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Capítulo 28


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Jungkook se levanta bien temprano y arregla sus cosas como todos los días de la semana. Estaría gran parte de la mañana y tarde fuera de la empresa por lo que todo debe estar ordenado en su ausencia, pues su secretario tampoco va a estar.

El día anterior fue algo extraño hasta para el mismo, pero fue él quien ocasiono todo esto y no esta arrepentido… pero la cuestión esta en hacerse a la idea de que su secretario ya no es un simple empleado del montón algo que lleva mas tiempo y no es solo desde ayer, sino desde el viaje a Japón y desde la serie de eventos que han estado ocurriendo estas semanas.

Jeon no sabe muy bien si le gusta su secretario, pero esta más que claro que Jimin provoca en él cosas de las que no esta acostumbrado.

Es un hombre que ha tenido que aprender a estar solo pese a que le dan ordenes y se encarga de cumplirlas al pie de la letra, sin embargo, no pueden controlar sus sentimientos y deseos por lo que cuando estaba solo su primer año como empresario Jungkook hizo y deshizo como le dio la reverenda gana con los hombres mas guapos que pudiera imaginar, en fiestas, bares y discotecas de todo Seúl. Una que otra mujer también entraba en su lista de pasiones, intentando acabar con su repulsión pero fallando en el intento.

Ciertamente, es un joven que no ha podido vivir su vida como los demás chicos de su edad, eso lo pone nostálgico muchas veces pero trata de no enfocarse en ello de lleno, es mejor y saludable.
Ha dejado de salir por la promoción del nuevo producto y ahora que ya casi está en todos los mercados no se le anima irse de fiesta, lo menos que quiere es padecer una crisis en medio de la revolución y posiblemente morir en medio de la multitud eufórica de jóvenes alcoholizados y drogados.

No seria muy digno de su parte morir así.

A Jungkook va a resultarle muy difícil romper el lazo que esta forjando con su secretario por muchas razones obvias. Claro, tampoco si tiene que verlo todos los días y es aquí cuando Jungkook se pregunta:

¿Vale la pena todo esto? ¿vale la pena arriesgar tanto por alguien que no te agradaba? ¿Vale la pena esta aventura a cambio de… Ha cambio de qué?

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Jimin Pov:

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Mis emociones ahora son muy indescriptibles. No se si siento confusión, rabia, alegría o… algo mas.

Jeon Jungkook es todo lo “Inalcanzable” que puedo deducir en esta vida, el hombre que jamás se fijaría en mi por mi cara fea o cuerpo nada integral como las personas que lo rodean día tras días (que son muy bellas por cierto, soy testigo de eso) y ahora han pasado tantas cosas que no me puedo explicar. Me da miedo ir a trabajar pero al mismo tiempo estoy impaciente por saber qué me dirá mi jefe.

Lo que pasó ayer en la sala de juntas sigue demasiado vivo en mi mente, en mi cuerpo y es tanto que aún siento sus húmedos besos sobre mi pecho, sobre mi cuello, su aliento caliente golpeando mi piel.
Aún sigo sin creer que esto sea real, que mi jefe dejó el asco que tenia por mí a un lado de la noche a la mañana. No quiero contarle nada a mi amigo hasta que yo mismo logre salir del shook.

No negare que todo de mi jefe me encanta pero tengo miedo y creo que estoy en todo mi derecho por todo lo que Jeon ha hecho conmigo. No puedo simplemente tirarme en sus brazos (por mas que quiera) después de sus diferentes rechazos, reclamos y humillaciones. Desde cero nos propusimos empezar nuestro nuevo “ciclo laboral” pero no es raro que desconfíe del dueño de mi corazón. Cualquiera lo haría en mi lugar, creo.

Mucho menos quiero que se entere de que me tiene a sus pies porque eso me pondrá en desventaja (lo presiento) y debo saber claramente las intenciones de Jungkook conmigo antes de que las cosas pasen a algo mas debido a que no voy a poder negarme a su toque, la simple forma en como me mira últimamente es demasiado sensual, sus labios en mi piel hacen que olvide todo de mi. La posición en la que estoy no es la mejor porque estoy enamorado completamente de ese hombre, pero él no puede enterarse. Ahí si pueda que sea mi fin rotundo, caeré en un abismo sin retorno y no creo poder recuperarme de tal daño al final de todo lo que se está armando.
Tengo una gran responsabilidad con Mark, no puedo andar por la vida como un moribundo, con corazón roto porque su jefe le ha follado y dejado como cualquier trabajador nocturno. 

