#4
— Esa Beta se escapó, no quiero nada ahora.- Momo se inclinó y cerró los ojos con fuerza por el enojo.— Si me necesitan, no estoy disponible.
— Si señora.- La beta salió caminando y Momo solo soltó un bufido.
— Mierda... No tuve que hacer eso, no lo tuve que hacer.- La capitana del barco solo se recostó en su cama y miró las almohadas que estaban ahí, el olor a miedo todavía seguía y se sentía como una imbécil por las acciones que hizo.— Necesito un consejo y felizmente estoy yendo hacia él.
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Chaeyoung se la pasó mirando el cielo, al menos hasta que empezó a atardecer e iban a llegar otras omegas a bañarse. Por lo que se levantó con sus cosas y se dispuso a caminar hacia su cápsula.
De hecho, planeaba dejar su ropa sucia ahí y ponerse algo más hogareño, quería hablar con Dahyun sobre el incidente y explicarle toda esta sociedad de omegas. Felizmente su hogar estaba a unos cuantos pasos de ahí por lo que solo se metió y se cambió de ropa a una más ligera.
Grande fue su sorpresa al ver a Dahyun en su cama, durmiendo. Chaeyoung iba a salir a preguntar pero vio a Mina sentada y con un tenue color carmín en sus mejillas.
— ¿Acaso eres tan idiota de no darte cuenta de que haya alguien en tu casa?.-Chaeyoung iba a protestar pero solo negó con la cabeza.— Bien, de todas maneras no importa, tengo que ayudar a esta beta en su adaptación.
— Pensé que no aceptaban a otra raza que no sean omegas.- Chaeyoung levantó su ceja confundida y Mina negó con la cabeza.
— Podemos aceptar betas sólo que no es muy habitual, además acá solo somos omegas rescatadas o con pasados difíciles, la única pareja que va a tener un cachorro en estas islas es Tzuyu y Sana.- La Omega se levantó y, aunque era más grande que la alfa, sentía un poco el lobo de esta imponente.— Deja de sentirte amenazada o tendré que irme para no inquietar a la beta
— Solo estoy confundida, nada más.- Chaeyoung lamio sus labios resecos y se acercó a la cama donde dormía la beta.— Les agradezco mucho traer a Dahyun aquí.
— No tienes que agradecer, lo hubiera hecho aunque tú no estés.- Mina se levantó y miró a la beta desde lejos.— De todas maneras, solo estará aquí está noche trata de no violarla o algo.
— No me tomes como un monstruo, porque si puedo molestarme.- La alfa se acercó a la Omega y gruñó.— No pienso hacerle nada a esa beta porque no soy una bestia no pensante.
— Una de tus conocidas casi la viola, no puedo confiar en ti.- Mina señaló el pecho de la alfa con su dedo índice y lanzó una risa sarcástica.— ¿Cómo puedo decir que eres confiable cuando tienes conocidas así?
— Sigues siendo tú la presumida Mina, no pienso dejar que me molestes de esta manera.- Chaeyoung iba a caminar hacia la salida cuando volteo nuevamente.— Si de verdad quisieras confiar en mí, lo intentarías.
— No creo confiar en ti nunca, es mi única palabra.- Chaeyoung siguió caminando, algo molesta con la actitud que tomó la Omega.
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Momo arribó tierra en la noche, la primera entrega era en la isla al norte de la isla de omegas donde predominaban los betas y alfas.
Mientras la gente que estaba encargada de transportar las cosas del barco se ponían a trabajar, la alfa solo se dirigió al pueblo a paso lento.
La isla rosa, como era conocido ese lugar, era usado generalmente en la prostitución de betas. Por lo general, Momo no iba más lejos de la orilla pues ya tenía una beta en mente pero ahora sí tenía que llegar con una alfa muy conocida.
— ¡Momo! ¡Qué sorpresa!.- Jeon Somi, una alfa líder de la isla, disfrutaba de las frutas que apenas iban llegando.— ¿Debo preguntar porque estas aquí? Puedes tomar las que quieras para parte del trato, ya sabes.
— No quiero eso Somi, quiero un consejo.- Momo se sentó en una mesa cerca a la alfa y apoyó su cabeza en su mano.— Yo... Hice una estupidez.
— Déjame adivinar... ¿Es sobre esa beta que te gusta? ¿Kim Dahyun?.- Momo asintió y vio como una beta se acercaba con segundas intenciones, la espanto con un movimiento de manos.— Oh vaya, si rechazas algo de sexo entonces si que estás yendo en serio.
— Dahyun y yo... Bueno tú sabes que la quiero desde que mi padre me la presentó pero ahora... Yo solo quería cogerla, estaba muy mal y el celo de alfa solo me hizo lanzarme a ella como un animal.- Somi levantó su palma a su boca, haciendo gesto sorprendido.
— Momito, no puedes hacer eso... Es un pecado...- Somi le tiró una naranja y sonrió.— Si esa Omega quiere mandarte a la mierda, tiene mi apoyo sin dudar.
— Gracias Somi, siempre tan considerada.- Momo apretó sus manos enojada y gruñó.— Ahora quiero saber ¿Qué hago? No sé dónde está y si esta viva si quiera, solo quiero que me digas que hacer.
— Mejor te mueres y así puedes pagar algo de tus pecados.- La risa de Somi fue apagada con el gruñido de Momo.— Que estrés... Bueno, ya que diablos Momo, solo ve y pídele perdón, ya no la trates mal y tal vez puedas volver a considerarla la esposa que tanto quieres.
— No necesito eso para pensar en ella como la única chica que amo.- Momo mordió sus labios algo nerviosa y vio el trago en su mesa.— Si Dahyun no tiene a mis cachorros entonces no voy a casarme ni tampoco pensar en alguien.
— Pues con esta idiotez dudo que ella te la deje fácil, hasta yo quisiera decirte mil y un groserías.- Somi acarició la cadera de una beta que bailaba sensualmente en sus piernas.— Igual, tú sabes que tienes que ir tras ella, no se que diablos haces aquí.
Las palabras de la mayor hicieron que Momo se sacudiera la cabeza y se levantara de un golpe. Dahyun era lo único que pensaba y eso iba a mantenerla en su búsqueda.
Salió rápidamente del pueblo y tomó un cuchillo para cortar las sogas que tenían amarrado un barco pequeño.
— Señora, ya podemos partir a la siguiente isla.- Un beta se le acercó con cautela.
— Dile al capitán de repuesto que entre.- Momo tomó unas cuantas cajas de comida y agua.— Voy a ir a buscar a mi beta.
— P-Perdón, pero creo que es necesario que usted llegue.- El hombre se notaba confundido y asustado, pero a Momo no le importaba eso para nada.
— Pues lamento decirte que me largo de una vez.- Momo empujó la madera y safo con mucha velocidad de la isla, incluso siendo algo brusca con el remo que tenía en las manos.— Ahí voy Dahyun...
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La mañana había empezado maravillosa para Nayeon, quien se enorgullecia de tener una porción más de comida en sus manos.
— Bueno, al menos podré comer mucho mejor que otros días. Es algo difícil conseguir algo decente en esta época, más cuando el invierno está tan cerca.- Mina, quien estaba a su lado, solo suspiró mirando su comida y a Nayeon, que no dejaba de ver su doble porción como su fuera oro.
— Supongo que es hora de conseguir víveres de manera industrial para poder sobrevivir.- Nayeon no escuchaba, solo empezó a comer.— Iré a organizar a las tropas, así que solo haz una ronda y puedes seguir comiendo esa comida.
— ¡Entendido!.- La Omega mayor se dirigió con paso rápido hacia el bosque, haciendo movimientos rápidos de cabeza.
En las profundidades del bosque, solo se podían ver ciertos arbustos y la absoluta maleza que rodeaba a la aldea, pero quejidos suaves la alertaron y comenzó a acercarse lentamente.
— S-Señorita... Por favor... A-ayúdeme...- Las manos de la joven moribunda se levantaron apenas Nayeon se le acercó. Su olor era inconfundible, una alfa se le había acercado pero lo raro era lo débil y flaco del cuerpo de la moribunda.— M-Mi estómago...
— Mierda, este año debe ser invasión de alfas. Seguro.- La Omega levantó a la alfa en su espalda, sintiendo las costillas de los malnutrida que estaba.— Los alfas te dejaron aquí... ¿Verdad?
— E-Escape... Del barco Jeon... No me gusta... Lo que hacen con las omegas ahí... Así que me revele... Pero solo me golpearon y no me dejaron comer por 1 mes,... Me pude escapar pero... Estoy casi muerta.- La suave risa de la desconocida la hicieron reír y la acomodó.
— Al menos eres noble, los alfas no se sienten culpables por usar a alguien más para sus propósitos.- Nayeon hablaba con rabia, eso se sentía por su tono de voz.
— Todos somos iguales... No me importa si ellos viven de eso... No pueden tratarlas mal.- La joven sonrió levemente.— M-Me llamó Jeongyeon... Yoo
— Es un gusto Jeongyeon, mi nombre es Nayeon y ahora te llevaré a comer algo.- La alfa trataba de seguir el camino pero solo sentía el temblor en sus piernas por la debilidad de su cuerpo.— Hey, no trates de correr. Estamos cerca del campamento de omegas.
— C-Como órdenes.- Jeongyeon se apoyó en el cuello de Nayeon y dio un suspiro profundo.— Sabías que... Tal vez morir sola no es lo mejor... Siempre fui una capataz de la flota de los Jeon... Y siempre vi como torturaban a las Omegas y no hice nada, incluso yo soy producto de una violación en masa...
— No me digas que...- Nayeon mordió su lengua tratando de no insultar a los alfas más de lo que lo hizo antes.
— No se quien es mi padre...- La sonrisa de Jeongyeon salió débil, pero Nayeon vio rabia en ella.— Mi apellido... Es de mi madre... Que me desprecio desde el primer día que me vio... Debe estar feliz... Al fin salí de su vida.
— Los alfas siempre son así... Incluso en tus sangre está un poco de esa canalleria.- Nayeon se arrepintió de lo que dijo e iba a cambiar la frase pero la risa de Jeongyeon la calmó.
— Acabó de irme en contra de todos al defender algo que es necesario para la paz, no creo que sea una alfa normal.- Nayeon sintió algo de vergüenza, su rostro se coloro un poco de un rojo intenso.— Aún así... Quisiera que sepas que soy una alfa confiable... Primero me cortaría una mano antes de tocar a alguien...
Nayeon juró que esos ojos brillaban más que una estrella, incluso más que una perla recién sacada. Esos ojos se volvieron una trampa a su alma que la hizo confiar en el primer intento.
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