Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 21

"Amo cada una de tus cicatrices"

Saday.

Existe un momento decisivo en nuestras vidas, donde tenemos que elegir como procedemos. ¿Nos rendimos? O ¿Batallamos? Al final, es nuestra decisión, la vida cambia, pero cada noche me despierto con pesadillas donde mi madre vuelve por mí y terminando con lo un día empezó.

Asher se ha convertido en mi amigo, pero también en una figura paterna y se lo agradezco.

Ha transcurrido un mes, donde he conocido más sobre la infancia de Asher y me contó parte de su historia, su pasado. Me hizo entender que él me entiende mejor. No me juzga a lo contrario me cuida, me conmueve y enternece el corazón el saber su historia, también me contó un poco de como conoció a Valentina. Fue lindo o eso creo. Lo que ellos me han dicho es que han proseguido mucho con el juicio por mi custodia, es más creen que llevan la delantera y falta poco para ser una Miller.

Duncan no he sabido mucho, mejor dicho, nada. Sandra es menos odiosa.

Luke ha estado muy presente, todavía no me ha pedido ser su pareja. No sé si esperar a que ocurra o preguntarle, fuera de eso todo ha sido mucho mejor y me siento mejor solo que a veces estoy cansada y con mucho sueño, pero según mis doctores se debe a que tengo "anemia" y otras cosas más que están tratando. Salgo de mis pensamientos al sentir algo que me camina por mi espalda, me volteo y me encuentro con Luke.

—Tengo que decirte algo, pero no va a ser en este momento.

—¿Y por qué no?

—Me tengo que ir —dice y me da beso en el cachete.

—Está bien. —le respondo y giro mi rostro hacia el otro lado.

—No te enojes, más tarde te lo explico.

No le respondo con palabras, solo con un suspiro y cierro mis ojos. Pero empiezo a sentir unos besos esparcirse por mi rostro. No sedo. Sigo con los ojos cerrados. Sin embargo, los besos se detienen, siendo reemplazados por un camino que traza por mi cuello. Que termina con un susurro al oído "abre los ojos" y lo hago.

—A las 7:00 pm te paso a recoger. —dice Luke.

—¿A dónde vas a ir? —pregunto con intriga.

—Vamos —me corrige— pronto lo sabrás.

Se acerca lentamente a mi rostro, y me dice "todo tiene su tiempo", pero su voz se escuchaba ronca, agitada estaba a unos centímetros de unir nuestros labios. Giro mi rostro y él termina besando mi cabello, no le respondo nada, él se separa de mí. Se va, lo hace sin decir nada, no estoy molesta solo quiero saber que ocurre, lleva algunos días actuando de una forma muy rara. Estoy consciente de que estuvo mal lo que hice, más no lo puedo evitar solo me salió.

Gran parte de mi día lo, pase repitiendo aquella escena, pensando en lo ocurrido, ¿estuvo mal lo que hice?, quiero respuestas y una parte de mí esta consiente de que todo tiene repercusiones. Sé que él es comprensivo o eso espero, tengo miedo que un día él se canse de mí y mis niñerías.

No tengo apetito, pero fue hasta las 4:00 pm que escuche la puerta abrirse y decido bajar, esperando que sea Asher. Me gusta hablar con él, siento que puedo ser sincera sin miedo a su reacción.

Me acerco a la cocina, pero no lo veo, lo sigo buscando por diferentes lugares. Solo dejo de buscarlo, me siento a descansar en un sillón. Mientras mi mente se pierde, pero reacciono cuando a alguien se sienta a mi lado.

—Hola, pequeña. —dice mirándome con una sonrisa.

—Hola.

—Bendito sea el hombre que llega sin malas intenciones. Con sinceridad a la vida de una mujer, aquel que le brinda seguridad y la hace sentir hermosa, sexy, inteligente. Aquel que la hace su cómplice de locuras, pero sobre todo la hace sentir amada, respetada y amada. Bendito sea ese hombre que le brinda más cariñoso que problemas, él que se gana a pulso su confianza y es capaz de ayudarle a restaurar sus heridas. Aquel que no llega con mentiras, ni traiciones, el que aún sabe ser un caballero.

<<El que tiene claro que el romanticismo no pasa de moda. El que no llega a hacer llorar a lo contrario el que ayuda a limpiar sus lágrimas, El que sabe que su relación es una prioridad y por ende la resguarda como un tesoro. Ese varón maduro que no necesita andar conquistando cientos de mujeres para disfrazar su baja autoestima, porque sabe que es un verdadero hombre.

<<Es capaz de convertir a su pareja en su amiga, en su amante y su mujer.
Aquel que puede ser tan perverso como tierno, tan apasionado como cursi. Tan loco como cuerdo. Bendito ese hombre y bendita la mujer que lo valore.
Y lo corresponda de la misma manera.

—En esta vida no te conformes con cualquiera, llegará un momento que, sin esperarlo, llegará a ti una persona que con solo escuchar su nombre o ver su foto tu corazón se estremecerá con gran ímpetu. —vuelve a hablar, dejándome a mí sin habla.

—¿Y cómo sabré que es esa persona? ¿Cómo no lo confundiré con una taquicardia? O un infarto al miocardio —Entonces él levantó la vista hacia mí y broto de él una risa genuina.

—Lo sabrás diferenciar, te sentirás diferente, ahora ve a buscar a Valentina.

No puedo jactarme de decir que tengo una relación magnifica con ella, muchas veces la he captado mintiéndome a mí y Asher. Pero ¿Quién soy yo para confrontarla? Sin embargo, no nos llevamos tan mal.

—Ok, pero ¿Por qué me dice todo eso? —pregunto con duda.

—Estas en una edad donde ya deberías saber diferenciar ciertas cosas, solo me nació decírtelo. Eres muy inteligente y has tenido que madurar antes de tiempo, pero todavía no has aprendido algunas cosas. —expresa con simpleza.

Me quedo, analizando lo ocurrido. Me da un tierno beso en la cabeza y se va. Me levanto sin mucho ánimo y me dirijo hasta mi habitación. Al llegar me encuentro a Valentina. Ella está sentada en mi cama, con dos cajetas en forma de regalo.

—Ven, escoge el que más te guste. —habla con... cariño.

—Que tienen adentro. —pregunto sentándome a su lado.

—Son vestidos —dice con simpleza.

—Pero ya tengo vestidos. —hablo en un susurro.

—Pero este es para una ocasión especial —dicta con una sonrisa, pero me cuesta creerle.

Sin medir nada más agarro una de las cajas y desahogo el lazo. Quito la tapa que cubre la caja. Encontrándome con un lindo vestido de tiras, con un escote en forma de v. lo que a mí concierne muy pronunciado, abajo es de encaje muy lindo, la parte inferior llevaba ruedos, es completamente blanco con flores rojas. Lo dejo sobre la cama. Abro la segunda caja.

El otro vestido es completamente blanco, también tiene ruedos y encaje, es escotado y sus mangas caen un poco más abajo de los hombros.

—¿Cuál te gusta más? ¿Con cuál te sientes más cómoda? —dice ella con diversión.

—No lo ¿Cuál le gusta a usted? —me siento indecisa.

—Ambos, mejor pruébatelos y con el que te sientas más cómoda ese será. —pronuncia ella.

Tome su consejo y lo hice, escojo uno el que era completamente blanco, no es que el otro fuera menos lindo. Simplemente que con ese me siento más cómoda, no lo sé. Sigo con el vestido puesto, cuando Valentina.

—Te voy a arreglar y estarás lista.

—¿Lista para qué? —todos dicen cosas que me dejan en la nebulosa.

—Muy pronto lo sabrás. —dice con una mirada cómplice.

¿A dónde voy? No tengo la menor idea, pero deduzco que es a un lugar importante. Me hizo un maquillaje sencillo pero muy lindo. En mi cabello me hizo un semi recogido, me puse un collar que adornaba mi cuello. Me conduce hasta la puerta de la casa.

—Diviértete.

—Pero siempre siendo precavida, tienes hasta media noche —pronuncia Asher serio.

—¿Qué? —estoy completamente en la nebulosa, no sé a qué se refieren.

—Se lo decía a él —dicta señalando a la puerta.

Me giro sobre mis talones quedando frente a Luke, esta elegante lleva un suéter blanco con un saco de color rojizo, unos zapatos blancos y unos pantalones del mismo color, no soy buena en marcas. Él se acerca a mí.

—Te ves hermosa —por más que esté molesta con él, todo lo que dice tiene un efecto impresionante sobre mí—, aunque siempre te ves así, solo que hoy te ves aún más hermosa.

gnoro sus palabras y llego a la puerta del carro, la abro, entro. Cierro, no volteo a verlo cuando entra, pero percibo su tristeza. No me gusta es hacer sentir mal a los demás.

—Lo siento —digo mirando por la ventana.

—¿Por qué lo dice? —pregunta confundido.

—Estoy molesta, eso es todo —le resto importancia.

—Sí es por mí, muy pronto entenderás mejor todo y dejarás de hacerte ideas locas. —se orilla y me tiende una badana.

—¿Para qué es esto?

—Tendrás que confiar en mí —dicta colocando la badana sobre mis ojos.

Sujeta mi mano, acción que desencadena en mi cuerpo un hormigueo seguido de una pequeña electricidad, que me recorre. Besa el dorso de mi mano, la sujeta colocando nuestras manos en la palanca.

Él no lo sabe, pero eso me recuerda a Duncan y me causa cierta nostalgia recordar todo, lo que fue y lo que no. Mi respiración se empieza a volver más agitada, las palabras de mi madre llegaron a mi mente "Nadie te va a querer" "Nadie te va a amar" "¿Crees que verdaderamente te quieren?". "Solo eres una muestra de caridad al resto del mundo" sin querer lágrimas traicioneras se deslizan por mis mejillas.

Luke detiene el carro, escucho una puerta abrirse así que asumo es él. Otra puerta vuelve a abrirse, pero en esta ocasión es la mía, siento unos brazos agarrándome y sacándome del asiento del carro mientras me deposita delicadamente en el suelo. Me quito la venda de los ojos. Se sienta a mi lado En un completo silencio.

Por primera vez en mucho tiene necesitaba sentirme segura, pero la única forma de lograr sentirme así, es entre los brazos de él. Sin pensarlo dos veces me siento de lado sobre sus piernas, reacciona al instante. Me atrae abrazándome, deposito mi cabeza.

—Lo siento —hablo entre susurros.

—No tienes por qué disculparte —dicta sujetando mi rostro entre sus manos y con suma delicadeza besa los lugares por donde pasaron las lágrimas.

—Vamos, me trajiste aquí por un motivo.

Me levanto de sus piernas. No le puedo decir a él que me recordó a Duncan, estaría mal. No siento nada por Duncan, solo me entristece el no tenerlo como amigo, no tenerlo cerca.

—Hice algo que te recordó a Duncan. —pregunta inocentemente.

Me detengo de golpe al escuchar sus palabras.

—Lo note cuando sujete tu mano y la puse en la palanca de cambio, entenderé si quieres irte —pronuncia desanimado, causando más culpa den mi interior.

<<Soy muy rara. Talvez mi madre tenga razón>>

—Lo siento por arruinar lo que sea que tenías preparado, no fue mi intensión. —respondo buscando su mirada— es más no me hagas caso, debe ser (SPM).

—Síndrome Pre Menstrual —lo dice con tanta naturalidad.

—Como sabes que significan esas siglas —respondo con asombro.

—Me gusta la ciencia, antes leía muchos libros de medicina —eso explica ciertas cosas.

—Eres como una cajita de pandora —respondo con una sonrisa.

Seguimos caminando hasta que me detengo de golpe al llegar a un arco lleno de luces navideñas. Sigo y en cada paso que doy me asombro más. Hay una mesa muy linda, pero arriba de ella hay una carpa que se nota transparente que está llena de luces navideñas, no quiero desmayarme de tanta emoción. Me giro encontrando de rodillas.

