Capítulo 12
Se que esto se acabó y esto realmente nunca empezó, pero en mi corazón fue tan real.
Duncan.
¿Qué acaba de pasar? Esa pregunta se repite en mi cabeza, una y otra vez. Me gusto verla molesta, sin embargo, no debí compararla con Sandra. Pero la simple idea de que ella esté con el malnacido de Luke, logra sacar mi peor parte.
Ella se disculpó y tiene razón, el que no supiera cómo reaccionar son puntos aparte. Un movimiento en mi hombro me regresa a la realidad. Volteo a verlo y está la escoria.
—¿Por qué le hablas de esa forma? —me recrimina él.
—Yo la trato como se me venga en gana —espeto molesto—. Acaso ¿Herí tú sentimientos o los de tu novia?
—No es mi novia —responde molesto—, sin embargo, fue bajo lo que hiciste y por si fuera poco regresas con esa perra que solo te usa —dice señalando a Sandra, quien solo lo ignora.
—Cállate, tú no eres nadie para decirme que hacer y no que no hacer —espeto— ¿Acaso yo te digo que hacer con Saday?
—Ella es solo mi amiga —dice cruzándose de brazos—. Claro, por el momento.
—No mientas — dice señalándolo—, muy bien que estaban en el parque muy acaramelado —digo recordando que la fui a buscar a su casa y la encontré en el parque, con este idiota.
Este se ríe.
—¿Estás celoso? —me pregunta el descarado.
—¿Quién? ¿Yo? —me rio ante su estúpida pregunta.
—Ella estaba contándome una historia y en ese momento ella se puso a llorar, claro que después de lo que vi hoy. Era por ti idiota —espeta cansado.
Niego con la cabeza, voy a responderle, pero Sandra nos interrumpe.
—Van a querer ver esto —dice entregándonos la Tablet donde se muestra una noticia.
Noticia de Última hora.
"Nos encontramos en el lugar de los sucesos, el fuego que está atrás mío es el carro en llamas del Sr. Miller, pudimos saber un poco de lo que ocurrió gracias a una cámara que lo grabó todo.
No sabemos, solo pudimos observar el carro volcándose, a los minutos una joven que se encontraba adentro, salió del vehículo y poco después sacó al Sr. Miller y al guardaespaldas. Podríamos creer que aquí terminaría todo, pero no es así.
Ella volvió a entrar, mientras que un hombre con una máscara enganchaba el auto a otro, el carro aceleró y logró salir de él, a pocos metros de donde se encontraba la joven el carro explotó, los servicios de emergencias médicas llegaron y se llevaron a los otros dos. Sin embargo, le practicaron R. C. P.
Esta pequeña heroína estaba muerta y la reanimaron. Ella se encuentra en un estado crítico"
Comienzo a caminar hacia la puerta del elevador, sintiendo como Luke viene detrás de mí.
Asher
El cuerpo me duele y a cada movimiento que hago, siento como un ligero mareo se apodera de mi cuerpo. Miro a mi alrededor ¿Dónde estoy? Pero la pregunta es rápidamente contestada, cuando veo las máquinas. Y la intravenosa conectada a mi cuerpo.
A mi izquierda está una enfermera, toso y esta se gira.
—Despertó señor Miller ¿Cómo se siente? —me pregunta.
—Bien, algo adolorido, pero bien —respondo levemente mintiendo.
—Eso es bueno. —dice girándose para irse.
—Espere —la llamo, logrando que se detenga— ¿Cómo están ellos?
Esta suspira y solo se dice.
—El señor Sandler está bien, pero es necesario que use cuello ortopédico —me informa.
—¿Prynce? ¿Saday Prynce? —pregunto temiendo la respuesta.
—Ella... —se detiene—. En el momento en que los paramédicos llegaron, está sufrió Comotis mortis, sin embargo, sé salvo, ya que actuaron de forma rápida los paramédicos, pero llego en un estado crítico. Solo puedo decirle que las próximas horas serán críticas, ella tiene de un hilo —dice y sale del cuarto.
Logrando que algo se apodere de mi cuerpo, de mi pecho. La conmoción ¿Qué paso? ¿Cómo salimos del auto?
—Amor —grita Valentina aproximándose a donde estoy yo.
Volteo a verla, no lo puedo evitar querer llorar, está lo nota, pero no me pregunta. Asumo que ella también lo sabe.
Siempre supe que me causarías muchos problemas Saday y canas verdes, pero no esperaba saber que estas en un estado crítico.
—Quiero ir a verla —digo de inmediato.
—Es importante que descanses —responde ella.
—No me importa descansar —espeto— ella me salvo la vida, al igual que la de Sandler y ahora se encuentra luchando entre la vida y la muerte —termino de hablar y paso las manos por mi rostro.
¿Cómo lo supe? Yo no estaba completamente inconsciente, la escuchaba, cuando se movía, cuando lloraba. Aun sabiendo lo que ha vivido en su infancia o parte de ello, yo falle en protegerla. Falle en cuidarla y al final resulta que ella fue quien me protegió a mí.
Valentina asiente, no muy convencida, junto con una enfermera me llevan hasta su habitación. Donde se encuentra Luke y Duncan sentados. Le pido que me lleven a dentro y así lo hacen. Su rostro está pálido. Permanece conectada a diferentes máquinas. Me acerco a hablarle, pero su pulso decae rápidamente.
Los latidos de su corazón son cada vez más bajos. Las enfermeras entran corriendo y me sacan. Permaneciendo a lado de los muchachos. La tensión se percibe.
El miedo.
La impotencia.
En ese preciso instante entra la susodicha de la novia de Duncan.
—Amor vámonos —dice jalándolo, pero este la ignora.
—Vete, Sandra —pronuncia ignorándola.
—¿Por qué me tendría que ir? Si yo —dice haciendo énfasis en el yo— soy tu novia, no esa pueblerina que esta adentro.
Mi mente me traiciona y un inmenso deseo de callarla se apodera de mí, y por lo visto de los presentes en la sala.
—Cállate y lárgate —espeta furioso—, ella es mucho mejor persona que tú.
—¿Me estás terminando? —pronuncia con ira.
—Si, así mismo —pronuncia cruzándose de brazos—, la única que verdaderamente importa está dentro de ese cuarto. Solo fuiste un juguete y de paso necesitabas probar un poco de tu propia medicina.
Esto parece una telenovela latina.
Pero tiene razón, Saday tiene algo, no sé que es, pero te hace sentir bien desde el primer momento en que la conoces. A pesar de su timidez y miedos, ella es una excelente persona. Tiene sus problemas. Pero tiene más virtudes que defectos, en eso estoy claro.
—Ella nunca a ser igual a mí —termina furioso.
—Estoy de acuerdo con eso, ella es mejor —espeta Duncan.
Sandra se va enojada, claro prometiendo vengarse. Me rio y eso es suficientes para que ambos chicos noten mi presencia y se sientan apenados.
Una enfermera sale. Me mira directamente a mí y dice:
—Lamentablemente hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance, pero la paciente falleció.
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