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Nota del escritor: Para una mejor lectura cuando les señalo en el capítulo escuchen la canción "Sophomore" de Ciara, y cuando señalo una vez más escuchen "Goddess" de Banks.
Sana POV
Me desperté más tranquila por la mañana, estar bien con Tzuyu todo es mejor. Mi estado de ánimo, mi paciencia y estado mental. Todo muy tranquilo, no es como si todo estuviera perfecto, pues aún había muchas cosas por resolver, pero por algo se empieza.
Me levanté de la cama, pisando de puntillas sobre el piso frío. Mientras me estiraba lentamente, apartando la pereza que nos ataca por la mañana. Caminé hacia el baño para luego hacer mi higiene matutina, vestirme rápidamente, y luego encontrar a Jihyo y Dahyun caminar como locas en el centro de la casa.
──La mañana comienza ya con entusiasmo en este apartamento, ¿eh?
Hablé mientras me servía el desayuno que Dahyun amaba tanto preparar.
──¡Obviamente, querida! Hoy tenemos fiesta la de cumpleaños de la hermana del todopoderoso, ¿O lo haz olvidado?
──¡Oh Dios! El cumpleaños de Shuhua. ──Abrí mis ojos casi asfixiándome con el jugo.
──Veo que se te olvidó.──Dahyun dijo sonriendo.
──Por supuesto que se le olvidó, está en las nubes pensando en Tzuyu.
──No es cierto, Park.
Jihyo sonrió, volviéndose hacia mí.
──Sana, mi amor, te conozco como la palma de mi mano. Sé que cuando estás siendo una idiota por alguien. Y por Chou eres una idiota nivel maestro.
──Eres tan amorosa.──Dije sarcásticamente.
Jihyo y Dahyun se rieron.
──Estoy muy feliz, siento que las cosas con Tzuyu están empezando a prosperar.
──Que Dios te oiga, Shasha.
──Amén.
──¿Oye, no vas a hacer las maletas? ──Jihyo me miró confundida.──Shuhua dijo que tenemos que llevar otra ropa, nos quedaremos todo el fin de semana. Tu entrada en la familia de Chou está siendo maravillosa.
Entrecerré mis ojos en burla, lo que hizo reír a Jihyo.
──Voy a empacar enseguida. Yo no quiero llegar tarde, después de todo vamos en helicóptero.
Dahyun intercambió una rápida mirada con Jihyo, y apareció una sonrisa traviesa.
──Lo siento si nuestros novios no tienen un helicóptero privado, ¿ok? Pero gracias a tu novia, vamos a disfrutar de esos caprichos.
──¡Ella no es mi novia!
──Pero lo será pronto.
Rodé los ojos. Las bromas no tendrían fin. A mis mejores amigas les encanta molestarme. Eso no era justo en absoluto.
──¡Dejen de ser idiotas! Me gustaría ir en avión, pero Tzuyu prácticamente me ordenó ir de la forma que ella quería. Y eso las incluye a ustedes dos.
──¡Por supuesto! Somos un paquete completo!── Sonrió Dahyun al poner algo de ropa en su pequeña maleta.
──Ella quiere que Sana llegue lo más rápido posible para estar con ella.──Jihyo dijo riendo.
──Tzuyu es muy reservada así que casi siempre está sola, me siento bien de estar con ella todo el tiempo.
──Lo imagino. Ella realmente parece no dejar entrar a muchas personas en su territorio.
──Sí, no lo hace.
──¡Pero parece ser una buena persona!.
Jihyo gritó desde la parte de atrás mientras caminaba hacia nosotros con dos vestidos en la mano.
──¡Ella es maravillosa, chicas! Me está ayudando con la custodia de Zuha, la notificación incluso ha llegado a la casa de mi madre.
──¡Oh Dios! ¿De Verdad?
Asentí con una sonrisa.
──¡Eso es increíble! Siempre quisiste que Kazuha viviera contigo.──Dahyun dijo abrazándome.
──Tzuyu es buena para ti, me gusta.
Dijo Jihyo con un tono de protección. Ella siempre se aseguró de darme consejos, y al ver que ella había aceptado a Tzuyu fue un gran alivio.
──Espero que obtengas la custodia de Zuha, Shasha.
──Yo también, Dubu, no va a ser fácil. Ryota fue muy clara que no va a dejar que se vaya fácilmente.
──Ella No puede hacer nada si la justicia decide darte su custodia.
──Ella va a jugar sucio contra mí.
──No lo dudo, después de todo, estamos hablando de Ryota.
──No quiero pensar en eso ahora, me voy a empacar mis cosas.
──Ve antes de que su amada llame a otro acompañante.──Jihyo bromeó.
──¡Tzuyu sólo me quiere a mí, Jihyo, de eso no tengo ninguna duda!
Tzuyu POV
8:45PM - Los Ángeles.
Yo ya estaba casi lista para esa noche. Shuhua me pidió que fuera con el mejor traje para la mejor fiesta de Los Ángeles. Shua estaba en pura euforia por su cumpleaños que seguramente sería una de las fiestas más grandes que la familia Chou había lanzado nunca. Shuhua invitó a un billón de personas para presenciar su fiesta que tenía como tema "Baile de Máscaras".
Sonreí mientras terminaba mi maquillaje frente al enorme espejo. Desde el dormitorio la música procedente del exterior podía ser escuchada. Mi hermana decidió hacer su fiesta en el jardín de nuestra mansión que es la más grande que tenemos. Todo era increíblemente grande y hermoso.
Ella se encargó de preparar todo, ninguna de las opciones fue inadvertida por ella. Mientras que Shuhua pasó la tarde trabajando duro, yo sólo disfrute el día junto a mi padre. El hombre también estaba entusiasmado por la fiesta, pero aún más emocionado de verme allí. Fue difícil para ambos estar lejos el uno del otro. Pero para mi salud mental lo necesitaba, necesitaba esa distancia. Porque su situación empeoraba con el tiempo, y no era esa imagen la que quería tener de él. Sus fallos de memoria eran cada vez más intensa con el paso del tiempo, y yo todavía no había aprendido completamente a vivir con ello. Pero no era el momento adecuado para pensar en ello.
Sacudí la cabeza abriendo los ojos, ya estaba lista y retrasada. Los invitados ya estaban llegando. Y yo sólo podía pensar en una invitada especial.
Sana.
Pasamos toda la mañana sin intercambiar una sola palabra, después de anoche. Nos quedamos un par de horas dentro del coche, entre besos y caricias. En contra de mi deseo, por supuesto, que yo quería mucho más de la sexy japonesa. Pero ella me regañó diciendo que no era el lugar adecuado para ello. Como si no hubiésemos tenido sexo dentro de un coche.
Estaba feliz, feliz porque las cosas con Sana estaban entrando en su curso correcto. Fue muy difícil para mí pensar en todo, pero había tomado la decisión de que iba a hacer lo mejor para aceptarla con toda su historia de vida. Era eso o tendría que dejarla ir. Y estar sin la señorita Minatozaki no estaba en mis planes.
Agarré la pequeña máscara blanca de la mesilla de noche, poniéndola en mi cara. Finalmente lista.
Esa noche llevaba un vestido negro strapless con un escote considerable, era ajustado y muy sofisticado. Se moldeaba perfectamente bien a mi cuerpo, dejando mis muslos algo descubierto debido a su abertura. En los pies, zapatos de tacón alto con los detalles dorados. Mi cabello estaba completamente liso, y en mi cara una sencilla máscara blanca. Sonreí ante mi imagen frente al espejo, y modestia aparte, me veía muy atractiva.
Salí de la habitación caminando hacia el jardín de la mansión, al ver los fuertes movimientos de los huéspedes que llegaban al lugar de la fiesta. El camarero se acercó a mí rápidamente ofreciéndome una copa con los cócteles que Shuhua había elegido.
──Dios no regresó, pero envió un hermoso regalo a los mortales, ¿eh Chou?──Escuche la voz de Nayeon y me volví hacia ella.──¿A quién estás tratando de matar?
Le sonreí a la mujer que se veía hermosa. Nay llevaba un vestido azul marino ajustado y un poco corto. En su rostro una máscara del mismo color que el vestido.
──A nadie, Im, pero tu pareces querer matar a alguien, ¿eh?
──Duh, la fiesta es enorme, y ya me di cuenta que están lloviendo mujeres hermosas! ¿Has visto?
──No, acabo de bajar Nayeon ¿Has visto a mis padres por ahí?
──¡Si los vi, estaba hablando con el tío Cheng! Esta todo elegante con su traje y corbata. Pero creo que alguien se olvidó de decirle que usara una máscara.
──No quería usar una. ¡Dijo que le molestaba!
Nay se rió, mientras que agarraba el vaso de mi mano, tomando un sorbo de la bebida.
──Shuhua rstá muy entusiasmada con la fiesta.
── Está bailando con algunos amigos ardientes, mira.
Sonreí al ver a mi hermana en medio de la enorme pista de baile que había comprado para la fiesta. La decoración de Shuhua era simplemente maravillosa, la parte que poseía varios ambientes para el deleite de todos. Obviamente, las personas mayores se quedaron en la zona más tranquila de la fiesta. El jardín fue completamente iluminado y decorado de la mejor manera posible.
──Ustedes realmente saben cómo organizar una fiesta.
──Siempre lo hemos sabido, Nayeon.
──Extraño tus fiestas, Tzuyu.
──Ya pase esa fase, ya sabes.
──Cariño.
Oí la voz de Yicheng acercándose. Miré al hombre que parecía muy elegante con su traje y corbata.
──Woah, Papá, ¿estás tratando de conquistar a alguien?
El hombre sonrió alegremente.
──No digas eso, cariño, si tu madre se entera me rompe el cuello.
──Mujeres siempre tan celosas.
──Sí, ustedes me entienden, ¿verdad?
──Por supuesto.──Nayeon y yo dijimos al mismo tiempo, riendo de como entendíamos a las mujeres perfectamente.
──¿Dónde está Yukhei?
──Dijo que estaba por llegar, fue a recoger a su novia.
──Espero que no se inicie ningún problema aquí ...
──Se puede ser más prudente últimamente, Tzuyu.──Yicheng dijo con calma.──¡Ja, vi a tu prometida aquí!
Nayeon y yo nos miramos sin entender.
──¿Mi qué?
──¡Tu prometida, Tzuyu! ¡Lalisa!
──Papá, ella ya no es mi prometida. ¿Y quien invitó a esa mujer a la fiesta? ── Pregunté irritada.
──Yo, me la encontré el otro día. Y ella me dijo que ella era tu prometida.
Negué con la cabeza, respirando profundamente para no responder mal. Yo sabía que la situación de mi padre no era de las mejores. Y pelear con él por eso no estaba en mis planes para esta noche.
──Está bien, papá. Pero ella y no tenemos nada.
──¡Así es, ahora lo recuerdo! ¡Tu mujer es Sana! ¿Dónde está?
──Debe estar llegando. Shuhua la invitó a ella y sus amigas. Llegaran en cualquier momento.
──¿Le agrada la nueva novia de su hija? ── Preguntó Nay.
──Nayeon...── Le regañé.
──¡Me encanta! Sana es realmente una mujer maravillosa. Ahora, si me disculpan, chicas, ya vuelvo. ──Yicheng dijo, caminando hacia un grupo de hombres que lo llamaban.
──¿De qué están hablando? ──Lalisa pidió unirse a la conversación.
──Estamos hablando de mi mujer, Sana.
La mujer que tenía una hermosa sonrisa en su rostro, se deshizo rápidamente.
──Me entristece ver el nivel en el que te encuentras, Chou.
──He Alcanzado el nivel de maestría, Manobal. Encontrar una mujer con cualidades tan buenas como las de Sana no es muy fácil, lo reconozco.
──¿Qué estás haciendo aquí? ──Nayeon preguntó a la mujer con rabia.
──No es tu asunto, Im.
──¡Por supuesto que es mi asunto! ¡No eres bienvenida aquí! ¿Qué pasó? ¿No hay comida en tu casa y viniste a llenarte el estómago aquí?
Aguante la risa. Nayeon siempre tan cariñosa con mis ex novias.
──¿Cómo puedes ser tan vulgar?
──¿Y cómo puedes ser tan falsa?
──Nay, déjala.── Dije que sosteniendo el brazo de mi mejor amiga.
──Fui invitada por Cheng, ¿ok?
──¡Te aprovechaste de él, eso es lo que hiciste! Lo cual no me sorprende.
Conté hasta cien para calmarme. Yo no quería peleas en la fiesta de Shuhua. La chica se había tomado demasiado tiempo planeando esta fiesta para que yo la arruinara con peleas innecesarias.
──¿Tu noviecita no vendrá? Ella tiene que perder mucho tiempo tratando de verse mejor. El aroma a puta debe tomar mucho tiempo para salir de su cuerpo o probablemente lo está haciendo con algún cliente, ¿verdad?
Cerré los puños tratando de controlar la imperiosa necesidad de saltar sobre el cuello de esa mujer y darle lo que se merecía. Pero mis ojos se posaron rápidamente en alguien que acababa de entrar a la fiesta.
Sana.
En esa fracción de segundo todas las maldiciones y malas palabras que salieron de la boca de la mujer frente a mí se volvieron insignificantes. Sólo podía pensar en cómo la japonesa se veía increíblemente maravillosa esta noche. Sana llegó con una sonrisa hermosa al lado de sus amigas y acompañantes. Llevaba un vestido de color rojo sangre cubierto por encaje que llegaba a la mitad de sus muslos. Se moldeaba tan bien sobre las curvas sinuosas de Sana. En los pies zapatos de tacón negros. Su cabello estaba perfectamente ondulado, y en su rostro la máscara negra.
Jodidamente atractiva eran las palabras exactas para esta mujer esta noche. Yo estaba fascinada, hechizada. O lo que sea que me estaba pasando, yo no podía apartar los ojos de la bella morena por lo que acababa de llegar.
──Sana vino a poner fin a tu vida, Chou.
Nayeon habló dando tres golpecitos en mi hombro. Ignorando por completo la presencia de Lalisa junto a nosotras.
──Ya la terminó hace mucho tiempo, Nay.
──¿Qué te hizo esa mujer, Tzuyu? ──Lisa preguntó con rabia.
── Me hizo feliz, Manobal. Algo que ninguna otra mujer hizo.
──¡Y Apuesto a que ella hace cosas muy calientes en la cama también!
Solté una risa a Nayeon, dejándola atrás. Caminé hacia Sana que aún no se había dado cuenta de mi presencia. Ella estaba en el otro lado del jardín hablando con mis padres y Shuhua. No me acerque más, y finalmente dejó que sus ojos barrieron el lugar hasta que aterrizaron en mí. Ella sonrió ampliamente algo susurrando en el oído de Shuhua que sólo asintió. Luego se dirigió hacia mí con calma.
No sé si uno de esos cócteles ya podía estar teniendo efecto en mí. Pero pude ver claramente, aun de lejos y con una luz tenue, cada maravilloso detalle de Sana. Dios, se veía increíblemente maravillosa. Di unos pasos hacia la castaña y se detuvo a unos pocos centímetros de mí con esa sonrisa.
Nos miramos la una a la otra durante breves segundos que parecían no tener fin.
──Te ves... ── las palabras murieron en mis labios.
──¿Me veo...?
──Increíble.
──También se ve increíblemente maravillosa, Señora Chou. La máscara se ve muy bien en usted.
──¿Crees?
Sana asintió. Podía ver a través de la máscara sus ojos marrones tan misteriosos. Todo lo que daba vueltas alrededor de mis pensamientos de la parte más audaz de esa japonesa.
──Sí, incluso pareces otra persona.
Sonreí.
──Y lo soy. Mi nombre es Sally Chou. ¿Y usted, señorita? ──Pregunté fingiendo seriedad.
──Soy Susan Minatozaki, un placer conocerla.
──Juro que la conozco de algún lado, señorita Minatozaki.
──¿Quién sabe, tal vez ya me ha visto?
Dejamos escapar una risa.
──Te ves increíblemente sexy. ──Hablé tomándola de su cintura posesivamente.
──Tzuyu...
──¡Shhh! Es Sally.
Sana sonrió y sacudió la cabeza.
──Tus padres están cerca de nosotros, Sally.
──Lo sé. Pero tengo con un gran deseo de besarte.
──¿sólo besarme?
La japonesa preguntó mordiéndose el labio en burla.
──No hagas eso, no te burles de mí de esta manera.
──No estoy haciendo nada. Ven conmigo, vamos a unirnos a los demás.
Sí, es mejor.
