Kronos a perfect creature

"algunos tenemos sueños tan locos"
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Ya había pasado un largo tiempo desde el accidente que sufrió Sihtric. El niño, que antes era un muchacho frágil y asustadizo, se había transformado en un adolescente alto, con un cuerpo definido aunque ligeramente delgado. Sus rizos eran más abundantes y sus rasgos de Hightower se habían vuelto aún más pronunciados, otorgándole una presencia imponente.

El joven era apuesto, con un porte elegante que no pasaba desapercibido. Muchas damas e incluso princesas habían mostrado interés en el hijo de Otto Hightower, atraídas por su aura de misterio y su linaje noble. Sin embargo, a él no le interesaban las propuestas de matrimonio ni los coqueteos sutiles de la nobleza. Su mente estaba completamente enfocada en sus entrenamientos, determinado a convertirse en un gran guerrero y ganarse el respeto y orgullo de su padre. Su destreza con la espada era notable, y en el futuro, podría llegar a ser el mejor guerrero de su tiempo, siempre y cuando nadie interfiriera en su vida y arruinara sus meticulosamente trazados planes.

En ese momento, Sihtric caminaba con paso firme después de haber bajado del carruaje. Su destino era el recinto donde se guardaban los dragones, un lugar envuelto en leyendas y peligros. Mantenía sus brazos detrás de la espalda, adoptando una postura de autoridad y concentración, mientras su mirada seria recorría a las personas a su alrededor. De repente, su expresión cambió a una leve sonrisa.

Un hombre que entrenaba dragones pasó cerca de él. Sihtric inclinó la cabeza ligeramente en señal de saludo y esbozó una sonrisa comedida. El entrenador de dragones le devolvió una sonrisa más amplia antes de seguir su camino, lo que hizo que Sihtric recuperara su expresión seria, borrando rápidamente aquella sonrisa estupida.

Se detuvo abruptamente cuando vio a su hermana hablando con la princesa Rhaenyra. Sihtric suspiró profundamente, sus hombros se tensaron, pero su postura permaneció erguida y firme. La relación con Rhaenyra no había cambiado con los años.
sus interacciones eran mínimas y sus palabras siempre cargadas de una frialdad cortante. Recordó con desagrado una ceremonia en la que ambos se vieron obligados a bailar juntos. El resentimiento mutuo había convertido el baile en un espectáculo incómodo y desastroso. En un momento, Rhaenyra lo había pisado "accidentalmente" en el pie, y Sihtric, en respuesta, la había soltado durante un giro, provocando que la princesa cayera al suelo. La humillación fue palpable, y Otto Hightower, su padre, estuvo a punto de perder su puesto como consejero debido a aquel incidente.

Afortunadamente, el rey había tomado el episodio con humor, atribuyéndolo a la inmadurez de la juventud y creyendo que eventualmente los dos se reconciliarían. Sin embargo, esa reconciliación nunca llegó. Ahora, Sihtric se había convertido en un joven fuerte y decidido, mientras que Rhaenyra era una princesa hermosa y respetada, conocida por su carácter firme.

Sihtric avanzó con determinación hacia las dos jóvenes y se paró al lado de Rhaenyra, evitando deliberadamente el contacto visual con ella.

──Syrax está creciendo muy rápido, pronto será tan grande como Caraxes.── comentó Alicent mientras descendía del carruaje con elegancia, sonriendo a su amiga.

──Es casi lo suficientemente grande para dos monturas.── respondió Rhaenyra con entusiasmo, devolviendo la mirada a Alicent sin siquiera dirigir un vistazo hacia Sihtric.

Sihtric tampoco la miraba. Su atención estaba fija en el dragón, un ser majestuoso que simbolizaba uno de sus sueños más audaces: tener un dragón propio. Para un Hightower, esto parecía un deseo imposible de cumplir, una fantasía reservada solo para los Targaryen.

──Creo que me quedaré como espectadora, gracias.──dijo Alicent con una sonrisa amable, volviendo a entrar al carruaje.

──Alicent.──la llamó Sihtric con urgencia.──espera, tenemos que hablar.

Ella asintió y permaneció inmóvil.

──A solas.──agregó con un tono frío, lanzando una mirada firme hacia Rhaenyra.──Si me disculpas, princesa, quisiera hablar a solas con mi hermana.──Su tono reflejaba la incomodidad de tener que dirigirse a Rhaenyra.

Ella asintió y se alejó sin problemas, aunque sin duda su mente ya habría maldecido a Sihtric en varios idiomas.

──Puedes adelantarte hacia el camino del castillo.──indicó Sihtric rápidamente, notando la mirada confusa de su hermana.──Quiero ver algunas cosas y llegaré muy pronto al castillo.

──Sihtric...── suspiró ella con preocupación.──Espero que no sea para que entres al Pozo Dragón, ¿verdad?.── Su ceño se frunció levemente, sin recibir respuesta.
──Sihtric.──insistió.──no puedes entrar a lugares así, es muy peligroso,tú no puedes estar cerca de un dragón.

──¿Por qué no?.──replicó con molestia.──¿Solo los Targaryen pueden hacer eso? ¡Qué estupidez! Además, hay un dragón en particular que no me hace daño.

Ella negó con la cabeza.── Eso fue hace mucho, Sihtric. Tal vez ahora ese dragón te mate al instante y sin pensarlo.

──No lo hará, lo sé.──respondió con una sonrisa confiada y comenzó a alejarse.

──Oye!.──le gritó y él se dio la vuelta.──Ten cuidado con los hombres.── dijo en voz baja, señalándolos levemente.── Ellos no son estúpidos.

Él asintió y continuó su camino hacia el Pozo Dragón. Ah, Sihtric Hightower, ¿qué podemos esperar de ti?

El joven avanzaba con pasos lentos, cuidando de no hacer ruido y moviéndose en las sombras para no ser visto. Su determinación lo guiaba directamente hacia el lugar donde creía que se ocultaba el dragón. Después de unos pasos más, escuchó los ronquidos del dragón, confirmando que estaba cerca.

Una gran sonrisa se dibujó en su rostro después de tanto tiempo. Sihtric finalmente sonrió de verdad al ver al dragón, Kronos era más grande que el dragón de Rhaenyra y mucho más viejo. Era su dragón favorito, una criatura imponente que había perdido a su jinete hacía mucho tiempo y que no aceptaba fácilmente a ningún jinete nuevo.

Había oído que nadie se interesaba en él, era un dragón temido por su naturaleza ruda. Sin embargo, desde la primera vez que Sihtric se coló en el Pozo Dragón, el animal mostró un comportamiento diferente con él. Aunque lo observaba fijamente, nunca le gruñó ni mostró agresividad. Con el tiempo, Kronos incluso se dejó acariciar por el joven Hightower.

Ahora, Sihtric posó su mano lentamente sobre la piel áspera del dragón y comenzó a acariciarlo con delicadeza. ──Eres perfecto...──murmuró mientras lo miraba dormir tranquilamente.

──Perfecto para que te mate── dijo una voz femenina detrás de él, haciendo que Sihtric se girara rápidamente, asustado.

Kronos abrió los ojos, despertado de su sueño, Sihtric hizo una mueca al ver a la princesa Rhaenyra de pie ante él.

──¿Qué haces aquí?.──preguntó con molestia la princesa, dando un paso hacia él.──No tienes ni siquiera permiso para estar aquí, ¿acaso no lo sabes?

Él apretó la mandíbula y trató de relajarse.

──Sí, lo sé.──contestó con un tono poco amable.──Disculpa, princesa, no volverá a pasar.── Intentó avanzar, pero Rhaenyra lo detuvo del brazo.

──¿Por qué estás tan interesado en este dragón?.── preguntó con el mismo tono.──¿Crees que lo obtendrás?.── mostró una sonrisa burlona.

Sihtric suspiró y se soltó del agarre de Rhaenyra.──Eso no es de tu interés.

──Veo que nunca aprenderás a cuidar tus palabras con un superior a ti.──dijo ella tratando de provocarle más enojo.

──Será porque no soporto a princesas caprichosas que alguna vez arruinaron mi vida.──dijo bruscamente y Rhaenyra lo miró fijamente.

──Esta princesa que arruinó tu vida alguna vez puede hacerlo de nuevo y sin dudarlo.

Él rodó los ojos y se burló de ella.

──Podría decir ahora mismo las palabras que harían que tu hermoso y querido dragón te mate frente a mis ojos.

Él la miró con algo de preocupación y simplemente negó con la cabeza.

──Disculpa mis palabras, princesa, pero usted está loca.

Ella sonrió levemente y abrió la boca.

──Dracar...──dijo lentamente para provocarlo, pero se detuvo cuando alguien habló detrás de ambos.

──Princesa Rhaenyra, usted no puede estar aquí.── dijo un hombre encargado de los dragones con voz firme y autoritaria. Sus ojos se dirigieron inmediatamente a Sihtric, frunciendo el ceño.──¿Sir shtric Hightower? Usted ni siquiera debería entrar a este lugar.── añadió con evidente molestia y desaprobación.

──Sí, me disculpo por mi parte.── respondió Rhaenyra, cambiando su tono a uno más conciliador y respetuoso.──Ya nos vamos.── Sin previo aviso, agarró la mano de Sihtric con una fuerza sorprendente y lo arrastró fuera del Pozo Dragón, sus pasos resonando en el suelo de piedra.

Una vez fuera, Rhaenyra soltó su mano rápidamente, como si el contacto le quemara.

──Agradece que estabas conmigo.──dijo, sus palabras goteando desprecio y advertencia.──porque si no, ya serías comida de dragones.── Lo miró una última vez con una mezcla de superioridad y repugnancia antes de alejarse con gracia.

Sihtric se quedó parado, observando cómo la princesa se marchaba. Contuvo su enojo, sus puños apretados a los costados, y suspiró profundamente. Al menos se había salvado de ser alimento de los dragones o de enfrentar serias acusaciones por parte de los hombres del Pozo Dragón.

Mientras su mente procesaba lo sucedido, se dio cuenta de que su deseo de conectar con Kronos no iba a ser fácil de cumplir. La hostilidad de Rhaenyra y las estrictas reglas del lugar eran barreras que tendría que superar si quería hacer realidad su sueño de tener un dragón propio.

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Sihtric en sus momentos más delululu.