Hay que decir las cosas como son; por y más que ame a mi jefe hay cosas más importantes que mis deseos carnales y sentimentales. Es un punto que quiero tener presente por mas que me duela.

--¿Papi?--…--Veo hacia abajo a mi hijo con su mochila puesta. Estamos listos para ir a dejarlo en su escuela.--…--Toy listo.--…--Sonríe enormemente.—

--Vámonos, mi niño.—

Mark depende de mi, él necesita un padre alegre, fuerte y trabajador. No un padre roto y desdichado. Bastante tiene con no tener madre y lidiar con las burlas de sus compañeros por ese mismo hecho.

Salimos del departamento notando unas cajas no muy lejos de nuestra puerta. Já, llega a vivir alguien nuevo. Sigo mi camino con Mark parando en seco ante la presencia de un señor alto pero de ropa un poco dañada, en su mano derecha lleva un bastón y sus ojos están tapados por unos lentes redondos oscuros. Es ciego.

--Buenos días.--…--Saludo al pasar por su lado.—

--Buenos días.--…--Tiene voz tensa.—

--¡Buenos días!--…--Saluda Mark eufórico agitando su mano hacia el señor sin ser consciente que no puede ver.—

--Buenos días, niño.--…--El señor es hasta mas alto que yo, increíblemente decepcionante para mi altura. Tantea la pared con su mano libre hasta que llega a la puerta del departamento dieciocho, justo a la derecha del departamento de Tae. Bueno, ese es uno de los tantos desocupados.—

--¡Señor Jung!--…--Un hombre con terno negro y sin corbata puesta llega hasta donde el nuevo vecino.--…--Le dije que no bajara del auto solo.--…--Nos da una mirada ¿recriminatoria? no lo sé pero no parece contento con nuestra presencia por lo que decido seguir mi camino con Mark hasta salir del edificio.—

No le tome mucha importancia así que fui a dejar a mi hijo hasta su escuela, luego fui tranquilamente hasta la empresa llegando diez minutos antes de la hora normal.
Llego y apenas veo a mi jefe saliendo de la oficina. Nos miramos pero me hace señas de que vuelva a meterme al ascensor así que lo hago, sé que debemos irnos ahora si queremos llegar puntuales a la agencia del señor SeokJin ya que está un poco lejos de la empresa.
Entro y él hace lo mismo antes de que las puertas se unan.

Lo que siento después son sus labios impactando contra mi mejilla en un beso que me dejó fuera de base.

--Hola.--…--Oh rayos, mi corazón va a explotar.—

--H-hola.--…--Saludo como puedo. Mi jefe no debería saludarme de esta forma.—

Lo miro de reojo; tiene sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón negro tubo, su camisa mangas largas blanca, no lleva saco ni corbata el día de hoy.
Las puertas se abren y sigo su camino hasta el estacionamiento donde nos montamos en su camioneta negra. El camino hasta la agencia es incómodo por nuestro silencio dentro del auto, lo único que se puede escuchar es el sonido de los demás autos juntos con los pitidos de los mismos.

--¿Estás nervioso?—

--¿Ah, qué?--…--No creo haber sido tan evidente.—

--Por lo de la sesión.—

Ahhh, era eso.

--Un poco.--…--No estoy muriendo de nervios pero este va a ser un espacio demasiado nuevo para mi. Ya no es como la vez pasada donde solo posé por ayudar a la causa, esta vez el señor Seokjin esta esperándome.--…--Eso de ser modelo no siento que se me vaya a dar bien.—

Lo veo negar con una sonrisa y quisiera que me diga lo que está pensando.

--Ya llegamos.--…--Detiene su camioneta y yo me bajo esperando a que acondicione todo.--…--Sígueme --…--Bueno, no hace mucha falta que lo diga.--…--Estuve aquí hace casi tres años cuando llegue de España. Jin tiene un gusto propio de la moda muy extravagante pero para los que son sus modelos suele ser mas delicado sin dejar de ser llamativo.—

--Debiste aprender mucho de él.—

--Si, pero para mi propio uso. Soy malo para escoger prendas para otras personas.--…--Si, recuerdo que en mas de una vez me lo dijo. Llegamos a la parte baja de la agencia donde puedo ver muchos chicos y chicas esbeltas, con caras demasiado hermosas. Para mi es inevitable no sentirme inseguro, quiero irme.--…--Jimin.--…--Mi jefe me llama y me enfoco en su rostro.--…--No te asustes, solo son personas como tu y como yo.—

A veces me gustaría saber si mi jefe puede entender lo que siento cuando me mira.

--Si, pero muy hermosas.—

--Tu también eres hermoso.—

--¿Qué ganas con mentirme?—

--Si no me parecieras hermoso yo no… olvídalo.--…--Me da la espalda con sus brazos cruzados sobre su pecho.—

--¡Jimin! ¡Jungkook!--…--La voz animada de Seokjin se escucha por todo el salón, ya ni voy a tener que presentarme porque Jin se encargo de gritar mi nombre junto con el de mi jefe.--…--¿Qué tal?--…--Ambos respondemos un “bien” .--…--Me alegro. El fotógrafo ya está arriba esperándonos. Vamos—

Jin agarra de mi muñeca empezando a correr y soy arrastrado de nuevo por este hombre siendo la tercera vez en mi vida. ¡Qué manía la suya en hacer que corra un maratón! Miro hacia atrás y Jungkook nos sigue con tranquilidad hasta que quedamos frente una puerta de madera, nos adentramos.
Hay muchas luces como la vez pasada en la empresa Jeon pero a diferencia de esa vez no hay mas personas, solo yace el fotógrafo.

--¡Hemos llegadooo!--…--Nos mira un peligris vestido con ropa muy colorida. Cualquiera que lo vea en la calle pensaría que es un hippie.--…--Aquí está el chico del que te hablé. Se llama Jimin.--…--Sonríe y me extiende su mano animado.—

--Mucho gusto, me llamo Lee Taemin.--…--Nos saludamos y luego este estrecha la mano de mi jefe siendo presentados por Kim.—

--Iré con Jimin para que pueda cambiarse, no tardaremos.--…--Le doy una última mirada a mi jefe antes de entrar en un cuarto lleno de sillas, con varias mesas y espejos con luces en el marco. Tal y como los camerinos de esos famoso que veo en películas.--…--Bueno vamos a arreglarte.—

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No se cuanto tiempo ha pasado desde que Seokjin y yo entramos aquí pero se me ha hecho una eternidad. Al menos no me echó ese espray de aquella vez que me tuvo estornudando por una noche entera, no agrega mucho maquillaje, solo resalta mis ojos y es algo que internamente me satisface, me he dado cuenta que no me gusta el maquillaje.

--Estás precioso.--…--No puedo evitar sonrojarme. Todas mis cosas yacen en una silla a las esquinas del camerino. Mis gafas también están allí, me siento ciego la verdad.--…--Vamos.—

Salimos pero intento no mirar a mi jefe ya que lo menos que me apetece es sentirme tenso delante de su mirada pesada que conozco muy bien.

--¿Listo?--…--El fotógrafo pregunta y Jin asiente.--…--Entonces empecemos.—

La sesión fue menos asfixiante que la que hubo en la empresa Jeon, me gustó que el fotógrafo dictaba poses cómodas para mi. Siento que la cámara y yo no nos la llevamos bien, por lo que es satisfactorio que este hombre pueda notarlo aún si no se lo digo. Dijo que todas las fotos quedaron bien y a pesar de que no le creo parece contento con el resultado, quizás si lo hice bien después de todo.
La sesión termina, Jin dice que escogerá la foto junto con el fotógrafo y Jungkook (ya que es mi “manager”).

Yo vuelvo al camerino para cambiarme porque a pesar de que la ropa esta muy bonita tengo el deseo de colocarme mi uniforme. Supongo que mi misión por ignorar a mi jefe durante la sesión fue todo un éxito, sin embargo, pude sentir sus ojos encima de mi todo el tiempo, cada vez que cambiaba de pose, cuando hablaba con el fotógrafo pero me siento orgulloso de mi mismo por tener la fuerza de voluntad suficiente para ignorarlo.

--Jin no deja de sorprenderme.--…--Me giro rápidamente ante la voz de mi jefe.--…--Lo que llevas puesto se te ve hermoso.--…--Abro la boca para decir algo, pero luego la cierro al no saber que decir realmente.--…--¿No dirás nada?—

--¿Debería?--…--Si, estoy a la defensiva pero es lo mejor que surge de mi en momentos como este, donde Jeon Jungkook dice cosas que me aceleran el corazón, tanto… que puedo sentir el palpitar hasta mis oídos—

--No, no deberías.--…--Sonríe. Una de las cosas que me causa mas susto estos días es la paciencia con la que Jungkook me trata. Yo en su lugar me hubiera hartado.--…--Es que cada vez que le digo un cumplido a alguien suelen al menos… darme las gracias.—

--Oh, disculpe si no soy como sus demás conquistas.--…--De imaginarme a cuantos chicos o chicas ha halagado en su vida me molesta, pero no me molesta en realidad su “cortesía” sino el mensaje oculto que debió tener aquellas palabras mientras las decía. Intenciones claras de querer llevarlos a su cama para después hacer de cuenta que no existes.--…--Pero de igual manera, gracias.—

Es el gracias mas forzado que he dado en mi vida.

--¿Qué te pasa, Jimin?--…--Frunce el ceño y me siento juzgado.--…--Solo te estoy diciendo que te vez bien. Has estado muy raro desde que salimos de la empresa ¿es por lo de ayer? ¿quieres hablar de eso?--…--Ahora sus cejas se juntan notándose preocupado.—

--Yo, no estoy seguro.--…--Quiero evadir ese tema a toda costa. ¿Qué puedo decirle? “Oh, Jungkook, me encantó todo lo que ocurrió en esa sala de juntas y aún proceso hecho de que tú, el hombre que me tiene enamorado desde hace meses, me vea de una forma nada decente pero me gusta, y me gusta mucho pero no puedo caer en tu juego”.--…--L-lo mejor será olvidar todo esto.—

--¿Y de verdad quieres eso?—

--N-no.--…--Odio mi sinceridad. Hubiera sido mas fácil decirle que si y acabar con todo esto de una vez por todas, pero hoy estoy mas idiota de lo normal.—

--¿Entonces?--…--Esta muy cerca de mí ahora mismo. Sus dedos agarran mi barbilla obligándome a alzar la cabeza para conectar nuestras miradas.--…-- Yo se que tu también quieres esto, Jimin.—

Jeon Jungkook es el hombre mas atrevido con el cual he podido toparme en mi vida y suele ser irónico que huyo de esos hombres y viceversa, pero caí rendido por uno de esos hombres atrevidos, egocéntricos llenos de lujos e inalcanzables con los que solo puedes llegar a fantasear o soñar alguna buena noche. Claro, si es que tienes suerte siquiera de que se entrometan en tu sueño.

Quiero besarlo tanto como no tienen idea, quiero poder saborear sus labios como es debido para luego…

¿Para luego qué? Enviciarme con el sabor de sus labios para luego no volverlos a tener, sufrir por ellos aún sabiendo que no podrían pertenecerme jamás. No quiero eso.

No quiero lo mismo que Jungkook quiere, porque si él supiera lo que yo deseo… huiría de mi.

Observo sus labios demasiado cerca y antes de que puedan impactar contra los míos alzo mi mano para que el contacto no se realice. Jungkook abre sus ojos que estaban cerrados, es tan bello y mucho más de cerca. Abro mi boca cuando la punta de su lengua se pasea por mi palma, en el medio y luego desde el borde de la muñeca hasta mi dedo medio. Estuve a punto de gemir, la humedad de su lengua con ávidos movimientos mandaban punzadas hasta mi entrepierna, y me sentí duro por culpa de mi jefe, por ser un hombre sin pudor que no desaprovecha ninguna oportunidad para colocarme en el borde del abismo del placer.

No importa si estoy haciendo lo posible para tenerlo alejado, él encuentra la manera de estar cerca, de seducirme sin mucho esfuerzo.

Intento alejar mi mano pero él es mas rápido y la agarra, no puedo dejar de mirar sus labios tan tentativos que deberían ser ilegales. Mas allá de apetitosos son como una fruta, una cereza que quiero comer.

--No puedo entenderte.--…--Muerde sutilmente uno de mis nudillos y yo no puedo hacer nada mas que admirar lo que ocasiona con su boca paseándose por mi mano. Esto me demuestra que me pone mas desubicado con solo acariciar, lamer y morder una parte de mi cuerpo nada sensible como lo son mis manos.--…--Quiero hacerlo pero no me dejas. En un momento estas dispuesto para mi, luego te comportas arisco y cuando quiero siquiera besarte no me dejas ¿qué te pasa?—

Su mirada… esa jodida mirada solo expresa preocupación y ante sus cambios de humor solo…

--Tengo miedo, Jungkook. Tengo miedo de ti.—

Miedo de ambos; de él por su cambio y de mí por creer caer mas bajo en este juego profundo.

Suelta mi mano y retrocede, sus cejas juntas como si lo que dije hubiera sido un golpe directo al rostro.
Sale del camerino y es ahí cuando puedo respirar como es debido.

Y no miento, de verdad que estoy aterrado por lo que Jungkook quiera conmigo.

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Jungkook escogió la foto con el estilista y el camarógrafo, no tuve ánimos de verla después de lo que pasó con mi jefe en aquel cuarto. Estuve excitado, confundido, abrumado y triste… hasta arrepentido de haberle dicho a Jungkook mi temor hacia el. No me sorprende que haya mal interpretado mis palabras, pero querer enmendarlo me parece una perdida de tiempo si lo que quiero es mantener distancia (sentimental y física) con mi jefe. 

Entre tanto que estuve pensando por todo el camino solo pude volver a la realidad cuando Jungkook detiene su camioneta, pero no estamos en la empresa, estamos frente al edificio donde vivo.

--No volveré a la empresa, y hoy no hay nada importante por lo que es mejor que vayas mañana.—

No me mira. No muestra emoción en su rostro.

--Está bien.—

Intento salir del auto pero un agarre en mi brazo lo impide.

--Jimin, no debes temer de mi.—

Frunzo mis labios y me suelto de su agarre con lentitud.

--Hasta mañana, Jungkook.—

Salgo del auto lo mas rápido que puedo y sin mirar atrás.

Al llegar a mi departamento me apresuro a mandarle un mensaje a Tae para que venga y poder hablar con el porque de verdad que necesito algún consejo o ayuda para este dilema por el que estoy pasando.
No pasa mucho tiempo cuando llega corriendo y entra sin ningún impedimento

--A ver, cuéntame que ha pasado.—

--Ay Tae, si supieras…

Trato de decirle todo lo mejor que puedo saltándome algunos detalles que no creo necesario agregar a mi relato. Él escucha con atención asintiendo, sorprendiéndose y negando unas cuantas veces.

--Sinceramente ¿desde cuanto tu jefe empezó a comportarse así contigo?—

--Mmm pues no lo sé, desde la fiesta quizás.—

--¿Has considerado la posibilidad de que solo le parezcas bonito arreglado? Sería muy estúpido pero con personas como él no se puede esperar nada normal.—

--No lo había considerado.—

--Ponte a pensar. Según lo que me cuentas él te halaga cuando tienes todo ese maquillaje encima y bueno, ayer podría decirse que fue un caso ¿fuera de rutina? no lo sé.—

--Pueda que tengas razón. Eso no me gusta para nada, sé que amo mucho a Jungkook pero no me imagino tener que estarme maquillando todas las mañanas, vistiéndome como un muñeco de porcelana o un muñeco sexy para agradarle. Y no se si lo que estoy diciendo está bien, pero siento que si dejo de vestirme como me gusta voy a rechazar mi propia identidad Tae, tu mejor que nadie sabes que siempre he sido así; un despreocupado que ama los libros, la filosofía, los dramas BL y la ropa holgada y cómoda. No quiero cambiar para nadie, ni siquiera para gustarle a Jungkook, no podría vivir siendo alguien que no soy. Nunca he tenido pareja pero no estoy afligido por ello y aunque a muchos le cueste creerlo me siento bien conmigo mismo, por mi cabello desaliñado, mi ropa pasada de moda, mis anteojos redondos, con historial amoroso por los suelos, sin experiencia sexual pero estoy bien así.—

--Te entiendo, Jimin y me gusta que a pesar de todo tu sepas quien eres, y quien quieres seguir siendo.—

Tae me abraza y yo solo correspondo.

Mi vida pueda que no sea la mejor pero no me quejo de ella en ningún momento. Yo amo a Jungkook con todo y su mal carácter, con sus tratos humillantes del pasado y creo que eso es lo mas importante a final de cuentas (claro, tampoco se le negara su buena presencia, olor, ropa y anatomía) Lo he visto dormido, estuve con él en toda una crisis epiléptica, soy como su caja de secretos que abre cuando quiere hablar de alguno de ellos y… sigue gustándome tanto como el primer día. Jungkook no ha cambiado nada de sí y lo sigo considerando lo mas hermoso ¿por qué debería de dejar mi comodidad para agradarle?

--Pero igual eso no descarta la posibilidad de que si le gustes a tu jefe de verdad y no solo cuando te conviertes en un modelo de ensueño.--…--Nos separamos, Tae me agarra mis hombros y me mira fijamente.--…--Y yo se como podemos averiguar eso.—

--¿Cómo?—








































--Creo que vamos ha tener que hacerle un replay a tu verdadero Jimin.—

























Fotito escogida:

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