Sana volvió sobre sus talones caminando por delante de mí, dándome una vista maravillosa. El vestido de la japonesa tenía una enorme falta de tela en la parte de atrás, dejando al descubierto completamente su espalda y sólo su delicioso trasero cubierto. El cuello llevaba un collar apretado, dando un toque más sensual a su atuendo.
──Si supieras como te estoy imaginando, habrías elegido otro atuendo.
──Lo elegí sólo para que pensaras esas cosas, Chou. ──Dijo guiñándome un ojo.
Maldita.
Me encantaron las burlas de esa mujer. Ella me dejó rendida sin ni siquiera darse cuenta. Al parecer, esa noche sería muy larga.
[ ♡︎ ]
La fiesta de Shuhua estaba siendo un éxito. Todo iba según lo planeado. El jardín estaba prácticamente lleno de gente de todo tipo. La música que rodea hizo que los invitados bailen con entusiasmo. Shuhua en cada instante sacó Sana a bailar junto con sus amigos más cercanos. Lo que no me importa, por supuesto, ver bailar a Sana fue siempre un placer para mí. Mientras que la castaña se divirtió al lado de mi hermana, me quedé en una conversación entretenida junto a Nayeon y Daniel junto con los amigas de Sana.
──¡Estos cocteles son increíbles! ──Nayeon dijo para terminar de beber lo que quedaba en su vaso.
──¡Tómatelo con calma, que ya debe ser su quinta copa!
──Los cócteles contienen una gran cantidad de alcohol, señorita Im.── Dijo con calma Dahyun.
──¡Debes probarlos, y ver lo buenos que son!
──No, yo no bebo.── La más pequeña dijo con una breve sonrisa.
──¡Deberías! Vamos, prueba uno.
──Nayeon, La señorita Kim no bebe.
──Beberá esta noche. ¡Ayúdame, Jihyo!
Jihyo se acercó a darse cuenta de lo que estaba pasando. Y en lugar de ayudar a su amiga, ella se puso del lado de Nayeon, alentado.
──¡Bebe, Dahyun! Venga.
──¡No chicas!
──¡Venga!
Sonreí viendo la situación. Dahyun prácticamente estaba siendo acorralada por las dos mujeres para ir por mal camino.
──¿Divirtiéndose?
Todos los vellos de mi cuerpo se erizaron cuando sentí el cálido aliento de Sana en mi cuello. Me giré a la mujer que tenía una sonrisa atrevida.
──Sí. Veo que tú también, ¿verdad?
Ella asintió con la cabeza, tomando un sorbo de su bebida lentamente, a continuación, deslizo la lengua muy despacio sobre sus carnosos labios cubiertos por el lápiz labial rojo. Ella todavía parecía simplemente maravillosa a pesar de que algunas gotas de sudor empezaban a aparecer en su rostro.
──Mucho. Estaba bailando con Shuhua y algunos amigos.
──La estaba viendo, señorita Minatozaki, y creo que es hora de calmarse con esto.
Hablé seriamente, agarrando el vaso de su mano.
──¿Vas a estar controlándome, Chou?
El alcohol debe estar corriendo fuerte en el torrente sanguíneo de la mujer. Sus instintos más audaces comenzaron a afilar.
──Si tengo que hacerlo, lo haré. Deja de bailar con las chicas.
──¿Estás celosa?
Miré a ambos lados, dándose cuenta de que ya estábamos más lejos de las personas que nos rodeaban.
──¿Crees realmente que tenga que estar celosa de esas niñas?
Susurré cada palabra en su oído.
──Ciertamente no.
──Bien entonces. Quiero que deje de beber, que ya estás un poco alterada.
──Deja de controlarme. Mira, incluso Dahyun está bebiendo.
Miré hacia la mesa viendo a Dahyun bebiendo un coctel mientras Nayeon y Jihyo celebraban a su alrededor.
──Están llevando a su amiga por el mal camino, Señorita Minatozaki.
Sana sonrió viendo la situación. Pero pronto me miraba a mí.
──¿Qué pasa?
──Llévame también.
──¿Qué? ──pregunté acercándome más a ella, para escuchar mejor lo que la japonesa estaba diciendo.
Sana se acercó lentamente y susurró en mi oído.
──Llévame también por el mal camino, Chou.
Juro que sus palabras salieron con una connotación sexual tan grande que podría excitarme solo con escucharlas. Sana estaba visiblemente alterada por la bebida, y eso solo estaba liberando su lado más salvaje.
──Sana, Sana... no me provoques delante de todos.
Nos miramos por largo tiempo sin despegar la mirada una de la otra. Estábamos en una intensa batalla sobre quien tomaría el control de la situación.
──Shasha, vamos a bailar.──Se acercó Jihyo.
──Ya voy.──le dijo a Jihyo quien corrió al centro de la pista de baile con las demás.──si quieres, ven a bailar conmigo.
{ Reproducir Sophomore. }
Dijo la Japonesa y después se fue. La música fue cambiada a otra con un ritmo más envolvente. No, no había tiempo para eso. Me senté en una de las cómodas sillas, tomando un sorbo grande de whisky. Necesitaba eso para no perder la razón ante la visión de la mujer que estaba bailando delante de mí.
Era increíble como Sana tenía la facilidad de dejarse llevar por la sensual música que estaba sonando. En ese momento nítidas imágenes de Susan se hicieron presentes delante de mí. Y Dios, solo yo sabía cuánto me liaba.
La máscara en su cara hacia todo más real, más intenso. Había entrado a su juego de seducción sin siquiera darme cuenta. La japonesa movía su cuerpo de forma sensual para mí. Sana obviamente sabía los límites a los que podía llegar, pero lo poco que me daba era suficiente para dejarme fuera de órbita.
Maldita stripper.
Se giró hacia mí, encarándome con una sonrisa retadora, sin detener su baile. La forma tan descarada en que estaba provocándome solo me hacía desearla más. Mi deseo en ese instante era de llevarla a algún otro lado y hacerla mía. Pero la razón gano, era la fiesta de Shuhua. Sacudí la cabeza y tome un sorbo de mi bebida, haciendo sonreír a Sana.
Sus manos recorrieron su cuello hasta alcanzar su ondulado cabello. Moviéndose de una forma tan sexy que hacía que mi cuerpo se calentara. No sabía si el clima estaba caliente, o eran simplemente los efectos que Susan tenía en mí. Tomé el último sorbo de mi vaso y me levante, caminando hacia ella. Sana, al contrario de todos, estaba en la zona más oscura y alejada, prueba concreta de que estaba concentrada en provocarme. Me acerqué a la mujer que estaba bailando con su espalda hacia mí, y peque mi cuerpo al suyo, el cual se enderezo instantáneamente cuando me sintió detrás de ella.
──Eres una provocadora, Susan. ──susurré en su oído.
Ella no dijo nada, solo siguió bailando. Ahora dejando su cuerpo rozar en el mío de manera sensual. Cerré los ojos sintiendo a la japonesa moverse contra mí.
──Espero que sepas lo que me estás haciendo.
──Lo sé muy bien, Chou.
Se dio la vuelta, encarándome a travez de su máscara negra. Mirándome a los ojos sin piedad ni misericordia. Estaba perdida, jodidamente perdida. Sana bailaba tan pegada a mí, prácticamente forzándome a bailar con ella. Mis manos se posaron en su cintura de una manera posesiva, uniendo fuertemente su cuerpo al mío. Y la castaña seguía moviendo su cuerpo contra el mío sensualmente. Estaba en algún tipo de aura de lujuria, como si estuviera hipnotizada por la japonesa que se movía delante de mí, nada o nadie alrededor importaba, solo ella.
Sana se giró de espaldas hacia mí de nuevo, llevando su mano a mi nuca haciéndome besar su cuello. Y lo bese lentamente, deslizando mis labios de su cuello al lóbulo de su oreja donde mordí ligeramente.
──Me estas volviendo loca, Minatozaki.
Sonrió sin detener su baile. Su trasero se frotaba contra mí sin la menor vergüenza. Por suerte o intencionalmente estábamos lo bastante lejos de todos en esa fiesta. Nos quedamos en una esquina oscura y vacía.
──Estoy caliente. ──susurró con los ojos cerrados.
──Igual yo, ¡Estoy muy caliente!
Se liberó de mis brazos y sonrió abiertamente.
──Ven conmigo...
No dije nada solo seguía a la japonesa que caminaba alejándose de donde estaban todos. Eran probablemente las 3 am. Algunos invitados ya se habían ido, solo los más jóvenes seguían en la fiesta.
Sana caminaba cuidadosamente sobre el suave pasto, y yo solo la seguía.
──¿A dónde vas, Susan?
Me miró y guiñó un ojo.
──Ven, Tzuyu.
Nos distanciamos completamente del resto de la gente. Sana caminaba hacia el área más cercana a la mansión que por cierto estaba vacía. Entramos a la zona del muelle que estaba completamente desierta. Miré a la mujer que permanecía en completo silencio mientras caminaba a la piscina.
──¿Qué crees que estás haciendo?
{ Reproducir Goddess. }
Sana siguió caminando hacia el otro lado de la enorme piscina. Nos quedamos una a cada lado. No creía lo que estaba a punto de hacer. Sus manos fueron a la máscara, quitando el pequeño accesorio, dándome una vista completa de su hermoso rostro. Para después bajar sus manos al cierre de su vestido.
No... No... No...
La japonesa bajo lentamente el cierre, dejando el vestido de encaje rojo caer al piso. Dándome una vista completa de su jodidamente caliente cuerpo cubierto solo por pequeña lencería y tacones.
──¡No hagas eso! ¡Ponte la ropa! ──dije rápidamente.
Sonrió e hizo una seña de negación su dedo.
──Sana...
──Ven conmigo, Tzuyu...
Está ebria, no había otra explicación. Sana lentamente se quitó el sostén y después bajo las pequeñas bragas que estaba usando. Jesús, estaba completamente desnuda delante de mí. Juro que sentí todo mi cuerpo temblar solo por verla así. La luz tenue hizo todo más intenso y sensual. Maldije mis pensamientos que estaban perdiéndose en las deliciosas curvas del cuerpo de la castaña.
──No hagas eso, alguien puede verte. ¡Ven aquí!
La Señorita Minatozaki se mordía el labio de manera traviesa, se quitó los tacones y se acercó a la orilla de la piscina. Para después lanzarse completamente desnuda. Podía verla nadando de su lado al mío. Lentamente Sana salió a la superficie, descansando los brazos en la orilla delante de mí, mirándome como si quisiera comerme. Lo que era bastante obvio.
──El agua esta maravillosa, ven. No me dejes aquí sola...
Su tono de voz era ronco, descarado. Sana nadó de espaldas dejando visibles sus pechos, mostrándomelos. Hija de perra.
Sacudí la cabeza por mis futuras acciones. Pero era imposible resistirme. ¿Puedes imaginarte lo que es tener a Minatozaki Sana nadando completamente desnuda en tu piscina? Tomé una respiración profunda quitándome los tacones, y empezando a quitarme el vestido. Sana analizaba cada uno de mis movimientos con una mirada cargada de lujuria y deseo que solo servía para excitarme más.
Ya estaba completamente desnuda, quedaba solo la máscara blanca que me encargue de quitar. Me acerqué a la orilla, metiendo uno de los dedos del pie al agua, lo que hizo que mi cuerpo temblara.
──Te odio.──le dije, haciéndola sonreír.
Y entonces me sumergí. Nadando hacia el cuerpo de la morena a través de la piscina. La brisa fría hizo mi cuerpo temblar tan pronto como Salí a superficie. Pero me encargaría de calentarme. Uní mi cuerpo al de Sana, que estaba de espaldas a mí de nuevo. Moví su cabello hacia un lado lentamente, depositando besos en su hombro.
──Debería matarte, Minatozaki. ──le susurré, ella ladeo el cuello, indicando que debía continuar.
──Mátame, Tzuyu. Pero mátame con placer.
Sonreí y moví la cabeza. Llevando mis manos a la cintura de Sana, la cual apreté fuertemente. Jadeó y sonrió traviesamente. Mis manos acariciaban su estómago ligeramente, levantándose a sus vivaces pechos, en los cuales comencé un lento y delicioso masaje. Sana mordió su labio, echando la cabeza hacia atrás cuando pellizqué uno de sus pezones entre mis dedos.
──Adoro pellizcarlos así, son tan deliciosos.── susurré al oído de la japonesa, quien gimió suavemente.
La adrenalina de estar completamente desnuda con Sana en la piscina de la casa de mis padres era increíble. El miedo de ser atrapadas me encendía más. Bajé una de las manos que estaban en los pechos de la japonesa a su entrepierna, tocando su centro. Con el dedo índice y medio comencé a masajear su clítoris lentamente.
Sana arqueó la espalda nuevamente pero ahora buscando mis labios, no tarde mucho en tomar su boca en un beso intenso. Mi lengua se movía con la suya, de la manera traviesa en que deseaba hacerlo entre sus piernas. Y a ella parecía gustarle lo que estaba haciendo, su cuerpo comenzó a moverse lentamente, forzando un mayor contacto que el que le estaba proporcionando.
──¿Te gusta esto Sana? ¿Te gusta cuando te masturbo así?
La japonesa cerró fuerte los ojos cuando aumente la velocidad a la que mis dedos se movían, en ambos lugares sus pechos, así como entre sus piernas.
──Oh... ¡Si! Sigue, Tzuyu...
Las palabras salieron casi gemidas de su boca, incrementando mayormente mi deseo de coger a esa mujer toda la noche. Sana/Susan me había provocado todo el tiempo, y ahora tendría su castigo. Con delicadeza separe sus húmedos pliegues, sintiendo el abundante líquido en mis dedos. La penetre con dos dedos al mismo tiempo, dejando que su interior se acostumbrara a su presencia.
──Dios, eres maravillosa, tan caliente y estrecha.
Sana gimió. Y entonces comencé a mover los dedos dentro de ella, bombeando dentro y fuera lentamente. Mientras con la otra mano apretaba fuerte su pecho. Mi cuerpo por mero impulso se frotaba en el de ella con cada embestida de mis dedos.
──Más rápido... más...
Gimió, poniendo las manos en la orilla de la piscina, inclinándose hacia adelante, y en consecuencia, presionando su trasero más fuerte contra mí. Incremente el ritmo de las embestidas en Sana, quien empezó a gemir con más fuerza. Mi cuerpo acompañaba el suyo que se movía cada vez más rápido. Estaba volviéndome loca, el trasero de Sana se frotaba más fuerte en mi centro. La brisa fresca ahora era bienvenida porque todo mi cuerpo estaba hirviendo de calor. Ni siquiera el agua en la que estábamos era suficiente para que la temperatura bajara.
Cerré los ojos mientras la follaba de la forma que tanto pedía entre gemidos.
──¡Oh Dios, Tzuyu! ¡Así!
Los gemidos de Sana son lo más caliente que alguien podría escuchar. Agudos y sufridos. Continúe con mis atenciones hasta que sentí que se iba a correr. Sentí los dedos ser presionados fuerte en su centro, y continúe bombeando frenéticamente escuchando los gemidos desesperados de la morena delante de mí. Su cuerpo que se movía rápido estaba comenzando a calmarse, e instantáneamente sentí gotear su esencia.
Sana bajó la cabeza con la respiración entre cortada. Con cuidado volteé su cuerpo para que me encarara, envolviendo sus piernas alrededor de mi cintura. La japonesa me miraba con una sonrisa, y la besé.
──¿Ve las locuras que me hace hacer, Señorita Minatozaki?
Pregunté, mirando sus intensos ojos. Lentamente la latina sujeto mi cara, deslizando su pulgar amorosamente. Para después tomar mis labios en un beso lento.
──Quiero más... te quiero toda la noche, Chou.
Sana POV
Entramos a la habitación en la que Tzuyu se estaba quedando entre besos desesperados. Nuestros cuerpos no se desconectaban ni por un segundo. Sus manos me sujetaban firmemente de la cintura, haciéndonos caminar torpemente en la habitación. Tzuyu cerró la puerta con dificultad para después inmovilizar mi cuerpo contra esta.
Liberó mis labios y me miraba de una manera tan intensa que me hacía sentir débil. Sus ojos eran melancólicos y oscuros de tanto deseo. Lentamente sus manos deshicieron el nudo de la bata que había tomado cerca de la piscina. Dejándome completamente desnuda ante ella. Podía sentir su mirada lujuriosa devorándome.
Lleve mis manos a su bata quitándola de su cuerpo, dejándola de la misma forma en la que yo me encontraba. Desnuda.
La tenue luz del ambiente hacia todo más intenso. Fuerte. Tzuyu llevó una de sus manos a mi cuello mientras la otra permanecía en mi cintura. Acercando mi cuerpo al suyo. Jadeé contra sus labios tan pronto como nuestros cuerpos hicieron contacto. Y con deseo Chou Tzuyu tomó mi boca en un beso salvaje. Empujando nuestros cuerpos contra la puerta detrás de mí.
──¿Por qué tenías que hacerme esto Sana?
Preguntó mirándome con la respiración errática.
──¿Hacer qué?
──¡Esto, enamorarme! ¡Te odio, te odio!
Dijo Tzuyu bajando sus manos a mis muslos donde los sujeto y levanto, forzando mi cuerpo a encajar con el de ella.
──Bueno, yo te amo, te amo, Tzuyu.
Sonrió y me besó. Deslizando su lengua sobre la mía con tanta habilidad que podía encenderme con solo eso. Tzuyu me llevó de su regazo a la enorme cama que estaba en el centro de la habitación. Me recosté en la cama, sintiendo su cuerpo caliente rápidamente amoldarse al mío. Su cabello estaba totalmente echado de lado dejándome una visión completa de sus intensos ojos verdes mirándome.
──También te amo, tal vez siempre te he amado. Desde la primera vez.
Sonreí y cerré los ojos sintiendo sus labios húmedos por mi piel necesitada de su toque. Su lengua se movía lentamente por mi cuello haciéndome jadear con deseo cuando sus dientes jalaron mi piel lentamente.
──Oh Tzuyu...
Sus besos subieron al lóbulo de mi oído, en el cual decidió respirar profundamente, pesadamente. Dejándome completamente húmeda de deseo.
──Eres mi fin, Susan.
Susurró en mi oído, y entonces robó un beso de mis labios. Bajando a mi cuello, pecho hasta detenerse en mis pechos. Me levante apoyándome en los codos viendo a Tzuyu mover su lengua habilidosamente hasta capturar uno de mis pechos con la boca.
──¡Oh si!──gemí, cerrando los ojos fuertemente, sintiendo su lengua caliente envolver el duro pezón.
La secuencia de lamidas que me daba era deliciosa. Su lengua se movía en perfecta sincronía rodeándome el pezón lentamente. ¿Sería demasiado pedirle hacer eso ahí abajo? Apreté con fuerza los ojos cuando su otra mano comenzó un delicioso masaje en el otro pecho. El sonido de succión estaba volviéndome loca, llevé mis manos al cabello mojado de Tzuyu, forzando su cabeza contra mí, pidiéndole internamente que lo hiciera con más fuerza. Y lo hizo, Tzuyu me chupaba ávidamente, deslizando la lengua glotonamente en mi sensible y duro pezón.
──Ahora chupa muy lentamente... ──susurré.
Tzuyu sonrió maliciosamente haciendo el mismo trabajo en el otro pecho. Dios, si pudiera correrme con solo eso. Mi cuerpo entero era como un volcán a punto de estallar en un orgasmo alucinante. Como un felino sediento descendió con besos por mi abdomen, mordiendo lentamente algunas áreas, hasta quedar frente a mi sexo.
──Abra las piernas para mí, Señorita Minatozaki, y no las cierre hasta que yo lo diga.──dijo arrogantemente.
Solo asentí, desesperada por sentir su lengua llevarme del cielo al infierno. Gemí cuando la sentí besarme en la parte interna de los muslos, su lengua apresurada provocándome de la manera más tortuosa. Por puro impulso empujé la cadera hacia adelante buscando un mayor contacto, pero Tzuyu me empujó hacia abajo de nuevo.
──Por favor, no me tortures. Chúpame de una vez por todas...
──¿Quieres sentirme aquí, Sana? ──Susurró Lauren llevando sus dedos a mi centro.
Sus dedos comenzaron un lento masaje en mi clítoris.
──Oh si, ahí. Más, Tzuyu, más...
Gemí, enterrando las uñas en las sábanas en el momento exacto en que la lengua de Tzuyu colisionó con mi centro. Dios, la sensación era indescriptible, apreté fuerte las sabanas cuando comenzó a mover la lengua en mí.
──¡Ah! ¡Así, Tzuyu!
Empujé la cadera hacia adelante prácticamente ofreciendo todo lo que tenía a la mujer que me succionaba con tal devoción. Su lengua se movía lentamente en mi clítoris, rodeando el puñado de nervios con ganas. Rápidamente llevé una de mis manos a su cabello, manteniendo su cabeza ahí para que no se detuviera.
──No te detengas...chúpame, chupa así...
Tzuyu me succionaba con tantas ganas que en cualquier momento me podría correr. Sus labios se movían en mi centro, mientras su lengua se encargaba de hacerme perder la razón con placer. Cerré fuerte los ojos, escuchando el fuerte ruido de succión. Mi cuerpo entero comenzó a moverse como si tuviera vida propia. Tzuyu llevó una de sus manos a mi pecho el cual masajeo bruscamente acompañando el ritmo de sus violentas succiones. Estaba entrando en el proceso de un extasiado orgasmo.
──¡Aprieta tus pechos ahora! ──ordenó y obedecí. Apretando mis pechos fuertemente y con ganas.
Su lengua se movía frenéticamente continuando con sus movimientos y para mi sorpresa sentí sus dedos invadirme.
──Joder Tzuyu...
Arqueé la espalda recibiendo sus embestidas y lamidas en perfecta sintonía.
──¡Más fuerte! ──grité.
Y Tzuyu no decepcionó. Me penetro más fuerte y me succionaba hasta la última gota del fluido de mi orgasmo que me había dado. Mi cuerpo se movía con fuerza en la cama, hasta que se calmó lentamente. La pelinegra se movió hacia mí, sentándose en mi sexo. Mientras sus manos llevaban las mías arriba de mi cabeza en la suave cama. Podía ver las gotas de sudor corriendo por su jodidamente hermoso cuerpo. ¿Puedes imaginarlo, Chou Tzuyu completamente desnuda sentada encima de ti, sujetando tus muñecas con las manos mientras te analiza con esos ojos verde oscuro y el cabello desordenado después del sexo? Increíble, lo sé.
──Me corrí solo de darle placer, pero la quiero chupándome, Señorita Minatozaki.
Mordí mis labios y sonreí traviesa, haciendo a Tzuyu negar con la cabeza.
──Ven, déjame probarte.
Tzuyu cuidadosamente se movió a mi cara. Mi cabeza estaba entre las piernas de Lauren quien estaba de rodillas en la cama, colocando las manos en la cabecera de la cama. Tenía una esencia tan exquisita y femenina.
──Eres deliciosa, Chou.
Doble las rodillas donde Tzuyu se apoyaba con una de sus manos. Y con la otra abría sus húmedos pliegues, ofreciéndose a mí.
──Chupa.──ordenó de manera sexy
Miré sus ojos profundamente e incliné la cabeza hacia adelante, saboreando su delicioso sabor.
──¡Oh Dios, Sana!
Movía la lengua habilidosamente en su nudo de nervios. Lento e intenso. Tzuyu con dos dedos dejo su sexo más expuesto para que la probara. Y lo hice, chupé el hinchado clítoris de la mujer que se mecía cuidadosamente sobre mi boca. Era increíblemente deliciosa, nunca podría cansarme, lamí y mordí justo como ella lo ordenó.
──¡Joder! ¡Así!
Dijo meciéndose más, forzando mi lengua contra su sexo. Y continúe, chupé su centro húmedo vorazmente haciendo que Tzuyu se arqueara del placer que estaba sintiendo. Sus manos se movieron a mis pechos, masajeándolos fuerte y con urgencia, lo cual me puso completamente húmeda. Iba a correrme solo por verla tan satisfecha. Tzuyu gimió con deseo, con placer. Y eso estaba dejándome completamente inerte. Tal vez el alcohol en mi cuerpo junto con el placer y esta situación serian mi fin. Estaba determinada a chuparla más y más, hasta que sentí su cuerpo moverse más fuerte. Estaba teniendo un orgasmo, porque su cuerpo entero comenzó a convulsionar.
──¡Oh, oh! ¡Sana! ──Se apoyaba en la cabecera de la cama, dejándome sentir su cuerpo temblar completamente mientras se contraía en mi boca.
Tzuyu continuaba apoyándose en la cama, con la respiración cortada. Se soltó, dejando su cuerpo unirse al mío. Deslicé mis manos en su espalda sudorosa, regresando a su cara. Haciendo a un lado pequeños mechones de cabello desordenado que insistían en caer sobre su rostro. Para después jalarla delicadamente y tomar sus labios en un beso lento, haciendo a Tzuyu probar su propio sabor.
──Eres tan buena en lo que haces, Dios.── dijo cerca de mis labios, haciéndome sonreír.
──En verdad, ni siquiera sé cómo explicarte lo que siento cuando estoy contigo.
──Si sirve de consolación, ni yo sé cómo explicar lo buena que eres para mí.
Nos quedamos en silencio por largos minutos, solo mirándonos. Era maravilloso como Tzuyu y yo nos conectábamos con la mirada. Nos decíamos todo lo que necesitábamos a través de ellas. Lentamente acaricié su rostro, sintiendo lo suave y un poco sudorosa piel. Tzuyu descansó la cabeza en mis pechos, tomando una profunda respiración. Era tan bueno tener su cuerpo pegado al mío después de todo lo que acabábamos de hacer. Sentir su corazón latir frenéticamente hasta calmarse con mis caricias. Su respiración entrecortada gradualmente volviendo a la normalidad. Pasé los dedos por su cabello húmedo, pensando en cuan buena era esta mujer para mí. Tal vez Tzuyu a diferencia de todos los demás, despertaba la mejor parte de mí que estuvo dormida por años. Con ella un tipo de alivio y paz tomó posesión de mí. Me sentía amada, querida y protegida. Como si nadie pudiera vencerme.
──Ya no sé cómo estar sin ti, Sana.
Susurró Tzuyu calmadamente. Causándome una sonrisa involuntaria.
──¿No?.── pregunté buscando escuchar más de ella.
──No.──dijo levantando la cabeza para mirarme.──No sé qué me hiciste. Pero simplemente ya no tengo fuerza para estar sin ti. Algo me retiene contigo como un imán. Te mueves, y yo me muevo. Estamos totalmente conectadas todo el tiempo. Sé que todo es difícil ahora, pero no quiero estar sin ti. Nunca.
Escuchar esas palabras viniendo de sus labios en la manera más sincera hizo cálido mi corazón. En una manera reconfortante, transmitiendo todo lo bueno que estaba por venir. Había esperado que llegara este momento, que admitiera que estaríamos juntas, a pesar de todo. Tzuyu era mía.
──¿Te quedas conmigo, Tzuyu?
Tzuyu entrecerró los ojos en mi dirección confundida.
──Estoy contigo, SaTang.──dijo sonriendo, levantando su cuerpo para robar un rápido beso de mis labios.
──No, no entiendes. ¿Te quedas conmigo, sal conmigo, tú sabes?
Tzuyu permaneció en silencio y después sonrió abiertamente.
──Estas pidiéndome...
──Si, Chou. ¿Quieres ser mi novia?
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