SUNNY HABÍA ESTADO MIRANDO EL TECHO DE LA CARPA BAJO LA PENUMBRA de la noche por unas horas, secando a ratos las lágrimas que salían de sus ojos debido a lo humillado que se había sentido, teniendo que levantarse y salir afuera, caminando bajo el frío desértico que le hacía temblar levemente las piernas.

—Había olvidado que los desiertos son jodidos refrigeradores de noche—suspiró abrazándose a si misma.

Caminó hasta la orilla, sintiendo sus dientes castañear debido al frío que la envolvía, sin embargo, volver a la cama no era una acción que le gustaría hacer o al menos, no por esos momentos.

Sus zapatos tocaron la arena húmeda y soltó un quejido bajo, estaba siendo demasiado testaruda para siquiera pensar en si corría el riesgo de pillar un resfriado por las temperaturas bajas y el agua congelada.

—Primero, el frío es psicológico—se recordó a si misma, mirando las olas romper contra la orilla y llegar hasta unos centímetros frente a sus sandalias— y segundo, es momento de.. socializar más, fighting!.—habló un poco alto.

No podía gritar porque lamentablemente todos estaban durmiendo y armar un alboroto a esas horas —donde ni siquiera tenía una noción del tiempo—, no sería rentable.

Decidió sentarse en su lugar, mirando el cielo oscuro con una luz de un faro a lo lejos, dejándose llorar un poco debido a la inexistente carta en su buzón, nuevamente, se había sentido rechazada y fea frente a un montón de chicos, por lo que, esperaba que todo cambiara.

SUNNY ESTABA DESPARRAMADA EN LA CAMA MIENTRAS QUE UN HILO DE BABA CAÍA por su mejilla a su almohada, siendo víctima de las risas cargadas de ternura de Jea Won.

—¿Creen que deberíamos tener una foto?—preguntó entre risas.

—Creo que deberíamos despertarla para poder arreglarnos e ir a desayunar—comentó Ji-A para tomar su mano con cuidado y dulzura al agacharse a su lado— Sunny, es hora de...

—¡Yo no fui!—chilló sentándose de golpe y su cabello había quedado como una melena de león debido al viento marítimo nocturno— Oh, hola Ji-A.... ¿Qué hora es?

—No lo sabemos—soltó una risita— pero iremos a bañarnos y esas cosas, ¿vienes?

—Por favor...—admitió graciosa al sentir su pelo esponjoso.

Se levantó y tomó la mano de la chica sonriente frente a ella, siguiéndola sin antes tomar las cosas que había dejado lista de la noche anterior para usarlas ese día.

LAS SANDALIAS BLANCAS DE CINAMOROLL CHOCABAN CONTRA LA ARENA CALIENTE mientras que Sunny caminaba con un par de coletas y un maquillaje natural.

—Vienen las chicas—avisó un poco alto Se-Hoon, ganando risas de los demás.

—¿Quiénes vendrían si no?—Ji Yeon comentó, sintiendo las risas de los demás.

Sunny decidió ir al comedor a pasos apresurados debido al hambre, donde al trastabillar con sus pies, cerró los pies esperando la caída, sin embargo, una espalda había amortiguado su golpe.

—Oh lo siento—se disculpó, tratando de tomar compostura, abanicando su rostro de la vergüenza.

—No pasa nada—Si-Hun volteó, sonriendo con ella— ¿tú estás bien?

—Oh si, estoy bien—asintió tranquila— ¿no tienen agua cliente por en el suelo o algo?

—¿Agua caliente?—negó— solo tenemos en los termos que aparecieron esta mañana... oh, Sunny, ¿no?—ella asintió y el miró hacía abajo— te has sacado una uña del pie.

—Es una broma, ¿verdad?—preguntó riendo nerviosa y bajó la mirada— waoh, ¿siempre tenemos dos pies en cada lado, no?—preguntó palideciendo un poco— voy a desmayarme...

—No vas a ...—y la chica del pánico se cayó hacía delante, cayendo en los brazos del pelinegro en un intento desesperado por no caer al suelo.

—Waoh, no pensé que Sunny sería tan rápida—Minho soltó gracioso— esa es una buena táctica para coquetear.

—Su pie está sangrando—Jun Sik corrigió.

SI HUN LA HABÍA RECOSTADO EN UNA REPOSERA A LA SOMBRA Y LE HABÍA VENDADO EL DEDO e incluso, no había sido la uña lo que había provocado el sangrado, sino, un clavo que había hecho un corte demasiado feo.

—¿Laika?—preguntó abriendo los ojos la pelinegra, parpadeando achinando un poco sus ojos para acostumbrarse— oh, Si-Hun...

El pelinegro sonrió volteando a verla, sonriendo con más calma— ¿estás bien, Laika?

Soltó una risita— Lamento confundire con una de mis mascotas, es que siempre que me desmayó en casa, Laika siempre viene a socorrerme.

—¿Te desmayas seguido?—ella negó— oh, eso es bueno.

—Se que está mal que me ponga un poco nerviosa al ver sangre, pero suele pasarme—soltó una risita— ¿pudiste desayunar?

—Si, de hecho, te guarde un poco de cereales y leche junto a una manzana—comentó levantándose de la otra reposera— no hay agua para el café pero quizás podemos buscar la opción de hervirla con este sol.

—Estoy bien con beber agua—sonrió tranquila.

—¡Buenas tardes a todos, quisiera invitarlos a todos frente al mar para nuestra primera actividad, así que, pónganse sus trajes de baño!—habló la voz tras las bocinas.

—¿Actividad?—alzó una ceja la chica— espero no tener que correr o algo.

—Te diría que te llevaría en mi espalda, pero contaría como trampa—comentó gracioso.

—Soy capaz de competir incluso si debo moverme con la lengua—dijo de la misma manera— bueno, ire a buscar algo para comer, ¿nos vemos en la orilla?

—Te acompaño—habló agachándose frente a ella, tomando las sandalias y ayudándole a colocárselas.

Sunny miró a otro lugar, avergonzada por lo que acababa de pasar, porque realmente Si-Hun había sido demasiado caballero y eso le había acelerado levemente el corazón.

—Es demasiado gracioso que estemos vistiendo similar—soltó una risita la chica— ahora vamos, antes de que se nos haga más tarde.