Capítulo 18
"No sé qué sentir. No sé qué pensar. Lo único que siento es un gran vacío ¡aquí en el corazón!"
I. K. R. H.
Saday.
Hace unos años, comprendí que nadie me puede ayudar, no hay escapatoria de este infierno y que probablemente la única salida es la muerte.
Nunca he sido suicida, ni por tantos problemas que fuera tenido, nunca me he cortado porque lo único que lograría seria recordar a mi madre y eso sería para mí, mucho peor.
No voy a mentir la idea de un "accidente" nunca se ha visto tan mal en mi mente antes no he tenía ningún motivo, ni razón, lo suficientemente válido para poder seguir. La señora Gladys ha sido una parte fundamental en mi vida, pero desde que llegué a la casa de los Miller me sentí diferente, no he tenido ese tipo de pensamiento.
Salgo de mis pensamientos al escuchar la voz Luke.
-Estabas sumida en tus pensamientos -más que una pregunta, me dice.
-Si un poco. -admito avergonzada.
-¿Te llevo con Duncan? -pregunta Luke.
-Si -por más raro, que parezca o suene siento como Luke supiera que pienso, como me siento y solo habla por Afirmar lo que ya sabe.
Nos subimos a su carro y en el transcurso mi mente volvió a divagar, más que eso. Fueron recuerdos, esos recuerdos que intentas olvidar, pero no puedes.
Muchos quisieron ayudarme, muchos dijeron yo, pero a la hora de la verdad.
Todo fue mentira y más que nada palabras vacías, ese día en que los oficiales me llevaron a la casa hogar, fue una de mis peores noches.
Había caído la penumbra de la noche. me había dirigido a la cocina por un vaso de agua, cuando escuchó una voz, me giro y ahí estaba de uno de los guardianes de esta casa.
"Nada de eso es cierto, todo lo inventaste con el fin de asustar a tu madre" decía mientras se acercaba.
Una extraña sensación recorrió mi espina dorsal, algo Iba a pasar y eso me daba miedo.
"No entiendo, ¿qué quiere decir?" respondo lo último casi cancaneando.
"Eso es lo que vas a decir mañana" se detiene a unos cuantos metros de mí.
"¿Y si no quiero? ", hable muy pronto, ya que en un movimiento rápido me agarró por las caderas y me da la vuelta, haciendo que yo quedara recostada encima de la mesa, me intentaba empujar, pero me resistí lo más que pude.
Pensé esto no puede empeorar hasta que escucho y siento como me abre la pretina del pantalón y procede a bajarlos, después vuelvo a escuchar cómo se baja los de él. Pero algo pasa y se detiene y me dice:
"Eso es lo que dirás mañana" dice mientras me tocaba por encima de la ropa interior.
"Si, eso voy a decir" yo estaba al borde de un colapso nervioso.
"Más te vale, si vuelvo a saber que acusaste a tu madre, no voy a ser piadoso y voy a terminar lo que empecé y sin compasión".
Lo único que pude responder con un movimiento de cabeza, me soltó y como pude me arreglé rápidamente la ropa, con mis manos temblorosas. De repente vuelvo a escuchar su voz.
"Si le dices a alguien de esto, no solo se va a volver feo, sino que voy a decir que te me tiraste encima y que eres una ofrecida, una fácil, una zorra.
Eso mismo fue lo que dije, al pie de la letra. Salgo de mis pensamientos al momento de que Luke estaciona el carro. Le pido que me acompañe, ambos caminamos en silencio.
Hasta que llegamos a la puerta del apartamento de Duncan y me percató de que la puerta principal está abierta, ambos pasamos hasta la entrada de la habitación principal y una parte de mí, no se sorprendió, pero otra parte de mí si le dolió.
Duncan está con Sandra. La tiene cargada en peso, recostándola sobre la pared. Se besaban como si no existiera un mañana. Algo dentro de mí se quiebra. Me siento tan concentrado, que la mano de Luke sobre mi hombro. Me regresa a la realidad. Levanto mi vista hasta donde se encuentra Luke y está perplejo hasta creería que más que yo. Sus ojos tienen un destello de tristeza o quizás decepción.
No hubo necesidad de palabras, un suspiro brotó de sus labios. Comenzamos a caminar de regreso al carro, mientras Luke camina detrás de mí. Estábamos de más en aquel apartamento. No quiero escuchar ninguna excusa, a pesar de que no me debe nada. Solo quiero estar sola y meditar un poco en todo lo que ha ocurrido en este día. ¡Este maldito y jodido día!
Eso que apenas comienza este día, son las 2:00 pm ¡qué más podría ocurrir hoy!, llegue hasta el carro y me subí, iba a cerrar la puerta, pero Luke detuvo la puerta en el último momento.
Termino de abrir la puerta, me observa detenidamente se aproxima aún más y me jala para quedar abrazándolo entre sus brazos, emanaba un calor que me tranquilizaba y le digo.
-Yo estoy bien -respondo en afirmación.
-Seguro yo soy un príncipe perdido que va a reclamar su corona -me responde sarcástico.
-No me crees -respondo mirándolo y apartándome un poco.
-De ahora en adelante llámame príncipe Luke -dice riéndose.
Me quedo observando y él se ríe. Él coloca sus manos a cada lado de mi cara y me aprieta los cachetes suavemente. Se inclina ligeramente y me da un beso en la frente y me dice. Ríe.
El segundo en la nariz: sonríe un poco.
El tercero en el cachete izquierdo: te va a salir una arruga en esa frente.
El cuarto en el otro cachete: por fin empiezas a reír.
Pensé que el cuarto era el último, pero se vuelve a inclinar y me besa, sus labios son suaves, es algo tierno. No sé que hacer es la primera vez que me besaban. Así que procedo con timidez. Él lo noto, ya que sus labios empezaron a acariciar los míos, sus manos descendieron por mi cuello y como si necesitará más, se apoya contra mí y me besa con ansias.
Tardó un tiempo en descubrir que estoy devolviéndole el beso con las mismas ansias. Le muerdo ligeramente el labio, me mira a los ojos y siento un pequeño hormigueo recorrer mi cuerpo. Respiro con dificultad debido a la intensidad del beso, cómo fue subiendo de algo tierno, a uno con ansias.
Como si deseara que fuera eterno. Vuelvo a sentir el roce de sus labios sobre los míos, otro hormigueo recorre ahora mis labios, en ese preciso instante pongo mis manos en su cuello y lo jalo hacia mí volviendo a unir nuestros labios y por fin calmé aquel hormigueo insistente.
Me volví a separar de él, por falta de aire, sentía como la temperatura de mi cuerpo había aumentado y podía sentir la de él, sus cachetes estaban colorados. El depósito su frente contra la mía, mientras nuestras respiraciones, que parecían jadeos se normalizan o por lo menos se volvía más normal.
-No voy a disculparme, deseaba sentir tus labios hace ya un tiempo -dice con los ojos cerrados-, pero lamento que no ha sido suficientemente especial o en el momento correcto. Pero no me arrepiento de nada en lo absoluto. ¿No tienes que decir?
Con eso, él me da un último corto beso en los labios y se separa de mí y se sube al asiento del piloto y arranca. El trayecto transcurrió en silencio, pero no era incómodo, era placentero. Nunca había pasado por mi mente como sería mi primer beso o si ocurriría, talvez no pensé que fuera con Luke, pero si me hizo sentir muchas cosas.
Con solo recordarlo hace que se me eriza la piel, pero me sentí bien más que nada. Hasta quisiera volver a repetirlo, volver a hacerlo. Estaba tan sumida en mis pensamientos, que no me percate de que habíamos llegado, me desabroche el cinturón, me gire y le digo:
-Gracias por traerme.
-De nada, adiós -dice extendiendo los brazos en forma de un abrazo.
Me acerco y lo abrazo. De un momento a otro, poner sus brazos por mis piernas me levanta y me deposita en sus piernas, quedando yo a horcajadas. Me da un beso en la frente. Me acerco más a él y paso mi mano por su nuca, logrando que se estremezca. Me acerco hasta que solo quedaron unos centímetros para que nuestros labios se rocen, le sonrió. Me voy alejando dejándolo con las ansias.
Pero él coloca sus manos en mi cuello y me jala hacia él. Uniéndonos en un beso tierno, lleno de emociones que hacen que mi corazón se estremezca. Me separo de él, ya tengo que irme. Podría hasta jurar que mis pupilas se dilataron. Me estiró hasta alcanzar la manigueta del carro, y salgo.
Él me quedo observando, se despide con un movimiento de mano. Permanezco observándolo hasta que va. Comienzo sentir que algo no está bien, el aire lo siento denso. Me recuerda a cuando estaba por entrar a la casa de mi madre. Agarro mi teléfono celular y marcó a Asher que al instante me contesta:
-Asher, disculpa que lo interrumpa, pero quiero saber si podría venir a la casa. De preferencia ya.
-Sí, está bien, pero ¿Qué ocurre? -noto la preocupación en su voz.
-No lo sé -el miedo se adueña de mi voz- solo ven ya, por favor.
-Está bien, déjame terminar algo y ya voy.
Me aproximo a la puerta. La abro y todo está en silencio. Sigo hasta llegar a la sala y es cuando veo a Valentina amarrada a una silla. Sus manos están atadas al igual que sus piernas. Esta inconsciente. Me acerco apresuradamente a ella para desatarla.
-Vete -pronuncia con un hilo de voz.
Pero es muy tarde alguien me sujeta por atrás. Mientras que otra persona me coloca un pañuelo en la nariz. Supongo que quiere dejarme inconsciente. Sin embargo, yo soy más lista. Simulo que me desmayo. Puedo sentir como me agarraban por las muñecas y las piernas. Cuando ya no escucho más ruidos me levanto como puedo, ya que estoy en el suelo.
Pero como su mi mala suerte está más presente que nunca. Alguien coloca sus manos en mi hombro, me empuja y hace que caiga de rodillas. El hombre empieza a hablar.
-Pensaste que sería tan fácil escapar -dice proporcionando un ligero apretón en mi hombro- tienes que pagar por tus faltas, pequeño bicho.
Con eso último el miedo creció dentro de mí, la única persona que me dice de esa forma es Susan mi madre. Solo ella conoce esa jodida expresión.
-¿Qué quieren? -pregunto en un susurro.
-A ti, pequeña -dice parándose enfrente de mí- quiero que llegue el Sr. Miller
-Ok. Pero tienes que dejar ir a Valentina, Joe y Asher.
-No te preocupes ellos van a salir, - noto la diversión en su voz- pero antes vamos a estar todos juntos y tú te vas a comportar o vas a ver las consecuencias.
Como si todo estuviera en mi contra y fríamente calculado. Entra Asher con otro hombre. Él entra amarrado por las muñecas. Al ver a Valentina esa posición la preocupación se hace notoria en su rostro. Lo único que pude decir.
-Lo siento -hablo arrepentida.
-Que empiece el show, pónganse cómodos, hoy van a conocer los secretos de esta pequeña y un poco más de su pasado.
Todo se va a saber. Si hacía o decía algo yo voy a pagar las consecuencias o tal vez ellos, y no puedo permitirme eso
-Miren hacia el televisor, van a ver un video muy interesante, donde van a entender mejor. -dice el encapuchado.
Gire mi rostro y a mi izquierda estaban ambos conscientes y viendo aquella pantalla. Me volví sorda. Mientras me dejo manejar al antojo de aquellos hombres. Regreso a ser aquella persona sumisa que toda mi vida me han enseñado. Cuando el video termina. Levanto mi rostro y le pregunto a aquel hombre
-¿Ya terminó? -pregunto.
-No te he dado permiso de hablar, -bajo la mirada y su mano se alza, me va a golpear, pero otra persona aparece y yo reconozco esa voz.
-Déjala, no te he dado permiso de eso -y el hombre se aparta.
Él se acerca a mí y me dice.
-Hola, Saday, soy Tito
Me paralizo, es el mismo hombre con el que había salido mi madre, el hombre del paraguas.
-¿Cómo estás? -pregunta, pero no sé si es sarcasmo o de verdad quiere saber.
-Definamos ¿Qué es estar bien?, no es más que una simple pregunta de cortesía, que hacemos para llevar una conversación. Pero en realidad a nadie le importa la verdad -termino con un suspiro de cansancio.
-Pues a mí sí me importa, yo siempre estuve cerca de ti, desde hace cuatro años siempre estuve cuidándote. -dice ganando mi atención.
-Sí, que buen trabajo has hecho ¿Dónde estabas cuando me ocurrió lo del orfanato? Lo de mis heridas ¡¿Dónde estabas?! -le reclamo.
-En ese momento no pude hacer nada. Además, aquel hombre del orfanato ya tuvo su merecido y si antes no lo Hice bien, hoy sí. Estas con los Miller. Sé que te sientes bien y hasta segura, pero era necesario que supieran la verdad de lo que has pasado. -pronuncia en voz baja-. Me agrada ese tal Luke, se ve que es buen chico y creo que tiene buenas intenciones es honesto, sé reconocer a los que no lo son. Bueno me voy- déjenlos ir a todos -dijo y se fue.
-Pueden irse -y desató a Valentina, Asher y Joe.
-Saday, Titan dijo que nos podíamos ir todos -Le reclama Asher.
-Pero él no está aquí, pero yo sí y se hace lo que yo digo.
Me sujeta por el cabello, logrando que grite por la fuerza que está ejerciendo. Empieza a jalarme a un cuarto. Intenta meterse el Sr. Miller. Pero se lo impiden, me lleva arrastrada. Siento como las lágrimas me traicionan. Hasta que me empuja al interior de un cuarto. Me siento desorientada, adolorida.
Quien iba a decir que este día comenzó mal, mejoro y ahora termina de esta forma. Intento concentrarme en encontrar una salida, pero todo está cerrado. Me sofoco al sentir un olor particular. ¿Gasolina? Cierro mis ojos y antes de empezar me doy por vencida. Me arrinconó en una esquina del cuarto. Imagino que todo esto es una mala pesadilla.
El lugar comienza a volverse caliente, abro mis ojos. Encontrándome que el fuego se esparce por doquier. El humo me impide respirar bien. Cierro mis ojos asumiendo que este es un final inesperado.
Pero necesario. A mi mente vienen recuerdos de mi padre, no estoy segura si es eso o mi propia mente lo imagina. Ya no importa. Poco a poco el sueño se apodera de mí.
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