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CAPÍTULO 1

VOTEN Y COMENTEN


En un parque se veía a una pequeña de cuatro años casi cinco pelinegra corriendo, mientras que una joven igual a la pequeña pelinegra alta, piel blanca pero lo raro de todo esto es que en cuanto vio que la pequeña no la veía se acercó a una mujer rubia que estaba en una banca con un bebé dejó la mochila que llevaba de la pequeña con su ropa, juguetes, y alguno que otro zapato, dejando una hoja doblada a la mitad encima; en cuanto vio que la pequeña estaba más que entretenida jugando se fue sin mirar atrás.

Cuando la pequeña se canso de jugar empezó a buscar a su madre con la mirada pero en eso visualizo su mochila cerca de una mujer rubia, en cuanto estuvo cerca la pequeña jalo la manga de la camiseta de esta mujer en cuanto la mujer la vio le regaló una sonrisa mientras la pequeña confundida y con sus ojos aguados señala su mochila para después con voz rota dirigirse a la rubia.

-Mami- En eso la señora dejando de sonreir por la voz de la pequeña frente a ella volteo a donde estaba señalando agarrando el sobre de ahí en cuanto terminó de leer mentirle a la pequeña era la mejor opción volviendo a sonreír bajó más su torso dejando su cara a la misma altura que la pequeña.

-Aquí dice que vuelve pronto que en lo mientras te cuidare, ve a jugar y no llores pequeña- La pequeña se limpio las lagrimas que ya estaban saliendo para asentir y volver a sonreir yendo a jugar un poco más.

La mujer en cuanto vio a la niña irse agarró su teléfono junto a la hoja para después de varios minutos casi una hora se viera a un joven con el cabello alborotado con una camiseta de color azul, una corbata y un portafolio, cuando se acerco a la mujer rubia le entrego la hoja haciendo que él lo desdoble y lo empiece a leer.


"Por favor de marcar a este número (212) 5**-****.

Lo siento Hunter pero ya no puedo más, somos jovenes ella solo fue un error. Yo no puedo hacerme responsable de alguien que no quiero en mi vida, se que tú solo la cuidaras bien, no me busques porque no me encontraras, no me llames que no contestare y evita que ella me busque.

Cuidate, Te amo Hunter"


El enojo, tristeza, frustración que sentía tuvo que guardarselo cuando vio a la pequeña que no tenía la misma energía se veía apagada pero cuando volteo a ver si su madre había regresado lo vio, sus ojos se iluminaron, una sonrisa con dientes y una felicidad que soltaba empezó a correr.

-¡Papi! ¡Papi! ¡Papi!- El joven solo sonrió para cuando llegó a sus pies alzarla con una sonrisa la pequeña se separa un poco de su padre -¿Dónde está mami?- El no sabía qué decir le había enseñado a su pequeña hija que no debía decir mentiras pero en ese momento él sabía que tenía que hacerlo.

-Tuvo que irse al hospital porque se sentía mal, ¿Qué tal si te dejo con tu abuela para que prepares esas galletas que tanto te gustan?- La pequeña solo alzo sus brazos diciendo sí bajando la pequeña se adelantó un poco caminando el joven solo agarro la mochila de la pequeña dándole una sonrisa a la mujer rubia -Gracias- Y sin más de ahí se fue con la pequeña.

Lo que paso en todo el día con la pequeña fue que cuando estuvo con la madre del Hunter hicieron galletas y le ayudó con la tarea de la pequeña ya que el joven estaba justo en último año para poder ser educador aunque no era la carrera principal que iba a hacer en cuanto tuvieron a la pequeña él tuvo que buscar algo más accesible. A pesar de que ambos eran muy dotados cuando se conocieron ambos estaban iniciando la universidad de ahí pues se enamoraron y pues a los meses de pasar de amigos a novios se hizo la noticia la chica no busco alguna alternativa pues "quería tener al bebé" pero durante esto ella se quedó en un departamento que el chico ya tenía desde hace tiempo, pero sola, todo lo paso sola, los nueve meses, y los cuatro años cuidandola mientras él iba a la escuela en las mañana y hacía trabajo en la tarde.

Por eso no faltaba mucho para poder trabajar y darle una vida mejor a su pequeña, no fue hasta que se fue a trabajar que pudo desahogarse claro que él estaba enamorado pero también la frustración de no saber qué hacer con la pequeña ahora que no tenía a su pareja o más bien dicho ex-pareja, al menos le faltaba menos de un año para poder terminar la universidad cuando llegó a la cafetería donde trabajaba se puso un mandil viendo a una pequeña rubia que ya conocía.

-Hola Maya, lo mismo de siempre?- La pequeña solo lo saludo para confirmar su pedido...



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Pasaron unos meses desde que la pequeña Daphne supo la verdad, le dolió claro pero su padre no le dijo toda la verdad solo le dijo "No se sentía bien" pero nunca dijo que fue por "ella". Pero en esos meses al fin se graduó siendo acompañado por su pequeña y sus padres, empezó a trabajar no solo en la mañana sino también en las tardes y poco en la noche.

Logró conseguir un departamento aunque no fue tan lejos de estos lugares el trabajo de docente le dejaba poco y no era en una escuela bien pagada, durante el tiempo antes de irse a trabajar ayudaba a Daphne a estudiar o aprovechaba para estudiar otro tipo de cosas, y durante el resto de la tarde/noche volvió al restaurante logrando tener un sueldo para darle ropa, comida, y poder darle dinero para comprarse cosas o para comprar juguetes.

La pequeña ya había crecido tenía diez años estaba paseando por el edificio pues ya conocía a la mayoría de gente de ahí pero por primera vez vio a una rubia que no concia pero se acercó sin que la viera y como ella lo llamaba "sintió su energía" le gustaba aunque no estuviera equilibrada ni estuviera del lado bueno le llamaba la atención como no caía en la locura pero en eso la rubia frente a ella le sonrió acercando.

-¡Hola! Soy Maya, eres nueva ¿verdad?- Y con eso la pelinegra despejo su mente viendo a la rubia frente a ella recordando su nombre y dándole una sonrisa.

-No, llevo más de un año pero jamás había salido más que a la escuela- La pelinegra responde tranquila pero la rubia aún esperaba algo y la pelinegra con un pequeño sonrojo por la vergüenza -Oh sí mi nombre es Daphne- La rubia se queda pensando un poco en el nombre.

-Wow como la de Scooby-Doo?- La pelinegra solo frunce el ceño y una mueca en su cara.

-No se de hablas- La rubia puso una cara como si la hubieran insultado y muy lejos no estaba, pues ella no creía que alguien no supiera sobre eso pero al parecer se equivocó acaba de conocer a alguien que no conoce algo así.

-Como así?... ¿Entonces qué ves en el televisor?- La pelinegra se volvió sonrojar avergonzada de no saber qué decir pero su padre le había enseñado a no mentir.

-No tengo televisor- Y con eso la rubia entendió porque estaba ahí, claro tenía los mismos problemas económicos.

-Bueno ahora va ser mi deber enseñarte todo sobre Scooby-Doo, vamos!- La rubia la llevó pero afuera del departamento, no podía irse tenía que avisar a su padre o se podría preocupar.

-Mejor otro día... Yo no puedo irme sin avisar a mi padre- La rubia la miró y pensó que los ojos de la niña le parecían conocidos pero volvió al tema principal buscando una solución.

-¿Dónde trabaja tu papá?- La pelinegra pensó en donde cuando le dijo la rubia sabía quien era su padres y sin más agarró la mano de su ahora nueva amiga llevándola a este restaurante donde su madre trabajaba.

