Hace unas dos horas Seokjin y Yoongi se habían ido de la casa de Jimin.
Cenaron juntos, rieron, bebieron algo de vino y se regresaron a sus casas.
Dejando al menor en su frío y solitario hogar.

El muchacho de ojos rasgados, notables ojeras y manos pequeñas se encontraba abrazandose a sí mismo frente al ventanal que daba a la ciudad, viendo la fría noche ya que el invierno estaba terminando pero aún así no se iba del todo. Ya era primavera, pero el clima allí seguía siendo bajo.
Llevaba un gran sweater que le iba algo grande pero era cálido y a la vez cómodo.
Se voltea a prender la estufa ya que el frío comenzaba a esparcirse por toda la casa y se sienta allí en el sofá a calentar sus manos mientras veía la televisión, pero ésta no lograba entretenerlo.

Nada lograba sacarlo de sus pensamientos en esos días de primavera.

Frunce el ceño y nuevamente los recuerdos comienzan a caerle como un balde de agua fría, mira a su alrededor y estaba sólo, cada rincón de su casa le traía un recuerdo.
Sin poder evitarlo sus lágrimas comienzan a caer y su pecho a doler debido a los sollozos que estaba soltando, sentía sus manos frías, su casa apagada y sola, el sofá en frente vacío sin nadie que le hiciera compañía. Su estante donde solía tener recuerdos con sus amigos estaba vacío.
No solamente había perdido al amor de su vida aquella noche de primavera, también había perdido todo lo que él conocía.

Perdió su felicidad, su sonrisa sincera, los amigos que tenía, perdió su autoestima y ganas de conocer nuevamente al amor. Aunque Taemin se lo había pedido, el simplemente no podía soltarlo, él había sido su primer y único amor.

Suelta un suspiro y cierra sus ojos intentando tranquilizarse pero un ruido en la puerta hace que el muchacho los abra de golpe. No sabía lo que era pero se oía como si la puerta de entrada estuviese siendo rasgada. Corre a abrir la puerta para ver qué era pero al abrir no había nadie, seca sus lágrimas con las mangas del sweater y baja su mirada notando un pequeño gatito en la puerta. Se arrodilla para así estar más cerca y el gatito blanco con manchas marrones y naranjas  rápidamente entra dejándose mimar por el contrario, Jimin lo acaricia y sonríe.
El gatito estaba solo, hambriento y muerto de frío.
Entonces Jimin decidió cuidarlo aquella noche, si al día siguiente no encontraba a su dueño entonces se lo quedaría para él y así tener su compañía.

Le sirvió algo de leche y lo dejó cerca de la estufa para que no tenga frío, le preparó un lugar cómodo para que duerma allí y luego de eso el chico caminó a su habitación para dormir, había sido un día largo.
Después de hacer sus necesidades y ponerse su pijama se recuesta en la cama tapándose con las mantas mirando en dirección a la puerta y sonriendo al ver entrar al gatito, éste se sube a la cama y se acurruca a su lado.

Ésa fue la primer noche en la que Jimin no se sintió tan sólo.

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—¿Y cómo harás eso, genio?— pregunta Seokjin cruzándose de brazos mirándo a Yoongi con una sonrisa divertida.

—Hoy lo invitaré— dice Yoongi entusiasmado.

—Si ayer te dijo que no le gusta salir, es porque no quiere salir—

—Pero, es para conocernos mejor. Algún día tiene que salir de allí —Yoongi se coloca su abrigo.

—Sabes me gusta tu entusiasmo, espero que no te rindas cuándo el empiece a alejarte — Seokjin se sienta cruzando las piernas— Ve Yoongi, conoce a Jimin, acércate a él — Jin había estado esos cinco años intentando sacar a Jimin de toda esa tristeza, de ayudarlo a olvidar su pasado y volver a ser feliz. Pero se había dado cuenta de que no podía sólo y que con la ayuda de Yoongi tal vez Jimin entre en razón— Pero si haces que derrame una maldita lágrima por ti yo mismo te enviaré de regreso a reino unido.

—Tranquilo, tengo buenas intenciones — Yoongi toma las llaves de su auto y sale del departamento de Seokjin. Había tenido un día largo y agotador ya que estaba buscando una casa para mudarse lo antes posible, no quería vivir con sus amigos porque sentía que era una molestia.
Aunque no fuera así a Yoongi le gustaba también tener lo suyo y no interrumpir la privacidad de las personas así que consiguió la casa perfecta, hizo todos los arreglos y en dos días podría mudarse tranquilamente.

Al llegar a la casa de Jimin se bajó del auto y se acercó a la puerta para tocar el timbre esperando a que el menor lo atendiera.

—Min Yoongi...— Sale el chico arreglando un poco su cabello saludando a Yoongi.

—Jimin... Venía a preguntarte si quieres salir a dar un paseo — Yoongi dice cruzado de brazos con una sonrisa en su rostro.

—Uhm me encantaría pero... Es que ahora estoy algo ocupado— dice mirando hacia adentro de la casa y regresando su mirada a Yoongi.

—¿Estás con alguien?— Pregunta el chico algo curioso.

—Algo así, pasa te lo enseñaré— Dice Jimin abriendo paso invitando a Yoongi a entrar a la casa— Anoche cuando ustedes se fueron tuve un invitado sorpresa...

—¿Si?— Yoongi no tenía ni la más remota idea de quién se trataba pero aún así entró a la casa con Jimin mientras lo seguía hacia la sala.

—Esta ahí, ve a ver...— Indica el sillón y Yoongi se acerca de a poco.
Cuando nota de qué se trataba sonríe y se arrodilla en el suelo acariciando el suave pelaje del gatito durmiendo en el sillón.

—Es muy bonito... — Yoongi regresa su mirada a Jimin.

—Tengo que cuidarlo, está hambriento y lastimado— Jimin se acerca a Yoongi y se arrodilla a su lado acariciando al gatito— tiene un pequeño corte en su barriga, no sangra ni nada pero es un corte notorio y quería llevarlo al veterinario.

—Vamos, te acompaño a llevarlo entonces— Yoongi mira a Jimin que estaba a su lado y el menor miraba al gatito durmiendo.

—¿Seguro que no es una molestia?— Jimin junta su mirada con la de Yoongi pero vuelve a bajar la cabeza algo tímido

—Claro que no, me encantaría poder ayudar al gatito y pasar tiempo contigo— Yoongi asiente apretando sus labios — ¿Tiene nombre?

—Me gusta llamarlo Moon, lo encontré a la luz de la luna y es un nombre bonito para él. Hasta ahora nadie lo ha reclamado así que será Moon por un tiempo hasta que su dueño aparezca— Jimin carga al gatito en sus brazos y mira a Yoongi— ¿Vamos?

—Vamos, tú me dices dónde está la veterinaria— A Yoongi realmente le encantaba pasar tiempo con aquel chico pelirosa y su gatito.

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