12
Sana POV
Ya estaba estresada por tener que aguantar a Dahyun y Jihyo riéndose en mi cara, y para completar, nos encontramos con Mina en el restaurante de la esquina donde siempre almorzábamos, la morena se unió a nosotros para acompañarnos ese día.
─ ¿Pueden dejar de reírse? No tuve más opción que aceptar su propuesta.
─ Sana, huyes de él como el diablo huye de la crus.─ Dijo Dahyun riendo.
─ Lo sé, pero pobre chico. Es un buen chico y guapo, voy salir hoy con él.
─ Pero, ¿y la empresaria del otro día? ─ Preguntó Mina, con una sonrisa.
Cerré los ojos cuando recordando a la mujer que me llevó fuera de la mi orbita
─ No tengo nada con ella, Minari, nada.
─ TODAVÍA, ¿Verdad Shasha? Porque deseo seguramente te sobra.
Todas las tres hicieron un sonido nasal expresando la malicia de sus pensamientos, estaba sorprendida de ver a Dahyun participando en su locura.
─ Estás siendo muy osada, Dubu, que has estado haciendo en los sectores de las Industrias Chou.
Mina y Jihyo abrieron los ojos mirando a la pequeña. Cambié el enfoque, ¡Bingo!
─ Nada pasó, nada, ¿Ok? Sólo conversé con Momo, es linda.─ Golpeó sus dedos en el vaso que estaba en la mesa para después hablar rápidamente.─ Me invitó a salir.
─ ¡Oh mi Dios! ─ Jihyo prácticamente gritó
Las tres nos acercamos a Dahyun como si fuera a contar su secreto más profundo.
─ ¿Aceptaste? ─ Yo pregunté
─ ¿Tendrás relaciones sexuales con ella? ─ Preguntó Jihyo.
─ ¿Quién es Momo? ─ Preguntó Mina.
─ ¡Misericordia, Paren de bombardearme con preguntas! ─ Dijo la pequeña, alejándose de nosotras.
Ahora era nuestro turno de reírnos de Dahyun, que estaba desesperada en medio tantas preguntas. Reímos como cuatro idiotas en la mesa, atrayendo miradas de gente que nos rodeaba, pero ya estábamos acostumbradas, desde que trabajamos juntas comíamos en el Bistro, éramos prácticamente miembros aquí.
─ Kim contesta.─ Jihyo la presionaba.
─ Vamos a salir esta noche, ¡Listo!
─ Las tortolitas van a salir hoy.─ Dijo Jihyo mirando a Mina.
─ ¡Podríamos salir todas juntos! ¿Qué piensan? ─ Yo pregunté.
─ ¡Creo que es genial y que a Momo también le va a gustar!
─ ¿Esto es para evitar que la mujer tenga sexo contigo? ─ Preguntó Jihyo riendo.
─ No, estaría bien salir todos juntos! Tú y Minari pueden venir.─ Le sugerí tranquilamente.
─ Lo siento chicas, pero no puedo, tengo coreografías que hacer.─ Dijo Mina mientras tomaba un sorbo de su bebida.
─ No voy a ser la quinta rueda. Lo siento.
─ Vamos Shasha, por favor. No quiero estar sola.
Jihyo me miró pensativamente, sabía que no quería salir con Taehyung, esa chica me conocía como nadie.
─ Sana, estarás con él.
─ Lo sé, pero es que... por favor. Podemos encontrar a alguien allí para ti.
La mujer sonrió.
─ Está bien, iré. Únicamente porque necesito distraerme.
Abrí una amplia sonrisa a Jihyo, tirándola en un abrazo empalagoso.
─ Estas dos, si no fueran como hermanas, diría que se casarían.─ Dijo Mina riendo.
─ No, Sana esta buena, pero eso no es lo que me gusta.─ Habló Jihyo maliciosamente, haciéndonos reír.
Dahyun y yo rodamos los ojos a las dos que se reían de nosotras. Miré a través del enorme cristal, viendo el tráfico de la avenida, gente caminando de un lado a otro con sus teléfonos. En medio de todo eso, era imposible no notarla, radiante en sus finos tacones negros y su chaqueta de marca, su imponente postura y su cuerpo esculpido con suavidad por el diablo, Chou Tzuyu era diferente de todas. La vi caminar hacia su Mercedes negro, donde ya la espera Songyu, el simpático hombre le abrió la puerta, para luego entrar al auto y salir por las calles de Seúl.
─ Es hermosa, ¿Verdad? ─ Oí a Mina susurrar a mi lado, despertándome de mi sueño.
─ Sí, es hermosa.
─ ¿De quién hablan? ─ Preguntó Jihyo.
─ Chou Tzuyu.
─ Es realmente fascinante, digna de ser portada de una revista.
─ Parece ser una persona estricta y severa.─ Opinó Dahyun.
─ Eso la hace atractiva, Dahyun, la manera en que se viste y la manera que actúa, no dudo que sea increíble en la cama.─ Siguió Jihyo.
Sentí un ligero escalofrío por la columna vertebral imaginando cuan buena era esa mujer en la cama.
─ Sana debe saber.─ Mina dijo riendo.
─ ¿Ya van a empezar? No tuve sexo con ella.
─ ¿Tampoco Susan?
Las tres me miraban en busca de respuestas en mis ojos agonizantes.
─ ¡Tampoco Susan! Ahora dejen de hablar de ella.
El camarero nos llevó nuestros platos en la mesa, sirviéndonos postre.
─ ¿Has resuelto la situación con la casa de tu madre? ─ Me preguntó Dahyun con tranquilidad mientras comía su pastel.
─ No, mañana después del ensayo voy a hablar con Taeyeon y pedir un préstamo.
─ ¿Crees que ella te lo dará?
─ Yo creo que sí Minari, voy a explicar la razón de la misma, y estoy segura de que me va ayudar.
Tzuyu POV
Era aún mediodía y ya me sentía cansada, había pensado varias veces sobre reprogramar con Nayeon y pasar la noche en el confort de mi casa. Pero una victoria grande tenía que ser celebrada. Pensé en la idea de llamar a Sana para salir, pero elegir entre tener su compañía y ser mal tercio entre ella y Vero, o salir y divertirme con mi mejor amiga, iba a elegir la segunda opción. No es que me moleste la compañía de Sana. En pocos días la chica resultó ser una gran persona, su compañía era al menos satisfactoria.
Pensé sobre la castaña por unos minutos, recordando la forma educada en la que se refirió para mí, y su sonrisa tímida que parecía estar avergonzada, ella era hermosa. Apoyé la cabeza en el acolchado del coche, que se detuvo a unos 5 minutos debido al tráfico infernal en Seúl.
─ Oh cielos, ¡Songyu!
─ Lo siento mucho señora, pero no puedo tomar atajos.─ Habló en voz baja, mirándome en el espejo retrovisor.
─ Está bien, no puedo quejarme de sus habilidades en el volante.
El hombre sonrió y volvió a prestar atención al tráfico. Tomé mi teléfono por tercera vez, revisando las notificaciones, que día. Apagué la pantalla y volví mi atención a la ventana, el coche se movió un poco, pero nada muy grande. Miré a las personas que caminaban de un lado a otro atrapados en sus móviles, saliendo y entrando de tiendas de ese lugar. Hasta una de las tiendas llamó mi atención, no la tienda en sí, sino por lo que vendía, lencería.
En ese momento solo una persona vino a mi mente, y era nada menos que ella,
Susan.
El maniquí llevaba una extremadamente sexy lencería color negro, con medias en sus piernas y una hermosa máscara blanca. Nada me recordaba más a la stripper que eso. Era imposible no imaginar a la morena en esa ropa tan sexy.
─ ¿Songyu?
─ ¿Sí, señora?
─ Aparque el coche, tengo que ir a una tienda.
El hombre asintió con la cabeza, cumpliendo mis órdenes.
─ Espéreme aquí, no voy a tardar.─ Hablé con él mientras abría la puerta.
Me puse el abrigo negro, y me dirigí a la tienda, que en su fachada mostrando un enorme cartel con letras blancas, nombrada "Los Secretos".
No tenía ninguna duda de que este era una de las tiendas más caras de Seúl, el lugar era lujoso, y se notaba a la distancia de lo caro que era todo. Pero para mí, el dinero era sólo un detalle.
─ Buenas tardes señora, ¿busca algún modelo en particular? ─ Una chica pelirroja preguntó.
─ Sí, necesito el mismo de la ventana del Maniquí.
─ Una gran elección, es uno de nuestros nuevos lanzamientos. Acompáñeme, le mostraré.
La pelirroja de mediana estatura, caminó delante de mí, guiándome a un área de la tienda donde estaba la lencería, todo organizado por color. Podría comprar uno de cada color a Susan si el negro encajaba con su cuerpo.
─ Aquí está señora, que es una de las ediciones limitadas de "El Secreto".
Miré el material refinado, pensando en que tan hermosa se vería usando estas prendas.
─ Si usted quiere, puedo mostrarle los corsés, las ligas y mucho más.
─ No, así está bien.─ Dije caminando más cerca de las máscaras.─ Oh, también vi máscaras en la ventana de la tienda, necesito una de esas.
La mujer me miró, reprimiendo una sonrisa. Probablemente pensaba que era para mí, si supiese de mi situación sexual.
─ Por supuesto, tenemos nuevas. Venga conmigo.
Caminamos a un mostrador de madera, con vidrio en las partes superiores. Donde estaban dispersas las máscaras. Había de todas las maneras y colores, pero una en particular llamó mi atención.
─ Déjeme ver la que está en el medio, por favor.─ Apunté a la máscara dorada en el mostrador.
La muchacha tomó rápidamente la máscara delicada, de color dorado, llena de detalles. Diferente a la máscara que Susan llevaba la mayoría del tiempo. Éste me recordó al estilo veneciano, oro con detalles de lujo y elegante del siglo XV, era perfecta.
─ Quiero esta.
─ Sí, señora.─ La pelirroja se retiró para empacar mis cosas.
¿Sería demasiado atrevido enviar la ropa y la máscara que quería que lleve? Como sea, no me importaba. Susan debería haber pensado mil veces antes de meterse conmigo.
─ Aquí esta señora. ─ La mujer habló entregándome una caja negra, dejando en claro lo caro que era.
Pagué todo rápidamente, y me fui a mi auto que estaba estacionado a la vuelta de la esquina, mientras que Songyu estaba limpiando el vidrio con un paño blanco pequeño.
─ Cuidas más ese coche que yo.─ Le dije acercándome al hombre que se asustó cuando me escuchó.
─ Oh señora, es un coche maravilloso, debe ser tratado con mucho cuidado.─ Habló abriendo la puerta para mí.
Me senté en el asiento de atrás poniendo la caja con el regalo a un lado.
─ ¿Desea ir a algún otro lado, señora?
─ No, sólo quiero hacer una entrega para después.─ Hablé mirando la caja negra que tenía el regalo de Susan
Sana POV
No demoré tanto tiempo en la ducha, en media hora Austin me vendría a buscar para el insistido encuentro. No pude escapar de su solicitud hoy mismo, al salir de la sala de reuniones me sorprendió nuevamente. Me costó aceptar, pero decidí intentar divertirme, no era feo y mucho menos desagradable, pero no era la compañía que esperaba tener esta noche pero para salvar mi noche, o simplemente complementar, Dahyun y Momo salen con nosotros ante la insistencia Jihyo también aceptó. Decirle a Taehyung sobre el cambio de planes no era tan importante, no le importó un poco que ellos se uniesen.
Apagué la ducha dejando que las últimas gotas de agua tibia cayeran sobre mi cuerpo, tomando la suave toalla que colgaba a lado y atrayendo al mismo tiempo la ropa que usaría esa noche, opté por un vestido blanco justo, con un escote un poco llamativo, pero nada vulgar. Me puse los tacones rojos, casi el mismo tono de labial que puse en mis labios, me dejé el cabello ligeramente ondulado.
─ ¿Wow, todo eso por Taehyung? ─ Dijo Jihyo entrando en la habitación.
─ No, esto es para mí, Jiji.
Me giré a ella, me observaba sonriendo.
─ ¿Dónde está Dahyun?
─ Arreglándose también. Ya casi termina pero la pequeña se está perfeccionando para Momo.─ Contaba Jihyo sentándose en la cama.
─ Que bien, estoy casi terminando.
─ Veo que no soy la única que no se está arreglando por alguien.
─ No te preocupes, no estoy arreglándome para Taehyung.
Me acerqué a ella, sentándome a su lado en la cama.
─ ¿Dónde está Daniel? No te he visto hablar con él.
─ Está en un torneo de fútbol en Busan, no sé qué está haciendo.
─ Jiji, honestamente no se qué haces todavía con él. Eso no es una relación.
─ Sabes que, yo tampoco lo sé... Creo que no he encontrado alguien mejor.
Jihyo y Daniel han salido por años, pasaron un buen tiempo juntos, pero con el tiempo la relación se comenzó a enfriar. Solo hablaban para pelear, nunca le mandaba un mensaje excepto cuando terminaba los torneos provinciales y era para tener una buena noche de sexo con ella. Machista, lo sé. Jihyo era mi hermana y siempre he querido algo mejor para ella, pero como dicen, el amor es ciego, porque ella tenía algún magnetismo por hombres groseros y machistas, pensando que eran los dueños del mundo con sus cuerpos musculados y maneras groseras. Era repulsivo, una de las razones por las que deseaba a las mujeres.
─ Bueno entonces, hagamos esto esta noche, encontrarte un chico agradable para que salgas.
─ No voy a arruinar tu cita, Shasha.
─ Basta de tonterías, no vas a arruinar nada. Anímate, la noche es joven.─ Dije riendo.
Jihyo sonrió y me abrazó fuerte.
─ ¿Están listas chicas? ─ Dijo Dahyun entrando a la habitación.
─ ¡Wow te ves increíble! ─ Exclamó Jihyo.
─ Momo no escapa esta noche.─ Dijo la más baja en un tono malicioso saliendo de la habitación.
Jihyo y yo nos miramos asustadas. ¿Era esa realmente Kim Dahyun? ¿O algún espíritu se había apoderado de su cuerpo?
─ ¡Esto es tu culpa! ─ Dije riendo.
─ ¡Te juro que no hice nada!
Tan pronto salimos del edificio vimos a Taehyung contra el coche sonriendo al verme, me acerque a él dándole un beso en la mejilla, mientras que el muchacho amablemente abría la puerta del coche para cada una.
─ Chicas os veis maravillosas.─ Dijo mirándome de pies a cabeza, solo sonreí y entré en el auto.
En el camino hablamos animadamente hasta que llegamos a un restaurante caro en el centro de Seúl, la cena fue tranquila, Taehyung fue una buena compañía, tuve una buena charla, pero algo en él me mantuvo de estar interesada. Él no era... Tzuyu. Cerré los ojos tomando un sorbo de vino en mi copa, pensando en cómo sería tenerla junto a mí. Rápidamente intenté quitármela de mis pensamientos, cuando él propuso ir a un club.
Momo y Dahyun eran una pareja casi perfecta, en la primera cita las dos ya tenían la química de una pareja que ha estado junta por años. Jihyo charlaba entretenida con todos nosotros. Después de la cena, Taehyung no llevó a un gran club llamado "Cosmopolitan". Entré en el edificio consiguiendo algunas miradas de los hombres que bebían en la entrada, causando una molestia de Taehyung, que rápidamente me guió dentro del club.
─ ¡Este club es increíble! ─ Escuché a Jihyo hablando en mi oído.
─ Sí, es la competencia.
─ Taeyeon nos matará si sabe que estamos aquí.─ Dijo Jihyo riendo.─ Incluso si no es un club de Strippers.
─ ¿Les gusta el lugar, chicas? ─ Taehyung que se acercó colocando su mano en mi cintura.
Le sonreí débilmente.
─ Este lugar es genial, me encanta.
Nos sentamos juntos en una de las mesas, el club estaba lleno y extremadamente animado.
─ ¿Vamos a traer las bebidas Momo? ─ Taehyung dirigió a la chica rubia que sonreía al lado de Dahyun.
─ Claro, ahora vuelvo, Dahyun.
Jihyo y yo les pedimos algunas bebidas. Momo y Taehyung querían cerveza, y Dahyun solo pidió zumo, como siempre. Tan pronto como los chicos fueron por las bebidas, las tres nos acercamos como si fuésemos a decir un gran secreto.
─ ¿Cómo te va con Momo?
─ Es un amor, tan educada, ¿Vieron lo agradable que fue en la cena? ─ Dubu la describía sonriendo.
─ Chicas, primera cita y ya está así.─ Jihyo se echó a reír.
─ Esto es maravilloso, Momo parece ser perfecta.─ Dije sonriendo.
─ Si, Sana, lo es. Pero, ¿Qué tal con Taehyung?
─ Todo bien.─ Fue todo lo que dije.
─ Mira, Shaha lo sentimos, pero a las dos nos parece aburrido.
─ Jihyo.─ Golpeé su brazo haciendo a las tres reír divertidamente.
─ En serio, yo soy Team Tzuyu, porque Taehyung es demasiado débil.
─ Misericordia, no le metas ideas en la cabeza.─ La regañó Dahyun.
─ Dubu, es la pura verdad. Está siendo lento.
No pude contenerme las ganas de reír en ese momento.
─ ¿De qué se ríen? ─ Preguntó Taehyung sonriendo mientras se acercaba a nosotras.
─ Cosas de chicas.─ Contestó Jihyo moviéndose, haciendo espacio para que él se sentase a mi lado...
─ Siempre llenas de secretos.─ Dijo Momo abrazando a Dahyun de lado.
Estuvimos un buen rato hablando de varios tipos de cosas, la noche estaba siendo mejor de lo que esperaba, de hecho mi mente se calmo durante unas horas. Taehyung fue atento, soltando piropos para mí todo el tiempo. Fue agradable sentirse deseada, a que mujer no le gusta ser cortejada, pero tampoco era nuevo para mí, desde que era Susan siempre pasaba. Especialmente por ella...
Tzuyu...
Cerré mis ojos por unos breves segundos, recordando la imagen de la mujer. ¿Cómo podía ella ser tan bella y sexy? ¿Porque Dios la hizo tan bella? ¿Pensé en el daño que me causaría? Oh Tzuyu...
─ ¿Estás bien? ─ Oí la voz del hombre junto a mí.
Abrí mis ojos, mirándolo mientras me observaba preocupado.
─ Sí, estoy bien, no te preocupes.
Sonrió colocando un beso en mi mejilla.
No era lo que yo quería, no lo quería a él.
─ ¿Por qué no bailamos? ─ Propuso Jihyo emocionada.
─ ¿Quieres ir? ─ Me preguntó.
─ ¡Claro, vamos!
Bailamos todos juntos en un área del Club, Taehyung todo el tiempo se acercaba a mí, pero como si fuera automático lo alejaba, pude ver a Jihyo riéndose de la situación en el otro lado. Sería cómico si no fuera trágico.
─ Sana, ¿No quieres estar conmigo? ─ Susurró en mi oído.
─ Taehyung, no seas así.─ Le respondí alejándome.
─ Parece que estás evitándome.
─ Voy al baño, ya vuelvo.
El asintió
─ Ven conmigo Jihyo.
La pelinegra asintió, y camino a mi lado.
─ ¿Lo estás evitando? ─ Me preguntó riendo.
─ Un poco.─ Dije empujándola en medio de la multitud.
─ ¡Oh Dios mío, vamos Shasha, tenemos que bailar esta canción!
─ Jihyo...
─ No empieces, vamos, bailemos.
Jihyo tiró de mi entre la gente, la música era maravillosa, y era nada más que Beyoncé, la cantante de la cual Jihyo estaba perdidamente enamorada. Aquel ritmo me hacia acordar mucho mis bailes como Susan, solo que no podía olvidar que en ese momento era Sana.
Tzuyu POV
Cosmopolitan, Seúl, 00:47 minutos.
Estaba probablemente en mi séptima copa de whisky esa noche, y confieso que estoy más animada de lo normal. Nayeon aún estaba en las suyas, bebía y comía, mientras conversaba animadamente con Jungkook, un amigo de tiempo que teníamos, el mismo había llegado de Nueva York hace pocas horas, el sería gerente las Industrias Chou en Miami.
─ ¡Este lugar es maravilloso! ─ Jungkook hablaba animado.
─ Es uno de los mejores de Seúl.
─ ¿Tú siempre sabes cuales son los mejores no Nayeon?
─ Claro, Im Nayeon esta siempre dentro de este medio social.
─ Ella lleva a las personas por el mal camino, Jungkook.─ Le advertí riendo.
─ ¡No seas injusta Chou! Solo hago más emocionantes la vida de las personas.
Ella sonrió y me guiñó.
Tomé un trago de mi whisky, viendo a las personas bailar en el medio. La música era lenta, con un ritmo fuerte, y eso me recordaba a nada más y menos que a ella, Susan. La manera sensual en que se movía al sonido de esas canciones, ¿Por qué tenía que ser tan sexy? Todo lo que quería ahora era que bailase para mí, pero eso sería imposible.
Nay bailaba con Jungkook cerca de nuestra mesa, mientras observaba a las personas, había mucha gente bonita ahí, podría arriesgarme y enrollarme con alguien si Susan no dominase mis pensamientos las 24 horas del día todos los días de la semana.
"Estas siendo muy arrastrada Chou" Hablé para mí misma, mientras colocaba algunos cubos de hielo en mi vaso.
Tomé otro trago de mi bebida, que ya me estaba afectando. Me sentía ligera, me reía mucho, pero todavía sabía que estaba haciendo. Presté atención a una rubia con un cuerpo escultural que se movía bien, a cada instante me manda una mirada instigadora, pero debía salir algo, no me gustaban las rubias.
Desvié mi mirada de ella y puse mis ojos en otra en particular.
No...
Debí haber bebido mucho.
Refregué mis ojos para ver mejor, pero la mujer, de cabello castaño ondulado, bailaba de forma tan sensual, ella estaba de lado, pero igual yo podría jurar que la conocía.
Tzuyu te estás volviendo loca.
Ella no era una extraña para mí, yo conocía su cuerpo, aquella forma de moverse. Yo no podía estar soñando, o delirando de aquella manera, era ella, era Susan.
Me levanté del sofá donde estaba, caminando más cerca de la morocha. Pasando por medio de las personas que bailaban frenéticamente al sonido de la música, las luces hacían todo más difícil.
Mi sistema nervioso trabajaba más deprisa, mis manos sudaban, mi visión y audición estaban más agudas. Debía ser el efecto de la bebida corriendo por mi cuerpo.
Paré prácticamente un metro lejos de la castaña, que se movía de una manera sensual, no había error, era ella. Susan bajó hasta el suelo, agarrando su cabello. Haciéndome perder todos los sentidos. Me acerqué a ella y la tomé de la cintura, haciendo que se girase a mí.
─ ¿Qué es lo que estás...?─ Empezó a hablar pero paró cuando vio que era yo.
Cerré los ojos pestañeando varias veces, había algo mal. No era ella.
─ ¿Señorita Minatozaki? ─ Pregunté confusa.
Estaba inmóvil, solo observándome, asustada. ¿Qué demonios estaba pasando? Hace algunos minutos podía jurar que era Susan, ¿Y era Sana? Seguramente había bebido demasiado. Sostuvimos nuestras miradas lo suficiente para notar lo hermosa que estaba esa noche, su vestido blanco, apretado, destacando las curvas de su cuerpo. Sus ojos marrones estaban descubiertos sin sus usuales gafas, observándome, indescifrablemente. Su boca medio abierta, dejando salir una respiración nerviosa.
─ ¿Qué hace aquí? ─ Me preguntó nerviosa.
─ Yo te confundí con otra persona ─ Aparté mis manos posesivas de su pequeña cintura.─ Lo siento.
Nos separamos rápidamente.
─ Esta bien, señora. No hay problema.
Negué con la cabeza, intentando comprender qué demonios pasaba ahí.
─ No esperaba encontrármela aquí Srta. Minatozaki.
─ Vine con unos amigos, me sorprende encontrármela aquí Señora.
─ Tenía que celebrar la victoria de hoy, ¿No es así?
Ella me dio una sonrisa tímida, estuvimos en un silencio incómodo, hasta oír la voz de Nayeon.
─ ¡Oh Dios mío! Sana, que genial es encontrarte aquí. ─ Habló ella pasando por mi lado.
─ Es genial también encontrarte aquí Nayeon.
─ Ves a la chica aquí, ¿Y ni siquiera avisas no Chou?
─ La acabo de encontrar Nay.
─ ¿Estás sola? puedes sentarte con nosotros.
Nayeon hablaba mientras llevaba a Sana para nuestra mesa.
"¿Que fue lo que yo hice? confundí a Susan con Sana, en qué mundo estas Chou?" Pensé mientras me sentaba en la mesa.
─ Yo estoy con unos amigos Nay, a propósito ellos ya deben estar preocupados por mí.
─ Oh, vamos, Shasha, quédate un rato, Tzuyu me contó que tú y ella cerraron un contrato importante.
Sanna me miró intensamente.
─ No, no, fue su merito.─ Su voz salió avergonzada, y un tanto más alta debido a la música.
─ No fue eso lo que yo oí, Tzuyu te elogió mucho
Tomé un trago de mi bebida, mirando a Sana. ¿Era posible que mi secretaria este tan atrayente esta noche? Me levanté sonriéndole a ella.
─ Srta. Minatozaki le presento a un amigo, el es Jungkook, va a trabajar con nosotros.
─ Un placer Srta.─ El muchacho habló educado, besando la mano de la morocha.
─ Un placer Jungkook, soy Sana.
─ El placer es todo mío.─ Replicó él sonriendo.
"Shasha al fin" escuché una voz familiar llamarla.
─ ¡Srta. Park! ─ Le hablé a la mujer que se acercó.
─ Buenas noches Sra. Chou.─ Respondió
─ Veo que están todos aquí esta noche.─ Dije mirando fijamente a Sana.
─ Si, vinimos con unos amigos, ¿No es así Sana?
─ Fue lo que les dije a ellas.
La castaña habló, mientras se levantaba del lado de Nay.
─ Jihyo te presento a nuestro nuevo gerente, el es Jungkook.
El hombre rápidamente se levanto, saludando a Jihyo como un perfecto caballero. Yo podía estar loca, pero la primera mirada que se dieron fue muy intensa. Y creo no haber sido la única que se dio cuenta de eso, Nayeon y Sana me miraron sonriendo.
─ Un placer Jungkook, soy Park Jihyo.
─ Jihyo trabaja en el sector comercial de nuestra empresa, es una excelente funcionaria.─ Le conté.
─ Va ser un enorme placer trabajar con usted Srta. Park
─ Bueno yo creo que tenemos que irnos.─ Dijo Sana.
Como alguna especie de magnetismo, nuestras miradas se cruzaban a cada minuto. Y por algún motivo desconocido, a mi me gustaba eso.
─ ¿Ya? quédense un rato más.─ Pidió Jungkook mirando a Jihyo.
Me acerqué a Sana más de lo que debería. Y le susurre al oído, debido a la música alta.
─ Creo que a Jungkook le interesa tu amiga, ¿No vas a desperdiciar eso no?
Sana sonrió.
─ No, pero yo realmente me tengo que ir.
─ ¿Estás con alguien aquí?
Fui directa...
─ Con unos amigos y...
─ "Pensé que habías ido al baño" ─ Una voz familiar y desagradable se escuchó a nuestro lado.
