—Bien chicos, queda media hora para finalizar la clase y quiero aprovechar para dar un anuncio.— Comentó la Srta. Bustier llamando la atención de toda la clase.— El Sr. Alcalde ha comunicado que mañana a las 18:30 de la tarde se realizará un "Festival de Cortometrajes Juveniles" en el que podrán participar todos los institutos.— La Srta. Bustier vio como sus alumnos empezaban a murmurar entre ellos, pero eso no la detuvo a seguir hablando.— Este concurso tiene el objetivo de ayudar a los alumnos que deseen participar y empujarlos en el mundo del cine.

La Srta. Bustier vio como Nino levantaba la mano, por lo que le dio el turno de voz.

—¿Si Nino?

—¿Cuáles son las condiciones para participar en el concurso?

—Bueno las condiciones son sencillas, para empezar todo el trabajo, desde la actuación hasta la edición, debe estar hecho por los alumnos, los participantes deben de tener entre 14 y 16 años, la película debe ser grabada, por lo que no se aceptarán animaciones de ningún tipo, el video debe tener una duración de entre diez minutos como mínimo y treinta como máximo sin contar los créditos y la clase que decida participar debe participar toda, sin importar si es delante o detrás de la cámara. Si queréis participar puedo inscribiros y convencer al director de que os deje usar el centro para las grabaciones.

En cuanto la Srta. Bustier ofreció la opción de participar en el concurso la clase saltó de alegría y los alumnos empezaron a planear como harían la película y sobre que iría.

La Srta. Bustier sonrió enternecida al ver la emoción de sus queridos alumnos, no quería interrumpir esa emoción, pero necesitaba un "Sí" definitivo para ir a hablar con el director, por lo que tuvo que poner orden.

—Chicos, chicos, relajaos, venga.— Alzó un poco su voz mientras daba unos aplausos, y en cuanto tuvo de nuevo la atención de su clase volvió a hablar.— ¿Entonces vais a participar en el concurso?— Los jóvenes adolescentes no tardaron en gritar un alto y claro sí.—De acuerdo, entonces me ausentaré diez minutos para hablar con el director e inscribiros. Mientras podéis empezar a pensar sobre que irá la película, Colette y Marinette, os dejo al cargo.

La Srta. Bustier recogió unos papeles de su escritorio y se quedó frente a él hasta que Marinette y Colette se colocaron a su lado, para asegurarse de que se quedaban al mando, y entonces se marchó del aula.

—Bien, podemos empezar votando el género del que tratará la película.— Empezó a hablar Colette mientras cogía una tiza y escribía los géneros del cine en la pizarra.

—De acuerdo, ¿quién vota por acción?— Preguntó Marinette.

Y así empezaron las votaciones entre los diez géneros del cine. Aunque tuvieron que hacer unas "eliminatorias", pues quedaron en empate en más de una ocasión.

Al final ganó el terror, harían una película de terror.

Colette tenía dudas de que fuera a salir bien una película de terror en media hora, pero bueno, sería una experiencia divertida.

Entonces la Srta. Bustier volvió a entrar al aula.

—Bueno alumnos, oficialmente sois participantes del "Festival de Cortometrajes Juveniles".— Los alumnos celebraron.— Y he conseguido, como he prometido, que podáis usar el centro para poder grabar vuestra película.— Los alumnos lo celebraron aún más mientras gritaban algún agradecimiento a su profesora favorita.

La Srta. Bustier volvió a mirar a sus alumnos enternecida. Verlos tan felices, sobretodo sabiendo que ella había causado esa felicidad... Adoraba a esos niños y los quería tanto como si fueran sus propios hijos, a todos y a cada uno de ellos.

Aunque su amor por sus alumnos venía acompañado por el deseo de ser madre, y aunque no quisiera admitirlo aún se sentía insegura sobre serlo, no se sentía capaz de educar correctamente a un infante.

Una cosa era apoyar y ayudar en los estudios, y algún que otro problema personal, a jóvenes quinceañeros, quienes eran sus padres los que se encargaban de educarlos y no ella, y otra muy diferente era criar y educar a una persona desde el momento cero.

Por no hablar de su miedo al embarazo y al parto, sabía de sobra que cada uno es diferente y que depende también mucho de la mujer, pero eso no significaba que no fuera peligroso. Su madre era un gran ejemplo, su madre no tuvo problemas con ella ni con el embarazo ni con el parto, solo el inconveniente de que la tuvo a altas horas de la noche, pero por lo demás todo fue perfecto, pero el embarazo de su hermano menor fue completamente al contrario, tuvo fuertes contracciones, varias pérdidas de sangre, nauseas casi incontrolables, mareos y varios desmayos, aunque tuvo la suerte de que en el parto fue todo correctamente, su madre pasó mal los nueve meses de embarazo y el post parto.

Caline Bustier se sentía completamente insegura al imaginarse a si misma como madre, a pesar del fuerte deseo que también tenía por serlo.

La Srta. Bustier sacudió levemente la cabeza, dispuesta a centrarse de nuevo en sus alumnos y en ayudarlos, y mientras se colocaba frente a la clase fue aplaudiendo para calmar a sus chicos.

—Bien chicos, en lo que queda de clase os ayudaré a organizaros para crear la película, os diré los trabajos que tendréis que hacer y a partir de ahí tendréis que continuar solos.— Comenzó la Srta. Bustier.— Y espero que no haga falta decir que yo no elegiré vuestros puestos de trabajo, eso lo haréis vosotros, yo solo os diré qué trabajos hay que escoger. ¿Lo habéis entendido todos?— Cuando los alumnos afirmaron su respuesta la Srta. Bustier fue a la pizarra, borró lo que escribieron Marinette y Colette, y escribió los trabajos principales que había tras la cámara.— De acuerdo empecemos con el productor, él es el representante y el responsable de la película. El director realiza el seguimiento, valida e interpreta el guión de la película. El subdirector prepara los ensayos, realiza cambios de escena y recuerda los horarios de ensayo a todos los participantes. El guionista está encargado de elaborar y escribir los guiones. El microfonista es la persona encargada de operar el micrófono. El artista de maquillaje diseña el estilo de cada personaje y aplica productos de maquillaje en la cara y el cuerpo de los actores. El gaffer es el que se encarga y controla la iluminación en las escenas. El cámara o el videógrafo dirige y controla la grabación y la edición. El auxiliar de cámara se encarga de la claqueta al comienzo de cada toma. También necesitaremos a alguien que se encargue de estar al tanto de las necesidades de cada participante, desde comida y agua hasta una toalla para el sudor, si queréis podemos llamarlo staff. Por ultimo tenemos a los actores, quienes protagonizan la película.— Mientras la Srta. Bustier fue hablando y explicando los puestos de trabajo principales de un rodaje fue escribiéndolo todo en la pizarra, por lo que al acabar dejó la tiza en su lugar y se sacudió las manos.— ¿Alguna pregunta?

La Srta. Bustier vio como Colette levantaba la mano, por lo que le dio la palabra.

—¿Cómo decidiremos quién hace cada trabajo?

—Buena pregunta Colette, como ya he dicho yo no puedo deciros quién hará cada parte, pero os aconsejo que os fijeis en las mayores cualidades de cada uno.— Al notar que los alumnos no la entendían, se lo puso más fácil.— Por ejemplo, ¿hay alguien en la clase acostumbrado a estar frente a las cámaras?— Preguntó al aire mirando disimuladamente a Adrien.— ¿O alguien al que se le da bien redactar?— Mira disimuladamente a Alya.— ¿Alguien aquí controla bien los números para saber cuanto tiempo invertir en cada escena?— Mira disimuladamente a Max justo antes de que suene el timbre.— Pensadlo y organizaos vosotros, mi trabajo aquí ha terminado. Por cierto, si el conserje os pregunta qué hacéis aquí fuera del horario enseñadle el justificante del director que os he dejado en mi mesa, mucha suerte niños.— Tras decir eso, la Srta. Bustier se fue del aula.

Cuando la profesora salió del aula, esta se quedó en silencio unos segundos hasta que Kim habló llamando la atención de todos.

—Bueno, sobre el resto de trabajos no tengo ni idea, pero creo que todos sabemos que Adrien va a ser el actor principal, ¿verdad?

Todos afirmaron su pregunta mientras el joven Agreste aceptaba el encargo, a pesar de aún no saber ni qué actuar, pues no existía un guión.

—¡Ooohhh! ¡Entonces yo actuaré junto a Adriancito!— Gritó Chloé justo después de lanzarse hacia su amigo de la infancia y pegarse a su brazo como un koala.

Tras buscar los materiales necesarios en el aula de arte, de decidir que parte haría cada uno, de dar ideas para la base del guión y que después Alya mejoró, de que Marinette hiciera un rápido y sencillo vestuario para los actores, de escuchar queja tras queja de Chloé y tras traer comida y bebida de la cafetería los chicos se estaban preparando para grabar y hacer la primera toma.

Discutieron bastante sobre quién haría cada parte, sobretodo por Chloé, pero al final consiguieron hacer lo que a cada uno mejor se le daba o no se le dificultara hacerlo. Adrien haría uno de los personajes principales llamado Agente Jones, Mylène haría el otro personaje principal, llamado Agente Smith, Iván haría del temible monstruo y Colette era la sustituta para cualquiera de los actores, aunque también grabaría para tener más de un ángulo. Marinette era la productora, Nino era el director y el cámara, Max era el subdirector, Alya era la guionista, Kim era el microfonista, Juleka era la artista de maquillaje, Nathaniel era el gaffer, Alix era la auxiliar de cámara y Rose era la que llamaron Staff.

Por último estaban Chloé y Sabrina, Chloé estaba allí por la obligación de participar toda la clase, aunque obviamente no trabajaría, mientras que Sabrina era su asistente personal.

Mientras Adrien, Mylène e Iván fueron a los baños para cambiarse, sus compañeros comenzaron a preparar todo lo que necesitarían, desde los focos hasta los móviles para grabar.

Cuando llegaron Marinette se acercó a ellos enseguida para comprobar que los disfraces les quedaran bien, los hizo en tres horas y media, muy poco tiempo para hacerlos correctamente, sobretodo si lo tenía que dividir en tres trajes, aunque tuvo la suerte de que solo debía hacer unos retoques a unas viejas prendas de ropa, si hubiera empezado de cero aún estaría trabajando, por no hablar de que era un cortometraje de novatos, con lo que mientras los trajes no tuvieran un agujero o una mancha no habría problema.

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—¿Os queda bien? ¿Os aprieta en algún lado o algo?— Les preguntó Marinette al trío de actores.

—A lo mejor el sombrero del Agente Jones es un poco justo, pero no pasa nada, el abrigo es bastante cómodo.— Aseguró Adrien.

Al estar concentrada en su "trabajo como diseñadora" se olvidó por completo que estaba tocando el cuerpo de su enamorado, aunque fuera solo para comprobar que el abrigo le quedara correctamente.

Por lo que cuando Adrien le habló no pudo evitar quedarse paralizada y más roja que la manzana de Blancanieves.

—¿Estás bien Marinette?— Le preguntó amablemente Mylène.

—¡Sí!— Gritó eufórica, llamando la atención de todo el mundo, mientras se ponía derecha y alejaba sus manos de Adrien.— E-Es que te-tengo... ¡Calor! ¡Mucha calor!— Y sin más se fue corriendo a los baños.

Alya se golpeó la frente. Adoraba a su mejor amiga, pero era muy torpe. Podría haber tenido una conversación normal con el rubio y si se lo hubiera currado tal vez incluso hubieran podido quedar fuera del instituto.

Alya dejó el guión en su mesa y fue a seguir a su mejor amiga.

Aunque nadie se dio cuenta del momento en el que Nino se acercó al guión de Alya y empezó a modificarlo.

Colette se puso en el centro del aula y llamó la atención de todos.

—Vale, todo está listo para empezar a grabar, chicos ¿os sabéis el guión?— Les preguntó a los actores y cuando le afirmaron continuó hablando.— Genial, pues vamos con la primera escena.

—¡Todos a sus puestos!— Gritó Nino.

Iván fue corriendo a por su máscara para colocarse tras la cámara y esperar su entrada, mientras que Adrien y Mylène cogieron unas pistolas de juguete y se pusieron tras el escritorio de la Srta. Bustier, preparados para la primera toma.

Nino y Colette comenzaron a grabar, cada uno desde un ángulo diferente, preparados para empezar la escena mientras que Alya y Marinette volvían en silencio al aula.

—Horrificator. Toma uno. Escena uno.— ¡Clack! Alix hizo su trabajo como auxiliar de cámara.

—¡Acción!— Gritó Nino.

—Agente Smith es muy peligroso. Hay que salir de aquí.— Adrien se metió tan bien en su papel que nadie dudó de su trabajo como modelo.

—¿Acaso me está diciendo que huya Agente Jones? ¿Después de que ha devorado a mi familia, mis amigos y hasta a mi perro Moquitos?— Mylène se levanta armada con la pistola.— ¡Ni hablar! ¡No huiré! ¡Me voy a enfrentar a eso! Y no dudaré en-¡¡¡¡AAAHHHH!!!!— Mylène gritó aterrada fuera de su papel.

—¡Corten!— Nino finalizó la grabación.

Colette se acercó preocupada a su amiga, quien se escondió temblando bajo el escritorio.

—¿Qué ha pasado Mylène?— Le preguntó en cuanto se agachó a su lado.

—E-Es que el monstruo... Parecía tan real...— Le respondió Mylène sin mirarla y temblando.

Colette le cogió la mano a Mylène, la cual la tenía aferrada a su pierna, y la ayudó a levantarse.

—No te preocupes Mylène, nadie espera que lo hagas perfecto a la primera.— La animó Colette.

—Colette tiene razón Mylène, a la próxima seguro que lo consigues.— La siguió Adrien.

—Sí, aún tenemos tiempo para que te equivoques cuanto quieras.— Nino se unió a los ánimos.

—Y no tienes porque asustarte Mylène, recuerda que yo soy el monstruo y que no te haré daño.— La consoló Iván.

Mylène miró a todos sus amigos apoyándola y sonriéndole, excepto Chloé porque estaba demasiado ocupada mirándose las uñas. Verlos a todos apoyándola le dio ánimos para volver a intentarlo.

—Y no dudaré en-¡¡¡¡AAAHHHH!!!!

—¡¡Corten!!— Gritó Nino cansado ya de la repetitiva situación.

—Perdóname Mylène.— Se disculpó Iván en cuanto vio que Mylène se había vuelto a asustar.

—Mylène, es la décima toma y aún vamos por la primera escena.— Regañó exhausto Nino, viendo como Mylène salía temblando de debajo del escritorio, de nuevo.

—La decimocuarta. Pero ya que más da.— Corrigió Alix.

—Lo siento, lo siento.— Mylène comenzó a disculparse apenada, mirando a todos.— En la próxima toma lo haré mejor. Lo prometo.

—No te presiones Myl.— La aconsejó Colette.

—¿Alguien quiere un té?— Ofreció Rose.

—Interpretas a una heroína de las fuerzas especiales. No tienes que tener miedo a nada.— Replicó Nino.

—Sí. Ya lo sé. Pero es que esa máscara de monstruo es muy realista. Da mucho miedo.— Contestó Mylène, aún medio escondida tras el escritorio.

—Soy yo Mylène, no debes asustarte.— Iván intentó tranquilizar a Mylène.

—Si no le hace falta la máscara para dar miedo.— Insultó Chloé justo antes de echarse a reír junto a Sabrina.

—Snob maleducada.— Murmuró Marinette al lado de Alya.

—Iván, a ponerse la máscara. Necesitamos al monstruo.— Ordenó Nino.— Y Mylène, metete en el papel.

—Nino, tranquilízate, incluso los mayores héroes tienen miedo.— Colette intentó calmar la desesperación de Nino y el terror de Mylène.

Aunque no duró mucho, pues en cuanto Mylène vio a Iván de nuevo con la máscara del monstruo saltó asustada.

Mylène juntó sus manos y empezó a respirar por la boca intentando calmarse.

—Necesito mi canción, así me sentiré mejor. ♪Copos de nieve. Pequeños gatitos.♪ ¡¡¡¡AAAHHHH!!!!— Mientras Mylène cantaba su canción Cosas Felices inconscientemente caminó hacia atrás, por lo que al chocar con Adrien por accidente volvió a asustarse.

Chloé se levantó y habló bien alto para que todos la escucharan.

—Y el Óscar a la más patética. Por la chica que se asustaba de su sombra. Es para ¡Mylène!— Chloé se rio sola de su insulto hacia Mylène.

Adrien sujetó los hombros de Mylène para intentar darle apoyo de forma no-verbal y después regañó a Chloé.

—¡Chloé! ¿Va en serio?

—¡Sí! ¿Qué pasa?

Nadie le respondió porque vieron como Mylène se iba corriendo del aula llorando.

Colette fue tras ella preocupada.

—¡Mylène! ¡Espera!— Iba a ir tras ella, pero entonces Iván al detuvo.— ¿Iván?

—Ya voy yo, no te preocupes.— Y fue corriendo tras su novia.

—Bien Chloé, muy bien.— Dijo Nino enfadado, aunque intentando controlarse para no cantarle las cuarenta a la hija del alcalde.— ¿Y ahora que hacemos sin nuestra protagonista?

—¿Para qué la necesitamos? Es muy mala.— Le respondió Chloé sin realmente importarle mucho el tema.

Iván entró enfadado al aula y le gritó a Chloé.

—¡Tú si que eres mala! ¡Mylène está llorando en el baño por tu culpa!— Le gritó enfurecido.

Colette quiso ir a buscar a su amiga y compañera de mesa, pero la mano de Nino se lo impidió y antes de que pudiera preguntar él ya estaba susurrándole.

—Por favor Colette, quédate, sé que Mylène es amiga tuya, pero te necesito aquí.

Colette miró alternativamente la puerta y la cara de Nino para después suspirar y asentir. Solo esperaba de corazón que Mylène no estuviera tan mal como había dicho Iván.

—¡¿Yo mala?!— Gritó indignada Chloé.

—¡Eh! ¡Eh!— Gritó Marinette mientras sacudía los brazos y se acercaba a Iván.— ¡Tranquilizaos todos!— Tras volver a gritar le susurra a Iván para que solo él escuche.— Tienes razón, Chloé es la mala. Pero discutir no va a hacer que vuelva Mylène.— Entonces vuelve a hablar en alto para que todos la escuchen.— Soy la productora y voy a hacer todo lo posible para terminar de grabar hoy.

—El plazo para el "Festival de Cortometrajes Juveniles" acaba mañana dentro de veintiséis horas, quince minutos y catorce, trece segundos desde ¡ya!— Informa Max.

—Gracias por el informe Max.— Agradeció sinceramente Colette.

—Y aún falta la edición, post-producción, audio...— Mientras Marinette hablaba miraba su tablilla estresandose por todo el trabajo; terminó sujetándose la cabeza con la mano por el cúmulo de trabajo.

—¿Colette hará el papel de Mylène?— Preguntó Adrien tras sentarse en el escritorio de la Srta. Bustier.

Antes de que Colette, Nino o cualquiera que trabajara honestamente en la película le respondiera, Chloé habló.

—Por supuesto que Colette no hará el papel. Lo haré yo, claro.

Alya se acercó a ella enfadada. Odiaba como Chloé quería ser el centro de atención siempre.

—Ni siquiera te has leído el guión.— La reprochó Alya enfadada.

—¡Desde luego que sí!— Contradijo Chloé molesta mientras se acercaba a Adrien.— Incluso sé que la primera escena termina en un beso entre la Agente Smith y el Agente Jones.

—¿Qué?— Preguntó Colette a nadie en concreto confundida.

Colette se aprendió el guión de pe a pa por si debía sustituir a alguno de sus amigos, y estaba más que segura de que no había ninguna escena de ningun beso.

—¿Has escrito eso?— Reclamó enfadada Marinette a Alya.

—Espera.— Alya comenzó a inspeccionar su guión.— Esto no es cosa mía.

—E-Eh... Fui yo...— Admitió avergonzado Nino.— Un pequeño giro. Solo quería darle más fuerza a la historia.— Se explicó Nino.

—¡¿CÓMO?! ¡¿QUÉ HAS RETOCADO MI GUIÓN SIN CONSULTÁRMELO?! ¡¡YA PUEDES IR DANDO EXPLICACIONES LAHIFFE!!— Gritó enfurecida Alya.

—Me habría gustado que me avisaras colega.— Comentó Adrien.— ¿Mylène ha estado de acuerdo con esto?

—B-Bueno...-

—Sí Nino.— Iván interrumpió a Nino con una voz mucho más grave de lo normal, asustando aún más al joven director.— Mylène te ha dado SU permiso antes de escribir este tipo de escena, ¿verdad?

Nino no se dio cuenta de lo que había provocado hasta ese instante.

—¿Zumo?— Preguntó Rose a Colette y Adrien, quienes estaban leyendo el nuevo guión.

—Sí por favor.— Pidió Colette agradecida con su amiga.

—Gracias Rose.— Le agradeció Adrien mientras cogía el vasito que le ofreció.

—¡¡AAAGGHHH!!— Gritó histérica Chloé.— ¡¿Y qué más da quien lo haya escrito?!— Le quitó el zumo a Adrien— ¡Tenemos que grabarlo! ¿Verdad?— Se bebió el zumo de Adrien.

—Tiene razón.— La apoya Max mientras mira su telefono y el justificante que la Srta. Bustier les había dejado.— El director solo nos deja grabar en el aula hasta las seis en punto. Lo que nos deja nueve horas, doce minutos y doce segundos. Once. Diez. Nueve. Ocho. Siete.

—Gracias Max, creo que lo hemos entendido.— Interrumpió Colette el conteo de su amigo mientras compartía su zumo con Adrien.

—Vale mirad.— Nino llamó la atención de todos.—Queda poco tiempo y tenemos que grabar la película. Mylène no puede seguir actuando, así que Colette la sustituirá.

—¡¿QUÉ?! ¡¿POR QUÉ?!— Gritó enfurecida Chloé.

—Porque todos acordamos que ella sería la sustituta de cualquiera de nosotros, los actores.— Le respondió Adrien, señalandose a si mismo y a Iván.

—Bueno, pues vuestra absurda peliculita no entrará en el festival si no salgo yo. ¡Por qué mi papá es uno de los jueces!— Gritó enfadada Chloé.

—Pero Chloé, todos hemos votado para que Colette sustituya a Mylène, así que no tienes voto en esto.— Le contradijo enfadado Nino.

La mayoría de sus compañeros le dio la razón a Nino.

—¿Y eso qué? Yo soy mejor.

—De acuerdo Chloé, tú eres mejor, pero Colette es la sustituta.— Le recordó Adrien.

—¡Un momento!— Marinette se puso en el centro y les habló a todos.— Si dejamos que Mylène se vaya sin más lo habremos hecho mal. Nosotros la elegimos para el papel protagonista femenino y estamos juntos en esto. Necesita ayuda.— Camina decidida hacia la puerta.— Voy a buscarla y a traerla aquí.

—¿Qué? No Marinette, así solo gastamos tiempo.— Reprochó Nino haciendo que Marinette se detuviera.— Mira, aprecio a Mylène y realmente me gustaría que actuara como habíamos acordado, pero no puede hacerlo.— Obvió Nino.— ¡Y repito que Colette es la sustituta! ¿Qué problema tenéis con que ella actúe?

Marinette y Nino comenzaron a discutir sobre ir o no a por Mylène. Alya se unió a la discusión apoyando a su mejor amiga y reclamando a Nino por el cambio de guión. Chloé aprovechaba para meterse con cualquiera de vez en cuando.

Colette, harta de toda la situación, de que hablaran de ella como si no estuviera y que no la dejaran hablar, fue hacia los platos de comida, cogió un par de bandejas de aluminio que se encontraban vacías, fue de nuevo al escritorio de la Srta. Bustier, se subió a él para ponerse de pie y dio un fuerte golpe con las bandejas como si fueran platos musicales.

El fuerte sonido hizo callar a todos de golpe debido al susto.

—Bien, ahora que todos me prestáis atención, tengo varias cosas que decir. Para empezar Chloé a nadie le importa que tu padre sea un juez del festival, te dimos la oportunidad de escoger un trabajo en la película y no quisiste, no seas chaquetera.— Colette no le dio la oportunidad a Chloé de reprocharla, pues siguió hablando.— Segundo, Marinette todos sabemos que escogimos a Mylène para el papel de la Agente Smith, pero Mylène ahora mismo está indispuesta y es incapaz de actuar. Y por último quiero ofrecer una idea que creo que beneficiará a todos.— Colette se bajó por fin de la mesa y siguió hablando.— Podemos poner un tercer personaje. Dejaremos que Mylène se tranquilice, y mientras nosotros grabaremos la escena del beso entre el Agente Jones y el tercer personaje, quien será su interés amoroso. Así le damos una motivación al Agente Jones, vamos avanzando trabajo, Mylène se queda con su papel, nos saltamos la escena que la asusta y Nino tiene su ridícula escena amorosa en mitad de una película de terror.

Los amigos de Colette; Kim, Max, Juleka y Rose comenzaron a alabarla, pues tuvo una muy buena idea, mientras Nino analizaba lo sugerido por la pelirrosa.

—¡Esa es una muy buena idea!— Gritó encantado Nino.— De acuerdo haremos esto, Marinette, ve a por Mylène y tranquilízala, dile que nos saltaremos la escena que la asusta.— Ordenó Nino mientras empujaba a Marinette a la puerta.— Eres la productora y debes asegurarte de que todo sale bien.— A Marinette no le dio tiempo de rechistar pues Nino le cerró la puerta en las narices dejándola fuera del aula.— Chloé, Colette tiene razón, tuviste la oportunidad de participar y no quisiste, ve a sentarte y deja de quejarte por favor.— Le reprendió Nino exhausto de la actitud de Chloé.

Chloé, roja de la ira y de la vergüenza por haber sido tratada así, se dio media vuelta y se sentó en su sitio ignorando las miradas de todos y dando fuertes sacudidas con su coleta.

—¿Quién será este nuevo personaje y cómo se llamará?— Preguntó Adrien.

—Mmmhh... Lydia Martin, puede llamarse Lydia Martin.— Sugirió Colette.— Y al ser el interés romántico del Agente Jones no veo necesario que ella también sea agente.

—Me parece genial.— Exclamó Nino mientras cogía el guión de Alya para darle unas frases a esta Lydia Martin y añadirle más al Agente Jones.— Bien, Colette aprendete las líneas, tú serás Lydia Martin. Adrien, te he añadido más líneas.— Les dijo mientras les entregaba el guión.

Colette no tuvo tiempo ni siquiera para sorprenderse, pues Juleka ya la estaba maquillando y preparándola para la cámara mientras que el resto de sus compañeros lo preparaban todo de nuevo para empezar a grabar.

La pelirrosa empezó a jugar con el final de su falda, estaba nerviosa.

Ese beso actuado iba a ser su primer beso con un hombre, tal vez también sería el segundo y el tercero, las tomas se repetían siempre, no importaba si era por un error o para grabar desde otro ángulo.

Y no contentos con eso Colette debía besar a su mejor amigo, sí, ambos actuando como otras personas, pero al final eran ellos. Y eso la tenía aterrada.

¿Y si después las cosas entre ellos eran incómodas? O ¿Y si Adrien decidía cortar su amistad? O...

Las manos cálidas de su mejor amigo sosteniendo las suyas la sacó de sus propios pensamientos.

—Hey, no hace falta que te obligues a hacerlo si no quieres.— La tranquilizó Adrien.— Podemos convencer a Nino de que hagamos un abrazo o algo así.— Le sugirió mientras acariciaba las manos de Colette con las suyas.

—Eso no se vería creíble.— Negó Colette.— Sobretodo para un cortometraje de menos de media hora.— Razonó Colette.— ¿Algún consejo para los nervios frente a la cámara?— Le preguntó a Adrien tras soltar sus manos para poder mirar tranquila el guión.

Colette no se sentía capaz de mirar a su mejor amigo a los ojos.

—Antes de que empiecen a grabar prueba a respirar calmadamente y con los ojos cerrados, eso relajará tus hombros y tu torso y te ayudará a actuar con más naturalidad. Hazlo tantas veces como veas necesario.— Le aconsejó Adrien.— Cuando Nino empiece a grabar intenta olvidar que la cámara está ahí, te será más fácil si no la miras.

—Vale, muchas gracias.— Agradeció sinceramente Colette.

—De nada.

—¡Todos a sus puestos! ¡Empezamos!— Gritó Nino.

Colette le devolvió el guión a Alya, Juleka dejó de maquillar a Adrien y a Colette y salió de la escena, Kim levantó el micrófono y Nathaniel el panel de luz, Alix se colocó frente a Nino con la claqueta y Nino comenzó a grabar.

—Horrificator. Toma uno. Escena dos.— ¡Clack! Alix salió del enfoque tan rápido como entró.

—¡Acción!— Gritó Nino.

Colette se encontraba frente a Adrien con un paso de distancia pero ambos se tenían agarrados de las manos.

—No vayas por favor, quédate conmigo.— Suplicó Lydia a su amado.

—Sabes que tengo que hacerlo, la Agente Smith no puede sola con esto.— Le contradijo el Agente Jones con una mirada cansada, dando a entender que ya llevaban rato discutiendo.

—Pero ¿y si no vuelves nunca?— Replicó Lydia, dando a notar su voz entrecortada.

El Agente Jones soltó las manos de su amada y acarició sus mejillas.

—Hey, ¿quién te ha dicho que no volveré?

—Las probabilidades.— Respondió al momento Lydia.

—Tú y los números, un día de estos me pondré celoso.— Comentó en broma el Agente Jones con el objetivo de tranquilizar a su amada.

—Bueno, eso te pasa por casarte con un contable.

—Y jamás me arrepentiría de haberme casado contigo.— Le aseguró el Agente Jones mientras sujetaba de nuevo sus manos para darles un tierno beso.

—Más te vale volver vivo y de una pieza.— Lo amenazó Lydia, sintiendo sus ojos llenos de lágrimas.

—Te lo prometo Lydia.

El Agente Jones sujetó sus manos en la estrecha cintura de su amada para acercarla hacia si lentamente.

Lydia subió sus temblorosas manos por los bíceps de su amado, pero al llegar a rozar su cuello...

—¡NO PUEDO!— Gritó de golpe Colette dándose media vuelta y agachándose hasta pegar sus gemelos a sus muslos y escondiendo su cara entre sus manos.

—Corten.— Habló Nino decepcionado.— Colette, ¿qué ha pasado?

Colette sentía, gracias a sus manos, como le ardía la cara entera. Apostaría todo su dinero a que tenía la cabeza entera roja, tal vez incluso parte del cuello.

Actuar era una cosa, besar a su mejor amigo era una completamente diferente.

Por otro lado el joven modelo no estaba mucho mejor, solo que él lo disimuló abanicándose son el sombrero del disfraz mientras bebía un vaso de agua fría que le pidió a Rose.

Nino se acercó a Colette y le tocó el hombro.

Colette decidió levantarse y encarar a Nino.

—Nino, no puedo simplemente besar a mi mejor amigo y seguir con mi vida como si no hubiera ocurrido nada.— Obvió Colette.

—Vamos, es solo actuación, además a Adrien no le importa, ¿verdad colega?— Le pregunto a Adrien sin siquiera mirarlo.

—Bueno...-

—¿Ves?— Nino interrumpió descaradamente a Adrien.— Va, actúas genial Colette, si quieres no hace falta que repitas toda la escena, céntrate en el final, ¿de acuerdo?

Colette sabía que no podría convencer a Nino de no hacer la escena del beso, por lo que suspiró cansada y asintió.

—¡Genial! Retomemos la escena desde Lydia amenazando al Agente Jones.— Ordenó Nino.

Tras colocarse de nuevo todos en sus puestos, Alix se puso frente a la cámara con su claqueta.

—Horrificator. Toma dos. Escena dos.— ¡Clack! Alix salió del encuadre de la cámara.

—¡Acción!— Gritó Nino.

—Más te vale volver vivo y de una pieza.— Lo amenazó Lydia, sintiendo sus ojos llenos de lágrimas.

—Te lo prometo Lydia.

El Agente Jones sujetó sus manos en la estrecha cintura de su amada para acercarla hacia si lentamente.

Lydia subió lentamente sus manos por los bíceps de su querido agente hasta llegar a sus hombros y después colocó sus manos en los laterales del cuello de su amado.

Ambos fueron acercándose lentamente.

Los pechos de ambos ya se tocaban.

El Agente Jones fue inclinando cada vez más su cabeza.

Lydia se colocó de puntillas.

En el momento en el que sus vientres hicieron contacto...

—¡¡CORTEEENN!!— Gritó Marinette abriendo de par en par la puerta e interrumpiendo la escena.

Nino, ya enfadado, se acercó a Marinette sin importarle pasar entre los actores que estuvieron a punto de besarse.

—Pero Marinette, ¡¿qué haces?! ¡La escena estaba casi terminada! ¡Y solo yo puedo decir corten!

Sabiendo que se avecinaba una nueva discusión, Kim habló.

—Tíos estoy cansado, me voy al baño.— Dijo soltando el micrófono y yendo hacia la puerta.

—Te acompaño, necesito ir a mi taquilla.— Comentó Max levantándose de su sitio y saliendo del aula junto a Kim.

Y tal y como Kim predijo, Nino, Marinette y Alya volvieron a discutir.

Pero esta vez no fue Colette quien interrumpió la discusión.

—¡¡¡¡¡AAAAAAAHHHHH!!!!!

Unos estruendosos gritos se escucharon fuera del aula.

—¿Habéis oído eso?— Preguntó Adrien preocupado.

—¡¡¡¡¡AAAAAAAHHHHH!!!!!

Otro grito resonó en el centro.

—Ahora sí que lo he oído.— Contestó Marinette a la anterior pregunta de Adrien.

—Tenemos que averiguar qué pasa.— Ordenó Colette.

Y tan rápido como habló, todos salieron del aula corriendo intentando seguir el origen de los gritos.

Marinette y Colette bajaron corriendo las escaleras, siendo seguidas por los demás, al ver algo tirado en el suelo del patio.

—¡Hola! ¿Hay alguien ahí?— Preguntó Adrien al aire.— ¿Kim? ¿Max? ¿Dónde estáis?

Nino se acercó a Marinette y a Colette, quienes miraban asustadas viendo una especie de líquido mucoso junto a una pequeña tela blanca.

—Es la misma masa viscosa que había en el lavabo.— Reveló Marinette.

Colette cogió la tela blanca para inspeccionarla, pero lo que descubrió la asustó aún más.

—¡Es el brazalete de Kim!

—¡Se han evaporado!— Gritó desesperado Nathaniel.

—O nos están gastando una broma de mal gusto.— Razonó Alya tranquila.

—Deberíamos ir al despacho del director Damocles y contarle esto.— Sugirió Colette.

—¡Nino! ¡Deja de grabar!— Le ordenó enfadada Marinette.

—¿Qué dices? Esto se pone auténtico.

Mientras todos subían las escaleras de nuevo para ir al despacho del director, Colette se las ingenió para quedar la ultima, y sin que nadie la viera dejó las llaves de su casa en el primer escalón y se metió en el armario del conserje, el cuál estaba casualmente a su lado.

—Bien Slikk, es hora de trabajar. ¡Silkk, a trepar!

—¡Rápido! Por las ventanas.— Gritó Chloé justo antes de correr hacia la ventana e intentar abrirla.

—Que guay.— Murmuró asombrada Juleka.

—Estamos atrapados.— Declaró frustrada Chloé, seguidamente comenzó a teclear su móvil.— Voy a llamar a mi papi.

—En las películas de terror los móviles nunca funcionan.— Informó Nino.

Aunque nadie le creyó hasta que lo comprobó.

—No hay señal.— Se queja Iván.

—Sin cobertura.— Dice Nathaniel.

—Os lo he dicho.— Obvió Nino.— ¡Yee-haa!— Grita emocionado.

Spider-Lady aterriza en el marco de la puerta sin ser notada, pues todos estaban de espaldas, y pregunta por el bien estar de los alumnos.

—¿Estáis todos bien?

—¿Spider-Lady? ¿En mi película? ¡Qué pasada!— Nino se emocionó más.

—¡Y en mi Ladyblog!— Exclamó Alya emocionada, empezando a grabar también.

—Tenemos que evacuar el edificio. ¿vale chicos?— Habló con calma Spider-Lady.

—Ah ah. No será tan fácil Spider-Lady.— Dijo Chat Noir apoyado en el marco de la puerta junto a Ladybug.

—¡Qué reparto!— Gritó aún más emocionado Nino.

—¡Vaya! ¡Ladybug en mi Ladyblog!— Alya también se emocionó mucho.

—Chat Noir tiene razón Spider.— Habló por primera vez Ladybug.— Hemos intentado atravesar esa extraña masa, pero parece ser indestructible.

—Así que parece que estamos atrapados en el instituto.— Se quejó Chat Noir, seguido agarró a Ladybug de los hombros y después a Spider-Lady para hablar con ellas en privado.— ¿Un paseo Mesdames?

— Los tres sabemos que Lepidóptero ha conseguido otra víctima, alguien de aquí.— Comenzó Ladybug.

—Y solo existe una forma de deshacerse de esa masa viscosa. Tenemos que atrapar el akuma de la víctima.— Declaró Spider-Lady.

—Exacto. Me encanta cuando nos leemos la mente.— Dijo Chat Noir mirando a Spider-Lady.

Spider-Lady sonrió bajo la máscara y contestó a Chat Noir.

—Oh Dulce Minino, si me leyeras la mente estarías traumado, y tal vez hospitalizado en un psiquiátrico.— Confesó Spider-Lady mientras le daba un toque al cascabel de su compañero.

Chat Noir se quedó confundido, pues ¿qué podría estar pensando su compañera arácnida para declarar eso?

Ladybug creía hacerse una idea, sobretodo después de lo que le soltó a Chat Noir cuando combatían a Monsieur Pigeon, o de alguna frase similar que les dijo a ambos. Si Ladybug estaba en lo cierto, entonces su compañera y mejor amiga era una pervertida de primera.

—Dejaos de tonterías.— Regañó Ladybug para volver al tema importante.— Hay que encontrar a esa cosa en primer lugar. Y a sus prisioneros.

Detrás de ellos apareció Nino grabando.

—No miréis.— Pidió calmado Nino.— Investigando la desaparición de mis compañeros con Chat Noir, Spider-Lady y Ladybug. Esta película va a ser todo un pelotazo.

Ladybug y Spider-Lady caminaron hacia los estudiantes.

—Manteneos juntos con nosotros.— Ordenó Spider-Lady.

Ladybug cogió el brazo de Nino y tiró de él al ver que no se había movido.

—Tú también Spielberg.

Salieron corriendo del despacho del director siguiendo a los héroes, quienes seguían un rastro de la mucosidad morada.

El rastro los hizo bajar las escaleras, encontrándose con un juego de llaves con muchos llaveros.

—¿Y esto?— Preguntó Chat Noir, cogiendo las llaves e inspeccionándolas.

—¡Son las llaves de Colette!— Gritó Rose cogiendo las llaves preocupada.— ¿Qué le habrá pasado?

—Lo mismo que al resto de desaparecidos.— Contestó Ladybug.

—No os preocupéis chicos, encontraremos a vuestros amigos y resolveremos esto.— Tranquilizó Spider-Lady.— De momento sigamos el rastro.

En cuanto sus compañeros asintieron volvieron a correr de nuevo. El rastro de mucosidad los llevó de nuevo al aula en la que los chicos estuvieron grabando su película.

Tirada en el suelo se encontraron con una zapatilla en medio del aula.

—¡Mirad!— Gritó Ladybug.

—¿No sabréis de quién es eso?— Cuestionó rápidamente Chat Noir, mirando a todos lados.

—Es de Adrien.— Respondió Nino, agachado frente a la bamba.

Spider-Lady se agachó a su lado al darse cuenta de que no había ninguna masa viscosa alrededor de la zapatilla de Adrien.

—Que raro. No hay mucosidad.

—Sí que hay.— Contestó Nathaniel agachado frente al escritorio, llamando la atención de todos.

De repente Nathaniel despareció bajo el escritorio, y mientras él gritaba el escritorio comenzó a temblar hasta que salió disparado al otro lado del aula, revelando así el enorme monstruo que se escondía bajo este.

Los alumnos comenzaron a gritar aterrorizados mientras el monstruo rugía y se erguía sobre ellos.

—¡Corred chicos!— Gritó Ladybug.

La mayoría de los jóvenes civiles salieron corriendo del aula sin siquiera pensarlo.

Pero el monstruo, al ver que Juleka no se fue, le rugió en la cara para intentar asustarla.

—Mola más.— Murmuró Juleka.

En respuesta el monstruo encogió su tamaño.

Ladybug se llevó a rastras de allí a Juleka justo a tiempo para esquivar la masa que el monstruo le había lanzado.

—¡Hey!— Gritó Spider-Lady para llamar su atención.— ¿Cómo te llamas?

