bitter words hurt 

“odiala como quieras pero por dentro sientes pena por ella”

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Sihtric, junto a su hermano Gwayne Hightower, había entrenado arduamente para el gran torneo en honor al hijo que aún no había nacido de la reina Aemma y el rey Viserys Targaryen.

Inicialmente, Gwayne iba a participar, pero un inconveniente de última hora obligó a Sihtric a reemplazarlo, en parte debido a las protestas de su padre.

──Gwayne no podrá participar, tú lo reemplazarás. No avergüences a la familia ni a nuestra casa.── le dijo su padre como una amenaza, y Sihtric no tuvo otra opción que aceptar.

El chico no disfrutaba de esos torneos, pero no se podía negar que era bastante bueno con las espadas y su entrenamiento. Solo esperaba no enfrentarse a alguien superior a él y con mucha más experiencia en combate.

Suspiró cuando terminó su entrenamiento y soltó su espada.

──¿Crees que ganaré?.──preguntó mientras relajaba su cuerpo.

Gwayne se rió ante esa pregunta.──La pregunta es, ¿quién te hará perder?

Sihtric le dio un golpe y negó con la cabeza.──Gracias por tu apoyo, hermano.

──Me pregunto a cuál princesa elegirás para que te dé suerte. ¿Qué tal... la princesa Rhaenyra?.──dijo con tono burlón.

──Cállate.──dijo Sihtric frunciendo el ceño.──Ni lo sueñes. Le pediré la suerte a cualquier otra princesa o lady, pero Rhaenyra sería la última en elegir.

──¿Sigue intacta la cicatriz?.──señaló hacia el brazo de Sihtric, quien le dirigió una mirada penetrante.──Bien...── levantó las manos en señal de rendición.──será mejor que me mantenga callado.

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Sihtric se encontraba ahora en su puesto con su espada y su casco, que no le dejaba ver del todo bien. Mientras el rey Viserys daba su discurso, el chico giró la mirada hacia donde estaba el rey y notó cómo su hermana estaba sentada junto con la princesa. Suspiró y volvió su vista al frente.

“Nunca se separa de esa maldita princesa.”

──¡Que la suerte de los Siete brille sobre todos los combatientes!── finalizó el rey mientras alzaba las manos y se sentaba para ver el espectáculo.

El primero en combatir fue Cole de Stormlands, quien pidió la suerte de la princesa Rhaenys Targaryen, llamándola “la reina que nunca fue.”

Sihtric frunció el ceño debajo de su casco mientras fijaba la mirada en el hombre. No le gustaba escuchar esas palabras, pero la opinión de un Hightower no valía la pena. Se rió cuando lo vio caerse de su caballo y fijó su mirada en la princesa Rhaenys, quien sonreía levemente mientras sostenía una copa de vino.

Había llegado el momento para Sihtric de entrar al centro junto con otros competidores, ya que el príncipe Daemon elegiría a un oponente.

Sihtric rezaba a los dioses para que no lo eligiera a él. No es que le tuviera miedo al príncipe, pero tampoco le gustaba la idea de competir con un guerrero como Daemon.

Todos los oponentes estaban en fila, y Sihtric observaba cómo Daemon los miraba mientras su caballo caminaba de un lado a otro. Respiró hondo cuando vio que el príncipe se detenía frente a él y lo señalaba.

Lo había elegido a él, y Sihtric, sin duda, estaba más nervioso de lo común.

──Para su primer encuentro, el príncipe Daemon Targaryen elige a Sir Sihtric Hightower de Oldtown.──anunció un presentador.

El caballo de Sihtric dio unos pasos adelante e hizo una reverencia.

──Hijo mayor de la Mano del Rey.── señaló al padre de Sihtric, Otto Hightower, quien miraba con seriedad a su hijo. Pero Sihtric no lo miraba a él, sino a la princesa Rhaenyra, quien sonreía burlonamente.

Rhaenyra seguramente ya estaba ansiosa por ver perder a Sihtric.

El caballo del chico avanzó en su dirección y Sihtric respiraba muy rápido. Escuchaba las voces alentando, pero obviamente no eran para él.

──Nadie está aquí por ti, Sihtric.── murmuró mirando hacia adelante.──Están para verte perder contra el canalla de Daemon.

El combate comenzó.

Sihtric avanzó y trató de atacar al príncipe con su lanza. Por suerte, logró al menos un pequeño impacto. Volvió de nuevo y esta vez, Sihtric hizo que Daemon soltara su lanza.

Sihtric suspiró angustiado y volvió de nuevo hacia su dirección. Esta vez, Daemon avanzó primero y Sihtric tuvo que seguirle. Pero el príncipe, de repente, hizo un movimiento rápido, moviendo su lanza hacia las patas del caballo de Sihtric.

El caballo inmediatamente perdió el equilibrio, y Sihtric cayó junto con él.

Sihtric reaccionó de inmediato y se movió para caer de espaldas, prefiriendo hacerse daño en la espalda en lugar del rostro. Soltó un quejido de dolor y, aunque estaba lejos del lugar donde estaba Rhaenyra, podía sentir la risa burlona de la princesa. Sihtric reunió fuerzas y se levantó lentamente mientras los hombres se acercaban para ayudarlo.

──Estoy bien!── contestó con tono agitado y molesto, y los empujó lejos de su camino. Su turno ya había terminado; Daemon ya había logrado lo que quería, supongo que burlarse de Sir Sihtric Hightower o molestar a Otto Hightower. Ambas podían ser la respuesta.

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Una terrible noticia había llegado al reino,la reina Aemma había muerto en el parto y su hijo también. Sihtric no quería a Rhaenyra, eso era obvio, pero podía comprender el sentimiento que ahora mismo sentía la princesa Rhaenyra.

Mientras sostenía la mano de su hermana pequeña, Alicent, quien miraba con tristeza a su amiga, Sihtric simplemente miraba hacia adelante.

Comenzó a recordar cómo había perdido a su madre, cómo pasó varios días sin comer y casi se ocasiona su propia muerte para dejar de sufrir por la falta de la presencia de su madre. Ella era la única a la que amaba, y lo había dejado con el asqueroso de su padre, quien no le había dirigido la palabra por varios días y ahora tampoco lo había hecho después del combate.

Sihtric siempre pensó que su padre nunca estaba orgulloso de él, pensaba que lo odiaba por haber nacido.

Miró con pena a la princesa Rhaenyra, quien se encontraba con un rostro lleno de tristeza y vacío. Apretó levemente la mano de su hermana, y ella lo miró con tristeza.

──Tienes que estar con ella ahora, Alicent.── dijo en voz baja.──Ella te necesita mucho ahora mismo.

Alicent asintió y trató de llevarse los nudillos a la boca, pero Sihtric sostuvo su mano y la bajó, negando.

──No, Alicent, no hagas eso.── dijo con tono serio.

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Las frías manos de Sihtric pasaban de hoja en hoja mientras sus ojos vagaban por las escrituras del libro que estaba leyendo bajo la poca luz que había en la biblioteca del castillo. A su lado, un cuchillo que se había sacado de su traje para bajar su guardia. Era de noche y era el momento perfecto para leer a solas y sin interrupciones de cualquier otra persona o de su padre dándole órdenes para que se fuera a entrenar.

Alicent y su hermano tenían algo en común,a ambos les gustaba mucho la lectura y descubrir cosas e historias sobre los antiguos Targaryen y otras casas.

Su tranquilidad se arruinó cuando escuchó unos pasos que se acercaban lentamente hacia él. Levantó la vista y frunció el ceño al notar que era la dichosa platinada de la princesa.

──¿Acaso a mi princesa no le cansa estar persiguiéndome todo el día?.── preguntó con el mismo tono frío y sin interés que siempre utilizaba con ella.

Ella suspiró hondo y dio un paso adelante.

──¿Perseguirte? ¿Acaso estar en mi propio castillo es un delito? Dígame, Sir Sihtric, ¿usted se cree el dueño de este castillo para hacerme preguntas tan absurdas como esas?

Él dio un respiro hondo y apretó sus manos sobre las hojas del libro, ignoró las palabras de la princesa y continuó leyendo, ignorándola por completo.
La princesa frunció el ceño y se sentó a su lado.

──¿Por qué estás leyendo aquí solo y de noche?

Sihtric levantó la mirada fría y la miró fijamente a los ojos.

──Porque me gusta disfrutar de la tranquilidad cuando nadie me está molestando, pero veo que esta noche será difícil. Princesa...── dijo tratando de calmarse.──hoy simplemente no quiero tener otra discusión contigo y mucho menos en esta situación en la que estás.

Rhaenyra trató de ignorar esa indirecta que le había lanzado el chico y apretó los labios, tratando de calmarse.

──¿A qué te refieres?

──La reina acaba de morir, su madre, princesa.──dijo con un tono frío, sin tener en cuenta con quién estaba hablando. Sus palabras resonaron en la sala como un golpe, cortando el aire con su frialdad.

Rhaenyra se mantuvo callada por unos minutos, la noticia la había dejado perpleja y sus pensamientos se arremolinaban en su mente. Finalmente, recuperó la compostura y habló nuevamente.

──¿Sientes pena por mí?.── Su voz era un susurro, cargada de una mezcla de tristeza y desafío.

──Yo te aborrezco y siento desagrado por usted.── respondió Sihtric con palabras amargas. Su tono era cortante y sus ojos reflejaban una profunda aversión.

Cerró el libro de un golpe, haciendo eco en la habitación, y se levantó de su asiento con un movimiento brusco.

──Te retiras como un cobarde.── exclamó Rhaenyra mientras se levantaba y lo miraba fijamente. Su mirada era intensa y llena de fuego.
──¿Te atreves a decirme que sientes pena y desagrado por mí?.── Frunció el ceño, su expresión era feroz, y dio un paso hacia él, su presencia llenando el espacio entre ellos.──¿Acaso no sabes que yo soy la hija del rey? Podría ordenar que te maten y me importaría una mierda lo que Alicent me rogara por tu salvación.── Su voz estaba cargada de amenaza.

Sihtric agarró el cuchillo que estaba sobre la mesa, y Rhaenyra retrocedió, el miedo apareciendo en sus ojos al recordar su pasado con él. La tensión en la habitación era palpable, casi asfixiante. Sihtric rápidamente la empujó contra la pared, su fuerza innegable, y la señaló con el cuchillo, la hoja brillando a la luz.

──¿Recuerdas esto?.──preguntó con un tono siniestro, pasando el cuchillo sobre la clavícula de la princesa con un movimiento lento y deliberado.

La frialdad del cuchillo hizo que Rhaenyra se estremeciera, pero ella mantuvo su mirada seria en él, aunque no podía negar que sentía un poco de miedo.

──¿Acaso me vas a lastimar?.── preguntó, sintiendo cómo la punta afilada del cuchillo se apretaba más contra su clavícula, el dolor empezaba a mezclarse con el miedo.

Sihtric mantuvo su seria mirada en ella, sus ojos eran fríos y calculadores. Hizo una mueca al ver sus ojos, reflejando su disgusto. Todo en Rhaenyra le daba asco; ella era asquerosa ante los ojos de Sihtric.

──No.──contestó finalmente, retirando el cuchillo lejos de ella y soltándola.──Yo no soy como tú, princesa. Yo no haría daño a nadie para sentirme superior o para hacerle sentir miedo a otra persona.──Sus palabras eran cargadas de desdén mientras la miraba con desagrado. Luego, sin decir más, comenzó a alejarse de ella.

Rhaenyra se apartó de la pared, su respiración era agitada y su corazón latía con fuerza.
Lo miró mientras se iba, sintiendo cómo Sihtric sonreía burlonamente. Su figura se alejaba, pero la sensación de su amenaza y el filo del cuchillo sobre su piel permanecían, grabados en su memoria.

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Admito que odie a sihtric en este capítulo (lo peor es que yo lo cree)

OIGAN LOS QUE SE LEEN LOST IN YOU, VOY A REESCRIBIRLO!! (avisito)