Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 14: Problemas que Dylan Carter tiene que resolver

—¿Dylan? —presionó él, su voz teñida en preocupación.

Tuve que tomarme un segundo para calmar mis sollozos y recobrar la compostura. Me limpié las lágrimas con rabia, sintiéndome frustrada por estar dejando que otro de los espectáculos típicos de mamá me pusiera tan sensible.

«Dylan Sensible, te estoy odiando como no tienes una puta idea».

—Dylan, estoy impacientándome, ¿qué ocurre?, ¿pasó algo?, ¿por qué lloras? —me interrogó—. Joder, respóndeme.

—Lo siento, estoy bien —lo tranquilicé, escuchándome convincente—, es solo que estaba aburrida y se me ocurrió llamarte para saber cómo estabas.

—¿Y simplemente te echaste a llorar porque mi voz es tan irresistible que no pudiste manejarlo? —dijo él sarcásticamente—. ¿Qué está ocurriendo, Dylan?

Tragué saliva con fuerza. Ni yo sabía muy bien lo que pasaba conmigo. O bueno, sí sabía, pero odiaba que me afectara. Estaba llorando por muchas razones a la vez y haber escuchado la voz de mi hermano fue la gota que provocó el colapso.

—Pues, estoy en tu habitación —le dije, tratando de desviar el tema, dándola otra repasada a todo lo que había dejado atrás.

—¿Por qué estás en mi habitación? —preguntó confundido—. Estoy perdiendo la cabeza aquí, ayúdame un poco y dime de una vez lo que ocurre. ¿Se trata de West? ¿Discutieron? ¿Te hizo algo? ¿Se tiró a otra? ¿Quieres que vaya por él y lo deje sin tener sexo por el resto de su vida? Porque con gusto lo haría, ahora mismo si quieres.

Mi risa sonó más como un asqueroso jalón de mocos debido al reciente lloriqueo. «Qué lindo, Carter».

—West y yo estamos bien —le aseguré, dejando escapar una pequeña sonrisa—, hoy ha sido un día loco e intenso, y por supuesto, mamá lo ha terminado de joder, bastante épicamente, debo añadir.

—¿Esto es por mamá? ¿Qué cosa te hizo para que te encerraras en mi habitación a llorar? ¿Te cocinó algo que te dio una intoxicación alimentaria? —Los dos reímos ante su chiste—. Espera, ¿estás llenando de mocos mis sábanas?

Solté una carcajada por falta de seriedad, la cual apreciaba, ya que estaba ayudando a olvidar la escena de hacía unos minutos. Me permití fantasear con lo que probablemente había desatado entre mamá y Johnny Bravo. Ella, diciéndole más mentiras para excusar mi comportamiento. Él, apretando su mandíbula escandinava y peinándose su tieso cabello rubio, nervioso e impaciente de abandonar la casa de una mentirosa y su hija loca que le escupió pollo en la cara.

—¿Por qué tuviste que irte precisamente cuando nuestra madre al parecer está pasando por la menopausia? De por sí es una persona difícil de manejar, imagínate cómo se ha estado comportando ahora —le dije, sin indicios de humor esta vez.

Él resopló, pero me dejó continuar.

—No lo sé, pienso que cree que porque ahora estás en Nueva York, podrá convertirme finalmente en lo que ella siempre ha querido que sea, que voy a estar tan vulnerable que iré corriendo a ella a hacer esa idiotez de madre e hija. —Hice una pausa para reprimir el nudo en la garganta—. Ha estado comportándose demasiado extraño, y esta noche... esta noche ha cruzado la línea. Chase, debiste escuchar las mentiras que salían de su boca: «Dylan es buena alumna. Dylan le encantaría usar vestidos. Dylan usualmente tiene excelentes modales». ¡Pretendía que le siguiera la corriente con eso!

—Mierda, lo siento, hermanis —se disculpó, serio—. ¿Y qué hiciste? Dime que al menos te defendiste.

—Pues... puede que haya salpicado la cara del hombre con un poco de pollo —confesé, encogiéndome de hombros—. La verdad es que sabía horrible, pero tuve que sacrificarme para darle una lección.

—¡Esa es mi hermana! —vitoreó con entusiasmo.

Sonreí.

—Trata de ignorarla, ¿sí? Que no te afecte su actitud. No quiero más mocos en mis sábanas —añadió, oyéndose más tranquilo—. Y si hace alguna otra mierda como esa, tomas tus cosas y te vas con papá, ¿entendido?

