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Seúl - Corea del Sur 11:45PM

Sana's POV

¿Te imaginas tener dos vidas? ¿Ser dos personas a la vez? Apuesto a que si. Pero entre el pensar y vivir hay una diferencia muy grande, creo. Durante años me encuentro dividida entre Susan y Sana, dos mujeres me consumen todo lo que tengo. Pero ser una mujer fuerte decidida y sin miedo a enfrentarse a cualquier situación que la vida impone. Para aquellos que han perdido todo, y ante situaciones dignas de lástima, hoy yo era alguien mejor.

En cuestión de minutos puedo ver como Sana se convierte en la seductora Susan, increíble ¿no? Son dos caras de la misma moneda. Sana es una chica que se esfuerza y trabaja, ella lucha por sus sueños, buscando la mejor manera de crecer y ayudar a la familia que hace años estaba totalmente destruida con el vuelo repentino de un padre canalla pensó, se sintió el ser mas insignificante que habitó esta tierra. Yo nunca olvidaría el peor momento cuando no tenía nada, que nos dejó solas en la miseria. ¿Te imaginas lo triste que es ver a tu madre y hermana llorar por días? Vivir a costa de la compasión y pena de las personas. Fue humillante.

Fue entonces cuando decidí que no podía dejar a mi familia vivir así. Tan pronto como me levanté, ese día se veía en los periódicos anuncios de ofertas de trabajo pero por mi mala suerte no encontré. Recuerdo haber estado enfrente de una cafetería, tomando los últimos wones que estaban en mi bolsillo y compré una taza de café caliente y me senté en una de las mesas del fondo. El lugar era simple, las personas se encontraban distribuidas en las mesas con entretenidas conversaciones, en el mostrador pude notar la presencia de una rubia baja con aspecto juvenil y elegante, ella me miró fijamente por alguna razón pero no preste tanta atención.

Aspiré el humo que salía del pequeño recipiente con el líquido negro, lo llevé a mis labios sintiendo mi lengua quemar por el líquido caliente. Hoy no era mi día, visité muchos lugares y ninguno de ellos me aceptó. Recordé que antes de salir de la casa de mi madre, ella tocó mis hombros y mirando profundamente a mis ojos me dijo: "Se que eres la única que puede cambiar esto". Esa frase me motivó a conseguir algo, y me juré a mi misma no volver.

Comencé a llorar por el recuerdo de sus palabras y sus ojos suplicantes para conseguir algo mejor, yo lloraba por tener que regresar sin una esperanza. Todo estaba perdido, ningún trabajo pude conseguir. Fue entonces cuando sentí que alguien se sentó delante de mí. Cerré los ojos dejando las últimas lágrimas caer, secándolas rápidamente con el dorso de mis manos y quede mirando a la mujer frente a mí, era ella.

─ ¿Esta todo bien?─ Preguntó con curiosidad. Por Dios, si yo estuviera bien no estaría llorando, pensé.

─ Si, no se preocupe.─ Le dije rápidamente.

─ No me suena a que este todo bien, ¿quieres compartir lo que pasó? Creo que necesitas un hombro donde apoyarte.─ La mujer habló mientras deslizaba los dedos finos en el borde de la taza pequeña.

Para alguien que no conozco parece muy interesada en mi vida. Tal vez fue curiosidad o algún interés en particular. Me quedé mirando a la mujer delante de mí y tenía la misma mirada curiosa sobre mí, pero por alguna razón me transmitió confianza.

─ Me llamo Taeyeon, un placer.─ La mujer habló extendiendo su mano para mí.

Con un poco de miedo llegue a extenderle mi mano.

─ Me llamo Sana.─ Hablé.

─ Encantada Sana, ¿por qué usted estaba llorando?.─ Su pregunta era objetiva.

─ No creo que te guste saber.─ Respondí con desdén

─ ¡Ah! Vamos, no hay nada mejor que el café y una buena historia.─ Habló con media sonrisa.

─ ¿Y si mi historia no es buena? ─ Le pregunté bajo su mirada evaluativa.

─ Créelo, he escuchado mil historias no muy buenas.─ Dijo tomando un sorbo de café.

Empecé a contarle todos mis días. Taeyeon me miró atentamente escuchando cada detalle de mi historia, ¿estaba tan interesada en mi difícil vida? Parece que si, le respondía con todo detalle a cada una de sus preguntas. Hablamos durante largas horas y el café se estaba quedando vacío en ese momento, Taeyeon ya sabía toda mi vida.

─ Y ahora tengo que ir a mi casa y decir que soy un fracaso.─ Terminé de hablar con cierta amargura.

Ella me miró con cara de ternura. Me pregunte del porqué estaba yo aquí sentada contando mi vida a una extraña. ¡OH DIOS!

─ Me tengo que ir.─ mencioné arreglando mis cosas de mi bolso pequeño, e inmediatamente me levanté.

─ ¡Espera! ─ Dijo.─ Yo puedo ayudarte Sana.─ Su tono era firme.

Un repentino estallido de esperanza y temor surgió dentro de mi, no dejé de mirarla. ¿Cómo esa mujer me podía ayudar? Candece parecía tener dinero, es una mujer muy elegante de rasgos fuertes y decidió expresiones. Pero mi subconsciente me dijo que tenía que irme, pero en el mismo instante la imagen de mi madre y hermana llorando entro en mi mente.

─ ¿Cómo puedes ayudarme? ─ Le pregunté.

Taeyeon dio media sonrisa, la mujer se levantó de la mesa pequeña dejando unos pocos dólares en ella, pagando nuestra cuenta.

─ Ven conmigo, yo te mostraré.

Nos fuimos del restaurante y pude sentir la brisa fresca en mi rostro. Taeyeon caminaba delante de mí hasta que llegamos al estacionamiento, donde nos encontramos con su hermoso auto. Ella si tenía un montón de dinero, pensé al entrar en el Jeep blanco. Me quedé en silencio por todo el camino, mi mente estaba a mil. ¿Para donde me estaba llevando esta mujer? Muchas veces pensaba en decirle que detuviera el auto y que me dejara ir, pero no podía renunciar tan fácil.

─ ¡Tranquila Sana! No voy a matarte, ni obligarte a nada.─ Habló como si leyera mis pensamientos.

No dije nada, guarde silencio mirando por la ventana hasta llegar al enorme edificio, era una estructura gigantesca en su fachada un enorme letrero de neón con el nombre de "Imperium" era un club nocturno, pensé.

Un joven alto se acercó a abrir la puerta para Taeyeon que rápidamente llego a mí y abrió la puerta de mi lado, seguí tras ella. Había uno de seguridad en la puerta, miró a la mujer delante de mí y dio paso sin decir nada. Si afuera de la discoteca parecía magnifica, dentro de ella era mucho mejor. El lugar estaba lleno, los hombres y las mujeres en todas partes, el ritmo frenético y sensual de la música extendió por todo el medio ambiente, era alucinante. Di una vista de todo el lugar, rosa y negro eran los colores predominantes. El techo era iluminado por lámparas de color amarillo, en todas partes pude ver amplios sofás donde hombres estaban sentados observando a las mujeres bailar en los tubos, las mujeres usaban ropa sexy y corta, mientras que los hombres en traje y con bebidas en sus manos admirando a las chicas bailando alrededor. Taeyeon continúo su camino y yo solo la seguía, paso en medio de la multitud de personas que se encontraban allí, subimos una escalera para llegar a una enorme habitación. Taeyeon lanzó su bolso en la parte superior del sofá de cuero marrón.

Caminé con timidez por la habitación notando cada detalle. La mujer dirigió al mostrador para servirse un vaso de whisky.

─ ¿Quieres beber?.

Negué con la cabeza y me acerqué al enorme panel de cristal que estaba en su habitación, podía tener la vista de todo el club. Nunca había estado en un lugar así era llamativo y emocionante, en el centro del escenario había un grupo de mujeres bailando sensualmente con la ropa que apenas cubrían sus cuerpos alrededor estaban hombres y mujeres observando el espectáculo con cuidado. Ellos gritaban y pedían más. Fue cuando vi a las mujeres poco a poco desvestirse ¡oh por Dios! ¿Taeyeon es la dueña de una discoteca de strip-tease?

─ Creo que te has dado cuenta que soy la dueña de todo, ¿no?.─ La oí hablar a mis espaldas y otra vez estaba leyendo mis pensamientos.

─ Si, pero no se donde encajo yo en todo esto.─ Hablé tímidamente.

La oí reír mientras tomaba un trago de su bebida, se acercó a la ventana en busca de todos los de la planta baja.

─ Mira.─ Habló.─ Todas estas niñas han tenido una mala situación como la tuya antes que me encontraran. He pagado muy bien a cada una de ellas, ahora tienen el lujo de tener sus casas y coches. Pero esta vez es diferente, yo fui la que te encontró. Y te voy a dar una gran oportunidad Sana, la opción de aceptar o no es tuya.

─ Tú quieres que yo sea una...─ Perdí las palabras.

─ ¡¿Prostituta?! ¡Oh! Sana no, yo no trabajo en la prostitución, puede estar segura.─ Dijo acercándose a su enorme mesa de madera.

─ Y entonces, ¿Que es?.─ Pregunté confundida.

─ Quiero que seas una de mis bailarinas.─ Dijo tomando otro sorbo de su Whisky.─ Lo sé tengo muchos ahí abajo pero quiero que todo el mundo pueda verte, hombres y mujeres. Necesito a esa niña por quien todos pierdan la cabeza.─ Se sentó en su silla y se volvió hacia mí. ─ Y creo que eres esa chica, puedo verte arrasando Sana.─ hablaba con un tono animado.

─ Yo apenas se bailar, señora.─ hable torpemente bajando la cabeza. Vi una sonrisa en sus labios.

─ Sana, Sana... ─ Ella cantaba mi nombre en sus labios. ─ Tú aprenderás y estoy segura que serás una de las mejores. Pero bueno, como dije antes, yo no te esfuerzo a nada, la elección es completamente tuya.

Taeyeon me miraba esperando una respuesta, no podía imaginarme bailando sensualmente a nadie, y mucho menos con esa ropa tan corta. Tenía miedo de ello, miedo de mi futuro y lo que podría suceder. Pero no tenía otra opción, no ahora. Una especie de adrenalina propagándose a través de mis venas, respire profundo.

─ ¿Qué dices? ─ Preguntó con una mirada despreocupada.

─ Acepto, seré tu bailarina.

"Susan ¿Dónde estás?"

Oí que alguien me llamo interrumpiendo mi ensueño, abrí los ojos rápidamente y me encontré con Mina en el camerino.

─ ¿Si? ─ Le pregunté ajustando mi ropa.

─ Todos te esperan. Es hora de tu show.─ Ella habló con amplia sonrisa.─ Esta noche es nuestra Sana, hay mucha gente.─ La azabache dijo emocionada.

Podía escuchar la música a todo volumen, ritmos frenéticos se escuchaban en el fondo, la gente hablando, riendo y divirtiéndose. Mientras tanto, me dispuse a llenar los ojos de los hombres y mujeres de lujuria. En ese momento me olvido quien era yo, me olvido de todo rastro de timidez y modestia que podrían existir en mi. En el espejo vi solo el reflejo de insinuante Minatozaki Susan, sonreí a ver mi lado sexy. Utilizando una pequeña falda amarilla con capas para dar volumen, en la parte superior llevaba una camisa blanca atada debajo de los pechos dejando mi abdomen expuesto. Tomé el pequeño antifaz negro que estaba en la mesa, y con los ojos mirando al espejo me los puse, ahora si estaba lista.

─ Luces hermosa, Sana.─ Mina habló acercándose a mí tocando mi hombro con un cariño reconfortante. Sonreí viendo su reflejo en el espejo.

─ Es la hora del Show.─ Dije sonriendo.

─ Déjalos locos por tí.─ Oí decir a mis espaldas mientras caminaba al escenario.

Las cortinas estaban cerradas, mi presentación era un solo. Sacudí mi cuerpo para relajarme, Mina me dio una sonrisa para tranquilizarme, el show comenzaría.

"Vamos Susan es tu turno".─ Me dije.

Cerré los ojos, con el ritmo lento y sensual empecé a tocarme, las cortinas se abrieron y de inmediato veo a los clientes ansiosos por verme, gritos y aplausos llenan la habitación, eso es lo que me gustaba, eso es lo que tenía que ser.

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