Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 5

Despertó con un sabor amargo en la boca, en medio de aquella noche estrellada que iluminaba tenuemente su habitación. ¿Qué le había pasado? Su mente estaba perdida, intentaba pensar algo pero realmente se sentía mareado; abrió los ojos recibiendo la luz directa de la ciudad, seguía siendo de noche al menos. No era algo que le molestase, porque jamás había tenido necesidad de dejar las cortinas cerradas, pero era curioso como aquello en ese preciso momento le generaba una ligera ansiedad.

Se sentía desnudo, sucio y pegajoso, tocado por manos invisibles que lo aferraban a ese lugar, como si cada tela que rozase su piel fuese una sucia mano empapada en sangre.

Estaba asqueado de sí mismo, incapaz de sentir si estaba desnudo o era una imagen mental que se estaba haciendo por culpa de todas las sensaciones sobre su cuerpo, era incómodo pensar en cualquier cosa, moverse o respirar. El ruido llenaba la estancia, se sentía enfermo, quiso vomitar, pero estaba muy lejos del baño o de cualquier lugar.

Se arrastró como pudo, cayendo de golpe a los brazos de la suave alfombra, se levantó como pudo, respirando por fin como correspondía, el murmullo nocturno se hacía más fuerte... Cada vez más fuerte.

Caminó con cuidado al baño, casi tropezando con la ropa que no recordaba haber puesto ahí, llegó al baño y cayo de rodillas frente al inodoro. Sentía su existencia escapar de su cuerpo, era una sensación horrible e incómoda, sentía como el universo estaba vengándose por cosas que ni él sabía que había hecho.

No se alejó del inodoro hasta que sintió que todo el mal había salido de su cuerpo, intentó recordar qué pudo haberle estado causando todo aquello, levantándose del suelo para poder lavar su boca, sabía a bilis y restos de comida de la noche anterior, de paso recordó que no había podido comer casi nada.

Llamó a Hakuba, sabiendo que él estaría despierto en esas horas, notando que apenas eran las seis de la mañana.

"¿Envenenamiento por cianuro?" Repitió las palabras de su amigo en su mente, viendo sus brazos, donde aún habían ligeras ronchas, había pensado en su momento que fue a causa de una alergia al maquillaje, pero eso no había pasado con anterioridad usando ese tipo de marcas, por lo que podría ser muy real.

Quizás eso era a causa de su creciente ansiedad, mezclada con los efectos del veneno...

¿La asesina habrá pensado en eso? Quizás el hombre de ese día no iba a ser la única victima de su psicopatía.

"Dios." Pensó cuando cortó la llamada, sentándose en su cama nuevamente y mirando como había empezado a salir el sol, era una vista bonita, pero aún lo mareaba un poco.

Decidió que lo mejor sería seguir durmiendo, por lo que con cuidado, se arrojó a la cama y durmió nuevamente, extrañando por algún motivo los ojos de Shinichi.

[ . . . ]

Suspiró al momento en que su cuerpo golpeó la cama con fuerza, el impacto le quitó el aliento pero eso no le impidió moverse y besar los labios de la muchacha frente a ella, deseando su cuerpo, deseando sus estrechas curvas, su pecho contra la suavidad de sus senos y su aliento jadeante contra su oído.

Deseaba escucharla, besarla y amarla, despertar y ver sus mechones castaños contra las almohadas, quizás entre sus brazos, despertarla con un beso en la frente y llevarse de aquellas miradas llenas de amor, ver sus ojos verdes observarle con completo amor y devoción.

Pero sabía que eso no iba a pasar, ella misma se levantaría minutos después de llegar al orgasmo e iría a la ducha, cruzaría miradas de lástima y disculpa con la morena, quien sacaría un cigarro y lo encendería para esperar.

Llevaban esa rutina desde hace un par de años; cruzar una mirada, entender el mensaje, escaparse e ir a su departamento, el sexo, las miradas culpables y luego una despedida con sabor a tabaco.

Sabía que eso debía parar, que aquello sólo le hacía mal y que debían aclarar lo que tenían, ninguna estaba saliendo con alguien, pero el dolor en su pecho se hacía cada vez más insoportable... 

Salió de la ducha dejando un fino retaso de vapor a sus espaldas, completamente intranquila, cuando iba a decir algo y romper con su rutina, los labios con sabor a tabaco se unieron a ella, interrumpiendo cualquier palabra que la más alta pensaba decir, la contraria la vio con una sonrisa tranquila, parecía haber escuchado sus sollozos.

Ésta le acarició el rostro y murmuró con una voz de entendimiento.

—Yo también deseo esto, Ran.— Lagrimas diminutas empezaron a salir de sus ojos, antes de ella misma acercarse al rostro de la contraria y besarlo, era un beso distinto a los miles apresurados y calientes que se habían dado antes, ese era un beso con conciencia, un beso lleno de amor y entendimiento.

No necesitaban más palabras.

Ran fue nuevamente dejada en la cama, esta vez no se iban a separar y quizás, sólo quizás, podría cumplir sus fantasías.

—¡Sera!— Gritó cuando esta le hizo una marca en su cuello, tendría que ocultarla muy bien o Shinichi le haría preguntas.

Luego recordó que eso ya no importaba.

Mandó todo a la mierda, queriendo dejar el mismo rastro en el cuerpo contrario, ahora ellas se pertenecían y podían hacerlo. Nadie se iba a meter en su amor y nadie tendría el derecho a decirles que hacer con ello.

Por primera vez en su vida estaba entregándose realmente por completo a alguien. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro