"Hoy la luna se hunde de nuevo, mañana la primavera desaparecerá; ese instante y ese lecho de muerte son belleza"

La envidia se blandió en él y en su partida dejando a Isis a cargo de Egipto esta se intensifico, de Geb solo había heredado el terreno desértico mientras que Osiris tomo el lado fértil, la tierra donde nada crecía y solo había arena era su reino cosa que no concebía así fue como dio inicio a la confabulación con Kush* obteniendo en secreto las medidas exactas del cuerpo de su hermano fabricando así un cofre de madera adornado como el de un Rey se mereciera.

Tras el regreso de Osiris, Seth decidió dar un gran banquete en honor a su hermano, Isis enterada de la posible conspiración advirtió a Osiris, quien no vio nada malo en acudir al banquete. La fiesta, fue grande; las mejores comidas y bebidas y los mejores bailes de todo el reino sin lugar a dudas una fiesta digna de un Dios.

En un momento de la fiesta, cuando ya los corazones de los invitados estaban jubilosos, Seth enseñando el cofre dijo, con voz dulce— Daré este cofre a aquel cuyo cuerpo encaje perfectamente en él —los invitados fueron probando uno a uno si su cuerpo encajaba dentro del cofre, pero ninguno lo obtuvo.

Para unos era largo o corto y para otros demasiado ancho o estrecho. Osiris, maravillado por la grandeza del oro y maderas pintadas que lo adornaban, acercándose a él dijo— Permitidme probar a mí —Osiris lo probó y viendo que encajaba afirmó— Encajo y será mío para siempre.

Una sonrisa se esbozó en el rostro de Seth quien respondió con gracia— Tuyo es, hermano y de hecho lo será para siempre —cerró la tapa bruscamente, clavándolo luego con ayuda de los invitados y sellándolo con plomo fundido entonces le arrojo en el Nilo.

Vio partir a Isis en su búsqueda también miro a su esposa llorar amargamente por su hermano más en sus ojos no había pena por el que alguna vez gobernase Egipto ni por ambas mujeres.

Pronto Egipto recibió el conocimiento de Seth con gusto convirtiéndolo patrón de las armas, la guerra y de la producción de los oasis, la popularidad del nuevo gobernante empezó ante la habilidad innata de sembrar la confusión y la discordia entre los enemigos de Egipto sin siquiera usar a alguno de sus guerreros.

Sin embargo no previo la osadía de Isis, cuando este se encontraba cazando jabalíes una noche, encontró, por la luz de la Luna, el cofre y lo reconoció. Encolerizado por el hallazgo lo abrió, tomó el cuerpo de Osiris y lo despedazó en 14 trozos que esparció a lo largo del Nilo para que sirviese de alimento a los cocodrilos.

—¿No es posible destruir el cuerpo de un dios? —Ironizo— Yo lo he hecho —rio— ¡Porque yo he destruido a Osiris! —dijo Seth riendo, y su risa se oyó en todos los rincones de la Tierra, y todos aquellos quienes la percibieron temblaron, estremeciéndose de terror.

Isis reemprendió su búsqueda vagando en el Nilo, Seth escucho el llanto de su mujer pero nada parecía perturbarle ni la mirada estoica del vástago que engendro el meliloto de su hermano.

Kush* Etiopia.