—¿Babeeitor?— Preguntó burlón Chat Noir.

Al ver que el monstruo volvió a escupir esa baba, Chat Noir se colocó frente a Spider-Lady y Nino para protegerlos a ambos con su bastón.

—No nos da miedo lo pegajoso.— Le declaró Chat Noir al monstruo.

—Chat, distraelo unos segundos.— Pidió Spider-Lady.

—Hecho.

Chat Noir se alejó de ellos y comenzó a saltar de un lado a otro llamando la atención del monstruo.

Spider-Lady aprovechó para llevarse a Nino a la entrada del aula, donde se encontró con Ladybug, y un segundo después Chat Noir aterrizó a su lado.

 —Deprisa, hay que averiguar donde está su akuma.— Exclamó Ladybug.

—No lo encuentro. No veo más que babas.— Respondió frustrado Chat Noir.

El monstruo aprovechó que no le estaban prestando atención para volver a disparar sus babas.

El trío de héroes salió corriendo del aula junto a Nino. En cuanto salieron, Spider-Lady empujó a un lado a Nino para que no estuviera en medio de la pelea. Justo después siguió a sus compañeros saltando por la barandilla para caer en el patio y así atraer al monstruo hacia ellos y alejarlo de los alumnos.

El monstruo no dudó en saltar también y empezar una batalla con los héroes. Todo esto mientras se escuchaban los gritos aterrorizados de los alumnos.

—Miedo.— Dijo Ladybug.— Lo que le da fuerza es el miedo.— Dedujo.

El primero en atacar fue el monstruo.

El monstruo disparó sus babas primero a Chat Noir, quien se apartó rodando a un lado para esquivarlas, después a Spider-Lady, quien saltó hacia arriba para engancharse de los metales y esquivar las babas, y por último disparó a Ladybug, quien creó un escudo con su yo-yo.

El monstruo, al ver que Ladybug no huía, continuó disparando sin pausa.

Ladybug, al contrario que huir, fue corriendo en línea recta hacia el monstruo mientras se escudaba con su yo-yo. Al estar lo suficientemente cerca hizo el mismo movimiento que hizo con Corazón de Piedra, se deslizó entre las piernas del monstruo, ató una con su yo-yo y después tiró con fuerza para tumbarlo.

El fallo es que el monstruo tenía la fuerza suficiente como para seguir manteniéndose de pie.

Chat Noir quiso aprovechar que el monstruo estaba centrado en Ladybug para saltar y golpearlo con su bastón.

Solo llegó a saltar.

El monstruo se dio la vuelta rápidamente y le disparó sus babas, dejándolo atrapado entre los barrotes de la barandilla del primer piso.

Spider-Lady fue corriendo a ayudar a Ladybug. Con sus telarañas atrapó la pierna libre del monstruo y juntas tiraron, pero él seguía teniendo mucha fuerza.

Cogió los hilos que lo unían con las superheroínas, dio unas vueltas y las lanzó a ambas para seguido dejarlas pegadas con sus babas en una canasta de baloncesto.

El monstruo miró a los alumnos, que se encontraban apartados de la batalla, y estos comenzaron a gritar, agrandando así el tamaño de la bestia.

La bestia se acercó a ellos amenazante, se agachó para estar a la altura de Iván y le dio un lametón. Seguido de eso agarró a Alix con su cola, igual que hizo con Nathaniel, y se fue atravesando una puerta para después bloquearla con sus babas.

—¡Se ha llevado a Nath y a Alix!— Gritó asustada Rose.

—Cuanto más miedo provoca en las personas más fuerza consigue.— Dice Spider-Lady a sus compañeros.

—Si acabamos con el miedo venceremos.— Le contesta Ladybug.

—Vale. Pero tenemos que salir de este pegote rápido antes de que seque.— Obvió molesto Chat Noir.

Estar atrapado por esa masa viscosa, pegajosa y asquerosa no era nada bonito, mucho menos agradable.

Chat Noir extendió su bastón hasta chocarlo con la tabla de la canasta en la que estaban atrapadas sus compañeras, justo entre sus cabezas.

—¡Hey!— Gritó molesta Spider-Lady.

Ambas tenían la suerte de tener buenos reflejos, porque si no Chat Noir pudo haberles hecho un agujero en medio de la cabeza.

Pero un crujido llamó su atención.

¡POOM!

—¡WOOAH!—Gritaron ambas de la sorpresa antes de caer de pie.

Chat Noir pudo romper la canasta con su bastón, liberando así a sus compañeras.

Spider-Lady disparó una telaraña al bastón de Chat Noir y tiró con fuerza para liberarlo.

Una vez los tres estuvieron libres del pegote morado corrieron enseguida hacia la puerta por la que la bestia huyó.

Estaba bloqueada.

—¿Os habéis fijado? A Iván no le ha atacado.— Comentó observativa Spider-Lady.

—¿Cuál será el motivo?— Preguntó pensativo Chat Noir.

El jadeo de sorpresa de Ladybug llamó la atención de sus compañeros.

—Creo que el monstruo es Mylène.

Entonces los jóvenes civiles se acercaron corriendo a los héroes con Alya al frente.

—¿Dónde están Sabrina y Chloé?— Preguntó Alya.

—Las encontraremos.— Aseguró Spider-Lady.

—Si es que salimos de aquí algún día.— Comentó cansado de la situación Chat Noir.

—¡¡¡¡¡AAAAAAAHHHHH!!!!!

El grito de Chloé llamó la atención de todos.

Enseguida Chat Noir, quien tenía mejor oído, fue corriendo al origen del sonido siendo seguido por sus compañeras y los alumnos.

Chat Noir abrió la puerta de una patada, tumbando una taquilla que había tras esta, y entró al laboratorio para encontrárselo vacío.

—Demasiado tarde.— Habló frustrado el héroe gatuno.

—¿A dónde habrán ido?— Preguntó Ladybug mirando a su alrededor.

—Tengo una idea. ¡Aranea Sensu!— Grita Spider-Lady activando su poder.

—¡Qué guay! ¡El poder de Spider-Lady en acción!— Chilló emocionada Alya volviendo a grabar.— Eehh.. ¿Qué hace tu poder?— Cuestionó confundida al no ver ningún objeto en sus manos como hacía Ladybug, o ningún poder burbujeante en sus manos como hacía Chat Noir.

—Me permite ver y sentir las personas que hay a mi alrededor incluso a traves de los objetos.— Respondió Spider-Lady sin mirar a Alya, pues estaba concentrada buscando al monstruo o a las víctimas.— Muy bien, seguidme.

Spider-Lady salió corriendo hacia el patio siendo seguida por los demás. Se detuvo un momento en el centro para analizar hacia dónde ir, pues al no ver las paredes tenía que adivinar en dónde se encontraban las personas, y entonces corrió hacia la puerta de la sala de calderas.

—¡Woah! ¡Estoy flipando!— Exclama Nino emocionado.

—¿Puedes dejar de flipar un ratito? Si no es molestia.— Le dijo Chat Noir.

—Perdón.— Se disculpó enseguida Nino.

Spider-Lady abrió la puerta y, liderando ella la marcha, corrió por el pasillo hasta llegar a la sala de calderas, la cual se encontraba llena de capullos creados con la masa morada viscosa.

La escena le recordó a Spider-Lady a la película Alien.

—¿Dónde están todos?— Le preguntó Ladybug a Spider-Lady.

—Están dentro de los capullos.—Le contesta mientras observa el panorama, para después desactivar su visión.

—¡Ladybug! ¡Spider-Lady! ¡Soy yo! ¡Chloé Bourgeois!— Grita Chloé desde el interior de uno de los capullos.

—¡Tranquila! ¡Te sacaremos!— Le responde Ladybug.

—¡Vale! ¡Pero daos prisa!

—¡¿Estáis todos?!— Volvió a preguntar Ladybug.

—¡¿Señor Damocles?!— Llama Spider-Lady.

—¡Sí!

—¡¿Alix?!

—¡Sí!

—¡¿Nath?!

—¡Sí!

—¡¿Adrien?! ¡Adrien!— Grita preocupada Spider-Lady.

—Sí, sí, estoy bien.— Le responde Adrien.

—¿Dónde está Colette?— Pregunta Chat Noir preocupado.

—¡Aquí conmigo!— Responde Spider-Lady rápidamente, escondida entre los capullos.— ¿Y Marinette?

—Sí, aquí están todos.— Asegura Ladybug.

El trío de héroes, tras asegurarse que estuvieran todos, comenzaron a intentar abrir los capullos o romperlos de alguna forma para sacar a los civiles.

Pero las babas del monstruo ya habían secado y el material se hizo indestructible.

Entonces todos comenzaron a gritar desesperados por sus ganas de salir.

—¡Tranquilos! ¡Os sacaremos de ahí! ¡Tranquilos!— Exclamó Spider-Lady para tranquilizar y acallar los chillidos de los civiles atrapados.

El monstruo apareció en aquél momento disparando más babas a la entrada para bloquear la única entrada y salida del lugar.

Saltó hacia Spider-Lady amenazante, listo para atacar, pero entonces Chat Noir y Ladybug le tiraron pegotes de su propia masa para distraerlo.

Pero el monstruo, enfadado, contraatacó con más babas, obligando a Ladybug y a Chat Noir a saltar para esquivarlas.

Spider-Lady fue con sus compañeros para combatir al monstruo, quedando al final ella sola junto a Chat Noir para darle a Ladybug la oportunidad de invocar a su poder.

—¡Lucky Charm!— Su poder le dio unas cuerdas de guitarra.— ¿Cuerdas de guitarra? ¿Es una broma? Guitarra... Música... ¡La canción!

Mientras Ladybug resolvía su Lucky Charm, Spider-Lady disparaba telarañas al monstruo, pero era tal su fuerza que las rompía como si de papel se trataran.

—Bueno, ya está bien. ¡Cataclysm!

Chat Noir subió a lo alto para usar su poder contra los barrotes y las tuberías que habían en la sala para así encerrar a la bestia.

Spider-Lady disparó telarañas para unir más las tuberías y así asegurarse de que el monstruo no podría escapar.

Una vez inmovilizado, ambos héroes se acercaron a su compañera.

—¡Bien! Tenemos que cantar.— Ordenó Ladybug.

—¿Cantar? ¿Y ese es tu plan?—Preguntó burlón Chat Noir.

—Sí. La única forma de vencer al miedo es tenerlo bajo control.— Contestó Ladybug.— ¿Os sabéis Cosas Felices no?— Les preguntó a los compañeros de Mylène.

—¿En serio? ¿Cosas Felices?— Volvió a preguntar incrédulo Chat Noir.

—¿Llevas el ritmo?— Preguntó burlona Ladybug, dándole a Chat Noir una tapa de basura.

Mientras Chat Noir se hacía una batería improvisada, Spider-Lady cogió un cubo y una escoba y al igual que Ladybug se creó una "guitarra" improvisada, solo que ella la hizo con sus telarañas.

Tras Chat Noir tocar rápidamente su "batería", Ladybug habló para todos.

—¡Todo el mundo! ¡1, 2, 3! ♪Copos de nieve, pequeños gatitos♪

Entonces todos la siguieron, tocando y cantando.

—♪Bichos pequeños y guantes bonitos. La primavera come regaliz. Tartas y ponis de colores♪— Cantaron todos juntos.

El monstruo empezó a rugir enfadado, intentando dar miedo, pero fue en vano. Al final se hizo muy pequeño y las tornas cambiaron, pues el monstruo fue el que tuvo miedo.

En cuanto vio la oportunidad salió corriendo de entre los barrotes y la telaraña y subió a los brazos de Iván.

Iván comenzó a acariciar al monstruo.

—Es la chapa que le regalé a Mylène.— Dijo al ver la chapa sobre la cabeza del pequeño monstruo.

—Ahí está el akuma.— Dijo Ladybug para seguido coger la chapa, romperla, purificar al akuma y arreglar todos los daños causados.

—¡Bien hecho!— Celebró el trío de héroes.

—¡No hemos pasado!— Declara frustrado Nino a sus amigos en la entrada de la alcaldía.— Dice que el monstruo era un muñeco horrible y poco realista.— Entonces se detuvo a pensar unos momentos.— Bueno... A lo mejor porque estaba sin editar... y no tenía sinopsis... o personajes claros... o historia... ni créditos...

—Tranquilo colega, así empiezan todos los grandes del cine.— Le animó Adrien.

—Sí, a pesar de que el beso final no haya sido el que esperábamos.— Comentó Alya mirando de reojo a Marinette.

—Bueno, yo lo prefiero así.— Respondió Colette nerviosa.

Curiosidades del capítulo

Desde los 5 hasta los 14 años, Colette participó en musicales de todo tipo gracias a su tía, pero después de su fallecimiento Colette desarrolló inconscientemente un miedo extremo al escenario y al público.

A veces parece que lo supera porque consigue sumergirse bien en su papel, pero entonces siente como se bloquea y de golpe siente ese miedo de nuevo.

Un año después del accidente de su tía su madre consiguió que participara en un musical. Acabó vomitando y después se desmayó a causa del pánico el día del estreno.

Adrien es consciente de que Colette tiene miedo escénico, pues se lo contó, pero no le contó porque lo tiene ni le mencionó nunca a su tía.

Adrien es el único en el instituto que sabe acerca de su miedo.

Bueno, aquí acaba el capítulo de hoy, espero que os haya gustado ;)

El próximo será el capítulo de San Valentín, como ya sabréis, por lo que quiero preguntaros algo.

A la hora de usar imágenes para ilustraros el beso... (Porque obviamente va a haber beso)

¿Preferís la escena de la serie original? ¿Del cómic de Scarlet Lady? ¿O tal vez de alguna película/serie/cómic de Spider-Man?

Os dejo elegir ;)

¡Hasta la próxima! ¡Besos!

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