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Taeyeon POV
¿Conoces ese sentimiento de sentirte completamente realizada? ¿Feliz? Era exactamente como me estaba sintiendo esta tarde. A pesar de estar exhausta, me encontraba en un estado de radiante y pura realización. Los planes del día anterior no podían haber ido mejor. Tzuyu y Sana habían terminado lo que llamaban relación. ¿Y yo? Bueno, yo podía continuar con Susan, y la máquina de dinero dentro de Imperium. Debo confesar que el principio, me sentí mal por engañarla, después de todo la chica había estado conmigo por años, ayudándome a levantar mi negocio. Pero no era el momento adecuado para sentimientos o compasión, y si para estrategias en un juego que podría perder fácilmente si no era astuta.
Después de lo que paso anoche pensé que debía celebrar, para mi pesar Lalisa no me pudo acompañar, después de todo tenía que jugar a la chica buena para Chou. Dios, esa mujer me daba nauseas. Su actitud prepotente y arrogante me disgustaba solo por recordar su existencia. Por lo que decidí buscar a una vieja amiga que me dio una maravillosa noche de placer, lo que hizo que me relajara y disfrutar el sabor de la victoria.
Ya era tarde y estaba en camino al club para revisar la hoja de balance del mes, probablemente Lisa aparecería más tarde para celebrar juntas lo del día anterior. No había hablado con ella desde que se había ido con Tzuyu, con tanta turbulencia terminé olvidando mi teléfono, dejándome totalmente incomunicada. Lo cual no estaba totalmente mal, necesitaba tiempo para mí.
──¿Candace? ──escuché a Sooyoung gritar desde atrás.
Ni siquiera puse atención, no tenía la más mínima paciencia para hablar con la chica.
──¡Espera! ¡Necesito hablar contigo!── gritó de una manera escandalosa justo como ella era.──¡No entres ahí!
Aceleré mis pasos y abrí rápidamente la puerta de mi oficina, cerrándola en el mismo instante en que entre para evitar la conversación innecesaria con la bailarina.
──¡Que chica tan molesta!──bufé irritada contra la puerta.
──No deberías tratar así a tus aliados, Taeyeon.── escuché la voz de Susan llenar el ambiente.
──¿Qué estás haciendo aquí?
Frunció el entrecejo y me miro con una expresión que decía "¿Acaso no es obvio?".
──¿Qué quieres decir con que estoy haciendo aquí? Imperium es mi segundo hogar, ¿cierto?
Pregunto Susan levantándose de la silla lentamente, caminando en pasos pequeños al mueble de las bebidas. No sabía que estaba pasando, tenía un aura misteriosa, casi indefinida. No dijo nada, solo se sirvió una pequeña cantidad de whisky en uno de los vasos, agregando tres cubos de hielo. Sacudió el líquido en la barra en sentido a las manecillas del reloj, para después mojarse los labios.
──Por supuesto que es tu casa, solo que me sorprendió verte aquí.
La japonesa sonrió, sacudiendo la cabeza. Comenzó a caminar de regreso al escritorio donde se recargo.
──¿Sorprendida? Genial. Me encanta dar sorpresas.──dijo guiñándome.
──Te ves...
──¿Bien? ¿Feliz?──dijo sonriendo.
Me encogí de hombros mientras ponía mi bolso en el escritorio.
──Si, después de ayer creí que no vendrías por aquí muy pronto.
Susan sonrió y me miró con esos ojos cafés casi ardientes.
──¡Ah! Ayer, fue una noche inquieta.── comenzó a hablar pacientemente.── Pero muy buena ¿te gusto?
──¿Buena? Claro que no, Susan, estaba preocupada por ti.
Arqueó una ceja y asintió.
──Me imagino cuán preocupada debiste haber estado por mí, eres siempre tan benevolente.
¿Qué demonios estaba pasando? No tenía un buen presentimiento. Susan era arrogante y firme. Escuchamos algunos golpes en la puerta, hasta que se abrió y un muchacho entró.
──¿Señorita Minatozaki?
──¿Si, en que puedo ayudarte?──preguntó.
──Soy del equipo de renovación. ¿Dónde quiere que empiece?
Fruncí el entrecejo sin entender. Sana se levantó con una sonrisa y caminó hacia la cómoda que estaba en una esquina, deslizando dos dedos por la madera.
──Hmmm, pueden comenzar... ──continuó calmadamente, hasta que en un movimiento repentino lanzo al piso todas las cosas que estaban en la cómoda.──Justo aquí.
──¡¿Estás loca?!──grité.
Se giró a verme, con una sonrisa malvada.
──Déjanos solas, por favor, le llamaré pronto.──le dijo Sana al muchacho con los ojos fijos en mí.
Asustado, el muchacho solo asintió y se fue.
──¿Qué demonios crees que estás haciendo?
──¿No es obvio? ──Preguntó caminando hacia el escritorio de nuevo.──Estoy renovando todo.── dijo sentándose.
Susan era puro cinismo, lo cual me hizo enojar más.
──¿Con qué derecho crees que puedes hacer eso? ──dije poniendo ambas manos en el escritorio mirando a la mujer que me veía con la cabeza en alto.
Sana descansó los brazos en el escritorio recargándose en los codos, uniendo sus manos en el centro para apoyar su barbilla y mirarme. Curvo los labios en una sonrisa.
──Con el derecho de propietaria, jefa, socia mayoritaria. Como prefieras llamarme, Taeyeon.
Sana POV
Taeyeon frunció el ceño mirándome, tenía la mirada casi perdida. Parecía estar en otra dimensión con mis palabras. La rubia movió la cabeza y comenzó a reír, era una risa sin ninguna gota de humor.
──¿Estás loca? Debes estarlo. ¿Bebiste esta noche?
No dije nada, solo la miré.
──No tienes en que caerte muerta, Sana, ¡¿Cómo puedes pensar que eres dueña de este lugar?! ──dijo enojada.
──Me subestimas demasiado, Taeyeon, me da pena tu ingenuidad.
Estaba visiblemente nerviosa.
──¿De que estás hablando? ──preguntó molesta.
──Estoy hablando de que te metiste con la persona equivocada, pudiste haber prevenido esto. Pero quisiste hacerlo de la manera difícil.── hablé de forma paciente y cínica.──¿En verdad pensaste que iba a funcionar?
Retrocedió un paso, con los ojos fijos en mí.
──¡Estás loca! ──Dijo fuertemente ──¡Sal de mi oficina, sal de mi club ahora!
Solté una fuerte risa, lo que la hizo detenerse en ese mismo instante y mirarme de nuevo.
──¿Tu club? Ya no hay nada tuyo aquí. Soy la nueva dueña de Imperium, Taeyeon.
──¿Qué?
──Exactamente lo que acabas de escuchar. De bailarina a dueña, un gran paso, ¿No es así?──pregunté sonriendo.
──¡No, no lo eres! ──dijo exasperada.
──Lo soy. De acuerdo a este documento.──Dije deslizando el documento sobre el escritorio hacia la rubia quien lo recogió.──soy dueña del 70% de las acciones de este lugar, y pronto seré dueña del resto. Después de todo, aun no las has pagado, ¿No es cierto? Vas a perderlas pronto.
──No, no.... Tú.... ¿Cómo lo hiciste? ¡Hija de perra! ¡No puedes hacerlo!
Podía ver en sus ojos el miedo y la desesperación de perderlo todo, por un segundo sentí pena, fue borrado por un resentimiento que no se iría ahora ni en algún momento cercano.
──Tienes que estar bromeando, ¡No tienes los medios para hacerlo! ──gritó.
──De hecho, no los tenía. Pero estamos en diferentes tiempos, Taeyeon. Ahora no solo puedo, lo hice.
──¿Cómo? ──dijo arrugando el documento en sus manos.
Escuchamos unos ligeros toques en la puerta, la cual se abrió un momento después. Tzuyu entró con una sonrisa victoriosa, la cual me quito el aliento.
──¿Hay algún problema, nena? ──preguntó en tono preocupado.
Tzuyu se acercó lentamente y con delicadeza envolvió sus brazos en mi cintura, depositando un beso en mis labios. Para después mirar a Taeyeon, quien nos veía con la boca abierta.
──No, amor. Solo estaba comunicándole la noticia a Taeyeon.
Tzuyu sonrió de manera triunfante, y se encogió de hombros.
──¿Fuiste tú, verdad? ¡Tú compraste todo esto! ──exclamó la rubia molesta.
──Deberías estar levantando las manos y agradeciendo a Dios que Sana aún sienta cariño por ti, de otra forma, en lugar de comprar Imperium. Habría terminado con tu vida.
──¡¿Cómo pudiste hacerme esto, Sana?!
──¡Fuiste la primera en traicionarme, Taeyeon! ¿Cómo pudiste caer tan bajo?
A pesar del coraje que me consumía me sentía mal por hacer esto. Quitarle lo único que tenía.
──Estaba haciendo lo mejor para ti, ¿Hasta cuándo crees que durará este romance? Te dejara en cualquier momento.
──¿Lo mejor para mí? ¡Solo pensaste en ti y el dinero que te doy!──grité.
──Es para lo único que vales.
Sentí las manos de Tzuyu apretar un poco mi cintura, demostrando que estaba ahí para apoyarme. Intercambiamos una mirada de reconocimiento en pocos segundos, y regresé la mirada a Taeyeon. Tomé una respiración profunda, sintiendo mis pulmones inflarse.
──¿En verdad crees eso? ¿Después de perder todo? ¿Sigues pensando eso? ──Salí de los brazos de Tzuyu y caminé hacia Taeyeon.
Me detuve frente a ella y la miré a los ojos con el coraje que gritaba dentro de mí.
──Mírate y mírame. Se han invertido los lugares, ¿no crees?
──¿Cómo hicieron esto? ¡¿Cómo lo supieron?!
Su tono exaltado revelaba lo sacudida que estaba con la situación, por supuesto no era para menos, para alguien que celebraba triunfante una victoria, descubrir que había sido engañada no era nada fácil.
──Tengo mucha gente en mí...
No terminé la oración cuando la puerta se abrió.
──¡Hola chicas!──Dijo Eunbi sonriendo, trayendo consigo a Lalisa, que era jalada por el brazo con una expresión no tan buena.──Miren a quien me encontré en la entrada.
Me giré a verlas a las dos, y sonreí triunfante.
──Ahora estamos todas juntas.── dije de manera sarcástica regresando a lado de Tzuyu, quien sonrió.
Lalisa jaló su brazo bruscamente para liberarse de Eunbi.
──¿¡Qué demonios es esto?! ──gritó Taeyeon, intercambiando una mirada confundida con Lalisa.
──Intente hablar contigo... ──susurró Lalisa.
Eunbi sonrió y se acercó, quedándose a mi otro lado. Ahora estaba entre Tzuyu y Eunbi ante las dos víboras que nos miraban con la boca abierta.
──¡Perdieron! Jaque mate.── Les guiñé a ambas.
──¡Les dijiste todo! ¡Perra mentirosa!── le gritó Taeyeon a Eunbi.
──Le pediste ayuda a la persona equivocada, cariño. No participaré en esta canallada en la que se encuentran.── habló Eunbi.
──Prefieres quedarte debajo de Tzuyu, ¿No es así? Como siempre.── dijo Lalisa esta vez.
──No estoy debajo de nadie, Lisa. Mírame ¿en verdad crees que necesito algo? ──su tono presumido la dejo con un aire imponente.
──¡Eres una perra! ¡Tzuyu, no les creas, todo es falso!── Lalisa se acercó haciéndome girar los ojos.
──Jesús, ¿vas a seguir insistiendo? ¡Lo sé todo! Lisa, no me sorprende, siempre esperé algo así de ti.── dijo Tzuyu encogiéndose de hombros.
──¡Estás ciega! ¡Siempre he querido ayudarte! ──exclamó Alexa desesperada.
──¿Cómo puedes ser tan cínica? ──Me pare delante de Tzuyu.──¿No te cansas de perder? Ríndete, Lalisa.
──Estás muy equivocada si crees que has ganado. ¿Qué eres? Eres una stripper sin valor.──escupió sus palabras.
Sonreí.
──Soy todo lo que tú quieres ser. Soy la dueña de Imperium, y la mujer de Tzuyu.
Tzuyu se me acercó tocando mi cintura ligeramente, transmitiéndome confianza. Lalisa frunció el ceño y miró a Candace.
──¿Dueña? ¿Cómo? ──su tono confundido era cómico.
Taeyeon solo bajo y sacudió la cabeza.
──¡Dueña, duh! Cuando compras un lugar te conviertes en la dueña.
Lalisa abrió mucho los ojos y retrocedió un paso.
──¿No eres la dueña de este lugar? ──le gritó a Taeyeon.
La rubia tomó una respiración profunda y miro a Lalisa.
──Solo soy dueña del 30%
──El cual pronto perderá ante mí.── dijo Tzuyu.
──Tú compraste este lugar para ella, Tzuyu... No puedo creerlo.── trató de acercarse a Tzuyu quien la miraba seria.──Todo esto por sexo, ¿cierto? Las vi a las dos ayer, y no puedo creer que estés con ella solo por eso.
¿Entonces Lalisa era la persona que estuvo en la oficina de Tzuyu temprano por la mañana? Esto no podría ser mejor, otro escalón del cual bajarla. Dios, esto era mejor de lo que esperaba. Tengo el control del juego ahora.
Caminé acercándome a ellas y me detuve delante de Tzuyu quien me miró y sonrió.
──¿Entonces fuiste tú? Wow, estoy más relajada ahora.── dije cínicamente.── Dime, ¿Te gusto el espectáculo? No sé en qué punto comenzaste a observar, pero creo que fuiste golpeada por un poco de envidia, ¿no es así?
Lalisa apretó la mandíbula, mostrando que estaba tratando de controlarse. Sus ojos ardían con un odio colosal, estoy segura de que si la mujer pudiera matarme ahí, lo habría hecho rápidamente.
──Oh por Dios, ¿Qué le hiciste a éstas mujeres? ──le preguntó Eunbi a Tzuyu quien solo sonrió.
Les lancé una mirada a ambas.
──Ven, Chou, tomate un whisky conmigo. Tienen muchos asuntos de los cuales encargarse.── dijo Eunbi sirviendo dos vasos.
Tzuyu se encogió de hombros y se acercó, tomando uno de los vasos de la mano de Eunbi. Ambas mujeres levantaron sus vasos con una sonrisa triunfante en sus labios, y brindaron por nuestra victoria. Y yo al mismo tiempo seguía mirando a Lalisa.
──¡Eres una perra!──gritó.
──Lisa... ──susurró Taeyeon.── No tiene caso.
──¿Yo? Tu eres quien esta tras el dinero de Tzuyu ¿Y yo soy la perra? Por favor.── dije irónicamente.
──¡Está contigo por sexo!──dijo trato de presumir.
Tzuyu se acercó rápidamente.
──Escucha tú... ──habló furiosa, pero rápidamente la interrumpí.
Toqué sus hombros calmadamente y sonreí, depositando un besos en sus labios. Lalisa que estaba a pocos centímetros podía ver la escena de cerca. Solté a Tzuyu y regresé mi atención a la cobra que me miraba furiosa. Después mi mujer se acercó a Eunbi de nuevo.
──Te garantizo que no es solo por sexo, pero cuando tenemos sexo es muy ardiente. ¿Creo que te diste cuenta, verdad? Viste todo desde la primera fila.
Mis palabras estaban cargadas de mucha ironía.
──Estoy completamente segura que nunca pensó en tocarte de la manera en que me toca a mí.──me acerqué.──Con tanto deseo.
──¡No sabes nada!
Sonreí ante su odio.
──Lo sé, sé que ninguna mujer, mucho menos tú, tendrán a Tzuyu como yo la tengo. Y lo sabes, Lalisa.
──¡Eres asquerosa!
Solté una carcajada.
──Y tu envidiosa.── dije.
──¿Yo? ¿Envidia de ti? Me haces reír, Susan.── reía sin humor.
──Sí, yo tengo a Tzuyu, ¡Algo que tú nunca tendrás! ──me encogí de hombros irónicamente.
──Ya la tuve para mí.
Sonreí abiertamente y la miré. Rodeando a la mujer lentamente.
──No, no como yo la tengo.──dije acercándome a Lalisa por detrás, al punto de susurrarle en el oído.── Nunca la tuviste de esa forma tan deliciosa que yo la tengo cada noche. Lisa, me corrí tan fuerte y delicioso anoche. Yo era todo lo que ella quería esa noche. El que me llames perra no me ofende, porque sí, soy la mejor de las perras para ella.
Ella bufó y se giró para verme.
──¡Solo sirves para eso!
──Te equivocas, Sana seguirá siendo mi esposa, la madre de mis hijos, porque la amo. Y ella es con quien quiero vivir el resto de mi vida.── dijo Tzuyu uniéndoseme de nuevo.──¿Verdad, nena? Pronto serás una Chou.
Sonreí, recibiendo un rápido beso de Tzuyu.
──¡Vámonos Lisa! ──dijo Taeyeon.
──¡No!
──¿Por qué tanta prisa, Taeyeon? ¿No estás disfrutando la conversación? ──preguntó Tzuyu.
──No me provoques, ¡No sabes con quien te estas metiendo! ──gritó la rubia.
Tzuyu tomó una postura seria.
──Tú eres quien no lo sabe, no tienes ni la menor idea de lo que puedo hacerle a quien se interpone en mi camino.
──¿Estás amenazándome? ──Taeyeon se acercó a Tzuyu.
──Lo estoy, ¿Quieres que te lo dibuje? Puedo ser más clara.── Tzuyu dio un paso al frente.
──Calmemos un poco los temperamentos.── Eunbi se aproximó, poniéndose entre las dos.
──¡Mantente fuera de esto, traidora!── gritó Taeyeon.
──No quieres tener una pelea también conmigo, Taeyeon. Tener a Tzuyu y a mí de enemigas no es algo saludable.── dijo Eunbi de forma paciente.
──En realidad no, ahora que estamos en el mismo lado.── continúo Tzuyu.
──¡Esto no se quedara así!── gritó Taeyeon furiosa.
──Será mejor que no intenten más mierda, no se los pondré fácil a nadie solo porque Sana siente pena por gente como ustedes. Puedo ser muy cruel cuando quiero.
No dijeron nada.
──Haré de sus vidas un infierno, Chou.── dijo Taeyeon desafiante.
──Inténtalo, y te mataré, Kim.
Tzuyu habló de una manera tan agresiva que sentí un escalofrío subir por mi columna, no dudo de lo que Tzuyu sería capaz de hacer por defender lo nuestro.
──¡Salgan las dos de aquí, ahora mismo!
Gritó mi mujer, jalando a Taeyeon y Lalisa del brazo. Siendo las dos prácticamente arrastradas a la puerta.
──¡Váyanse! ¡No quiero tener que volver a ver sus desagradables caras de nuevo!
Gritó Tzuyu furiosa, cerrando la puerta de golpe. Haciendo que el vidrio de la ventana temblara. Rápidamente me acerqué a ella y toque su cara calmadamente. Tratando de demostrarle que todo había funcionado.
──Tzuyu...
Ella abrió los ojos y me miro. Tenían un tono más oscuro, y podía ver en ellos el brillo del enojo que comenzó a desvanecerse cuando se concentró en mí.
──Todo funciono.── dije sonriendo.
Tzuyu cerró los ojos rápidamente y sonrió.
──¡Sí! Estoy muy feliz, SaTang.
Su dulce y amorosa voz se hizo presente, y suspire aliviada tan pronto como sus manos me llevaron a un abrazo reconfortante. Permanecimos así por unos minutos, sin decir absolutamente nada. Podía sentir la su respiración serena contra mí. Hasta que Tzuyu se alejó un poco para depositar un beso en mis labios. Cerré los ojos tan pronto como sentí la suavidad de su boca contra la mía, al principio fue solo un roce de nuestros labios hasta que Tzuyu suavemente pidió espacio para deslizar su lengua contra la mía. Nos besamos con cariño, hasta que escuchamos a Eunbi aclarándose la garganta.
──Honestamente, este no fue el trato. Tenerme que quedar a ver lo empalagosas que son.
Me reí y extrañamente Tzuyu también, nos soltamos lentamente para ver a la mujer que tenía una expresión de aburrimiento.
──En serio, no tengo que aguantar esto.
──Si quieres irte mantendré la puerta abierta para ti.── dijo Tzuyu.
──Siempre tan amable, Chou.──dijo Eunbi levantándose de donde estaba.──No sé cómo la soportas Sanita, fui tu mejor novia sin lugar a dudas.
Tzuyu frunció el ceño y bufó.
──Eunbi...── la reprendí.
──¿Qué? ¿Estoy mintiendo? Vamos, mírame. Soy muy ardiente.── dijo de forma presumida para molestar a Tzuyu.
──Mi mujer también lo es, y mucho. Ella tiene estos hermosos ojos.── dije siguiéndole la corriente.
Tzuyu sonrió abiertamente, para después levantar las cejas y encogerse de manera presumida.
──¿Ves? Gané de nuevo.── dijo ella abrazándome por atrás.
Eunbi rodó los ojos y tomo un sorbo de su bebida.
──Ustedes son el fin. ──Tzuyu y yo nos reímos divertidas, hasta que la puerta se abrió dejando entrar a Nayeon y Jeongyeon en medio de una discusión.
──Estoy muy molesta contigo, Chou.──Dijo Nay lanzando su bolso en el sofá de cuero.
──¿Qué hice? ──preguntó confundida.
──Me dejaste fuera de la fiesta, ¿Por qué? ¿Ahora me remplazaste por esta mujer?──dijo apuntando a Eunbi.
Le hice una cara a Tzuyu como diciendo "estás jodida".
──Dios no lo quiera.──dijo Eunbi.
──Por supuesto que no, Nayeon. El problema es que Jung era parte del plan.
──Yo era la gran jugada, por supuesto.──Eunbi se encogió de hombros, y Tzuyu la miró moviendo la cabeza.
──Siempre tan llena de ti misma.──dijo Nayeon.
──¿Cuál es el problema conmigo, Nayeon? ¿Es porque vivo pegada a tu amor?── Eunbi fue directa.
Haciendo que Nayeon y Jeongyeon se sonrojaran en el mismo instante, eso fue muy divertido.
Nada mejor después de una situación tensa.
──Por el amor de Dios, no digas tonterías, Jung.── Gruñó Jeongyeon.
──¿Qué? Estoy siendo honesta, está celosa.
──Cállate.── intervino Tzuyu.
──¡Jesús! ¡Basta! ──Grité haciendo que todas me miraran.──¡No quiero esta discusión en mi club, por favor!──dije pretendiendo ser seria.
Tzuyu sonrió y se acercó.
──Ya escucharon a mi mujer, cálmense.
──Solo porque ahora es la Todopoderosa.── dijo Nay riendo.
──Es solo para aquellos que pueden, Im.── me encogí de hombros y reí.
──Vi la cara de esas dos cuando se estaban yendo, no era para nada buena.──fue el turno de hablar de Jeongyeon.
──Tuvieron su merecido, Jeong. Yo habría hecho algo peor pero Sana es muy amable.── dijo Tzuyu recargándose en el armario detrás de ella.
──Ella tiene un corazón, a diferencia de ustedes tres.── dijo Jeongyeon.
──¿Ven? ¡Me agradas, Jeongyeon!──dije sonriendo.
──Tengo el presentimiento de que seremos buenas amigas, Sana.
──Estamos jodidas.── dijo Nay haciéndonos reír.
──Cállate, Im.── la regañó Jeongyeon.──Regresamos a los viejos tiempos.──dijo Tzuyu riendo, dejándome confundida.
──¿Por qué, nena?
──En preparatoria, Nayeon y Jeongyeon tenían la misma relación amor-odio, entre bofetadas y besos.
──La diferencia es que ahora no hay besos.── dijo Jeong y yo sonreí.
──Porque no quieres.── fue el turno de Nay en hablar.
──Okay, okay, chicas. Me estoy sintiendo aislada en estas conversaciones de parejas.
──Aquí no hay otra pareja más que Tzuyu y Sana, Jung.── dijo rápidamente Jeongyeon.
──Yo estaba pensando que todas podríamos a ir a celebrar que el plan había funcionado. ¿Qué piensan?──dijo emocionada Eunbi.
──Finalmente una buena idea.──bromeó Tzuyu.
──Siempre tengo ideas maravillosas.
──Sin pelear.──me metí.──Si, vamos. Necesito relajarme un poco.
──Perfecto. En "Cosmopolitan", esta noche será noche Japonesa, será asombroso.
──Amo a las japonesas.── susurró Tzuyu en mi oído, haciéndome temblar.
Sonreí mordiéndome el labio.
──¡Vamos entonces!
Nayeon POV
Estábamos todas ahora reunidas conversando animadamente en una de las mesas de Cosmopolitan. El club estaba francamente lleno esa noche, la música japonesa envolvía a la gente de una manera enloquecedora. Ya habíamos bailado, bromeado, pero ahora solo estábamos discutiendo por quien saldría del lugar más borracha, después de todo estábamos en la cuarta ronda de tequila. Y yo seguía firme y fuerte.
Incluso en medio del buen humor y el alcohol Eunbi y Tzuyu no paraban de intercambiar barbaridades, como de costumbre. Eso podría ser incluso cómico para esos que eran desconocidos. Sana había llamado a Jihyo y Dahyun para que se unieran a nosotras y celebraran su gran victoria sobre Lalisa y Taeyeon. Todo estaba yendo perfectamente bien, excepto por la parte de que Jeongyeon me estaba ignorando completamente.
Estaba aquí rezando para que el tequila hiciese algún efecto y que se soltase solo para poder acercarme sin recibir una patada. Y parecía que estaba funcionando. La morena incluso me lanzaba sonrisas ahora.
──No debería abusar mucho del tequila, Señorita Minatozaki.── Dijo Tzuyu sin perder el maldito hábito de llamar a la mujer por su apellido.
──Estoy perfectamente bien, Chou.──Habló Camila guiñando a Tzuyu, y entonces volvió su atención a la conversación con las chicas.
──Debe saber lo que está diciendo.── Susurré a Tzuyu quien rió.
──¡Lo dudo! Sana no bebe mucho.
──Deja que se divierta, Yoda. Puedes tener suerte al final de la noche.
Hablé sugestivamente, haciendo que Tzuyu arquease su ceja y asintiese con una sonrisa traviesa.
──¡Tienes toda la razón! Pero dime, ¿no lo vas a intentar? ──Me susurró, mientras las otras reían de algo que había dicho Jihyo.
──No lo sé, Tzuyu. No lo quiero arruinar.── Lancé reflexivamente.
Realmente no quería. Ya lo había arruinado con Jeong una vez, y ahora quería hacer las cosas de diferente manera. Quería demostrarle que nunca dejé de amarla, a pesar del loco deseo de estar con ella, quería que ella estuviese dispuesta a acercarse a mí.
──Acércate a ella, Nay, sé que Jeong querrá eso.
──¿Y que si me rechaza?
Tzuyu rió suavemente y ser acercó más.
──Ella siempre hizo eso, Nayeon. Y te encantaba.
──Tienes razón, necesito tener al menos un beso esta noche.
Tzuyu rió.
──¿Que es lo que susurran tanto ustedes dos?── Sana se unió a nosotras, poniendo un brazo alrededor de los hombros de Tzuyu quien la miró sonriendo.
──La manera para que Nay recuperé a Jeong.
Sana sonrió, miró a Jeongyeon disimuladamente y entonces me miró otra vez a mí.
──Va muy bien con los tequilas. Dos rondas más y parará de ignorarte, Im. Disfruta.
Tzuyu y yo miramos a Sana que se encogió.
──Claramente escogiste a la mujer correcta.── Hablé a Tzuyu que acercó más Sana a su lado.
──Sí, no tengo ninguna duda.
──¿De qué están hablando ustedes dos?── Jeong preguntó, atrayendo la atención de todas a nuestra conversación, y consecutivamente poniéndome nerviosa.
──De que Tzuyu eligió a la mujer correcta.── Dije.
──No tengo ninguna duda de eso.──Jihyo completó.
──¡Aww! Hyo, te quiero.──Sana le dio una palmada a su mejor amiga.
──Se ven hermosas juntas.── fue el turno de hablar de Dahyun.
Tzuyu sonrió y abrazó a Sana, quien depositó un beso en mi amiga.
──Las podemos shippear.──Dije riendo.
──¡Por supuesto! Pensemos un nombre, Im.──Dijo Jeong sonriendo entrando en el juego.
──Tzu... ¿TzuNa?── Empezó a dar ideas.
Todas hicimos una cara y sacudimos nuestras cabezas.
──Podemos llamarlo... Sa... ¡SaTzu! Eso, ¡SaTzu está bien!── Dije.
──¡Me gusta!── Dijo Jihyo animadamente.
Tzuyu y Sana dejaron salir una risa.
──¿Esto es enserio?── Tzuyu preguntó confundida.
──¡Obviamente! SaTzu is real.
──Hagamos un brindis por SaTzu!── Jihyo casi gritó, extendiendo el pequeño vaso de tequila.
──¡Si! ──Gritó Jeongyeon.
Todas extendimos nuestros chupitos de tequila en alto para brindar por la pareja.
──¿Podemos bridar por 2Yeon qué piensas, Tzuyu?── Preguntó Sana misteriosamente.
──¿2Yeon? ──Preguntó Jihyo.
──¡Si, Nayeon y Jeongyeon!
Todas, incluyendo Jeong para mi sorpresa rieron. En efecto, el tequila estaba haciendo efecto.
──Podemos brindar por EunSana.── Fue el turno de Eunbi de hablar.
──¿Qué?── Tzuyu la miró seriamente.
──Eunbi y Sana.── Habló como si fuese obvio.
Jihyo, Dahyun y Jeongyeon y yo nos miramos entre sí esperando el momento correcto para separar la futura pelea.
──Tu momento ya pasó, Jung, Sana es mi mujer ahora, y no tengo intención de cambiarlo.
──¡Uhh!── Dijo Jihyo.
──No es mi culpa que Sanita haga malas elecciones.── Eunbi provocó.
──En el nombre de Jesús, mantengamos la calma.──Dahyun siempre religiosa.
──¡Exacto chicas!──Jeong se puso de pie.── ¡Vamos todas a bailar!
──¡Gran idea, Jeong!──Jihyo la siguió. Eunbi y Dahyun acompañándolas.
Jeongyeon bailaba animadamente al sonido de un cautivador ritmo junto con Eunbi, Dahyun y Jihyo. Estaba sentada junto a las SaTzu hablando sobre cosas al azar mientras bebíamos. Las dos siempre estaban intercambiando caricias y besos haciéndome tener envidia de lo que podría estar haciendo con la morena que bailaba en la pista de baile. Tomé otro trago de mi bebida que debía estar mesclado con frutas cítricas y vodka, mientras miraba como se divertía.
──Deberías darte prisa, no quieres perderla por alguna mujer, ¿verdad?── Preguntó Sana mientras estaba sentada en el regazo de Tzuyu.
La miré por unos segundos, y después regresé mi mirada a Jeong. Sana tenía toda la razón. No podía dejar las cosas así. Asentí a la morena que sonrió, y me puse de pie caminando hacia Yoo que bailaba junto a una mujer que nunca había visto antes.
Sin pensar dos veces tiré a la mujer de la cintura, haciendo que se alejase de la rubia que la rodeaba.
──¿Qué crees que haces, Im?
──Alejándote de lo que apesta.
La rubia no hizo una muy bonita cara, pero solo se alejó sin decir nada. Jeong se detuvo por unos segundos mirándome, y Dios. Era hermosa, su cabello estaba suelto, algo alborotado, nada fuera de lo ordinario. Su maquillaje era ligero, resaltando sus labios que tanto deseaba besar. ¿Saben cuándo por unos segundos sales de tu orbita y no puedes ver nada alrededor de ti excepto la persona que está enfrente de ti? Era exactamente así como me sentía. Ni siquiera el fuerte sonido de la música, las distintas personas alrededor, ni el juego frenético de luces del club me hicieron quitar los ojos de la mujer enfrente de mí.
Jeongyeon alternaba su mirada de mi boca a mis ojos, y suspiró. Intenté acercarme más, tocando su cintura otra vez. Pero la mujer sacudió la cabeza y caminó lejos. Por impulso la sostuve.
──No, por favor. Prometo no hacer nada.── Se giró hacia mí.──Solo baila conmigo.
Jeong parecía pensar sobre mi propuesta.
──¿Lo prometes?
Sonreí.
──Lo prometo.── Hablé firmemente, sin dejar que notase mis dedos cruzados, rompiendo mi promesa.
Esa noche empezaría a recuperar a Yoo Jeongyeon.
Tzuyu POV
──¿A dónde vas?── Pregunté tan pronto Sana se levantó de mi regazo.
──¿Vamos a bailar?
Me preguntó con una sonrisa alegre. Ya estaba "borracha" debido a la alta cantidad de alcohol en su cuerpo. Pero eso no importaba esa noche, Sana estaba feliz y eso era todo lo que me importaba.
Le sonreí mientras seguía de pie enfrente de mí esperando a una respuesta. Dios, se veía hermosa como siempre. Esta noche vestía una blusa negra que dejaba su espalda totalmente desnuda, mostrando un poco de su liso estómago. En la parte de abajo llevaba una falda que llegaba a sus rodillas, al contrario de lo que uno imagina la prenda moldeaba perfectamente bien sus curvas, dejándola totalmente sexy. Y para ayudar, poseía un corte en el muslo izquierdo. Su cabello estaba suelto y ondulado, moldeando su cara que poseía una ligera y delicada cantidad de maquillaje.
──Estoy cansada, SaTang.──Gruñí.
──Vamos, Tzuyu. ¡Quiero bailar contigo! Ven, amo esta canción.
Dijo tirando de mí. Me puse de pie reluctantemente y la seguí. Sana caminó en frente de mí, dándome la oportunidad de apreciar muy bien su cuerpo mientras la seguía. La japonesa caminó al medio de la pista de baile donde todos parecían concentrados únicamente en bailar, sin darse cuenta de nadie alrededor. Y ahora entendía perfectamente bien.
Sana se detuvo y se giró para mirarme, con una expresión traviesa. Hasta el punto de morder su labio y empezar a mover su cuerpo en perfecta sincronía con la música japonesa que estaba sonando. El ritmo era puramente sensual, que encajaba bien con la mujer enfrente de mí. Sonrió sarcásticamente y continuó bailando. Balanceándose lentamente de un lado a otro con la pura intención de provocarme. Y lo estaba logrando.
Llevó sus manos a su cabello, cerrando sus ojos para balancear sus caderas más. Susan tenía un inmensurable poder de seducción, podías perderte simplemente en el medio de sus miradas y la manera de que su cuerpo se movía. Era una clase de hipnotización. No tenía opción, eras llevado a una dimensión donde el deseo y lujuria prevalecía.
Tomé una respiración profunda, tomando su cintura con mis manos de manera posesiva. Mis ojos se conectaron con los de ella tan intensamente que podía jurar que la temperatura de ese lugar era más alta de lo normal. Susan mordió su labio y sonrió, como si supiese exactamente los pensamientos sucios que cruzaban por mi mente. Me dio la espalda, pegando su cuerpo al mío para continuar balanceándose. Sentía su fricción en mí con el sonido de la música que prevalecía en el momento. Deslicé mis manos en su cintura y caderas que se balanceaban a cada instante. Instigándome a más y más.
──¿No te cansas de provocarme? ──Susurré en su oreja, haciéndola arquear su cabeza atrás, abriendo una sonrisa cínica.
──¿Yo? No te estoy provocando, Chou.── Dijo poniendo sus manos sobre las mías presionando su cuerpo más contra el mío. - Solo estoy bailando contigo.
──Si supieras que causas en mí bailando de esta manera, pensarías antes de preguntarme para que me una a ti.── Hablé en su oído, tomando la oportunidad para morder su lóbulo lentamente.
Ella estaba amando ese pequeño juego, Sana se divertía tanto dejándome jodidamente caliente por ella. Y era capaz de hacerlo demasiado fácilmente.
──¿Y qué si lo sabía? ¿Y qué si me gusta dejarte así, Tzuyu?── Su tono de voz salió ronco, sexy. Deslicé mis labios por su cuello, besando esa área con lentitud. Deslizando mi lengua muy despacio.
──Maldita seas.── Susurré contra su piel.
Mordió su labio y sonrió, girándose para mirarme. Poniendo sus brazos alrededor de mi cuello a pocos centímetros de mí, mis manos rápidamente aterrizaron en su cintura. Tirando el cuerpo de la japonesa uniéndola a mí. Conectó su mirada con la mía y sensualmente cantó un fragmento de la canción a mí, mientras que su cintura se movía con el perfecto ritmo de la música.
« Trata de no seducirme esta noche
Es increíble
Vayamos despacio
Déjame besar tus labios, sentirme en tus brazos
No digas nada
Quiero sentir el calor que hay entre tú y yo
Pero esta noche no, pero esta noche no
Por favor. »
La última estrofa casi la gimió en mis labios, y joder. No lo pude soportar, sostuve su cintura firmemente sin la más mínima intención. El deseo de poseer a esa mujer ahí mismo era indescriptible. Sana acercó sus labios más cerca de los míos en medio de la multitud que bailaba.
La japonesa sin dejarme perderla de vista, me hizo seguirla entre la gente, como una clase de juego donde buscaba lo que más quería. Podía ver su cabello ondulado, destacando en su suave espalda en el medio de la gente. Se escondió lo máximo que pudo en uno de los lugares más oscuros del lugar. El juego de luces, la música alta, la multitud de gente. Todo la ayudaba en su juego.
Sana giró su cara a un lado y sonrió, dándome el impulso para continuar la persecución. Hasta que fue a una oscura y solitaria esquina, se apoyó contra la pared mirándome. Y se balanceó al sonido de la música, dejando que su cuerpo se frotase en la pared muy lentamente, de arriba hacia abajo con sus ojos ardiendo en mí.
Sonreí, y ella sonrió también. La castaña mordió su labio y con su dedo índice me hizo señas para que me acercase. Sacudí mi cabeza, y ella levantó su pierna apoyándola en la pared detrás de ella, dejando su muslo casi completamente desnudo debido al grande corte de su falda. Podía leer en sus labios que pronunciaba un simple "ven", que me dejó completamente perdida. Susan levantó su falda un poco, y yo rápidamente me acerqué. Haciendo chocar su cuerpo contra la pared otra vez.
──¡Estás loca!──Susurré contra sus labios.
Dejó salir una sonrisa traviesa.
──Loca de deseo por ti.── Dijo mordiendo mi labio inferior.
──No podemos, no aquí, Sana.
Sus manos traviesas se deslizaron por mi estómago lentamente, hasta llegar a los botones de blusa de seda de marfil que llevaba, desabotonando uno, dos, tres botones. Dejando la parte superior de mis pechos al aire.
──Podemos... ──Habló agachando su cabeza hacia abajo, depositando un largo beso en la parte superior de mi pecho izquierdo.──Debemos... ──Otro beso, pero ahora en mi pecho derecho. ──Y lo haremos. ──Esta vez lamió entre ellos.── Ahora, Chou.
Yo que ya estaba con mis ojos cerrados, suspiré. Intentando aferrarme al último hilo de sanidad que todavía me quedaba.
──Señorita Minatozaki, por favor.── Casi rogué.
──Shh~ Te necesito, Tzuyu. ──Dijo con su dedo índice en mis labios. ──Necesito correrme por ti.
Susurró en mi oído con la voz más sensual que pudo usar.
──Alguien puede atraparnos, vamos al baño. ──Intenté tirar de ella, pero Sana era firme.
──¡Lo quiero aquí! Estoy tan excitada, Tzuyu. Siente.
Sana tomó una de mis manos y la llevó a su centro cubierto por la fina prenda de su ropa interior. Haciéndome sentir cuan mojada estaba.
──Fóllame, fóllame muy bien.
No podía soportarlo más. Quería, y lo iba hacer. Follaría a Sana donde sea que me lo pidiese. Besé sus labios intensamente, disfrutando su boca al máximo que podía. Quería sentir, y darle a esa mujer lo que ella quería tan malvadamente. Un orgasmo.
Con una de mis manos levanté su muslo, para que mi cuerpo encajase perfectamente con el de ella. Llevé mi otra mano entre los oscuros mechones de su pelo, tirando de ellos lo que la hizo jadear. Forzando a la mujer a arquear su cabeza atrás, dejando su cuello a merced de mi boca. Inhalé profundamente la esencia de su piel y lamí el área de su cuello con deseo, haciéndola presionar mi cuerpo contra el suyo por puro instinto.
Sana mordió su labio con fuerza y me miró. Podría jurar que estábamos ahí solas, sin nadie más. Solo ella y yo. Mi mano que estaba en su muslo fue a sus nalgas, apretándolas fuertemente. La morena inclinó su cabeza, deslizando sus labios por mi mandíbula con pura provocación. Mis dedos se movieron a su ropa interior, empujando la fina prenda de su ropa interior a un lado y tocando su caliente y mojado coño.
──Oh, sí. Tócame... ──Susurró con su cabeza arqueada hacia atrás, apoyándose contra la pared.
No me atreví a desobedecer, incliné mi cabeza depositando besos, chupones y ligeras mordeduras en su cuello. Mientras mi mano se deslizaba entre los pliegues resbaladizos de su centro.
──Tzuyu... ── Gimió, apretando mi cabello con fuerza.
Solo dándome el impulso de mover más mi dedo índice y medio en su clítoris. Estaba jodidamente excitada, su coño mojado podría fácilmente darme la oportunidad de follarla ahí.
Provocadora.
──¡Más rápido... Hazlo más rápido, Tzuyu!
Gimió, ¡Dios! Me estaba volviendo loca. La bebida, el lugar, sus gemidos, la manera en que estaba excitada y el miedo de ser atrapadas. Todo contribuía para la alucinante situación. Mis dedos se movieron rápido, haciendo una deliciosa presión en el centro de Sana, que gemía más alto a cada instante.
──Gime suavemente, gime solo para mi, Sana.
Mordió su labio de una manera tan sexy para contener los gemidos que podía sentir mi centro contraerse.
──Si, gime suavemente. Gime en mi oído. Te follaré hasta que te corras.
──Eso, Tzuyu... Oh... ──empezó a gemir ruidosamente otra vez, Dios.
La adrenalina que tomó mi cuerpo mezclado con el alcohol hacia todo diez veces más intenso. Me deslicé mis dedos rápido y más rápido en el clítoris de la japonesa, que gimió locamente. Su respiración era jadeante únicamente contribuyendo mi perdición. Sana inclinó su cabeza y tomó mi boca en un beso desesperado. Dejando su lengua invadir mi boca con deseo, chupando de una manera tan deliciosa.
──Oh, Necesito que me folles. ──Chilló agonizando.── ¡Joder, me voy a correr en cualquier momento! ¡Oh!
Estábamos sudando, el lugar se sentía como una sauna. Sana clavó sus uñas en mi culo en el momento exacto que amenacé con penetrarla. Dios, quería, necesitaba sentirla, correrse. Mientras deslizaba mis dedos para follar a la japonesa una pareja se acercaba haciendo que me retirase. Abrió sus ojos que hasta hace unos minutos atrás estaban cerrados y me miró furiosamente.
──¡Termina esto ahora! ──Habló sosteniéndome.
──Ven conmigo. ──Hablé tirando de la morena conmigo.
Pasamos entre varias personas que se aferraban entre ellos en el pasillo, hasta entrar en unos de los baños que aparentemente estaba en mantenimiento. No le di ni tiempo de decir algo a Sana, solo tiré a la castaña cerca de mí tomando su boca en un beso desesperado. La mujer rápidamente abrió el resto de botones de mi blusa, clavando sus uñas en mi cintura. Sin desconectar nuestros labios, guié el cuerpo de la mujer al enorme lavabo de ese baño, donde rápidamente la forcé a sentarse.
Sana abrió sus piernas para que encajase en medio de ellas, para después cerrarlas alrededor de mi cintura, sosteniendo mi cuerpo con el de ella. Besé a la mujer como si mi vida dependiese de ello.
──Chúpame, por favor... Tzuyu.── Preguntó ansiosamente.
Mis manos que ahora apretaban sus muslos con fuerza fueron a su ropa interior para bajarlas. Tiré de las caderas de Sana, viendo su rosado y mojado centro, podía sentir mi cuerpo temblar con tanto deseo.
Apoyó su espalda contra el espejo detrás de ella y dejó salir un ruidoso gemido en el momento exacto que mi lengua se deslizó ligeramente en su centro. Tenía un sabor delicioso.
──¡Oh Dios! ¡Tzuyu!
Miré a la morena que tenía su cabeza arqueada, viendo como su piel brillaba ligeramente debido al sudor. Estaba ahora completamente abierta a mí, haciendo una jodida expresión de placer. Con sus manos apoyadas en el lavabo de mármol. Joder, podría correrme solo viéndola tan excitada.
──Chupa, vamos.
Cerré mis ojos y deslicé mi lengua entre sus pliegues resbaladizos, dejando que solo la punta de mi lengua tocase su hinchado clítoris. La japonesa que estaba sedienta por más abrió sus piernas más para mí y empujó sus caderas adelante. Pero yo solo seguía provocándola.
──¡No me provoques, Chou!
──Eres tan deliciosa, Minatozaki. ──Hablé para entonces deslizar mi lengua en el hinchado clítoris de la morena con cierta presión, podía escuchar sus altos y ahogados gemidos. Era tan sensible que podía continuar solo ahí. Chupé de la manera que me ordenó, chupando todo lo que me ofrecía. Una de sus manos aterrizó en mi pelo, apretando con fuerza. Forzándome a continuar. Sus caderas se movían a cada instante, impulsándose hacia delante para que así mi lengua pudiese hacer mayor presión. Estaba a punto de correrse, gimió y se movió rápidamente.
──¡Oh joder! ¡Tzuyu! ──Estaba sin aliento, su pecho se elevaba y caía rápidamente. Las gotas de sudor caían por su cuello, donde podía ver fácilmente la vena de su cuello salir. ──Me chupaste tan bien, ¡puto infierno!
──Me encanta chuparte, Sana.── Susurré, bajando otra vez. Ahora con dos dedos abrí los pliegues resbaladizos de su centro mojado, podía sentirlo palpitar. Y lentamente empecé a hacer círculos en su clítoris.
Otra vez arqueó su cabeza hacia atrás y gimió mi nombre de manera arrastrada.
──Hmmm, eso, más. ¡Chupa! ─chilló.
Y lo hice, chupé con deseó. Sintiendo el cuerpo de la japonesa sacudirse completamente, se estaba moviendo rápido involuntariamente, mientras su mano sostenía mi cabeza firmemente. No paré hasta sentir la última gota de su corrida en mi lengua.
──¡Eres tan deliciosa!
Sana sonrió traviesamente y sin aliento. Se inclinó hacia delante, para tirar de mi cabello, forzándome a estar cara a cara con ella. Mordió su labio y tiró de mi cabello otra vez, pero ahora fue la castaña que se acercó más cerca y lamió como una felina todos los restos de su jugo de mi boca.
──Quiero follarte. ──Dijo con malicia.
──¿Quieres?
──Si quiero, y quiero follarte ahora.
¡Dios, esta mujer era demasiado perfecta! Sonreí y cuando estaba a punto de bajarla del lavabo la puerta del baño se abrió. Dando paso a Nayeon y Jeongyeon que se besaban apasionadamente, pero pararon en el momento exacto que nos vieron ahí.
Las cuatro nos miramos entre sí como si hubiésemos cometido un crimen.
──Ehm... nosotras... bueno... ──Jeongyeon empezó hablando.
──Lo sabemos. ──Dije riendo.
──Esto será un secreto. ──Jeong habló pretendiendo estar sería.
──Tenemos que jurarlo. ──Sana comentó.
──No sé por qué. Esto me está encantando. Podemos hacerlo todas juntas. Ustedes dos ya empezaron hace algún rato, ¿verdad?
──Im.── Dije riendo.
──¿Qué? El estado de Sana es deplorable. Y Lauren, te vez tan caliente, maldita sea.
──¡Nayeon!──Jeongyeon la empujó.
──Solo tengo ojos para ti, Yoo.── Dijo seriamente, mirando a la mujer a su lado.
Todas ya estábamos alteradas por el alcohol, eso era un hecho. Y Jeong lo parecía más. Tanto que ni siquiera le importo, solo tiró de Im y la llevó a uno de los cubículos del baño. Reí viéndolas como prácticamente se comían entre ellas desesperadamente en frente de nosotras, hasta que se cerró la puerta dejándonos únicamente escuchando algunas risas y bien conocidos ruidos.
──¿Quieres continuar? ──Escuché a Sana susurrar.
Observé a la mujer con incredulidad. ¿Incluso con la pareja cerca de nosotras quería continuar? ¡Dios!
──¿Hablas en serio?
Sana sonrió y tiró del borde de mi blusa y me llevó dentro de un cubículo, esa noche sería larga.
Oh definitivamente lo sería.
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