No tardaron mucho en llegar, cuando entro varios saludaron a la rubia dejando muy confundida a la pelinegra pero entonces una mujer rubia salió de la cocina con varios platos en una charola cuando vio a la pequeña rubia le regaló una sonrisa pero su vista se posó a la chica que estaba a un lado, cabello pelinegro liso, un paliacate como diadema, una falda larga verde una camisa de color blanco y encima una de manga larga de color verde, unos collares con el simbolo de la paz, unos aretes igual, mientras llevaba unos tenis botas. Se acercó a la rubia ya que estaba cerca de una mesa.

-Hola cariño, ¿No ibas a ver a Riley?- La rubia asiente para seguir buscando con la mirada pero cuando no encontró lo que buscaba se acercó a su madre otra vez, dejando aún más confundida a la pelinegra que aún no sabía qué pasaba.

-Si, solo que me encontré con Daphne- La rubia mayor la volteo a ver con una ceja alzada la rubia menor solo señalo a la pelinegra que le sonrió siendo devuelta por la rubia pero antes de poder decir algo más Maya volvió a hablar -Dice que su padre trabaja aquí vine a pedirle permiso para llevarla conmigo- Y con eso la rubia asiente entendiendo lo mismo que ella para después señalar con los ojos la puerta de la barra.

La rubia no tardó en ir aun agarrando la mano de la la pelinegra se sentó en un banco mientras la pelinegra la seguía aunque no cuestionaba lo que hacía pero no fue hasta que la rubia tocó la campana que de la puerta salió su padre donde teniendo la mirada en donde anotaba los pedidos.

-Hola Maya ¿Lo mismo?- Antes que la pelinegra pueda hablar de cómo conocía a la pequeña rubia, justo la última decidió hablar.

-Sí para llevar, y también ¿Qué le des permiso de ir conmigo?- Hunter confundido volteo la cara a donde señalaba la rubia y cuando vio a su hija simplemente sonrió por saber que su hija al fin tendría una amiga.

-Si claro, de paso le doy a ella lo mismo- Y con eso se metió de nuevo a la cocina para después de unos segundos salir con dos bolsas. -Vayan con cuidado y no lleguen tarde- Y con eso fue a atender a otras personas no sin antes darle un beso en la cabeza a su hija.

-¿Vamos?- La pelinegra asintió con una sonrisa agarrando la mano de la rubia yendo hacia el metro, lugar donde ella no sabia que hacer.

Maya notó esto y le empezó a explicar cada cosa, las estaciones, donde quedaba la escuela de la rubia que en algún momento hablaron, la pelinegra igual explicó su escuela tan distinta. No hablaron mucho hasta que llegaron a la estación que tenían que llegar donde la rubia le comentaba a donde iban y con quien, la pelinegra no creía que esta niña fuera tan inocente y tan alegre, y si esto si era verdad entendería que fuera la balanza de la rubia.

No caminaron mucho hasta que llegaron a las escaleras de emergencia que la rubia bajo para después subir por ellas, la pelinegra simplemente la siguió hasta que llegaron a una pequeño balcón con flores fuera pero que tenía una gran ventana de este tenia una ventana abierta donde la rubia pasó primero para después hacer pasar a la pelinegra y en eso vio a una castaña frente a ella que le sonrió y para ella si tenía no solo una energía más pura sino que la misma aura que veía era la más brillante y pura que había visto, devolviendole la sonrisa pero entonces la rubia empezó a hablar con la morocha sin esperar más está última se acercó a la pelinegra.

-Hola, soy Riley Matthews- La castaña no dejaba de sonreír mientras la pelinegra inclinaba un poco la cabeza dándole una sonrisa.

-Hola Riley yo soy...- Pero antes de que pudiera decir algo, la morocha emocionada volvió a hablar.

-Daphne, sí me contó Maya y si eres amiga de maya eres la mía- Y así sin saberlo ya había obtenido a dos amigas, tan diferentes pero que juntas se complementaban y ella siendo el equilibrio de ambas era lo mejor que les había pasado.

No pasó mucho tiempo que salieron del cuarto de la morocha a la sala para después empezar a ver la televisión donde veían lo que Maya llamó Scooby-Doo, duraron así un tiempo hasta que se escucho abrir la puerta pero antes de que alguna de las tres chicas volteara se escuchó un grito muy masculino.

-AHH!, TOPANGA!- Tan deprisa como grito una mujer con un pequeño niño llegaron casi corriendo para después relajarse al notar que no había nada malo hasta que el hombre señaló al sillón donde las tres chicas miraban al hombre confundidas. -Dime que no estoy alucinando- La mujer solo rio para después acercarse a donde estaba su hija.

-No Corey no estás alucinando- Pero antes de que alguien más pudiera decir algo más el pequeño niño se acercó viendo las pulseras de la pelinegra que solo le sonrió.

-Eres como una princesa amazona?- La pelinegra río un poco para después negar pero antes de que el niño le pudiera decir algo más o que su sonrisa decaiga se quitó un collar con una roca amarilla mejor conocida como citrino para regalarlo y ponerselo en el cuello.

-No lo soy pero esto te ayudará a abundar tu felicidad- El pequeño sonrió para acercarse a su padre que aún estaba viendo de lejos a la pelinegra, pero esta se paró extendiendo la mano a la mujer.-Mucho gusto señora Matthews, soy Daphne Ribeiro amiga de Maya y ahora de Riley- Topanga sonrio aceptando su mano.

-Mucho gusto, llamame Topanga y el que no deja de verte es mi esposo Corey- La pelinegra solo dijo un "Mucho gusto" para después Riley junto con Maya alejara a los dos adultos para hablar con ellos mientras la pelinegra junto con el pequeño le explicaba el porque se vestía así y realmente no tenía mucha ciencia.

A ella le empezó a gustar todo lo de la cultura hippie principalmente que buscarán la paz, y decidió empezar a vestirse así, y su padre por más que no lo entendiera decidió dejarla ser feliz. El pequeño admiraba a la chica mientras ella le explicaba otras cosas, porque claro que no solo se basaba en eso ella, creía en las energías, que los cuarzos o ciertas piedras preciosas tienden a generar abundancia en algo o en los signos zodiacales entre otras cosas.

No pasó mucho para que la mujer regresara por su hijo mientras el hombre empezaba a hablar por teléfono sin darle importancia la pelinegra siguió viendo la televisión con las chicas hasta que vio que empezaba a ver un atardecer y tenía que regresar con su padre. Le dijo a la rubia que teniendo razón aceptó para después despedirse de los adultos, del pequeño y de su ahora amiga. Cuando llegaron al metro la pelinegra ni la rubia hablaron por el cansancio hasta que llegaron a donde vivían antes de irse cada una a su casa la pelinegra la abrazo con sorpresa haciendo que la rubia le corresponda muy a su pesar el abrazo.

-Gracias Maya espero verte mañana- Y sin más se alejó a su departamento dejando a la rubia con una sonrisa.

En su casa cuando entró vio a su padre terminando la cena se adelantó a lavar sus manos para después ir a ayudarle a acomodar la mesa sin que él dijera algo dándole una sonrisa. Cuando se sirvieron y se sentaron al fin a cenar el hombre sonrió para hablar antes de probar un bocado.

-¿Y qué tal estuvo?- La pelinegra empezó a hablar con tanta emoción que Hunter solo rio un poco escuchando a su hija hablar sin saber que pasaría al día siguiente...



Primer capitulo... ¿Opiniones?...

Algo que no aclare pero lo hare aquí, NO ME EXIGAN CAPITULOS poque soy una persona que tiene vida y muchas veces o no me siento en mood para escribir, o por el exigir prefiero no escribir, es una historia que quisiera no se quitarla o algo, así que no hagan que esta historia quede pausada...

Se publicara un capitulo por semanas si no se puede en el canal de difusión se estara avisando o en el mismo avisare si se hara con meta de votos y comentarios, pueden unirse en el link anclado en mi perfil o lo pueden pedir...

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