𝟬𝟬𝟲 NOTHING COMES BACK
nothing in return
“desprecias mis palabras”
━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
Sihtric, en la mañana, ya había regresado a sus aposentos. El día había sido largo y agotador, lleno de entrenamientos rigurosos y tareas diversas que lo mantuvieron ocupado. Durante todo ese tiempo, había ignorado por completo a Rhaenyra, a su hermana, y las novedades que estaban ocurriendo en el castillo.
Cuando la noche cayó, Sihtric sintió una inquietud creciente en su interior. Decidió ir a buscar a Rhaenyra en sus aposentos, con la esperanza de poder hablar con ella y aliviar la tensión que lo consumía. Caminando por los oscuros pasillos del castillo, vio al maestre salir apresuradamente de las habitaciones de Rhaenyra. Sihtric lo observó alejarse, su mente llena de preguntas. Finalmente, llegó a la puerta y, tras un momento de duda, llamó suavemente.
──No quiero ver a nadie por ahora.──dijo la voz de Rhaenyra desde el otro lado, sonando agotada y triste.
──Soy Sihtric...──respondió él, con suavidad y preocupación.
Al levantar la vista, se encontró con Rhaenyra abriendo la puerta. Sus ojos, usualmente llenos de vida, parecían apagados.
──Ven── dijo ella, tomándolo de la mano y llevándolo a sus aposentos. Sihtric la siguió, sintiendo la tensión en su agarre.
Una vez dentro, Sihtric la miró fijamente, notando algo extraño en su comportamiento.
──¿Sucede algo, princesa?.──preguntó, tomando sus manos entre las suyas, tratando de transmitirle calma.
Rhaenyra soltó un suspiro tembloroso.
──Todo se arruinó, Sihtric. Tu padre.── su voz se llenó de amargura.──le dijo a mi padre que alguien me vio ir a casas de burdeles con Daemon... y que tuvimos un encuentro íntimo.
Sihtric frunció el ceño, su mente trabajando para procesar la información.
──Pero... ¿eso es cierto, Rhaenyra?.── preguntó con voz firme, buscando la verdad en sus ojos.
──No.── respondió ella, visiblemente molesta.──Solamente fuimos a ver. Él nunca me tocó, Sihtric.── Levantó la vista hacia él, sus ojos brillando con indignación.──Alicent también lo supo... carajo, fue un día horrible.
Sihtric pasó una mano suavemente sobre sus mejillas, tratando de calmarla. Desvió su mirada hacia una mesita y notó una taza extraña que le llamó la atención.
──¿Qué es eso?.──preguntó confundido, señalando la taza.
Rhaenyra se mantuvo callada por unos segundos, luego se separó de Sihtric y se sentó en el borde de la cama, su postura reflejando desesperación.
──Es un té...──pronunció en voz baja.──Sihtric, ¿te puedo preguntar algo?
──Dime, princesa.── respondió él, acercándose y arrodillándose frente a ella, tomando sus manos una vez más.
──¿Qué hago con esto? ¿Debería tomarlo y no tener-?.──La desesperación en su voz era palpable, pero Sihtric la interrumpió rápidamente.
──Tómalo y no lo tengas.──respondió con frialdad, aunque en su interior el conflicto lo carcomía.
Rhaenyra apretó los labios ante esa respuesta, sus ojos buscando alguna señal de duda en él.
──¿Estás tan seguro de esto?.──preguntó con voz temblorosa.
──Rhaenyra.──Sihtric se sentó a su lado, mirándola con una mezcla de tristeza y determinación.──Yo no quiero que tengas problemas con esto. La mayor parte es mi culpa.
Ella lo miró, sus ojos llenos de confusión y dolor.
──Si tú quieres, yo no lo bebo y-
──No hay un 'y', Rhaenyra. No quiero que tengas hijos que serán señalados como... bastardos.──dijo mirándola con tristeza.
──No serían mencionados así,no ante mí.── susurró ella, con la esperanza de convencerlo.
──Rhaenyra, por favor.──mencionó con firmeza, tomando su rostro entre sus manos.──Ambos sabemos que esto es lo mejor para ti.
Ella asintió levemente, sus manos temblando mientras tomaba la taza. Sihtric la observó, su corazón pesado con el peso de la decisión. En silencio, Rhaenyra levantó la taza a sus labios.
━━✶━━
En la mañana lluviosa, Sihtric supo que su padre había dejado de ser la Mano del Rey. Esta noticia lo impactó profundamente, llenándolo de una mezcla de sorpresa y desdén. Sin embargo, decidió confiar más en Rhaenyra que en su propio padre. Ahora se encontraba bajo las murallas del castillo, conversando con su amigo Finan. La lluvia caía con fuerza, y el sonido de las gotas golpeando las piedras del castillo creaba una atmósfera sombría y melancólica. De repente, Sihtric desvió su mirada al ver a su padre a punto de irse, mientras Alicent se acercaba a él con paso rápido.
──Espera aquí, Finan.──le dijo a su amigo, señalando con la mano que se quedara en su lugar. Luego, Sihtric se acercó sigilosamente detrás de su hermana.
Frunció el ceño, confundido al ver a su padre a punto de marcharse.
──No quiero que te vayas.── pronunció Alicent con un tono débil, casi suplicante, y Sihtric simplemente rodó los ojos, sintiendo una mezcla de frustración y desilusión.
──Es la decisión del rey.── dijo Otto, devolviendo una mirada fría a sus hijos, su voz carente de emoción.
──Una decisión que lamento amargamente.── argumentó Alicent con un tono helado.
──Pero tú lo hiciste posible.── replicó Otto, acercándose a ella. Sihtric, después de tanto tiempo, tomó la mano de su hermana, intentando darle un poco de consuelo.
──Escogiste a Rhaenyra.── añadió Otto, sus palabras llenas de resentimiento.
──Será porque ella dijo la verdad.── respondió Sihtric, mirando fijamente a su padre sin amor ni respeto.
Alicent y Otto comenzaron a hablar, pero la frialdad entre ellos era palpable. Sihtric se mantuvo en silencio, observando la escena con atención. Cada palabra, cada gesto, parecía cargado de una tensión que podía cortarse con un cuchillo.
Otto se despidió de Alicent con un abrazo breve y tenso, pero a su otro hijo no le dio importancia.
──Espero que no me decepciones, Sihtric. Eres tú, mi hijo, en quien más confío.──dijo Otto, manteniendo su mirada fija en Sihtric, esperando una respuesta que nunca llegó.
──La lluvia está aumentando, padre. Será mejor que te vayas.──pronunció Sihtric con palabras secas, y pasó su mano sobre el hombro de Alicent mientras la consolaba. Sentía que la situación se estaba volviendo insoportable.
Otto le dio una última mirada y se fue, montado en su caballo. Sihtric observó cómo se alejaba, sintiendo una mezcla de alivio y amargura.
Sihtric se mantuvo cerca de su hermana por unos segundos y luego se alejó. Una gran sonrisa apareció en su rostro al ver que se había liberado de su padre. Finan lo miró con una sonrisa mientras Sihtric se acercaba a él.
──¿Alguien está contento?.──dijo Finan con un tono burlón, levantando una ceja.
Sihtric movió su cuerpo ligeramente, como si fuera un baile de celebración.──Ni te lo imaginas, Finan.── respondió, su voz llena de alivio y júbilo.
Ambos comenzaron a reírse, pero Alicent rompió las risas al pararse frente a su hermano, su expresión seria y preocupada.
──Necesitamos hablar.──dijo con un tono frío, desviando su mirada hacia Finan.──Por favor, Finan, vete.
Él asintió de inmediato y le hizo una pequeña reverencia antes de irse, comprendiendo la gravedad de la situación.
──Sihtric... ¿dónde estabas cuando Rhaenyra salió del castillo?.── preguntó Alicent, haciendo que Sihtric la mirara confundido, sus cejas fruncidas.
──Su Alteza, ¿a qué se refiere?.──respondió, tratando de mantener la calma.
──Sihtric, me dijeron que vieron a la princesa Rhaenyra entrar a tus aposentos.──dijo con algo de molestia, sus ojos llenos de desconfianza.──¿Eso es verdad? ¿Te acostaste con ella?.──preguntó con un tono brusco, casi acusatorio.
Sihtric retrocedió un poco, ofendido.
──Hermana...──Reindijo de manera ofensiva, sintiendo la injusticia de la acusación.──¿Cómo puede decir eso sobre mí? ¿Usted cree que yo estuve con la princesa Rhaenyra?.──continuó, viendo cómo alicent se estremecía ante esas palabras.──Mi reina, usted sabe perfectamente que odio eternamente a la princesa. No soportaría ni un segundo con ella a solas.
──Sí, pero me afirmaron que te vieron.──lo miró fijamente a los ojos, buscando alguna señal de verdad o mentira.
──¿Quién le dijo esas barbaridades?.──preguntó con el ceño fruncido, su voz llena de indignación.
──Varias sirvientas...──respondió Alicent, su voz temblorosa.
Sihtric se rió con burla.
──¿Prefiere su Alteza creer en las palabras de unas inmundas sirvientas que en las de su propio hermano?.── Cambió su tono a uno molesto.──Su Alteza, soy su hermano. No puede hacerme esto.── Sihtric agarró las manos de su hermana y ella lo miró con tristeza, sintiendo la tensión entre ellos.
──Sihtric, tienes razón. Estoy teniendo problemas con esto. Perdona a tu hermana.──dijo, su voz llena de arrepentimiento.
──Siempre lo haré, mi reina.──respondió Sihtric, tratando de ocultar su propia inseguridad.
Alicent sonrió ante esto, pero en el fondo sintió que Sihtric mentía, una sospecha que no podía ignorar.
━━✶━━
Rhaenyra había estado algo frustrada después del viaje a Marcaderiva. El rey Viserys, junto con Corlys Velaryon, había llegado a un acuerdo para comprometer a sus hijos, Rhaenyra con Laenor. Ambos jóvenes no se amaban, ya que cada uno tenía sus propios intereses, pero habían llegado a un entendimiento mientras caminaban solos. Este entendimiento, aunque no del todo satisfactorio para Rhaenyra, le daba cierta paz en medio del caos de su vida.
Ella suspiró mientras jugaba con los anillos en sus dedos, dando pasos lentos y pensativos por los pasillos del jardín. El aroma de las flores, mezclado con el suave murmullo del viento, le ofrecía un consuelo momentáneo. Sin embargo, su mente seguía llena de inquietudes y preguntas. De repente, desvió su mirada cuando escuchó el sonido de espadas chocando.
Se detuvo a observar el entrenamiento y una sonrisa se formó en sus labios al ver a Sihtric con su armadura, practicando con su amigo Finan. Se veía valiente y decidido, características que siempre admiró en él. A los ojos de cualquier dama o princesa, Sihtric era una figura fascinante, un guerrero en su máxima expresión.
Sihtric, junto a Finan, estaba tan concentrado en su práctica que no se dio cuenta de que Rhaenyra lo estaba observando. En un momento, Finan se distrajo y Sihtric aprovechó para ganar, su espada moviéndose con precisión y fuerza.
──Mi princesa.── dijo Finan, ignorando la celebración de Sihtric y saludando a Rhaenyra con una leve inclinación de cabeza.
──Buen trabajo, Finan.── le sonrió levemente y se acercó a Sihtric.
Sihtric la notó y sonrió un poco, aunque aún tenía el mal sabor de boca que le había dejado su hermana Alicent. Finan, sabiendo ya que ellos dos tenían una relación especial, decidió dejarlos solos.
──¿Qué busca la princesa aquí?.── preguntó Sihtric mientras dejaba su espada en su lugar, su tono amable pero con una pizca de curiosidad.
──Solamente tenía curiosidad por cómo entrenas. Lo haces bien.── pronunció Rhaenyra con una sonrisa coqueta, sus ojos brillando con un interés genuino.
Sihtric se rió ante el comentario de la princesa y la miró, admirando el vestido con colores Targaryen que llevaba.
──¿Cómo te fue en el viaje?.── preguntó mientras se acercaba un poco, su tono cambiando a uno más serio y preocupado.
──Bastante bien.── murmuró Rhaenyra con algo de desánimo, perdiendo su tono coqueto,Suspiró y apretó sus manos, tomándose un tiempo para hablar, sintiendo el peso de sus palabras antes de pronunciarlas.
──Voy a comprometerme con Laenor Velaryon.── dijo con firmeza, esperando la respuesta de Sihtric.
La sonrisa de Sihtric se fue desvaneciendo lentamente al escuchar las palabras de Rhaenyra.
──Eso es grandioso, mi princesa.──dijo con frialdad, dando unos pasos lejos de ella, tratando de disimular su enojo y decepción.
Rhaenyra rodó los ojos y lo tomó de la mano.
──Sihtric, sé que esto es complicado para ambos, pero Laenor y yo llegamos a un acuerdo.
──¿Un acuerdo?.── preguntó Sihtric con confusión, su ceño fruncido mientras intentaba entender.
──A él no... no le gustan las mujeres, Sihtric.── soltó Rhaenyra, mirándolo fijamente, esperando que entendiera la gravedad de la situación.
Sihtric se quedó sorprendido, pero al menos el Velaryon no tocaría el cuerpo de Rhaenyra.
──Entonces, podemos estar juntos sin problema y...──comenzó, pero se detuvo al ver la expresión de sihtric. Le molestaba ser el amante de Rhaenyra y no el esposo que podría amarla hasta la muerte.
──¿Entonces seré tu amante?.── preguntó con enojo, su voz llena de resentimiento. ──¿Eso soy para ti?
──Sihtric, ¿a qué te refieres?.──preguntó Rhaenyra, su tono mostrando su confusión y dolor.
──Cuando viniste esa noche a mis aposentos, ¿solo lo hiciste porque tu tío no te dejó satisfecha?.──Sus palabras comenzaron a herir a la princesa, cada frase una daga en su corazón.
──Sihtric...──dijo algo ofendida, su voz temblando ligeramente.──Yo no lo hice por eso, realmente quería estar contigo esa noche. Tú eres el único al que...── se detuvo por unos segundos, su labio temblando ligeramente.──Te amo. Yo te amo a ti, Sihtric.──dijo finalmente, su voz llena de sinceridad y desesperación.
Sihtric apretó sus manos y la miró fijamente, sus emociones un torbellino en su interior. Dio unos pasos lejos de ella, luchando con lo que sentía.
──Sihtric... tú sientes lo mismo, ¿verdad?.── preguntó Rhaenyra con algo de nervios, sus ojos llenos de esperanza y miedo.
Sihtric se mantuvo callado y se alejó de ella sin decirle nada, su silencio una respuesta más dolorosa que cualquier palabra.
Rhaenyra se quedó quieta, mirándolo irse, tratando de no llorar en ese momento.
⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯
HOMBRE TENIA QUE SER SIHTRIC.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro