
XXIII
—Mamá ¿Qué es esto?— preguntó una niña de corta edad. Su cabello era rubio y tenía ojos color miel.
—Es el diario de tu tía, lo olvidó aquí cuando se mudaron— contestó una mujer adulta, de cabello negro. Llevaba un traje color negro con una camisa morada debajo.
—Mamá Rose ¿Es el diario de la tía Mari?— preguntó la niña al tiempo que se acercaba una mujer rubia, de cabello largo y ojos azules.
—Juleka, te he dicho muchas veces que no dejes leer cosas privadas a nuestra hija— contestó la rubia.
—Vamos, Rose, todos sabemos que Marinette ama que lean su diario— replicó la pelinegra.
—Mamá Juleka ¿Qué es estar embarazada?— la niña se dirigió a la última página del diario— es lo último que dice el diario de la tía Mari.
La niña que había encontrado el diario es la hija de Juleka y Rose. Ellas adoptaron una niña después de ir a vivir juntas.
Chloe vivía en Canadá, donde esperaba con ansias al bebé más sonado en todo el país. Todos hablaban de ella y de lo feliz que era su matrimonio.
Adrien y Kagami viajaban por el mundo, en las múltiples competencias de esgrima, en las cuales, casi siempre ganaba Kagami. Todo ésto, después de la muerte de Gabriel Agreste, quien murió en un accidente de automóvil.
Alya y Nino vivían en Inglaterra. Según las postales, estaba en camino su tercer hijo.
Nathaniel se convirtió en profesor de arte, dónde comenzó un noviazgo con una gran artista.
Con respecto a Luka Couffaine; él se encontraba haciendo un reportaje en Rusia, con la mujer que más amaba a su lado; la chica que tiene el cielo en sus ojos, Marinette.
Ellos tuvieron un hijo, al cual llamaron igual que el padre de Marinette. Luka Couffaine y Marinette Dupain-cheng, una pareja que superó disturbios y problemas, una pareja que supo amarse hasta el último momento.
Parecían todos felices, apesar de los problemas que tenía cada persona mencionada en esta historia. Pero al final ¿Acaso no consiste la vida en eso? Ser feliz, vivir cada situación y confrontar cada problema, así como nuestros protagonistas supieron hacer.
La educación de un niño no es fácil; el matrimonio no es fácil; inclusive amar no es fácil; pero cuando amas así como Luka Couffaine y Marinette Dupain-cheng se aman, no importa lo difícil que sea, siempre se puede seguir adelante.
FIN.
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