El reloj interno de cierto empresario le avisaba que ya era de día por lo que abrió sus ojos mirando al techo de su habitación, pronto el sol haría aparición en el cielo y seguir acostado era mala idea teniendo en cuenta que debe volver a la empresa. Mucho tiempo fuera le iba a traer serios problemas…

*¿Problemas con quién? Joder Kook, eres muy idiota* piensa Jeon negando en su cama.

Llevaba una gran rabia encima con Joonhyun y después de lo que hablaron la ultima vez… un poco de resentimiento hacia su madre pero no quiere creer en todo lo que su padrastro dice. Es un mentiroso por naturaleza, es su especialidad dar falsos testimonios, manipular, por lo que no debe resentirse con su madre por algo que no le consta.

Estira sus brazos y se da la vuelta en su cama notando un cuerpo a su lado. Ve la cara de su secretario totalmente despejada de preocupación, solo hay paz en su expresión apaciguada al dormir, el cabello revuelto dándole un lindo contraste a sus sábanas negras desordenadas, los labios entreabiertos, la respiración lenta y profunda.

Se le escapa una sonrisa mientras le mira así, tan relajado a su lado. Jungkook no había recibido un nuevo día con alguien mas, no era tan malo… bueno, con Jimin no era malo y por primera vez en años tuvo un cálido sentimiento en medio del pecho, una oleada de satisfacción recorriendo su cuerpo al sentirse acompañado.
Se le quedó mirando por unos minutos mas con cuidado de no despertarlo hasta que los rayos de sol quisieron entrometerse en la habitación y Jungkook se vio obligado a salir de la cama para cerrar las cortinas y dejar descansando un tiempo mas a su secretario. Buscó uno de sus trajes de empresa, se coloco su bata de baño para no salir desnudo de la habitación y le dio una ultima mirada al cuerpo medio cubierto del hombre que descansaba en su cama. Tan lindo, demasiado delicado e irradiaba luz propia en esa piel que debería ser ilegal, llevar un cartel para que quien lo tocara fuese multado con una inimaginable cantidad de dinero.
Jungkook se siente demasiado bien por haber tenido el privilegio de haber tocado esa piel, de poseer ese cuerpo como nunca pensó poseer alguno, sacar un lado comprensivo que ni siquiera sabía que tenia en su interior y solo para Jimin. 

Sale de la habitación pero antes de meterse en el baño de la otra habitación escucha el sonar de unas llaves, esa es Lina que ha llegado a casa. Jungkook va hacia la cocina donde yace la señora sacando sus implementos de cocina.

--Lina…--

--Buenos días joven Jungkook. Lo veo de buen humor--…--Saluda con una sonrisa agradable sin dejar de lado el hecho de que su jefe lleva sus ojos con un brillo bonito y una sonrisa natural que no es muy habitual en él. --…--¿Lo mismo de siempre?--…--Se refiere a la comida.—

--Mmm bueno.--…--Rasca su nuca nervioso. El traje lo lleva agarrado con su mano izquierda a su espalda.--…--Hoy quiero algo diferente. Verás Lina, hoy ha venido Jimin…--

--¿Y el niño Mark?--…--Termina ella esperanzada de que el niño este en casa como hace días.--…--¿También está aquí?--

Jeon suspira con una sonrisa nerviosa antes de negar.

--Solo Jimin.--…--Entonces a la señora se le formo una “O” en la boca al comprender.--…--Quiero que hoy prepares algo mas..--…--Mueve su cabeza intentando dar con la palabra adecuada.—

--Especial.--…--Responde ella segura.—

--Ehhh si.--…--Procesa mejor la palabra. De repente sabe que es la palabra correcta y chasquea sus dedos señalándola con total aprobación sin dejar de sonreír.--…--Si, eso, especial.--…--Se va alejando por el pasillo trotando hasta entrar a la otra habitación procediendo a bañarse, secarse, lavarse los dientes y vestirse.—

Jungkook se peina con paciencia y sale del cuarto listo hacia la cocina. Menos mal no se tardó mas ya que Lina estaba con la bandeja con el desayuno en dirección a su habitación.

--Hey, hey, hey.--…--La llama antes de que se adelantara mas.--…--Yo llevo eso.--…--Le sonríe y le quita la bandeja rápidamente. La pobre señora apenas reacciona cuando ya no tiene nada en las manos y el señorito Jeon ojea lo que hay en la bandeja.—

El desayuno consta de: wafles con miel en forma de corazón, al lado unas tazas con ensalada de frutas, pan con mermelada de fresa, jugo de manzana y en el borde de la bandeja una pequeña flor roja. Lina seguro la agarró del patio del vecino ya que él no tiene flores en su jardín.  Esta señora es un caso.

Voltea a verla con una ceja arqueada por el desayuno “especial” y con aires de “romance” que no se esperaba.
La señora Lina solo alza sus pulgares con diversión sin dejar de sonreír.
Jungkook relaja los hombros y frunce los labios ¿no es esto muy cursi? bueno, solo toca tranquilizarse, mover los pies e ir a su habitación.

--🎵🎶Naran naaa, el joven Jeon trajo a dormir a alguien a casa, el joven Jeon durmió con el joven Jimin, naran naaahhhh🎼🎶.--…--Cantarrunea la empleada y la poca seguridad que Jungkook estaba manejando se le fue al carajo. La señora no ayudaba.--…--🎼🎵El amor, el amor, el amor.🎵🎶--…--Su voz se hizo eco en la casa mientras se alejaba dejando a su jefe estático en el pasillo.—

¿Amor?

Jungkook debe dejar de pensar en eso, hoy se siente muy bien como para revolver su cabeza con ciertas preguntas que no quiere responder.
Tampoco es que supiera como.

Jimin ya estaba despierto sentado en aquella cómoda y gran cama trayendo al presente los momentos vividos en la noche anterior y queriendo ponerse en la punta de un monte muy alto para luego dejarse caer de la vergüenza. Si, tuvo sexo con el hombre que ama, el hombre mas sexi que ha visto en su aburrida vida y... literalmente le rogó que le empujara en su cama para tener sexo.

Y hasta con palabras que nunca pensó decir:

“Tu secretario está ansioso porque le rompas el culo ¿Qué estas esperando? ¿una invitación por correo?”

Joder, ¿se habrá visto muy necesitado?
¿Qué diría Tae en este momento?

--Salió tu puta interior^

Si, eso mismo le diría Tae.

Pero dejando eso de lado todo fue perfecto; sus caricias, los susurros, sus gemidos, sus pocas palabras en medio del acto y su cuerpo…
Joder, Jungkook tenia el cuerpo mas caliente y hermoso jamás visto.

Unos pasos cerca lo llevaron a alzar la cabeza divisando a su jefe entrar al cuarto con una bandeja con comida en sus manos, vestido de oficina y en su rostro solo era mas notable la sonrisa tierna que le dedicaba.

--Buenos días.--…--Saluda.--…-- Te traje el desayuno. Pronto serán las ocho y hay que ir a la empresa.—

--Eh, si.--…--Ve mejor el desayuno notando la pequeña flor, luego los wafles con forma de corazón llenos de miel. No puede con tanto, o sea… ¡son corazones! Pero se obliga a quedarse quieto.—

Empieza a comer en silencio sin querer alzar la mirada porque tiene los ojos ajenos encima suyo todo el tiempo siguiendo cada movimiento que hace, quiere decirle que deje de mirarlo así. Así ve Mark a sus galletas favoritas antes de comerlas y le pone los pelos de punta.

--¿No vas a dejar de mirarme así?--…--Pregunta sin mirarlo.—

--¿Mhm?--…--Jungkook solo estaba mirando la boca del rubio mientras se movía al masticar, el cómo sacaba su lengua para limpiar los rastros de miel de ellos.--…--¿Así cómo?—

--No lo sé, llevas todo el rato mirándome ¿tengo algo raro en la cara?—

--Mmm, no, nada fuera de lo normal.--…--Sigue perdido en su boca abultada. Hoy sus labios estaban mas gruesos de lo normal ¿o eran ideas suyas? no lo sabe pero están mas provocativos que de costumbre.—

Jimin asiente ¿Qué se supone que debe decirle a Jungkook luego de haberse acostado? ¿hablar de ello?

--¿Te duele algo? Digo, por lo de anoche.--…--¿Kook lee mente o qué carajos?—

--No, estoy bien. No fuiste tosco mientras me…--…--Ok, estaba hablando de mas.—

--¿Follaba?--…--Pregunta con tanta inocencia fingida como puede, buscando su mirada.—

Jimin se ruboriza hasta las orejas a lo que Jungkook notando su reacción solo ríe como un niño que le acaba de hacer una travesura a un compañero de escuela. Jimin no niega que ama ver y escuchar esa risa de niño que se carga su jefe, es el sonido que debería estar acompañado de una melodía y sonar en el cielo junto con los ángeles. 

--No lo digas así. Es raro--…--Chilla avergonzado pinchando un trozo de wafle para llevarlo a su boca con rabia y vergüenza juntas.--…--Ya te he dicho que no manejo bien las palabras indecentes y sucias.—

--Anoche dominabas muy bien las palabras indecentes y sucias.--…--El rubio alza su cabeza mirándolo con sus ojos entrecerrados y Jungkook alzaba sus cejas sugerente, pervertido.--…--¿Te hago acuerdo? Me encantaria hacerlo.—

--Oh Dios, Jungkook no.--…--Se cubre la cara con sus manos sonriendo con la vergüenza al cien por ciento.--…--Mejor dime…--…--Saca sus manos y lanza un suspiro.--…--¿No vas a comer?—

--Se me antoja otro tipo de comida.--…--Aparta la bandeja de las piernas ajenas dejándola a un lado. Si anteriormente quería comer pues, ahora esa hambre tenía un blanco fijo a medio metro de distancia.—

--Jungkook…--…--Susurra cuando este empieza a acercarse peligrosamente. Ahora estaba más jodido que antes. Jeon le dejó marcada el alma con sus caricias, con cada embestida, jadeos y apretones la noche anterior y aparte de eso… ya con solo verlo le provocaba unas enormes ganas de sacarle ese traje solo para darle a sus ojos lo que tanto anisan ver y a sus manos lo que quieren tocar… ese cuerpo. Está en serios problemas ahora, mas urgido de su presencia.--

Justo ahora cuando debe dejar de verlo. Ironías de la vida.

Jungkook prácticamente se lanzó encima del secretario besándolo con determinación, ambos en la cama como la noche anterior, uno abajo y otro arriba pero solo que ahora quien yace arriba mordisqueando ciertos labios con sabor a miel si está vestido y listo para ir a dirigir cierta empresa. Jimin rodeó el cuello de su jefe para profundizar el beso que anhela seguir con ímpetu y deseo, un deseo que si antes era fuerte ahora estaba cargado de una frenesí imparable, que si antes era calor ahora es fuego castigador que deja de ser doloroso solo cuando tiene a Jeon Jungkook cerca y dispuesto… como en este momento.

Amaba tanto a su jefe.

Jungkook no deja de sonreír en la danza de sus labios lamiendo esos belfos llenos de miel que poco a poco se va desapareciendo en su boca, en su lengua y saliva del beso mojado, succionando con pasión catalogando este beso como el mas delicioso dado hasta ahora. Se separa lentamente y mientras ve el rostro enrojecido de su secretario solo tiene ganas de sacarse el maldito traje, faltar otro día a la empresa y hundirse de nuevo en el rubio debajo de el hasta que no puedan respirar.

--Kook...--…--Jimin acaricia el rostro con tranquilidad ansiando que esa piel se quede en su tacto, en sus manos y no soltarla nunca.--…--Hay que ir a la empresa.--…--Jungkook asiente sin dejar de sonreír y se echa hacia atrás para darle espacio a Jimin de que se levante.—

Jimin lo hace cubriéndose con las sábanas. Eso de verdad si que le causa gracia a Jungkook.

Park iba en dirección al baño pero cierto hombre tira de la sábana dejándolo desnudo en medio de la habitación. Quedó tieso.
Solo un golpe en su trasero lo sacó de la sorpresa. Jungkook le había dado una nalgada precisa en el glúteo derecho que con pasar de minutos se pondría rojo.

--Así está mejor.--…--Se muerde el labio inferior coqueto admirando ese cuerpo tan lindo que hace solo horas aguantaba sus estocadas.—

Jimin gruñe en desaprobación y va hacia el baño asegurándose de cerrar bien la puerta ya que con Kook no se sabe. Piensa en Mark y su amigo sabiendo que Tae no dejaría Jamás que el niño falte a la escuela pero debe estar preocupado por su ausencia en la noche. Más tarde se encargaría de hablar con él.

Después de arreglarse Jimin y Jungkook salieron rumbo al trabajo, pues no debían darse el lujo de llegar mas tarde. Jungkook iba manejando, haciendo bailar sus dedos en el volante con una canción que solo descansaba en su cabeza. Jimin aún procesaba que tuvo sexo con su jefe. De solo acordarse siente cosquillas en la entrepierna de premeditado placer.

Jeon estaba con una sonrisa muy rara, no era normal verlo sonreír de la nada tanto rato y sin razón aparente. Claro, Jimin lo miraba por el rabillo del ojo con cuidado sin ser consciente de que Jungkook yace así por su causa, porque ha pasado la mejor noche de su vida hasta ahora y no con un simple polvo, sino que con quien estuvo enredado en las sábanas de su cama le otorgó permiso para ser su primera vez porque aunque sedujo a Jimin (lo hace la mayoría del tiempo) este pudo haberse negado si quisiera y no iba a importar que Jungkook estuviera mas duro y erguido que un mástil… tenía que respetar su decisión, pero Jimin le confió su cuerpo, con deseo desboronando en sus ojos, queriendo lo mismo que él con anhelo.

Jungkook se siente importante y eso le sienta muy bien.

Muy en su interior, Jimin tiene una idea menos “feliz” ¿será que su jefe se siente feliz solo porque le quitó la virginidad y no va a querer nada mas con el? ¿cumplió su objetivo? Está preocupado por eso y de como pueda resultar todo de ahora en adelante. Las inseguridades vuelven a invadir la tranquilidad que Jeon le ha proyectado por este tiempo siendo atento, seductor y perseverante.

Tiene que tranquilizarse o va a ponerse a llorar como un chiquillo.

Al llegar ambos bajan sin decirse nada, uno con la cabeza gacha y el otro adoptando esa magnifica imponencia mientras camina dentro de su empresa con destino al elevador siendo seguido por su secretario en silencio. El ascensor no tarda mucho en llegar y el primero en ingresar es Jungkook pero frunce el ceño cuando el rubio se queda ahí parado, frente a él sin señal de querer entrar.

--¿Jimin?—

--No es bueno que llegues conmigo arriba. No da buena impresión que el jefe llegue tan temprano conmigo luego de haber desaparecido dos días.--…--Agarra con determinación su maletín.—

--No digas tonterías.--…--Le extiende la mano.--…--Vamos, no seas paranoico. Yo puedo llegar con quien quiera.—

--No está bien. Nos vemos arriba mejo…--…--No le dio tiempo de decir nada mas, pues Jungkook le agarró del codo trayéndolo consigo antes de que las puertas se cerraran.--…--¿Pero que hac...?--

Asalto. Así define Jimin lo que Jungkook hace cuando el elevador empieza a moverse y subir. Sus labios no son suyos ahora, están siendo abatidos en un beso candente que Jungkook le esta proporcionando y nublando todos sus sentidos en corriente poco a poco siendo candente y terriblemente abrasador. Jeon tiene sus brazos pasados por su cadera haciendo que sus pechos choquen y quemen bajo la tela de sus ropas.

--Cuando te ofrezca mi mano, Jimin no la rechaces.--…--Arregló las gafas que estaban un poco salidas de lugar debido a cierto beso.--…--Y cuando la tengas no me sueltes.--…--Su derecha fue en busca de la izquierda de Jimin apresándola con cariño. Jimin no se perdía detalle de sus ojos mientras le hablaba.--…--Para nadie es un secreto que no soy bien dado al rechazo pero si es tuyo me molesta como no tienes idea y más que molestarme me frustra. Ahora solo quiero que me dejes agarrar tu mano, levantes esa mirada y no quiero que se la bajes a nadie nunca mas ¿ok?--…--Jimin asiente como ido, hipnotizado por sus palabras.—

Se separa cuando el ascensor se detiene pero siguen con las manos entrelazadas. Hasta adentro pueden escucharse los murmullos de los trabajadores, los botones de los techados hundirse, los tacones de los zapatos sonar en el liso suelo de ese amplio espacio laboral.

Jungkook le mira por encima del hombro y le guiña el ojo. Las puertas se abren y Jimin queda sin aliento cuando todos dirigen la mirada hacia el ascensor curiosos por quien haya llegado y cuando descubren la figura de su jefe se quedan en silencio absoluto, y no viene solo, está con su secretario al lado.
Jungkook camina con Jimin a su lado sin soltar su mano por nada, la vista al frente como siempre pero esa sonrisa que ha tenido toda la mañana no se aparta de su boca, sus ojos con el mas vivo brillo de la diversión importándole muy poco lo que sus oídos escuchan entre la multitud de empleados.

Jimin se obliga a mantenerse erguido, apegado a su jefe recibiendo su seguridad, su calor delante de todas esas personas necias que le rechazan. Gira solo un poco su cabeza para divisar al grupo de las secretarias atónitas y quiso echarse a reír por sus expresiones de sorpresa, a punto de caerse para atrás como condorito. Solo les dio una sonrisa ladina que expresaba lo que sentía.

Satisfacción y un claro mensaje de: “yo estoy con él y no ustedes, palillos sin cerebro” Y vuelve su vista al frente estando más confiado de la compañía, del agarre que todos veían.

Jungkook le mira y sonríe como un niño, Jimin ama tanto esa sonrisa bella que está contagiado ahora mismo y sonríe ocasionando que sus ojos queden hechos líneas y así, sin soltar el agarre ni dejar de sonreír se adentran en la oficina del jefe dejando a todos los trabajadores con un lío en sus cabezas, los murmullos no se hicieron esperar, las hipótesis recorrieron la oficina como un torrente sin fin.

Nunca habían visto a su jefe sonreír de esa forma, casi podrían decir que era una risa de alegría retenida y toda esa era dada a su secretario. Ellos habían llegado hoy agarrados de manos prácticamente desfilando y restregándoles en la cara su indiferencia, se sonrieron de una forma tan encantadora; llena de brillo, armonía, dicha y complicidad como si…

Como si fueran una pareja muy enamorada.

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