Capítulo 9
Hay verdades, que son mejores no desenterrar.
Asher.
Viaje a Portland, necesitaba respuestas y la única persona capaz de dármelas es Magda la madre de Valentina. La cité en el restaurante donde la conocí. Ella es alta, cabello negro, ojos claros como los de su hija.
—Dime Asher, ¿Qué necesitas? —dice directa.
—Es posible, que me cuentes la historia de Saday Prynce y su madre —le respondo de la misma forma, su rostro denota asombro y a la vez nostalgia.
—Bueno, es complicado —suspira—. Susan ella era muy liberal, en todo el sentido de la palabra. Tanto así que creímos que nunca sería capaz de casarse o comprometerse, sin embargo, un día llego Kaden Prynce, apuesto, de buen corazón. Él se enamoró de ella y viceversa, un año después se casaron. Pero empezaron las peleas, él quería tener una hija y ella no quería.
<<Con el tiempo, ella accedió y de una forma rápida quedo embarazada, él la empezó a cuidar mucho más y era visible que para él. Ella era su cielo. Los meses pasaron y dio a luz a una hermosa niña, a la cual bautizaron Saday Evangeline Prynce, un nombre lindo y especial para una persona especial.
<<Él se dedicó a cuidarlas a ambas, pero le prestaba más atención al bebe, por el hecho de ser más pequeña y prácticamente él hacía ambos roles, ya que Susan no quería nada con él bebe. Volvieron las peleas y de forma más frecuente. Él le decía que ella era su cielo y su hija era su sol. Esas pocas palabras tuvieron mucho efecto en ella, y comenzó a intentar mantener una relación con él bebe, pero de la forma tan rápida en la que llego dicho sentimiento. De la misma forma se esfumó.
<<¿Por qué? Te preguntaras, sencillo a ella le ponía celosa que pusieran primero al bebe, eso hería algo en ella. Un día él encontró a Susan empujando al bebe. Cuando lo único que quería esa pequeña era abrazar a su madre. Ese fue el punto de, quiebre y le pidió el divorcio a ella, alisto su maleta y se llevó a la niña.
Ella se detiene, y sus manos comienzan a temblar.
—Iban en el carro y este comenzó a patinar en la calle, logro detener el carro. Se aseguró que la bebe estuviera bien, sin embargo, otro carro apareció a altas velocidades impactando, por el lugar donde estaba la silla del bebe. El carro se giró debido al fuerte impacto. Al pasar unas horas llegaron los bomberos y no encontraron al bebe, pero cuando buscaron al conductor. Encontraron lo que menos se imaginaban. Saday estaba escondida entre los brazos de su padre, pero él murió salvándola y eso fue un milagro.
Siento que esto es demasiada información que procesar y no ha terminado.
—Murió dejando a una niña de 14 meses con Susan, él bebe estuvo un mes en el hospital. La noticia del día era "El amor de un padre". —una sonrisa amarga se forma en su rostro— el día del funeral, él bebe buscaba a su padre y decía "papa" nadie le respondió.
<<ella tomo el brazo de la pequeña sacudiéndola y le grito "ahí esta tu padre" dijo señalándole el ataúd y poco después la soltó, provocando que la bebe se golpeara>>.
—Pero —intento hablar, pero me hace un ademán, de que no ha terminado.
—La niña no volvió a hablar, después de ese día. Hasta que un día apareció una muchacha que era amiga de Susan, durante un año se dedicó a cuidar del bebe. Esta amiga me llamo y me contó que talvez Susan había tenido que ver con el accidente de Kaden, también me dijo que le ayudara a pedir la custodia del bebe, sin embargo, ese mismo día ella tuvo un accidente y murió de la misma forma que Kaden. Hace 15 años que no sé de la niña o de la madre.
—¿Los abuelos del bebe? —le pregunto.
—¿Por qué tanto interés? —dice sorprendida.
—Ella vive conmigo —respondo, mostrándole una foto que nos tomamos todos juntos.
—Está hermosa, se parece mucho a su padre —responde con nostalgia— Los padres de Susan murieron cuando ella tenía 20 años, su padre abuso de ella desde que tenía seis años y cuando su madre descubrió eso, lo mato a él, ella se culpó a sí misma por haber sido siega. Días después la encontraron en un cuarto de motel, se había suicidado y le dejo una nota a su hija. —termina.
Aquí hay algo más y necesito descubrir que es. El silencio se extendió entre nosotros. Hasta que mi teléfono suena.
—Diga —respondo.
—Hola, Asher —responde la voz dueña de mis pesadillas.
—¿Qué quieres, Titan? —respondo cortante.
—Nada, solo que quiero aconsejarte que no deberías dejar a salir a esa pequeña... Saday, si, así se llama. Nunca sabes cuándo un loco pueda secuestrarla, matarla o atropellarla o mejor aún meterle una bala en esa preciosa cabecita —dice riéndose—. Manchando a ese muchacho y por cierto que linda se ve hoy.
—Ni se te ocurra... —pero me interrumpe.
—No, no, a mí no me amenazas, solo te estoy advirtiendo que la cuides, una pequeña como ella no merece sufrir más. —dice y cuelga.
—Disculpe Magda, me tengo que retirar —le informe y me retiro apresurado. Le marco a la señora Joe preguntándole, pero me informa que no la llego Saday, el corazón se me desemboca. Mi poca paciencia se está agotando. Mientras las palabras de Titan resuenan en mi cabeza "esa pequeña no merece sufrir más". En el avión le explico todo a Valentina, claro omitiendo la charla con su madre.
Llegamos a la mansión y todavía no había llegado, la espera me mataba porque no respondía a las llamadas, no entiendo para qué tiene un teléfono si no lo va a usar. Llega y corro a abrazarla, el hecho de conocer parte de su infancia hace que comprenda un poco más lo que ella vivió, y por qué ella es como es.
Pero también, aumente mi deseo de cuidarla y que esté bien. Me he encariñado con ella, sé que en las noches se levanta a escucharme tocar el piano o el violín, y por loco que suene, quiero que ella se quede con nosotros. Que sea parte de esta familia, ella merece un hogar donde le brinden amor y la cuiden.
Al llegar al cuarto, Val esta dormida. Pero algo dentro de mí, me dice que hay mucho más en esta historia de lo que parece.
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