The shadow appears and the first tear falls

° • ° • °

Una de las infinitas botellas que me rodean comienza a rodar cuando la pateo por casualidad, provocando que el sonido del vidrio resuene en la habitación vacía. Mierda. La cabeza me está matando y los ojos me duelen por haber estado hasta tan tarde creando la base de una melodía que nadie más va a escuchar.

Observo a mi alrededor y por un momento tengo la sensación de verte, pero no es así, simplemente son ideas de mi mente confusa por todo lo que bebí. ¿Dónde estarás?, ¿tendrás un buen hogar? Aunque me hayas dicho que soy un desinteresado de mierda, todavía puedo recordar la primera vez que nos vimos. Mi agente de bienes raíces de confianza no pudo asistir por el nacimiento de su hijo, y tú apareciste en su lugar.

¿Recordaras cuando te pregunté si conocías a bangtan? Me dijiste que sí sin darle más vueltas al asunto y yo de forma estúpida repliqué si sabías quién era yo, tu rostro fue de confusión por la situación y, en vez de responder a mi pregunta, decidiste darme un claro: estoy hablando con el señor Min Yoongi, Suga puede esperar. Aunque sabía que aquellos nombres pertenecían a un mismo ser, tiempo después tus palabras comenzaron a tomar más sentido. Sin embargo, también la duda de quién era yo, floreció con el pasar de las estaciones.

El tiempo transcurrió y nos volvimos a encontrar tres meses después. No creo en el amor a primera vista, pero cuando te vi por segunda vez dudé mucho respecto a mis creencias. Actuaste igual de profesional que la primera vez, incluso si el reconocido Suga estaba frente a ti, en una oficina solo los dos. Eso me gustó y tú también, por lo que no dudé en vernos dos meses más tarde, solo que esta vez no se trató solo de Suga y su agente de bienes raíces, sino de nuestros verdaderos yo.

Eventualmente nos fuimos acercando más hasta que empezamos una relación. Nadie más lo sabía, pero en ese entonces pensaba que estaba bien. Fue un error, un gran error.

Mi fama comenzó a aumentar más de un momento a otro y la distancia entre nosotros fue creciendo como la espuma de la cerveza que tomé hace dos noches. Fuiste alguien paciente, demasiado diría yo, pero no me di cuenta de ello por estar tan centrado en lo que me rodeaba y en mi trabajo. Las giras eran algo fundamental, tanto que se me olvidaba decirte cuándo comenzaban, solo si veías las noticias te informabas de dónde estaba, pues yo ya estaba perdiendo la noción de donde me encontraba parado.

La sombra que comenzaba a aparecer hizo su primera gran aparición cuando falleció tu abuelo. No sé qué tenía en la cabeza en ese momento, pero no pensé en nada mejor que en  contratar a alguien para que te acompañara en tu luto, pues yo no tenía la cabeza para pensar en la muerte de alguien más que no fuese yo.

—¿Cómo puedes ser tan egoísta y solo pensar en tu persona? ¿Acaso si yo me muero vas a contratar a alguien para que llore por ti?

Te traté de exagerada y melodramática, pero por como iba mi vida, no estaba tan lejana a lo que habías planteado. De alguna forma muy penosa tus palabras contenían más verdad que mentira, pero no te quise hacer caso.

—No digas estupideces y actúa como una adulta y no una niña mimada.

Las palabras amargas todavía las podía sentir en mi boca si recordaba todo lo que te había dicho. Te indignaste y me dejaste solo en la habitación, no era para menos. Mis pensamientos cada vez eran más confusos, y nuestra sana relación pasó a ser una en la que el daño se estaba haciendo presente. Pasaron varios meses hasta que recordé que eras mi pareja.

—¿Ni siquiera una llamada? Olvidaste mi cumpleaños y tu madre me llamó para saludarme y luego para preguntar qué regalo me habías dado. ¿Sabes la vergüenza e impotencia que sentí cuando no supe qué responderle?

—Estaba ocupado por el comback. Grabamos el mv y después tuvimos que ir a muchas entrevistas. Entiéndeme. Simplemente se me olvidó por estar ocupado.

—Y te entiendo. Tampoco te voy a exigir más si no puedes. Pero yo también estuve ocupada para tu cumpleaños y me hice un tiempo para ti. Te llamé y te mandé mensajes, incluso si no me respondiste.

—Sabes que mi tiempo es valioso y lo ocupo en cosas productivas en vez de estar por ahí solo perdiéndolo.

—¿Quieres decir que mi ocupación no vale la pena? Si es así solo dímelo en la cara. Tanto que en tus raps le puedes tirar mierda a quien quieras, pero no eres capaz de decirle a tu pareja las cosas claramente.

No quería decir eso ni que lo interpretaras de esa forma, pero no te aclaré nada a pesar de que tu mirada me suplicaba que te aclarara todo. Estaba molesto y cuando así era no me gustaba hablar. Te lo dije un montón de veces, pero tú siempre insistías en hablar para arreglar las cosas. Nunca funcionaba, por lo menos no conmigo. Por ende tú también te molestaste y tomaste tus cosas para irte. Quise retenerte para que no te fueras de mi lado en ese momento, pero aquella maldita sombra me impidió hacerlo. Siempre lo hacía. Y no tenía la fuerza necesaria para actuar en contra de una fuerza tan confusa para mí.