Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Ella. 24

Pese a que transcurrían los días y los meses con normalidad para la gente corriente, yo no podía borrar a Steve de mi mente. Y menos si cada dos por tres aparecía en la televisión, como en la última semana, que parecía haber estado en Washington, en uno de sus trabajos defendiendo el pais de un asesino al que llamaban "El soldado de invierno". Pero yo sí que sentí el frío del invierno al ver las imagenes de aquella enorme nave precipitarse contra el agua, sabiendo que él estaba dentro. En las noticias no confirmaban su paradero, ni si estaba vivo o muerto. Desde día, no había noche que no rompiera a llorar al irme a la cama y recordar el día en que nos conocimos. Ya nadie hablaba de él en los noticieros, y yo le daba por muerto. Vivía en un luto extraño porque no había ningun tipo de confirmación al respecto.

Como cada sábado por la tarde, preparaba un pequeña merienda para mí misma como acompañamiento a una tarde de película y sofá. Mi vida social era nula y mi ánimo tampoco acompañaba, por lo que toda diversión se concentraba en disfrutar del cítrico dulce y un largometraje que me alejara de la realidad. Saqué el pastel recién horneado y lo dejé reposar unos minutos. Mientras tanto, preparé todo para que la película empezase nada más dejar el pastel sobre la mesa.

Estaba agachada, manipulando el aparato de dvd cuando escuché golpecitos sobre madera, demasiado cerca como para ser en la puerta principal. Me giré, confiando en que se trataría del vecino de arriba, pero al ver aquella silueta atestar todo el espacio que ocupaba la entrada al salón, mi corazón se paró una fracción de segundo: una mezcla de miedo por el sobresalto de no esperar a nadie dentro de casa, sin haberle escuchado, mezclada con la impresión arrolladora de ver en carne y hueso a quien pensé que no iba a ver jamás en mi vida.

Mi reacción más inmediata fue llevar ambas manos a mis labios, comenzar a llorar en relativo silencio y caer de rodillas al suelo, como si me hubiesen atado piedras a los brazos y mi propio peso me hubiese hecho caer. No quería ni moverme, no sabía si eran imaginaciones mías o si era un sueño; estaba demasiado conmocionada para proceder de otro modo, solo podía llorar y llorar y susurrar su nombre una y otra vez.

Con la vista empañada, le vi apresurarse hacia a mí y poner una rodilla en el suelo, puso ambas manos sobre mis hombros y me habló, aunque casi no podia escucharle, con los oidos embutidos por el llanto. El parpadeo de sus ojos, su aliento, su calidez que me envolvió, me hicieron creer que todo aquello era demasiado bueno para ser real.

—Estás vivo... Estás vivo... —repetí, hasta olvidarme de todas las demas palabras que existen.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro