The Mime
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El trío de héroes parisinos se encontraba peleando contra otro akumatizado. Este transformaba a la gente en niños de alrededor de 3 años porque según él los adultos no sabían o habían olvidado lo que era ser un niño, por lo que Baby Land se lo "recordaba", un poco parecido a Bubbler si le preguntabas a Spider-Lady; aunque con él no funcionó el mismo discurso sobre el "Genocidio infantil".
—¡Bien hecho!— Una vez derrotado al akuma el trío de héroes celebró su victoria como siempre.
—Bueno Mesdames, ha sido todo un placer, pero este gato tiene que volver a su hogar.— Informó Chat Noir con una reverencia, mientras daba unos pasos hacia atrás.— ¡Hasta la próxima señoritas!— Y seguido se fue con la ayuda de su bastón.
De repente una aglomeración de periodistas se acercaron a las heroínas agobiándolas con un montón de preguntas.
Spider-Lady le susurró una rápida despedida a su compañera y saltó con fuerza para salir del círculo de periodistas.
Una vez estuvo sobre los edificios y fuera del alcance de los civiles se dirigió con calma hacia su hogar, pues su poder no había sido necesario para aquella batalla, de nuevo.
A veces Spider-Lady se sentía inútil, pues su poder rara vez era requerido, en cambio no había batalla en la que Chat Noir no usara su Cataclysm, y por supuesto no había batalla en la que Ladybug no usara su Lucky Charm. A veces incluso alguno de los dos debía usar su poder más de una ocasión contra el mismo akuma, pero ¿y ella? Los akumas casi siempre se daban a notar y llamaban la atención, y a la hora de la pelea siempre lo hacían de frente, por lo que su poder de "localizar" no le servía.
Sus inseguridades con respecto a ser superheroína ya las había hablado en más de una ocasión con sus mejores amigos y compañeros de batallas, pero ambos le llevaban la contraria siempre y afirmaban no poder ganar sin su ayuda. Incluso le preguntó a Silkk la razón de tener ella el prodigio, pues no siempre se quedaba conforme con los ánimos de Ladybug y Chat Noir, pero él respondía lo mismo de siempre: "Has sido elegida Colette, solo tú puedes ser Spider-Lady. Y no eres una inútil, tu valor es mucho mayor de lo que crees".
Spider-Lady quería creerles. De verdad que quería. Pero a veces su mente la hacía pasar por una mala jugada y casi siempre ganaban sus inseguridades.
Sin darse cuenta, Spider-Lady no fue en dirección a su hogar y se desvió, yendo tan metida en su cabeza que simplemente se olvidó que corría y saltaba por los edificios. No se dió cuenta de donde se encontraba hasta que se topó con que delante de ella no había otra casa o edifico al que saltar y que frente a ella estaba el Canal de Saint Martin.
Se había alejado mucho de su hogar. Literalmente había ido en dirección contraria.
Spider-Lady miró a su alrededor para recalcular mentalmente una nueva ruta para llegar a casa, pero cierta persona caminando sola le llamó la atención.
¿Que hacía Adrien ahí? ¿Y dónde estaba su guardaespaldas? Su padre no lo dejaba ir solo a ningún lado.
Al fijarse un poco mejor notó que caminaba despacio, muy despacio, arrastrando sus pies y con la vista centrada en el suelo.
Spider-Lady miró a su alrededor y al confirmar que no había nadie, por una razón que ella no entendía pero que agradecía, dio un salto y aterrizó frente al joven Agreste, sobresaltándolo.
—¿Spider-Lady? ¿Qué haces aquí?— Preguntó Adrien sorprendido de ver a su compañera de batallas siendo civil.
—Patrullaba la ciudad asegurándome de que no hay problemas o un segundo akuma.— Se justificó Spider-Lady.— Entonces te vi caminar desanimado. ¿Qué le ocurre al chico más famoso y envidiado de Francia?— Preguntó preocupada.
—Digamos que no me apetece ser querido por todo el mundo.— Respondió sin más Adrien, sin mirar a los ojos enmascarados de Spider-Lady.
Spider-Lady, viendo la mirada apagada de su mejor amigo en su identidad de civil, no pudo evitar querer animarlo.
—Joven Agreste, ¿le gustaría despejarse de sus males y dar un paseo con la superheroína de Paris?— Le preguntó con un tono bromista para sacarle una sonrisa a Adrien, cosa que funcionó, y haciendo una reverencia de príncipe.
—Me encantaría Srta. Spider.— Le respondió Adrien siguiéndole el juego a Spider-Lady, encantado con la idea de alejarse de sus problemas un rato.
—En ese caso...— Spider-Lady se acercó a Adrien y lo sujetó de la cintura.— Agarraos bien joven Agreste.
Adrien fue rápido y se sujetó del cuello de la heroína arácnida con ambos brazos antes de que ésta disparara una telaraña y comenzara a columpiarse por la ciudad.
No era la primera vez que Spider-Lady se columpiaba con Adrien, aunque eso ella no lo sabía, y la sensación no era muy diferente a cuando era Chat Noir, pero emocionalmente hablando Adrien estaba emocionado y con una gran cantidad de mariposas en el estómago por estar como un civil junto a su enamorada. Le gustaba mucho estar con Spider-Lady siendo Chat Noir, pero estar como Adrien, wow... no sabía que una simple máscara pudiera provocar tantas sensaciones dentro de él.
Por otro lado Spider-Lady estaba un poco nerviosa, no sabía qué era lo que pensaba Adrien de su forma heroica, pues nunca hablaron de lo que pensaban sobre los héroes a gran profundidad, y quería causarle una buena impresión. Quería que Adrien pensara bien de ella. O tal vez quería acercarse más a Adrien, aunque eso no lo admitiría ni a sí misma.
Spider-Lady llevó a Adrien a lo alto del Palais de Chaillot en el Trocadero, para admirar juntos las vistas que Paris regalaba.
Cuando ambos ya hubieron puesto sus pies en suelo firme, se alejaron el uno del otro, ambos avergonzados y sin mirarse directamente.
—Bueno joven Agreste, ¿quiere hablar de lo que le tenía apenado?— Comenzó la conversación Spider-Lady, sentándose e invitando al rubio a sentarse también.
Tras sentarse al lado de la heroína Adrien le respondió a Spider-Lady.
—Primero, puedes dejar de llamarme joven Agreste y usar el pronombre de usted por favor, se me hace un poco raro.— Le pidió amablemente Adrien.
—De acuerdo Adrien.— Aceptó sin rechistar Spider-Lady.
—Y bueno, respondiendo a tu pregunta...— Adrien se detuvo un momento pensando en si estaría bien hablar de ello con Spider-Lady, pero enseguida se dijo que Spider-Lady era de confianza y así podría aprovechar para hablar de su vida privada un poco más a profundidad a comparación de cuando era Chat Noir.— Mi padre es lo que me ha puesto así.
—¿Habéis discutido?— Preguntó con calma Spider-Lady y vigilando de no meterse en un jardín.
—No exactamente, de hecho ni siquiera hemos hablado.— Aclaró Adrien mirando por fin a Spider-Lady.— El problema está en que está siempre encerrado en su estudio, ni siquiera es él quien viene a decirme mi horario o que la comida ya está servida en la mesa, todo eso lo hace su secretaria, Nathalie.
Spider-Lady sabía como le afectaba el tema a Adrien, hacía menos de un año que su madre desapareció y prácticamente ha tenido que superarlo completamente solo, pues entre que su padre se encerró en su propia tristeza y su trabajo y que no podía salir de casa, no ha tenido de otra que enfrentarse a todo el dilema familiar completamente solo.
Y eso le dolía mucho, pues ella quería estar ahí para Adrien y apoyarlo en todo.
Spider-Lady se acercó a Adrien y le dio un apretón en su hombro derecho.
—Oye, mis poderes no llegan tan lejos como para arreglar tu relación con tu padre pero... tienes a más personas en tu vida que te apoyan y te quieren. Tengo entendido que ahora vas al instituto, ¿cierto?— Cuando Adrien asintió Spider-Lady continuó hablando.— Bueno, estoy segura de que allí has hecho amigos, ¿me equivoco?
—No, no te equivocas, he hecho muy buenos amigos en el instituto.— Le contestó Adrien con una sonrisa, pensando en los buenos amigos que había hecho.
—¿Ves? No estás solo, tal vez no tengas a tu padre a tu lado, pero sí a tus amigos, y te aseguro que si son buenos amigos estarán para ti pase lo que pase.— Aseguró Spider-Lady sacándole una risita a Adrien.— Háblame de tus amigos.
—Bueno, está Nino, él es mi mejor amigo y el primero que hice en el instituto, me apoya en todo y me explica todo lo que necesito saber según él sobre la amistad.— Comenzó Adrien, concentrado en las buenas cualidades de sus amigos para describirlos a la heroína que lo escuchaba atenta.— También está Chloé, ella es mi amiga de la infancia, aunque ya no hablamos tanto porque... ha cambiado mucho y no me gusta del todo su nueva actitud...— Comentó apenado Adrien, pues realmente apreciaba mucho a su amiga de la infancia y le tenía un gran cariño y aprecio, pero no le gustaba ver como trataba mal a sus nuevos amigos.— Luego está Marinette, es la segunda amiga que hice en el instituto, ella es muy generosa y agradable, y aunque siempre suele ponerse nerviosa me gusta como ayuda a todos. Alya también es muy buena amiga mía, con ella resulta fácil sacar tema de conversación y es divertido verla entregarse a su misión por descubrir vuestras identidades.— Dijo mirando con una sonrisa a Spider-Lady.— Y luego está Lettie... Ella es mi mejor amiga y la primera amiga que hice en el instituto.— Adrien apartó su mirada de Spider-Lady y miró al cielo con una sonrisa, como si tuviera a la chica de la que hablaba delante.— Ella me ayuda en todo lo que haga falta para adaptarme al instituto; Lettie y yo podríamos hablar literalmente de lo que fuera por horas, nunca se nos acaba la conversación, podríamos estar todo el tiempo del mundo juntos y aún así no nos aburriríamos. Siento que es mi alma gemela.— Confesó sin miedo Adrien.
—No sabía que el corazón del chico más codiciado de Paris tenía dueño.— Contestó Spider-Lady, escondiendo su sorpresa.
Adrien se rió y negó enseguida con la cabeza.
—Ser almas gemelas no siempre se aplica en relaciones amorosas. Un alma gemela es una persona con la que sientes una afinidad y empatía profunda.— Explicó con calma Adrien.— Las almas gemelas indican que esta esencia que se encuentra dentro de nosotros nace incompleta y la única forma de completarla es encontrando la otra parte de nuestra alma: nuestra alma gemela. Por ello creo que Lettie es mi alma gemela, ella me complementa y yo a ella. Podemos pasarnos días hablando de lo que sea pero no nos hace falta, nos entendemos sin necesidad de hablar.— Terminó su explicación Adrien, mirando de nuevo a Spider-Lady, a la cual vería toda sonrojada si no fuera por su máscara.
—¿Se lo has dicho a ella?
—No, pero tampoco creo que haga falta.
—¿Por qué no?
—Por qué cuando tienes un alma gemela... lo sabes... sin más...
Spider-Lady apartó su vista de Adrien y se miró los pies, un poco avergonzada pero al mismo tiempo halagada como nunca antes se había sentido.
—Tu amiga... Lettie... Parece ser tan excepcional como su nombre...
—¿Su nombre?— Preguntó confuso Adrien.
—Sí, nunca había escuchado ese nombre, Lettie, ¿sabes lo que significa?— Preguntó curiosa Spider-Lady.
—Oh no, no se llama Lettie, ese es solo un apodo que solo uso yo con ella.— Aclaró avergonzado.— Su nombre es Colette, Colette De Rune.
—Ese ya es un nombre más común.— Comentó divertida Spider-Lady.— ¿Sabes lo que significa?
—No, ¿tú lo sabes?— Preguntó con curiosidad Adrien.
—El nombre de Colette tiene sus orígenes en el griego antiguo, a pesar de que actualmente es común escucharlo en los ingleses y los franceses.— Explicó calmada Spider-Lady.— Significa "Victoria del pueblo".
—Le queda como anillo al dedo.— Le respondió Adrien.
—Me alegro, no siempre los significados de los nombres concuerdan con la personalidad de sus dueños.— Comentó con gracia Spider-Lady.
—¿Sabes lo que significa mi nombre?— Preguntó con curiosidad Spider-Lady.
—Adrien, nombre de origen francés, tiene más de un significado, no te voy a mentir, pero los más comunes son "El que viene del mar Adriático" y "A quien el pueblo a elegido". Tu nombre ha evolucionado mucho con los siglos en la historia de la humanidad.— Le informó Spider-Lady a Adrien.
—Creo que me pega más el segundo significado.— Respondió con burla Adrien.
—La verdad es que sí.— Dijo entre risas Spider-Lady.— Tengo entendido que tienes más de un nombre, ¿quieres ver si me sé sus significados?
—No, eh... en realidad...— Adrien se miró las manos avergonzado, dudando en si debería preguntar lo que quería preguntar.— Por casualidad... ¿sabes el significado... del nombre de mi madre?
Spider-Lady se sorprendió por la pregunta, pues no se la esperaba, pero no quiso desilusionarlo.
—Déjame pensar... Tu madre se llama Emilie, ¿verdad?— Cuando Adrien asintió Spider-Lady volvió a pensar, buscando en su mente el significado de ese nombre.— El nombre de Emilie es de origen latino, originalmente Emiliese, que significa "Rival", "Competidor", "Mujer trabajadora" o "La que es esfuerzo".— Definió Spider-Lady.— Siento si el significado no es lo que esperabas.
—No no, no te disculpes.— Corrigió enseguida Adrien.— Me gusta lo que significa.
Spider-Lady, no queriendo incomodar de más a Adrien, le preguntó.
—¿Quieres cambiar de tema?
—Sí, claro... me vendrá bien...— Contestó Adrien, aunque sin borrar su sonrisa, mirando a Spider-Lady.— ¿Cómo es tu relación con Chat Noir y Ladybug?
—¿Perdón?— Spider-Lady no pudo evitar responder con otra pregunta, pues no acababa de entender a que se refería Adrien.
—L-Lo siento si te incomodo, no tienes que responder si no quieres, estás en tu derecho, es solo que... No hay muchos videos o algo así en internet en los que se os vea a los tres hablando o algo, ¿os lleváis mal o...?— Preguntó Adrien, esta vez siendo más especifico.
—Oh no, nada de eso, de hecho los tres nos llevamos genial, aunque no sé porque no hay nada de nosotros tres juntos en internet, supongo que es casualidad.— Respondió sincera Spider-Lady.
—Entonces... ¿Chat Noir y Ladybug te caen bien?
—¡Claro que sí! ¡Pero es más que eso! Ellos no son solo mis compañeros de batalla, son mis mejores amigos y confío en ambos con los ojos cerrados, les confiaría mi vida e incluso mi prodigio.— Confesó sin dudar ni un instante Spider-Lady.
—Vaya, debes apreciarlos mucho.— Murmuró asombrado Adrien.
—Pues claro que sí, me lo jugaría todo por ellos.— Aseguró Spider-Lady.
Adrien sonrió y apreció en silencio las palabras de Spider-Lady, le gustaba que confiara tanto en él como hacía con ella.
El cómodo silencio que los envolvió fue interrumpido por el sonido del móvil del joven modelo.
—Lo siento, es Nathalie, me está buscando.
—¿Quieres que te acerque?— Ofreció la heroína levantándose junto al modelo.
—No, no hace falta, no quiero molestar, seguro que tienes que seguir patrullando o algo.
—En realidad no, terminé la patrulla hace rato.— Confesó Spider-Lady.— Insisto, puedo acercarte a tu mansión.
Adrien se lo pensó un momento, aunque lo negara tendría que transformarse pues en verdad necesitaba ese empujón hacia su hogar, no estaba al lado precisamente.
—De acuerdo, te lo agradezco Spider-Lady— Agradeció con sinceridad Adrien.
—No hay de que.
Sin más dilación, Spider-Lady sujetó a Adrien de la cintura y se fue columpiándose hacia la mansión Agreste con el rubio sujeto de su cuello.
Cuando llegaron a su destino Spider-Lady soltó a Adrien, se despidieron y cada uno fue a su hogar.
↭
Spider-Lady estaba llegando a su casa cuando recibió una llamada de su compañera Ladybug.
—¿Ladybug? ¿Pasa algo?— Preguntó Spider-Lady respondiendo a la llamada de Ladybug.
—Te necesito en la plaza del Louvre, hay un akumatizado.— Respondió breve y concisa Ladybug.
—Allí nos vemos.
Spider-Lady colgó la llamada y se dirigió corriendo hacia la plaza del Louvre para encontrarse con su compañera y con el nuevo villano.
Cuando llegó vio a literalmente un mimo atacando con su mímica a Ladybug.
Spider-Lady al comprender la mímica del mimo y ver que iba a disparar flechas con un arco saltó y corrió hacia Ladybug, apartándola del camino.
Ambas corrieron rodeando al mimo y tras el escudo que Ladybug formaba con su yo-yo, pero al ir corriendo ambas con la mirada centrada en el vilano, cortaron por accidente el paso a un coche, por lo que tuvieron que protegerlo.
—¡Salgan del coche y vayan a un lugar seguro! ¡Les cubro!— Les gritó Ladybug a los civiles sin apartar la mirada del mimo.
Por otro lado Spider-Lady abrió las puertas del coche y ayudó a bajar a sus pasajeros, siendo el último de ellos Adrien Agreste.
—Parece que volvemos a encontrarnos joven Agreste.— Saludó con gracia Spider-Lady, ayudando al mencionado a bajar del coche.
—Eso parece.— Respondió Adrien sin apartarle la mirada a la superheroína.
Una flecha invisible del mimo los interrumpió, pues cayó cerca de ellos, y los hizo volver a Tierra.
—Vete a un lugar seguro, nosotros nos encargamos.— Ordenó Spider-Lady refiriéndose a ella y a sus compañeros.
Sin escuchar la respuesta de Adrien, Spider-Lady salta y se reúne con Ladybug.
Ladybug continúa protegiéndose a ella y a Spider-Lady, y esta última, aprovechando el escudo, dispara una telaraña a la mano del mimo evitando que siga usando su arco y sus flechas.
El mimo, enfadado, se arrodilla y comienza de nuevo a hacer mímica.
Spider-Lady analiza los gestos del mimo. Ve como crea una caja, la abre, saca un objeto, se lo coloca sobre el hombro y...
—¡Ladybug apartate! ¡Es un lanzagranadas!
Spider-Lady cogió la mano de Ladybug y saltaron a tiempo, esquivando la explosión.
—O tal vez era un bazoca, no lo sé, no soy experta en armas.— Habló Spider-Lady levantando la cara del suelo por el duro aterrizaje.
—Creo que se dice bazuca.— Corrigió Ladybug también tirada en el suelo.
—¿De verdad crees que lo importante ahora es corregirme?— Replicó irónica Spider-Lady levantándose del suelo.
—Bien visto.
Una vez ambas heroínas estuvieron de pie y listas para continuar con la batalla, el mimo las sorprendió con un látigo y consiguió atraparlas a ambas.
El mimo tiró del látigo para acercar a las heroínas y quitarles sus prodigios, pero cuando ya estaba muy cerca el bastón de Chat Noir apartó al mimo de las heroínas, y estas consiguieron liberarse del látigo.
—¡Las manos quietas payaso!— Gritó Chat Noir.— Tranquilas, este es mío.
—Esto no me lo pierdo.— Comentó burlona Spider-Lady.
Chat Noir se acercó corriendo al mimo con la intención de derribarlo, pero él se adelantó.
El mimo hizo mímica y creó una puerta provocando que Chat Noir se chocara con ella.
El trío de heroes se acercó a la puerta invisible y al tocarla descubrieron que eran barrotes, aunque el mimo pasando sus dedos por los barrotes provocando ruido se los dejó más claro que el agua.
El mimo se quitó el sombrero e hizo una reverencia elegante a los héroes, dio media vuelta y se fue.
—Al parecer si no lo vemos, lo creemos.— Comentó irónica Ladybug.
—Bueno, hay que admitirlo, Mime es bueno en su trabajo.— Dijo Spider-Lady.
—¿Mime? ¿Vas a llamarlo Mime?— Preguntó Ladybug, señalando lo obvio del nombre.
—Bueno, es un mimo, ¿qué mejor nombre que Mime?— Replicó Spider-Lady.
—Touché.
Mientras las chicas hablaban tranquilamente, Chat Noir no paró de forcejear con los barrotes invisibles, pero al ver que sus esfuerzos eran en vano, decidió probar otra técnica.
—No se puede marchar.— Pensó en voz alta Chat Noir.
Chat Noir dio media vuelta y se alejó de los barrotes dando pisotones.
Por otro lado, Spider-Lady y Ladybug observaron como Mime materializaba un coche y se marchaba, pero al hacerlo, los barrotes desaparecieron.
Cuando Ladybug iba a avisar a Chat Noir de que ya podían ir tras Mime, lo vio correr decidido hacia los barrotes ya inexistentes para derribarlos, pero antes de que pudiera decirle nada, Spider-Lady tapó su boca y evitó que advirtiera a Chat Noir.
Cuando Chat Noir se cayó de bruces al suelo, Spider-Lady soltó a Ladybug y se echó a reírse a carcajadas.
—¡Sí! ¡Lo hice!— Gritó orgulloso Chat Noir de su "logro".
Spider-Lady solo se rio aún más de Chat Noir, mientras Ladybug solo negaba, cansada de la ingenuidad de su compañero.
—Ojalá fuera así.— Le respondió Ladybug a Chat Noir.— Cuando a materializado el coche los barrotes desaparecieron.— Le explicó.— Spider, céntrate, tenemos que ir tras Mime.
Ordenó Ladybug a Spider-Lady para interrumpir sus carcajadas, para después irse columpiándose con su yo-yo tras el coche invisible de Mime.
Chat Noir se levantó del suelo y se acercó a Spider-Lady, quien estaba acabando con su propia risa.
—¿Vamos a llamarlo Mime?— Le preguntó Chat Noir a Spider-Lady.
—Sí, el nombre le queda bien.— Le respondió sin más Spider-Lady.— Por cierto, que sepas que te he grabado cuando te has caído.— Y sin escuchar la protesta de Chat Noir, Spider-Lady se fue para seguir a Ladybug.
—¡Oye! ¡Eso no es justo!— Le gritó Chat Noir, a sabiendas de que ya no lo escuchaba nadie.
Chat Noir alcanzó a Ladybug y a Spider-Lady en la persecución y alcanzaron a Mime. Una vez el trío de héroes estuvo lo suficientemente cerca del coche invisible de Mime, saltaron sobre él.
—Buen viaje, pero ¿por qué no bajas de la copia cutre del coche fantástico y nos das tu akuma?— Le preguntó burlona Spider-Lady a Mime cuando cruzaron miradas a través del invisible techo.
Pero Mime obviamente no iba a rendirse y a entregarse, por lo que, enfadado, pisó el acelerador con la intención de obligar a los héroes a bajar de su coche. Pero Chat Noir y Ladybug reaccionaron rápido y se sujetaron del coche para no caerse y al mismo tiempo sujetaron ambos las manos de Spider-Lady para evitar que se cayera.
Cuando Ladybug vio como Mime se acercaba veloz al autocar con el reparto de la obra de teatro que se estrenaría esa noche, entendió sus intenciones.
—Es el actor principal de la obra y está persiguiendo a ese autobús.— Les informó Ladybug a sus compañeros.
Mime, enfadado por ser descubierto, dio un giro repentino y cerrado y se bajó del coche en marcha, dejando a los héroes sobre un coche invisible fuera de control.
—¡¿A dónde va?!— Preguntó sorprendido Chat Noir.
—¡Hay que parar esta cosa!— Gritó asustada Spider-Lady.
—¡Voy yo!— Respondió Ladybug, siendo ayudada por su compañera a bajar al asiento del conductor.
—Pisa el freno a fondo.— Pidió Chat Noir.
Ladybug, al entender que no veía literalmente nada del coche, se preguntó cómo demonios iba a pararlo si no veía ni el volante.
—¡¿Pero qué freno?!— Gritó desesperada.
Al mirar hacia delante, Ladybug vio a una madre con su bebé cruzar por un paso de peatones frente a ellos, y vio que si no paraba el coche los atropellaría, por lo que en un acto arriesgado, pisó sin pensar en el lugar donde deberían estar los pedales y dio un giro brusco del volante, provocando que el coche diera un derrape y que la fricción del mismo lo frenara.
Ladybug consiguió parar el coche a tiempo.
—No está mal para un coche invisible.— Alagó Spider-Lady.
—Pero no nos creerán si decimos que hemos salvado su vida.— Contradijo burlón Chat Noir.
Ladybug miró a su alrededor y consiguió localizar a Mime entre las personas haciendo mímica de nuevo, solo que esta vez creó una moto, y cuando terminó de materializarla el coche invisible desapareció provocando la caída del trío de héroes.
—Allá va otra vez.— Comentó frustrada Spider-Lady levantándose del suelo.
—Hay que alcanzar el autobús antes que él.— Ordenó Ladybug.
Pero Chat Noir levantando el brazo izquierdo de Ladybug y el derecho de Spider-Lady las desconcertó. Sobretodo al notar que el héroe felino puso ambos brazos tras su cuello.
—Emm... ¿Qué estás haciendo?— Preguntó divertida Spider-Lady.
—Sujetaos bien Mesdames, vais a dar un paseo con vuestro amigo en las alturas, agarraos.— Chat Noir cogió su bastón y lo extendió sujetándose de él, y así el trío de héroes estar en las alturas.
—Lo podría haber hecho yo sola.— Le recriminó Ladybug a su compañero.
—Somos Gato y Bichitos, ¿recuerdas?— Le respondió burlón Chat Noir.
Cuando Chat Noir creyó estar ya a una altura considerable, se subió de cuclillas sobre el bastón y subió sobre sus piernas a sus compañeras, Ladybug a su derecha y Spider-Lady a su izquierda.
—Bichitos y Gato querrás decir.— Le respondió igual de burlona Spider-Lady con un toque a su cascabel.
Ladybug miró a las calles parisinas buscando el autocar del teatro y mientras, Chat Noir y Spider-Lady comenzaron a tener su propia conversación.
—Oye Spidey, ¿existe alguna forma de sobornarte para que borres ese video?— Le preguntó Chat Noir a Spider-Lady, acercándose peligrosamente a su cara.
—Sí, claro que existe, pero no te servirá de nada el soborno.— Le contestó acercándose aún más a Chat Noir, para ponerlo nervioso, cosa que funcionó, y bajando el tono de voz llegando a un casi ronroneo.— Porque ese video es todo mío, y pienso disfrutarlo mucho.— Le dijo de forma pausada y embelesada con la intención de sacar a Chat Noir de su zona de confort y ponerlo aún más nervioso, cosa que también funcionó.
—Si habéis terminado de coquetear, he encontrado el autobús.— Informó Ladybug cortando el ambiente entre sus compañeros y provocando que Chat Noir se alejara cuanto pudiera de Spider-Lady.— Chat, necesito que nos sueltes ahí.— Le pidió Ladybug apuntando a su destino.
—V-Vale, preparaos.— Le respondió intentando devolver su sistema a su estado original.
Chat Noir balanceó hacia el frente su bastón provocando la veloz caída hacia esa dirección.
Cuando el trío de héroes vio como se aproximaban al autocar de la compañía de teatro, Chat Noir guardó su bastón y los tres se prepararon para el aterrizaje, el cual hicieron perfecto.
El trío de héroes se acercó a la parte trasera del vehículo para esperar a Mime y sorprenderlo.
—¿Dónde estará el akuma?— Preguntó Spider-Lady.
—¡En el sombrero!— Contestó emocionada y casi al instante Ladybug.
—¿Cómo lo sabes?— Cuestionó Chat Noir.
—Tengo un talento oculto.— Contestó orgullosa Ladybug.— Confiad en mí esta vez.
—Bueno, eres tú quien purifica los akumas, no contradeciré a tu talento oculto.— Respondió sin más Spider-Lady, demostrando que confiaba en Ladybug.
De pronto, el tubo de escape de una potente moto se escuchó acercándose con velocidad. Los héroes miraron entre los coches y el tráfico y distinguieron a Mime con su moto aproximándose a ellos.
—¡Ladybug!— Le gritó Spider-Lady.
—¡Voy!— Le respondió de vuelta.
Ladybug lanzó su yo-yo enredándolo entre dos farolas frente a Mime con la ayuda de las telarañas de Spider-Lady. Pero Mime no se rindió, se subió sobre su moto y saltó por un agujero que había entre las telarañas y el yo-yo, cayendo sobre el techo de un coche, y saltando de coche en coche acabó subiendo al techo del autocar.
Mime desenfundó una espada y se puso en guardia frente a los héroes.
—Tienes que distraerlo.— Ordenó Ladybug a Chat Noir.
—Voy.
Chat Noir corrió a cuatro patas hacia Mime pero antes de llegar a él, saltó a un lado fuera del autocar con una pose graciosa a la par que ridicula y maullando cual gato, para después saltar sobre los coches y subir de nuevo al autocar, pero esta vez detrás de Mime, siendo rodeado este por los héroes parisinos.
Chat Noir se acercó a Mime y ambos empezaron a luchar, Mime con su espada invisible y Chat Noir con su bastón.
Spider-Lady se acercó a ayudar a su compañero y se unió a la batalla con una espada hecha de telarañas.
Habría sido muy fácil disparar telarañas e inmovilizar a Mime, pero si apuntaba mal o Mime lo esquivaba podría acabar dando a Chat Noir y eso solo empeoraría la pelea.
Ladybug por otro lado, aprovechó que sus compañeros estaban distrayendo a Mime para acercarse por detrás e intentar quitarle el sombrero, pero Mime la pilló y se lo sujetó.
Enfadado, Mime atacó a Ladybug, pero esta se escudó tras su yo-yo y Chat Noir aprovechó la distracción del villano para atacarlo de vuelta, pero Mime lo esquivó mal y acabó casi cayéndose del autocar. Casi porque Spider-Lady caminó sobre los cristales de las ventanas del vehículo para alcanzar a sujetar a Mime y evitar su caída.
Pero Mime, siguiendo las órdenes de Lepidóptero acercó su mano libre de forma brusca al cuello de la heroína arácnida, dispuesto a quitarle de un tirón ese broche con forma de estrella que sujetaba su capucha.
Spider-Lady soltó una de sus manos para sujetar la mano libre de Mime y así evitar que la atacara y su caída, al mismo tiempo que Chat Noir la sujetaba de la cintura para, según él, ayudarla a subir de nuevo. La heroína comenzó a dar pasos hacia atrás de forma lenta para asegurarse de tener un buen punto de apoyo y volver a subir a Mime, pero cuando ella consiguió estar sobre el techo del autocar las cosas se torcieron.
—¡Quitadle el sombrero! ¡Rápido!— Apresuró Spider-Lady sin darse cuenta de que Mime liberó una de sus manos.
Mime levantó su puño listo para atacar.
—¡Cuidado!— Advirtió Ladybug, apartando de un tirón a sus compañeros de Mime.
Mime acabó dando un puñetazo al techo del autocar aboyándolo en el proceso, pero al ser soltado por la heroína no tuvo ningún punto de agarre y se cayó del vehículo, aterrizando por suerte sobre el capó de un coche.
Los héroes vieron como Mime se levantó y con una sierra mecánica invisible arrancó de cuajo el techo del coche en el que aterrizó, se metió en su interior y ordenó al conductor civil a ir tras el autocar.
—Hay que salvar a los pasajeros.— Dijo Spider-Lady.
—¿Puedo echarte una pata?— Preguntó Chat Noir.
—Sí, vosotros cubridme mientras yo hablo con los civiles.— Pidió Spider-Lady.
—Eso está hecho.— Le respondió Ladybug.
—Date prisa.— Apuró Chat Noir.
Spider-Lady volvió a caminar sobre las ventanas del autocar hasta llegar a la puerta. Sin pisarla, dio unos toques a la misma con los nudillos para llamar la atención del conductor y que la abriera. Una vez conseguido entró de un salto al interior.
—Tiene que parar el autocar.— Ordenó Spider-Lady al conductor.
—Spider-Lady, ¿qué ocurre?
Una mujer pelirroja se acercó a Spider-Lady preocupada; la heroína la reconoció como la directora de la obra.
—Uno de los actores está demonizado y no sé porqué quiere vengarse de la compañía.— Informó apresuradamente Spider-Lady.
—¿Fred?— Preguntó preocupada la directora de la obra.
De repente, el autocar comenzó a derrapar sin control y el conductor no fue capaz de pararlo. De hecho, fueron Ladybug y Chat Noir quienes consiguieron detenerlo sin daños colaterales.
—Quédense dentro y que no cunda el pánico.— Volvió a ordenar Spider-Lady a los civiles.— Nosotros lo arreglaremos.— Pero cuando Spider-Lady estaba apunto de abandonar el vehículo, uno de los civiles la llamó.
—Spider-Lady, sé porqué nos persigue. Le he quitado el papel, pero puede actuar él, ya no me importa. Por favor, solo quiero salvarme.
—¿A qué te refieres con que le has quitado el papel? Lo ha perdido él.— Contradijo enfadada la directora.
—Eemm... No del todo, tengo que contarte algo...
Spider-Lady interrumpió la conversación.
—Escuchen, hablar de esto ahora no sirve de nada, el villano demonizado está siendo manipulado por Lepidóptero y no atenderá a razones hasta que lo derrotemos, ustedes solo guarden la calma, los héroes de Paris nos encargaremos de todo.
Y sin nada más que añadir, Spider-Lady salió del autocar para ayudar a sus compañeros.
Spider-Lady vio como Ladybug fue lanzada lejos y como Mime derribaba a Chat Noir.
Enfadada con Mime, Spider-Lady se acercó corriendo a Mime dispuesto a sacarlo de encima de Chat Noir, pero este la apuntó con una espada e impidió que se acercara más.
Pero Mime no pensó en las telarañas de Spider-Lady ni en el yo-yo de Ladybug.
Spider-Lady lanzó una telaraña a la mano de Mime que sujetaba la de Chat Noir y la pegó al suelo, Ladybug por otro lado sujetó con su yo-yo la mano con la espada de Mime y Spider-Lady terminó envolviendolo en telarañas para inmovilizarlo.
Cuando lograron que Mime no se moviera, Ladybug soltó el yo-yo del brazo de Mime y Spider-Lady fue a ayudar a levantarse a Chat Noir.
—Gracias.— Le agradeció Chat Noir.
—No hay de qué Gatito.
Chat Noir cogió el sombrero de Mime y se lo dio a Ladybug, quien ya estaba a su lado.
Ladybug sacó del interior del sombrero un papel, lo rompió y de ahí salió el akuma para después ser purificado por la propia Ladybug.
—¡Bien hecho!— El trío de héroes celebró su victoria.
Cuando Mime volvió a ser un civil común y corriente, los héroes observaron orgullosos la reconciliación entre los actores y la directora, hasta que Spider-Lady se dio cuenta de la hora que era.
—Bueno chicos, me ha encantado esta aventura y volver a veros, pero llevo desde el mediodía transformada y mi kwami debe estar agotado.— Se apresuró a decir Spider-Lady, dando a entender la despedida.
—¿Llevas toda la tarde transformada?— Preguntó sorprendida Ladybug.— Más te vale no maltratar a tu kwami.— Le dijo de broma, pero dándole una sutil advertencia entre líneas.
—Tranquila, lo alimentaré hasta que se arte, se lo ha ganado. Nos vemos chicos.— Se despidió Spider-Lady.
—Que pena que tengas que irte, podríamos haber ido a la obra solos tú y yo.— La invitó coqueto Chat Noir.
—*Risita* Gracias Gatito, pero unos amigos me han invitado y no puedo dejarlos plantados. Hasta la próxima.— Y sin nada más que añadir, Spider-Lady se fue al mismo tiempo que encendieron las luces de la Torre Eiffel.
Adrien y Colette fueron juntos a la obra del padre de Mylène y al llegar se encontraron con la misma acompañada por Iván, Alya y Marinette.
Colette se sentó, sin darse cuenta, entre Marinette y Adrien y saludó a las chicas.
—Hola chicas, no sabía que ibais a venir.
—Sí, Mylène nos invitó.— Respondió Alya.
—Genial, cuantos más mejor.— Contestó Adrien alegre de estar con sus amigos.
Y así los amigos disfrutaron de la obra «Mime», todos excepto Marinette.
De verdad que intentaba llevarse mejor con Colette, pero es que parecía que quería separarla de Adrien, es decir, ¿qué le costaba sentarse en cualquier otro sitio?
No. No podía enfadarse de nuevo. Se prometió a si misma que intentaría ser amiga de Colette y es lo que iba a hacer.
Solo esperaba que de verdad Colette no se interpusiera entre Adrien y ella.
Imágenes extra del capítulo:
Curiosidades del capítulo:
Silkk se pasó literalmente 25 minutos regañando a Colette por no haberse destransformado antes y, según él, haber abusado de su poder, aunque el enfado se le pasó en cuanto Colette le trajo doce bricks de zumo de piña solo para él.
Después de la obra de teatro, Alya le enseñó emocionada a Adrien y a Colette el video que tenía de Ladybug que grabó al medio día.
Mylène estuvo hablando sin parar durante dos semanas emocionada y orgullosa de la obra que iba a protagonizar su padre, por lo que Colette no pudo decirle que no cuando le pidió ir.
Como Mime había atacado tan tarde, los héroes acordaron descansar por aquél día y no hacer patrulla, aunque para compensar al día siguiente hicieron patrulla por la mañana temprano y otra por la noche.
Nota: ¡Buenas! Siento tardar tanto para publicar este capítulo, pero es que lo he escrito, borrado y reescrito varias veces porque no me convencía el acabado. Así que espero que lo hayáis disfrutado. Comentad y votad. Besos <3
PD: Esto de regalo por haber tardado tanto en publicar. Solo diré que por estas cosas pago internet XD.
6065 Palabras
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