Capítulo 1
"DESAPARECE NUEVAMENTE OTRO ESTUDIANTE DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL"
Este era el encabezado en todos los periódicos desde el inicio de la semana. También era tema de todas las conversaciones, tanto entre los estudiantes como entre las personas de fuera. Y es que todo alrededor de esas desapariciones era tan misterioso como siniestro.
"Esto es preocupante. Ya son ocho desapariciones. ¿De qué se trata? ¿Por qué los habrán secuestrado?"
"Todo es tan sospechoso. Los jóvenes desaparecidos no se conocían. Ninguno llevaba una vida peligrosa."
"Quizás solo se trata de algún loco que disfruta matar."
"Si es eso, entonces atacará de nuevo."
Habían surgido muchas interrogantes, pero ninguna tenía respuestas claras. Los estudiantes desaparecidos tenían un expediente impecable, y cada amigo y conocido suyo solo decía cosas buenas de ellos. En cuanto a sus familias, tampoco había nada sospechoso. Sus padres no estaban relacionados con actividades ilícitas, y ni siquiera tenían una posición económica que permitiera extorsiones para rescatar a sus hijos. La falta de pistas concretas y fiables dificultaba la tarea de la policía para encontrarlos.
Sin embargo, sí hubo millones de teorías, historias y rumores creados a partir de suposiciones infundadas. Cada uno de ellos más aterrador que el anterior. Y aunque estaba claro que nada de eso era verdad, algunos estudiantes y padres de familia no podían evitar perturbarse por todo lo que se decía alrededor de esa tragedia.
-¿Qué crees que les haya pasado? -susurró un estudiante que fingía leer un libro en el último estante.
Estaban en la biblioteca pública y no podían hacer ruido. Aun así, eso no impedía que muchos estuvieran cuchicheando sobre el tema, lo cual ponía muy nerviosa y molestaba a Misuk.
-¿Qué más? Deben estar muertos -contestó otro chico.
-Escuché que la policía descubrió hace poco la cabeza degollada de uno de los desaparecidos en las orillas de una carretera -añadió otro de ellos.
-¿Qué? ¿Quién te dijo eso?
-Un portal de Internet que está siguiendo de cerca el caso. La información es totalmente verídica.
Misuk bufó y se acomodó mejor en su silla con gran incomodidad por los susurros nada disimulados de aquellos dos chicos. Ella estaba haciendo una investigación para un trabajo muy importante que debía entregar en la universidad. Era crucial, ya que eso valdría la mitad de su calificación, pero aquellos molestos chicos no la dejaban concentrarse. Sobre todo porque aquel tema la tenía muy nerviosa.
-Mira, encontré más información que te puede ayudar -dijo su amigo Taehyung.
Ella no escuchó a Taehyung, quien se había ofrecido a ayudarla con el trabajo. Lo miró confundida al verlo tan tenso, moviéndose con inquietud y mostrando algo de miedo en sus pupilas. Giró hacia los tres chicos de atrás que no paraban de hablar. Cuando prestó mayor atención a la conversación, entendió por qué Misuk se puso de aquella forma.
-¡Hey! -Los chicos se giraron para verlo-. ¿Pueden cerrar la boca? Hay personas que sí están ocupadas haciendo cosas importantes.
Los estudiantes le lanzaron miradas afiladas, pero consiguió el efecto deseado y se alejaron para chismear en un lugar apartado. Solo que esta vez, los murmullos iban en contra de Taehyung.
Él movió un poco su silla para acercarse a Misuk. Con mirada preocupada, le preguntó:
-¿Estás bien?
Misuk respondió con una mueca y encogiendo los hombros. La verdad era que su estómago se había revuelto y sentía ganas de vomitar. Doblo un poco su cuerpo y presionó su estómago, tratando de calmar aquella sensación.
-Trata de relajarte. No les hagas caso a esos tontos. Solo son rumores falsos. Eso de la cabeza ni siquiera es cierto; en los periódicos y las noticias locales no se ha dicho nada.
-Tal vez -su voz salió temblorosa-. Pero igual me preocupa que todo eso sea cierto y que Myeong...
Se estremeció solo de imaginar que su amiga, una de las ocho víctimas del secuestrador, podría estar pasándola mal por culpa de un loco sanguinario.
Todo sucedió apenas una semana atrás. Tenían que hacer un trabajo juntas para la clase de inglés. Y ese día, al terminar, Myeong decidió quedarse un rato más para terminar una tarea pendiente. Misuk se despidió con una sonrisa, diciéndose que se verían al día siguiente en clases para entregar el trabajo. Se fue tranquila y durmió de la misma forma, sin saber que aquel encuentro sería el último que tendría con Myeong.
Al día siguiente, Myeong no llegó a la escuela, pero Misuk no le dio mucha importancia. Ni siquiera cuando llegó el segundo día y ella tampoco llegó se preocupó.
Fue cuando dos hombres con placa llegaron a su escuela que un mal presentimiento la molestó. Entraron con unos carteles en mano sobre una persona que había desaparecido hace dos días, de la misma forma que los otros estudiantes: sin dejar rastro. Aquella víctima la reconoció Misuk como su amiga.
La noticia le cayó como un balde de agua fría en la espalda, la dejó aturdida y llena de angustia. Su presión arterial aumentó a niveles preocupantes. Su compañera, con la que compartió asiento, fue quien la auxilió cuando vio lo pálida que estaba su piel. Tuvieron que llevarla inmediatamente al hospital, pues incluso su pecho, en el corazón, le ardía como fuego. Todo aquello la tenía llena de angustia y la mantenía asustada, lo que había afectado su salud, la cual había retrocedido un poco en sus avances.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el tierno apretón de manos de Taehyung.
-Entiendo tu miedo. Si hubiera sido tú, estaría igual de preocupado, pero no podemos hacer nada al respecto. Lo peor que puedes hacer es dejarte llevar por el pánico y el estrés. Recuerda lo que dijo el doctor...
-Lo sé. Nada de emociones fuertes o mi enfermedad empeorará y moriré de un infarto -su tono de voz salió con molestia-. También sé que no gano nada preocupándome. Pero no puedo evitarlo, me siento tan impotente y con miedo. Intento no pensar en lo peor, pero a veces es tan difícil.
Bajo su mirada como una niña que acababa de ser regañada. Sabia que solo eran pensamientos inservibles de los que no sacaba nada productivo y tampoco ayudarian mágicamente a resolver el problema. Se sentia tonta por dejar que sus exagerados pensamientos la controlaran de aquella forma, sin embargo, esa era la forma en la que se sentía. Y sabia que quedarse callada solo lo empeoraría.
Taehyung se movió mas cercas de Misuk y la estrecho con cariño entre sus brazos.
-Ya no piences mas en eso. Te aseguro que en menos de lo que que canta un gallo todo se resolvera y esto no sera mas que un un simple mal recuerdo. Y mientras tanto, yo voy a mantenerte a salvo -le expresó con gentileza.
Misuk sonrió y se dejo llevar por la calma y la seguridad que su amigo le transmitía. Aquello lo necesitaba mucho. Taehyung parecia tener siempre justo lo que necesitaba, demostrando que era un buen amigo. No por nada su amistad había durado desde el jardín de infantes.
Siempre juntos, compartiendo y formando vivencias qué después los hacían reír. Ayudándose en la tarea y defendiendo al otro del peligro. La mayor parte del tiempo se la pasaban juntos, tanto qué hubo quienes pensaban que eran pareja.
Ella lo abrazo con un poco mas de fuerza, un gesto para demostrarle lo importante que era para ella.
-Gracias Tae. No sé qué haría sin ti.
-Seguramente ya habrias perdido la cabeza. -Los dos rieron-. Pero más importante aun, reprobarias Biología. Eres pésima en esa materia.
Misuk dejo de abrazarlo para golpearlo en el brazo aun riendo.
-¡Hey! Me esfuerzo mucho para mejorar. Además, tú tampoco eres tan bueno.
-Tal vez. Sin emabrgo si soy lo suficientemente bueno para ayudarte. -Le acerco el libro que antes él leía-. Anda, deja de distraerte y mejor apresúrate a terminar con tu investigación.
Misuk le hizo caso, haciendo una tregua con su cabeza para poder olvidarse de todo solo por esa noche.
Bajo su mirada, como una niña que acababa de ser regañada, sabía que solo eran pensamientos inservibles de los que no sacaba nada productivo y tampoco ayudarían mágicamente a resolver el problema. Se sentía tonta por dejar que sus exagerados pensamientos la controlaran de aquella forma; sin embargo, esa era la forma en la que se sentía. Y sabía que quedarse callada solo lo empeoraría.
Taehyung se movió más cerca de Misuk y la estrechó con cariño entre sus brazos.
-Ya no pienses más en eso. Te aseguro que en menos de lo que canta un gallo, todo se resolverá y esto no será más que un simple mal recuerdo. Y mientras tanto, yo voy a mantenerte a salvo -le expresó con gentileza.
Misuk sonrió y se dejó llevar por la calma y la seguridad que su amigo le transmitía. Aquello lo necesitaba mucho. Taehyung parecía tener siempre justo lo que necesitaba, demostrando que era un buen amigo. No por nada su amistad había durado desde el jardín de infantes.
Siempre juntos, compartiendo y formando vivencias que después los hacían reír. Ayudándose en la tarea y defendiendo al otro del peligro. La mayor parte del tiempo se la pasaban juntos, tanto que hubo quienes pensaban que eran pareja.
Ella lo abrazó con un poco más de fuerza, un gesto para demostrarle lo importante que era para ella.
-Gracias, Tae. No sé qué haría sin ti.
-Seguramente ya habrías perdido la cabeza. -Los dos rieron-. Pero más importante aún, reprobarías Biología. Eres pésima en esa materia.
Misuk dejó de abrazarlo para golpearlo en el brazo, aún riendo.
-¡Hey! Me esfuerzo mucho para mejorar. Además, tú tampoco eres tan bueno.
-Pero sí soy lo suficientemente bueno para ayudarte. -Le acercó el libro que antes él leía-. Anda, deja de distraerte y mejor apresúrate a terminar con tu investigación.
Misuk le hizo caso, haciendo una tregua con su cabeza para poder olvidarse de todo solo por esa noche.
* * *
Había un rincón de la biblioteca al que nadie se acercaba porque las luces no dejaban de tintinear, lo cual era molesto para leer. Sin embargo, ese lugar era el escondite perfecto para el chico de cabellera rubia, quien estaba vigilando a Taehyung y su acompañante desde horas atrás, sin que ellos sospecharan nada.
A simple vista, parecía otra persona totalmente normal, y lo único extraño en su apariencia era el elegante traje negro que llevaba puesto. Eso era lo que transmitía a simple vista, pero la realidad era otra: él era el único que escuchaba la delicada voz de aquella mujer hermosa a la que servía como sirviente.
"¿Siguen dentro de la biblioteca?"
-Sí, y parece que tardarán un poco más -le contestó en un susurro.
"Maldita sea, odio tener que esperar. ¿Por qué no simplemente vas directamente por ellos? No te sería difícil. Después de todo, solo hay gente débil dentro de ese lugar".
-Tranquilícese, no tenemos prisas.
"Tal vez tú quieras tomar esto con calma, pero a mí se me acaba el tiempo. No podemos esperar más".
-No tiene por qué preocuparse. Aún faltan once días para la luna llena. Ese tiempo es más que suficiente para conseguir los suministros y divertirnos un poco con ellos antes del ritual.
Su ama y señora no le respondió, dando por finalizada aquella extraña conversación. Inmediatamente, su atención fue dirigida a la pareja que parecía pasar un buen rato a pesar de que momentos antes ambos habían tenido una conversación cargada de tensión.
Sin embargo, toda su atención se la robó la chica de cabello castaño. Ella era la misma que había estado junto con su última víctima. El chico entrecerró la mirada y ladeó la cabeza. Analizó detenidamente cada movimiento de la acompañante del chico. Cada detalle, cada facción, hasta estancarse en su sonrisa. Una bonita sonrisa pura y sincera.
Jimin no retuvo su sonrisa, acompañada de una risa maliciosa.
-Pobre niña. Después de todo, parece que tendrás que jugar nuestro juego -dijo para sí mismo sin apartarle la mirada a la joven.
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