que solucionar. Me senté en mi silla cuando se abrió la puerta, apareciendo detrás de la puerta la mujer a la que una vez llamé madre.

La mujer me miró suspicazmente pero se acercó.

──¿Qué quieres conmigo?──pregunté directamente mirándola.

Ryota se sentó frente a mí, situando su bolso en la silla de al lado.

──¿Es esta la manera de recibirme?

Rodé mis ojos y bufé.

──Oí hace unos minutos antes que ahora eres la propietaria de este lugar.

──Las noticias viajan rápido.──Dejé salir fríamente.

──¿Cómo compraste esto?

──No debo las explicaciones a ti.

──Estás absolutamente correcta, pero imagino que estás demasiado bien. ¿Es de la mujer de negocio con la que estas saliendo?

Cerré mis ojos y suspiré.

──¿Puedes decirme de una vez por todas que quieres? Tengo muchos deberes.

No daría a Ryota ninguna oportunidad de meterse en mi vida otra vez, la conocía demasiado bien para saber lo que realmente quería, sus calmadas y serenas palabras lo hacían muy claro. Pero la dejaré hablar.

── Taro se fue.

Dejé salir una risa sin humor. Pero no dije nada, la mujer me miraba ansiosa, también nerviosa.

──No tengo nada Sana, él se llevó todo mi dinero.

Nos quedamos en silencio por unos minutos y entonces me levanté. Acercándome al pequeño bar que estaba allí y me serví un poco de whiskey. Ahora entendía porque Tzuyu bebía eso, ella necesitaba calmar su temperamento.

──¿Qué tengo yo que ver con eso?──pregunté después de unos minutos en silencio.

──Necesito que me ayudes.

──¿Yo? ¿Después de todo tienes el coraje para venir y solicitar mi ayuda?──pregunté incrédula.

Ryota cerró sus ojos y suspiró.

──¿Quieres que tu hermana viva con dificultades? ¿Viviendo en la calle? ¡Estás bien acomodada, estás con una millonaria que compró esto para ti! ¿Cómo esa proxeneta lo permitió?──preguntó refiriéndose a Taeyeon.

──¡Eso no importa! Y no incluyas a Kazuha en esto. Estoy siempre dispuesta para mi hermana. Y no es porque esté con Tzuyu que soy rica.

──¡No seas ingenua, esa mujer puede darte todo!──Ella exclamó.

──¡Lo que sea! ¡No tengo ninguna razón para ayudarte!──grité.

Ryota se hacía la ofendida. ¡Dios! La furia que me consumía en ese instante no tenía talla.

──¡Soy tu madre Sana!

──¿Ahora recuerdas que eres mi madre? ¿Ya has olvidado todo lo que me dijiste? ¿Todas las sucias palabras que me hirieron? ¿Es eso ser una madre para ti?──hablé maleducadamente, con el vivo retrato de las palabras en su cara.

──¿Cómo quieres que actúe? ¡Yo siempre quise lo mejor para ti!──ella exclamó exaltada.

Me reí sin una pizca de humor.

──Solo estás aquí porque él te abandonó como te dije que lo haría. Estás viendo que tenía razón, que estoy feliz y tú vienes para joder mi vida una vez más. Tendrías que haberme escuchado Ryota, te advertí de que él no tiene valor.

──¡No hables de tu padre así!

──¡Él no es mi padre!──grité──¡él es un adicto quien te dejó en la miseria! ¡Vives una vida miserable a causa de él! ¡Él nunca se preocupó de nosotras y lo sabes!

──Él no es el culpable... ──ella susurró.

──Vosotros sois los culpables por todo esto. Podríamos haber sido una familia, todo podría haber ido bien. Pero vosotros dos no nacisteis para hacer feliz a nadie. Estoy muriendo por ser capaz de sacar a mi hermana de eso. Ella es la única quien merece toda la felicidad del mundo y lo daré todo por ella.

──¡Nunca me quitarás a Kazuha! ¡Ella es mi hija!

──¿Desde cuándo te preocupas acerca de tus hijas? Estás enferma por ese hombre. Tu solo quieres mi dinero. Cuando vea que te has recuperado vendrá y se llevará todo lo que es tuyo de nuevo. Ya me sé esta historia, Ryota.

──¿No me ayudarás?

──¿No era que mi dinero era sucio? ¿No era mi dinero el que nunca quisiste?──dejé salir con sarcasmo.

Ella cerró sus ojos y negó con su cabeza.

──Fui una terrible madre. Lo sé. Pero te necesito ahora, tienes dinero. ¡Esa mujer puede dártelo!

──Tzuyu no tiene ninguna razón para ayudarme con esto. ¡E incluso si la tuviera! No sostendré tus caprichos. ¡Tú diste mi dinero a él que continuó con su adicción que nos destruyó! ¡No seas estúpida!──Grité golpeando el escritorio.

Ryota amplió sus ojos mirándome de una manera sospechosa.

──¿Desde cuándo te has vuelto tan cruel, Sana?──Ella preguntó ofendida.

──Desde que me hiciste de esta manera. Yo siempre hice todo por ti. Miré por un trabajo, hice lo mejor. Pasé por todo tipo de cosas que ni siquiera imaginarias solo por ayudarte. Y todo lo que tuve de regreso fue tu desprecio tus palabras horribles que hasta antes de hoy me han marcado. ¿Tienes alguna idea de lo mucho que duele? ¿Cuánto he llorado por meses porque me dejaste sola? Ni siquiera te preocupaste de mí, ni siquiera tuviste el coraje de ver las razones por mis actos. Tú solo me trataste como si fuera basura, cuando de hecho estaba luchando por nuestra familia. ¡Estaba luchando para que tú y mi hermana no murieran de hambre! ──dije dejando salir todo el dolor que había en mi corazón, todas las palabras salieron acompañadas con lágrimas de puro resentimiento. Necesitaba liberarme a mi misma de eso.

──Elegiste el camino incorrecto, ¡Viniste a este lugar!

──¡Cállate! ¡Cállate por el malito infierno!──Grité haciendo que me mirara.── ¡No tienes el derecho de decir nada! ¡Nunca dormí con nadie por dinero! ¡Nunca! E incluso si lo hubiera hecho, seguiría siendo mejor que tú y él. No sabes lo que es tener una familia, no sabes lo que es ser querida o querer a alguien. Pero gracias a Zuha, a mis amigas y a Tzuyu yo sé lo que es. Te daré el dinero. Lo haré porque no soy alguien resentida, a mí pesar, a pesar de todo soy una mejor persona hoy y no es gracias a ti.

──Sabía que me ayudarías.── su tono de voz podría pasar por el sentimiento de resentimiento pero la conocía perfectamente bien.

──Y no te acostumbres a esto.

Ella asintió.

──Ven mañana, te daré el dinero.

La mujer asintió otra vez y se levantó.

──Gracias Sana.

No dije nada, me levanté de mi silla y me bebí el último sorbo de mi vaso, para luego llenarlo de nuevo. Hasta que oí la puerta cerrarse. Tomé una profunda respiración sintiendo mi pecho doler, no era posible que esto nunca parará. Tenía muchas penas dentro de mí, pero la quería. Después de todo, seguía siendo mi madre. Sacudí mi cabeza lentamente cuando se abrió la puerta.

──¡Te dije que vinieras mañana!──exclamé furiosa.

En el instante en el que me giré hacia la puerta pude ver que no era Ryota quien estaba ahí, era Taeyeon.

──Este sitio es el infierno.──dije en un mal humor.

Taeyeon me miró sin decir absolutamente nada.

──¿Qué quieres de aquí? Ya te dije que no te quería en este lugar.──dije firmemente.

Taeyeon ni siquiera respondió solo cerró la puerta con una sonrisa.

──¿Realmente pensabas que me iría así? ¿Y tener todo lo que es mío Susan?── ella preguntó con ironía.

──¿Tuyo? No hay nada tuyo aquí.──respondí de vuelta.

Ella dejó salir una carcajada diabólica.

──¡Todo lo que hay aquí es mío!

──¿Todavía sigues insistiendo? Te demostré que soy la propietaria de todo esto ahora.

──No, no puedo permitir eso. Peleé mucho para construir este lugar.

La voz de la mujer era calmada todavía amenazadora.

──¿Peleaste? ¡Taeyeon no hiciste nada! ¡Todas las mujeres que bailaban y vendían sus cuerpos fueron las que construyeron este lugar!

──Era su trabajo, yo me encargo de los negocios.──ella habló riéndose.

No sé lo que está pasando. Pero la rubia se veía diferente, sus ojos eran ríos e inexpresivos. Llevaba una sonrisa sarcástica y un aire pesado. Podía sentirme enferma de estar en el mismo sitio que ella.

──Sucios negocios.──espeté las palabras.

──Si quieres llamarlo así...No me conoces, Susan, no sabes de lo que soy capaz de hacer a quien se mete conmigo.──ella susurró acercándose.

──¡No intentes volver esto hacia atrás, no serás capaz de hacerlo!

──No. Eso lo sé muy bien. Pero no he venido aquí para tener el club de nuevo en mis manos. He venido para contar contigo.

──¿A qué te refieres?

Ella sonrió afectada.

──Has jugado mucho, es tiempo de acabar este pequeño juego.──habló mientras me miraba.

──¡Ya terminó tiempo atrás! ¡Vete de aquí!──grité.

──Solo termina cuando yo lo digo y para tu felicidad terminará hoy.

Fruncí el ceño sin entender nada. Hasta que la mujer agarró un objeto de dentro de su bolso, apuntándolo en mi dirección. Juro que en ese instante mi cuerpo se quedó frío y mi corazón explotó en frenéticos latidos. Taeyeon estaba con una pistola plateada apuntándome.

──No puedes hacer esto.──susurré con voz pequeña.

Ella abrió una malévola sonrisa.

──Puedo, claro que puedo. ¿Pensaste que te dejaría ir así de fácil? ¿Qué podrías dejarme en la miseria y no ser castigada para vivir ese pequeño romance con esa puta? ¡No pudiste haberme traicionado, Sana!──ella gritó furiosamente.

Las manos de Taeyeon temblaron, ella estaba visiblemente tan nerviosa de llegar al punto de estar desesperada.

──¡Relájate!

──¿Relajarme? ¿Realmente piensas que me calmaré? ¡Tú me destruiste!

──¡Yo no hice nada, fuiste tú quien me traiciono a mí!──susurré.

No sabía que sentir o pensar. La adrenalina corría por mis venas me hicieron olvidar todo y pensar en solo una persona.

Tzuyu.

──¡Tú te juntaste para acabar conmigo! Pero te voy a enseñar a ti y a Chou que quien gana el juego soy yo. ¿Cómo piensas que ella reaccionará cuando vea que la pobre stripper está muerta?

Cerré mis ojos y caminé hacia atrás unos cuantos pasos hasta que la puerta se abrió.

Tzuyu POV

Escuchaba música animada en el coche, cuando la pantalla de mi teléfono se iluminó varias veces. Tomé el dispositivo viendo una notificación. Era Sana:

"Sigo en Imperium, ocurrió un imprevisto. Llegaré tarde, pero no te preocupes te veré pronto. ¡Te amo!

Tuya, SaTang"

Sonreí en el instante que leí su mensaje.

──¿Que sonrisa estúpida es esa?── Preguntó Nay.

──Sana, dijo que llegará un poco tarde. Y obviamente dijo que me amaba.

──Eres realmente una idiota enamorada.── Dijo mi mejor amiga riendo.

──¡Ni siquiera empieces! Eres igual por Jeong.

──Éstas mujeres son nuestro fin, Chou. Jeongyeon incluso me llamó hoy, diciendo que vamos a salir.

──Al menos las cosas se están estableciendo. ¡Todas nosotras tendremos una maravillosa noche hoy!── Dije emocionada.

──¡Eso espero! ¡Quiero mucho sexo!── Dijo haciendo gestos obscenos.

──Eres imposible. Deberías tratar a Jeong con cariño, recuerda que ya la perdiste una vez.

──Relájate, Chou. ¡Lo sé muy bien! Trataré a Jeong perfectamente bien, pero quiero una buena noche de sexo con ella. Nos complementamos en la cama, ¡tienes que verlo!

──¡No gracias! ──Dije riendo, haciéndola reír también.

──De alguna forma viste o escuchaste un poco ayer.──Nayeon se encogió.

Cierto, escuché más de lo que quise anoche.

──Al contrario que tu, voy a tener una tarde muy romántica con mi mujer.──Dije con suficiencia.

──¡Todavía no puedo creer que le vayas a preguntar que se case contigo! Dios, ¿te vas a casar? ¡Eso es alucinante!

──Nayeon, soy una mujer romántica.

──Solo con Sana.──completó.

──Es la única que merece ese lado mío. La amo mucho, ¿sabes? Sana saca lo mejor de mí, y sinceramente quiero estar con ella por el resto de mi vida. Y creo que el primer paso es preguntarle que se case conmigo.

──¡Absolutamente! Formarán una hermosa familia.──Dijo Nay sinceramente.

──Es lo que más quiero.

En medio camino a casa dejé a Nay en un lujoso restaurante, donde Jeongyeon la estaba esperando y decidí pasarme por Imperium. Sana ya estaba allí así que no sería una mala idea ir a verla. Aparqué el auto en frente del enorme edificio, saliendo lentamente. Puse mis manos dentro de mi abrigo para confirmar que tenía la pequeña caja con el anillo de compromiso todavía ahí. Y realmente estaba, confieso que estaba increíblemente ansiosa e incluso nerviosa por el momento, pero todo se haría de la manera correcta. De la manera que Sana se merecía.

En la entrada el guardia de seguridad asintió de manera amistosa, y rápidamente pregunté por Sana.

──Está en su oficia con la Señorita Kim.

──¿Qué? ¿Taeyeon está aquí?── Pregunté con inminente ira.

──Sí, señora, desde hace ya algunos minutos.

──¿Por qué demonios la dejaron entrar? ¡¿No di órdenes estrictas de que estaba prohibida aquí?!── Hablé furiosamente entrando en el club.

El hombre me observó con miedo, intentando explicar su metida de pata mientras caminaba apresuradamente a la oficina de Sana. Se trabó con sus palabras cuando escuchamos un fuerte ruido que vino de arriba.

Un disparo.

Corrí, subí corriendo por esas escaleras casi de manera desesperada hasta llegar a la puerta, que abrí. Y la única imagen que pude ver fue la imagen de Sana tirada en el suelo con su ropa teñida de sangre roja.

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