Si esa fuese una opción, de verdad ya habría empacado desde hacía semanas, pero por el momento no me apetecía levantarme dos horas más temprano de lo habitual para poder llegar a tiempo a la escuela. Papá vivía a una hora de la ciudad, la situación debía ser muy crítica como para tener que mudarme con él. Además, ya estaba acostumbrada a manejar a mamá. A diferencia de la versión libidinosa de Jeff Carter estando de novio, esa creo que sería imposible de digerir.

—Aunque, es mamá de la que estamos hablando —retomó segundos después—. No deberías irte a ninguna parte o tomarte a pecho lo que diga. No quiero que vuelvas a llorar por esas tonterías, solo recuerda a esa Dylan que eructó el abecedario en aquel evento de caridad que organizó en el club después de que te obligó a ponerte ese horrendo vestido y lazo en la cabeza.

—Joder, sí era horrendo —coincidí, riendo entre dientes.

¿Cómo no olvidar ese momento? Fue una tarde llena de premios satisfactorios. Una medalla por ganar el concurso de talentos. Ver a mamá roja hasta las orejas de vergüenza, con sus amigas arrugando la nariz mientras la miraban con repugnancia. Una tarde divertida con los chicos, ensuciando el espantoso vestido blanco de tul que ella me obligó usar.

—¿Todo bien? —Una voz femenina en la otra línea me tomó por sorpresa.

—¿Interrumpí algo? —le pregunté en tono de burla, imaginándome haber llamado en medio de algún acto concibiéndose en su dormitorio.

Mi hermano se tomaba en serio su papel de prostituto, tanto que lo había llevado hasta la universidad.

—Sí, sí, solo un momento. —le respondió con suavidad a la voz, para luego dirigirse a mí—. De hecho, sí interrumpiste algo.

—Para eso estamos los hermanos —reí, divertida.

—Sí, simplemente no puedes colgarle a tu hermana que te llama y se pone a llorar como un bebé —bromeó—. Tú harías lo mismo por mí, ¿no?

—Claro que no —bufé, aunque volviendo a reír—, si me llamaras llorando como un bebé, probablemente estuvieras ebrio, te dijera que fueras a dormir y te colgaría enseguida.

Él soltó una carcajada.

—Ya que estamos hablando de ebriedad... —comentó, cauteloso—. Hay algo de lo que he querido hablarte, es algo sobre lo que pasó aquel día que Kyle te llamó y todos estábamos borrachos.

Me tensé enseguida. Pensé que esa noche había quedado en el olvido para ellos. Me preparé mentalmente por si se trataba de algo relacionado con el beso entre Hunter y yo. Repasé mis opciones; o se lo atribuía a la cantidad de alcohol en sus sistemas, o los convencía de que todo había sido una coartada desesperada para evitarnos un serio problema con Patch. Apreté el teléfono entre mis dedos, impaciente a que Chase siguiera hablando.

—Bueno, sé que te dijimos que no recordábamos nada de lo ocurrido...

Oh, joder, él lo recordaba.

—Cierto... —Mi voz apenas fue audible.

—Pero la verdad es que West y yo si recordamos algo, solo que Sawyer no.

Mi corazón salió disparado. Estaba jodida. West nunca iba a perdonarme por besar a otro e iba a terminar conmigo. Me odiaría, dejaríamos de ser novios, amigos, no seríamos nada. La idea hizo que me estremeciera. Todo se iría a la mierda, por culpa de Hunter y su estúpida idea de coartada...

—Sabes de lo que hablo, ¿no? Acerca de lo que Sawyer dijo estando ebrio.

Creo que debí estar conteniendo la respiración, ya que en ese momento mis pulmones soltaron todo el aire que estaban reteniendo en un largo suspiro de alivio.

Joder, vaya susto.

Aunque el giro de acontecimientos tampoco me agradaba demasiado. Ese era otro delicado tema que no me apetecía tocar. No le había dado tantas vueltas todavía, pero el hecho de que Sawyer me dijera todas esas cosas confirmaba que dentro de él aún permanecía alguna incomodidad hacia lo ocurrido con West, y Becka, y la discusión, y las mentiras... y el rompimiento. Imaginármelo lidiando solo con sus sentimientos me hacía sentir como la mierda.

—Sé que a ninguno les gusta hablar de ello, y créeme, a mí tampoco, pero pensé que eso ya sería historia, y ahora que Saw ha dicho todo eso estando ebrio, me hace pensar acerca de ciertas cosas que he notado en él en estas semanas desde que comenzamos en Columbia —me contó en un resoplido—. Dyl, él está en una especie de fase de alergia hacia las chicas y es de Sawyer Brown de quién estamos hablando aquí. Ha rechazado más chicas en el campus que en toda su vida escolar. No parece ni un poco interesado en nada casual, medio casual, 'peor es nada', serio, ¿sabes? Me preocupa.

Tragué saliva con fuerza, sintiendo que el pecho se me contraía. Joder, el problema con él era peor de lo que pensábamos Matthew y yo.

—La verdad no pienso entrar en detalles ahoramismo, no puedo dejar esperando a mi visita —Me atreví a poner los ojos enblanco—, pero, te digo esto para que intentemos resolverlo, ¿sí? West está deacuerdo conmigo que tú eres la que lo puede arreglar, no quiero escuchar lafrase «problema amoroso» más nunca en mi jodida vida, y menos si se trata de mihermana con mis mejores amigos

—Chase... —resoplé, en tono de disculpa.

—Está bien, no tenemos que hablar de esto, después te pondrás a llorar otra vez, volverás a llenar de mocos mis sábanas y cuando vaya en Navidad estaré durmiendo sobre ellos —me dijo, recuperando el humor de su voz.

Ugh, qué linda imagen mental —ironicé, haciendo una mueca de asco mientras él soltaba una carcajada.

—Descansa, hermanis. Ya sabes, no dejes que mamá se meta en tu mente, ¿de acuerdo? —se despidió en voz baja—. Te diría otra cosa, pero Caroline está impaciente y siento que estoy a punto de perder de oportunidad de la vida.

—Gracias por la innecesaria información, hermano, disfruta de tu vida sexual mientras tu hermanita sufre de una maldita abstinencia —Sonreí con malicia.

—Touche —respondió Chase, haciéndome reír.

—Adiós.

—Adiós —se despidió, colgando la llamada.

Al colgar, no pude evitar pensar en otra cosa que en los problemas que debía resolver. Primero estaba Patch, que de seguro no iba a quedarse tranquilo ahora que sabía del tiempo que había estado pasando con su sobrino. Luego íbamos con Matthew y su opinión acerca de mi nuevo trato con el susodicho. Mamá, con el problema de Johnny Bravo y mi épica actuación en la cena. Y, para añadir algo más a la lista de condenados problemas que Dylan Carter tenía resolver; estaba el asunto de Sawyer y el grave conflicto con sus sentimientos.

Extrañaba las charlas tranquilizantes de West. Si algo nuevo me había enseñado estar en una relación con él era su habilidad de ser la calma entre todas mis —muchas veces ilógicas— tormentas. Sabía que West había crecido con el don de la comprensión, cuando eres su amiga durante tanto tiempo, tienes el privilegio de conocer su increíble personalidad. Sin embargo, ser su novia era ver otras de sus facetas, una el doble de increíble.

Me quedé observando la pantalla de mi celular unos largos segundos, sopesando la idea de llamarlo también, pero sabía que por la hora, estaría en su práctica vespertina con el equipo. No podía distraerlo. Ya se había estado metiendo en problemas con el entrenador por querer responder a mis mensajes.

Así que lancé la tentación lejos y me acurruqué entre las sábanas de Chase, diciéndome que iba a resolver un problema a la vez. Aunque en realidad, estaba esperando a que el día siguiente todo se resolviera mágicamente.

Sí, claro.

 Nota de la autora 2014: Oh Dios, me siento tan apenada de no haber subido capítulo antes, y más aún cuando leía todos sus mensajes de desesperación (XD) y sus mensajes de apoyo debido a la situación de Venezuela y todo eso. Quiero decirles que gracias, muchas gracias por todo el apoyo y siento haber tardado tanto, he tenido un bloqueo de inspiracion que me fue difícil de superar, pero... ¡Aquí estoy! Jajajaja, volví, no estaba muerta, estaba de parranda y no me odien mucho que yas les regresé a su Dylan Carter para que vuelvan a reírse de sus ocurrencias xD. (Y las de Chase también).

Otra cosa, tambien agradezco a los que se quedaron aquí y esperaron pacientes. Cuando sucede algo así, uno se da cuenta los verdaderos y auténticos lectores que me gasto yo (expresión venezolana) Jajajajajajaja.

Bueni, creo que ya basta de explicaciones, sé que es cortito, pero no los haría esperar más. Los dejaré disfrutar de su capítulo nuevo.

Ya saben, estaré leyendo sus comentarios.

Besitos, 

Los amo mucho :)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro