Él. 3
Observé atento su demostración. Pareció sencillo y así me resultó cuando pasé el primer producto por el escáner de código de barras. Los siguientes no supusieron problema alguno, más allá de la lentitud del proceso. Todo por alargar inconscientemente el momento.
—Para ser la primera vez, creo que he salido airoso del paso. Usted es la experta, ¿cómo realizo ahora el pago?
No me percaté del silencio de ella, si supervisaba mis movimientos o qué miraba, y no lo supe hasta escuchar lo que me dijo.
La noté nerviosa, jugaba con sus manos y tartamudeó un poco; desconozco por qué pero para mi, su actitud fue adorable. Analicé sus palabras, puesto que en un principio su tono de voz desveló lo que identifiqué como un doble sentido. Normalmente nunca hubiera reconocido un segundo significado pero estaba rodeado de personas que solían conversar en doble, por eso y porque era razonable, adiviné que se percató de cuál era mi identidad. Al menos, lo deduje. No obstante, preferí otorgarle el beneficio de la duda porque no quería aventurarme a desvelar mi identidad, tanto por su reacción tan calmada como por la probabilidad de equivocarme en mis elucubraciones. Finalmente, me decanté por dar una contestación envuelta en discreción.
— Como suele decirse, más vale maña que fuerza —la sonreí cortés— aunque la fuerza es muchas veces lo que más utilizamos.
Debería alejarme de todo intento de indirecta, se hizo evidente que no era mi fuerte.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro