— ¿Por qué tan interesado Min? — Dijo Seokjin levantando una ceja. Ya habían vuelto a la casa de Seokjin y Jimin se había ido a la suya.

— Sólo quiero saber, se notaba que ese chico había estado llorando — Dijo Yoongi.

— Si Jimin llora o no, no es de tu incumbencia Yoongi — Dijo Seokjin mirando a su amigo — No voy a contarte los problemas que tiene mi mejor amigo, es mejor que lo averigues por tu cuenta...

— Ni que fuera tan grave Seokjin, solo es curiosidad...— Dijo Yoongi bufando.

— Entonces calma tu curiosidad preguntándole tú que es lo que ocurrió para que Jimin llorara. — Seokjin veía claramente las intenciones de Yoongi para con su mejor amigo, el pelinegro parecía estar interesado en Jimin ya que cuando estaban en la cafetería no le quitaba los ojos de encima.

— Ni siquiera me habla, no podría preguntarle nada...— Dijo Yoongi — Parece que me tuviera miedo...

— No te tiene miedo a tí hombre... Tiene miedo a que alguien se fije en él — Dijo Seokjin — Mira, Jimin pasó por muchos malos momentos que lo hicieron cambiar mucho, por eso mismo no quiere que nadie entre en su pequeño espacio.

— Okay con eso me conformo — Dijo Yoongi — Y... ¿Cuando lo ves de nuevo?

— Tal vez mañana le lleve algunas golosinas... ¿Quieres acompañarme? — Dijo Seokjin, sinceramente Yoongi le caía muy bien para su mejor amigo, pero primero debería asegurarse de que el mayor gustara de Jimin y que Jimin lo dejara entrar en su círculo de amigos para empezar.

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—Jimin, estoy afuera, abre la puerta te traje golosinas y un dulce especial — Seokjin rió leve después de eso y miró a Yoongi.

Jimin había terminado de peinarse y abrió la puerta saludando a su amigo pero se llevó la sorpresa de encontrar al muchacho de ayer también ahí, ¿Que hacía en su casa? No es que le molestara su presencia sólo que le incomodaba un poco ya que no lo conocía. Saludó a ambos y los invitó a entrar a la casa para luego cerrar la puerta.

— Y... ¿Que los trae por aquí? — Dijo Jimin juntando sus manos.

— Nada, solo queríamos visitarte — Dijo Seokjin — Y Yoongi también, resulta que no conoce a nadie aquí y tú le caíste bien ayer ¿No Yoon?

— Si... Eh yo...— Yoongi relamio sus labios — Quería hacer nuevos amigos por aquí.

— Mhh genial, yo no tengo muchos amigos, solo Nam y Jin así que creo que no me vendrá mal uno — Dijo Jimin y miró a Seokjin, si intentaba formar amistad con alguien más era únicamente porque Seokjin quería verlo sonreír, quería que se comunique con más personas y sea menos reservado. Debería "salir de la burbuja" o al menos intentarlo.

— Genial, dejaré éstos dulces por aquí Jimin, son para ti y puedes compartirlos con Yoongi. — Dijo Seokjin y dejo la bolsa llena de diferentes dulces para su mejor amigo — Tengo que pasar a buscar a Nam a la universidad, en un rato regreso, no me extrañen. — dijo el mayor y salió de la casa, dejando a Jimin y Yoongi en un momento demasiado incómodo.

— ¿Quieres café? — Ofreció Jimin y Yoongi asintió — Acompáñame a la cocina...

Yoongi sin formular palabra siguió a Jimin y llegaron a la cocina que era bastante grande, el menor encendió la cafetera y espero a que esté listo el café, colocó dos tazas debajo y en unos minutos se llenaron del líquido oscuro y caliente. Jimin tomó ambas tazas y le entregó una a Yoongi, éste agradeció y luego comenzaron a tomar en un silencio incómodo, ninguno sabía que decir o que preguntar.

— Y... ¿A qué te dedicas Jimin? — Preguntó el mayor tomando un sorbo.

— Soy mesero en una cafetería — Dijo Jimin y miró hacia otro lado.

—¿A la que fuimos el otro día? — Jimin asintió — Genial puedo ir a visitarte un día de estos cuando termines... Necesito que me enseñen la ciudad, Nam no está nunca libre y Seokjin mucho menos...

— Si, cuando quieras, no hay problema aunque no soy de salir mucho... —

— ¿Qué prefieres hacer? — preguntó Yoongi.

— Bueno, me gusta pintar y tocar el violín a veces aunque lo hago mal... — Jimin dijo con una sonrisa tímida — tengo algunos instrumentos pero no los uso porque no sé cómo...

Se supone que Taemin debería enseñarle cuando se mudaran juntos

—¿En serio? Yo amo tocar instrumentos, en especial el piano, si quieres puedo enseñarte — Dijo Yoongi.

— ¿Quieres verlo? Tiene algo de polvo pero funciona excelente — Dijo Jimin invitando a Yoongi a la sala donde estaba el piano sin uso allí, el mayor asintió y siguió a Jimin hacia la sala. Al llegar pudo ver el gran piano frente a un ventanal. El lugar donde estaba ubicado era perfecto, se sentó en el banco y Jimin solo se quedó a un lado viendo cómo Yoongi acariciaba las teclas. La calma y el silencio en esa parte de la casa eran extremos, Yoongi  comenzó a tocar una corta melodía que había aprendido cuando era niño, su madre se la había enseñado. Se perdió completamente en las teclas, tocando con ese sentimiento de plenitud llenarlo de vida. Jimin observaba y oía como Yoongi tocaba el piano y no pudo evitar relajarse. La calma que Yoongi le transmitía al tocar el piano era inigualable. Quería que no pare nunca de tocar ese piano, pero Yoongi se detuvo y miró a Jimin.

— Cuando quieras puedo enseñarte a tocar el piano— dijo este palmeando a un costado del banco indicándole a Jimin que se sentara con él y así fué. Jimin se sentó y miró al mayor.

—Podríamos empezar hoy...— Jimin llevo la mirada al piano ya que si seguía viendo a Yoongi se sonrojaria el triple.

— Si, sería genial ya que Seokjin seguro tarde en llegar...— Yoongi le sonríe levemente, veía como de a poco el menor iba tomando confianza con él. Es que no le quedaba de otra siendo los únicos que estaban en la casa.

— Claro — Jimin estaba algo nervioso por la cercanía. — Pero, ¿Y si viene? Mejor, podríamos empezar mañana...

—Si tienes razón, bueno aprovechemos este momento para conocernos.— dijo Yoongi mirando a Jimin, guardando en su memoria cada detalle del bello rostro del menor.

—¿A qué te dedicas?— Preguntó Jimin ya que estaba bastante curioso en saber.

—Soy abogado, estudie en el extranjero y ahora que me gradué volví aquí y tengo pensado trabajar en algunos casos...—

—Oh, que interesante, debe ser bueno si es la carrera que te gusta —

—Si lo es, hasta ahora hice pocos juicios pero la mayoría fueron ganados— Le dice con una sonrisa.

—Debe ser genial — Jimin miró al mayor pero bajó la vista otra vez al chocar con esos lindos ojos. —Ehh, ¿Quieres ver los dibujos que hago? Es que... Pocas veces vienen personas aquí, como te dije no soy muy bueno haciendo amigos...—

—Me encantaría, llévame— le dice encantado, y ambos se levantan juntos para caminar hacia la habitación donde a Jimin le gustaba dibujar y guardaba todo lo que había hecho hasta ahora. No sabía por qué pero quería confiar en ese chico. Tenía ese instinto que sabía que no lo iba a lastimar, el no lo dejaría como los demás, esta vez tendría un verdadero amigo.

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