Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Él. 14

Al acercarme a ella la note un tanto insegura, algo seria en principio, lo que elevó el nivel de mi nerviosismo más aún del límite que me había impuesto. Sin embargo, viendo cómo sus mejillas se tornaban levemente rojizas y cómo una tímida sonrisa iluminaba su rostro al recibir mi sincero elogio, me invadió una balsámica serenidad.

Ella, por su parte, lo agradeció; lo supe por su forma tan adorable y coqueta de mover su vestido. Además, evaporizó mis temores de llevar un conjunto desapropiado para nuestra cita cuando respondió resaltando mi elegancia.

—Es una ocasión especial —contesté a cambio, al tiempo que montaba de nuevo en la moto.

Sopesé dejar que ella subiera en primer lugar, pero por lógica, era más cómodo ser yo el primero para así no ponerla en peligro de sufrir una patada por mi parte, cosa que jamás haría tanto por educación y cuidado, como por mi excelente precisión. Arranqué el motor con la idea de que, al haber montado en moto en otras ocasiones, aunque se tratase de la misma situación, ella se sentaría seguido a mí. En sorpresa no sucedió así. Al parecer, su vestido resultaba ser una prenda poco apta para ir en moto. Ni yo me había percatado de ese detalle en concreto. Por ello, quise ofrecerme a ayudarla.

—Tranquila, te ayudaré —me ofrecí, sonriéndola amablemente.

Con intención de bajarme, sólo llegué a hacer el amago, porque ella me detuvo antes de hacerlo, posando su mano en mi hombro.

—No hay prisa —afirmé tranquilo.

La miré por curiosidad, sin embargo, la imagen que se instaló mis ojos de su vestido acortándose y dejando su pierna al descubierto, me cogió de imprevisto. Sentí a mi corazón golpear con gran fuerza y aceleración, presionando mi caja torácica. Incluso tenía los ojos abiertos como platos. ¿Qué estaba mirando? Ella era una señorita y tener mi vista en sus piernas desnudas no era un acto nada noble. Para no llamar su atención y que no se diera cuenta de lo que sucedía, intenté girar rápida y sigilosamente mi cabeza. Una sucia parte de mí ansiaba por regresar mi vista hacia a ella, una sucia parte que bloqueé con todo mi arsenal de razocinio y respeto.

Estaba tan tenso por toda mi lucha interna, que apenas me había percatado de que se había sentado ya, hasta que escuché su tímida voz cercana a mi oído. Por desgracia para mi firmeza, sufrí un leve desliz en el que mis ojos vieron aquella larga y pálida extremidad que casi rodeaba a la mía. Por culpa de aquel contratiempo, la moto arrancó con el freno puesto, provocando mucho ruido y olor a quemado, el segundo entero en que me despisté. Lo mejor sería hablar alto sin girar la cabeza. Necesitaba concentración para conducir, más en ese estado. Para ello, intenté lograr volver en mí lo suficiente para ocultar la batalla de pensamientos que se libraba en mi cerebro.

—Agárrate fuerte a mi, sin miedo —ordené en voz alta, desconociendo que ya rodeaba mi torso con sus brazos hasta que los apretó con algo más de fuerza.

Arranqué y me dirigí al lugar acordado. ¿Quién era el tipo que trataba con Betty? No era el Steve Rogers de siempre. Desconozco qué me pasaba, tantos nervios, pensamientos inapropiados, deseos que no me atrevía si quiera a pensar. Era un hombre adulto y el campo romántico era bastante novedoso para mí. Achaqué mi comportamiento a ese hecho. Sin embargo, no solían sucederme este tipo de situaciones en las que me veía tan atraído por una mujer, es más, no creí que fuera a repetirse y pretendía lograr que así fuera. Betty era la segunda mujer que me hacía sentir de este modo, cuando ya había superado con creces a la primera. Tenía que despojarme o aceptar esos sentimientos tan poco nobles, o en caso contrario, Betty terminaría siendo un recuerdo más, dolorosamente.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro