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Sana POV
¿Porque a la vida le gusta cambiar constantemente? Cuando te empiezas acostumbrar a la situación, cambia por completo cuando menos lo esperamos. Dejando nuestro mundo irremediablemente destrozado. En un día, Tzuyu destilaba odio y rencor, y ahora ella estaba acostada en mi cama en un sueño profundo.
Loco...
Negué mentalmente y sonreí mientras miraba su expresión serena mientras dormía. Le acaricié sus mechas oscuras en un cariño tranquilo, sintiendo a la mujer suspirar cómodamente.
── ¿En que estaba pensando cuando me involucré contigo?
Le susurré a Tzuyu que ni siquiera escuchó. Deslice mi pulgar sobre la suave piel de su cara, observando lo hermosa que se veía dormida. Con certeza Chou Tzuyu es una de las obras más bellas jamás hechas.
"Estás siendo demasiado estúpida Sana"
Me dije a mí misma en mis pensamientos. Pero fue en vano, no podía disminuir la intensidad de lo que sentía por esta mujer era enloquecedor cada vez ella robaba otro pedacito de mí. ¿Esto podría ser normal? Si era normal, no podía decirlo. Yo solamente lo sentía.
Sentía una necesidad de estar cerca, de sentirla conmigo. De oír su voz, de recibir su mirada penetrante, y sus cariñosos besos. Querer a Tzuyu era como un laberinto sin fin, nunca se sabía cómo parar. Una especie de frenesí en sentimientos. Yo estaba perdida, porque el destino trató de unir a dos personas las que probablemente nunca iban a encajar, o incluso podrían estar. Sonreí y continué con mis caricias cuando ella se movió lentamente, acurrucándose en mis brazos en busca de calor. En el instante en que su cuerpo se unió a la mío, detuve mis caricias, recibiendo una queja casi inconsciente.
──No pares, no... ── susurró ella somnolienta haciéndome sonreír.
── Pensé que estabas dormida.
Tzuyu sonrió débilmente, con un suspiro fuerte.
── Si me quedé despierta para ti.
Me mordí los labios y sonreí. Su embriaguez la dejaba cariñosa y mansa, mostrando una Tzuyu totalmente rendida. Muy diferente delo que estaba acostumbrada.
──Me detendré.
── Entonces ya voy a dormir, SaTang. Solo continúa...
Tzuyu susurró juntando más mi cuerpo con el de ella, poniendo su cara en el hueco de mi cuello. No demore mucho para sentir sus labios ir en contra de mi piel en un beso calmado. Cerré los ojos sintiendo su mano deslizarse lentamente sobre mi abdomen con caricias y una pizca de picardía.
──Tzuyu...
── ¡Si! estate quieta SaTang. Son solo caricias.
Ella susurró subiendo con su mano hasta mi pecho, por encima de la tela de la ropa que llevaba. Dejo la mano inmóvil por un momento, hasta que poco a poco comenzó a masajear.
──Estás borracha, para.
Ella sonrió y se mordió el labio.
── Sólo un poquito. Déjame continuar, tu amas mis caricias.
Entrecerré los ojos hacia ella y sonreí. Lo que sólo dio más ganas para hacer que continúe con sus caricias. Tzuyu dejó que sus manos adentrarse en la sudadera que llevaba, deslizando sus dedos a través de mi abdomen calmadamente. Sus labios se deslizaron tranquilamente por mi cuello, forzando a mi cuerpo pedir por más.
── ¿Por qué no puedes estar tranquila?
── No se puede estar quieta con una mujer como tú a mi lado Sana.
Su tono de voz ya estaba diferente, susurró con voz ronca al oído.
── Por supuesto que sí...
Me mordí los labios cuando sentí sus dedos presionando mis pechos de forma excitante, Dios. Tzuyu era una mezcla dulce de la agresividad y delicadeza. Con la palma de la mano, empezó a apretar más, en cuanto a su lengua se movía frenéticamente en mi cuello. Enviando descargas rápidas a mi centro que ya se estaba mojando.
──¿Los amo sabes? apretarlos así, chuparlos así entonces... Wow...
Joder, tener aquella mujer con el cuerpo casi encima del mío, susurrando tal tipo de cosas en mí oído era al enloquecedor. Con el hilo de cordura que me quedaba, puse mi mano sobre la suya, parando sus actos en ese instante.
──Creo que voy a tener que dormir en la cama con Jihyo. ──Dije levantándome.
── ¡Ni soñando!
Tzuyu habló alto tirando de mí de nuevo a la cama.
──Cállate, ¿quieres que nos escuchen?
── No, lo siento SaTang. ¡Me quedo quieta, lo prometo!
──¡No vas a estar quieta! ¡Tienes algún imán para el sexo contigo!
Tzuyu ahogo una risa que terminó por dejar sus labios.
──¡Tengo un imán contigo SaTang!
──Tzuyu, yo ya dije. Quiero hablar contigo primero.
──¿Podemos hacer el amor y luego hablamos?
── No, vamos a dormir. Y mañana hablaremos. Usted está en un estado lastimosamente alcohólico.
──Está bien, pero ¿me dejas quedarme aquí contigo? No voy a hacer nada.
¡Maldición, maldición! ¿Porque ella tuvo que pedir aquello? ¿Porque tenía que ser tan convincente? Negué con la cabeza, y Tzuyu se dio cuenta de que había ganado la batalla pues pronto me envolvió con sus brazos.
──Sin trucos Chou.
──Okay señorita Minatozaki, sin trucos...
Sonreí acurrucándome en su cuerpo caliente. Yo no perdería la oportunidad de tenerla de esa forma esta noche, yo no sabía lo que pasaría el día siguiente. Con Tzuyu el futuro siempre era incierto.
Me desperté sintiendo un frío en todo el cuerpo. Muy diferente del calor que Tzuyu me ofreció toda la noche. Cuando fuimos a la cama hicimos el acuerdo de que no habría ningún contacto físico entre nosotras, que fue en vano claro. Pasamos la mañana casi unidas en una sola.
Me estiré lentamente, sintiendo cada músculo de mi cuerpo relajarse. Deslicé mis brazos en la cama, sintiendo el vacío a mi lado, no. Negué mentalmente pidiendo a Dios que no estuviera sucediendo lo que me estaba imaginando. Al abrir los ojos y los entrecerré mirando el vacío, Tzuyu ya no estaba allí.
Negué con la cabeza maldiciendo a Dios y al mundo por dejar que la mujer pasara aquí la noche anterior. Me levanté de la cama en una sacudida, caminando hacia el baño donde sólo pude ver la chaqueta que había usado la noche anterior.
¡Maldita, maldita!
No podía explicar la rabia que me consumía al notar su ausencia allí. Si Tzuyu pensaba que podía jugar conmigo así estaba muy mal. Un tipo de dolor y resentimiento tomó cuenta de mi interior, en el fondo yo sabía que había una buena probabilidad de que eso ocurriera, yo tenía la esperanza de que fuera diferente, que ella me sorprendió.
Bufé descontenta cogiendo la chaqueta que ella vestía aquella noche, su olor tan bueno permaneció suave en mí, haciendo un viaje de sensaciones. Que rápidamente encargue de detener. Tzuyu tenía que aprender a valorarme.
Tomé una larga ducha caliente, dejando que el agua caliente se resbale por mis músculos tensos dejando que mi cuerpo se relaje. Yo era como un volcán a punto de explotar en las lavas de ira. Me vestí rápidamente opte por un traje negro y camisa blanca con botones. Los saltos del mismo color con detalles dorados. Dejé mi cabello suelto, levemente ondulados. Y un maquillaje ligero, resaltando mis ojos y mi boca. Yo entraría a esa compañía imparable, mostrándole a la mujer de la falsa apariencia de que todo estaba perfectamente bien para mí.
──¡Buenos días a ti también Shasha!
Jihyo dijo sentándose a mi lado en la mesa para desayunar.
──Buenos días.── Dije en un mal estado de ánimo.
──¿Qué pasó? ──Dahyun preguntó acariciando mi cabello mientras se acercaba.
──Nada Dubu, solo mal humor.──Solo dije para no dar más explicaciones.
──Mal humor que tiene nombre y apellido ¿no es verdad?
Jihyo me miraba mientras tomaba un sorbo de su café.
──¿Qué?
──Tu mal humor, se llama Chou Tzuyu.
──¿Cómo sabes?
Entrecerré los ojos en su dirección.
──Las vi a las dos caminar a mitad de la noche. ¡Srta. Ruidosa!
──¿Tzuyu durmió aquí? ──Dahyun preguntó con los ojos abiertos.
──Sí, y veo que no ha hecho el trabajo bien por la cara que tiene Sana.
──¡No, tiene mucha gracia Dinah! ──Dije levantándome.
Terminamos de tomar el desayuno en silencio, o mejor, conmigo en silencio. Dahyun y Jihyo conversaban de temas de trabajo que estaban dejándolas locas. En camino a Industrias Chou continúe en silencio. Siendo observada por Jihyo y criticando mi mal humor. Pero ni siquiera la escuchaba, yo realmente esta insoportable aquella mañana.
Entramos en el ascensor de la empresa cuando Jihyo decidió hablar.
──¿Me puedes decir qué pasó? ¡Me estás contagiando tu mal humor! ¿Tzuyu lo hizo?
Cerré los ojos, respire profundamente.
──¡No quiero hablar sobre eso Jihyo! ──Solté de forma seria.
──¡Somos tus amigas Sana! Y estabas furiosa cuando salimos de casa. ¡Y no sabemos ni siquiera el motivo!
Jihyo tenía razón, yo no tenía derecho a desquitarme la ira que sentía por Tzuyu, con las únicas personas que hacían mis días mejores.
──Ella simplemente se fue Jihyo, después de pedirme que si se podía quedar a dormir, y luego se fue sin siquiera darme una explicación. ──Hablé triste y resentida.
──¿No la viste salir?
Su tono de voz se calmó.
──No, yo solo desperté y ella ya no estaba más allá.
──Realmente es una zorra.
──¿Ahora puedes entender mi mal humor?
──Shasha si, por supuesto que te entiendo.
──Yo digo que ella tiene sus motivos Jihyo
── Dahyun habló abrazándome lentamente.
──Okay, pero no pierdes nada con decirnos. No puedo entender por qué lo hizo.
──Porque ella es una necia, cobarde y arrogante.──Comencé a listar todos los adjetivos negativos en los cuales encajaría Tzuyu.
──Sana....──Jihyo habló.
──Que solo piensa en ella todo el tiempo, ¡idiota! ¡Estúpida! ──Continúe hablando sin parar.
──Sha....
──Yo no sé qué tiene en la cabeza sinceramente ¡no se!
──¡Sana! ──Jihyo casi gritó.
Me quede mirando a la mujer sin entender, sus ojos estaban viendo a mi dirección, pero no me estaban mirando directamente para mí, y si para alguien atrás de mí. Volteé notando la presencia de Tzuyu de pie en la puerta del ascenso. La mujer me miró con los ojos entrecerrados.
──¿Puedo saber de quién está hablando con tanta furia Srta. Minatozaki?
Tragué saliva, y Tzuyu entró al lugar, con su voz ronca y entro al elevador en el cual estábamos. Apreté mi mandíbula y cerré las manos en puño alejando las enormes ganas de matarla allí mismo.
Dahyun y Jihyo se pegaron a la pared del ascensor, mirando de lejos a ambas.
──¿De verdad quieres saber Chou?── Solté las palabras con cinismo evidente.
──Si quiero.
Tzuyu respondió rápidamente, cuando las puertas del ascensor se cerraron atrás de ella.
──Entonces, ¿me vas a decir?
──¡Hablo de ti, idiota! ──Escupí furiosa mirando los labios de la mujer que se curvaron en una pequeña sonrisa.
Maldición.
──Shasha, cálmate.──Oí la voz de Dahyun detrás de mí, y sus pequeñas manos sosteniendo mi brazo.
Tzuyu me miraba seria, con aquel par de ojos tan jodidamente penetrantes y atractivos.
──¡No me voy a calmar Dahyun! Tzuyy se cree la dueña del mundo y cree que puede hacer lo que quiera.
──Srta. Minatozaki usted no debería de hablar sin....
──¡Cierra la boca que estoy hablando! ──Grité con furia.
──Sana... ──Oí la voz de Jihyo aproximarse.
Tzuyu POV
Sana estaba simplemente furiosa, escupiendo fuego por la boca. Confieso que me esta aguantado las ganas de reírme de su furia animal. Sostuve la risa que casi salió al encarar sus ojos flameantes de rabia contra mí mientras la mujer hablaba sin parar. Las venas de su cuello saltaron gruesas por la forma exaltada de como hablaba. Yo seguía en silencio, escuchando cada palabra que tenía que decir. Aprendí en un documental que lo mejor que puedes hacer en estos momentos es dejar que la mujer deje salir toda su ira para después explicarle. O la posibilidad de que ella se tire encima de ti era casi mil.
──SaTang...
──No me vengas con SaTang no, que me dejaste allí sola y te fuiste. ¡Y ahora vienes como si no hubiera pasado nada!
──Shasha intenta calmarte.──Dahyun dijo tratando de sostener el brazo de Sana de nuevo.
Me quedé mirando a las dos mujeres que parecían ser que temían de los actos de Sana.
──Eres una idiota, arrogante... pero yo soy mucho peor al caer por ti, por dejar que te quedes.
Sana no ha parado un minuto de hablar, no podía de donde sacaba tanta respiración. Ella era una mujer tan delicada.
──La verdad, que eres una hija...
En un acto desesperado para que deje los insultos, rápidamente lleve las dos manos a su cuello, tirando de su cara hacia la mía. Tomando sus labios en un beso furioso.
Cerré los ojos sintiendo los labios de la japonesa chocando contra los míos, las manos desesperadas lucharon con mis hombros en un intento fallido de detenerme. Pero sólo me empujó más para seguir. Entrelace los dedos en sus cabellos oscuros impidiendo la mínima separación de su boca. La japonesa mordió mis labios lentamente, y se dejó entregarse, apoyando las manos sobre mis hombros. Sana abrió su boca dándome paso a deslizar la lengua sobre ella de una manera cariñosa y calmada. Nos besamos por no sé cuánto tiempo, cuando solté la morena me di cuenta de que el ascensor se cerró de nuevo, pero esta vez estábamos completamente solas.
Sana retrocedió unos pasos con una respiración jadeante, sus labios estaban hinchados y tan deseables. Y yo la quedo mirando con una respiración pesada. La japonesa se apoyó contra la pared del ascensor, y se me quedó mirando todavía un poco inerte.
──No quiero hablar contigo Tzuyu, vete.
Negué con la cabeza y me acerque a la mujer sosteniendo con ternura su cara, me quede cerca. Miré esos ojos cafés tan profundos y misteriosos durante unos segundos.
──Lo siento me fui sin decir que te amo, Shuhua me llamó temprano en la mañana me pidió la buscara en el aeropuerto. Estabas tan hermosa dormida que simplemente no quería despertarte.
Hablé con calma mientras hacía una caricia suave en la cara de la morena que me quedó mirando confundida.
──¿Estás jugando? Basta, déjame sola.
Sonreí en silencio.
── No, te juro que no lo hice, ven aquí.── Hale a la japonesa de nuevo.
Sana sacudió la cabeza negativamente, y la agarro de nuevo para depositarle un beso. No sé cuánto tiempo estuvimos en el ascensor, pero finalmente salí y ahora Sana estaba mucho más tranquila que cuando entró. La japonesa caminó en silencio a mi lado, y yo sólo sostuve su mano durante unos segundos.
──Para demostrar que no miento, ven a mi oficina.
──Tú no me tienes que demostrar nada a mí.
──Te voy a enseñar. Sé que tenemos que hablar mucho todavía.
─ Sí que tenemos.
──Y lo haremos, pero antes. Ven conmigo.
Ella asintió, y se acercó a mi oficina. Cuando entramos Sana se encontró cara a cara con Shuhua que no podía haber estado más contenta de verla allí.
──¡Shasha! ¡Finalmente! Tzuyu dijo que iba a conseguir que nos viéramos.
──¡Hola Shua! ¡Te extrañé!
Sonreí al verlas juntas. Sana tenía una enorme facilidad para hacer que la gente le encante rápidamente. Y Shuhua se llevaba demasiado bien con ella, podría parecer que la hermana era Sana, no yo.
── ¡Oh! ¡También te extrañé! Desapareciste, tú tienes que convencer a Tzuyu de ir más a menudo a casa. De esa manera pueden ir juntas. Pero si ella no quiere ir, ve tú de todos modos!
──Déjamelo a mí, voy a convencerla de que vaya.
Sonreí y sacudí la cabeza.
── He venido demasiado pronto, el vuelo fue más rápido de lo que pensaba. Y llamé a la señorita, de por ahí. No sé dónde estaba, pero se despertó con una voz de borracha.
Sana sonrió al ver a Shuhua caminar de un lado a otro sin parar hablando de mi estado de ebriedad.
──Vengo de Los Ángeles y ella me respondió de mal humor por despertarla temprano! ¿Puedes creer?
── Me imagino, la Sra Chou parece de ese tipo de persona que se levanta de mal humor.
──Depende de quién me despierta, señorita Minatozaki.
Hable rápidamente mirando en su dirección, la japonesa apartó rápidamente la mirada.
──¡Si se tratara de una de tus pequeñas novias, sé que despertarías feliz!
──¿Una de sus novias? ──Sana preguntó con una ceja arqueada.
── ¡Sí!
──¡No!
Shuhua y yo hablamos al mismo tiempo.
──Bueno, quiero decir. Antes, Tzuyu era bastante salvaje ¿sabes? Ella se enganchó con un montón de chicas. Pero hoy en día ella está más sola.
──¿Quién te garantiza?
──Nadie, pero al saber eso sólo autorizo a una persona para este puesto en su vida, verdad señorita Minatozaki?
──Shua...
Nos miramos la una con la otra de forma rápida, y Shuhua sonrió.
── De todos modos, vine a comprar algunas cosas. Y Tzuyu quería liberaras a Sana ahora mismo.
── ¿Quieres a mi secretaria?
──Si la quiero.
── ¡Qué abuso!
──¡Vives atascándola todo el tiempo, lo sé! No cuesta nada compartir, no te preocupes que no tengo las mismas intenciones con ella.
Sana quien bebía un vaso con agua se atragantó al oír hablar a Shuhua.
──Genial. Me parece muy bien, simplemente no llegues tarde Sana. Tenemos una importante reunión a las 4PM con los propietarios de Issartel.
──No se preocupe señora Chou, estaré aquí...
──Entonces vámonos.
Sana salió adelante y Shuhua me miró por última vez para decir:
── ¡Me debes esta Chou!
Sonreí. Shuhua sabía disimular muy bien toda la situación. No había dejado la casa de Sana tan temprano para recoger a Shuhua desde el aeropuerto. Yo había salido sin ninguna razón, sólo por el miedo de lo que iba a seguir. El maldito resentimiento a veces habla más alto. Pero como si el destino tenía la única intención de no hacerme cometer un error, Shuhua se presentó:
── Estoy en frente de tu edificio, puedes por favor, darme permiso para entrar? Acabo de llegar desde el aeropuerto. ── Oí la voz de Shuhua en el intercomunicador.
──¿Qué haces aquí a estas horas?
Me pregunté confundida, mirando el reloj, que ni siquiera eran las seis.
──¡Cielos Chou, déjame entrar y te voy a explicar!
No se necesitó mucho para ver a Shuhua entrar en mi apartamento con una pequeña maleta. Entrecerré los ojos hacia ella, y ella sonrió animada caminando hacia mí.
──Mi Dios, ¿qué es este tipo de resaca Tzuyu? Luces horrible!
──¡Buenos días a ti también hermana!
Dije sarcásticamente haciéndola reír.
──¡Buen día! Pero ahora dime por qué te ves como un sin hogar arrugada y con una cara de que pasó la noche emborrachándose.
Cerré los ojos sintiendo el dolor de cabeza severo apoderarse de mí. Yo masajeé las sienes lentamente, con el ceño fruncido con cada punzada de dolor.
──No quiero hablar de eso...
──Chou Tzuyu, ¿qué has hecho?
Levanté la cabeza inclinándome hacia atrás y miré a los ojos claros y acusativos de Shuhua.
──Acabo de dejar la casa de Sana.
La chica sonrió como si hubiera dicho la mejor noticia del día.
──No estés tan emocionada, me fui de allí. Y eso no es bueno en absoluto, ella me odiará.
──¿Te odiará? ¿Pero por qué? Explícame.
Miré a Shuhua durante unos segundos, pensando que ella sería una de las mejores personas que me aconsejarian ahora. Aunque más joven, Shuhua era muy madura y responsable. Me acerqué más a ella y le conté todo lo que había pasado de principio a fin, sin quitar una sola coma de toda la confusión en la que me encontraba.
──¡Woah! ── Esas fueron sus palabras cuando terminé diciendo todo.
──¿Qué hago, Shua?
La chica se puso de pie con los ojos entrecerrados, caminaba de un lado a otro procesando toda la información que yo le había dado. Al igual que yo, Shuhua parecía haber quedado un tanto perdida. Ella se quedó unos minutos a pensar, cuando en un instante ella habló:
──¡Lo que no deberías haber hecho era irte de allí! Ella va a querer matarte y con más razón! ¿Por qué eres tan complicada, Tzuyu?
──¿Después de todo todavía me llamas complicada? ¿Y qué decir de la parte en la que fui engañada? ¿No cuenta?
Shuhua puso los ojos con impaciencia.
──No, Ella sólo es una... ──Shuhua tomó una larga pausa para luego hablar de la manera más natural del mundo.──¡Una stripper!
── "Sólo", ¿correcto?── Se me escapó irónicamente.
──Deja de ser una idiota. Por lo que he entendido que te enamoraste con las dos versiones de Sana, ¿verdad?
Me encogí de hombros y asentí.
──¿Entonces cuál es el problema? ¡Tzuyu eres una mujer afortunada! Te enamoraste de la misma mujer. Que seguramente evitas un problema muy grande de la infidelidad.
La chica dijo riendo mientras caminaba hacia la cocina.
──Shuhua, ¿qué parte de que me mintió no entiendiste?
Shuhua abrió la nevera y se sirvió un vaso de jugo, bebía con calma mientras la miraba.
──¿Que parte de que ella no te dijo porque no quería perderte, no entiendiste?
No dije nada, sólo me apoye en el mostrador sacudiendo la cabeza.
──¡Tzuyu, está bastante claro que la amas! Nunca en mi vida te vi de esta manera por una mujer.
──¿Como de qué manera? ──Pregunté confundida.
──¡Así, idiota!
Bufé y salí de allí. Y Shuhua corrió rápidamente después de mí.
──En mi poca experiencia con las relaciones, creo que debe dejar este estúpido orgullo a un lado. Sana es una mujer que vale la pena, y con lo que me dices que ella no se involucra con cualquier otra persona dentro de ese club. Creo que serías una tremenda idiota si la dejas ir.
──¿Te agrada tanto?── Sonreí cuando pregunté.
──Por supuesto, ella es hermosa, muy inteligente y cariñosa. Y ama a nuestra familia. A diferencia de todas tus ex novias, por supuesto.
──¡Oye! ¡He tenido otras novias muy hermosas!
──Sí, Pero eran tontas o excavadoras de oro.
Sonreí al recordar todas las veces que Shuhua se enfrentó con mis ex novias.
──Escucha a la voz de la razón, Tzuyu, tengo razón.
──Shuhua...
──Cállate, ve a tomar una ducha, cambia de ropa. Y ve a buscar a esa mujer ahora. ¡Ella va a querer saltar sobre tu cuello!
Solté una risa, sintiendo el dolor latir otra vez en mi cabeza.
──Me va a matar. ──Me quejé.
──¡Te mataría también! ¡¿Le preguntas si puedes dormir con ella y por la mañana te vas sin dar ninguna explicación?! No, no. Sana está siendo demasiado paciente contigo.
──Encuentro increíble tu capacidad de permanecer siempre a su lado. ──Refunfuñé caminando a mi habitación.
──¡Mi cuñada necesita ser apoyada! ──Shuhua gritó arrojándose sobre la cama, mientras que iba al baño.
──¿Y yo qué? Soy tu hermana.
──¡Estas equivocada, Tzuyu, tratar con esto así duele menos! ¡Ahora se rápida, todavía quiero ser la dama de honor en su boda!
Abrí los ojos tan pronto como oí algunos golpes en la puerta.
──Adelante.
No pasó mucho tiempo para que la puerta se abriera haciendo espacio para que alguien entre. Jihyo.
──Disculpe, Señorita Chou, yo quería hablar con usted.
──Por supuesto, Jihyo, tiene un asiento.
La mujer caminaba tranquilamente, sentándose frente a mí con una mirada seria.
──¿Se puede saber de qué se trata la conversación?
Jihyo respiró profundamente y asintió.
──En primer lugar me gustaría decir que aquí quién está hablando es Jihyo, la amiga de Sana, y no Jihyo su empleada.
──Está bien, soy toda oídos.
──Bueno, Tzuyu, sé que no debería estar entrometida en su relación con Sana, pero ella es como mi hermana menor y siento que es mi deber de protegerla. Y quería pedirle que tenga cuidado, Shasha es una mujer muy fuerte, pero sé lo mucho que ya ha sufrido. Y el sufrimiento de nuevo no está en sus planes.
──Jihyo... ──Traté de hablar.
──Déjame terminar, por favor.
Asentí.
──Sé Lo difícil que debe ser para todos ustedes esta situación, realmente te entiendo. Pero Sana es una mujer maravillosa, que nunca actuó de mala fe cuando se involucró con usted. Lo sé porque fui testigo de cada momento. Tal vez no lo pueda creer ya que soy su mejor amiga, pero te garantizo con mi palabra de que su intención nunca fue negativa, ella no es el tipo de mujer buscadora de oro y correr detrás de su dinero si eso es lo que está pensando.
──Yo nunca pensé que era, ni siquiera en los momentos de pura rabia. Jihyo, creo que es muy bonito de su parte al venir aquí para proteger a Sana. Pero quiero decir que se puede relajar, no tengo la más mínima intención de conseguir venganza o algo por el estilo. A pesar de todo lo ocurrido, nunca dudé del carácter de la señorita Minatozaki. Si hubiera pensado algo diferente seguramente ella no continuaría aquí.
──Yo sólo no quiero verla sufrir, Tzuyu.
──Yo tampoco. La amo, señorita Park. Amo a esa mujer como nunca hubiera imaginado. Sólo estoy un poco confusa, realmente espero que usted me entienda. Debido a la situación que me encuentro no es fácil.
──Lo sé, me imagino. ──Su tono de voz era tranquila.
──No te preocupes, ¿está bien? Tomé la decisión de que no quiero estar sin ella, y se lo demostraré.
──Eso me hace sentir más relajada, Tzuyu. Porque sinceramente, si haces a mi Shasha sufrir voy a terminar tu vida, con el debido respeto, señora. ──Terminó la frase con cortesía.
Se me escapó una sonrisa.
──Te puedo despedir por amenazarme, sabes eso, ¿correcto? ──Le pregunté en broma.
──No me importaría, señora. Defiendo a esa chica con dientes y uñas.
──Continua así, señorita Park.
Ella asintió con una sonrisa.
──Bueno, eso fue todo. Gracias por escucharme.
──No tienes que agradecerme. Gracias por entenderme.
Sonrió al salir de la oficina rápidamente. Fue agradable ver cómo Sana podría estar protegida por tantos. Con esa manera dulce y tierna había conquistado una gran cantidad de personas, y que sin duda me hizo más relajada.
Sana POV
Di tres golpes ligeros a la puerta de madera esperando que alguien abriera. Estaba frente a mi antigua casa, o mejor dicho, la casa de Sinu. Después de largas horas de compras para la gran fiesta de cumpleaños de Shuhua que sería este fin de semana, la chica había tomado la decisión de que quería conocer a mi hermana menor y como Tzuyu, Shuhua no toma un no por respuesta. Todo el tiempo la chica me hizo preguntas sobre la familia, amigos, pasado. En un intento de llegar a conocerme más, lo que particularmente prefería dejar atrás, pero no retrocedí. La chica fue siempre muy amable y me transmitió una confianza muy grande.
Golpeo otra vez cuando me encuentro con mi pequeña hermana delante de mí.
──¡Sanake! ──dijo abrazándome.
Envolví a la pequeña en un fuerte abrazo cargado de nostalgia. Siempre fue bueno visitar a Zuha, ella siempre me recibía con los brazos abiertos, lo contrario de los demás por supuesto.
──Te extrañe mucho, pequeña.──Le susurré a mi hermana que sonreía.
──¡Yo también Sanake!
──Traje una amiga que quiere conocerte. ──Dije señalando al coche donde estaba Shuhua.
──¿Es Tzuyu la que está ahí? ──La pequeña preguntó emocionada.
──No Zuha, Tzuyu está trabajando ahora.
Kazuha cambio su expresión a una tan triste, fue increíble ver cómo las dos en pocos días habían creado un fuerte lazo de amistad. Tzuyu me sorprendió al llevarse tan bien con la pequeña.
──No pongas esa cara, que allí está la hermana de Tzuyu. Y ella realmente quiere conocerte.
──¡Extraño a Chewy, Sanake!
──¿Zuha? ¿Quién está ahí?
Escuché la voz del Ryota y rápidamente me levante. La mujer apareció en la puerta mientras se limpiaba las manos con un paño de cocina.
──¡Entra ahora Kazuha! ──Ordenó.
──Pero mamá... ── Kazuha gruñó.
──¡Entra! ¡Te lo ordeno! ──Ryota jaló de la pequeña del brazo arrastrándola adentro de la casa.
──¿Qué crees que estás haciendo? ──Dije enojada en un intento de detener a Ryota.
Ryota quien me miraba seria, cerrando la puerta detrás de ella, encerrando a Zuha en el interior.
──Bueno, bueno. Miren quien está aquí, ¿tu alcahuete te dio tiempo para visitar a la familia?
Yo rodeé mis ojos en pura furia.
──Sólo vine a visitar a mi hermana, quien por cierto es la única familia que tengo.
──Por supuesto, me imagino. Por eso estás tratando de alejarla de mí ¿no?
Me quedé confundida mirando a la mujer. Ryota seguía seria mirándome con una manera que transmitía asco.
──¿Qué dices?
──No seas cínica, Sana. La notificación me llegó esta semana, como te atreves a tratar de quitarme a tu hermana.
──¡Sólo quiero lo mejor para ella! Y estoy segura de que no es contigo.
──¡Tú no tienes escrúpulos! ¡Yo soy su madre! ¿lo entiendes?
Tomé una respiración profunda, pidiendo a Dios que me dé la paciencia que ya no tenía.
──¡Usted es todo menos una madre!
──¿A qué te refieres Sana?──La mujer preguntó enojada.
──Una mala mujer y sin amor como tú no se puede llamar madre.
Pude sentir la atmósfera tensa entre nosotras, la mujer quien me miraba tan enojada que hasta me hacía sentir mal que no estaba preparada cada vez que me encontraba con ella.
──¿Quién eres tú para hablar acerca de mí? ¿Hum? ¡Una puta! ¿Estás estafando ahora a la mujer de negocios? ──Su tono era puro sarcasmo, mirando el coche de Tzuyu estacionado en frente.
Dios, me sentí enojada.
──¡No hables estupideces!
──¿Muy inteligente eres no, Sana? Agarraste la oportunidad inmediatamente. Ahora vives en el medio de dinero y el poder. ¿Cuánto te paga ella por noche? ¿Tienes otro cliente más?
Cerré mis ojos fuertemente, tratando de quitar esas palabras de mi mente. Pero lo dicho entraba en mi cabeza con rapidez y muy fuerte, me estaba volviendo loca. Me retire unos pasos, pero la mujer se acercó y siguió hablando.
──No espero nada diferente de ti. Una puta barata y todavía crees tener el derecho moral para pedir la custodia de tu hermana. Vamos a ver lo que el juez te dice cuando yo le diga que eres una puta de un club de nudistas que está tratando de llevarse a mi hija.
──¡Soy mucho mejor que tú! ¡Eres un ser despreciable! ──Le grité.
Ryota sonrió sarcásticamente.
──No va a creerte. Voy a decirle que te fuiste de casa para trabajar como prostituta, y que te acuestas con una mujer millonaria por dinero y quieres que tu hermana siga tus pasos! ──Casi gritó.
Y yo no podía soportarlo más, por impulso lance una fuerte cachetada a la cara de la mujer. Dios.
──¿Cómo te atreves a golpearme?
La mujer dijo girando su cara hacia mí con la mano en la cara. Yo negué con mi cabeza reprimiendo las ganas de llorar. Nunca había hecho eso antes.
──¡Vete de mi casa ahora! Y no vengas nunca más Sana! No quiero mirar tu asquerosa cara!
Retrocedí respirando fuertemente.
──Te voy a quitar a Kazuha, Ryota, yo le voy a dar el mejor futuro.
La mujer dejó escapar algunas palabras fuertes a mis espaldas, y yo simplemente caminaba hacia el coche que estaba esperándome. Al entrar en el auto Shuhua me vio asustada y yo lloraba. Pero no hablé, sólo la dejé consolarme. Al llegar al frente de las Industrias Chou ya estaba normal. Songyu rápidamente salió de su asiento para abrir la puerta del coche para nosotras.
──¿Shua?
La cogí del brazo y la chica me miró.
──¿Sí?
──No le digas nada a Tzuyu.
──¿Por qué?
──No quiero que ella se preocupe, tenemos demasiadas cosas en nuestras vidas.
Shuhua me miró durante unos segundos y luego asintió.
Tzuyu POV
Estuve revisando algunos reportes durante este tiempo. Shuhua y Sana llegaron casi sobre la hora de la reunión que estaba por empezar. Los dueños de una gran multinacional, que por cierto era la competencia, estaban esperándome para alguna propuesta. Tomé un sorbo de mi whisky para relajarme, las reuniones de negocios eran siempre demasiado pesadas. Y entonces entré en la sala de reuniones, siendo recibida por los accionistas con sonrisas falsas egoístas tan pronto como entré.
──Buenas tardes, señores.
──Buenas tardes Sra. Chou. Es un placer verle.──Hyojung dijo galante.
Yo sonreí cordial, y miré Sana al fondo que distribuía los papeles en la mesa. La mujer sonrió dándome tranquilidad de que ya no estaba con rabia. Cuando la puerta de la sala se abrió.
──¡Buenas tarde a todos!
Yo sinceramente no lo podía creer. Eunbi entró en la sala con un largo y arrogante sonrisa, caminando en nuestra dirección como si fuera dueña del mundo.
── Disculpa la demora, el tránsito en Seúl no es lo más fácil.
Jung Eunbi era una de las mejores empresarias en Seúl, solo se quedaba atrás de mí, claro. Nuestras empresas eran marcadas por la enorme concurrencia en el campo comercial y económico de Corea del Sur. Yo ni precisaba decir cuánto me estresaba aquella mujer. Su aire arrogante y prepotente me hacía tener ganas de saltar a su cuello.
Siempre nos encontrábamos en las premiaciones y congresos más importantes, dejando claro a todos que no nos soportábamos. Pero ella simplemente sonreía, cínicamente. ¿Ella sentía la misma repulsión por mí? Por su mirada, con toda certeza sí.
── Me Imagino. Buenas tardes Señorita Jung.── Hablé extendiendo mi mano para la mujer.
── ¡Buenas tarde Chou! ──Ella sonrió complementando.
── Señora Chou los reportes ya están listos.── Oí la voz seria de Sana aproximándose.
──¿Susan Minatozaki?── Eunbi preguntó curiosa.
Sana giró en la dirección de la mujer y sonrió ampliamente.
──¡Oh Dios, Eunbi! ──Sana habló animada, ¿de que me perdí?
── Pensé que nunca más te vería. ¡Dame un abrazo!
Sana fue rápidamente apretada en un abrazo.
──Usted esta maravillosa, como siempre.── Habló ella con segundas intenciones.
La mujer miró a Sana de forma admirada, provocando un sentimiento que me incomodaba bastante.
──Tú también lo estás.──Sana retrocedió tímida, cruzando una rápida mirada conmigo.
──No sabía que estabas trabajando aquí. Pero ahora que ya sé, ya estoy pensando en un modo de llevarte para que seas mi asistente personal.
Yo sonreí cínicamente.
──La señorita Minatozaki ya tiene un buen empleo, no creo que vaya a necesitar de otro. ──Hablé de forma seria.
── Mi propuesta puede ser mejor que la de Tzuyu. Todo puede acontecer en el mundo de los negocios, aún más que ya la conozco desde hace un tiempo.
──Tiempo que ya pasó. Ahora ella trabaja exclusivamente para mí.
Yo medio cerré los ojos en dirección a Sana que trago en seco. Por algún motivo, aquello no me había gustado en nada.
── ¿Vamos empezar la reunión? ──Sana habló rápidamente cambiando el asunto.
Eunbi sonrió y asintió. Caminando hasta su silla que se quedaba del otro lado de la mesa, frente a mí. Me senté en mi lugar con Sana a mi lado, cambiando una mirada casi mortal con la mujer del otro lado. Ella me miraba de forma prepotente y yo hice lo mismo.
──Entonces Señorita Jung, ¿cuál es su propuesta? ──Fui directa.
La mujer respiró hondo y sonrió cínicamente.
──Yo quiero comprar Industrias Chou.
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