Capítulo 26
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Jimin estuvo la mayor parte de la noche estornudando a causa de lo que Jin echó en su cabello, de verdad que esas cosas de belleza y él no se iban a llevar para nada bien, de todas formas, tampoco es como si le gustara usar maquillaje y químicos endurecedores de cabello.
Se encargo de arreglar muy bien el traje que le dio SeokJin dejándolo listo para entregárselo tal y como se lo dio y eso también implicaba una planchada casi perfecta. También debía buscar su ropa que dejó guardaba en el almacén aún sin poder creer que el estilista haya lanzado su ropa por todo el almacén a causa del apuro. Sinceramente, esperaba que los trabajadores de limpieza no botaran sus prendas o peor... las usaran para trapear el suelo.
Uno nunca sabe.
Jimin por suerte encuentra su ropa regada en el almacén, la guarda y se dirige a su puesto de trabajo para ordenar los asuntos que su jefe debe tratar durante la semana que, a pesar de no ser tan cargada, no dejaban de ser importantes. Como por ejemplo: Jungkook tiene que hacer unas cuantas llamadas a Japón para recibir direcciones exactas de envíos sobre Chimchim próximamente.
No se dispuso a ir a la oficina de su jefe en toda la mañana, sino que esperó hasta la hora del almuerzo. No estaba con muchas ganas de darle la cara a su jefe luego de su dinámico show la noche anterior con la araña king kong. Agarra su almuerzo yendo a la oficina de Jungkook.
Después de dejar a su secretario en su departamento, Jungkook volvió a la fiesta para dar unas cuantas declaraciones; noticias únicas del nuevo producto que culminaron por dejar a los entrevistadores satisfechos por conseguir tal primicia, despidió a los invitados casi a media noche y volvió a casa contento por su logro con la nueva publicidad. Al menos esto lo consuela.
Al día siguiente yace frente su escritorio con su computadora encendida frente a él, cansado de que su video llamada no fuera contestada. Quiere hablar con su madre para decirle que todo salió bien; la fiesta, la entrevista, su discurso, las relaciones en el exterior pero no contestaba.
Reclamarle a Joonhyun no era opción en su posición. Se supone que hasta que no despida a Jimin las video llamadas seguirán restringidas para él.
Estaba tan harto de todo esto.
Dejo que sus antebrazos cayeran encima de su escritorio creando un tipo de almohada que evitaría incomodidad por la dura madera, se echó hacia adelante para descansar un poco. Necesita pensar y aclarar sus dudas sobre la empresa, sobre su "padre", sus amigos... hasta de su secretario. No estaba dormido, ni ganas tenia de que Morfeo hiciera de las suyas tan temprano pero se encontraba muy decaído para trabajar, hasta lo invadieron ganas de llorar por el estrés y las ansias de escapar de todo pero luego no sabe lo que Joonhyun pueda hacer en contra de su madre.
La puerta de su oficina se abre y sabe que es Jimin, venía a esta hora para comer juntos solo que ahora Jungkook no tiene apetito y decide hacerse el dormido hasta que Jimin decida irse porque hoy es de esos días donde no quiere hablar con nadie.
Jimin solo suspira y rodea el escritorio de su jefe, se coloca de cuclillas frente su rostro. Era como un ángel, sus facciones duras pero posee una piel lisa... casi delicada, así que solo lo observa desde allí.
Jungkook hace todo lo que está en su alcance para no hacer notar que está despierto, Jimin está cerca de su rostro y recuerda el beso de la tarde anterior, mas o menos a esta misma hora sintiendo una rara emoción por lo que su secretario haría. ¿Lo basará como lo hizo ayer o simplemente regresaría a trabajar? estaba afanoso por descubrirlo.
Jimin por el contrario de Jungkook siente tranquilidad pues, está tan seguro de que su jefe está dormido que sabe que no hay peligro y se acerca dejando un beso sobre su mejilla derecha, tan suave que Jungkook casi se remueve por la adrenalina de que Jimin sepa su mentira, también siente el cosquilleo sobre su mejilla después de que su secretario desaparece de la oficina.
Solo abre sus ojos pero se queda ahí, acostado buscando la razón para este comportamiento inexplicable y "secreto" que carga su empleado.
Aunque...
--La boca no está en la mejilla.-
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Una semana después ...
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Jimin estaba preocupado. Demasiado.
Ha pasado una semana desde la fiesta de inauguración y cada vez que iba a almorzar con su jefe este estaba dormido sobre su escritorio o en su silla. ¿Estaría enfermo acaso? Es inevitable para Jimin no inquietarse ante el decaimiento de su jefe, todo empezó desde el lunes pasado donde se tomo el atrevimiento de juntar sus labios con los de su jefe mientras dormía, y desde ese entonces su jefe no ha estado despierto en las horas del almuerzo. Bueno, también debe regañarse por besar la frente y mejilla de su jefe cada vez que lo encuentra dormido... tan tranquilo y perdido en el sueño.
Jimin se estaba aprovechando de la situación ¡Es un aprovechado! Su indefenso, ajeno y delicado jefe en el mundo del sueño y él... besándolo sin su consentimiento.
Esto no puede seguir así, debe dejar de darle besos a su jefe. No es sano para él y esto es en contra de la voluntad ajena.
Si tan solo Jimin supiera que es todo lo contrario.
Porque sinceramente, ¿No es muy raro el repentino y constante sueño de Jungkook a la hora de almuerzo?
......
Jungkook revisa la hora en su reloj y son las doce en punto, Jimin vendría pronto por lo que se acomodo en su silla tomando la mejor posición para "dormir".
Era muy estúpida la forma de su cálculo para pasar a iniciar su pequeño maratón por la oficina y darle preludio a su teatro bien montado, todo perfecto, óptimo para un día más de su mentirosa siesta y los tiernos besos que su secretario le daba.
Ya todo estaba tan predecible estos días que el secretario de empresas Jeon simplemente se levanta de su puesto de trabajo dirigiéndose a la oficina de su jefe, entrando sin tocar viendo a su jefe dormido en la silla, con su saco azul marino impecable, corbata roja, peinado hacia un lado.
Es tan hermoso e inalcanzable.
Camina lentamente hacia el cuerpo de su jefe y lo primero que hace es pasar su mano por su suave cabello. Ama tanto esa melena oscura.
--Esta será la ultima vez, Jungkook--...-- Suelta abatido por sus propias palabras. Se va acercando poco a poco, sin miedo pero con la resignación por las nubes. Al menos le consuela que pudo besar al hombre de sus sueños en las tardes durante una semana completa y no importaba si era en la frente, mejilla o boca... el sentimiento con que dejaba cada beso era el mismo.-
¿Ultima vez?
Unió sus labios. Este beso duró unos tres segundos mas que los anteriores siendo una despedida definitiva. Ya no mas. Debe fijar su atención a otro lado, centrarse en trabajar y con mucha suerte podría conocer gente nueva. Tiene que de ahora en adelante entretenerse en otras cosas que no abarque justamente a Jeon Jungkook porque no es sano.
Un agarre fuerte en sus brazos lo llevo a abrir los ojos conectando con los ojos abiertos de su jefe.
Jungkook echó mucho mas a Jimin sobre su cuerpo ocasionando que este quedara de rodillas en medio de sus piernas, las manos pequeñas sobre su abdomen. El rostro de Jimin perdió por completo todo rastro de color, estaba tan asustado que no puede hablar... su cuerpo vibra de miedo con su estómago retorciéndose.
Está frito.
La mano derecha de Jungkook se dirige hasta la mejilla del secretario acariciándola, su pulgar se posa sobre su labio inferior deseando que su boca se una a la del mayor.
--No duermo en las tardes desde hace seis años, aproximadamente.--...--Jimin quiere morir en ese mismo instante. No puede creer que Jungkook haya estado despierto todos estos días.--...--Te sentía llegar en silencio como si yo en verdad estuviera dormido. Gracioso sin duda -
--J-jungkook..
Jungkook coloca su dedo medio en el labio ajeno mientras un aliento tibio choca contra este, puede percibir el miedo de Park en su respiración, mirada y posición temblorosa. No puede contenerse y empuja un poco su dedo humedeciéndolo con la saliva ajena tacteando su sentido del gusto para regresar a mojar los belfos del rubio, tan brillantes, tan atrayentes llamándolo sin palabras, invitandolo a atraparlos con sus dientes y hacer maravillas con ellos. Se acerca al oído de Jimin llenando sus fosas nasales con su olor fino, huele como a crema de bebé. Un olor único que no deberían tener "los hombres maduros de veintitrés".
--Pero no lo estaba.--...--El susurro ronco en su oído manda temblores a los brazos del mayor y su corazón parece salir de su pecho si no controla esto.-
Jeon se aleja solo un poco pero está lo suficientemente cerca del rostro asustado de Jimin, el contacto visual es temporal, pues Jungkook no aleja sus dedos de la tibia y apetitosa boca. Ninguno se separa y Jungkook ve la oportunidad perfecta de avanzar... solo debe acercarse unos centímetros y chocar sus bocas no seria un problema. Ahora él está aquí mismo con sus ojos abiertos y sentidos mas animosos que nunca, no es necesario hacerse el dormido para que Jimin venga los mediodías a besarlo en secreto, propenso a ser descubierto, pero él ahora no tiene que fingir. Si corta la distancia puede besarlo como le de la gana, como quiere, como desea tener la iniciativa y control de ese hombre inexperto entregado a él, que le dejara fluir sus dotes de besador sobre sus labios carnosos... solo un poco mas...
Hasta que logra el roce de ambas bocas en un beso que él estaba iniciando y quiere manejar a su manera porque si Jimin había comenzado con este raro juego debe aceptar las consecuencias.
Consecuencias que no pueden hacer de las suyas en ávidos movimientos.
--¡NO!--...--Jimin grita y se levanta respirando agitado arrepentido de haber entrado a esa oficina la semana pasada para sobar las sienes de su jefe, creerlo dormido, dejarse envolver por su belleza guiado por el amor y deseo hasta besarlo.--...--N-no puedo--...-- Está decidido. No te fíes nunca de tu jefe dormido pues, puede que esté despierto atento a todo lo que hagas, cada uno con metas diferentes pero al menos Jimin sabe que el menor no esperaba su beso.-
El rubio siente como sus palmas sudan a causa de los nervios que le comen vivo centrándose en ver a los ojos de su jefe que sigue sentado como el gran empresario que es; sus grandes piernas semi abiertas y no puede creer aún que estuvo arrodillado en medio de aquellas grandes piernas, apresado por los proporcionados muslos debajo de la tela del pantalón.
Jungkook sonríe de una forma que Jimin no logra descifrar y le descoloca todos los sistemas en su cabeza, cuerpo, ser y todas las cosas que sean suyas anatomicamente. Nunca había recibido esa expresión tan...
Sexy.
Es mas, primera vez que logra verlo así y solo lo imagina como un tigre burlón y seductor, solo que este animal humano te va llamando con su mirada profunda y su sonrisa ladina, encantador y poderoso, de temple duro como el acero, listo para atacarte, devorar tu carne hasta que no quede ni un solo pedazo para los buitres.
Lo peor de todo es que aún en ese escenario peligroso, sangriento y detallado todo le resulta tan malditamente excitante. Lo peor es que hasta lo mas pecaminoso que tenga que ver con Jeon Jungkook a Jimin va a gustarle tan mal que de solo imaginar estos sucesos Jimin quiere gemir, las ganas de dejarse caer de rodillas al suelo, masturbarse bajo esa mirada actual de Jungkook pronunciando su nombre entre gemidos agudos. Jungkook provoca en él mas de lo que una vez imaginó sentir por alguien. Va mas allá de atracción... la balanza del amor y la lujuria tienen un peso perfecto e idéntico en sus respectivos lugares, provocando así, emociones desbordantes en Jimin.
Jimin debe correr.
*¡Deja de sonreír de esa grandiosa manera!* Le grita su mente a Jungkook.
Se da la vuelta y sale corriendo de la oficina vanagloriándose internamente por no quedarse allí como una estatua con miedo y exaltación ocasionados por ser descubierto, tocado, besado y cazado. Literalmente.
Agarra sus cosas deseoso por salir de esa empresa lo mas rápido posible sin intención de esperar el ascensor. Corre, sale de la empresa y por instinto voltea a ver hacia arriba donde la oficina de su jefe yace y traga duro al mirar la figura de este detrás del ventanal, puede verle a la perfección; sus brazos cruzados sobre su pecho, recostado del cristal observándolo con esa preciosa sonrisa nueva para él pero que se acababa de convertir en su nuevo culto prohibido lleno de liviandad.
Pero se supone que no estaba para estas emociones. Ahora cuando estaba seguro en dejar de lado sus sentimientos por Jungkook pasa esto. Jungkook no le alejó estos días y ahora que le hace frente de repente lo besa.
¿Y si todo era un sueño?
Entre la adrenalina y el horror pensó tirarse frente las vías de algún tren para despertar de este sueño pero no, todo es real.
Para el primer taxi que ve y como un rayo sube para irse de una vez por todas. Se siente como un delincuente, un figitivo que ha cometido el peor crimen de la historia y Jungkook espera por el para juzgarlo. Un delincuente que escapa del momento mas embarazoso, potente y ... excitante de su vida con la persona mas inalcanzable e imposible del planeta.
Jeon miraba el taxi alejarse. No se esperaba esa reacción por la persona que lo besaba todos los días desde hace una semana. Mínimo pensaba que le correspondería.
Jimin no puede simplemente llegar un día a besarlo, no responder por sus actos, irse de repente y ya.
--Esta será la ultima vez, Jungkook.-
¿Última vez? Já, Jeon está muy hambriento a estas alturas por obtener a su secretario, no solo laboral y como cómplice... sino como un empleado clandestino. Park Jimin y él deben tener una relación mas arcana de la cual Park no podrá resistirse... por mas que corra o se esconda deberá volver y si no vuelve Jungkook irá detrás de él. Está decidido desde este preciso momento.
Los papeles se han invertido, el perseguido terminará persiguiendo para continuar a su modo cínico con lo que el mayor debió haber terminado esa tarde con un simple beso.
La despedida no fue aceptada, fue negada, completamente rechazada como cuan contrato perjudicial.
Jimin quiso pasar la página de aquel cuento que solo le traía dolor y confusión, pero Jungkook ha colocado su mano en medio de aquella hoja, rehusado a ser echado a un lado para así, tener protagonismo pasional con su secretario desordenado.
¿Cómo es que alguien que te desagradaba puede parecerte deseable, encantador y bello de repente? ¿Fue desde que vio la foto sexy de su secretario hace casi un mes? ¿Desde que supo sus secretos? ¿la semana pasada? ¿desde el beso? ¿desde la fiesta? O quizás desde que lo vio sonreír por primera vez hace meses. Jungkook no sabe desde cuando su forma de ver a Jimin se ha moldeado tanto, teniendo confianza con este, entablando conversaciones laborales, personales, descargando sus emociones con este y aún si Jungkook estuviera molesto o alegre Jimin le miraba de la misma forma extraña pero brillosa que le inquieta y gusta.
Le daba igual que este llegara con el cabello hecho un lio, que estuviera en las nubes gran parte del tiempo, que use ropa holgada, y hasta le gusta que lleve sus gafas puestas... ¿Cuándo pasó esto? ¿Desde cuando ha hecho de lo intolerable e inadecuado (en su criterio) aceptable?
No lo sabe, tampoco tiene ganas de descubrir eso.
Jimin había terminado con todo sin saber que Jungkook apenas está por empezar
Jk desde el ventanal viendo al Jm:
Y desde aquí se comienza a prender bien prendido todo. Aah *suspira*
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