—Entraste en mi mundo como un huracán. Despertando cosas que creía muertas. Rezo cada noche para que lo que siento. Sentimos —se corrige — sea eterno. —pronuncia y siento mi corazón latir a mil— Amo cada una de tus imperfecciones. Ante mis ojos ellas te hacen aún más perfecta. Amo cada de una de tus cicatrices. No me alcanzan, es más creo que tendría que inventarlas y aun de esta forma no sería suficiente.

<<Pero en esta bella noche acompañada de la fría brisa, una hermosa cena, luces por doquier y junto a la mujer más hermosa que conozco, de sentimientos y en todos los aspectos. Te pregunto ¿quieres ser mi novia? —saca una cajita, la abre y me enseña una hermosa pulsera, con un infinito y perlitas blancas, es completamente dorado, por detrás tiene algo inscrito y dice "you are my star".

<<Sabes por qué le grabé eso, te lo diré. La luna siempre está cerca de las estrellas, no te puedo prometer que no lloraras, que todo será color de rosa, pero lo que si te puedo prometer es que voy a estar para ti, te voy a amar, a cuidarte y valorarte en cada uno de mis respiros. Entenderé si lo que te ofrezco y lo que soy no es suficiente para ti. —pronuncia lo último con una sonrisa triste.

—Lo esencial es invisible ante los ojos. —respondo.

—El Principito. —pronuncia él, con una sonrisa.

—Exacto, lo que te hace diferente o especial al resto, es el tiempo que le dedicas, la pasión con lo que lo haces. Gracias a eso me has vuelto especial y mucho. —respondo al borde del llanto.

Me acerco y me agacho a su altura, tomo su rostro entre mis manos. Le acaricio cada facción de su rostro, busco su mirada y la encuentro, me acerco más y le susurro.

—Te amo, te quedaste cuando nadie daba ni medio centavo por mí, creíste en mí cuando no sabía como seguir, viste mi pasado y no te asustaste, no sé si algún día despertare de este sueño tan irreal y te querrás ir, pero gracias por llegar. —terminó con una sonrisa melancólica.

Luke.

Si ella supiera que tengo mil fantasías con ella, pero la más grande es despertar a su lado, poder decir que mi amada es mía y yo soy suyo. Al igual que ella yo tengo un pasado, uno en el que me arrepiento de muchas decisiones. Tengo miedo de que ella lo sepa y se vaya, pero ocultárselo tampoco es bueno, tengo que buscar el momento indicado. Pero todo me desconcierta.

Sus labios, sus jodidos y tan maravillosos labios, producen de todo en mí. Mis dedos traviesos rozaban sus labios rosados, carnosos. Abre ligeramente su boca soltando un pequeño suspiro, el mismo que me había hecho soltar a mí. Sus ojos se cierran, entregándose completamente a mis manos. El roce de nuestros labios producía electricidad. Mis labios ya ansían los de ella y se unen completamente, con cada movimiento ella se acopla a los míos, tan suaves, tan hermosos. Transmiten todo lo que necesito, ella me motiva a ser valiente, decidido, perseverar.

Coloco mis manos en su cintura alzándola y depositándola a horcajadas sobre mis piernas. El beso se va volviendo más intenso. Pero ella se separa de mí jadeando y sacando de mí un gemido de queja. Solo ríe.

—¿Y me vas a poner la pulsera? —pregunta aun jadeando.

Salgo del trance y se la coloco en la muñeca izquierda.

—¿Vamos a cenar? —dice ella con una sonrisa.

—No sé tú, pero yo estoy cómodo —respondo levantando las cejas.

—Quien iba a decir que el Sr. Luke era tan pervertido como dulce, hasta pareces medio playboy.

Con eso último medito, que tengo que contarle varias cosas. Pero sus manos juegan con mi cabello.

—Te amo, nada de lo que digas me hará cambiar de opinión, si te enfocas mucho en el pasado, te perderás el presente. —dice ella y tiene razón.

Para ser tan inocente y tierno, siempre tenía razón. Más que nunca la necesitaba conmigo. Me acerco y vuelvo a unir nuestros labios.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro