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Rogercop

No os preocupeis gente, que hoy hay momento Spider-Chat (o Spider-Noir, aún no he decidido su nombre de shipp) Disfruten del cap ;)

Principios del año, y como en cada curso el instituto celebró el día del trabajo, un día en el que los padres de los alumnos asistían a las clases para hablar sobre sus trabajos e inspirar a los jóvenes.

Colette llevaba una semana suplicando a su madre que fuera al instituto a hablar de su trabajo de animación, pero al parecer estaba trabajando en una película importante y su jefe no la dejaba pedirse un día libre.

Lo intentó con su padre pero el resultado fue peor. Su padre podría ser amable y cariñoso con ella, pero de ahí no pasaba, lo era con ella y con nadie más, y él detestaba la idea de hablar sobre su trabajo con adolescentes.

Acabó yendo al instituto sola.

Al entrar al aula se fue al fondo para sentarse con Juleka y Rose, aunque se sorprendió de ver a Juleka vestida de blanco.

—Buenos días chicas.— Saludó la pelirrosa sentándose al lado de Rose.

—Buenos días Colette.— La respondió alegre Rose.— ¿Tus padres vendrán?

—No han podido pedirse un día libre.— Le contestó un poco apenada, pues le hubiera gustado que alguno de sus padres viniera.

—Bueno no te preocupes, al final casi nadie ha venido.— Murmuró Juleka señalando al aula.

Tenía razón, apenas habían padres.

—Hey Juleka, te ves muy bien de blanco, un color inusual en ti.— Alagó Colette.

—Bueno, quería impresionar a los padres, pero lo dicho, al final casi nadie ha venido.— Le respondió decepcionada.

—¿Qué hay de tu madre? ¿Cómo es que no ha venido?— Le preguntó Rose.

—Abandonó en cuanto se enteró de que habría policía.

Colette no pudo evitar soltar una risa, pues era típico de la madre de Juleka huir de la policía, no estaba en buenos términos con la ley que digamos. Pero al oir a la Srta. Bustier, quien estaba dando inicio a la clase, fue a su sitio despidiéndose de sus amigas y quedando con ellas para el almuerzo.

La Srta. Bustier dio comienzo a la clase y explicó lo que se haría durante esta misma. De uno en uno los padres junto a sus hijos explicarían de qué trata su trabajo, cómo lo eligieron y qué los motivó a hacerlo, y si los alumnos tenían alguna duda debían responderles.

Una vez aclarado esto, la Srta. Bustier preguntó por algún voluntario, el padre de Marinette no tardó en ofrecerse.

—Buenos días chicos, me llamo Tom Dupain y soy el dueño de la panadería Tom & Sabine Boulangerie Patisserie, o Tom & Sabine para abreviar.— Se presentó Tom a la clase.— Mi día comienza a las 4 cada mañana, porque abrimos a las 7. Tal vez penséis que la vida de un panadero es monótona. Hacer las mismas pastas, panes, tartas... Pero cada día es diferente.— Aclaró entusiasmado.— Un día alguien pide una tarta con la forma de la Torre Eiffel y otro día pueden pedirte cien macarons con forma de corazón.

Mientras Tom continuaba explicando su trabajo con el mayor detalle posible, Colette miraba por el ventanal de la clase que daba a los pasillos, viendo a Adrien hablar por télefono con una mirada triste. Colette supo que su mejor amigo estaba llamando a su padre y que este no vendría.

En cuanto Adrien entró de nuevo al aula, mientras sus compañeros aplaudían a Tom, y se sentó en su sitio, Colette se levantó rápidamente y se sentó al lado de Adrien aprovechando que la Srta. Bustier no miraba.

—¿Qué haces aquí Lettie?— Le preguntó curioso Adrien.

—Apoyo a mi mejor amigo.— Le contestó simplemente.— No te preocupes por tu padre, los míos tampoco han podido venir, de hecho, muy pocos han venido.— Le apoyó.

—Colette tiene razón colega, no te rayes tanto por tu viejo y disfruta del día.— Nino también apoyó a Adrien.

Adrien sonrió a sus amigos, sintiéndose agradecido por haberlos conocido.

—Gracias chicos.

—Marinette pasará la bandeja, los cruasanes están recién hechos.— La voz de Tom despistó al trío de su conversación y vieron a Marinette acercarse con una bandeja llena de cruasanes.

Mientras Marinette comenzó a repartir cruasanes, la Srta. Bustier continuó con las presentaciones de los padres.

—Gracias Sr. Dupain.— Señala a la madre de Alya.— Ella es la madre de Alya, jefa de cocina en el Le Grand Paris, cuyo dueño es el Sr. Bourgeois.

Mientras la madre de Alya y esta misma se colocaban frente a la clase y comenzaba con su explicación sobre su trabajo, Marinette vio con una mezcla de pena, por si misma, y enfado, por Colette, la mesa en la que se encontraban Nino, Adrien y Colette, pues de nuevo Colette estaba pegada al chico del que estaba perdidamente enamorada.

Marinette odiaba el hecho de que Colette consiguiera acercarse así sin más a Adrien. Da igual dónde o cuándo los viera que siempre estaban juntos.

Mientras que Marinette apenas y podía mantener una conversación coherente con el joven modelo.

Y mientras Marinette más tiempo veía a Colette pegada como una lapa a Adrien, más la odiaba.

Enfadada les dio a Nino, Adrien y Colette un croissant a cada uno, aunque lo hizo de mala gana, lo cual extrañó al trío sentado en una sola mesa.

—Por desgracia no he traído ningún plato, pero quizás el Sr. Bourgeois podría invitaros al hotel y a una comida.

La clase aplaudió encantada por la idea.

Cuando Marinette estaba bajando las escaleras del aula, pues ya repartió cruasanes a todos, esta se tropezó en el último escalón y tiró la bandeja junto a los cruasanes que quedaban en ella.

—Aaaggg... ¡¿Habrá algún día en el que no te tropieces con nada?!— Gritó molesta Chloé, pues Marinette se había tropezado con su bolso.

Marinette, ignorando a Chloé, comenzó a recoger los cruasanes del suelo antes de que se desperdiciaran.

—Y ahora es el turno del padre de Sabrina, es policía, el Agente Roger.— La Srta. Bustier continuó con la clase.

—Soy policía desde hace quince años y creo que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario.

Chloé se puso de pie furiosa y comenzó a chillar.

—¡Mi pulsera! ¡No está!— Enseña la caja de la pulsera vacía.— ¡Estaba aquí hace un segundo! ¡Has sido tú! ¡La has robado!— Apunta furiosa a Marinette.

—¿Qué? ¡¿De qué estás hablando?!— Marinette, enfadada por haber sido acusada sin ni siquiera saber de qué se la acusa, le gritó a Chloé.

—¡¡Tú te has tropezado a drede con mi bolso para robarme la PULSERA!!— Chloé chilló con más fuerza, acusando de nuevo a Marinette.— Usted es policía.— Dijo mirando al Agente Roger.— ¡¡ARRÉSTELA!!

—Mi hija no es una ladrona.— Exclamó a la defensiva el Sr. Dupain.

El Agente Roger, para poner un poco de calma en el aula, tocó su silbato.

—Un momento Srta. Bourgeois. No se debe acusar a nadie sin pruebas.— El Agente Roger habló calmado.— Todo el mundo tranquilo. ¿Puede ser que haya perdido su pulsera?— Propuso el Agente Roger.

—¿Está diciendo que soy una mentirosa?— Preguntó retóricamente Chloé, completamente indignada.— ¡¡¡PAPÁ!!!

El Sr. Bourgeois no dudó en acatar las órdenes de su hija malcriada.

—Roger, te exijo que la registres.— Ordenó el alcalde señalando a la joven Marinette.

—¡JA!— Celebró Chloé.

—Por favor, calmense.— La Srta. Bustier intentó calmar a los adultos al ver que el Alcalde Bourgeois se acercaba enfadado al Agente Roger.

—Te recuerdo que como alcalde de esta ciudad soy tu superior.— Recordó el alcalde mientras se ponía recto, acentuando su altura, e hinchando el pecho.

Colette se preguntó para si misma el porqué al ser humano no se le considera un animal cuando actúa como uno, pues todos los hombre para "imponer" se ponían rectos para parecer más altos, hinchaban el pecho y ensanchaban los hombros. Eso es lo que hace un animal cuando quiere aparentar ser más grande.

Colette llegó a la conclusión de que los hombres se ven idiotas al hacerlo y ya.

—Pero señor, va contra la ley. No puedo hacerlo.— Contradijo el Agente Roger al alcalde.

—Bien, pues ya no eres agente de policía.— Exclamó el Alcalde Bourgeois, harto de la actitud del agente.

—Señor, no hablará en serio. ¿Esto por una pulsera perdida?— El agente intentó hacer entrar en razón a su alcalde, pues realmente lo estaban despidiendo por nada.

—Estamos hablando de la pulsera de mi hija.— El alcalde le da un golpe a la mesa de la Srta. Bustier.— ¡No estás capacitado y estás despedido!— Le gritó mientras señalaba la puerta del aula.

Sin saber que otra cosa hacer para defender su puesto, el Ex-Agente Roger se fue con la cabeza gacha del aula.

Colette estaba sorprendida de ver hasta dónde era capaz de llegar el alcalde de su ciudad con tal de cumplirle un capricho a su hija.

—Bien, llamemos a Ladybug o a Spider-Lady, seguro que ellas lo pueden resolver.— Declaró Chloé mientras tecleaba quién sabe qué en su telefono.

Poco después una alerta llegó al móvil de Colette, una alerta de un falso akuma.

¿Por qué falso?

Porque la alerta había sido transmitida por Chloé Bourgeois, obviamente para atraer al par de superheroínas que ella admiraba.

Mientras el Alcalde Bourgeois y el Sr. Dupain discutían defendiendo a sus hijas, Colette pensó en la seria posibilidad de aparecer como superheroína.

Como Colette y adolescente corriente los adultos no la escucharían y Chloé tal vez la acusaría también por ir en su contra.

Como Spider-Lady y superheroína de Paris impondría más respeto con solo su presencia, los adultos la escucharían como a una igual y tal vez podría incluso encontrar la pulsera.

Colette no se lo pensó mucho más.

—Adri, si alguien pregunta me he ido al baño.— Le susurra a su mejor amigo, y cuando lo ve asentir se levantó y salió del aula.

Una vez dentro del baño Silkk voló hasta colocarse frente a Colette y le reprochó.

—Es una muy mala idea y lo sabes.

—Vamos Silkk, conoces a Chloé, es capaz de acusar hasta a los adultos de robar la puñetera pulsera, y siendo Colette no me escucharán.

—¿Y piensas que siendo Spider-Lady sí?— Le preguntó irónico.

—Chloé admira a Spider-Lady.— Le respondió obvia.

—¿Y cómo explicarás que Spider-Lady se presente en un instituto solo para arreglar un malentendido con una pulsera?

—Chloé ha publicado una falsa alerta de akuma, utilizaré eso para aparecer.— Le contestó enseñándole el móvil a Silkk.

—Bueno, si lo tienes todo pensado entonces no te detendré siempre y cuando me des zumo después.— Declaró Silkk mientras se acariciaba el suave pelaje de su cuello.

—Siempre te daré zumo después de transformarme Silkk.— Le contestó risueña acariciandole la cabezita.— ¡Silkk, a trepar!

Spider-Lady salió de los baños por la ventana y se puso a escalar la pared del edificio cual araña.

Se asomaba por las ventanas para encontrar su aula pero sin ser vista, al menos no por las personas que estaban dentro del instituto.

Al encontrar su clase disparó una telaraña frente a ella, y como si estuviera descendiendo de una escalada saltó y columpiándose con sus pies entró a la clase, dejando a todos sorprendidos, con un aterrizaje perfecto.

—¡¿Dónde está el akuma?!— Preguntó Spider-Lady, fingiendo estar preocupada por un akuma que obviamente no existía.

—¿Akuma? ¿De qué akuma hablas?— Preguntó confusa Marinette.

Spider-Lady encendió su holograma en su mano izquierda y mostró la alerta akuma.

—El akuma que según esta alerta se encuentra en el instituto.

—¡Oh! Ya se ha ido, pero ya que estas aquí necesito tu ayuda. ¡La panadera esta me ha robado!—Gritó enfadada Chloé mientras cogía del brazo a Spider-Lady y la llevaba frente a Marinette.

—Espera, Chloé, ¿tú has puesto esa alerta akuma?— Preguntó enfadada Marinette, pues por su culpa Spider-Lady había dejado a un lado su vida cotidiana para aparecer en el instituto por su capricho.

—¿Y qué si ha sido así? ¡Spider-Lady arréstala!

Spider-Lady, fingiendo estar cansada de la situación, se acarició el entrecejo con ambas manos como si intentara calmarse.

Todo esto bajo la atenta mirada de los adultos, quienes dejaron de pelear en cuanto Spider-Lady llegó.

—Muy bien, voy a ignorar que usted Srta. Bourgeois ha publicado una falsa alerta de akuma para explicarle que yo no soy policía, no arresto a ciudadanos, soy una superheroína y detengo a supervillanos, ¿entiende la diferencia?— Le preguntó calmadamente.

—¡Pero ella me ha robado mi pulsera!

—¡Yo no te he robado nada!

—¡SILENCIO!— Gritó fuera de sus casillas Spider-Lady, sorprendiendo a todo el mundo.

Toda Paris conocía a Spider-Lady por su alegría y su buen humor, por lo que verla y escucharla chillar enfurecida por una estúpida pelea infantil los sorprendió.

—Contadme qué ha pasado y buscaré una solución.— Declaró Spider-Lady.

Aunque ya sabía exactamente qué había pasado, no podía decirlo, debía actuar como si no hubiera estado en la "escena del crimen" para evitar sospechas sobre su identidad.

Entre los berrinches de Chloé, las aclaraciones de Marinette y Adrien, las acusaciones del alcalde y la defensa del Sr. Dupain lograron contarle lo ocurrido a Spider-Lady mientras esta se colgaba del techo boca abajo, pues según ella pensaría mejor con la sangre en el cerebro.

—De acuerdo, entonces Marinette se ha tropezado con el bolso de Chloé y después la pulsera desapareció, ¿me equivoco?— Preguntó Spider-Lady. En cuanto vio negar a los presentes continuó.— Bien entonces haremos lo siguiente, primero que los adultos dejen de pelear.— Ordenó Spider-Lady viendo como el Alcalde Bourgeois y el Sr. Dupain se miraban amenazantes, como si fueran lobos defendiendo su territorio.— No resolveremos nada si ustedes continúan peleando.— Regañó Spider-Lady para después fijar su vista en Nino.— Nino, ¿llevas grabando todo el tiempo?— Le preguntó con calma.

—Eehh... Sí, ¿por qué?— Nino le respondió con otra pregunta.

—¿Podemos ver el video?

—Claro Spider-Lady.

Todos se pusieron alrededor de Nino, mientras Adrien escapaba de la multitud con su kwami sin que nadie lo notara. Una vez todo el mundo estuvo rodeando a Nino, excepto Spider-Lady pues ella estaba sobre las cabezas de los demás, este le dio play al video.

En este se mostró a Sabrina sujetando la pulsera de Chloé.

Marinette no dudó en saltar.

—¡Ahí está! Sabrina tenía la pulsera de Chloé.

Automáticamente todos se giraron para mirar a Sabrina, algunos más enfadados que otros.

—Sí, pero la devolví después de eso.— Se defendió nerviosa por tener a todo el mundo mirándola.

Marinette volvió a atacar.

—Chloé ¿y si miras en el bolso de tu súper amiga?

—¿Me estás llamando ladrona?— Sabrina saltó a la defensiva enfadada.

—Muy bien, parad.— Ordenó Spider-Lady.— Srta. Bourgeois, ¿usted ha visto a la Srta. Sabrina devolver la pulsera?— Le pregunta mirando directamente a Chloe.

Chloé se lo pensó un momento.

—Sí, sí que me la devolvió, lo sé porque le dije que se mira pero no se toca.— Respondió obvia Chloé con una sacudida de su coleta.

Sin darse cuenta Chloé provocó que su coleta abofeteara la cara de Nathaniel, quien, por el golpe y el susto, se tambaleó y dejó caer un dibujo hecho por él mismo de la pulsera de Chloé.

El Alcalde Bourgeois, Chloé y Sabrina jadearon sorprendidos.

Nathaniel recogió y escondió velozmente su dibujo.

—Sí, la he dibujado, pero no he hecho nada malo.— Se justificó enseguida el joven pelirrojo al ver como lo miraban el Sr. Bourgeois, Chloé y Sabrina.

Spider-Lady pensó en el sitio de Nathaniel, él se sentaba en la última fila, completamente alejado de Chloé y su pulsera, era imposible haberla cogido sin ser notado.

—¡Dame el video! ¡Haré que lo analicen profesionales!—Le exigió el Alcalde Bourgeois a Nino.

—¡Ni hablar! ¡Es mi móvil!— Nino saltó enfadado a la defensiva.

Que el Sr. Bourgeois fuera su alcalde no significaba que debía de hacerle caso en todo lo que ordenara, sobretodo cuando él es menor y su móvil es de su propiedad.

—¡¿Con quién crees que estás hablando?!— El alcalde no se acobardó, solo se enfadó más.

—¡Con el tío al que mis padres no votarán!

Mientras Spider-Lady bajaba de su telaraña con calma le habló al alcalde.

—Sr. Alcalde, tal vez debería-

Pero él la interrumpió e ignoró.

—¡¿Dónde está el director?! ¡Quiero ver al director ahora!— Le gritó el Alcalde Bourgeois a la Srta. Bustier.

—El director Damocles está en su oficina, al final del pasillo.— Le indicó enseguida Spider-Lady, pues no quería seguir tratando con el alcalde maleducado.

Al escucharla el Alcalde Bourgeois salió enseguida del aula, sin dar siquiera las gracias, y se fue dando un portazo.

En cuanto lo hizo Spider-Lady suspiró aliviada.

Ya no tendría que aguantar al adulto actuando como un niño caprichoso.

—¿Lo ves Chloé? Yo he tropezado con tu bolso, pero ella tenía tu pulsera y él la ha dibujado. Todos sospechosos.— Habló Marinette señalando a Sabrina y a Nathaniel, estropeando la tranquilidad momentánea de Spider-Lady.

—Alto ahí.— Spider-Lady se vio obligada a parar y desmentir la conclusión de Marinette.— No sigas por ese sendero arenoso Marinette, porque te tropezarás.— La regañó con una metáfora.

—¿Sabes quién soy?— Le preguntó Marinette sorprendida de que Spider-Lady supiera su nombre.

—Pues claro, te salvé junto a Chat Noir de Illustrator hace unas semanas, ¿recuerdas?

—¡Oh, pues claro! ¡Qué tonta!— Marinette se rió nerviosa.— Es que no creí que una superheroína me recordara, quiero decir, salvas a personas todos los días.— Marinette no entendía porqué se sentía tan nerviosa al hablar con Spider-Lady en su forma civil.

—Pues sí te recuerdo, pero ese no es el caso.— Spider-Lady no podía desviarse del tema.— No vamos a montar un pollo por una pulsera perdida, tenemos que pensar con la cabeza fría.— Dijo Spider-Lady mirando a todo el mundo.— Lo que significa que no vamos a estar acusando a nadie sin pruebas contundentes. Tropezar con un bolso no es una prueba.— Miró a Chloé.— Dibujar la pulsera no es una prueba.— Miró a Marinette.

—¿Y qué hay de Adrien?— Preguntó Max levantándose de su asiento.

—¿Adrien?— Spider-Lady le respondió con otra pregunta, ¿qué tenía que ver Adrien con esto?

—Sí, Adrien Agreste, él salía en el video cuatro segundos y medio.— Max acusó a Adrien de ser sospechoso, lo que extrañó a Spider-Lady.

—¿Por qué la robaría él?— La mayoría de presentes la miraron sin entenderla.—Quiero decir, es Adrien Agreste, hijo del hombre más rico de Paris, ¿para qué quiere la pulsera de la Srta. Bourgeois?— Entonces todos asintieron compresivos.

Pero eso no quitaron las dudas que se le formó a Spider-Lady, ¿dónde estaba Adrien? ¿En qué momento se marchó? ¿Y por qué?

En aquél momento la puerta se abrió llamando la atención de todo el mundo.

—¿Y el alcalde?— Preguntó lo que parecía un robot.

—¡¡Papá!!— Gritó Sabrina.

Spider-Lady supo que se trataba de un akumatizado, pero no podía empezar una pelea, al menos no dentro del aula, habían demasiados civiles, no conocía los poderes del akumatizado y no sabía qué tanto daño era capaz de hacer.

—Creo que ya se ha ido.— Le contestó Spider-Lady colocándose frente a todos.

—¿Está mintiendo?— Le preguntó el akumatizado sin nombre.

—No, claro que no.— Contestó veloz Spider-Lady.

Entonces, como si fuera Mazinger Z, el akumatizado apuntó a todos con sus puños.

—Si nadie habla, todos serán arrestados.— Amenazó.— ¿Dónde está tu padre?— Le preguntó a Chloé.

Spider-Lady, viendo que estaba distraído, disparó dos telarañas al techo, se columpió de ellas y le dio una patada con ambas piernas al akumatizado en el pecho, sacándolo del aula y mandándolo al patio.

Rápidamente Spider-Lady bajó y miró a todo el mundo.

—Marchaos todos ya, no os quedéis, es peligroso.— Ordenó Spider-Lady sin mirar a nadie en específico.

Y antes de siquiera verificar que la hubieran escuchado, Spider-Lady salió corriendo del aula y saltó a las barandillas del pasillo, poniéndose en cuclillas sobre estas, y miró al akumatizado levantarse del suelo desde el segundo piso.

—Spider-Lady, hay un nuevo justiciero en Paris, Rogercop. Tus servicios no se necesitan.— Tras auto-presentarse, Rogercop disparó a Spider-Lady sus esposas mágicas.

Spider-Lady saltaba, brincaba, botaba, corría, daba volteretas, mortales adelante o hacia atrás, subía por las barandillas o vigas de hierro y después bajaba de nuevo, corría por el suelo, las paredes o el techo... Hacía todo eso y más para esquivar los interminables disparos de Rogercop, los cuales no le daban la más mínima oportunidad para devolverle los disparos.

Spider-Lady aprovechó una columna para usarla de escudo, y mientras Rogercop seguía disparando Spider-Lady subió por la columna cual araña sin que Rogercop lo notara, y entonces disparó un par de telarañas a sus brazos, lo que evitó que disparara.

—No puedes ir arrestando a la gente sin más.— Le contradijo Spider-Lady.

Pero entonces Rogercop divisó al Alcalde Bourgeois bajando las escaleras junto a Ladybug, por lo que, enfadado, se quitó las telarañas de sus armas con las manos y comenzó a disparar.

Ladybug se escudó a ella y al alcalde con su yo-yo, dándole la oportunidad de escapar al alcalde. Pero al ver esto, Rogercop disparó con más eficacia, obligando a Ladybug a esquivar sus disparos. Aunque no duró mucho, pues de repente sintió un golpe a su espalda y de repente, sin más, estaba volando.

Rogercop miró confundido a su alrededor, pues de un momento a otro tanto Ladybug como Spider-Lady desaparecieron de su campo de visión, pero en cuanto vio huir de la institución al Alcalde Bourgeois lo siguió sin dudarlo.

Por otro lado Spider-Lady estaba acuclillada en el tejado del instituto, abrazando por la espalda a Ladybug con su mano derecha y con la izquierda tapándole la boca para evitar que ella gritara.

Ladybug no entendía qué había pasado, pero al reconocer la mano de su mejor amiga y compañera de batallas se relajó.

Spider-Lady, al notar como Ladybug se relajaba, la soltó despacio y después se colocó frente a ella.

—Buenos días Mi Lady, me alegra veros.— La saludó alegre.

—Spidey, ¿qué demonios? ¿Por qué me has sacado de la pelea así?— Preguntó Ladybug, no estaba enfadada pero sí confundida, confiaba ciegamente en su compañera y sabía que no hacía las cosas sin pensar, pero no entendía porqué la había apartado de la batalla para dejar libre a Rogercop.

—Porque debemos luchar juntas para vencerlo, por separado Rogercop nos supera.— Aclaró Spider-Lady.— Además...—Señala a Rogercop saliendo de la institución tras el alcalde.— Así podemos pillarlo desprevenido.

Ladybug entendió lo que Spider-Lady quería hacer. Sorprender a Rogercop y evitar que fuera tras el alcalde. Por lo que se levantó y junto a su compañera arácnida fué a la entrada del instituto, escondiéndose de la vista de Rogercop.

Cuando Rogercop pasó caminando con calma por la entrada Ladybug enrolló su yo-yo en su brazo derecho y Spider-Lady le disparó una telaraña en el brazo izquierdo. Ambas tiraron con fuerza para detener el paso de Rogercop, pero Rogercop continuó su camino sin inmutarse provocando la caída de ambas heroínas.

Rogercop se colocó frente al alcalde, quien estaba al otro lado de la calle subiendo a su coche, y le apuntó listo para disparar, pero Chat Noir apareció justo a tiempo. Aterrizó sobre el brazo de Rogercop provocando el desvio de su disparo y dándole el tiempo necesario al alcalde para escapar en su coche.

Enfadado, Rogercop miró y apuntó con sus armas a Chat Noir.

—Obstrucción a la justicia Chat Noir. Pagarás por esto.

—Añade daños corporales a los cargos.

Rogercop disparó a Chat Noir pero él esquivó todos los disparos y corriendo a cuatro patas se colocó velozmente tras Rogercop, escaló por su espalda y después pegó un salto sobre sus hombros para pegarle con su bastón.

Pero Rogercop estropeó sus planes al sujetar con fuerza su bastón para después lanzarlo como si no pesara nada.

Chat Noir cayó de lleno en un contenedor, casualmente en el mismo en el que la Srta. Mendeleiev se encontraba obligada a limpiar.

Ladybug y Spider-Lady se acercaron a Rogercop, Ladybug con la guardia alta y preparada para luchar y Spider-Lady con la guardia baja y preparada para hacer entrar en razón a Rogercop.

—Oiga, usted es el padre de Sabrina y un buen policía. No deje que quién le dio esos poderes le convierta en un mal policía.— Le dijo Spider-Lady.

Spider-Lady y Ladybug vieron como Rogercop relajó sus hombros y comenzó a dudar, pero la influencia que Lepidóptero tenía sobre él era mayor, por lo que Rogercop apuntó de nuevo a las superheroínas.

—La justicia debe prevalecer en Paris.

Rogercop comenzó a disparar al dúo, Ladybug se fue por la derecha esquivando los disparos y Spider-Lady por la izquierda. Ladybug se acercó a darle una patada a Rogercop pero él la atrapó y la lanzó por encima del instituto. Por otro lado Spider-Lady saltó por encima de la cabeza de Rogercop y aterrizó a sus espaldas, quería pillarlo desprevenido, pero Rogercop era un oponente digno de admiración, no solo tenía una fuerza increíble, también era muy veloz, por lo que logró pillar a Spider-Lady sin mayor problema.

La sujetó de ambas muñecas con una sola de sus enormes manos, dio unas vueltas y la lanzó por los aires mandándola a la carretera.

—El alcalde debe pagar por deshacerse de su mejor agente de policía.— Rogercop chasquea los dedos y casi al instante aparece su coche.

Al darse media vuelta Chloé llama la atención de Rogercop, intentando convencerle de arrestar a Marinette, pero él, con prisas, la ignora y solo la anima a subirse a su coche para ir cuanto antes tras el alcalde, dejando a los superhéroes completamente derribados.

Spider-Lady se levanta en cuanto ve marchar el coche de Rogercop y se dirige hacia Chat Noir para ayudarlo a salir del contenedor de basura.

—Vamos Gatito, tenemos que meter tras las rejas a un policía.— Le dijo divertida Spider-Lady y con un guiño mientras veía como Chat Noir se sacudía su traje.

—¿Y a qué esperamos Spidey?— Le preguntó retórico Chat Noir, siguiéndole el coqueteo y apoyándose sobre su bastón.

Sider-Lady al verlo no pudo desaprovechar la oportunidad y pateó el bastón, provocando la casi caída de Chat Noir y sus propias risas.

—Vamos antes de que lo perdamos de vista, ya nos alcanzará Ladybug.— Dicho esto, Spider-Lady comenzó a columpiarse con sus telarañas para ir tras el coche del akumatizado.

Chat Noir suspiró para si mismo.

—Me encanta esta chica.— Murmuró para si para después seguir a su compañera, y mejor amiga, y al coche.

Cuando ambos cayeron sobre el maletero del coche este comenzó a volar.

Literalmente.

Spider-Lady se sujetó con fuerza del alerón del coche pero Chat Noir no pudo hacerlo, por lo que antes de que se cayera Spider-Lady lo sujetó con fuerza de la mano y lo atrajo hacia ella, ayudándolo a subir de nuevo al coche y a sujetarse.

—Gracias Mademoiselle-Spidey.— Le agradeció Chat Noir con una divertida reverencia con su brazo.

Antes de que Spider-Lady pudiera preguntar por aquél nuevo apodo, aunque no le molestaba, el yo-yo de Ladybug apareció, por lo que ambos lo agarraron y ayudaron a Ladybug a subir al coche.

—¿A qué me echabais de menos?— Preguntó Ladybug tras colocarse al lado de Chat Noir, situándolo en medio de sus compañeras.

Pero ninguno pudo responder pues el coche comenzó a dar vueltas sobre su eje frontal, lo que causó los gritos de los superhéroes.

El trío se sujetó con fuerza del alerón sin ninguna intención de soltarse, por lo que Rogercop, al ver esto, frenó en seco y cambió la dirección.

Chat Noir salió volando, pero Spider-Lady atrapó su mano con una telaraña y tiró con fuerza, atrayéndolo de nuevo hacia sí misma, atrapandolo al estilo princesa.

Chat Noir rio nervioso por la situación y se sonrojó levemente al recibir otro guiño de la muy bonita superheroína arácnida, quien lo dejó de pie sobre el maletero del vehículo.

Rogercop, al ver que aún no se había librado de los molestos superhéroes, puso el piloto automático y salió del coche para enfrentarse él mismo a los tres héroes.

—¿Aún no te he dado las gracias por el paseo?— Chat Noir, como acostumbraba a hacer, fue el primero en atacar.

Mientras que Ladybug y Chat Noir lanzaban sus armas o atacaban con ellas, Spider-Lady lanzaba ataques corporales mayoritariamente, pues le lanzó varias telarañas para intentar atarlo pero Rogercop siempre lograba quitarselas, por lo que parecían ser inútiles contra él.

Entonces, con un fuerte pisotón, Rogercop hizo que el coche diera vueltas de nuevo.

Chat Noir y Ladybug corrieron por el coche para mantenerse siempre a favor de la gravedad y no caerse desde tal altura, mientras que Spider-Lady se quedó frente a Rogercop y ellos continuaron su pelea.

Spider-Lady estaba en una gran desventaja, aunque pudiera mantenerse pegada al coche no podía saltar a la ligera, debía mantener siempre una parte de su cuerpo pegada, sus telarañas eran inútiles contra Rogercop y este mismo tenía tanta o tal vez incluso más fuerza que ella, y lo peor de todo es que en esas condiciones debía pelear sola contra él. Spider-Lady tenía todos los tickets para pasarlas canutas.

La superheroína arácnida dio patadas y puñetazos a Rogercop pero él los esquivaba todos o los paraba. Spider-Lady lo tenía muy difícil, sobretodo si tenía que dividir su mente en pensar como atacar, como esquivar, como no caerse y como no molestar a sus compañeros para que estos no se cayeran.

—Quiero unos zapatos igualitos que los tuyos.— Le escuchó decirle Chat Noir.

En un descuido Rogercop sujetó a Spider-Lady del cuello, sin apretarlo, y con su cuerpo ocasionó la caída de Ladybug.

Ladybug lanzó su yo-yo a Chat Noir.

—¡Cógelo!— Pero Chat Noir no pudo agarrarlo pues Rogercop lo cogió a él del pescuezo como si fuera un gato.

—¡¡NOOOO!!— Gritaron Spider-Lady y Chat Noir.

—¡¡LADYBUG!!— Gritó Chat Noir, desesperado por querer ir a ayudar a su compañera.

—No os preocupéis, ahora va ella.— Y sin más, Rogercop soltó a Spider-Lady al vacío.

—¡¡¡¡SPIDEEERRR!!!!— Chat Noir sintió su garganta desgarrarse por tal grito, pero poco y nada le importó, pues ver caer a su mejor amiga, sin poder hacer nada, le rompió el corazón.

Solo esperaba que fuera tan ingeniosa como Ladybug y se las arreglara para no estrellarse contra el suelo o algún edificio.

Por otro lado Sider-Lady, lejos de entrar en pánico, juntó brazos y piernas para acelerar su caída y fue hacia Ladybug, quien aún se encontraba cayendo. Al acercarse a ella le disparó una telaraña y la atrajo hacia ella.

—¡Agarrate!— Le gritó para que la escuchara.

Ladybug no lo dudó y su sujetó del cuello de su compañera.

Spider-Lady, con sus telarañas, creó un paracaídas y así ambas lograron llegar al suelo sanas y salvas.

Una vez pusieron los pies en tierra firme Spider-Lady soltó su paracaídas y Ladybug se soltó de ella.

—Vaya, muchas gracias Spidey.— Agradeció sincera Ladybug.

—No hay que agradecer Mi Lady, somos un equipo.— Aunque la máscara evitara que Ladybug la viera, Spider-Lady le sonrió.

Pero entonces el grito de su compañero llamó la atención de ambas superheroínas, miraron al cielo y vieron al héroe gatuno cayendo en picado.

—¿Te encargas tú o lo hago yo?— Preguntó risueña Ladybug.

—No te preocupes, ya me hago cargo.— Le respondió divertida Spider-Lady.

Spider-Lady comenzó a escalar veloz la pared del edificio a su lado hasta llegar a una altura de un par de pisos, después comenzó a disparar telarañas al edificio de enfrente y comenzó a entrelazarlas con otras velozmente, creando una telaraña gigante entre ambos edificios.

Spider-Lady caminó tranquilamente sobre la telaraña hasta el centro y esperó a que Chat Noir cayera sobre ella.

Chat Noir, al ver que estaba demasiado cerca del suelo como para buscar una solución y evitar estamparse, cerró los ojos esperando su final.

Pero entonces sintió como... ¿rebotaba?

Chat Noir abrió los ojos sorprendido y vio como estaba sobre una especie de cama elástica, pero hecha de telarañas. Al momento supo que se trataba de Spider-Lady quien le había salvado la vida, pero desconocía que sus telarañas fueran tan elásticas.

Spider-Lady miró divertida a Chat Noir, quien seguía tumbado en su telaraña, pues no se movía.

—Bueno Gatito, ¿piensas levantarte?— Le preguntó irónica y burlona Spider-Lady.

—Hola Mademoiselle-Spidey.— Le sonrió dándose la vuelta, pero continuando tumbado sobre la telaraña.— Estoy encantadísimo de verte.— Continuó mientras se colocaba los brazos de almohada y cruzaba las piernas.

Spider-Lady soltó una risa.

—A mi también me alegra verte Minino, pero aún debemos vencer a un akuma.— Tras decir esto Spider-Lady le ofrece la mano a Chat Noir.— De nada por salvarte, me debes una.— Le guiña un ojo.

Chat Noir acepta la mano de Spider-Lady y se levanta tambaleándose sobre la telaraña, podía caminar sin problema e incluso hacer alguna acrobacia sobre su bastón, pero esas telarañas eran completamente otro mundo, ¿cómo Spider-Lady podía siquiera estar de pie sin temblar?

Chat Noir se negó a soltar el hombro de su mejor amiga, al menos mientras estuviera sobre esa "maldita" telaraña.

—Y que lo digas, pero ese tanto me lo apunto yo.— Le responde Chat Noir mientras apunta con su mano derecha libre al coche de Rogercop, el cual soltaba un humo negro.

Ladybug subió a la telaraña con la ayuda de su yo-yo y al igual que Chat Noir se tambaleó sobre esta, por lo que se sujetó del hombro izquierdo de Spider-Lady.

—Bien, ahora que estamos todos juntos... ¿Tenéis un plan?— Les preguntó Ladybug sin mirarlos, pues estaba demasiado concentrada en mirar a sus pies y en donde pisaba.

—Un plan no, pero sé a dónde va.— Le respondió Spider-Lady.— Si Rogercop quiere al alcalde-

—¡Tendrá que ir directo al ayuntamiento!— La interrumpió Ladybug, levantando por primera vez su mirada.

Chat Noir miró por turnos a sus compañeras, quienes se miraban entre ellas, y supo que ambas pensaban en un plan.

—¿Detecto un plan?— Preguntó retórico Chat Noir.

Cuando el trío de héroes llegaron a la plaza del Hotel de Ville, el Alcalde Bourgeois le estaba cediendo todo su poder como alcalde a Rogercop, y justo después Rogercop declaró que Ladybug, Spider-Lady y Chat Noir eran fugitivos de alto riesgo de la ley, por lo que debían ser capturados de inmediato.

Al principio los agentes se negaron a seguir tan estúpida orden, pero cuando Rogercop amenazó con encerrarlos a todos de no seguir sus órdenes, los agentes no tuvieron otra elección que seguir sus ordenes e ir tras los superhéroes parisinos, por mucho que quisieran lo contrario.

Los agentes a su alrededor los rodearon y los atacaron, por lo que los héroes se vieron obligados a huir para evitar batallas, sabían que solo eran civiles siguiendo ordenes.

Pero antes de que se dieran cuenta, ya estaban todos los departamentos de policía de todas las comisarías parisinas buscándolos y dándoles caza, incluso usaron varios helicópteros para buscarlos.

Entre esquivar agentes de policía, huir de los coches patrulla y esconderse de los helicópteros de la ley ya estaba anocheciendo, y entre más tiempo pasaba más se les dificultaba esconderse, pues cada vez eran más.

El trío de héroes se encontraba escondido y sentado en un tejado que había frente al Hotel de Ville.

—¿Somos los delincuentes más buscados de la nación?— Preguntó al aire Chat Noir.

—Nosotros no hemos hecho nada.— Respondió apenada Spider-Lady mientras recogía las piernas y las abrazaba.

—Exacto, no se puede acusar a alguien sin pruebas.— Continuó Ladybug sin darse cuenta del estado emocional de su compañera.

—¿Qué pensaran mis padres... si supieran que soy una delincuente?— Preguntó deprimida Spider-Lady al aire, sin esperar realmente una respuesta pero deseándola.

Fue entonces que Ladybug y Chat Noir miraron a su compañera, que estaba entre ellos, y notaron su reciente desánimo.

Spider-Lady era la más despreocupada, al menos con ellos, a la hora de hablar sobre su vida personal, pues era la que más detalles solía dar de los tres. Casi todos, si es que no todos, eran detalles sin importancia como su color favorito o lo que había desayunado por la mañana, pero esa fue la primera vez que la escucharon hablar sobre sus padres.

Chat Noir no sabía exactamente qué decir, por mucho que se pusiera en el lugar de su mejor amiga si su padre se enterara solo se decepcionaría y se alejaría más de lo que ya está alejado, probablemente se iría sin decir una palabra, y aunque eso le dolería realmente ya estaba acostumbrado a vivir como si no tuviera padre, y su madre... Bueno, ya no la tenía con él.

Por otro lado a Ladybug se le hizo más fácil ponerse en el lugar de su mejor amiga, aunque sabía que sus padres siempre estarían de su lado y la apoyarían en todo, ella tampoco quería verlos decepcionados, además, aún le debía una por ayudarla y comprenderla cuando no quiso proteger a Chloé.

Ladybug se arrimó más a Spider-Lady y la abrazó por los hombros con su brazo izquierdo, y mientras le acariciaba el hombro y se apoyaba en la cabeza de su compañera le contestó.

—No te preocupes por tus padres, arreglaremos todo este desastre antes de que se enteren.— Habló Ladybug con la voz más suave y tranquila que pudo poner.

Chat Noir, al también querer apoyar a su amiga, se arrimó por el lado izquierdo de Spider-Lady y la abrazó por la cintura con su brazo derecho, dándole leves caricias también.

—Sí, no te preocupes, ahora iremos y le patearemos el culo de metal a Rogercop, y después podrás ir a tu casa como si nada. ¿Sabes por qué lo sé?— Le preguntó Chat Noir a Spider-Lady mientras la miraba a los ojos.

—¿Por qué?

—Porque siempre ganamos.

Chat Noir puso su mano frente a Spider-Lady, después Ladybug colocó su mano sobre la de Chat Noir y ambos miraron expectantes a Spider-Lady, la cual no tardó mucho en poner su mano sobre la de Ladybug.

—Uno para todos.— Dijo risueña Spider-Lady.

—¡Y todos para unos!— Gritaron el trío a la vez entre alguna pequeña risa.

—Gracias chicos, me siento mucho mejor ahora.— Les agradeció sincera Spider-Lady, cogiendo con su mano derecha la de Ladybug y con su mano izquierda la de Chat Noir, para seguido entrelazar los dedos con ambos.— No solo sois los mejores compañeros de batallas que cualquiera podría pedir, sois los mejores amigos que cualquier chica podría pedir, gracias.— Les confesó sincera.

Chat Noir y Ladybug se miraron con una sonrisa al ver que ambos pensaban en lo mismo y sin dudarlo se lanzaron a abrazar a su compañera.

—Tú también eres la mejor amiga que cualquier chica podría pedir.— Le confesó Ladybug mientras notaba como Spider-Lady les correspondía a ambos el abrazo.

—Sí Spider-Lady, no solo eres buena en las batallas, eres la mejor y la que consigue sacarnos siempre una sonrisa, siempre estás para nosotros y nosotros estaremos siempre para ti.— Le dijo Chat Noir.— Eres la mejor amiga que cualquier gato o mariquita podrían tener.— Terminó divertido, sacándole una pequeña risa a ambas chicas.

Sus chicas.

—Gracias chicos, de verdad.— Spider-Lady se hundió unos momentos más en el abrazo con sus mejores amigos queriendo alargar el momento, pero sabía que debían derrotar a Rogercop, por lo que acabó deshaciendo el abrazo.— Ahora tenemos un culo de metal que patear. Tengo un plan.

Chat Noir se colocó frente al foco de unos helicópteros para ser notado y después bajó del edificio con la ayuda de su bastón, acabando en el suelo con unos sonoros pasos de baile.

Cuando acabó con su baile se apoyó sobre su bastón y miró a las pantallas, en las que se mostraba a Rogercop, con galantería.

—Hay algo en Paris... que te hace querer bailar.— Comentó coqueto Chat Noir.

No podrás bailar si acabo contigo. ¡Arrestadlo!

Los agentes comenzaron a correr hacia Chat Noir.

—Eso es... ¿qué no bailas conmigo?— Y se agachó para esquivar a un par de agentes que se abalanzaron sobre él.

Y así comenzó la batalla de decenas de agentes de policía contra Chat Noir, mientras que Ladybug y Spider-Lady se colaban sin ser vistas al Hotel de Ville.

Al llegar al despacho principal del alcalde lograron entrar sin ser notadas por Rogercop, pero Chloé Bourgeois si las notó.

Con el dedo Ladybug le indicó que se quedara callada, Chloé asintió enseguida emocionada.

Pero Chloé no pensó dos veces antes de hablar.

—Vamos Ladybug, vamos.— "Susurró" Chloé.

Rogercop obviamente escuchó a Chloé, por lo que se alejó del ordenador y se situó frente a Ladybug mientras que el dúo de heroínas rodeaban la maqueta de Paris y se pusieron frente a Rogercop.

—Ladybug, Spider-Lady, es hora de que la justicia prevalezca.— Amenazó Rogercop mientras apuntaba a ambas heroínas con sus armas.

Spider-Lady estaba tranquila mirándose las uñas, o más bien fingiendo que las miraba puesto que con el traje no podía verlas, mientras que Ladybug jugaba con su yo-yo mágico como si de uno normal se tratara.

Cuando Rogercop lanzó su primer disparo Ladybug hizo girar su yo-yo usándolo de escudo, protegiéndose a sí misma y a Spider-Lady.

Al ver que solo disparó una vez Ladybug dejó de mover su yo-yo.

—Has confundido justicia con venganza, Rogercop. ¡Lucky Charm!— Su poder le dio una única manopla de cocina.— ¿Una manopla? ¿Qué voy a hacer con ella?

—¡Cuidado!

Spider-Lady empujó a Ladybug al ver a Rogercop listo para disparar, y así ambas comenzaron a esquivar sus disparos corriendo por el gran y espacioso despacho.

Spider-Lady saltó sobre una mesa y la agarró para levantarla y usarla de escudo. Ladybug no tardó en llegar a su lado. Ambas heroínas, con las espaldas pegadas a la mesa, notaban los constantes disparos de Rogercop.

—¿Se te ocurre un plan?— Preguntó preocupada Spider-Lady, pues escuchaba los pasos acercándose de Rogercop.

—No veo nada.— Contestó agobiada Ladybug.

Entonces Chat Noir entró de un salto al despacho distrayendo a Rogercop, lo que permitió que ambas heroínas saltaran y se colocaran al lado de su compañero.

Rogercop, cansado de la situación, decidió usar a los civiles contra los héroes. Tocó su silbato y dio la orden.

—Atrapad a Ladybug, Spider-Lady y Chat Noir.

El Alcalde Bourgeois y Chloé se levantaron de sus sillas, siendo tirados por las esposas mágicas, y fueron hacia los héroes, quienes simplemente los esquivaron y los echaron del despacho para evitar daños.

Pero Rogercop no les dio tregua y en cuanto tuvo la oportunidad continuó disparando.

El trío de héroes se escondió tras la mesa con la maqueta de la ciudad en miniatura.

—El akuma debe de estar en su silbato. Tenemos que quitárselo.— Dedujo Ladybug.

—¿Cómo?— Preguntó Chat Noir.

Pero no hubo respuesta, pues Rogercop saltó sobre la mesa y continuó disparándoles.

Los héroes lo esquivaron rápidamente y sin problema para después usar otro mueble de escudo.

—Cuando estéis lista Mi Lady.— Comentó irónica Spider-Lady.

Ladybug miró atentamente alrededor mientras construía un plan en su mente. Entonces cogió un cinturón que había en unos pantalones de traje, probablemente del alcalde, y continuó buscando a su alrededor.

—Vale, tengo una idea, pero todavía necesito algo, como... un anillo.

El puño de Rogercop atravesando la madera interrumpió su conversación.

Chat Noir y Spider-Lady se escondieron rápidamente tras el escritorio del alcalde mientras Ladybug cogía otra manopla que había cerca para después esconderse junto a sus compañeros.

—¿Y de dónde sacamos un anillo?— Preguntó al aire Spider-Lady.

—Ladybug, mira allí.— Chat Noir apuntó frente a ellos, al costado de un enorme jarrón.

Allí estaba la pulsera de Chloé.

—Eso es justo lo que necesitamos. Spidey, ¿podrías?— Le preguntó Ladybug.

—Por supuesto Mi Lady.— Spider-Lady disparó una telaraña a la pulsera y tiró de ella, agarrando la pulsera con su mano derecha, para después dársela a Ladybug.— Toda vuestra Mi Lady.

—Distraed a Rogercop todo lo que podáis.— Les ordenó Ladybug a sus compañeros.

—Cuando estés lista.— Aseguró Chat Noir.— ¡Cataclysm!

Chat Noir corrió pegado al suelo para destruirlo bajo los pies de Rogercop mientras que Spider-Lady fue saltando por arriba lanzando telarañas a los costados de Rogercop para dejarlo pegado a los escombros tras hundirse. Pero Rogercop logró disparar a Chat Noir.

A Chat Noir, al ver que había logrado su objetivo, poco le importó tener la mano atrapada, sobretodo al ver como Spider-Lady se acercaba a él preocupada. Le gustaba ser su centro de atención.

Ladybug apareció en aquél momento, sorprendiendo a Rogercop y esquivando sus disparos, logró ponerle las manoplas para evitar que Rogercop sacara sus armas y continuara disparando.

Tras apretarlas bien con el cinturón Ladybug le quitó el silbato a Rogercop, lo rompió, purificó al akuma y arregló todos los daños causados.

—¡Bien hecho!— Celebraron el trío de héroes.

—Como diría Rogercop...— Chat Noir imita el tono de voz y los movimientos de Rogercop.— La justicia prevalece en las calles de Paris.— Pero el pitido de su anillo interrumpe el divertido momento.— Me quedaría por aquí, pero entonces me veríais sin mi máscara y... no podríais resistiros.

Ladybug lo apartó divertida, queriendo arruinar su "coqueteo".

—Ja, lo dudo, pero te tomaré la palabra.— El pitido de los pendientes de Ladybug sonó.

—Parece que os vais los dos la final.— Dijo divertida Spider-Lady.

—Sí, pero no me eches de menos, nos veremos en la patrulla de esta noche.— Le respondió Chat Noir.

—¡La patrulla! ¡Casi lo olvidaba!— Gritó preocupada Ladybug.— Lo siento chicos, pero esta noche no puedo ir, tengo que terminar unas cosas, ¡nos vemos mañana!— Y así, Ladybug salió corriendo del ayuntamiento.

Chat Noir no tardó en seguirla.

Spider-Lady, al ver el bolso de Chloé, decidió quedarse para asegurarse de que su dueña aprendía la lección, por lo que puso la pulsera dentro del bolso y esperó a que el alcalde y su hija entraran.

Roger le entregó amablemente el bolso a su dueña.

—Creo que esto le pertenece señorita.

Chloé le arrebató el bolso y comenzó a rebuscar desesperada en su interior.

—Mi... Mi pulsera... ¿pero cómo?— Chloé no entendía como esa misma mañana la pulsera había desaparecido y ahora recién entrada la noche aparecía por arte de magia.

—Roger, ¿has encontrado la pulsera de mi hija?— Preguntó asombrado el alcalde.

—En realidad estuvo en el bolso de Chloé todo el tiempo. Debió meterse en un bolsillo lateral cuando Marinette se tropezó.— Le respondió Roger.

—Bueno Roger, he de disculparme por acusarte y  de despedirte sin tener una razón de peso.— Se disculpó el Alcalde Bourgeois.

—El Agente Roger ha demostrado su excelencia Sr. Alcalde, yo le readmitiría.— Comentó feliz Spider-Lady para convencer al alcalde.

—¡Por supuesto Spider-Lady! ¡Tienes razón! Porque de hecho ahora es el Teniente Roger.

—Gracias alcalde. Sigo orgulloso de pertenecer al cuerpo y de mi firme creencia de que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario.

—Muy bien dicho. Es una valiosa lección. ¿Verdad Chloé?

Chloé suspiró frustrada.

—Sí papi...— Contestó sin interés.

Spider-Lady no vio mejor momento para marcharse.

La hora de la patrulla llegó y Spider-Lady salió con guitarra española en mano, una que no estaba personalizada, y mochila a la espalda.

Ladybug era una gran amiga y realmente la adoraba, pero a veces disfrutaba estar un rato a solas con Chat Noir para poder divertirse libremente sin sus constantes regaños o reproches.

Cuando llegó a lo alto de la Torre Eiffel vio que Chat Noir estaba allí sentado esperándola.

—¿Llego tarde?

La voz de Spider-Lady sacó a Chat Noir de su tarareo, pero cuando la miró la vio sorprendido, pues parecía que cada vez que patrullaban Spider-Lady traía algo nuevo.

—¿Qué traes ahí?

Spider-Lady le respondió mientras se acercaba y se sentaba frente a él.

—Solo unos aperitivos y un poco de música.

Una vez cómoda Spider-Lady se quitó la mochila y sacó las pastas que había comprado en la pastelería Tom & Sabine, y después se colocó correctamente la guitarra con la ayuda de la correa que esta tenía.

—¿Sabes tocar?— Le preguntó sorprendido Chat Noir mientras agarraba una magdalena y se la llevaba a la boca.

—¿Por qué si no la traería?— Preguntó sarcástica Spider-Lady mientras se quitaba su máscara, y dejaba volar su pelo suelto, y llevaba un croissant pequeño a la boca.

—Touché— Respondió Chat Noir.— ¿Pero quieres pasar así la patrulla? Se supone que debemos proteger a Paris.

—Paris está protegida, no te preocupes, podemos permitirnos un muy merecido descanso.— Le respondió tras tragarse el mini croissant y estirar un poco los brazos.

—De acuerdo, me has convencido. ¿Por qué no tocas un poco?— Preguntó Chat Noir, deseoso de oír como tocaba.

Spider-Lady soltó una risita, divertida por la impaciencia de su compañero.

—Déjame disfrutar primero un poco de la comida, que si la he traído es porque tengo hambre.— Le respondió mientras comía un cup cake.

Chat Noir no pudo evitar reírse.

—De acuerdo glotona, come tranquila.

Y así, ambos disfrutaron de las delicias de la mejor panadería de Paris.

Pero ahí no acababa la noche.

—¿Aún quieres oírme cantar?— Le preguntó risueña Spider-Lady, como si le diera la última oportunidad a Chat Noir de echarse atrás.

—Siempre.— Contestó sin dudarlo Chat Noir, lo que sorprendió un poco a Spider-Lady, pero no quitó su sonrisa.

Spider-Lady pensó en qué canción podía tocar y cantar. Aún no quería enseñarle nada creado por ella misma a Chat Noir.

—¿Conoces a Morat?

—¿El grupo?

—Sí.

—Sí, claro, es uno de los que más me gustan.— Respondió Chat Noir.

—Genial, entonces puedes cantar conmigo.

Y sin dejar responder a Chat Noir, Spider-Lady comenzó a tocar.

https://youtu.be/Am2MJbkVEAs

Aquí os dejo la original:

https://youtu.be/A6XAiJov5eE

Mientras Spider-Lady tocaba y cantaba concentrada en la canción, Chat Noir la observaba asombrado, pues la imagen que tenía ante él era simplemente preciosa a la par que perfecta.

El precioso y largo pelo de Spider-Lady volando al compás del viento, sus pequeñas manos acariciando las cuerdas de la guitarra creando la melodía de la canción, sus labios gruesos y rojizos que se abrían y cerraban según ella cantaba con su hermosa y melódica voz, y sus ojos... o Dios sus ojos brillaban como las estrellas mientras ninguno apartaba la mirada.

Cuando escuchó que Spider-Lady llegó al estribillo de la canción Chat Noir decidió despertar y se unió a su canto.

Ambos cantaron sin quitar la mirada del otro, disfrutando de la noche, de la canción y de la compañía del contrario.

Cuando llegaron al final de la canción, Chat Noir no pudo evitar adular a Spider-Lady.

—Miau, no sabía que cantabas tan bien Arañita.

—Gracias Chat, tú también cantas muy bien ¿quieres que toque otra?

—¡Sí por favor!

Spider-Lady rio divertida por la reacción de su compañero mientras mentalmente buscaba otra canción para cantar.

—Bien, se me ocurre otra de Morat, allá vamos.

La canción empieza en el minuto 0:45

https://youtu.be/iujJN2WtV2U

Aquí os dejo la original:

https://youtu.be/aE876bPq5j0

Esta vez Chat Noir no tardó en unirse a la canción, realmente le gustaba el grupo de Morat y sus canciones, pero no los disfrutaba tanto como cantar junto a su Arañita.

Spider-Lady no podría estar disfrutando más de la noche, había descubierto dos cosas, la primera es que tal vez podría superar su miedo escénico, pues no se avergonzó en ningún momento de tocar ni de cantar frente a Chat Noir, y la segunda es que adoraba cantar con él, o tal vez cantarle a él, ¿quién sabe?

Al acabar la canción Chat Noir no tardó nada en pedir otra.

—De acuerdo, ¿conoces a Arnau Griso?

—No, ese no me suena.

—Oh por Dios, entonces no sabes de que magnífica obra de arte te pierdes.— Le dijo Spider-Lady muy emocionada de poder cantarle tal obra.

No encontré a ninguna mujer cantando esta canción, sorry.

https://youtu.be/-zkXl8pgUzc

Era la primera vez que Chat Noir escuchaba esa canción, y que decir de la canción, era... completamente original. No iba a negar que le sorprendió como Spider-Lady cantaba y decía algunas partes específicas sin vergüenza alguna, pero la canción era muy buena y no iba a negar que disfrutaba enormemente ver a Spider-Lady cantándole solo a él.

Cuando acabó miró expectante a Chat Noir, deseosa de oír su opinión.

—¿Y bien? ¿Qué te ha parecido?

—Que cantas como los ángeles.

—¡Chat!— Le gritó en reproche Spider-Lady, dándole un puñetazo a su compañero para evitar que viera su sonrojo.

Chat Noir no pudo contener las risas.

—La canción es muy original también, desde luego nunca había escuchado una igual.— Le comentó tras recomponerse del puñetazo de Spider-Lady.

—Bueno, supongo que ese era el objetivo de Arnau Griso al crear esta canción.— Obvió Spider-Lady provocándole más risas a su compañero.

—Sí, supongo que sí. ¿Cantas otra? ¿Por favor?— Suplicó Chat Noir.

—Está bien...— Contestó Spider-Lady fingiendo resignarse, pues realmente le gustaba cantar, al menos en aquél preciso momento le gustaba más que nunca.

https://youtu.be/OXRPN3RK4mc

Y así continuaron la noche, entre canciones mayoritariamente, pero las bromas y las risas no faltaron en ningún momento.

Pero pasadas las horas llegó el momento de despedirse e irse cada uno a su casa.

Spider-Lady fue la primera en despedirse e irse tras recoger todas sus cosas.

Se despidieron con un abrazo y prometieron verse en la patrulla del día siguiente.

Pero Chat Noir, mientras veía como Spider-Lady se iba columpiándose entre las calles de Paris, maldijo al aire.

—Maldición Arañita, ¿cómo has conseguido atraparme en tu telaraña?— Habló en voz alta mientras posaba su mano derecha sobre su corazón, notando como latía velozmente.— Al final va a resultar que la Mariquita tenía razón.

Chat Noir se sacudió la cabeza para despejarse y procedió a saltar de la Torre Eiffel.

Cuando llegó a su cama, solo podía pensar en una cosa.

Estoy enamorado de Spider-Lady.

¡Buenas! ¡Y feliz año 2023!

Siento el retraso de este capítulo, la verdad simplemente me ha costado escribirlo más que los otros, quería que quedara perfecto, pero creo que la espera ha merecido la pena.

Espero que os haya gustado, comentad y votad, que os leo a todos.

¡FELIZ AÑO NUEVOOO!

8937 Palabras

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