Me giré, frente a los ojos de Taehyung que parecía estar furioso.
─ Buenas noches también para usted Sr. Kim.─ Solté sarcásticamente.
Sana POV
Estaba literalmente perdida. Sentía que mi corazón en cualquier momento iba salir por mi boca, Tzuyu me había confundido, y yo sabía muy bien con quien. Era obvio que la bebida ya hacía un enorme efecto sobre ella, sus gestos, su actitud ya estaban más osados de lo normal. Sus ojos marrones a todo instante se posaban sobre mí, de una forma intensa. Ahora yo estaba sobre la mirada de Tzuyu, Nayeon y Taehyung.
Dios me ayude.
─ Buenas noches Tzuyu.─ Le saludó de forma grosera.
─ Ya me estaba yendo, solo me encontré con la Señorita Chou y la Señorita Im.
─ ¿Tú quien eres? ─ Nayeon se metió.
─ Kim Taehyung.
─ Cierto Taehyung, si quieres puedes sentarte con nosotros.─ Le propuso Nayeon de forma educada.
─ No, no puede.─ Tzuyu interrumpió.
Chispas saltaban de sus ojos, nunca entendí la rivalidad entre los dos, daba miedo. Taehyung era un hombre, fuerte. Pero para Tzuyu no era nada, incluso la mujer siendo más delicada y frágil, poseía un aire superior natural, quien lo viese pensaría que ella estaba a cargo ahí.
─ No es que me quisiese quedar, por supuesto, después de todo vine con Sana.
Él me agarró de la cintura, irritándome profundamente con su actitud de exhibirme como un trofeo.
─ Sana ya estaba sentada con nosotros, mi amigo.─ Dijo Nayeon a Taehyung.─ Tzuyu, el chico se queda con nosotros también, ¿Vale?─ Nayeon habló tocando los hombros de Tzuyu como pidiéndole calma.
─ Quédate, a mi no me importa.─ Tzuyu habló apartándose.
La miré que se sentó en la mesa, sirviéndose un vaso de whisky, Dahyun y Momo ya estaban juntas, conversaban animadas con Jihyo y Jungkook. ¿En qué momento todo se convirtió en una conversación empresarial? Yo necesitaba de una cosa en este momento, y eso se llamaba alcohol.
Bebí una, dos, tres dosis de tequila seguidas. Sentía mi garganta quemar con el liquido fuerte. Pero eso era realmente necesario, teniendo a Taehyung, Nayeon y Tzuyu en el mismo ambiente era demasiado. Con solo algunas bebidas sería capaz de enfrentarlo todo.
─ Baila conmigo Shasha, vamos.
Nayeon tiró de mí, era obvio que quería alejarme de Taehyung, era notable a miles de kilómetros que estaba coqueteando conmigo. Ni siquiera pude contar con la ayuda de Jihyo, estaba bailando animadamente con el nuevo gerente, quien por cierto parecía ser un chico agradable,
─ ¿Qué loco es esto no? ─ Nayeon susurró en mi oído.
─ Mucho, no sé ni siquiera que pasó ahí.
Nay soltó una carcajada mientras bailaba.
─ No te preocupes, Tzuyu no pelea.
─ Espero.
─ ¿Es tu novio? ─ Su pregunta fue directa.
─ ¿Taehyung? ¡No! Es solo un amigo.
Nayeon sonrió de forma maliciosa, adorando oír aquella respuesta. Sonreí para ella, que estaba linda esta noche, usando un vestido negro, apretado, su cabello liso, y un maquillaje leve. Si no fuera por Tzuyu, yo estuviera interesada en ella. ¿Pero qué podía hacer si Tzuyu me había hipnotizado de tal manera? La miré que me miraba fijamente, sin vergüenza. Yo fingí no notar su mirada sobre mi cuerpo, y bailé. Si era peligroso, a mi no me importaba mas.
Bailé con Im Nayeon sin pudor, la música fuerte, de golpe frenético llegaba a mis oídos, sintiendo el alcohol en mi cuerpo. Yo ya no pensaba más en nada. Sentía las manos de Vero posándose sobre mi cintura, agarrándome, todo eso hizo que Tzuyu mirara, hasta Taehyung.
Agarré mi cabello, y me moví para la mujer de mi delante, que prácticamente me comía con los ojos, se sentía tan bien ser deseada. ¿Ahora, por tres personas? Si eso fuera pecado, estaba condenada al infierno. Lancé una mirada fija a Tzuyu, y después para Nayeon que me agarró de frente.
─ Necesito ir al baño, ya vuelvo.
─ ¿Quieres que vaya contigo?
─ No, espérame aquí Nay.
Ella asintió, caminando hacia su mesa. Yo rápidamente me cuide de perderme entre la multitud, necesitaba de un tiempo para poner mis pensamientos en su lugar, lo que estaba haciendo era demasiado peligroso.
Tzuyu POV
Me estaba volviendo loca, desear a Susan era una cosa, ¿Pero ahora Sana? ¡Jesús, era mi secretaria! Maldita sea, era tan sexy, y como si quisiese provocarme, bailó sensualmente con Nayeon. No debería entrometerme, pero la manera en la que estaba me recordaba a Susan esa noche era aterrador.
No era que Sana no era lo suficiente sexy, era más que suficiente. Pero tenían tan diferentes personalidades que era imposible compararlas. Mi obsesión con Susan ya estaba cruzando la línea.
Maldita Stripper.
Cerré los ojos intentado impedir que Karla dominara mi mente, y cuando los abrí Sana ya no estaba más con Nayeon, ¡Mierda! miré a Nayeon que estaba a un costado de la mesa tomando una cerveza, pero ella no estaba ahí. Me levanté rápidamente y seguí en medio de la multitud que bailaba la música alucinante, pasando por hombres y mujeres que se refregaban como animales, la poca luz me hacía difícil encontrarla pero así mismo seguí de frente, cuando la vi entrar al baño de mujeres.
Abrí la puerta, ella estaba concentrada frente al espejo, mientras se pintaba los labios con un pintalabios rojo como sangre, caminé lentamente más cerca de ella, que ni siquiera noto mi presencia en el baño.
─ Pensé que se había ido Srta. Minatozaki.
La mujer se asustó, mirándome con una mano en el pecho, que subía y bajaba rápidamente.
─ ¡Jesús! Me asustó...
Sonreí lentamente mirando su cuerpo, Sana pasó sus manos por su vestido blanco bajándolo más. Probablemente dándose cuenta de la forma que yo la miraba.
─ Disculpe, no tenía la intención de asustarla por segunda vez Srta. Minatozaki.
─ Todo bien.─ Ella tragó en seco.
─ Creo que se manchó un poco con el pintalabios en su cara cuando la asusté.─ Hice una seña con las manos.
Sana se miró al espejo viendo la pequeña marca de labial.
─ Diablos, mire lo que acabé haciendo.─ Exclamó la castaña mirándose al espejo.
─ Déjame ayudarte Sana.
Saqué el pañuelo que llevaba alrededor del cuello, caminando hasta el lavamanos y mojé la puntita, para ponerme delante de la morena que me miraba callada.
─ Si me permites.
Me acerqué más a ella, a pocos centímetros de su cuerpo, levanté la mano tocando su mandíbula, levantando su cabeza para luego con la otra mano deslizar el pequeño paño húmedo sobre la marca de labial. Miré aquellos ojos cafés que me miraban intrigante, miré su boca entreabierta que soltaba pequeños suspiros de aire, olía a menta y alcohol, continué limpiando el labial de su boca. Y que boca, ¡Dios! sus labios eran tan deseables, que casi no podía contener las ganas de sentirlos. ¿Si la besaba arruinaría todo mañana? Si, no lo hagas, Tzuyu, no lo hagas.
El espacio era demasiado pequeño, acercarme tanto a ella no había sido una idea inteligente, el alcohol que corría en mí, me hacia dar ganas de hacer todo lo que mi subconsciente quería hacer, y besar a Sana era una de esas cosas. Pero yo no debía, ¿Cierto?
Me alejé de ella cuando me di cuenta que la mancha había sido borrada, Sana tragó en seco, apoyándose en el lavabo.
¿Qué deseo era ese, mi Dios? Sana parecía la mujer más deseable en aquel instante, un poco mas de alcohol y coraje, y podría follarla ahí mismo en el lavabo.
─ Me tengo que ir.─ Habló rápidamente.─ Gracias por... ayudarme.
Solo asentí a la mujer que rápidamente salió del lugar. Me quedé un rato más en el baño, cuando Nayeon entró.
─ ¡Pero qué perra, estaba buscándote por todos lados!
─ Lo siento, estaba ocupada, Im.
─ ¿Haciendo qué, exactamente? Estás con una cara de pervertida.
Solté una risa que se esparció por todo el baño.
─ No hables tonterías, estaba hablando con Sana.
─ Quita tus ojos de ella, está interesada en mí esta noche.─ Me dijo Nayeon mientras se miraba al espejo.
─ Otra vez, no digas tonterías, yo solo la estaba ayudando.
Me miró sospechosamente, analizando mis facciones para entonces hablar:
─ Imbécil, si fuese la jefa la hubiese hecho gemir aquí mismo en este lavabo.─ Dijo ella y salió del baño dejándome inmóvil.
─ ¡Perra! ─ Grité lo mas borracha posible.
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