capítulo 6
Jason se encontraba en su cuarto, acostado en su cama con el celular al lado.Miraba el techo intentando encontrar una razón que no involucre el sentimiento de amor es su respuesta. Estuvo así unos 10 minutos hasta que le llegó un mensaje, apurado se sentó en la cama y tomó el abrió el mensaje.
Una sonrisa se escapó de su rostro al ver que era Taylor: "Estoy por San Francisco, ¿Quieres vernos?"
El pelinegro no tardó en responder, obviamente aceptando. Ella sin tener que esperar ni un minuto le mando la dirección de una cafetería cercana.
-Hola- dijo Jason sentándose en frente de Taylor, una sonrisa no tardó en aparecer en el rostro de ambos, aunque la sonrisa de la castaña se veía algo triste.
-Hola Jason…¿Cómo estás?- preguntaba algo nerviosa.
-Bien, bien… ¿Tu Taylor?-Respondió él, robándole la taza de café y tomando un poco de esta.
-Hey, pide tu propio café- Una pequeña risita tomando su taza de las manos de Jason-Perdón por no responder pero estuve… ocupada.
-Eso, tranquila…-Jason se acomodo en la silla algo incómodo por el tema-¿Me llamaste por eso?
-Oh no, no, quería compensarte por no responder y como vine a visitar por Dick…
-Entiendo… y dime ¿Acaso tu forma de compensarlo es con una cita?- Preguntó con una sonrisa picara.
-Si es lo que quieres…- responde con un leve tono burlón- aprovecha mientras puedas, tengo un viaje planeado, Londres me llama…
-¿Londres? ¿Eso no es un poco lejos para alguien que nunca se fue del país?- preguntó Jason mientras se rascaba la nuca y luego frotaba su dedo índice en su nariz, tratando de disimular sus sentimientos.
Taylor solo río nerviosa y asintió mientras tomaba un poco del vaso de agua que habían traído junto al cafe.
-Eso pensé pero Bruce dice que es lo mejor para mi… Y vamos a seguir hablando, nada cambiará, no es como que nos viéramos todos los días…-Se notaba incómoda por el tema, pero creía que era necesario hablarlo.
-Entonces Londres…cuando vuelvas, ¿Hablaras con acento?- Bromea Jason, notando la incomodidad de Taylor.
-Espero no-ríe- Todo lo que desempaque lo tengo que volver a empecar- se queja disfrazandola para que parezca broma.
-Tienes razón, te puedo ayudar, Dick no me está dejando ayudarlo con el tema de Deathstroke, así que estoy libre…
-¿Eso también lo vas a considerar una cita?- pregunta en broma con un leve sonrojo.
-Solo si tu quieres que eso sea- dice levantándose de la silla para tirar unos billetes y la mesa y esperar a que Taylor se levante.
Luego de buscar el auto de Taylor- que en realidad era de sus padres- ellos empezaron el viaje a la mansión Wayne.Ella se encontraba manejando mientras Jason estaba en el asiento del copiloto. Pierce cada tanto cambiaba la música y Jason solo la miraba, Ambos están discutiendo sobre que canción poner luego
-Solo digo que las canciones de The Weekend, no todas pero la mayoría, son hormonales. Por eso es mejor Taylor Swift- Decía Taylor- Además tiene mi nombre y eso la hace mejor.
-Si claro, y Taylor no, sus letras tampoco son muy santas -aporta Jason a la discusión, era con una sonrisa burlona que le sacaba seriedad a la conversación.
-Pero la mayoría de canción si, solo tenemos que quitar una que otra, como Drees y Wildest dreams- responde viéndolo de reojo pero centrándose en el camino.
-Estoy seguro de que hay más canciones de ese estilo, solo que no lo vas a admitir para ganar, aún así hormonales o no, las canciones de The Weekend son pegadizas y buenas, diría que hasta mejor que las de Taylor Swift- reclamo el pelinegro.
-Solo digo, que no sos canción que podes cantar a todo pulmón frente a tus padres- explica la castaña soltando una pequeña risa- y por eso, Taylor es mejor aunque lo niegues.
-Ya, no seguiré porqué siento que si lo niego podrías matarme- Bromea Jason- pero, la siguiente canción será de The Weekend.
Jason tomó el celular de Taylor y busco una canción para poner, no tardó en encontrar la indicada.
-¿Die for you? ¿En serio? No quiero decir que sea mala… Solo… Es dechado romántica como para imaginarte escuchandola.
La castaña seguía con un pequeño tono burlón al igual que el pelinegro.
-¿Acaso no crees que pueda ser romántico? Eso me ofende Grayson… -Respondió fingiendo decepcionarse y ofenderse.
-Prefiero que me digas Pierce… pero aún así si, no creo que puedas ser romántico.
Al principio lo dijo seria, pues no le gustaba que le digan Grayson, al menos no últimamente, pero luego cambió a un tono más divertido y con una pequeña risa.
Para suerte de ambos, o eso creía pensar Taylor, empacaron las cosas de ella rápidamente, estaban poniendo las cajas en el auto de ella, cuando Jason salió de la mansión con la última de ellas.
-¿Así que esto termina aquí? ¿Te volveré a ver? - preguntó el pelinegro algo serio, cerrando el baúl y yendo a donde estaba ella apoyada sobre la puerta del conductor.
-¿Esto…? Supongo que sí… pero no nos veremos por mucho tiempo -Le respondió la castaña con los brazos cruzados y una pequeña sonrisa melancólica.
-Entonces, tengo oportunidad de decir esto y que lo olvides para cuando nos volvamos a ver.
Dijo Jason viendo el piso, con una sonrisa nerviosa, se acercó a ella a paso torpe y la tomó de los hombros cuando quedó poca distancia entre ellos, Taylor se noto confundida hasta que entendió y en su rostro se notó que varios sentimientos la bombardearon.
-Taylor, se que no nos volveremos a ver pero…- Hablaba el nuevo Robin y ella dio un paso para atrás, soltándose del agarre de él.
-No… Jason, no…- Él la vio con algo de decepción cuando aquellas palabras salieron de la boca de quien creía amar.
-Tay, déjame terminar… me gustas, y… Y la distancia no cambia nada, ya de por si hay distancia entre nosotros ahora, te podría visitar cuando Bruce vaya a Londres por sus cosas de la Liga de la… - Taylor no lo dejó terminar de hablar, la voz de Jason ya sonaba como súplica y eso a ella la hizo dejar salir un par de lágrimas traicioneras.
-Jason, basta…También me gustas… pero…- Ella no supo qué excusa poner, el acaba de darle una solución para la distancia.
La castaña realmente lo quería, o eso quería pensar, sus sentimientos estaban confundidos y no se sentía lista para una relación, menos cuando estaba tratando de arreglar sus problemas. El pelinegro solo se indignó al ver que ella titubeaba y trataba de rechazarlo, él dio un paso atrás y dejó caer sus manos a sus caderas.
-Esta bien… pero si me das la oportunidad, yo te estaré esperando…
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