Tormentosa
Pasó una semana entera desde el ataque de Corazón de Piedra. Una semana en la que había pasado todo tipo de cosas.
Desde el nuevo trío de héroes creando un nuevo horario de patrullas hasta un sin fin de problemas que tuvieron que evitar.
Spider-Lady salvó a un helicóptero de estrellarse, ella y Ladybug pararon un tren fuera de control, Chat Noir tuvo que ayudarla a salvar a un gato, combatieron contra un akumatizado que tenía el poder de controlar el agua, Spider-Lady paró un accidente de tráfico...
Llevaba siendo superheroína una semana y ya tenía más historias que contar que en los dieciséis años que llevaba siendo Colette De Rune, pero no se quejaba, le gustaba salvar a la gente.
Como Colette su vida no era tan interesante, pero también le ocurrieron cosas curiosas, por ejemplo, consiguió que Kim no le hiciera ni un solo reto, creó por accidente un gas de la risa en la clase de química, se peleó con Chloé por primera vez, tuvo que aprender a inventarse excusas de la nada para transformarse, hizo un karaoke con Silkk, se hizo muy buena amiga de Mylène, de Rose y de Juleka, se convirtió en la mejor amiga de Adrien y se pusieron apodos mutuamente... Aunque ninguna de esas cosas fue la más interesante, al menos no en su opinión, lo más interesante que le pasó fue que al Adrien tener que rechazar un paseo por su padre, Colette fue a su casa sin decirle nada para convencerlo por ella misma. Por alguna razón, le cayó bien al señor Agreste, y con la condición de que fuera el guardaespaldas de Adrien lo dejó salir con ella. Adrien no perdió la sonrisa en lo que quedó de día.
Y así llegó al sábado, eran las siete y media de la mañana cuando recibió una llamada que la despertó.
Colette es una chica que siempre se despierta pronto, pero pronto para ella un fin de semana eran las ocho o las nueve como muy tarde. Tuvo ganas de quejarse a la persona que le había quitado tal vez una hora más de sueño, hasta que vio quien era.
En cuanto respondió a la videollamada la cara de su nuevo mejor amigo apareció en la pantalla.
—¡Buenos días Lettie!— La saludó enérgico Adrien.
Adrien vio por un momento su pantalla en negro y después se mostró a su mejor amiga, tumbada en su cama de lado, con su pelo desordenado por toda la cara y con una expresión de haberla despertado.
Adrien pensó que se veía adorable.
—Buenos días Adri.— Murmuró malhumorada y con la voz ronca.
—Siento despertarte, pero quería pedirte una cosa.— Se disculpó rápido su mejor amigo.
—Sorpréndeme ¿qué quieres pedirme?— Le preguntó mientras dejaba el móvil apoyado en su mesita de noche y ella empezaba a estirarse y a espabilarse.
—En una hora tengo una sesión de fotos y como no quería hacerla solo he pedido permiso a mi padre para que me acompañes. ¡Ha dicho que sí Lettie!— Le contó emocionado el joven Agreste, viendo como su amiga se levantaba de su cama e iba a sentarse en su escritorio.— ¿Quieres venir? Porfa di que sí.— Le "medio" suplicó.
Colette soltó una risa por lo tierno que se veía y no pudo negarse.
—De acuerdo, has dicho en una hora ¿verdad?— él asintió.— Bien pues voy a prepararme, ¿dónde es la sesión? ¿O dónde nos vemos?
—En la plaza de los Vosgos, en la fuente, te dejo prepararte tranquila. ¡Nos vemos en una hora Lettie!— Y la colgó.
Antes de irse a la ducha, Colette hizo una llamada rápida a Rose, pero al no contestarle por la temprana hora le dejó un mensaje de voz.
—Hola Rose, buenos días. ¿Podríamos pasar nuestro rato de chicas con Juleka y Mylène a esta tarde? Me ha surgido un imprevisto esta mañana, llámame cuando estés libre y lo hablamos. Hasta luego.— Y colgó.
Una vez avisó a su amiga cogió su ropa y fue a ducharse y a peinarse. Para cuando salió ya eran las 8:20, así que corriendo cogió su bolso con forma de estrella, dónde se escondió Silkk, un par de briks de zumos para él, su móvil y su monedero. Fue corriendo a la cocina, cogió un par de vasos que imitaban la forma de los vasos de cafetería para llevar*, puso chocolate caliente en ambos, un par de croissants y sobres de azúcar, lo metió todo en una bolsita de papel y se fue corriendo despidiéndose de sus padres. No quería llegar tarde.
Cuando llegó a la plaza de los Vosgos vio al fotógrafo de Adrien preparando su equipo en la fuente y a Adrien sentado en un banco cerca mirando su móvil, cuando escuchó el suyo sonar por una notificación supo que la estaba escribiendo y automáticamente pensó en asustarlo aprovechando que aún no la había visto.
Fue caminando por las sombras de los árboles y por detrás de los bancos de la plaza. Cuando estuvo a menos de unos diez o quince metros, caminó tan sigilosamente como pudo hasta llegar a la nuca de su mejor amigo. Y gritó.
—¡¡¡BUUUUU!!!
—¡¡¡AAAHHH!!!— Adrien dio tal salto que Colette pensó que era un gato.
Adrien miró asustado detrás de él para encontrarse con su mejor amiga riéndose a carcajadas de su reacción.
—Que cruel Lettie, eso no se hace.— La reprochó con una adorable mueca.
Colette intentó hablar, aunque no le salió muy bien el intento, pues simplemente no podía parar de reír.
—Es que *Risas* deberías *Risas* tendrías *Risas* tu cara *Risas*— Colette no paraba de reír.
—Creo que ha sido mala idea invitarte.— Le dijo Adrien, fingiendo estar indignado, dándose media vuelta.
Colette se forzó a si misma a toser para terminar con su risa y poder hablar tranquilamente.
—Bueno, si eso es lo que piensas, entonces debería llevarme este delicioso desayuno para comérmelo con otra persona.— Le sobornó levantando la bolsa de papel y enseñándosela.
A Adrien le brillaron los ojos y automáticamente se fue su "enfado".
Abrazó con fuerza a Colette mientras le repetía mil veces gracias y después la arrastró hasta el banco y empezaron a comer ambos el desayuno mientras esperaban a que el fotógrafo lo preparara todo.
—Esto está delicioso Lettie, muchísimas gracias.
—De nada Adri. Te quejaste una vez de tu estricta dieta y las comidas que te dan en tu casa, así que te he traído lo que es un verdadero desayuno.
Adrien se sonrojó al ver como su mejor amiga había pensado en él y volvió a darle las gracias.
Poco después de terminar su desayuno el fotógrafo llamó a Adrien para empezar con la sesión de fotos. Haciendo caso a la orden, Adrien se levantó y fue hacia la fuente despidiéndose de Colette y prometiéndole que haría lo posible para no alargar demasiado la sesión.
Al no tener mucho que hacer Colette se puso sus cascos y se puso música mientras jugaba con su móvil y miraba de reojo la sesión.
Al cabo de media hora Rose le hizo una videollamada.
—Hola Colette. ¿Qué te ha pasado? ¿Estás enferma?— Le preguntó preocupada Rose.
—No tranquila, estoy bien.— La tranquilizó.— Digamos que tengo que hacer un favor a un amigo, pero esta tarde estoy libre si tú y las chicas aún queréis quedar.
—Por supuesto que queremos quedar Colette. Nos vemos esta tarde a las cuatro en la puerta del instituto, de allí nos iremos a mi casa. ¿Te parece bien?
—Sí, por supuesto, nos vemos esta tarde Rose, ¡besos!
—¡Besitos Colette!— Se despidió antes de colgar.
Al colgar Colette levantó la mirada para ver a Adrien posando frente a la cámara y volvió su vista a su partida de Tetris.
Para cuando empezó a aburrirse de jugar todo el rato sin hacer otra cosa, ya eran las once y cuarto.
Guardó el móvil y los cascos en su bolso, pero antes de poder cerrarlo Silkk le habló.
—No lo entiendo Colette. ¿Por qué has aceptado venir aquí si ya tenías planes? Además, con las chicas por lo menos estarías haciendo algo, aquí solo estás sentada sin hacer nada, ni siquiera puedes pasar el rato con ese chico.
—Bueno, a Adrien casi nunca le dan permiso para nada, y si cuando se lo dan no puede aprovecharlo solo porque yo ya tenía planes me sabría mal, además, no he dejado plantadas a las chicas, solo he atrasado un poco nuestra quedada.— Le explicó a su kwami.
—Entiendo tu punto, pero eso no le quita que estar aquí sea un aburrimiento.— Se quejó.
—Tú escóndete y ya está quejica.— Y cerró el bolso.
Al otro lado de la plaza vio a Marinette y a Alya acompañadas de una niña caminando por detrás de la fuente y les mandó un saludo.
No hablaban mucho, eran solo compañeras de clase, pero eso no significaba que tuviera que ignorarlas.
Pasaron más o menos otros quince minutos, en los que Colette se dedicó a mirar cómo cambiaban las formas de las nubes, cuándo la voz del fotógrafo llamó su atención.
El fotógrafo, al ver cómo se le acababa la energía a su modelo tuvo la idea de incluir a una chica, miró a su alrededor hasta toparse con una chica sentada a la sombra de un árbol comiendo una manzana. Pero al ofrecerle la oportunidad de posar junto a Adrien salió corriendo con la excusa de sufrir un ataque de alergia e ir a por su chica ideal.
Por otro lado, Colette en cuanto vio que el fotógrafo se alejó de Adrien aprovechó para acercarse a él y sentarse a su lado en la fuente.
—Siento que se esté haciendo tan largo, normalmente no es así, pero a veces mi fotógrafo se emociona y no para.— Se disculpó enseguida Adrien.
—No te preocupes Adri, si estoy aquí es porque quiero.— Le dijo mientras sonreía, provocando que Adrien se preguntara qué fue lo que hizo para merecer una amiga como ella.
Pero entonces apareció de la nada una enorme ventisca congelada, la cual creó una cúpula de hielo alrededor del carrusel. Cuando Colette levantó la mirada vio a una villana volando mientras gritaba su nombre y mandaba a todo el mundo a volar.
No dudó en irse corriendo de ahí.
Se escondió en un callejón cerca de la plaza y se transformó en Spider-Lady.
Spider-Lady aterrizó frente a Tormentosa, quien estaba en la entrada de la plaza de los Vosgos.
—Hola, buenas, eres Tormentosa ¿verdad? ¿Por qué atacas a Paris?
Sin darse cuenta Spider-Lady pilló la mala costumbre de hablar y empatizar con los villanos, algo por lo que la reprochaba constantemente Ladybug, pues le daba la oportunidad a los villanos de que la atacaran.
—Vaya, alguien educado por aquí, menos mal. Solo por eso aceptaré tu rendición total y además sin lanzarte por los aires.— Le sonrió con soberbia.
—Bueno, agradezco la generosa oferta, pero debo rechazarla.— Le dijo con una reverencia de princesa, levantando levemente la falda de su traje.— Y como supongo que tú tampoco dejarás de atacar a Paris me veo obligada a detenerte.— Dijo preparándose para la batalla.
—Que pena, me habías caído bien Spider-Lady.
Abrió su sombrilla y creó una fuerte ventisca. Spider-Lady disparó varias telarañas para sujetarse a lo que fuera, pero el viento también se las llevaba y acabó saliendo disparada por los aires. Cuando notó que ya no era la fuerza de aquél viento, si no la pura física que aún la mantenía en el aire, disparó una telaraña a un edificio y aprovechó el impulso para balancearse.
Una vez en suelo firme dio un toque a su muñeca izquierda, de donde salió un holograma muy parecido a un móvil, y llamó a Chat Noir.
—Chat ¿dónde estás? ¿Estás con Ladybug?— Le preguntó en cuanto apareció su cara en la pantalla.
—Sí, estamos juntos, estamos unas calles abajo de la plaza de los Vosgos, te esperamos.— Y colgó.
Spider-Lady no tardó ni un segundo en balancearse por las calles parisinas y buscar desde los cielos a sus compañeros. Los encontró cuando estaban esquivando un rayo morado que cayó desde las nubes negras del cielo. Spider-Lady aterrizó a su lado y cuando se aseguró de que ambos estuvieran bien, los tres se prepararon para la batalla.
Chat Noir fue el primero en ir al ataque, como ocurría normalmente, pero Tormentosa creó hielo bajo los pies de Chat Noir provocando que se resbalara y después provocó otra ráfaga de viento que empujó a todo lo que había en la calle, desde los héroes hasta los coches.
Spider-Lady logró sujetarse con una telaraña a una farola y le dio la mano a Ladybug salvándola de ser disparada, y cuando Chat Noir pasó rodando por su lado fue Ladybug quien lo sujetó hasta que el viento se paró de golpe, provocando que la gravedad hiciera su trabajo, y los héroes cayeron de cara al suelo.
Tormentosa, sin disimulo alguno, empezó a irse tumbando todo lo que se encontrara en su camino con la ayuda del viento.
Chat Noir quiso ir de nuevo a por ella aprovechando la oportunidad de que se encontraban a sus espaldas, pero Spider-Lady lo paró sujetándolo de la cola.
—Gatito Bonito ¿por qué no piensas antes de saltar?— Le soltó la cola.
—¿Tenéis un plan?
—Sí, tú por la izquierda y yo por la derecha, Ladybug tú por arriba.
Sin dudarlo, Chat Noir y Ladybug siguieron sus indicaciones, Chat Noir y Spider-Lady fueron corriendo por las paredes de los edificios mientras Ladybug se balanceaba por los cielos, pero cuando estuvieron a punto de atacar los tres a Tormentosa esta se dio la vuelta y de nuevo les lanzó una potente ráfaga de viento, y sin tener nada a lo que sujetarse salieron volando varias calles abajo.
El trío de héroes logró aterrizar sin problema alguno, pero los coches que también fueron lanzados empezaron a caerles encima y ellos comenzaron a esquivar coche tras coche.
Cuando creyeron que la lluvia de vehículos había acabado un autobús se acercó a toda velocidad desde los cielos.
Ladybug no lo dudó ni un segundo cuando pegó a sus compañeros todo lo que pudo a su cuerpo y empezó a mover su yo-yo mágico sobre su cabeza a toda velocidad. Cuando el autobús finalmente les cayó encima el yo-yo de Ladybug hizo un agujero en este, protegiéndolos a los tres, pero cuando dejó de mover su yo-yo le cayó por accidente en la cabeza a Spider-Lady. Ladybug se disculpó al momento.
Salieron del autobús con la ayuda del bastón de Chat Noir mientras intentaban adivinar el porqué Tormentosa había sido akumatizada, pero cuando estaban dispuestos a seguirle la pista a la villana una enorme pantalla publicitaria se encendió mostrando la cara de Tormentosa.
¡Señores y señoras! Esta será la predicción para este primer día de verano. Ups. La madre naturaleza a cambiado sus planes. ¡Adiós a las vacaciones de verano! ¡Se acabó!
—¡¿Ya?! El traje de baño me quedaba estupendo.— Presumió Chat Noir mientras subía y bajaba sus cejas mirando a Spider-Lady.
—Estoy segura de ello.— Le guiñó un ojo Spider-Lady sorprendiendo a Chat Noir.
—Personalmente prefiero el traje de gato, gracias.— Contradijo divertida Ladybug.— Al menos sabemos dónde encontrarla.
Y así, fueron los tres cuánto antes hacia la cadena televisiva.
¡Prepárense para el peor temporal de la historia! ¡¿Quién necesita Sol pudiendo disfrutar de cinco metros de nieve?!
Cuando llegaron a la entrada del edificio se encontraron con un cartel tamaño real de una chica rubia con dos coletas y una sombrilla. La reconocieron como Tormentosa y averiguaron que el akuma se encontraba en su sombrilla.
Subieron hasta el estudio dónde Tormentosa estaba supuestamente grabándose, y con la intención de sorprenderla entraron pateando la puerta y haciendo una entrada dramática. Pero Tormentosa no estaba allí.
—¡Está grabado!—Gritó Ladybug.
Tormentosa apareció detrás de ellos riéndose y lanzando un rayo hacia las luces del estudio, provocando un apagón en el edificio entero. Riéndose Tormentosa se fue, solo pudiendo verla Chat Noir gracias a su visión nocturna.
—¡Atentas! Está escapando.
—¡Ah!—Gritó Ladybug al tropezarse con los restos de un foco.
—¿He oído a una damisela en apuros?— Dijo gracioso Chat Noir yendo a ayudar a Ladybug.
—Algunas carecemos de visión nocturna.— Se quejó Ladybug.
—Bueno, no tendré visión nocturna, pero no estoy ciega del todo.— Dijo Spider-Lady notando cómo Chat Noir le sujetaba la mano derecha.— ¡Aranea Sensu!
Spider-Lady activó su poder, y tal y como le dijo Silkk podía sentir a las personas, era como si las viera a través de las paredes. Escuchaba sus latidos, olía su sangre, veía sus esqueletos... Sabía dónde estaban ella y sus compañeros, sabía dónde estaba Tormentosa, pero solo veía eso, a las personas, lo demás estaba todo tan oscuro para ella como para Ladybug.
Chat Noir guió a sus compañeras a través de los pasillos del edificio. En un cruce, Spider-Lady se encontró de frente con un cuerpo inmóvil y con el pulso muy ralentizado.
—Chat ¿quién está ahí? ¿Está bien?— Le preguntó preocupada Spider-Lady a su compañero.
—Eehh... Es Alec Cataldi, el presentador de la mayoría de concursos de televisión. Está congelado.
—Oh.— Spider-Lady no pudo evitar sentir una extraña satisfacción por el estado del presentador.
Chat Noir siguió guiando a sus compañeras a través de los pasillos persiguiendo a Tormentosa y cuando esta fue a las escaleras, advirtió a sus compañeras.
—¡Atentas chicas! Estamos en las escaleras del edificio.
Chat Noir empezó a subir las escaleras arrastrando a las chicas con él.
—Ya está. Creo que me las puedo apañar.— Le dijo Ladybug a Chat Noir.
Spider-Lady no quitaba la vista del cuerpo de Tormentosa hasta que la vio cómo sujetaba un objeto y después lo lanzaba. Se agachó por instinto.
—¡Agachaos!
—¡Ouch!— Gritó Ladybug.— Vale, te haré caso por ahora.— Se contradijo tragándose su orgullo.
Cuando llegaron a la azotea se encontraron con Tormentosa volando frente a ellos. Spider-Lady, al ver que su visión especial ya no le serviría la desactivó mientras se soltaba de la cálida mano de su compañero.
—¡Tontos! ¡Habéis caído en mi trampa! ¡CICLÓN!— Gritó Tormentosa.
Y tal y como ella ordenó un ciclón empezó a generarse alrededor del edificio de la cadena televisiva. Los había dejado sin escapatoria.
—¡Por aquí no ha salida! ¡La fiesta ha terminado!— Amenazó Tormentosa.
—¡Acabamos de empezar Tormentosa!— Le gritó Spider-Lady.
—¡Lucky Charm!— Su poder decidió darle una toalla.— ¿Una toalla? ¿Qué tengo que hacer con esto?
—Genial. Nos va a hacer puré pero al menos estaremos secos.— Se quejó Chat Noir.
—Sujeta tus bigotes Gatito y deja a la experta del Lucky Charm.—Le contestó Spider-Lady refiriéndose a la propia dueña del Lucky Charm.
—¡Granizo!
De entre las negras nubes empezaron a caer grandes bolas de granizo. Chat Noir acercó hacia sí mismo a sus compañeras y las protegió con su bastón.
—Bueno ¿cuál es vuestro plan para recuperar el akuma? Empiezan a darme calambres.— Las apresuró Chat Noir.
Ladybug empezó a mirar a su alrededor ideando un plan, y en cuanto lo tuvo les dijo a sus compañeros lo que debían hacer.
—Chat Noir ¿ves ese cartel de ahí? Derríbalo. Spider-Lady, en cuanto Chat Noir lo haga atrae el cartel hacia Tormentosa, que se le caiga encima.
Ambos asintieron de acuerdo con el plan y Chat Noir fue el primero en actuar.
—¡Cataclysm! ¡Eh! ¡Témpano de hielo! ¡¿Es todo lo que sabes hacer?!—Chat Noir atrajo su atención para dejar a sus compañeras vía libre y que pudieran hacer su parte del plan tranquilamente.
Spider-Lady vio como Chat Noir corría y saltaba dando acrobacias para esquivar los rayos de Tormentosa. En cuanto vio que usó su Cataclysm Spider-Lady disparó dos telarañas a las esquinas superiores del cartel y tiró con fuerza para derribarlo sobre Tormentosa.
No pudo ver cómo lo consiguió, pero en cuanto vio que Ladybug ya estaba rompiendo la sombrilla se acercó a ella y a Chat Noir para celebrar la victoria.
—¡Bien hecho!—Gritó el trío de héroes victoriosos.
El pitido del broche de estrella de Spider-Lady interrumpió el momento, y tan rápido como pudo se despidió y se fue saltando de la azotea hacia el callejón en el que se transformó.
Colette se reencontró con Adrien en la entrada de la Plaza de los Vosgos, y después de ambos asegurarse de que el contrario estaba bien, fueron juntos hacia la fuente a continuar con la eterna sesión de fotos.
Cuando llegaron a la fuente Colette vio al fotógrafo de Adrien acercándose, por lo que se despidió y fue de nuevo al banco en el que estaba antes del ataque y se dispuso a volver a jugar con el móvil.
De reojo vio a Marinette corriendo emocionada y feliz hacía el fotógrafo y a Adrien, pero no le tomó ninguna importancia hasta que escuchó el grito del fotógrafo.
—¡¿Quién es esa preciosidad?!— Gritó apuntando a Colette.
Colette, confundida, se apuntó a si misma para asegurarse de que hablaban de ella, pero antes de que se diera cuenta ya tenía a aquél extravagante señor frente a ella hablándole emocionado.
—¡Tú! ¡¿Cómo te llamas?! ¡Eres preciosa! ¡¿Te gustaría posar junto a Adrien?! ¡Serás mi modelo!
Colette lo intentó, de verdad que sí. Intentó hablar con aquél hombre y responder a sus preguntas, pero él no dejaba de interrumpirla, y para cuando se dio cuenta ya estaba siendo arrastrada por él y recibiendo instrucciones sobre cómo debería posar frente a la cámara.
Miró a Adrien pidiendo ayuda, a ella no le gustaban que le hicieran fotos, no quería posar frente a un fotógrafo profesional.
Adrien solo se hizo el tonto y fingió no entender la llamada de auxilio de su mejor amiga. Si tenía que posar con una chica, le gustaría que fuera con ella. Con ella se sentía cómodo y a gusto.
Eran pasadas las doce y cuarto del mediodía cuando la sesión fotográfica por fin se había terminado. Adrien y Colette se despidieron y cada uno fue a su casa.
Colette estaba agotada, aún no era ni la hora de comer y Colette ya quería irse a dormir hasta el día siguiente, y aún le quedaba pasar la tarde con las chicas. Adoraba a las chicas y le encantaba quedar con ellas y pasar tiempo juntas, pero realmente estaba agotada, tanto física como mentalmente.
Por lo menos pudo llevarse algunas fotos de la sesión*, ya en casa decidirá cuál ponerse de fondo de pantalla en su ordenador.
*Los vasos que usa Colette:
*Las fotos que Colette tiene de la sesión (Colette ocupa el lugar de Marinette):
3930 Palabras
Si tenéis alguna pegunta, ya sea de la historia, de Colette, de Spider-Lady, de su kwami, de los poderes o de lo que sea, hacedla sin miedo, os responderé encantada.
Aunque si veo que hay muchas preguntas tal vez haga un capitulo a parte.
¡Hasta la próxima!
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