prólogo.
Minatozaki Sana es la persona más tierna que podrías conocer en tu corta vida.
Su hermoso cabello peli-rosa y largo, sus adorables mejillas sonrojadas, su hermosa y brillante sonrisa, que, cualquiera pagaría por verla aunque sea una vez, su vestimenta siempre la hacía ver más tierna usando cualquier color pasteles pero, hay que admitirlo, ¡Minatozaki Sana se vería bien incluso con una bolsa de basura puesta! O bueno, al menos eso solían decir todos los de su alrededor.
Sana tenía una personalidad digna de admirar, siempre estaba dispuesta a ayudar en lo que se necesite, siempre traía una sonrisa en su rostro, saludando a toda persona que se le cruze. Su amor por los animales no podía faltar, si ella veía un perrito o un gato ya estaría chillando de la emoción, por está razón cuando veía a un animalito solitario por las calles siempre traía algo de comida para darles. Y en caso de que el animal esté lastimado los llevaba al veterinario y no le importaba gastar un poco de la mesada que le daba sus padres para que ellos estén bien. Por está razón era conocida en los vecindarios y en veterinarios como la "rescatadora de animales".
De por sí, Sana ya tendría una casa llena de animales si no fuera por sus padres los cuales no se lo permitían.
En cambio Kim Dahyun es una chica que vino de Japón a Corea en busca de trabajo, en específico el trabajo de sus sueños desde pequeña, ser una gran veterinaria, ella amaba a los animales y quería protegerlos de todo mal.
Tenía un buen estatus económico y había terminado la secundaria con diploma y honores por si fuera poco. Por eso decidió que ir a el veterinario más conocido en Seúl sería la mejor opción.
Tuvo la suerte de que la aceptarán allí y estuvo chillando de emoción de haber conseguido el trabajo, desde niña amo a los animales, tuvo un bonito hamster cuando era pequeña pero lamentablemente este enfermo gravemente y falleció. Lloro por semanas y le costó mucho superar que su hamster se había ido de este mundo, aún tenía un recuadro enmarcado con una foto de su hamster, aún dolía su pecho cuando veía esa foto, pero ya no lloraba como había llorado en ese tiempo. Aún así se prometió a su misma que protegería a cualquier animal desde ahora en más, que ellos no merecían sufrir, no merecían el desprecio que les daban personas inhumanas, se prometió que cada animal tendría la hermosa familia que merecía.
***
-¿Dubu? Cariño, ¿Sucede algo?- le preguntó su madre al verla con los ojos cerrados, sus manitas juntas y susurrando algo apenas audible.
-Mami, hice una promesa- le dijo la niña abriendo los ojos y mirando a su madre con una sonrisa.
-¿Una promesa? ¿Cuál es?-
-¡ Cuando sea grande seré la mejor veterinaria del mundo! No dejaré que ningún animalito sufra y no tenga familia, los haré ser felices..- le confesó la pequeña y su madre no pudo estar más orgullosa de su pequeña niña.
- Estoy segura de que así será bebé. Serás la mejor- afirmó.
-¿Crees que nieves va a estar orgulloso de mí?- susurró la pequeña dirigiendo su mirada al cielo azulado, el hermoso atardecer indicaba que la noche se acercaba.
-El va a estarlo, siempre lo estuvo,Dubu.- le dijo su madre y la niña sonrió tiernamente.
- el invierno se acerca mami, el cumpleaños de nieves también..- dijo la niña pero sus ojos demostraban tristeza.
- Lo sé pequeña, haremos una fiesta para nieves y el nos verá desde el cielo, Estará muy feliz ¿No crees?- trato de animarla.
- Supongo que si...-
Su madre la abrazó acariciando sus cabellos.
- Mami, ¿Me puedes dejar a solas con nieves? Quiero hablar con él - le pidió y su madre asintió dejando a la niña en su habitación.
- Nieves, solo quiero que sepas que te extraño mucho..- Dahyun sollozó mientras miraba directamente al cielo.
- Extraños que juguemos juntos, extraño darte de comer y cuidarte, extraño que duermas conmigo, te necesito conmigo ¿Podrías volver?- soltó un suspiro cansado cuando no recibió una respuesta.
- Lo tomaré como un "espérame, volveré pronto"- río .
- no es suficiente para mí solo verte en mis sueños ¿Bien? - sus ojitos se cristalizaron.
- Espero que algún día nos volvamos a encontrar, yo aún te quiero mucho y te extraño mi pequeño nieves..- fue lo último que dijo la pequeña Dahyun antes de irse a dormir.
***
Ambas tenían cosas en común, su amor por los animales.
Pero sus personalidades era completamente distintas.
Sana era como un rico pastel de fresas, uno muy dulce. Ella era así, dulce como la miel con todos y amaba tener que dar abrazos y besos en la mejilla, todo a su alrededor gritaba tierna , todo el mundo la veía así. Ella amaba agradarle a la gente, no por presumir sino que estaba feliz de que la gente tuviera una linda descripción visual de ella.
En cambio Dahyun cambio luego de que su mascota falleciera, se volvió más fría con todos incluso con su madre. Lo superó pero eso le costó su hermosa y divertida personalidad. No sonreía a menos que se le cruzará un animal en su campo visual, ni siquiera con sus amigas. De hecho, su vida se basaba en trabajar para mantenerse.
¿Cómo llegaron estás dos a enamorarse perdidamente de la otra?
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