Él. 8
La inseguridad que me afectaba ante cómo comportarme con ella, se vio diluida por la actuación de mi instinto, que, sin duda, era más atrevido que yo.
- De verdad me lo parece -la sonreí mirando a sus ojos castaños, que demostraban alto grado de nerviosismo interno.
- Y, si no hay inconvenientes para usted, me gustaría recogerla. Siempre y cuando las motos no la incomoden, por supuesto -advertí con un leve tono de broma, pero completamente sincero.
Lo último que necesitaba era recuperar algo de mi espacio personal, no era en absoluto molestia estar tan cerca de ella, al contrario, me gustaba. Sin embargo temía dar un paso en falso y atentar contra el equilibrio de las estanterías a mi espalda. Entonces noté el bulto en mi pantalón, ¿como no se me había ocurrido antes? Podía pedirla su número, según tenía entendido era un acto común en este siglo, uno que me creaba algo de temor por si ella lo creía desvergonzado. No obstante, era útil al fin y al cabo. Introduje mi mano derecha en el mismo bolsillo del pantalón, tomé el dispositivo y lo saqué tan rápido como me resultó posible, no fuera que el gesto la incomodase.
- No sé si... -suspiré para encontrar palabras más oportunas- ¿me daría su número telefónico? Creo que así será más sencillo contactar.
Deseé que me entendiera, aquella fue la primera vez que pedía un número a una chica, por lo menos en esas circunstancias. De todos modos, en otra época, pedirle información personal a una mujer no me habría resultado nada sencillo. La ofrecí el dispositivo para que ella misma lo apuntara, de hacerlo yo tardaría un poco más debido a los nervios.
Y en ningún momento dejé de dedicarle una sonrisa.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Las manos van al pan...
¡Feliz día de San Valentín! Con o sin pareja, los bombones siempre se aceptan ;)
Esto continua y me encanta leer vuestros comentarios, hacen mis días. ¡Nos leemos!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro