—S-sí. Debería volver al trabajo... —afirmé algo decepcionada, pero igualmente sonreí. Me sentía tan bien en su compañía que no quería volver a mi aburrido puesto.

La forma en la que se refirió al lugar donde vivo, me hizo sonreir. Sin duda era verdad lo que decían, que eran tan educado, correcto y cortés como hacía 70 años, cuando los buenos modales y la educación se superponían ante cualquier cosa.

Decirle donde vivía quizás sería arriesgado para él, por si le reconocían mis vecinos, pero pensar un lugar público tampoco era una buena opción. Como un haz de luz, una idea vino a mi cabeza.

—Se de un lugar —comencé a decir, llamando su atención—. No creo que haya inconveniente alguno de que te reconozcan allí, porque por la noche no suele haber mucha gente. Habrá cuatro gatos, como suele decirse.

Él me observaba atentamente, mientras yo aún no estaba segura de proponer ese lugar. Sin embargo, era el único que se me ocurría.

—De hecho, tengo un amigo que organiza viajes nocturnos cortos en barco. No es una gran embarcación, pero el viaje incluye una cena —sonreí apretando los labios, nerviosa por haber propuesto tan loca idea—. Podriamos vernos en la entrada del puerto. S-si te parece buen plan.

Empecé a temblar: ¿qué estaba haciendo? Ahora era yo quien parecía invitarle a él y parecía estúpida, como si fuese a decir que sí a semejante barbaridad.

—O quizás no sea buena idea No lo sé... —suspiré, dudando por culpa de los nervios.

Mi mirada se clavó sobre mis zapatos. No sabría explicar porqué me sentía de esa forma. Al final, me estaba comportando yo también como una tonta adolescente.

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¡Hola un vez más!

Siento la tardanza, y por eso habrá buena recompensa. A cambio y como siempre espero vuestros votos y comentarios si os han gustado los capítulos.
PD: Ahora ya no hay huelga que valga AnneGarcia87

¡Nos leemos!