"En el silencio de éste cielo brillará aquel al que llamas hogar y a través de la oscuridad, la luna
te mostrará el camino para empezar de nuevo..."

Atem acabo descubrir que tú otro yo me ha mentido, sin embargo ahora mismo nos dirigimos hacia el verdadero Yugi de este mundo, no puedo enojarme con él ¿Sabes? No es la primera vez que recibo mentiras por tu parte, siempre has ocultado la verdad para protegerme y siendo tú otro yo él había hecho lo mismo.

Caminamos entre la oscuridad, esta vez usamos a Buster Blader y Mahnet Valkyrion The Magnetic Warrior, las cadenas resuenan, y el sonido me recuerda a la lluvia de septiembre que alguna vez vimos caer debajo del mismo paraguas. Para bien o para mal debo seguir, si en las ruinas me consumo, Atem ¿Vendrías a salvarme? Mas mi corazón duele, mi debilidad añora tu presencia y en ocasiones la confunde con aquel ente que me sigue como un recuerdo que amenaza con nunca alejarse de mi ¿Rebeca como estarás? ¿Por qué alguien tan capaz se ha enamorado de un hombre que no puede dejar de depender de los demás?

El estruendo se hace presente, dos Holy Beast Serket junto con cinco Embodiment Of Apophis nos rodean, ninguno es tan fuerte como para combatir contra nuestros dos guerreros pero ante la amenaza de la habilidad especial de Holy Beast Serket no podemos bajar la guardia, toca el mazo del cinturón, piensa usar otro monstruo para emparejar las cosas siendo que nos ganan en número, pero antes de hacer un movimiento su voz resuena en el lugar.

—Apártense —demanda y entre las sombras muestra su figura, se detiene de súbito al verme y rápidamente hace una reverencia, mientras cada uno de los monstruos se vuelven un simple haz de luz para volver en las manos de aquel hombre —Amo Ib, por favor debe marcharse —exclama.

—Tú... —el rompecabezas empieza a brillar y nuevamente cambiamos de lugar, me acerco lentamente a su persona, escucho la voz de tu otro yo Atem, pero no hay palabras que decir, debo saber la verdad de lo que ocurre en este mundo en donde el tiempo se detuvo sin piedad —¿Por qué no quieres que lo encuentre? ¿Quién es Ib?

Alza su rostro, la misma mascara encima, las orejas puntiagudas hacia arriba y aquel rostro de conejo que solo deja ver su boca al hablar— Usted es Ib —expresa sin duda, no parece haber mentiras en sus palabras— por ello debe irse, si ambos se encuentran SU mundo dejara de existir.

Mis orbes se abren aún más ante sus palabras— ¿Mi mundo? ¿Pero cómo?

—Él te trajo a este mundo —sus labios muestran una mueca de impotencia— sin embargo— extiende su mano hacia mí— ¿Quieres volver a casa verdad? —señala, trato de contestar, pero sus labios dibujan una sonrisa, un temblor se estaciona en mi— Si ese es tu deseo, yo puedo devolverte a el, sé que lo has intentado, pero tu cuerpo se desvanece al instante...

—Tú... ¿Cómo sabes eso?

—Él no te dejara ir, te necesita, él quiere que tomes su lugar, pero no puedo permitir que eso pase —su voz suena confiada— por favor confía en mi —me mira fijamente— no soy su enemigo amo Ib, sé que los recuerdos de esa vida jamás podrían perdurar en el estado que se encuentra ahora pero por favor una vez más crea en mi —suplica.

El silencio se establece, en mi nace la duda, ¿Qué es lo que resguarda mi llegada? Atem ¿Qué debería hacer?, suspiro, no hay respuestas que puedas darme, tu no estas y aquel otro tu ha guardado silencio aunque sus emociones de preocupación siguen latentes, pero no hay opción o ¿Si?

—¿Cómo puedo confiar en ti? ¿Por qué debería? —una mueca de aflicción se cruza en sus labios, al final una fina línea se dibuja en ellos dejando espacio a la neutralidad en su estado.

—Si mis Holy Beast Serket hubieran consumido a sus compañeros les hubieran acabado al instante, el poder de un monstruo ¿Lo notaste no? depende mucho del Ka del usuario —señala— tu Ka es débil, al querer seguir buscando la puerta has estado usando demasiado de tu magia que aún no acabas de despertar por completo, por ello él te ayudo en esa puerta para dejarte ver el lugar al que no te dejaría volver jamás... Sí que es malvado —mostro una sonrisa de lado.

—¿Él? ¿A qué te refieres con él?

—A tu otro yo, el Yugi de este mundo no te dejara ir jamás a menos que aceptes mi ayuda.

—¿Pero porque él...?

—Mientras más tiempo pases aquí más débil te volverás, ese espíritu no puede ayudarte, no aun y aquel por quien tanto añoras no puede hacer nada desde el mundo donde está, es más no se ha dado cuenta de que tu existencia ha sido llevada.

—At... —aprieto el puño, cierro mis ojos, aquellas palabras duelen, ¿Es por ello que me has dejado tanto tiempo solo Atem?, al final suspiro, siento a tu otro yo perdiendo la calma, esta afligido, pero en mi estado no puedo ayudarle, ya es demasiado tarde ¿No es así?— ¿Qué debo hacer... para volver?

—Solo debes darme el rompecabezas del milenio —una nueva sonrisa se forma en la comisura de sus labios, toma mi mano y besa el dorso de ella, un escalofrió se cierne en mí, un extraño sentimiento de nostalgia me invade.