"La oscuridad de la noche te guardará y la luna te arrullará tus ojos, no derramarán más lágrimas y pronto te dormirás"

—Esa chica ¿Es importante para ti? —pregunta mientras se sienta aun lado de la cama en la cual me encuentro recostado.

—Si —le miro, su rostro se desvía— yo... —suspiro— le amaba.

Siento su mirada frente a mí, sin embargo, ahora miro mis dedos juguetear entre las sabanas de color azul, el silencio se establece, el dolor en mi pecho vuelve al recordar mi frustrado plan, trato de sonreír, al menos quiero creer que mi voz logro alcanzarle.

—¿Ustedes eran cercanos? —habla logrando acabar con el silencio de la habitación.

—Éramos amigos —alzo la mirada mientras le sonrió, sigue viéndome expectante— ella me gustaba, pero... —suspire— ella se enamoró de alguien más.

—Pero entonces.... ¿Por qué....?

—¿Seguimos siendo amigos? —inquirí, el solo se quedó en silencio— las relaciones humanas son complicadas —empecé— el que yo la amara no significaba que debía corresponder este sentimiento, además ella se enamoró de una buena persona —sonreí— cabe a decir que la persona más capaz que he conocido —vi en sus orbes un brillo que no lograba descifrar.

—¿Esa persona era preciada para ti? —asentí— ¿Era un amigo tuyo?

—Mmm —me llevé una mano al mentón, mientras me detuve a pensar lo que alguna vez fuimos Atem — No sé si amigos es el termino correcto, nunca me nombro como a uno y yo tampoco lo hice sin embargo éramos estrechamente cercanos al otro.

—¿Eran? ¿Ya no lo son?

—Él se tuvo que marchar a un lugar muy lejano —baje la mirada, el recuerdo de tu partida viene a mí, y mi insulsa imagen me remuerde la conciencia, fruncí el ceño, si tan solo hubiera sido más fuerte no te hubieras llevado tan desagradable imagen de mi persona Atem, y solo tal vez así hubieras considerado mi presencia como algo más.

—¿Por qué se fue? —pregunta sacándome de mis recuerdos.

Sonrió ante aquello, Atem tal vez el destino ya tenía previsto nuestro encuentro hace lunas atrás, pero lo que jamás previo es que mi corazón se perdería ante tu ser, sin embargo, aunque parte de este deseara que te quedaras ahora que vivo una situación como la tuya, comprendo parte del dolor de vivir en una tierra que no te pertenece completamente, ajeno a lo que pasara ¿Te sentiste tan irreal como yo lo hago ahora? Lo correcto e incorrecto ¿Quién puede decidirlo? ¿Acaso los Dioses son tan perfectos que no erran en sus acciones? Tal vez jamás lo sabré, pero de algo estoy seguro y es que el devolverte a tu mundo no fue un error como el de amarte como lo hago aun ahora entre la desesperación y nostalgia que me invaden al ver a ese espíritu frente a mi como un fantasma del pasado que ya no me pertenece a mí.

—Debía regresar a casa —contesto al fin.

—¿Acaso ya no pueden verse?

—No, ya no —me detengo, en mi nace la posibilidad de que alguna puerta habrá la dimensión en la que tu estas, pero al mismo instante cuando la esperanza se establece en mí la derrumbo al imaginar tu rostro decepcionado, aquella vez con Diva ¿Qué pensaste sobre mí? No lo sé y tal vez no lo sabré jamás.

El silencio vuelve a acaparar la habitación, medita la información que le he dado, su semblante se parece tanto al tuyo y ante aquello no puedo evitar caer rendido por la imagen que el destino me muestra burlándose de la debilidad de mi corazón.

—¿Quieres dormir conmigo? —ante mi pregunta se gira a verme, parece que no previo mi invitación —también debes estar cansado, el viaje en ese mundo y el otro.... Fue duro para ambos —señalo, él se acerca y se acomoda a un lado mío, cierro los ojos y al final las palabra de siempre salen —Buenas noches.

Sin embargo esta vez él me responde —Buenas noches Yugi.