Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 24

"Hay momentos en nuestras vidas, que marcan un antes y un después" -I.K.R.H.-

Luke

¡Mierda!

¡Mierda!

¿Acaso no piensan? ¿O qué? Son unos idiotas. Él por dejarse manipular de su hermana y Dyah por obsesa, por qué eso es lo que es. Le cuesta aceptar que no quiero nada con ella y no me gusta.

Por qué le cuesta entender que estoy feliz con Saday y la amo, no me pienso rendir tan fácil, voy a darle su espacio. Sé que está procesando todo esto en su mente. Pero también sé que cuando se sienta lista me buscara y yo estaré esperándola, para explicarle todo.

Pero ahora necesito buscar a Duncan y saber que mierda estaba pensando ¿Por qué es están idiota? Y falto de empatía. Me regreso. Entro en el departamento del idiota, lo observo sentado, con la mirada perdida.

—¿Qué te ocurre? —pregunto, controlando las ganas de molerlo a golpes.

—¿Acaso te importa? —escupe las palabras sin mirarme.

—Eres mi amigo, aunque no me hables —respondo entrando al apartamento— también eres como mi hermano y lo sabes, no importa las diferencias o las peleas, nunca voy a dejar de apreciarte —más sincero no puedo ser.

—Nunca digas nunca —dice alzando la mirada.

—Buen punto, hace unos minutos tenía unas ganas de matarte —respondo riéndome y él también.

El ambiente entre nosotros deja de ser tenso.

—Lo siento por todo. Por lo nuestra amistad. Lo de Saday. Por todo —dice Duncan.

—Pero ¿Por qué te dejaste usar por tu hermana de esa forma? Acaso no sabes que en esta misma semana se murió una de las personas más importantes en la vida de Saday. —trato que entre en razón.

—No, no lo sabía, lo siento mucho.

¡

—Deberías sentirlo, yo le quería contar cuando estuviera preparada o por lo menos cuando estuviera menos decaída y la sintiera lista. Tú sabes la verdad. ¿Sabes por qué ella no te ha dirigido el habla? —le pregunto.

—No sé —dice encogiéndose de hombros.

—Hace un mes y dos semanas atrás. Vinimos a este departamento y nos dejaste traumados con esa escena tuya con Sandra. —hago una mueca, al recordar ese día. Era como ver una escena en vivo de porno.

—No es lo que parece —se apresura a decir— ese día pasaron muchas cosas.

—Algún día tendrás que decirle lo que paso. —respondo con simpleza.

—De que me serviría, si ella está contigo. —su mirada se pierde en un punto fijo.

—Yo la amo y tú lo sabes —pronuncio esas palabras en voz alta y siento mi corazón latir más rápido.

—Yo también la quiero, pero ahora todo se complicó.

—¿Por qué lo dices? ¿Por qué es mi novia? —pregunto mirándolo fijamente.

—Sí, pero no, me refiero a que ese día. Sandra me trajo unos pastelitos y me los comí, estaba drogado. —las ganas de reírme en su cara son grandes— tenía marihuana o algo así, estuve con ella y después me dio una noticia y no supe cómo reaccionar, tampoco sabía cómo ver a los ojos a Saday.

—Ella todavía tiene sentimientos encontrados contigo, yo lo sé. —hablo con un mal sabor.

—Puede que sea verdad, pero lo que ella siente por ti es más fuerte, es amor y estoy seguro de ello.

—No sé, entre los sentimientos encontrados que tiene hacia ti, lo que acaba de descubrir de mí, no sé como seguirá esta historia. —me frustra pensar en que podría terminar esto.

—Eres muy ciego si no lo ves.

—Puede ser. ¿Pero ver qué? —pregunto sin comprender.

—Lo mucho que ella te quiere, dale unos días, pero no te des por vencido.

—Nunca quise nada serio o a largo plazo con ningún. Con... ella todo es diferente y mi futuro lo veo a su lado. —el cansancio de esta semana se hace presente en mi cuerpo.

—Mi hermano está enamorado, muy bien —dice dándome una palmada en la espalda— el pequeño detalle son tus padres.

Ambos suspiramos y en algo tiene razón, si logro explicarle lo que verdaderamente ocurrió a Saday. Mis padres son otro obstáculo y mayor. Él puede decir lo que quiera o crea, pero considero que ella siente algo por él, también. ¿Estará confundida?, me siento perdido como un barco a la deriva en el mar, sin saber qué hacer o qué camino tomar...

Saday

¿Acaso le puedo abrir la puerta y saldrá? El amor será lo suficientemente fuerte para poder romper mis dudas o perderá esta batalla interna que se está desencadenando en mi interior. Mis noches se han vuelto sombrías, llenas de soledad, donde mis pensamientos me traicionan y mis emociones se han tornado del color de la sangre, al igual que mis lágrimas. Todo en mí está a flor de piel, mis ojos se hinchan de tanto llorar tiñéndose de rojo carmesí.

La música del piano de Asher, ha sido mi compañero nocturno. Las estrellas no tienen el mismo esplendor y se han ocultado. La luna ha llorado al contemplar la miseria que siente mi alma. Mi corazón se estremece, mis lágrimas brotan, pero mi voz se quedó atrapada en mi garganta y no puede salir. No hay tregua en mis emociones, pero el cansancio por fin me gana y caigo dormida en los brazos de Morfeo.

Dé día mi corazón se aflige, pero en las noches las pesadillas atacan, son tan vividas, que a veces tengo miedo de que estén ocurriendo y no percatarme del no tener salida. Escapatoria y ser consumida por el fuego que brota a través de ella, mi madre.

Salgo del trance en el que mi mente se encuentra. Estoy en pijama y es de noche, según mi reloj son las 9:00 pm, salgo de la habitación dirigiéndome al piano. Me siento, escucho unos pasos aproximarse.

—Sin poder dormir. —Asher me pregunta, pero se escucha más como una afirmación.

—Es complicado. —le respondo.

—Si quieres saber el otro lado de la historia, ve.

—No sé, no me siento lista. —me sincero.

Saber algo, es poder dar razón de ello ante los demás.

—Eso es de algún filósofo ¿O algo así? —respondo mirándolo.

—Sabes que es cierto. —me responde riéndose.

—Buen punto, pero voy y ... ¿Qué le digo?

—Está arreglado, Sandler te va a llevar. Sabrás qué decir.

—¿Seguro? —pregunto con duda.

—¿Vas a ir así? —me cambia el tema.

—¿Qué tiene? —hago un puchero, cansada por no poder dormir.

—Es un pijama de ositos cariñositos y la camisa es de tiritas —me recuerda él.

—No importa, va a ser rápido. —le restó importancia.

—Sí, seguro. —me responde riéndose, de nuevo.

La mente humana, es sumamente extraña, pero ¿Por qué? Esa es la pregunta más difícil de responder. Es un campo de batalla donde te vuelves tu aliado y a la vez tu propio enemigo. La duda corroe por dentro dejándote en un limbo existencial. En el cual la única respuesta que encuentras es... duda, ya que nada, ni nada puede hacerte creer algo en lo que no confías. ¿En qué no confías? Es la pregunta que más temor puede llegar a causar. Pero ¿Cómo puedo explicar el hecho de que no confió en mí?

Abro mis ojos nuevamente, estamos a una habitación que asumo es de él. Todo lo tiene ordenado, su cama es más grande que la mía. Las paredes son de color cielo, el techo está lleno de dibujos de nubes y estrellas, que juraría que son reales. Me sienta en la cama, recostándome sobre su almohada.

—Quiero escuchar el otro lado de la historia y también quiero saber ¿Quién era esa mujer que salió de aquí? Dudo que sea tu madre, pero es la misma mujer con la que hablabas en el parque aquel día. —escupo las palabras, con toda la valentía que poseo.

—¿Cuál quieres saber primero? —me pregunta, pestañeando de forma coqueta, pero lejos de parecer sexi, se ve gracioso. Sacándome una sonrisa.

Logrando que olvidé lo que sentí hace unos momentos atrás.

—Uno ¿de qué te ríes? —trato de sonar seria, pero fallo—. Dos ¿ella por supuesto? A este punto puedo creer todo.

—No me río, dos yo te quiero a ti y solo a ti. —pronuncia con una ligera sonrisa que logra que mi corazón se vuelva loco— Ella es Lucia. La misma de la historia que escuchaste ese día, me vio y me saludo ya se graduó de publicidad. Eso fue todo lo que hablamos en el parque. Ella bueno consiguió mi dirección. Llego. Me platico de su vida y me invitó a tomar una copa, pero le dije que no, que yo tengo pareja y estoy feliz con ella.

—Si aja —las palabras salen antes de que lo considere.

—¿Ya no me crees? ¿No confías en mí? —pronuncia acariciando mi mejilla.

—Solo me cuesta creer, cuéntame tu historia —respondo apartándome de él.

Se aparta de mí, dejando una distancia prudente entre nosotros.

—Sí era un desastre, no lo puedo negar y todo lo que dijeron de mí es cierto, pero después ella me busco y se metió en mi cama, cuando supe que estaba embarazada la busqué para decirle que la iba a apoyar en la decisión que tomará, pero cuando la encontré ya ella había abortado y se fue. No la volví a ver, hasta aquel día en el parque. —pronuncia de forma rápida, como si le quemara pronunciar aquellas palabras.

—¿Eso es todo? —pregunto algo sorprendida.

—Si, ¿Esperabas más? —responde mirándome con una ceja arqueada.

—No sé —por primera vez desde que llegué siento el cansancio de la noche.

—Creíste que era un playboy sin sentimientos —sus palabras salen con... decepción.

—No he dicho eso, solo que me cuesta creer que ¿Cómo no te enamoraste de una mujer así? Tan curvilínea y con aire de "perfecto", claro, peli teñida, por qué ese castaño rojizo no es natural. Pero ¿Qué tengo yo que no tiene ella? —la última pregunta abandona mi boca.

—No la amo, no me importa la cantidad de pecho y nalga que tenga, o si su "aire es de perfección". Quiero a alguien en mi vida que se preocupe por mí, porque este bien, que sea feliz. No necesito a alguien que solo le interese la cantidad de ceros en mi cuenta bancaria. —sus palabras me toman por sorpresa.

No sé qué decir.

—¿Sabes por qué me gusta que seas mi novia? —me pregunta.

—Porque soy chiquita.

—No —niega con la cabeza.

—Porque cuento buenos chistes.

—No —niega riéndose.

—Porque eres todo lo contrario a mí, eres feliz con pequeñas cosas, me haces sentir algo que nadie había logrado antes. Me enseñas muchas cosas a diario. Me siento especial a tu lado. Además de que eres la única que nunca le ha conquistado mi cuenta bancaria. Porque me enamore de ti, sin planearlo, ni meditarlo, no lo hiciste a propósito, pero eso hiciste. Me he enamorado de tu esencia, de tu personalidad tan indescifrable, de cada una de tus cicatrices y de tus defectos. Eres perfecta tal y como eres, perfectamente imperfecta.

Sus palabras caen en mí provocando temor, de no ser lo suficiente para él. De que un día se despierte, se dé cuenta del desastre que soy y se vaya. No respondo solo me acerco a él apercollándome a su torso. Sus brazos me envuelven transmitiéndome seguridad, esa de la que yo carezco. Se recuesta en la cama y yo vuelvo a caer con él.

Me acurruco en su pecho, sintiendo sus caricias esparcirse por mi cabello y espalda, mientras él tararea una canción. Acción que me saca una sonrisa. El cansancio termina de pasarme factura, mis parpados pesan. Lo último que escucho es un "Te amo".




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro