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Capítulo 30



Una semana después…
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Las secretarias de empresas Jeon estaban muertas de la envidia al tener que ver la cara del secretario del jefe en cada poster y publicidad en la empresa y no solo dentro de la empresa, sino fuera en cada tienda a la que se le otorgara la publicidad. Lo miraban con odio mientras él trabajaba arduamente en su lugar, pero cada vez que este hacia intento de mirarlas ellas esquivaban su atención, al menos no se meten con él, pues ya no es solo el secretario del jefe… sino que es el modelo principal del producto con mas impacto en el mercado en la actualidad.

Jungkook llega un poco mas tarde que los días anteriores pero hoy se le han pegado las sabanas. Llama a su secretario por su teléfono y este no tarda en llegar ante su presencia.

--Buenos días.--…--Saluda con sus manos juntas en su espalda.--…--¿Cómo está, señor Jungkook?—

El nombrado chasquea su lengua con molestia. Niega desde su silla dedicándole una mirada pesada y tensa, oh si, Jimin ama cuando Jeon se comporta serio y hasta molesto; cuando su quijada se aprieta pone al pequeño rubio lleno de fantasías nada decentes.

--¿Lo haces porque sabes que me molesta verdad?--…--Jimin se encoge de hombros sonriendo inocente.--…--Ven aquí.--…--Hace ademán con su mano por lo que el rubio se acerca con pasos largos.--…--Siéntate en mi regazo.--…--Palmea sus piernas en una invitación que el secretario no puede rechazar. Se sienta con sus piernas a cada lado de los muslos ajenos.--…--¿Qué hay para hoy?--…--Jeon recorre la espalda ajena con caricias lentas y pacientes.—

--A las tres es la reunión con los ecologistas.--…--Jimin contiene la respiración cuando los labios delgados y húmedos del menor impactan sobre su cuello.--…--Tienes que dar lectura al nuevo contrato, tu abogado vendrá antes de las cinco.--…--Su cuerpo tiembla de placer ante la lengua mojada llegando hasta el lóbulo de su oreja, su piel se eriza y Jimin aprovecha el momento para tocar los brazos fuertes de Jungkook tomando como excusa el momento excitante y que sus manos sientan esos músculos así sea por encima de su camisa..--…--Y-y… el señor Lee vendrá un rato para hablar contigo.—

--¿Nada mas?--…--Susurra.—

--N-no.--

Desde que confesaron que se gustaban hace una semana ambos no desaprovechan ninguna oportunidad para besarse, tocarse sin intenciones mas allá de solo contacto y dedicarse las miradas llenas de deseo, comprensión, lujuria y alegría queriendo trasmitirse las mas fuertes emociones sin palabras.

Jimin está dentro de un sueño maravilloso donde Jungkook es el hombre fantástico pero no es un sueño, Jungkook ha sabido como sobrellevar su “relación” (Lo que ellos tienen no lleva nombre hasta ahora) sin dramas ni exigencias, contento por besar a su secretario en la oficina, el ascensor, su auto o cualquier pasillo solitario deleitándose con sus sonrojos y risitas avergonzadas cada vez que lo acorrala en la pared mas cercana.

El secretario no se cree capaz de declarar su amor por el jefe. A veces se hace el desinteresado para no verse necesitado o como un desgraciado que llama mentalmente al menor para que vaya y lo bese, toque o abrace. Jimin intenta que Jeon crea que solo siente atracción y gusto físico. No quiere asustarle sin necesidad o que este piense que va con una doble intención. Esto es mas de lo que pudo haber imaginado tener con su jefe así que va disfrutarlo lo mas que pueda, todo lo mucho o poco que dure sin prestarle mucha atención al futuro porque muy dentro de si, Jimin sabe que esto no puede terminar bien para su corazón y estabilidad.

No es negatividad, es realidad.

--No sé que haría sin ti, eres muy aplicado y no se te escapa nada.—

--Ese es mi trabajo; ayudar a mi jefe.-

--Pues déjame decirte que lo haces muy bien.--

Jefe y empleado no han pasado la línea que tiene por titulo: “besos y caricias”.

Hasta hoy.

Jungkook gira con destreza para que su secretario quede sentado en su silla, besa cada parte de piel expuesta pero quiere mas, necesita mas.

Paciencia, Jungkook no es tan bueno manejando la paciencia en su vida pero hoy mas que nunca quiere tener su autocontrol para no espantar al hombre que yace a su merced, con los labios hinchados y rojizos. Su boca se dirige hasta el primer botón de su camisa empezando a sacarlos con sus dientes con cuidado, paciencia y la experiencia sexual que ha adquirido en los últimos dos años.

Jimin suspira mas pesado cuando su jefe va bajando cada vez mas y su camisa queda abierta, exhibiendo la parte superior de su cuerpo. La inseguridad le grita que debe taparse, que su cuerpo no es lindo ni del gusto de su jefe y lo menos que quiere es pasar vergüenza.

Jungkook agarra la cintura del rubio con ambas manos reacio a la idea de que pueda escaparse y otorga besos por su abdomen suave.

Desde que empezó a tener sexo con hombres procuraba que estos estuvieran marcados anatómicamente, siendo tan normal encontrarse con los cuerpos mas trabajados de la ciudad, e inclusive del país. Cuando le tocaban sus viajes nacionales, después de cada reunión no perdía tiempo para buscar un cuerpo nuevo, rostro nuevo y agilidades nuevas porque si, ¿vírgenes e inexpertos? Nunca han sido de su gusto ya que la comprensión y el cariño no son sus mejores virtudes.

Pero quizás esto es lo que necesita: Un hombre de piel delicada, sin un abdomen marcado ni los muslos mas fuertes, probar un nuevo cuerpo sin ninguna huella; enseñar, corromper y adquirir no solo por un par de horas, sino por mas horas, mas días.

Mas tiempo.

Jungkook bajó su mano acariciando la entrepierna de Jimin por encima de la cremallera notando el bulto. Jimin jadea ante el toque. Su boca no deja de propinar besos por el pecho de su empleado y sus manos traviesas no se detienen en su trabajo por sacar el cinturón ajeno y cuando lo logra desciende lentamente el pantalón por sus piernas sacándolo aún si Jimin no tenia fuera sus zapatos. La tela cedió perfectamente.

Ahora agarra el borde del bóxer gris pero mira atento el rostro ajeno por si surge alguna negativa. Al no ver nada mas que excitación no pierde el tiempo y saca la prenda interior.

Admiró por unos segundos el pene de Jimin relamiéndose los labios por sus intrépidas ganas de llevarlo hasta su boca y degustar su sabor. El glande; de un rosa pálido, brilloso por el liquido pre seminal goteando por la extensión mediana, sin venas marcadas, solo piel cubriendo la dureza y eso fue lo que mas le agrada al empresario, lo liso y no puede comparar este miembro con nada más que no sean los penes tiernos con piecitos y ojos que aparecen en las imágenes caricaturizadas.

Y pues sonará muy gay pero a Jungkook le encantan los penes.

Alza las piernas ajenas dejando a su trabajador totalmente expuesto, sus partes mas secretas siendo mostradas sin ningún impedimento.

--Mira nada mas lo que tenemos aquí.--…--Sonríe siniestro ante la vista espectacular.—

Jungkook es seductor y cauteloso, por lo que empieza mordiendo los muslos en recorrido que finaliza en una rosada y fruncida entrada. La punta de su lengua entra en juego encima del orificio.

--Ah~ Jungkook.--…--El gemido mas agudo de su vida sale sin poder detenerlo. Es muy excitante la forma en como el menor pasea su sentido del gusto por su entrada, las manos fuertes sostienen sus rodillas a cada lado separando éstas para hacer su trabajo sin molestias.—

Es la primera vez que Jimin es tocado por otras manos que no sean las suyas propias. La primera vez que husmean en su cuerpo desnudo. Jimin está pasando por el momento mas excitante de su vida ahora mismo con el hombre mas guapo con el que pudo haberse topado en la vida. Todo su cuerpo tiene una temperatura caliente a causa de la excitación.

--Por ahora si me gustaría que me dijeras Jefe, hyung.--…--La forma coqueta en como lanza sus palabras, el sonido de su voz ronco y seductor lleva a Jimin por los cielos. Conforme a la petición ajena… no puede negarse.—

El castaño sigue en lo suyo reemplazando las lamidas por chupetones encima de la entrada rosada, con el chupar que deja sonidos obsesos cuando se separa, la parte sensible yace rojiza bajo su boca experta y los quejidos del rubio van en aumento. Jeon ama esto.

El sexo para él siempre fue mas de acción y menos tántrico, siendo predecible. Muchas veces los chicos no dejaban salir sus deseos, se contenían al placer de expresar su sentir porque se creían muy expertos, pero no se quejaba pues, le agradaba así. Pero se acaba de dar cuenta que lo que realmente necesitaba era un hombre como Jimin; No se contiene, gime, se retuerce, se avergüenza pero aún así lo disfruta.

Su lengua sube haciendo parada en sus testículos teniendo una pequeña antesala del sabor intimo del mayor debido al liquido salado que gotea desde su glande, deslizándose por la erguida polla y quedando sobre sus bolsas, pero las estaba recibiendo con el mayor gusto del mundo en su paladar.

--J-jefe.--…--Una punzada dolorosa ataca la entrepierna del menor bajo los pantalones elegantes. Si que le prende cuando el lindo secretario le dice “jefe”. Y si, es su jefe manteniendo una “relación” nada ética, clandestina, traviesa, sucia e indecente… todo lo que Jungkook disfruta. Jeon es un jefe muy, pero muy perverso.--…--Mghh…Jefe~.—

El jefe va con cuidado hasta el glande, abre su boca lo necesario e introduce el pene en su cavidad bucal.

El mayor grita de placer ante la sensación suave, mojada y cálida que experimenta por primera vez con su espada arqueada, sus manos se aferran fuertemente de los brasares de la silla, siente las gotas de sudor bajar por sus sienes. Quiere cerrar las piernas en reacción del delicioso placer pero Jeon le sostiene firme las rodillas, las piernas alzadas temblando sin poder evitarlo.

Una escena tan impura, decadente de decencia sin pudor alguno.

Jeon hace su trabajo subiendo y bajando la cabeza otorgando un oral digno de sus conocimientos, recibiendo como recompensa gemidos agudos y entrecortados, el cuerpo ajeno temblando y esa expresión de su rostro que excitaría hasta al mas santo.

Y Jungkook tiene de santo lo que el diablo tiene de puro.

--Señor Jeon--…-- Unos toques en la puerta hacen que el jefe se aleje rabioso del pene ajeno con sus labios escurriendo saliva. Se separa un poco y enciende el micrófono.--

--Si, ¿Qué desea?--…--Habla procurando que no sea evidente su molestia.--

--Traigo un mensaje de mi jefe, el señor Jonhae y la documentación de recursos humanos.--

Es la secretaria de Jonhae, Sun hee.

Jimin sabe que tiene que ir al baño a esconderse, vestirse y esperar a que la despiadada mujer se largue.

Jeon ayuda a que su secretario se siente como es debido pero echa la silla hacia adelante chocando ésta contra el escritorio, el espaldar es lo suficientemente grueso como para tapar el cuerpo del rubio.

Otra cosa que hay que agregar sobre la personalidad del joven empresario es que ama la adrenalina…

--Pase, por favor--…--Jimin lo observa horrorizado.--

Demasiado.

Se inclina hacia adelante con su mano izquierda cubriendo la boca del secretario, con la derecha masturba su pene a una velocidad tortuosa.
Jimin quiere quejarse, protestar por esta locura, pero deja esas ideas a un lado cuando el sonar de unos tacones invade la oficina.

--¿Qué se le ofrece al señor Jonhae?--…--Pregunta Jungkook.—

--El señor Jonhae quiere hablar con usted lo mas pronto posible.--…--Sun Hee se queda lo mas erguida posible pensando en si el jefe Jeon va a girarse o a darle la espalda todo el rato.--…--También notificarle que mañana debe salir del país.—

--Algo me comentó pero no pensé que sería esta semana.--…--Habla con la secretaria pero su atención solo tiene una victima fija y ese es su secretario. Los ojos entrecerrados detrás de los cristales redondos son una maravilla erótica. Su mano acelera el movimiento en el pene goteante de Park y se asegura de cubrir muy bien su boca.--…--¿Adónde irá?—

--Canadá. Dice que por ello necesita hablar con usted.--…--Si, es incómodo hablar con una persona sin verle a la cara, más si esta está cerca. La silla se mueve un tanto extraño y Sun Hee frunce el ceño.--…--¿Se siente bien, señor Jeon?—

--Mejor que nunca.--…--La sonrisa perversa no se borra de sus labios. Jimin cierra los ojos fuertemente cuando su jefe masturba rápidamente su pene sensible e intenta no moverse mucho porque si Sun hee se da cuenta de su presencia no podría vivir con le vergüenza.--…--¿Algo mas, señorita secretaria?--

--Nada mas, señor Jeon. Aquí le dejo la documentación de hoy que manda el señor Jonhae. Me retiro.—

La secretaria sale de la oficina y Jimin se agarra fuertemente de los hombros de su jefe al sentir su orgasmo arrasar con todo su cuerpo sudoroso, su lefa tibia cae sobre su pecho, el gemido de desahogo es callado por la mano de su jefe.

Jungkook pasa su lengua por el pecho y abdomen del secretario degustando cada gota de semen, limpiando ese delgado cuerpo con el mayor gusto del mundo.

Jimin no puede dejar de ver el morbo viviente que es Jeon, haciendo todo con maestría como si fuera la tarea favorita del día a día mientras que él solo puede reaccionar lentamente ante el primer orgasmo ocasionado por otra persona, nadie en sus veintitrés años le ha tocado tan secretamente y, a pesar de estar consternado… se siente bien que sea Jungkook, el hombre que ama y lleva su confianza.

Cuando el menor acaba de chupar y tragar todo el semen va directo a los labios gorditos del secretario para besarlo con suavidad, los suspiros de ambos se los lleva el viento conforme pasa el tiempo del beso húmedo.

Pero Jungkook no es el único que ha sufrido de necesidad todo este tiempo, pues Jimin también desea tocar mas a fondo a su jefe, ver su desnudes otra vez porque su vista se deleitó con ese cueepo desnudo hace meses, sin embargo, aquello solo ha servido para aumentar un deseo incontrolable que causa sueños húmedos, erecciones inevitables y muchas ganas de ser poseído por ese hombre menor.

En medio del beso Jungkook siente la mano de su secretario ir bajando hasta que toca su entrepierna adolorida y solo le queda gruñir antes de alejarse.

--Eso será para después.--…--Sonríe y se levanta del suelo estirando su traje. Jimin hace un puchero y rueda los ojos con odiosidad.--…--¿Qué? no soy tan bestia para follarte por primera vez en una silla de oficina.—

--No es eso... ash, olvídalo.--….—Agarra su ropa empezando a vestirse.-

Jungkook solo le abraza por la espalda y besa su cuello seductor, pasea sus manos por sus glúteos desnudos sintiéndose afortunado de ser el primero en verlo así tan cerca, de tenerlo entre sus palmas. Mas besos mojados entran en juego antes de irse hasta la oficina de Jonhae.

Jimin no tenia intenciones de que su jefe lo follara, (al menos no hoy) y Jungkook ha malinterpretado sus intenciones “bondadosas”.


















































Solo quería chuparle el pene a su joven jefe, nada mas.






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