Capitulo 14
Pov Anne
-¡Anne, debes venir! papá te extraña. - He oído la voz de Polly tratando de convencerme a través del otro lado de la línea.
-No puedo ir, ¿no tienes ni idea de lo ocupada que estoy?
-Bien sabes su condición, y ya tienes meses que no vienes a visitarnos.
-Polly, por favor. No es fácil para mí, y tú lo sabes.
-Necesitas aprender que la familia es importante Anne, aprendimos y tu también puedes.
-¡No puedo!
-Te puedes callar y venir este fin de semana, vamos a hacer la fiesta de cumpleaños de papá y estoy segura de que le gustaría tenerte aquí
Tomé una respiración profunda tratando de calmarme. Habían pasado meses desde que los vi, no es que yo no sentía la voluntad de estar con mi familia. Pero era de alguna manera complicado estar con ellos, y por otra parte, tenía demasiados compromisos de los cuales preocuparme, que era una buena táctica para escapar de los encuentros. Pero, al parecer, esta vez no me podía escapar, Polly estaba decidida a hacer que vaya.
-Lo voy a pensar, ¿está bien? Tal vez el fin de semana me presento allí. - Hablé rindiéndome ante su insistencia.
-Piensa en ello con cariño, o no. Pero vienes. Voy a hacer tu pastel favorito.
Sonreí, recordando cómo Polly y yo estábamos juntas, aunque más jóvenes, mi hermana sabía muy bien de la vida. Siempre ha sido una chica madura y centrada.
-¿Lo vas a hacer? - Le pregunté sonriendo.
-Sí, te extraño. - Su tono era melancólico, causándome opresión en el pecho, en el anhelo de estar con ella.
-También tengo un poco de nostalgia. - Escuché la respiración a través de la línea, de ritmo tranquilo.
- Me tengo que ir, puedes llamarme cuando quieras.
-Muy bien, voy a esperarte este fin de semana.
-Que tengas una buena noche.
-Buenas noches. - sonreí, recordando la forma en que solía llamarme.
He desconectado la llamada, dejando de lado el aparato. Las llamadas o reuniones con mi familia siempre me dejan medio melancólica. Lo que odiaba, era complicado sentirse tan frágil, no era mi naturaleza, no más. Cerré los ojos inclinándome contra el acolchado sillón, tratando de hacer que los músculos de mi cuerpo se relajen, lo que no ocurrió. A esta hora estaba sola en el edificio, sólo el ruido de los coches y el tráfico intenso de Miami llenó la habitación ese momento. Me puse de pie, me serví un vaso de whisky, mi compañero de todos los días, caminando hacia la gran ventana de cristal en la cual yo tenía una hermosa vista de la ciudad completamente iluminada esa noche.
En ciertos momentos me sentía sola y lo encontraba mal. Pero en otros, la soledad llenaba en si, la calma que me hacía sentir tan bien, que era al menos reconfortante sentirse fuera del mundo donde tenemos tantos problemas y deberes. A veces sólo se necesitaba olvidar quién era yo.
"Oh Cielos Anne, estás demasiado sola" - pensé bebiendo mi whisky. Miré el reloj, viendo que era más la hora para salir, y perderme un momento en el cuerpo de la mujer que yo más quería.
En menos de media hora, estaba aparcando el coche en el garaje de Imperium. Ajusté algunos detalles en mí, me puse el abrigo, y me fui hacia el edificio. Y Jesus, ¿aquel lugar siempre estaba lleno? La masa de la gente en la fila para comprar las entradas era enorme, pero con un cierto prestigio y por ser cliente VIP. Me fui sin esperar.
La temperatura del ambiente era mucho más caliente que el frío de la noche de afuera, era muy cómodo y acogedor. Caminé entre algunas mesas del lado central, pidiendo alguna bebida para que me relaje. Hoy era diferente de otros días no era la morena, cuyo nombre era Lucia que servía a los clientes. La rubia me sirvió una cantidad de bebida rojiza, tomé un sorbo de la bebida imaginando que era ligera, pero estaba equivocada al sentir el sabor del líquido calentar mi estómago.
-Cielos, dame otra bebida. No quiero emborracharme con un vaso. Un whisky por favor. -Ella sonrió y me sirvió. Me senté en uno de los taburetes del mostrador hasta que sentí que alguien a mi lado.
-Me alegra verte de vuelta. - Abby dijo sentándose a mi lado
Ella me hubiera gustado, la chica era muy insistente. Aunque la ultima vez Darcy prácticamente la alejo de mí.
-Creo que me volví cliente VIP - dije poniendo mis dedos sobre el borde de mi copa.
-Apuesto a que si. Los clientes VIP tienen un tratamiento especial sabes?
-¿Ellos la tienen?
-Por supuesto, lo puedo demostrar después del espectáculo.
No es que ella no era una mujer hermosa, lo era. Tiene rasgos delicados y sensuales, pero nada comparado con mi stripper.
-¿Vas a bailar?
-Sí, hoy la única presentación será en grupo.
-¿Única? Pero... ¿ y que hay de Darcy? - Le pregunté rápidamente, por lo que la chica se puso seria al instante.
-Ella también está en el medio, al lado de la otra.
Me preguntaba por qué razón Darcy no bailará sola hoy. Me gustaba que fuera la única en ese escenario, pero mujeres, por más hermosas que fueran no robaran mi atención, que sin duda mi atención solo estaría sobre ella.
-Usted esta muy interesada en Darcy, y está perdiendo la oportunidad de probar algo mejor. - La chica susurró muy cerca de mí.
-Abby lo siento, pero yo realmente no puedo estar contigo. -yo estaba negando a una hermosa mujer que prácticamente se lanzaba a mis brazos. Era una locura, pero estaba perdida por la bailarina que me robó mis fuerzas, mis deseos.
"Abby, ya es hora, ¡vamos!"
-Bueno, me voy, me prestas atención solo a mí, tal vez cambias de opinión. - Habló la chica besando mi mejilla.
Negué con la cabeza sonriendo mientras la chica se iba. Era tiempo para buscar un asiento con buena vista, Darcy entre otras iban a comenzar la presentación en cualquier instante. Pedí otro whisky para mantenerme en calma, durante el espectáculo la bailarina siempre me pone de una manera extraña. Me acerqué a una mesa que estaba en frente del escenario, esperando la hora de inicio.
Murmullos de todas las partes eran escuchadas, carcajadas y conversaciones sin la menor modestia. Yo sabía que no era la única en estar allí sólo para Darcy, pero yo no iba a dejar que nadie la tenga, ella había entrado en un peligroso juego conmigo, e iba a ganar.
De repente, todo quedó en silencio, se iluminó el centro del escenario, las luces se movían, parpadeando hasta que los primeros ritmos de la música aparecieron, las luces de los focos se detuvieron en el cuerpo de seis mujeres que estaban en el escenario. Y no tardé un minuto en saber que estaba justo en el medio, puedo decir que ese culo era imposible de olvidar. Las mujeres comenzaron a bailar al ritmo de la música en una sincronización más que perfecta, una por una se daba vuelta y caminaba a la parte delantera del escenario. Y como que sabía mi deseo, Darcy se acercó a mi balanceándose del forma tan sexy y provocativa, haciendo aumentar el calor del cuerpo.
La morena sonrió como alguien que sabía lo loca que me dejaba, dejó escapar un rápido guiño mientras se desabrochaba la blusa que llevaba puesta, a mi alrededor había un escándalo, dólares y los dólares eran lanzados en el escenario para las mujeres que hicieron de su cuerpo un arma de seducción. Había mujeres hermosas, y muy sexys. Pero Darcy era la única dueña de mis deseos.
"Maldita sea, usted es tan deliciosa" - un hombre gritó
Y ella continuó bailando, cambiando de lugar y me dejó totalmente irritada. Ahora mi stripper hizo un tipo de exhibicionismo para algunos hombres que babeaban por ella. Su cuerpo tenía una forma única, era hermosa y seductora. Deslizó sus manos por todo el cuerpo, haciendo que la gente se vuelva loca, ella se bajo hasta el suelo lentamente y volvió a subir lentamente, mostrando su culo para que todos lo vean, maldición, ¿Porque tenía que ser tan buena?
Traté de no mirarla a ella y enfocarme en las demás, dándome cuenta de que la morena que siempre me sirvió estaba allí también. Lucia era propietaria de un cuerpo escultural, que causaba envidia a cualquier mujer, la niña estaba bailando, así como Darcy. Era realmente para desear cada detalle, los hombres estaban locos por ella, que se meneaba en sinuosa manera para ellos.
Miré a Abby que insistió en bailar para mí. Mis ojos contemplaron el cuerpo de la chica que se quitó su ropa en mi dirección, no era tan candente como mi stripper, pero era lo suficientemente buena. Todas las bailarinas se quitaban la ropa, mostrando sólo unos diminutos pedazos de su ropa interior de lencería, yo me estaba controlando de no verlas, pero era inevitable. Mire a Darcy que sólo estaba con dos pequeñas piezas de lencería en color gris, ella sólo fue bajando al suelo mientras sostenía su pelo ondulado. Todas se levantaron y se fueron hacia los mini palos del pole-dance, cada una en su propio tubo, haciendo un baile tan sensual que estoy segura que dejaban las hormonas humanas en euforia pura. Era simplemente increíble cómo todas se movían perfecta sincronización en los tubos, todas cayeron al suelo al terminar la presentación.
Mis ojos buscaban el cuerpo de mi stripper que desapareció en medio de las sombras de este maldito lugar. Apenas eché un vistazo, realmente esperaba que ella deseara verme, lo necesito
Bebí de mi whisky, sintiendo el líquido rasgando mi garganta.
-¿Sra. Boonchuy? -un chico rubio se acercó.
-Me pidieron darle esta nota.
Miré al hombre con desconfianza.
-Muchas gracias.
El muchacho asintió y se alejó. En cuanto vi que se fue lo suficientemente lejos, abrí la envoltura y tomé la pequeña carta:
"Te espero en la habitación, no tardes mucho, ya te extraño"
Mi corazón se aceleró. ¿Era de Darcy? Podría ser Abby, puesto que la chica deseaba conquistarme. Oh Dios, miré a mi alrededor buscando a ambas y no había rastro de ninguna
Me pregunté en mi interior si era la mujer que quería, había sólo una manera de descubrirlo y eso es lo que iba hacer.
El alcohol tiene el poder de darte el valor para hacer cosas que no haces en buena conciencia, podía estar siendo movida por eso a ahora, o el simple deseo de tener a esa mujer en mis brazos toda la noche. ¿Qué demonios estaba haciendo? Caminando en pasos lentos hasta el pasillo de la discoteca llena de gente, buscando la habitación privada, ¿Me espera en alguna habitación de baile? Sí. Puede ser embarazoso como estaba a merced de las ordenes de la ninfómana, pero yo quería, yo anhelaba a esa mujer, cuyo rostro jamás había visto.
Sentí mi cuerpo caliente y sudoroso. El lugar tenía un aspecto lujoso, era de esperar en un Club de strippers.
Caminé hasta llegar a la habitación que tenía el número 13 en el. Para algunos de buena suerte, para otros mala suerte, Teniendo a Darcy a dentro de la habitación, ¿Será buena o mala suerte? Iba a averiguarlo ahora.
Tomé una respiración profunda, girando la manija fría color plata, y entrando a la sala débilmente iluminada. Pude verla a ella, apoyada en el mostrador agitando un vaso lleno de un líquido transparente, con una sonrisa algo diabólica.
Ella vestia un pequeño traje negro. Dejando ver sus medias y lencería en sus piernas. Su cabello estaba suelto, despeinado, pero perfecto. Darcy lentamente tomó un sorbo de su bebida, deslizando su lengua sobre sus labios tan sexys.
-Pensé que no vendrías. -su voz resonó en el ambiente que me hizo estremecer.
-¿Me llamaste no? Aquí estoy. -Dije caminando hacia la mujer, que ahora estaba de espalda hacia mí, sirviendo otra copa. -¿O pensaste que escaparía, Darcy?
Toqué la cintura fina de la mujer, y ella instantáneamente se estremeció.
-¿Quieres la verdad?
La morena preguntó, girando frente a mí, con una sonrisa triunfante. Exhibiendo el regalo que yo le había dado. Simplemente asentí, incapaz de quitar la mirada de sus ojos, ardientes.
-Pensé que nadie se atrevería entrar al juego Boonchuy. -Darcy dijo tomando otro sorbo de su bebida.
-Soy diferente a todas las personas, no estoy asustada y no tengo miedo a ir tras lo que deseo. -Hablé con firmeza, mirándome.
Podía jurar que con el mínimo contacto, un intercambio de miradas hicieron aumentar mi calor corporal. La Stripper tenía una bonita sonrisa, maliciosa, provocativa. Llevaba la máscara dorada que le había regalado, rodeada con detalles del estilo veneciano, destacando sus ojos y su piel.
-¿Te gustó verlo puesto en mi? - Ella susurró tan cerca de mis labios. -Sentí su aliento caliente, olor a menta y alcohol. -Luce como yo pensaba, perfecto. -Dije, tirando de la morena hacia mi cuerpo.
-No acepto regalos de gente de aquí, pero el tuyo es diferente, quiero darle las gracias de la mejor manera posible. -Ella susurró suavemente en mi oído, haciendo erizar todos los pelos de mi cuerpo.
-¿Cómo lo quieres agradecer, Darcy?
Ella sonrió, deshaciéndose de mis brazos. La morena entró a la escalera que daba al pequeño escenario, llevaba tacones negros, con suela roja
-Sabes Anne, pensé que sólo tú, te mereces un show especial esta noche, y te lo daré en forma de agradecimiento. Ahora siéntate y observa.17
Di un grito ahogado, recogiendo el vaso del mostrador, caminando hacia la silla que estaba frente al escenario. Sentí mi corazón latiendo aceleradamente, mi cuerpo caliente, sin siquiera haber bailado. Esa mujer era mi ruina, mi fin.
Tomé un sorbo de la bebida que me había preparado, dejando que mi cuerpo se relaje, los altavoces comenzaron una música rap, lento, sensual, era ahora, el espectáculo comenzaría.
La stripper comenzó a caminar con pasos lentos alrededor del escenario, poniendo sus ojos en mí, haciendo que todo mi cuerpo ardiera, ¿por qué tenía que ser tan caliente? La mujer ya estaba sacudiendo su cuerpo de lado a lado, desabrochandose el abrigo negro, mostrando cada vez más su cuerpo.
Darcy me dio la espalda, quitándose completamente el traje que cayó a sus pies, dejando sólo una pequeña lencería negra con detalles de encaje blanco. Maldita sea, yo estaba en el cielo o en el infierno. Pero eso era bueno, la pequeña tela apenas cubriendo el voluptuoso, enorme y sabroso culo de la stripper, que comenzó a mover con el ritmo lento de la música. Yo estaba hipnotizada mientras movía su cuerpo, su piel. La morena levantó su cuerpo del suelo, sosteniendo el tubo, cerrando sus piernas, y dejando que su torso se inclinara hacia atrás, su perfecto pelo ondulado caía en cascada, mientras sus manos recorrían su cuerpo.
Delicioso.
¡Maldita Sea!
Cerré los ojos por unos segundos, tomando otro sorbo para mojar la garganta seca, sed de probar el cuerpo de la morena que me llevó la razón. Ella cayó al suelo lentamente y, a veces rápidamente, causando sensaciones placenteras. A cada momento Darcy mantuvo una sonrisa, como si estuviera adorando verme en ese estado deplorable de excitación, maldita bailarina.
Ella llegó al poste de hierro, sosteniendo con ambas manos sobre su cabeza, moviendo su cuerpo de un lado a otro, moviendo sus caderas lentamente. Mientras su cuerpo descendía al suelo, tan sensualmente me hace sentir mareada. Ella abrió las piernas, dándome una vista que me gustaría mucho tocar en pocos minutos. Sonreí maliciosamente, y ella devolvió la misma sonrisa. Darcy se arrastró como un felino hacia mí, dejando a cada célula de mi cuerpo en estado de alerta, provocando calentar mi cuerpo.
Sus ojos estaban llenos de lujuria, en llamas. La menor se puso de pie, casi encima de mí, pero todavía en el escenario, me quedé mirándola de pies a cabeza, con el deseo poseer ese cuerpo con toda la fuerza de mi ser. Lentamente caminó bajando de la escalera acercándose a mí, todavía estaba simplemente analizando sus acciones.
La stripper, sonrió, mordiéndose el labio inferior, y luego se inclinó delante de mí, tan cerca que yo podía agarrarla en un instante.
-Me encanta cuando me miras. -Ella susurró sobre mis labios.
Darcy volvió a caminar, detrás de mí, enganchándose de mi cuello.
- Me encanta cómo me comes con los ojos Boonchuy. - Ella dijo, besando mi cuello.
"Hija de puta"
Yo estaba totalmente mojada, maldita provocadora, dejarme así, sin siquiera tocarme.
- Me encanta cómo reacciona tu cuerpo, daría cualquier cosa por sentirlo, ¿Sabes?
Darcy mordió el lóbulo de la oreja, agitando todos los pelos de mi cuerpo.
- Entonces hazlo. vamos Darcy, sientelo.
Podría jurar que estaba sonriendo a mis espaldas, en mi obvia desesperación por ser tocada por ella. La mujer puso sus manos hasta mis hombros, bajando lentamente, pasando por mi cuello, mis pechos, mi abdomen, fueron directamente a mis muslos. Yo estaba ardiendo, sus manos audaces que daban un paseo a través de mi cuerpo, Darcy me agarró la parte del vestido, lo subió hasta que estuviera sobre mis muslos.
Mi respiración era pesada y lenta.
- Oh Anne, estas realmente buena, como imaginé.- Ella me susurró al oído de nuevo.
La música seguía sonando, inundando mis oídos. ¿Todo lo de aquí irradiaba placer?
- Vamos a hacer un juego, ¿de acuerdo?
- ¿Que juego?
- Voy a seguir mi show, voy a bailar para ti, pero tienes que prometer que no me tocará.
- ¿Estás bromeando Darcy? - mi voz era firme
- No. Puedes aceptar y seguir o simplemente puedo parar y dejarte ir, es tu elección.
Inteligente jugada. Darcy sabía exactamente lo que quería, sabía que sería casi imposible para mí no tocarla. Pero le mostraría que era lo suficientemente fuerte, y ganaría su pequeño peligroso juego.
- Acepto.
Su sonrisa diabólica se dibujó en su rostro, caminaba delante de mí, me miró durante unos segundos y luego puso una pierna sobre mí. Darcy se inclinó, sentándose en mi semi desnudo muslo, levanté mis manos para sostenerla de la cintura pero al instante me regañó.
- Hey, nada de eso...
La maldije mentalmente, y bajé las manos. La morena se comenzó a mover nuevamente, al ritmo de la música. Ella solo podía estar queriendo enloquecerme. Darcy prácticamente se frotaba en mí.
- Maldita sea, debes estar bromeando.. - le dije a la mujer que sonrió.
Ella se levantó y se puso de lado, sentándose nuevamente en mis piernas, ahora entre ellas empezó a moverse, refregando su voluminoso trasero en mi.
Maldita sea, maldita sea, maldita sea.
Yo sentía mis bragas mojadas, no iba aguantar por mucho tiempo, yo necesitaba tocarla, sentirla.
¡Oh cielos!
Ella se movió rápido, refregándose con fuerza, apreté mis dedos en la silla en la que estaba sentada. Ansiando tomarla ahí en aquella mesa. Ah maldita, lo que me gustaría tocar la piel de su voluminoso trasero.
- Vas a pagar por esto Darcy. - susurré en el oído de la mujer que sonrió.
- ¿Si? ¿Cómo? ¿hum? - me provocó.
La stripper se levantó, quedando frente de mí nuevamente, bailando delante de mi. Yo analicé cada detalle de su cuerpo, que parecía ser esculpido por dioses o demonios de tan perfecto.
- Quítate la ropa para mí.
Darcy me miró por unos segundos, ella lucia incluso más linda con la máscara que le había regalado. Pero todo lo que yo quería ver era su rostro, mirar la cara de la mujer que me dejaba en un estado de tensión.
- Quítatela, déjame verte.
La mujer continuo bailando de una forma tan sensual para mí, yo podía sentir mi humedad correr por mis bragas. Ella sabía lo que me causaba, pero yo no sabía que ella estaba de la misma forma. Darcy se sentó nuevamente en mi regazo, con cada pierna de cada lado, ahora estaba frente de mí. Ella se movió de una forma tan sensual sobre mí, prácticamente frotando su sexo sobre el mío. Cerré las manos en puños apretados, para evitar las ganas de tocarla pero ella continuó. El ambiente estaba caliente, parecía un sauna. Mi cuerpo sudaba, y el de ella también, la stripper inclinó la cabeza hacia atrás en una de sus movidas, soltando un gemido excitante, dejando que una gota de sudor cayera por su cuello, perdiéndose entre sus pechos, ¡oh! aquello era mucho para soportarlo.
No daba más...
No..
Concéntrate Anne.
¡Joder!
Agarré su cintura con una de mis manos, y con la otra jale su cabeza, en un beso hambriento. Era enloquecedor, estábamos en una batalla para ver quien asumía el comando, el cuál yo gane. Chupé la lengua de Darcy con ganas, haciendo a la morena gemir. La levanté de la cadera sobre mi cintura, colocándola sobre la mesa a nuestro lado, sin separar mis labios de ella. No podía aguantar más aquella presión infernal en mi centro.
Darcy me besaba con ganas, bajándome el vestido azul que llevaba puesto. Llevé rápidamente mis manos a su bra, quitandolo completamente, dejando libre y a mi merced sus pequeños pechos con sus rosadas y claras aureolas, yo podía sentir el agua en mi boca solo de verlos.
- Espera... No podemos. - Darcy susurró débilmente.
- Si, si podemos, ¡yo no puedo esperar más por esto Darcy!
POV MARCY
No juegues con fuego, te puedes quemar. ¿Ya oyeron eso antes? yo también, solo no sabía que era así que pasaría. Yo había comenzado un juego pesado con Anne ¿y ahora? yo me encontraba sentada sobre una mesa, con los ojos verdes de ella encarándome con tanto deseo que me sentía rendida.
- Esto es una locura - susurré.
- Lo sé - ella dijo con una sonrisa maliciosa.
Anne se inclinó hacia adelante depositando pequeños besos sobre mi cuello, deslizando sus labios mojados sobre mi piel. Cerré los ojos con fuerza, dejando un bajo gemido escaparse de mi boca cuando sentí su lengua alrededor de mis pechos
Cielos, ¿como ella podía ser tan buena?
Ella lamió lentamente el pezón, deslizándose sin prisa, mientras sus manos subían por mis costados apretando con fuerza. Me incliné para mirarla, y joder, ella chupaba mis senos con ganas succionando con sutileza, para luego morder despacio la piel rosada.
- Anne.. - susurré, llevando mis manos a su cabello.
Ella no respondió, se movió para mi pecho izquierdo, chupando de la forma más sabrosa que podía, mientras su otra mano subía hacia mi pecho derecho, masajeando con fuerza. Solté un gemido, apretando su cabello con fuerza.
Yo podía oír el sonido de como succionaba, y se mezclaba con la música y mis gemidos. Yo estaba enloqueciendo, y ahora ella había comenzado.
Anne soltó mis pechos, bajando con besos por mi abdomen, deslizando su lengua mojada rápidamente sobre mi piel. Yo sentía mi sexo palpitar con las ganas de sentirla.
"Oh Marcy, donde te fuiste a meter" - pensé.
Anne se levantó, empujando mi cuerpo, haciéndome sentar sobre la mesa. Conectando nuestras miradas de una forma intensa que no pude evitar las ganas de besarla
La agarré de la nuca, tomando sus labios en un beso feroz, chupé su lengua con tantas ganas, que pude sentirla gemir. Anne apretó mi cintura con fuerza, clavando sus uñas sobre mi piel, y en el mismo instante llevé mis manos hasta su vestido, sacándoselo de su cuerpo.
Me sentí débil al verla semi desnuda, Anne Boonchuy era simplemente perfecta.
Ella estaba vestida solamente con una pequeña lencería roja como la sangre, destacando perfectamente en su piel blanca. Sus curvas bien hechas. Era notable que Anne pasaba tiempo en el gimnasio, tenía un abdomen marcado y unas piernas torneadas.
Vi una sonrisa maliciosa en su rostro, al notar que yo la miraba. La mujer se acercó, besando mi cuello, haciéndome sentir su lengua sobre el punto de mi pulso
- ¿Te gusta lo que ves? - su tono de voz ronco
- Oh Anne, si me gusta
Mis manos fueron hacia su cabello, halé las mechas sedosas, usándolas para dirigir su boca hacia la mía. Ella gimió, haciendo el beso más profundo, atacando mi lengua con movimientos lascivos. Sentí su latir descontrolado golpeando sobre mi pecho.
- Te necesito Darcy, yo te necesito.
Una de sus manos abrió camino hasta el medio de mis piernas. Ellas se abrieron sin el mayor esfuerzo. Mi cuerpo estaba tan excitado, yo estaba toda roja, débil. Su otra mano comenzó a masajear mis senos, dejándolos insoportablemente sensibles al toque.
- Estás tan húmeda para mí. - ella susurró siguiendo con la mirada hasta donde sus dedos estaban. - Eres linda aquí también, rosada, caliente.
Yo gemí al oír sus palabras, al sentir sus dedos acariciándome, ella podía ser tan sinvergüenza. Agarré su cabello, y Anne se acercó y beso mi cuello, mordiéndolo, probablemente dejándome una marca la cual yo tenía que maquillar cuidadosamente
- ¡Oh cielos, Anne!
Yo sentía su cuerpo caliente contra el mío. Sus habiles dedos frotaban frenéticamente sobre mi punto de placer, provocándome una fuerte presión en mi vientre. Anne otra vez se deslizaba a cada gemido que salía de mi boca.
- Oh si. Hazlo así
- ¿Te gusta así? ¿te gusta de esta forma Darcy? - ella dijo retirando la pequeña braga que yo vestía.
Su voz tenía un tono ronco, mientras sus dedos bajaban hasta mi entrada totalmente mojada, subiendo nuevamente hacia mi clítoris, frotándolo, repitiéndolo varias veces
- Si..
Mordí sus labios al punto de herirlos, empalmando mis manos sobre la mesa fría, cuando sentí sus dedos dentro de mí..
"Ah joder, Anne..."
Vi estrellas, cerré los ojos con fuerza, sintiendo el placer consumiendo cada célula de mi cuerpo. Sus dedos entraban y salían lentamente.84
- Joder Darcy, eres tan exquisita, tan sabrosa.53
Yo sentía que mi corazón se iba salir por mi boca, latía descontroladamente en mi pecho, mi respiración estaba caliente, yo me movía con ganas para ella que me hacía suya con tanto gozo.
Ella se acercó, bajando sus besos por mi cuello. Donde finalmente llegó a mis senos, Anne me dejó en la mesa, tomando uno de mis senos con su boca, mientras sus dedos aún me penetraban.
La música aún tocaba de fondo, mis gemidos eran altos, yo simplemente no me podía contener. Yo sentía ganas de gritar todo el placer que ella me hacía sentir. Agarré con fuerza su cabello ondulado, forzándola a continuar lo que hacía. El sonido de la succión era enloquecedor, yo no podría aguantar mucho tiempo.
- Hmmm.. eso. ¡oh!
Aquel lugar que hace algunos minutos estaba frió, ahora está caliente, parecía un sauna. Yo sentía las gotas de sudor correr por mi cuerpo, que se movían cada vez que yo me movía rápidamente sobre los dedos de ella, todo era rápido, yo sentía el orgasmo construirse en mi interior, la sensación estaba cada vez más cerca.
- ¡Anne! ¡Anne! - gemí su nombre. - ¡Oh Dios mío! voy a correrme.15
- Si, córrete para mí. Mi stripper.. ¡Ahora!
Yo estaba a punto de explotar, y aquello solo aumentaba mientras ella masajeaba mi clítoris, y metía los dedos en mi a un ritmo constante, con prisa y deseo.
- ¡Por Dios! - gemí fuerte.
Llegué al orgasmo con un fuerte grito, agarrando los bordes de la mesa hasta que mis dedos quedaron sin color, moviendo mi cadera en las manos de ella tan rápido, olvidándome completamente cualquier vergüenza o timidez. Mis ojos estaba fijos en ella, incapaz de desviarse, hipnotizada por el color oscuro el cual estaban con tanto placer. En aquel momento ella tenía total poder sobre mi, y yo haría lo que ella quisiera, ella sabía de eso
Anne se quedó de pie nuevamente acercando mi cuerpo a ella, yo me sentía débil. Pero ella todavía no había terminado, su boca devoró la mía. Ella me sacó de la mesa, guiándome al sofá de color negro, mientras mis manos retiraban las pocas piezas que ella aun vestía.
La única cosa que yo usaba era la inseparable mascara, yo sabía que Anne jamás me la quitaría sin mi permiso y aquello me dejaba más tranquila.
Ella me recostó sobre el sofá, aún con la boca junto a la mía, jugando con mi lengua de forma rápida y salvaje, haciendo a mi cuerpo entrar en calor fuerte. Como ella podía hacer eso, después de un orgasmo devastador yo aun quería, necesitaba.
- Yo jamás me voy a cansar de ti Darcy, eres tan sabrosa..
Solté una sonrisa maliciosa al mirar su cuerpo lindo sobre mí, ella era maravillosa. Anne Boonchuy tenía un cuerpo que ustedes desearían poseer. Y en aquel momento era mío. Me moví, quedando sentada, tomando uno de sus senos en mi boca, viéndola gemir suavemente.
Deslicé mi lengua por su pezón rosado, su piel blanca. Para después chupar con ganas, mientras mi otra mano masajeaba fuerte el otro.
- ¡Joder Darcy!
Las manos de ella fueron directo a mi cabello, apretándolo con fuerza, causando un dolorcito placentero. Motivándome aun mas, a todo momento Anne estaba con los ojos sobre cada movimiento que yo hacía, podía ver su cara de placer, y les aseguro que es maravillosa.
- Chupa así, ¡eso! con fuerza.
Sentí mi centro quedar mojado nuevamente al oírla pedirme aquello. Yo bajé mis manos a su centro, sintiéndola toda mojada.
- Estas mojada Boonchuy, y aun ni siquiera te toque...
Y con dos dedos froté el clítoris de Anne que gimió de nuevo, probablemente conteniendo todo el placer que sentía. Pero yo la torturaría, la tocaría lentamente, hasta oír que ella me pidiera estar dentro de ella
- Hija de puta...
Ella arqueó su cuerpo hacia atrás, dándome una vista total de ello, que estaba sobre mí. Podía ver las marcas moradas causadas por mí, alrededor de su pezón rosado. Yo deslizaba los dedos con cierta presión sobre el clítoris de Anne, pero lentamente, no lo suficiente para hacerla venir.
- Yo debería matarte, con toda razón debería - ella dijo.
- Dime lo que quieres Boonchuy, dime.
Sus ojos me miraron con ganas, podía ver su mandíbula apretada. Pero yo continuaba frotándola lentamente. Ella movía su cuerpo sobre mí, necesitaba que yo fuera más rápida.
- Joder, ¡follame! ¡Follame ahora! quiero tus dedos dentro de mí.
Y así lo hice, invadí su sexo con dos dedos de una vez, haciéndola gemir alto y fuerte. Anne clavó sus uñas con fuerza en mis costados, moviéndose sobre mí de una forma rápida, acompañando en un ritmo perfecto en cada embestida. Ella era maravillosa, mis dedos entraban y salían rápidamente dentro de ella, era tan caliente y apretada.
- Eso, ¡oh Darcy!
Yo podía ver las gotas caer por todo su cuerpo, Anne era la mujer más linda que había visto.
- ¡Hazlo mas rápido, con fuerza! - ella ordeno.
Y yo lo hice, tan rápido y fuerte, era alucinante. Yo sabía que ella estaba a punto de llegar, mis dedos estaban siendo cada vez mas apretados dentro de ella, era una sensación maravillosa. Pero Anne me hizo parar, sin entender nada, ella me hecho sobre el sofá rápidamente, sentándose sobre mí, levantando una de mis piernas. Dejando que su cuerpo encaje con el mío. Ella quería que terminemos juntas.
Sus manos subían y bajaban por mis costados, y entonces su cuerpo comenzó a moverse sobre mí, frotando su sexo con el mío.
- ¡Oh Dios!
Agarré su cintura, inclinándome hacia adelante, buscando mas contacto, y no fue necesario, pues Anne se empezó a mover mas rápido, con prisa y ganas. La fricción de nuestros centros era para enloquecer, nuestros gemidos se mezclaban con la música de ambiente.
-¡Joder, joder, joder! - ella se movía tan rico sobre mí.
Con las manos yo la impulsaba para adelante y para atrás con fuerza, no íbamos a demorar mucho en llegar al punto máximo.
- ¡Oh sí, eso Anne! vamos..
- Darcy yo voy a correrme.
Yo no sabía más lo que estaba hablando, yo solo la quería a ella. Es como si yo estuviera al borde de un precipicio, el clímax me llegó, todo mi cuerpo comenzó a convulsionar, y luego el de ella también. Era una combinación de gemidos, nuestros cuerpos se debatían contra el otro descontroladamente.
- Tú eres tan linda. - ella susurró mordiendo a un lado de mi cuello
Mi espalda se arqueó. Suplicas roncas salían de mi boca. La tensión se expandió por mi cuerpo, sintiendo los pequeños músculos de mi vientre contraerse en espasmos de éxtasis
Anne a cada minuto fue parando sus movimientos hasta quedar sobre mí, su cuerpo estaba sudado y caliente. Ella se inclinó, besando mis labios lentamente, saboreando aquel momento.
- ¿Me podrías dar un premio, y quitarte esa mascara?
- Me la quitaría si no fuera un problema.
- ¿Es un problema? - ella me preguntó calmadamente mientras me miraba.
- Tal vez si, o tal vez no. - dije sonriendo, levantándome lentamente de aquel sofá.
Yo sabía que ella me estaba mirando con esa mirada verde oscura.
- ¿A dónde vas Darcy?
- La diversión acabo Boonchuy, ve a casa, yo no quiero que estés paseando por aquí sin mi presencia
-Dije mientras me vestía, poniéndome las pequeñas piezas de mi lencería.
Anne sonrió dulcemente y al mismo tiempo maliciosamente. Yo adoraría quedarme ahí con ella, pero yo tenía que mantener la distancia segura de aquella mujer. Y Darcy no daba caricias después de un sexo salvaje. La miré y ella aún seguía sonriendo. Ella estaba linda, con el cabello alborotado, su piel sudada, y su rostro levemente colorado. Me acerque a ella, quedando a centímetros de su rostro.
- Dominante, me gustas así.
Anne susurró entre mis labios.
- Se lo que te gusta, ven a verme de nuevo te voy a esperar.
- Yo vendré Darcy, cuenta conmigo.
- Esta bien.
Besé sus labios rápidamente, dejando un poquito de "quiero más" en su boca, miré sus ojos y sonreí. Dándome la vuelta en dirección a la puerta para salir.
Anne Boonchuy necesitaba a cada instante saber que ahí, yo mantenía el poder.
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