Capitulo 33
POV Anne
Abrí los ojos mirando el fuerte movimiento en la entrada del club. Hoy era su día. Respire hondo tomando el valor de ir en contra de mi orgullo que gritaba de manera alarmante por salir de aquí. Los sorbos de tequila de los cuales Willow prácticamente me obligo a tomar, me dieron la fuerza para tomar la decisión de que esa noche yo la necesitaba. Mi stripper
Salí del coche caminando en dirección a la entrada de "Imperium". La seguridad, que me conocía lo suficiente, apenas me vio, me dio el pase para entrar. El ritmo sensual de la música pronto llegó a mis oídos. Dos mujeres casi medio desnudas me miraron con una sonrisa maliciosa, haciéndome simplemente mirar hacia otro lado y dirigirme directamente hacia el mostrador de bebidas. Al llegar me encontré con la morena que siempre estaba ahí, Lucia. Yo sabía que ella era una de las fieles escuderas de Marcy dentro de Imperium. Apuesto a que sabía de todo el juego. Intente disipar tales pensamientos de mi cabeza cuando entonces la llame.
Lucia se volvió hacia mí, poniendo los ojos como platos al darse cuenta de que yo estaba allí. Ella parpadeó un par de veces en muestra de su nerviosismo evidente y entonces se acercó.
- ¿Desea alguna cosa?
- Lo de siempre.
La mujer asintió, poniendo un vaso de whisky con hielo sobre el mostrador.
- ¿Dónde está Marcy? - Susurré a la mujer me miró confusa.
Rodé los ojos con impaciencia.
- Darcy. ¿Dónde está ella?
- Está en el vestuario preparándose para la presentación.
- ¿Puedo hablar con ella?
- Sra. Boonchuy... No se permite el ingreso de ningún cliente en esa zona, a menos que la bailarina haya dado la orden.
- ¿Esto es necesario? Ella querrá verme de todos modos.
Lucia miró a ambos lados y se acercó.
- Sería mejor hablar después de la presentación. Darcy saldrá en pocos minutos.
Yo apenas asentí a la mujer que sonrió levemente. Tomé todo el líquido de mi copa, pidiéndole que la llenara con lo mismo de nuevo. Me alejé de la barra dirigiéndome hacia el escenario principal donde Darcy bailaría. En el camino me encontré con Terri que me miraba con curiosidad. La mujer se dirigió rápidamente hacia mí, y yo sólo resople. No estaba con el mejor humor para hacerme la simpática.
- Bueno, bueno, ¡quién está aquí! - Terri habló animada levantando los brazos hacia mí.
No dije nada, solté una ligera sonrisa para la mujer que estaba de pie frente a mí, impidiéndome continuar mi camino.
- ¿Has venido a admirar a mi piedra preciosa Boonchuy? - Soltó la mujer con altivez.
Sonreí cínicamente.
- "Mia" ¿querrás decir no?
Terri se encogió de hombros, arqueando una ceja.
- Tuya y de todos los clientes que la ven.
Podía sentir una pizca de malicia en su frase, pero no dejaría que algo así me debilite.
- No señorita, sólo mía... Algo es nuestro cuando lo tenemos por completo.
- ¿Y tú la tienes? - Preguntó casi desafiante.
- Si estoy diciendo que es mía, es porque lo es. - Corté a la mujer con humor negro.
Terri sonrió sin humor.
- Muy suertuda entonces Anne. Has conseguido lo que nadie puede tener, pero no se sabe hasta cuándo ¿no es cierto?
- Hasta cuando yo lo considere mejor, no se preocupe.
- Muy bien, siéntete como en casa, Boonchuy.
Solo asentí, levantando mi copa de whisky a la mujer con una sonrisa. Terri no salió con una buena cara, ya debería saber que no era de conversaciones, especialmente con el tipo de mujer. Miré que se apartó de mi camino en dirección a su oficina.
Continué mi camino a la primera fila, donde me sentaba a verla bailar. Como siempre lo hacía. Un grupo de hombres a lado reían y conversaban entre sí.
"No te arrepentirás de haber venido. Ella es la más caliente de las bailarinas, tiene que ver ese cuerpo. Me emociono con sólo mirarlo".
Dijo el rubio animado para el otro individuo. Rodé los ojos con impaciencia. Era una agonía de tener gente y más gente hablando de forma sexual acerca de tu mujer, porque Darcy Marcy era MI MUJER.
Respire profundo tratando de mantener mi auto-control. Podría incluso ser cómico si no fuera tan trágico. Hace semanas, cuando no sabía que Darcy era Marcy, mis celos por la stripper se enmarcaban en un nivel bajo. Pero después del descubrimiento, saber que todas estas personas deseaban y hablaban de Marcy me irritaban. Loco, lo sé. Pero era lo que estaba sintiendo. Si fuera por mí, alejaría a Marcy de este club sin permitirle regresar.
