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X : Los Hermosos Cínicos y Las 4 Etapas

Canciones del Cap : No Manners (SuperM) / My oh My (Camila Cabello) / Mayday (VICTON) / Jungle (CIX)

Namjoon había pasado los últimos minutos observando en silencio como la chica de ojos chocolate y cabello castaño claro miraba cada uno de los libros en la biblioteca sin tocarlos o sin abrirlos, buscando una cosa en específico.

Supo que su momento de aparecerse había llegado en cuanto la morena elevó una de las comisuras de su boca y extendió su mano para tomar el libro que llego hasta ella flotando en el aire desde el estante.

¿No has tenido suficiente de libros ya? Cuestionó sonriendo divertido caminando hasta la chica que volteo a verlo con su típica expresión intimidante mientras él seguía hablando. — Porque según recuerdo, no eres la más aficionada de las lectoras. — Continuó diciendo notando como la chica apretaba los labios.

No sabes nada. — Afirmó Tzuyu entendiendo que el peliblanco podía malinterpretar su investigación, su voz cortante y carente de emociones podía fácilmente asustar a cualquiera pero no al peliblanco que parecía disfrutar de molestarla.

Namjoon amplió su sonrisa dejando a la vista sus hoyuelos al observar el libro en sus manos. — No deberías jugar con eso pequeña hija de Avaricia, podrías quemarte. — Una pequeña copa apareció en su mano y no tardó en ingerir su contenido disfrutando del líquido rojo en ella.

¡Largate Namjoon! — Gritó la morena, la presencia y las palabras del peliblanco la molestaron e irritaron en un segundo. — No me interesa tu opinión. — Confesó girándose en otra dirección con el chico siguiendo sus pasos.

Un hechizo de naturaleza. — Dijo Namjoon observando sobre su hombro la página donde estaba abierto el libro. — ¿Porque quieres saber sobre eso? Preguntó con el ceño fruncido, ahora si empezaba a preocuparse.

Y haciendo caso omiso a sus palabras la morena cerró el libro rápidamente encarandolo. — No te importa, dejame de una vez.

Namjoon negó sonriendo levemente. — Me importa más de lo que crees pequeña, sobretodo por el caos que estás a punto de desatar con esta broma tuya.

Y la llama roja en los ojos de Tzuyu le advirtió al chico que su humor no era el mejor. — No se trata de eso. — Aseguró sonriendo de forma escalofriante. — Pero te juro que si no desapareces en este instante, podría usarlo contra ti, y sabes que soy capaz. — Dijo ella, y el creyó sus palabras por lo que después de suspirar rendido asintió decidido a irse.

Te estaré vigilando, algo me dice que esta no es otra de las ocurrencias de tu Discordia. — Confesó, aunque su tono era tranquilo, sus palabras denotaban decisión y eso empeoró el humor de la chica.

Desaparece. — Murmuró entre dientes, mirándolo con odio antes de que este se fuera de la habitación con una sonrisa coqueta dibujada en su rostro.

Ese día los 16 chicos se habían reunido en la sala de espejos observando atentamente la parte de los humanos que les interesaba conocer, sus sentimientos.

Sigo sin entender esto, sus emociones son demasiado complejas. — Se quejó Momo haciendo un puchero.

Y ni hablar de sus sentimientos ¿Creen que los aprenderemos sólo viéndolos en esta pantalla? — Un fastidiado Hoseok soltó un resoplido levantándose de su asiento semejante a un trono idéntico al de sus hermanos. — Por favor, es una pérdida de tiempo.

— Si no lo intentamos nunca lo sabremos Hoseok. — Le Dijo Namjoon.

Tú no digas nada Namjoon. — Reclamó el peligris. — Ya tienes claro todo esto, ese estúpido libro te lo dijo ¿No es así? — Lo miró con recelo.

El peliblanco suspiró apretando el puente de su nariz buscando las palabras correctas para explicarle todo al chico.

Sin embargo alguien se le adelantó. — Por increíble que parezca no fue así Hoseok, lo que vimos en ese libro simplemente fue lo más relevante de nuestra existencia, la forma en la que descubriríamos nuestros sentimientos no lo vimos allí. — Aclaró Jin.

¿Y que quieres que haga? — El peligris lo miró desafiante mientras el mayor sólo suspiraba.

No estás obligado a estar aquí. — Le dijo Taehyung mirándolo y sonriendo divertido. — Lo sabes.

Es verdad, sólo que si no puedes entender lo que es amar a alguien más allá de tu naturaleza, pensando en su felicidad antes que la tuya, tu existencia estará llena de soledad. — Le dijo Mina mirándolo seriamente.

Creo que estoy de acuerdo con el pequeño niño envidioso. — Nayeon habló saboreando su vino blanco con una mueca de fascinación en su rostro. — Así es, no aprenderemos nada de sentimientos viendo mortales interactuar entre sí.

— Supongo que nuestra Unnie tiene una mejor idea entonces. — Dahyun la miró con una de sus cejas levantadas.

¿Es cierto eso Nayeonnie? — Una sonriente Sana que tomaba asiento en las piernas de su hermana favorita preguntó animada.

No se trata de eso, sólo no necesito sus respuestas, no necesito entender esto. — Dijo con simpleza.

Les conviene a ambos cerrar la boca. — Habló Jeongyeon. — Sino les importa a nosotros si, así que o guardan silencio o se marchan.

Como quieran. — Dijo la mayor sin moverse de su asiento mientras el peligris apretaba los labios y volvía a a su asiento.

¿Y cual es el objetivo de esto? — Preguntó Chaeyoung con el ceño fruncido.

Dime algo Chaeyounnie — Habló Mina. — ¿No has logrado identificar alguna de estas emociones? — Sonrió de forma divertida mirándola sonrojarse al instante.

Pude reconocer el placer del que disfrutan. — Habló Sana sonriendo mientras Momo acariciaba su pierna. — Y confieso que es lo único a lo que le he prestado atención todo este tiempo.

— No te culpo hermanita, es lo más interesante que tienen. — Apoyó Namjoon.

Su reunión continuó con las observaciones y comentarios de todos, algunos entendieron más sobre emociones, aunque por alguna razón los sentimientos negativos fueron los primeros que tuvieron perfectamente claros, sin embargo, conceptos como el respeto, el compromiso y la moral, fueron de los valores que lograron interpretar sin gran dificultad, ya que no eran tan diferentes en esos aspectos.

Ellos entendían la felicidad de manera muy diferente a los humanos, totalmente unida al concepto del placer por lo que se sorprendieron al descubrir que existían muchas formas de encontrarla, de formas más intensas y puras que a través de las pasiones carnales.

Esto es realmente admirable. — Dijo Soberbia apareciendo junto a Avaricia, Envidia y Pereza frente a los chicos que no se levantaron de sus asientos.

Padre... — Murmuró Mina frunciendo el ceño al igual que el resto de sus hermanos, y que tuvieron el deseo de irse pero no lo hicieron, a pesar de que no tenían ninguna intensión de escuchar sobre alguna de las nuevas locuras de los seres.

Me sorprende su entusiasmo queridos míos. — Volvió a hablar Soberbia sonriendo divertido. — No creí que se apasionarían tanto con respecto a sus destinos.

¡Ay por favor! ¿Ahora que quieren? — Se quejó Jimin por primera vez.

Pero que mal agradecido saliste ¿No? — Le habló Pereza.

Sólo no necesitamos otra de sus grandiosas confesiones, padre. — Dijo Yoongi suspirando.

Los pecados capitales sonrieron desconcertado a todos. — Bueno, en vista de que han estado dedicados a esta... Investigación. — Se burló el pelinegro. — No tendrán problemas en entender el motivo de nuestra vista.

Envidia sonrió divertido. — Les aseguro que es la última pista sobre el tema de sus destinos.

— ¿Ya conocieron las etapas de duelo de un mortal? — Preguntó Soberbia mirándolos uno a uno, algo que logró sorprenderlos.

Evite ese tema ¡Gracias! Ya que soy inmortal. — Alardeó Hoseok rápidamente.

Mina negó ante las palabras del peligris y se atrevió a intervenir. — Pues yo no lo hice. — Miró a su padre con su expresión neutral de siempre.

No esperaba menos de ti tesoro. — Le dijo Soberbia con orgullo. — Las etapas de duelo humano son cuatro antes de la aceptación, el número del equilibrio, las cuatro bases de un perfecto orden. — Explicó. — No debe ser un secreto que creo en él ¿No? Digo, tuve 4 hijos después de todo. — Rió con una diversión que ninguno de los presentes entendía pero se mantuvieron en silencio.

Soberbia... — Habló Pereza algo fastidiado.

Bueno bueno, lo que quiero decir es que, en especial aquellos que no lograron leer el libro del destino, deben prestar atención a las señales que les darán sus propios instintos y sentimientos.

Y antes de que pregunten ¡Si! — Agregó Envidia. — Ellos los guiarán a su destinado.

El pelinegro asintió y sonrió. — A través de las cuatro etapas de descubrimiento.

Mina sonrió de lado. — Demasiado predecible. — Murmuró.

Eres mi hija, por supuesto que ibas a saberlo. — Alardeó Soberbia al escucharla.

Bueno ¿Y cuales son esas etapas? — Preguntó Dahyun, quien empezaba a cansarse de los juegos de los mayores.

Su padre la miró y le sonrio. — No les diremos nombres, pero si lo que pasarán por cada una. — Le dijo obteniendo un asentimiento de la chica.

Mientras tanto Jeongyeon luchaba por no enfrentarlos o irse del lugar, cuando la suave mano de Mina tomó la suya, sus miradas se encontraron y una de las comisuras de su boca se elevó, haciendo que su furia disminuyera en gran medida.

La primera etapa será la que menos les guste o entiendan. — Explicó Soberbia. — Aquí aprenderán a disfrutar de la compañía de los otros de una forma muy distinta a la que conocen.

— Papá... — Llamó Nayeon a Avaricia. — ¿Ahora también te gustan los acertijos?

— Ya lo sabes mi niña, siempre más, nunca menos. — El ser sonrió divertido y Soberbia volvió a tomar la palabra.

En la segunda etapa... — Empezó el pelinegro. — Tendrán una primera aproximación a su predestinado, sentirán el primer atisbo de sentimientos en su interior, además puede que en esta etapa su sorpresa sea tal que se nieguen a aceptar muchas de las cosas que descubran aquí, incluso la identidad de su eterno amante.

Eso no me pasará. — Aseguró Seokjin en un tono arrogante.

Todos voltearon a verlo algunos con incredulidad, otros con fastidio y sus hermanos negando por la poca humildad y prudencia en su ser.

¿Perdiste tu audición entre tanta Vanidad? — Le preguntó Pereza. — Les explicamos que sólo los que no vieron su destino en el libro pasarán por esto.

De hecho no Pereza. — Habló Soberbia. — El que tengan su amante definido no quiere decir que no vayan a pasar por estas etapas, aún tienen que descubrir sus emociones.

Wao ¿No es eso fantástico padre? — Preguntó Yoongi con sarcasmo mientras Pereza le miró con el ceño fruncido y Jihyo volteaba a un lado ocultando su sonrisa.

Por suerte Avaricia se apresuró a hablar. — La tercera etapa consiste en aprender la diferencia entre aquello que quieren y aquello que desean. Será sencilla si saben diferenciar sus instintos de sus sentimientos. — Hizo una mueca de Asco que hizo reír a sus tres hijas.

¿Esto es realmente necesario tío Avaricia? — Sana, que aún estaba en las piernas de Momo habló por primera vez.

Increíble como sólo con mencionar la palabra deseo los hijos de Lujuria reaccionan. — Se burló el nombrado. — Verás mi niña, la respuesta a tu pregunta es un SI definitivo. Es totalmente necesario que pasen por estas etapas para que lleguen a la etapa final.

Soberbia caminó frente a todos con aquella actitud prepotente que lo definía, empezando a hablar sin mirar a ninguno. — La etapa en la que sin necesidad de sus instintos, su naturaleza, o sus deseos, tendrán la certeza de la identidad de su predestinado, y habrán descifrado en su totalidad cada sentimiento, sensación y complejidad, que compone su humanidad.

Jungkook, Jeongyeon, Hoseok y Namjoon apretaron la mandíbula, mientras Momo había detenido todas las caricias en el cuerpo de su hermana demostrando el estado de Shock en el que estaba.

La realidad era que todos habían quedado igual de sorprendidos. Sin embargo lo demostraron con su silencio, si Avaricia tenía razón y no tenían forma de librarse de lo qué estaba por suceder, entonces discutir sólo sería un desgaste innecesario de energía, al menos así lo entendió la mayoría.

¿Ahora no dirán nada? — Soberbia se asombro del auto control que estaban mostrando todos allí, en especial la peliplata cuyos ojos brillaban intensamente pero no movía ni un músculo. — ¿Minari? — Dirigió su mirada a la rubia, que estaba sentada a su lado y no hizo nada más que negar. — La Ira es una de las etapas de duelo de un mortal Jeongyeon. — Intentó provocarla.

Bueno sino tienen preguntas, nos retiramos. — Dijo Avaricia sonriendo a sus tres hijas que hicieron una reverencia.

Espera Avaricia... — Intervino Pereza levantado su mano. — Jihyo cariño, ven aquí. — Extendió su mano y la rubia obedeció tomándola temerosa antes de que el ser los transportara a otro lugar, de nuevo. — Recuerdas lo que hablamos anteriormente ¿No es así?

La chica asintió. — Si, padre.

Entonces puedo estar tranquilo porque no te acercarás a esa chica ¿Verdad? — Acunó su rostro y besó su frente después de que Jihyo asintiera de nuevo. — Esa es mi niña, empiezas a ser una buena hija cariño. Estoy orgulloso.

Jihyo quería alegrarse pues al fin estaba escuchando las palabras con la que tanto soñó, pero muy contrario de lo que imaginó, cada palabra le dolía, pues no era lo correcto, no era real y porque el beso y la sonrisa que le dedicó su padre no era cariñosa como pretendía.

Pero era lo mejor, o al menos eso quería creer, pues no tenía claro para quien exactamente, ya que a ella la estaba matando.

Pereza los devolvió junto a los demás y cuando Yoongi y Mina la vieron temblar de miedo sospecharon que algo no iba bien con ella y su padre, y la sonrisa escalofriante de Pereza se los confirmó.

«Pequeña Tzuyu, no lo tendrás tan sencillo» Le habló Soberbia en su mente sorprendiéndola, pues significaba que sabía de lo que había hablado con su madre y eso no le gustaba. «Para que sea tuya, deberás luchar por ella, y puede que te sorprendas cuando sepas a quien te enfrentarás»

La castaña rompió la conexión y fruncio el ceño cruzándose de brazos dejando en evidencia su irritación. Mientras los cuatro seres desaparecían de sus presencias de nuevo.

He tenido suficiente de esto. Me marcho. — Hoseok fue el primero en partir sin dejarles tiempo a ninguno de detenerlo.

Jeongyeon fue la siguiente en hablar. — Es lo mejor para todos, nos vemos en la cena. — Dicho esto, Namjoon, Jin, Jungkook y Taehyung se fueron.

El resto compartió una mirada cansada y se transportó a su respectiva torre con mil preguntas en la cabeza y las primeras confusiones en su corazón.

Esa misma tarde, la pelinegra mayor de brillantes ojos grisáceos se encontraba en el balcón de su habitación observando con desagrado como la nieve seguía cayendo, aunque en menor cantidad que el día anterior.

Subió el cierre de su chaqueta negra y ajustó su bufanda del mismo color en su cuello para cubrirse mejor del frío.

Una mueca acompañada de un sutil resoplido se dibujo en su rostro dejando en evidencia lo aburrida que estaba en ese momento, y después de rodar los ojos y negar se giró entrando de nuevo en su habitación, pero al cruzar la ventana apareció en otro lugar, clara señal de que alguien estaba jugando con magia por allí.

Uno de sus dones era el de prevenir los desastres que estaban ligados con la magia prohibida, directamente con los hechizos que podían alterar la naturaleza de alguno de ellos.

Genial, es justo lo que necesitaba. — Murmuró con sarcasmo, era más que comprensible que su humor estuviera alterado después de la visita de sus padres, y al detallar el lugar y encontrarse únicamente con los rastros de un aura que reconoció al instante, este nada más empeoró.

Había sólo una de las chicas que tenía tres colores en su aura, y si había usado uno de los hechizos prohibidos, no podía significar nada bueno.

Con una de sus manos tocó la superficie de uno de los estantes intentando obtener las últimas memorias que guardaba la habitación, pero era obvio que la autora de esa broma no quería dejar rastro.

No puede ser verdad. — Se quejó totalmente frustrada por su intento fallido saliendo de la habitación.

Ahora sabía que tenía una parada que hacer después de la cena.

Los 16 disfrutaban de su cena con miles de pensamientos rondando su mente, luchado por no verse afectados. — Hay algo de lo que quisiera hablarles. — Anunció Namjoon mirándolos a todos.

Si es sobre lo que ya sabemos, por favor no lo digas hermanito. — Habló Momo con un tono fastidiado.

Namjoon suspiró y negó. — No te preocupes Momoring no es sobre eso.

— ¿Entonces? — Preguntó Jihyo demostrando que estaba atenta a sus palabras.

Una visita que te gustara pequeña Jihyo. — Dijo sonriendo con felicidad. — Las Virtudes Cardinales. — Informó ampliando su sonrisa dejando a todos sorprendidos.

¿Hablas en serio? — Una emocionada Dahyun pregunto de pronto.

Y Chaeyoung no tardó en unirse a ella. — ¿Cuando vendrán Namjoon Oppa?

El peliblanco rió ante sus reacciones. — Dentro de seis días humanos más. — Comunicó.

Las que faltaban. — Murmuró Hoseok tomado su champán despacio.

¿Que es tan gracioso Hyung? — Tae preguntó al verlo sonreír levemente.

Hoseok dejó su copa sobre la mesa antes de empezar a hablar con una expresión divertida en su rostro. — Con frecuencia te la pasas recordándome lo importante que eres pero no puedes evitar prestarme atención. — Lo miro. — Ten cuidado pequeño Tae, tu favoritismo podría quedar en evidencia. — Se burló notando como el rubio fruncía el ceño mirándolo serio.

Pero no tardó mucho en sonreír coqueto, tal y como su segundo padre hacia siempre. — Como te gustaría que eso fuera verdad ¿No? — Rió el rubio.

Suficiente los dos. — Habló un serio Jungkook golpeando la mesa. — Hyung ¿Puedes explicarnos mejor esto? — Miró al peliblanco.

El mayor asintió antes de volver a hablar. — Al parecer hay cosas que no nos dijeron nuestros padres pequeño Kook. — Contó tranquilo.

Los que no sospechaban sobre los seres mágicos se sorprendieron, los que lo hacían, como fue el caso de Mina, Nayeon, Jeongyeon, Tzuyu, Hoseok y Yoongi, fruncieron en ceño dirigiendo su mirada al peliblanco que se encogió de hombros y continuando con su cena.

Es todo lo que madre me ha dicho. — Se defendió de inmediato. — Además de que luchemos por que esto no nos separe.

No lo entiendo. — Dijo Sana haciendo un puchero de confusión. — Seguimos juntos ¿No?

El mayor sonrió y se apresuro a aclararle. — No de esa forma Sana, se refiere a nuestra relación como hermanos, podrían surgir conflictos que... — Suspiró conteniéndose para no hablar demás. — Terminen en enfrentamientos serios.

Por mi parte puedes estar tranquilo hermano. — Bromeó Yoongi sonriendo levemente, algo que los sorprendió.

Estoy seguro que si. — Respondió Namjoon negando con una sonrisa en su rostro. — Y espero estarlo de todos. — Por una fracción de segundo su mirada se encontró con la de Tzuyu, quien se contuvo para no decirle algo y siguió con su comida.

Pues yo sólo espero que las Virtudes nos saquen de este enredo y tengan una solución a esto. — Dijo Jeongyeon sincera. — Esto del destino y ahora las etapas, en serio ya no soporto una cosa más.

Perdona que te diga esto Bro, pero tu madre es la menos indicada para eso. — Bromeó Chaeyoung. — ¿Imaginas que te dirá? Seguro algo como “Ten paciencia hija mía, el tiempo lo resolverá todo” — Rió ganándose una mirada seria de los hijos de Ira y Paciencia.

Parece que Generosidad se apiadará de ti entonces pequeña. — Fue Jungkook quien habló.

Tranquilos chicos. — Intervino Mina, levantando una mano y calmando a todos. — La cena ya ha terminado, y no tenemos forma de saber lo que nos dirán las Virtudes a su llegada, pero sólo nos queda esperar por ello y dar lo mejor de nosotros para que nada cambie entre nosotros, al menos fuera de lo que ya saben. — Habló con calma haciendo una mueca de asco al final. — Ahora... Que tengan una linda noche. — Se levantó y después de obtener un asentimiento de todos se fue a su habitación, con la peligris siguiendo sus pasos.

Mina Unnie... — Dijo Dahyun llamando a la puerta tímidamente, algo que la rubia adoraba en sobremanera era la forma tan respetuosa que tenía la menor de dirigirse a ella, le parecía muy tierna. — ¿Puedo entrar? — Preguntó al ver a Mina abriéndole la enorme puerta sonriéndole cariñosamente. — Yo...

Por supuesto que si Dahyunnie. — La interrumpió la mayor tomando su mano e introduciéndola en la habitación. — Toma asiento donde gustes, ya vuelvo contigo ¿Esta bien? — Le dijo acariciando su mejilla después de cerrar la puerta tras ella y dirigirse a la habitación de baño.

La peligris sentía su corazón latir rápidamente contra su pecho, siempre que estaba cerca de Mina era igual, pero no podía evitarlo, la rubia ojimiel era una de las que más admiraba, respetaba y deseaba de la fortaleza, además el que Mina siempre la tratara con cariño y le hablara tan suavemente sólo empeoraba sus nervios.

Con un suspiro que esperaba la calmara lo suficiente para no quedar en ridículo frente a la mayor decidió sentarse en la orilla de la cama, observando la habitación con detalle.

Al ver que la chimenea estaba apagada y que afuera seguía nevando un poco, se tomo el atrevimiento de encenderla moviendo solo uno de sus dedos, y solo una vez estuvo satisfecha asintió, notando como el techo de colores cálidos era lo único no dejaba en evidencia la enorme Vanidad de la que la rubia era poseedora, ya sabía que quería cambiar de su habitación cuando llegara.

Cuando Mina volvió segundos después una de las comisuras de su boca se elevó al sentir lo agradable que estaba la temperatura ahora, y al ver como la menor observaba el techo caminó hasta quedar sentada a su lado en la cama. — ¿También te gusta? — Preguntó sorprendiéndola.

Si, yo digo... — Dahyun la observó notando que ya se había cambiado. — Tú me gustas mas Mina Unnie. — Confesó y Mina sólo pudo sonreír, preguntándose cual sería el siguiente movimiento de la peligris. Y se sorprendió cuando la chica acercó su mano a su rostro y la acarició con delicadeza, como si fuera a romperse. — Tu consigues gustarme mas que todo lo demás siempre, y no se como pero...

Es mi don pequeña Dubu. Rió Mina. — Pero se que eso no es del todo cierto. — Hizo una mueca divertida y Dahyun ladeó su rostro confundida. — Se que Momori es tu favorita. — Susurró cerca de su oído sonrojandola violentamente.

¡¿Que?! — Intentó levantarse pero la rubia la detuvo. — Lo lamento. — Dijo apenada. — Pero no miento cuando digo que tu me gustas más que todo, cuando estoy contigo Mina Unnie.

Una sonrisa triunfal se dibujo en el rostro de la mayor y fue su turno de acariciar la mejilla de la contraria. — Lo sé Dahyunnie. No te preocupes.

Y después de sonreír más tranquila la menor al fin se armó de valor sorprendiendo a Mina cuando besó sus labios lentamente. — Gracias Mina Unnie.

Consigues desesperarme Dahyunie. — Se quejó Mina cuando la menor terminó con su delicado beso tan de repente.

Te lo compensaré Unnie. — Aseguró volviendo a besarla con mas rapidez pero con la misma delicadeza.

Mina subió sus manos al cuello de la menor sintiendo como esta le pedía permiso para entrar a su boca con su lengua y sus manos empezaban a acariciar sus piernas desnudas.

Y con eso, entendió que esa noche tampoco dormiría sola.

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Bueno aquí otro enredo y misterio más.

Saludos.

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