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𝟬𝟬𝟵 TORMENTED RUMORS

bitter words 

“rumores”

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Han pasado 13 años desde el nacimiento de Lucerys, y desde entonces, el niño ha crecido junto a su hermano, siguiendo las venerables tradiciones de los Targaryen junto a sus primos, los hijos de la reina Alicent. Durante este tiempo, Sihtric ha permanecido siempre cercano a los hijos de la princesa Rhaenyra, ayudándolos a entrenar y cuidándolos con esmero. Después de todo, eran sus hijos, y él, su verdadero padre, aunque este hecho debía mantenerse en secreto.

En aquel momento, Sihtric se encontraba en los aposentos de la princesa Rhaenyra, entreteniendo a los pequeños Velaryon. La princesa estaba en otra habitación, haciendo un esfuerzo titánico para dar a luz a su tercer hijo.

──Sir Sihtric.── dijo Jacaerys, el mayor de los hijos, mientras jugaba con su pequeño hermano.──¿Cree que tardará mucho?

Sihtric, mirándolo con paciencia, respondió

──Es un parto, mi príncipe. Tomará su tiempo. Cuando su madre llegue, no deben molestarla mucho.── añadió con amabilidad.──Llegará muy exhausta y cansada.

Jacaerys asintió firmemente, mostrando su comprensión, mientras que Lucerys, concentrado en su juguete, solo desvió su mirada hacia Sihtric y le sonrió, un gesto que revelaba su confianza y afecto por él.

Pasó un buen rato hasta que finalmente se abrieron las puertas de los aposentos. Sihtric levantó la mirada y vio a la princesa Rhaenyra y a Laenor, quien sostenía al recién nacido con orgullo. Sihtric forzó una sonrisa al ver a Laenor, tratando de contener sus verdaderos sentimientos.

──Madre──exclamó Jacaerys, corriendo rápidamente hacia ella, seguido de cerca por Lucerys.──Mira.

El mayor abrió la tapa dorada donde se encontraba un huevo de dragón.

──Escogimos un huevo para el bebé.── dijo Lucerys, y todos los miraron con cariño, especialmente Sihtric, quien les dedicó una cálida sonrisa.

──Este parece ser perfecto.── dijo la princesa, sentándose en un asiento para relajarse un poco.

──Dejé que Luke lo escogiera.── añadió Jacaerys, con orgullo en su voz.

──No todos los días sale un huevo de la fosa, princesa. Me pareció mejor escoltar a los jóvenes.── comentó Sihtric, inclinándose ligeramente.

──Laenor y yo te agradecemos, Sihtric.──respondió Rhaenyra, mostrando una leve sonrisa que reflejaba su gratitud y aprecio.

Sihtric asintió y fijó su mirada en el bebé.

──Otro niño, escuché...── murmuró con voz suave.

──Qué buen caballero vas a ser.── dijo Laenor, mirando con cariño al bebé en sus brazos.

Sihtric esbozó una sonrisa leve. Aunque no eran sus hijos biológicos, el príncipe laenor Velaryon tenía un gran cariño y amor hacia los hijos de Rhaenyra, y con este recién nacido no era la excepción.

──¿Quieres conocer a Joffrey?.── preguntó la princesa, despertando la curiosidad de Sihtric, quien desvió su mirada hacia ella.

──Por supuesto.── respondió él, con un destello de interés en sus ojos.

Laenor, escuchando las palabras de Rhaenyra, entregó al bebé a los brazos de Sihtric.

──Padre, ¿puedo cargar a Joffrey?.──preguntó Luke, tratando de alcanzar al bebé en los brazos de Sihtric, pero Laenor lo detuvo rápidamente.

──No, no, de vuelta a la fosa de dragones.──dijo Laenor, llevándose a ambos niños fuera de los aposentos, dejando a Sihtric y a la princesa solos.

Sihtric miraba con una sonrisa al bebé en sus brazos.

──¿Joffrey, eh?.──preguntó con un toque de confusión en su voz.

Rhaenyra suspiró, mostrando una mezcla de cansancio y resignación.

──Laenor le puso el nombre, no me lo consultó.

──A mí me parece un nombre lindo.── comentó Sihtric, tratando de aliviar la tensión en el ambiente.

──¿En serio? ¿No estás enojado?.── preguntó Rhaenyra, algo confundida por su reacción.

Sihtric la miró con una mezcla de inquietud y cariño, y lentamente dejó al bebé en los brazos de la princesa.

──¿Por qué debería enojarme? Laenor es el padre y, bueno...

──Él no fue quien sangró por varias horas.──contestó Rhaenyra, con un tono algo frío.──Sihtric... sé que debemos ser más discretos, pero yo quería que también eligieras el nombre para Joffrey.

Sihtric sonrió levemente, comprendiendo el peso de sus palabras.

──De todas maneras, creo que también hubiera elegido Joffrey.──dijo, intentando reconfortarla.

Ella negó con la cabeza, pero no pudo evitar sonreír ante su respuesta.

──Siempre tan comprensivo.── murmuró, mientras observaba al pequeño Joffrey en sus brazos.

━━✶━━

El entrenamiento era una rutina cotidiana para Sihtric, y sin duda, una de sus actividades favoritas. Estaba allí, mirando con seriedad el campo de entrenamiento donde los príncipes practicaban con gran dedicación. La luz del sol caía sobre el patio, iluminando las armaduras y espadas de los jóvenes. Sihtric observaba cada movimiento con atención, consciente de su responsabilidad como mentor, al igual que el propio Ser Criston.

──Debes mejorar tu postura, Aemond── dijo Sihtric, acercándose al joven príncipe que estaba practicando un golpe con la espada. Observaba de cerca los movimientos de Aemond, buscando cualquier error que pudiera corregir.

El joven asintió, intentando ajustar su postura tal como Sihtric le había indicado.

──Así está mejor, ¿verdad?── preguntó Aemond, mirando a su mentor con esperanza.

──Bien── le sonrió Sihtric──así se hace. Recuerda mantener siempre el equilibrio.

──Gracias, tío.──respondió Aemond con cariño. Tenía un gran afecto por Sihtric y prefería sus enseñanzas a las de Sir Criston, aunque siempre lo trataba con respeto.

Sihtric dirigió su mirada hacia los demás príncipes, notando a alguien parado observando el entrenamiento desde la sombra de una columna. Reconociendolo, Sihtric sonrió y se acercó a él con paso decidido.

──¿Enseñando a los mocosos?──dijo Finan en tono burlón, antes de recibir un golpe en el estómago de Sihtric para corregir su actitud.

──¿Eres estúpido? No los trates así. ¿Qué pasa si un lord o el rey te escucha?.── replicó Sihtric con firmeza.

Finan levantó una mano saludando al rey, quien también estaba observando el entrenamiento desde una distancia prudente. El rey Viserys, con una expresión cansada, le devolvió el saludo con una mano temblorosa.

──El rey está tan decaído que ya no escucha bien.──murmuró Finan, mostrando una falsa sonrisa hacia el rey antes de desviar su mirada hacia Sihtric, quien rodó los ojos con exasperación.

Ambos desviaron su atención hacia el frente, observando cómo Sir Criston y los hijos de la reina estaban en un pequeño combate entre ellos. Las espadas chocaban con un sonido metálico que resonaba en todo el patio.

──Parece que los más jóvenes necesitan más de su atención, Sir Criston── mencionó Sihtric con tono crítico, mientras observaba la falta de técnica en algunos de los movimientos.

──¿Cuestionas mi método de enseñanza?── respondió Sir Criston con seriedad, frunciendo el ceño.

──Sugiero que ese método se aplique a todos los pupilos── contestó Sihtric con tranquilidad, causando una visible frustración en el otro caballero.

──Muy bien── dijo Sir Criston, acercándose a Jacaerys y agarrándolo del hombro con firmeza.──Jacaerys, ven, pelea con Aegon── ordenó, arrastrándolo hacia el centro del campo.

Sihtric hizo una mueca pero no dijo nada, consciente de que intervenir más solo empeoraría la situación.

──¡Peleen!── ordenó Sir Criston con voz autoritaria.

Aegon comenzó el combate y, claramente, era mucho mejor que Jacaerys. Cuando terminó de atacarlo, se rió y comenzó a alejarse, pero Jacaerys aprovechó el momento y lo atacó por detrás. Sihtric apretó su brazo fuertemente, recordando cómo se había hecho su cicatriz en una situación similar. Fue la princesa quien lo atacó por detrás. Negó con la cabeza y vio cómo Aegon había hecho algo inapropiado.

──Juego sucio.──mencionó, llevándose a Jacaerys más lejos para indicarle algunas cosas.──Nunca te aproveches de tu oponente cuando está de espaldas, Jacaerys. La verdadera honra está en enfrentarlo de frente y vencerlo con habilidad.

Ser Finan suspiró y dio unos pasos hacia adelante, observando la escena con cierta indiferencia.

──Por estas cosas no soy ayudante de entrenamiento── dijo, manteniendo su mirada al frente.

──¿Por qué, Sir Finan?── preguntó Lucerys, acercándose a su lado con curiosidad.

──sin ofenderte, príncipe, pero no soportaría enseñar a niños. Mira.── señaló hacia donde estaban los otros.──esto es algo que no soportaría.

──Entonces, ¿qué hace usted, además de ser comandante?──preguntó Lucerys, confundido.

──Disfruto de mi vida──respondió Finan con una sonrisa burlona.──Por las noches...

Lucerys lo miró aún más confundido, pero Finan se rió de su inocencia.

──Lucerys, eres el único príncipe que me cae bien── dijo Finan con sinceridad, mostrando un raro gesto de afecto.

Lucerys sonrió, mostrando sus pequeños dientes al escuchar eso.

──Gracias, Ser Finan. Trataré de no defraudarlo.

──Carajo...── murmuró Finan al ver cómo Sihtric estaba golpeando fuertemente a Sir Criston. Se acercó rápidamente hacia ellos y separó a Sihtric de Criston para que se detuviera.

──Basta, ¿acaso estás loco?── preguntó Finan con molestia, dirigiendo su mirada con desprecio hacia Sir Criston, quien aún estaba en el suelo.

━━✶━━

La reina caminaba de un lado a otro, apretando sus manos mientras intentaba calmarse. Su rostro mostraba una mezcla de preocupación y rabia contenida, y cada paso que daba parecía intensificar sus emociones.

──¿Te has vuelto más loco de lo que pensaba?── preguntó con molestia, deteniéndose un momento para mirar a Sihtric con dureza en los ojos.

Sihtric rodó los ojos y se acomodó en su asiento, intentando mantener una apariencia de calma, aunque la tensión en el ambiente era palpable.

──¿Te atreviste a golpear a mi guardia?── continuó la reina, apretando los dientes de rabia y cruzando los brazos sobre su pecho.

──Él dijo cosas inapropiadas sobre los príncipes Velaryon. Debe cuidar sus palabras── respondió Sihtric con seriedad, manteniendo su mirada firme en los ojos de la reina.

──¿Por eso lo golpeaste frente al rey?── replicó la reina, su voz alzándose con incredulidad.──¿Frente a todos los presentes?

──¡No permitiré que se digan absurdos rumores sobre ellos!──dijo Sihtric, levantándose de su asiento y elevando su tono de voz.──Ese cretino hizo acusaciones falsas sobre ellos, y alguien tenía que ponerle un alto.

──Esos rumores ya corren por todo el pueblo──gritó la reina, su paciencia agotándose.──Estás arruinando la poca dignidad que te queda para...── pronunció con dureza, tratando de retractarse──para proteger a Rhaenyra.

──Ya te dije que no permitiré que se digan acusaciones sobre ellos, no al menos frente a mí── afirmó Sihtric con determinación, su voz resonando en la sala.

Alicent lo miró fijamente y suspiró, sus hombros cayendo un poco ante la frustración.

──No arruines la imagen de nuestra casa. No avergüences nuestro honor con esas acciones── dijo con palabras amargadas, su tono lleno de reproche.

──Tú tienes tu honor, hermana, y yo tengo el mío.── replicó Sihtric, sus ojos brillando con convicción mientras cruzaba los brazos sobre su pecho.

Alicent, visiblemente cansada, lo agarró de ambos brazos con fuerza, mirándolo directamente a los ojos.

──¡Tú eres la única salvación de esta casa! ¡Sihtric, ya no eres un simple caballero, ahora eres un lord, serás un lord a partir de ahora!── Su voz temblaba con una mezcla de desesperación y esperanza.

Sihtric frunció el ceño y apretó la mandíbula, subiendo sus manos para apretar con fuerza las de su hermana, apartándola de él.

──¿A qué se refiere la reina?── preguntó con frialdad, aunque en su interior una tormenta de emociones se agitaba.

──Nuestro padre ya no está aquí. Nosotros somos los únicos que representamos a los Hightower en este castillo── explicó Alicent, tratando de hacerle entender la gravedad de la situación.──Irás a las reuniones representando a nuestro padre o al menos ten un poco de piedad con el poco honor que te queda y deja de cuidar a esos niños── insistió la reina, su voz casi suplicante.

──Sabes que yo no haré eso── respondió Sihtric con firmeza, su voz llena de resolución, su postura inquebrantable.

──Al menos lo intenté── dijo Alicent con frialdad, dando un paso atrás.──Tarde o temprano, serás un miserable si sigues así en tu vida.

──¿Acaso no somos una familia que debe apoyarse?── preguntó Sihtric con frialdad, su mirada penetrante y desafiante.

──Lo somos, pero primero es nuestro honor── respondió Alicent, dejando las palabras en el aire antes de salir del lugar, cerrando la puerta con fuerza y dejando a su hermano solo con su angustia y pensamientos.

━━✶━━

Sihtric abrió las pesadas puertas de la habitación de la princesa Rhaenyra, encontrándola sentada con gesto frustrado y los ojos brillantes, al borde de las lágrimas contenidas. Ella se enderezó al verlo entrar y lo miró fijamente.

──Siéntate── dijo con frialdad, indicándole un asiento frente a ella.

Sihtric la observó con inquietud mientras obedecía su orden.

──Es inquietante, Sihtric. Podrías haber ignorado las palabras de ese canalla── reprochó ella, su tono mezclando decepción y dolor.

──¿Y permitir que diga esas acusaciones sin consecuencias para ellos?── respondió él, su voz vibrando de indignación.

Rhaenyra suspiró profundamente, tratando de mantener la calma aunque su voz delataba su agitación.

──Simplemente me iré a mi pueblo y me liberaré de toda esta mierda──dijo abruptamente, sus palabras resonando en la habitación y resonando en el corazón de la princesa.

──¿Te irás así de simple?──preguntó ella, incapaz de ocultar su incredulidad.

──Mi hermana me está atormentando con la idea de representar perfectamente a nuestra casa. Ahora soy un lord── se rió sarcásticamente──un estúpido lord. ¡Qué ridiculez!

──La ridiculez es que me hagas esto a mí, Sihtric── dijo Rhaenyra, su voz ahora cercana y cargada de rabia contenida.──No te irás y me dejarás sola, permitiendo que los rumores sigan como si nada.

──De todos modos, algún día alguien se iba a enterar── murmuró Sihtric, sintiéndose incómodo bajo su mirada penetrante.

──Son nuestros hijos, ¡tus hijos, Sihtric── exclamó ella, la frustración y la desesperación ahora evidentes en su tono.──No vuelvas a mencionar que te irás de mi lado── su voz se quebró, mostrando su vulnerabilidad.──No ahora, cuando la tormenta se cierne sobre nosotros.

Sihtric mantuvo su mirada en ella, reconociendo finalmente el peso de sus palabras y el impacto de sus acciones. Ella tenía razón, él había sido egoísta, centrado únicamente en su propia indignación.

──Lo siento, mi princesa... Dije esas palabras sin pensar── admitió él, su voz más suave ahora mientras se levantaba de su asiento.

──Sihtric...── lo llamó ella detrás de él, pero él la ignoró.──¡Sihtric!── alzó más su voz, desesperada por detenerlo.

Pero Sihtric salió de los aposentos con paso firme, cerrando la puerta con fuerza tras de sí, dejando a Rhaenyra sola con su angustia y el eco de sus propias palabras resonando en la habitación.

━━✶━━

El joven Jacearys caminaba con paso tranquilo por los pasillos del castillo hasta que captó unas voces susurrantes que lo detuvieron en seco.

──Eso es imposible...──mencionó una voz masculina con tono de incredulidad.

──Créame, mi señor, es cierto. ¿Acaso no vio la apariencia de los hijos de la princesa Rhaenyra?──respondió otra voz, cargada de convicción.

Jacearys se mantuvo oculto, su corazón latiendo con fuerza mientras escuchaba la conversación. Comenzó a sentirse incómodo y confundido por lo que escuchaba.

──No se parecen en nada a los rasgos de un verdadero Targaryen──continuó la primera voz, con un deje de desdén.

──Entonces... Laenor no es su verdadero padre──concluyó la segunda voz, dejando caer la revelación.

──Mi señor... no sé si debería decir estas palabras por respeto hacia los familiares de la reina, pero... todo indica que los hijos de la princesa son de Sihtric.── continuó la segunda voz, vacilante pero decidida.

Jacearys abrió la boca con sorpresa y se sintió inseguro de sí mismo. La verdad, tan dolorosa como reveladora, se abría ante él. Rápidamente se dio la vuelta y se alejó de esas personas, deseando procesar lo que acababa de escuchar en privado.

Un bastardo, eso era lo que pensaba de sí mismo ahora. No era hijo de Laenor, el hombre al que siempre había considerado su padre, sino de Sir Sihtric Hightower.

Un hombre que, aunque lo había tratado con bondad, nunca había reconocido oficialmente como su hijo legítimo. Apretó fuertemente sus manos mientras se dirigía a paso rápido en busca de su madre, ansioso por obtener respuestas. Sentía una mezcla de enojo hacia ella y hacia Sihtric. ¿Por qué nunca le habían dicho la verdad? ¿Por qué su madre se había casado con Laenor si, al final, iba a estar con otro? Todas estas dudas lo atormentaban y lo llenaban de angustia.

Finalmente, llegó a donde su madre cuidaba a su hermano Joffrey, quien, al igual que él, era un bastardo junto con Lucerys.

Rhaenyra levantó la vista y notó a su hijo con una mirada inquieta, percibiendo su agitación.

──¿Sucede algo, hijo?── preguntó dulcemente mientras se acercaba a él, preocupada.

Jacearys miró hacia adelante, con la determinación de enfrentar los rumores y descubrir la verdad de una vez por todas.

──¿Es Sir Sihtric Hightower mi padre?── preguntó con un tono frío y directo, su voz apenas un susurro lleno de emociones encontradas.

Rhaenyra lo miró rápidamente con nerviosismo, sus propios sentimientos reflejándose en sus ojos mientras guardaba silencio por unos segundos, calculando sus palabras.

──¿Soy un bastardo?── continuó él, mirándola con molestia y decepción en sí mismo, anhelando respuestas claras.

──Tú eres un Targaryen── respondió Rhaenyra finalmente, su voz firme y llena de amor maternal mientras pasaba sus manos sobre el cabello de su hijo, buscando consolarlo en medio de la tormenta emocional.──Eso es todo lo que importa.

Jacearys la miró con preocupación y confusión, procesando lentamente la respuesta de su madre.

──Eres mi hijo, eres mi niño. Escucha esto claramente, Jacearys, eres un Targaryen...── lo miró fijamente, suavizando su expresión ante el dolor de su hijo.──No hay nada más poderoso que ser un Targaryen.──Sonrió levemente y le dio un beso en la frente, buscando calmar sus turbulentos pensamientos con el amor y la seguridad que solo una madre puede ofrecer.

━━✶━━

Sihtric caminaba por los pasillos del castillo con una sonrisa en el rostro, pero su expresión se tornó seria al encontrarse con Sir Cristón.

──Lord...── Ser Cristón comenzó con deferencia, consciente de la aversión de Sihtric hacia los formalismos, pero tenía un deber que cumplir.──Sihtric, la reina me ha enviado a buscarte.

──¿Para qué?──preguntó Sihtric con un dejo de impaciencia en su voz.

──No me dio detalles, solo dijo que era urgente.

Él suspiró, asintiendo con resignación.

──Está bien.── Con esas palabras, Sihtric siguió su camino hacia los aposentos de la reina. Al abrir las puertas, notó de inmediato que su hermana estaba absorta, contemplando el fuego en la chimenea.

──¿Por qué me buscaste, hermana?── preguntó directamente, evaluando su expresión.

Ella apartó la mirada del fuego para encontrarse con la intensa mirada de Sihtric.

──Aún no te has enterado de las noticias, ¿verdad?

──¿Qué noticias?── inquirió él, sintiendo una punzada de temor en su pecho.

──Sir Harwin y Laena están muertos── anunció la reina con calma, observando la reacción de su hermano.

Sihtric se quedó sin palabras, congelado por la sorpresa y la tristeza que le embargaba.

──Laena...── dejó escapar, su voz apenas un susurro.──Ella era mi amiga...

La reina exhaló un suspiro, comprendiendo el impacto de la noticia en Sihtric.

──Sé que tenías un vínculo especial con ellos──dijo con neutralidad.──Además, la princesa Rhaenyra ha abandonado el castillo.

──¿Se fue?── preguntó Sihtric, su voz cargada de dolor y preocupación.

──A Dragonstone. Parece que los rumores han alcanzado a sus propios hijos, quienes ahora dudan de su ascendencia──explicó la reina con seriedad.

Sihtric la miró con resentimiento y frustración. Aunque ella ahora fuera la reina, sus emociones como hermano afloraban con fuerza. Sin esperar el permiso de la reina, salió de los aposentos con paso firme y decidido, necesitando tiempo para procesar la avalancha de emociones que lo invadían.







































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Rhaenyra siempre será la mejor madre, Alicent debería aprende de ella.

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