"¿será que ella hace privados?"
"Dicen que no. Ella nunca durmió con un cliente. Algunos la llaman 'la intocable' "- El rubio hablo nuevamente.
"No creo eso, sólo hay que ofrecer una alta cantidad para que acepte. Vamos, ¿dónde está aquella señora? Hoy voy a dormir con esta perra".
El cerdo habló con su acento italiano barato, riendo junto con los otros dos chicos.
Yo tranquilamente tome un sorbo de mi whisky, saboreando cada gota en mis labios, y luego rápidamente me puse de pie caminando hacia el grupo de hombres, y pretendí haber resbalado, vertiendo todo el líquido del vaso en la camisa blanca del italiano que había hablado.
- Joder, ¡mira lo que has hecho! - Gritó todo mojado.
No retrocedí, me quedé mirando al hombre con frialdad. Mientras el me miraba a mí, fulminándome con sus ojos.
- Lo siento, no te había visto ahí. - Dejé suficiente ironía para aumentar su ira.
- ¡Mira dónde vas la próxima vez!
Los otros tres hombres que lo acompañaban se rieron y siguieron detrás del furioso italiano, que se fue en dirección al cuarto de baño. Imbéciles.
Me senté de nuevo en mi lugar, pidiendo un vaso de whisky de nuevo, esta vez a una rubia que caminaba de un lado a otro con bebidas. Ella me dio una mirada traviesa, que trate de hacer caso omiso, al oír los murmullos que la presentación comenzaría.
Los focos se apagaron dejando sólo las luces de piso en la tarima. Imaginarme a Marcy, o mejor, a Darcy. Que en cualquier momento aparecería hizo que mi corazón se acelerara, un cierto nerviosismo de tenerla así de nuevo y ahora sabiendo todo era demasiado grande. Tome un gran trago de la bebida que seguramente ya estaba alertando todos mis sentidos, ¿sólo tiene que ver donde estoy ahora mismo no? Cuando, finalmente, la música comenzó.
El reflector se posó en el cuerpo de la stripper, mostrando exactamente cómo ella estaba esa noche. Maldita.
Maldije mentalmente cuando vi su ropa. Darcy iba disfrazada de nada menos que Marcy. Llevaba una falda corta formal con una enorme hendidura en el muslo, dejando en evidencia el tirante negro. En la parte superior, una blusa blanca desabrochada hasta la cima de sus pechos cubiertos con un sujetador rojo. Llevaba el pelo recogido en un moño bien hecho, y en sus pies unas zapatillas. Y, obviamente, no podía olvidar el detalle principal, su máscara. Ella estaba absurdamente sexy.
Darcy se voltio de espalda, balanceaba su cuerpo de un lado a otro lentamente en perfecta sincronía con la música sensual que estaba sonando. Se llevó sus manos a un lado de su cuerpo para descender poco a poco, para luego voltear y caminar con gracia a la parte delantera del escenario, lanzando su mirada seductora y una traviesa sonrisa en mi dirección. Ella sabía que iba a venir, sabía el poder que tenía sobre mí. La morena me guiño un ojo y luego se mordió el labio en desafío. Ella rodeo el enorme tubo de pole dance con una postura totalmente superior, y entonces coloco las dos manos sobre el mismo para bajar rápido y luego volver a subir lentamente.
-¡Maldición, que buen culo!
-¿Cuánto quieres para follar conmigo esta noche?
-Exclamo el hombre a mi lado, lo que aumentaba aún más mi ira. Al ver que todo el mundo deseaba a la mujer que yo tenía en posesión podría ser bueno, lleno mi ego de una manera increíble. Pero ya que todo tiene su lado malo, eso no sería diferente. No me gusta pensar que todas aquellas personas imaginen tenerla. Mire al hombre que estaba babeando por Darcy, pero luego regrese mi atención a la stripper que se movió de manera sensual con la música que estaba sonando, y no tenía ninguna duda de que ella bailaba para mí. Mantenemos una línea fija de miradas cargada con lujuria e ira. Darcy deslizo su lengua sobre sus labios rosas, mientras que poco a poco comenzó a desabrocharse el resto de los botones de su blusa. Su cuerpo se movía de un lado a otro, mostrando incluso más curvas sinuosas hasta que totalmente se quitó la blusa que giro en el aire y la lanzo a la audiencia o más bien a mí. Agarre el tejido delicado y lo lleve hasta mi nariz donde aspire profundamente el perfume tan conocido por mí. Ella sonrió diabólicamente y se voltio de espaldas quitando el pequeño objeto que tenía en su cabello, dejándolo caer como una hermosa cascada sobre su espalda, que por cierto también fue maravilloso.
Incluso de perfil pude ver su dulce sonrisa a cambio de una sonrisa seductora. Allí era una perfecta transformación que causaba la destrucción en mi vida. Marcy quería mostrarme como las dos eran una sola, y como podía ser jodidamente maravillosa. Y yo no tenía ninguna duda acerca de eso, las dos, si pudiera dividirlas, eran la unión de placer
Estaba tan hipnotizada por su cuerpo que se movía, tan sensual. Dios, era mi final. Me sentía caliente, húmeda, en el infierno solo por verla bailar de esa manera puramente sexual. Darcy ínsita a la imaginación humana para ser perverso y maligno, podría catalogarla como uno de los siete pecados capitales.
La monera retiro la pequeña falda, dejando su cuerpo cubierto solo por la diminuta lencería roja y sus medias negras.
La gente alrededor estaba emocionada, y comenzaron a lanzar dólares y más dólares. Darcy sonrió cínicamente. Al igual que ni si quiera sabia por toda esa euforia, pero ella sabía. Y sabía muy bien.
La maldita adoraba aquello, ella adoraba ser deseada, cortejada por su público sediento de más. Si existiera vidas pasadas
Darcy Marcy con toda certeza había sido alguna emperatriz o reina. Podríamos sentir fácilmente como ella amaba ser codiciada por todos de una manera totalmente sexual.
Era el cielo y el infierno en un solo cuerpo. ¿Te atreverías a jugar este juego? Yo sí.
La mujer se movió con tanta facilidad en el tubo de pole dance, haciendo fuerza de forma sutil.
Ella era dueña de un cuero tan bien hecho, que me costaba imaginar que perdía tiempo en gimnasios para dejarlo aun así, era simplemente maravilloso y se movía en perfecta sincronía con la música de fondo. Sus movimientos nos hacían imaginar un millón de cosas que seguramente no llevaba nada inocente.
Tome un sorbo de mi Whisky, el fallido intento de hacer que mi cuerpo se relaje. Pero solo había una cosa que me hacía relajarme esta noche. Y yo estaba mirándola. Marcy, o más bien Darcy Wu, deslizo sus pequeñas manos por todo su cuerpo ligeramente sudoroso debido a su esfuerzo en la danza. Por lugares donde todos allí querían que pasara. Una mujer pelirroja se puso de pie y le grito a la stripper la cual se acercó con una sonrisa, mientras que ella audazmente puso en su sujetador unos pocos dólares.
Cerré los puños, tratando de mantener bajo control la rabia que se apodero de mi cuerpo. Darcy no me provoques o yo la quitaría de aquel escenario cuando ella menos se lo espere. Cuando la puso los ojos sobre mí nuevamente, percibió automáticamente mi furia y sonrió la muy hija de puta.
La mujer se estaba acercando a mí haciendo que el hombre a mi lado se vuelva loco. Lo mismo en ese punto el hombre ya no tenía ni un mísero dólar en su cartera, él puso sus ojos en todo el cuerpo de mi mujer que ni siquiera lo noto. Darcy estaba tan cerca, quedando cerca de mí, yo podría sentirme débil con la visión. Pero ahora no, me levante, cogiendo algunos dólares y con los ojos fijos en ella, coloque los dólares en la fina barra de sus bragas. "Soy toda tuya". Darcy lo susurro solo para mí. Agarrando los dólares que había puesto en sus bragas, para luego romperlos delante de mí. Tirándome un pequeño beso en el aire
Provocadora y audaz. Se dio la vuelta para irse al fondo del escenario. Terminando su presentación.
-¿Qué hiciste?
Oí al hombre preguntar, sacándome de la burbuja en donde me encontraba.
-¿Qué? - Pregunte confundida.
-¿Que hizo para que baile así para usted?
Me quede mirando al hombre y sonreí. Termine de tomarme el resto de mi whisky
- Yo la hice MIA.
Me levante de la silla dejándolo atrás. Camine hacia los vestuarios en el que podía ver a Lucia en la entrada. Una vez que la morena me vio. Dejo escapar una sonrisa.
-¿Puedo hablar con ella ahora?
-Le pregunte a la mujer que me miro dudosa
-Déjame preguntarle antes.
Le agarre rápidamente el brazo, impidiendo que se vaya.
-No es necesario, déjamelo a mí.
Ella solo asintió, mirando de un lado a otro para entonces dejarme pasar.
Sonreí y entre.
El pasillo estaba vacío, probablemente todos estaban ocupados en el salón del club. Pase por algunas puertas buscando en cual Marcy estaría. Cuando al fondo pude ver su nombre grabado en una placa.
"Darcy Wu"
Me aproxime despacio, parando frente a la puerta. Tomando una respiración profunda antes de lo que estaba por venir. Yo no debería estar allí, lo sabía.
Pero yo no podía alejarme de esa mujer. Era más fuerte que yo.
Di vuelta a la perilla lentamente de la habitación. Donde pude ver rápidamente a la parte inferior, ella estaba delante del espejo rodeado de luces.
-¿Sabes que es prohibida la entrada a los clientes aquí?
Darcy hablo pausadamente, y yo no dije nada. Cerré la puerta del vestidor agarrando la llave, colocándola en el bolsillo de la chaqueta que llevaba
-Anne, sal.- Ella ordeno girando hacia mí.
Sonreí y me acerque lentamente.
-No voy a salir
-Tienes que salir
-Para que te niegas. Tú sabías que vendría
Su mirada se cruzó con la mía. Y en su iris marrón pude ver mi reflejo totalmente perdida. Puse mis dos manos en la cintura de la mujer, juntando su cuerpo con el mío con firmeza.
Sentí la respiración caliente de la stripper contra mi rostro, ella tenía un leve aroma a menta con un toque de cereza. Me mordí los labios, deslizando mis manos por la espalda lentamente
Darcy llevo sus manos a la máscara con el fin de quitársela pero yo se lo impedí.
-No, no te lo quites. Quiero a Darcy esta noche.
La morena sonrió, y se volvió hacia mí. Y uní mi cuerpo de nuevo al de ella, sintiendo el familiar calor apoderándose de mi cuerpo. Ahora yo veo nuestros reflejos través del espejo frente a mí. Era la imagen perfecta del infierno placentero.
- Estás loca Anne.
Darcy dijo mirándome a los ojos a través de nuestros reflejos.
- ¿Por qué?
Le pregunté, acomode su cabello lentamente hacia un lado, distribuí besos en su cuello desnudo, ¡Bingo!
- Soy Marcy también. Deja de querer dividir lo que ya sabes que es solo una.
Miré a la mujer en el espejo. Dejando pequeños besos y mordiscos en su hombro
- Mientras la máscara está en tu cara, eres Darcy.
- ¿Y a quién quieres?
Me preguntó volviéndose hacia mí. Lleve mis manos a su cara, deslizando el pulgar sobre los labios carnosos de color rosa. Y luego por el lado de su cuerpo hasta los muslos. Que suspendí rápidamente, lo que obliga a la mujer a sentarse en el banco detrás de ella.
- Quiero a las dos. O mejor dicho, yo quiero a una.
Darcy puso las manos hasta mi cuello tirando de mí de manera agresiva para un beso feroz. Sentí que mi cuerpo vibrar al sentir su lengua deslizándose sobre la mía con tal habilidad. Me chupó con apuro e ira. Uniendo su cuerpo rudamente contra el mío. Nos devorábamos como dos locas en ese momento. Mis manos recorrieron su espalda, apretando aún más la mujer en contra de mí. Darcy me chupó el labio inferior terminó el beso con un pequeño provocador mordisco.
- No, aléjate. - Dijo bajando del mostrador.2
La miré fijamente sin entender, mi respiración ya estaba en malas condiciones. Mi cuerpo caliente y húmedo. Sedienta por el cuerpo de la morena frente a mí.
- ¿Qué? ¿Por qué?
- No puedo hacer esto Anne! ¡Las cosas no se van a resolver así!
- ¡Podrían ser resueltas!
- No, no podrían. Estás borracha, mi Dios.
- Dios, por supuesto se pueden. Vamos. ¡Sé Darcy por mí! Sé ella esta noche Marcy...
Se volvió hacia mí, llevando una mirada provocativa y desafiante.
- ¿Quieres que yo sea Darcy esta noche? - Me preguntó con malicia.
- Si yo quiero. - Hablé decidida.
La morena sacudió la cabeza para luego sonreír diabólicamente.
- Como desees Boonchuy. Siéntate.
- ¿Por qué?
- Siéntate. - Ella ordenó apuntando hacia la silla.
Me quite mi chaqueta, tirándola sobre el sofá que estaba del otro lado. Y entonces me senté, no entiendo a dónde iba con tales órdenes. Confieso que tener devuelta a Darcy dando órdenes es muy emocionante.
- ¿Qué vas hacer?
- Un poco de show privado para usted. Manténgase bien en silencio, o de lo contrario termina.
No dije nada, pero yo asentí con la cabeza. Darcy se sentó lentamente en mi regazo, haciéndome admirar cada parte de su cuerpo descubierto. Demasiado sexy.
- ¿Recuerdas las reglas? - Me susurró.
- Podríamos dejarlas a un lado.
Hablé con una sonrisa atrevida, acariciando suavemente sus muslos
- No, en cada juego hay reglas.
- ¿Este es un juego?
- Sí, mi juego
- ¿Puedo ganar su juego?
- Nadie más que yo ganar este juego.
- ¿Puedo cambiarlo? - Hablé agarrando su cintura.
- ¡No te apresures!
Darcy cortó con una palmada en el brazo.
- Marcy, ¡Dios! no puedo.
Ella sonrió y se puso de pie, haciendo el sonido del "tsk tsk tsk" con la lengua.
- Creo que voy a tener que empezar a castigarla por sus errores Anne.
Acabo de ver como se aleja, a continuación, ¿vuelve con un látigo? Dios, ¡era un látigo!
- ¿Qué piensas que vas hacer ahora?
Le pregunte mirando el objeto que tenía en las manos. Darcy estaba frente a mí ahora, sólo llevaba una ropa interior de color rojo sangre, con su hermosa y ligera cinta negra y tacones. Su cabello era un desastre que la hacía muy atractiva. Y en sus manos el látigo de cuero negro
- Calmada Boonchuy. - Ordenó.
- Marcy...
Empecé a hablar cuando el látigo golpeó en el muslo haciéndome gemir de dolor.
- ¡Hija de puta!
- Cierra la boca. - Ella ordenó.
- ¿Quieres que yo sea Darcy no es así? Entonces seré ella. Pero debes estar segura que Darcy tomara venganza por Marcy.
- ¿De que estas hablando? - Pregunté confundida, y enojada.
- ¿Crees que va a olvidar esos azotes que recibió?
- Se los merecía. - Bromeé.
Darcy se encogió de hombros con una sonrisa hermosa.
- No estoy en desacuerdo. Pero es hora de que se obtiene lo que se merece.
- ¿Me azotarás toda la noche? – Pregunté burlonamente.
Luego de sentir el cuero ir contra mi piel otra vez. Haciéndome jadear.
- Si quiero, quién sabe. - Su tono arrogante me excitaba. Darcy llegó alrededor de la silla donde estaba sentada – Sabes muy bien donde estas, ¿No es así?
- Usted sabe que yo soy el jefe aquí. - susurró sensualmente en mi oído. - Y aquí, no eres más que mi sumisa.
- Ten cuidado de Darcy, tener mucho cuidado.
- ¿Me estás amenazando?
Ella pregunto dejando caer dos latigazos directos en mi piel
- Te voy a terminar.
Ella se rio y se detuvo frente a mí. Tome el instinto de agarrarla.
- No. Siéntate de nuevo y cállate.
Me senté de nuevo. Ella me miró, y luego dejo caer el látigo a un lado.
- Te ganaste un pequeño show privado esta noche. Pero recuerda, no me puedes tocar.
La música estaba muy fuerte allí también. Tomé una respiración profunda mirando las marcas donde me golpeó. Y luego me quede mirando su cuerpo que comenzó a moverse lentamente frente a mí de un lado a otro.
¿Te puedes imaginar? ¿A Darcy Wu moviéndose en una sensual manera a unos pocos centímetros de distancia de ti? Fue alucinante. La morena se acercó, permaneciendo entre mis piernas y frotando su cuerpo poco a poco en el mío. Podía sentir su sexo rozando mi muslo lentamente. Me mordí el labio y cerré los puños evitando la necesidad de tocarla.
Se puso de pie, a espaldas a mí y se sentó en mis piernas de nuevo, moviéndose en perfecta sincronía con la música mientras que su culo se frota sobre mí. Joder, me iba a volver loca. El impulso de agarrar todo el voluptuoso trasero y exprimirlo era mucho. Pero me controlé, ver a la mujer burlándose de mí de una manera que ni siquiera sabía si podía mantener la situación. Darcy se puso de pie y se inclinó hacia adelante moviendo su cadera derecha delante de mí, para luego girar de nuevo a mí cara con ese par de ojos calientes, y una sonrisa diabólica.
Se llevó ambas manos al cierre del sujetador, lo retiró y tiró al suelo, dejando sus pechos totalmente expuestos a mí. Sentí mi latido del centro húmedo en deseo, se me hacía agua a la boca con el impulso de chupar ellos. Dios tenga piedad, declaro en el pensamiento.
La morena se acercó de nuevo sentada en mi regazo, ahora frente a mí. Darcy llevó sus manos a mis hombros y froto su cuerpo sobre el mío con el ritmo de la música.
-Joder... Me vuelves loca. - Susurré.
Vi a la mujer cerrar los ojos y gemir.
Ella estaba sintiendo placer con sólo frotarse sobre mí. No, no, no podía aguantar. Tomé su cintura forzando más de su contacto. Sin embargo, se puso de pie, dándome la espalda.
-Quítalo. - ella ordenó.
Llevé mis manos a la delgada cadena de las bragas que llevaba, bajando la mojada fabrica. En cuanto a la hermosa vista delante de mí, Darcy estaba completamente desnuda, solamente con sus ligueras cintas, medias y tacones altos.
-Maldito infierno, Darcy. - Dejé escapar las palabras casi en un gemido.
Ella sonrió, mordiéndose el labio burlándose y se sentó en mis piernas de nuevo
-¿Te gusta lo que ves?
La morena preguntó frotando su cuerpo sobre el mío de una manera sensual y de acuerdo con la música que llenaba el ambiente. Me estaba volviendo loca. Tal vez fue el alcohol en mi torrente sanguíneo o el simple efecto de que la stripper causó en mí. Pero yo estaba sudando, mi garganta estaba seca, y mi cuerpo gritando por ella.
-Me encanta.
Darcy deslizó la lengua por sus labios y tiró de mi vestido, dejando libre mis muslos, para luego volver a mecerse en mí. Cerré los ojos cuando sentí su centro húmedo caliente sobre mi muslo cuando la mujer se frotaba en mí.
-Hmmm... Baila para mí, Darcy. - Susurré deslizando mis manos sobre el cuerpo de la morena.
Y así lo hizo, podía escuchar los gemidos que salen de su boca. Ella empezó a frotar más rápido y más duro. Tomé su cintura, marcando el ritmo que debe seguir. Su respiración era pesada como la mía. Necesitaba sentir de ella, todo mi cuerpo vibraba. Podría tener un orgasmo solo con la situación que me encontraba. Así que decidí cambiar el juego, me levanté de la silla con ella en mi regazo y con fuerza coloque a la mujer en el mostrador de nuevo, mirándola a sus ojos oscuros y perversos.
-Gané. - Le dije a continuación, tomando sus labios en un beso voraz mientras mis dedos se encargaron de hacerla sentir placer.
Darcy se llevó las manos a mi vestido levantándolo hasta la cintura, y rápidamente presiono con los dedos en mi centro mojado completamente empapado. Gemí con sorpresa.
-No Lo creo, yo soy la única que ganó.
Ella susurró en mis labios, mientras sus dedos se hicieron a un lado del fino tejido de mi ropa interior, hundiéndolos a la vez en mí.
Oh Dios... - gemí clavando las uñas en su muslo, mientras que con la otra mano continuaba frotándola en su manojo de nervios.
Marcy empujó una, dos, tres veces para luego tomar sus dedos hacia fuera y llevarlos a la boca, chupando ellos de tal manera sexual que me hizo gemir, y ella se quejó también. Al ver cómo se chupaba cada parte de mi líquido, estaba siendo enloquecedor.
-Usted es deliciosa, Anne. - Hablaba de una manera casi gimiendo.
Ella dejó salir las palabras con valentía cuando trajo de nuevo sus dedos a mi centro, esta vez a acariciar mi clítoris que añoraba sus intensos toques.1
-Oh Marcy!
Gemí débilmente, pero aumentando el ritmo de mis dedos en su clítoris palpitante.
-Así Anne... Más... - gimió.
Se frotó con ganas con los cuatro dedos justo donde deseaba. Y así lo hice con ella.
-No Sabes lo maravilloso que es verte gimiendo así, como una perra de lujo. - Susurró ella, mordiendo el lóbulo de la oreja
Hija de puta, me manipuló como ella quería. Y yo simplemente no podía hacer nada porque mi impulso fue simplemente gemir con sus toques tan placenteros.
-Gime, Anne. Gime para mí.
Apoyé mi cuerpo en el mostrador a su alrededor, y Marcy se mantuvo masturbándome. Sostuve firmemente su pelo con una mano, tirando de su rostro y tomando su boca en un beso agresivo. Chupe su lengua con dificultad debido a los espasmos que su toque causó en mí. Casi nos tragamos entre sí como dos locas.
Cuando oímos fuertes golpes en la puerta.
-¡¿Darcy?! ¿Estás ahí?
Cerré los ojos con fuerza, no creyendo en lo que estaba escuchando.
-Continúa... Oh Dios, no te detengas.
Los golpes en la puerta continuaron, mezclándose con el sonido de la música, el sonido de la fricción de los dedos que se movía tan rápido en mi clítoris. Me estaba volviendo loca. Dios. Penetré a la mujer con dos dedos a la vez. Duro y áspero.
-¡Mierda! ¡Tan bueno! - Gimió sensualmente
-¿Darcy? Hay un cliente que quiere conocerte.
Era la voz de Terri. Me quedé mirando a los ojos de la morena que sonrió provocativamente.
-Si te detiene antes de hacer que me corra voy a terminar tu vida.
-¡Lo mismo va para ti!
Sus dedos se movían lentamente sobre donde necesitaba más. Traje rápidamente mis manos encima de Darcy e impulse de la forma en que necesitaba.
-¡Me gusta esto! ¡Más rápido!
Pedí forzando sus dedos que se movían más rápido y más duro, por lo que mi cuerpo explotó en un orgasmo alucinante. Los objetos en el mostrador comenzaron a caer al suelo con los movimientos que hicimos, los empujes en sí eran violentos y salvajes, rápidos e intensos. Dios, yo ya no tenía el control de mí, ni Darcy de sí misma. La mujer se meció contra los empujes profundos de una manera desesperada y urgente, gimiendo de tal manera caliente. Cerré los ojos dejando que el clímax me lleve junto con la mujer que gemía tan fuerte en mi oído.
Los golpes en la puerta volvieron de nuevo, obligándome a dejar ir a Darcy. Nos miramos, con las respiraciones pesadas. Podía ver la boca entreabierta y las pequeñas gotas de sudor correr por sus sienes. La stripper se bajó de la encimera completamente mojada, agarrando su abrigo que estaba en la percha de al lado
-Tengo que abrir la puerta.
Me arregle el vestido, poniéndome la chaqueta y entregándole la llave a la mujer. A diferencia de Marcy que estaba totalmente desnuda debajo de su abrigo, yo ya estaba vestida. La morena caminó hacia la puerta, mirándome por última vez antes de abrir la puerta.
-¡Por fin!-escuche la voz impaciente de Terri
-Estaba un poco ocupada - Marcy dijo cínicamente
-No hay problema, me gustaría presentarte a este chico.
Yo negué con la cabeza, mientras acomodaba mi ropa frente al espejo. Ninguno de ellos había notado mi presencia allí
-Así que tengo la oportunidad de conocer a la mejor Stripper de Estados Unidos. Un placer conocerte Darcy, mi nombre es Antoni Brown.
Un placer, Antoni
-El placer es que todo mío
-Darcy, Antoni vino de Italia y un amigo suyo lo trajo para conocerte
-Oh, ¡wow!
-Bueno los dejo a los dos solos, que estoy segura que es lo que quieren. -Dijo Terri.
-Por supuesto, una mujer tan hermosa como Darcy necesita una buena compañía.
El hombre habló con acento italiano. Dios, yo sabía quién era. Camine inmediatamente, uniéndome a Darcy.
-Más que segura que no es tuya.
Hable arrogantemente, tomando de la cintura de la morena frente a mí. Antoni era el mismo hombre al que derrame el vaso de whisky antes. Así que cuando sus ojos se posaron sobre mí, su cuerpo temblaba de rabia.
-Oh Anne, no sabía que estaba aquí.
Terri habló rápidamente tan sorprendida y avergonzada. Probablemente odiándome por arruinar sus planes
-No veo razones para que tengas que saberlo ¿no?
Darcy abrió sus ojos en mi dirección.
-Por supuesto
-Vámonos Darcy.
-Darcy estará ocupada ahora. Traje a este chico para que la conozca, Anne.
-Ella no lo necesita. Mucho menos a un chico como él.
-¿Qué quieres decir con eso?
El hombre hablo cabreado. Me paré delante de Darcy que me sujeto de mi abrigo con sus manos.
-Que no quiero que coquetees con lo que es mío. Así que ve a buscar a otra más.
-Antoni venga conmigo. Tengo otras maravillosas bailarinas.
-Yo vine para conocer a Darcy Wu. -El hombre dijo con enojo.
Yo me reí sarcásticamente.
-¿En cuántos idiomas quieres que te explique qué Darcy no va a quedarse contigo? Lo siento si vienes de Italia o de donde mierda sea. No va a ser ahora, ni ninguna otra vez.
El hombre y Terri me fulminaban con sus ojos. Y rápidamente cogí la mano de Marcy, y la saque de allí.
-¡Dios! ¿Qué estás haciendo? ¡Terri me matará!
-¡Ven conmigo! -Ordene a la mujer sin darle una opción.
Salimos por la puerta trasera del Club. Prácticamente arrastrando a Marcy del brazo.
-¡Me estás lastimando!
Yo sabía que mis acciones eran una mezcla de loca de celos y alcohol. Yo no era una persona confiable en estos momentos. Mi arrogancia me convirtió en alguien demasiado tosca. Jalé a Darcy hasta llegar a mi automóvil, donde la hice entrar azotando la puerta seguidamente.
-¿Puedes explicarme qué diablos estás haciendo?
La mujer preguntó furiosa sacando la máscara de su cara.
-Te estoy llevando a casa.
-¿Y quién te dijo que yo quiero ir?
Apreté ambas manos en el volante, hasta que las articulaciones de mis dedos se vieron blancas. Cerré mis ojos y respiré hondo.
-No tienes que querer. ¡No vas a quedarte aquí para que ese imbécil te esté rondando! ¡Y que cualquier otro idiota se imagine que eres una prostituta!
-¿Qué dijiste?
-¡Eso que escuchaste! ¿O crees que su camiseta se ensucio por si sola?
-¿Tu hiciste eso?
- Y haría mucho más.
-¡Demasiados celos, Dios!
-¡Joder! ¡No importa!
-¡Sí importa! ¿Porque estos celos?!
-¡Porque te amo! ¡Y no soporto ver que alguien más te quiera!
Le grité a la morena que me miró con la boca abierta. Hasta que vimos a Terri golpeando la ventana de mi auto. Marcy la bajo rápidamente.
-¿Qué está pasando Darcy? ¿Cómo voy a explicar eso? – Dijo molesta la mujer
Tomé una respiración profunda, sintiendo que el alcohol hacia efecto en mi cabeza. Rápidamente baje del coche, caminando hacia la rubia quien retrocedió.
-¡Explícale a esa mierda que ella no es ninguna puta! Si usted quiere vender a sus bailarinas busque a otra. –Dije prácticamente gritando.
Terri semi cerró los ojos y Marcy me detuvo. O en cualquier momento iba a saltar al cuello de la mujer frente a mí.
-Vamos a hablar de esto, Darcy. Dijo Terri retirándose.
Yo estaba furiosa. Marcy me miró asustada. Yo camine a mi lado del coche
-¡Salte de allí! Déjame conducir el coche que estás demasiado borracha. Y no me quiero morir.
Cambiamos de lugares en el coche, porque a pesar de todo. Era consciente de que conducir no sería la mejor opción.
-Voy a llevarte a mi casa. Allí llamare a AbuHop para que te recoja.
Yo no dije nada. Sólo mire a la mujer que es simplemente se veía espectacular, pensando que bajo ese abrigo estaba totalmente desnuda, era por decir lo menos tentador.
Puedes dejar de mirarme así Boonchuy. No habrá nada más para ti esta noche después de este tremendo lío.
Marcy condujo hasta al frente de su edificio, donde aparco mi coche.
-Ven conmigo.
Caminé junto a Marcy hasta el elevador. Las puertas de metal se cerraron, y rápidamente cogí la cintura de la mujer.
-¡Anne, aquí no!
-¿Tienes miedo a que te vean?
Obviamente, no quiero que me boten de aquí también.
Bese el cuello de Marcy quien estaba temblando. Yo no estaba bien, no era normal. Amaba a esa mujer, pero a la vez la odiaba. Era una mezcla de amor y odio que unidos causaban un terremoto en mi interior. Las puertas del elevador se abrieron haciendo caminar rápidamente a la morena y yo solo la seguí.
- No hagas ruido ¿OK? Yo sé que después no querrás que Ally y Dinah sepan que estas aquí. Entonces quédate quieta
- Si yo hago ruido, ¿vas azotarme otra vez?
Marcy sonrió y abrió la puerta. Y yo rápidamente la seguí
El apartamento de Marcy era pequeño pero muy cómodo. Tenía una vela de decoración, bien al su estilo. El lugar estaba en silencio, no podría ser diferente debido a la hora. La mujer me llevó en dirección al su cuarto, cerrando la puerta en seguida.
Yo me senté en su cama, admirando aquel lugar. Su gran cama doble se quedaba al centro. Las paredes tenían colores claros, contrastando con el piso enmaderado. En las paredes un mural con fotos y recados. Los estantes estaban llenos de libros alineados, y limpios. Todo allí era muy organizado, bien al estilo de Marcy. Yo mire a la mujer que buscaba alguna cosa.
- ¿Qué estás buscando?
- Mi teléfono, tengo que llamar AbuHop.
- ¿Puedo dormir aquí?
Marcy me miro sin entender
- Voy a estar tranquila, MarMar. Yo solo no quiero quedarme sola.
Nos quedamos en un incómodo silencio hasta que ella dejó caer su bolso a un lado y se dirigió hacia mí.
- ¿Estas segura? Estas muy borracha, yo no quiero que mañana me digas cosas malas. La decisión de quedarte es tuya.
- Sí, déjame dormir contigo. O volveré allá y golpeare aquella mujer.
- Anne...Terri es una mujer que me ayudó mucho.
- Yo no quiero hablar de eso ok? Yo no quiero pensar en nada sobre eso ahora
- Tendremos que hablar sobre todo eso, ¿tú sabes no?
- Después MarMar...después...
Hablé agarrando la cintura de Marcy, recostando la cabeza en su abdomen.
- Todo bien Anne Banana, toma un baño, ahí ok? Yo voy tomar toallas y alguna cosa para que te vistas.
- Báñate conmigo
Marcy sonrió dulcemente, y acaricio mi cara despacio
- No, yo no te quiero así. Yo quiero que estés sobria.0
- ¿Qué quieres decir con que no me quieres así? Hace un tiempo nosotras estábamos juntas.
- Yo estoy sin la máscara ahora, ¿estás viendo? Quien está hablando es Marcy. Anne yo sé de la confusión en la que te encuentras, y yo no quiero resolver la situación mientras etas en estas condiciones.
- Entonces solo déjame quedarme, y dormir contigo...
- Todo bien, puedes quedarte.
Vivir entre Darcy y Marcy no estaba siendo tarea fácil. Las dos eran una. Solo una. Y yo tendría que aprender a lidiar eso si quería tener aquella mujer a mi lado.
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