- Oye, voz

- Dime, Taehyung

- No me importaría que siguieses usando el apodo que dijiste antes...- Comentó Taehyung un tanto sonrojado, desviando su mirada hacia abajo.

- ¿Qué apodo?- Realmente la voz no entendía a qué se refería, y como le gustaba esa forma de actuar de Taehyung, quiso verla un poco más.

- Ya sabes, ese que dijiste... Ese de cuando yo me puse a llorar... ¿sabes?

- Hmmm... ¿Tae? ¿Te refieres a eso?- Preguntó socarrona la voz puesto que no se esperaba algo así.

- ¡SÍ! Quiero decir, sí. Bueno, es decir, que sólo si te pareced a ti bien, vamos, que si no quieres no eh, que no me importa.

La voz se empezó a reír, avergonzando a un avergonzado Taehyung, atropellado verbalmente. El bochorno que sintió Taehyung se fue disipando a medida que seguía escuchándolo reír, para luego ser contagiado y reír también.

- No te preocupes, Tae, no me importa en absoluto llamarte así-. Afirmó la voz después de conseguir calmar su risa.

La felicidad interna de Taehyung no se podía ni imaginar aún viendo la gran sonrisa que tenía en ese momento.

- Tae, ¿algún día me contarás por qué estás aquí?- Volvió a cuestionar la voz, intentando sacar algo a su interrogado.

- Mmm... ¿algún día podré ver tu rostro?

- Pues claro que sí

- ¿Y saber tu nombre?

- Por supuesto

- ¿Y... poder estar junto a ti siempre?- Formuló con cierto nerviosismo al hablar

Aquella pregunta pilló desprevenido al observador, no entendía el significado ni el fin de aquellas preguntas. ¿A qué se debían? No lo sabía, sólo sabía que quería que sus respuestas se cumpliesen de verdad y así poder estar junto a Taehyung.

Sentía que debía cuidarlo y protegerlo de alguna u otra forma.

- Sí, y sino yo haré que así sea, Tae

La firmeza en las palabras de la voz hizo sonreír a Taehyung y sentir algo de cariño por alguna razón.- Pues algún día te contaré la razón, entonces.

Sentenció con una sonrisa tierna dirigida expresamente a su voz angelical; porque era suave y acogedora como unas mullidas alas de ángel.