Capítulo 16
Jimin Pov:
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--Jovencito tome este pañuelo y limpiece que me va a babear el suelo.--
-- Aish, aleja eso de mi.--...-- Escucho a mi lado y salgo de mi ensoñación. Era soffia que me extendía su pañuelo rosa. Hice una mueca y evité su mirada divertida a toda costa.--
-- Lo necesitas. Estás a punto de sufrir un orgasmo visual ahora mismo y te das el lujo de rechazar mi buena obra ¿eh?--...-- Trataba de ignorar su berrinche. Mi visión insistía en darle alimento afrodisíaco con la imagen de Jeon Jungkook recostado del ventanal de su oficina.--...--¡Cierra la boca que te entran moscas!--
--Shhhh.--...--Cubrí su boca con rapidez. No iba a ser muy bueno si los fotógrafos nos oían, mucho peor... si Jeon nos escuchaba.--
La semana pasó volando entre tanto ajetreo extremo y en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos viernes, siendo invadidos por al menos cinco fotógrafos y dos entrevistadores. Mi jefe habló lo necesario, indicó lo necesario y ahora estaba posando ahí, para ser él, y solo él, la portada del diario mas importante del país.
Tuvo razón cuando me dijo que tenia que aprovechar cada tiempo libre, estos días han sido muy pesados. Nuestra relación ha sido de jefe a secretario, ni mas ni menos. Mis compañeros de trabajo me regalan sus miradas que gritan en secreto: "muérete" pero no ha pasado nada de lo que realmente deba preocuparme.
Aprieto mis carpetas contra mi pecho soltando mi suspiro numero 1536289 desde que entré a la oficina, admirando las diferentes poses que mi jefe hacia para las cámaras. El cielo estaba despejado, el sol no era fuerte y la cantidad de nubes no tapaban el perfecto celeste del cielo. Era un día hermoso, como si hasta la naturaleza se pusiera de acuerdo para hacer ver a Jeon mas espléndido de lo que ya es. Y mi jefe podrá gustarme un mundo, pero si buscamos un clima que acompañe su personalidad hoy debió ser un día frío, nublado y lluvioso. Si fuera de caer granizo no me sorprendería.
Jeon tiene sus brazos cruzados en su pecho, su cabeza ladeada y su ceja derecha arqueada. El fotógrafo alza sus dedos contando en reverso tres ,dos, uno y mi jefe dedica sus mejores miradas a la cámara. Suelto otro suspiro ante su mirada sexy, pero es algo tan llamativo. Es sexy y elegante que te deja cautivado y no puedes dejar de mirarlo. Cada parte de su cuerpo estaba bien definida, parecía en su talla perfecta desde los pies hasta la ultima hebra de su cabello.
Pero como nunca me cansaré de decirlo; sus acciones eran el Antónimo de todo lo hermoso que pudiera existir.
Sabía que no estaba parpadeando siquiera y sin embargo no me importaba. No estaba en mis planes perderme detalle.
El fotógrafo repitió el procedimiento. Mi jefe erguio su cabeza, con su barbilla en alto entreabriendo su boca de cereza.
¡Juro por toda la uva del mundo que si Jeon Jungkook llega a mirarme de esa manera algún día... me muero, me pierden, y no se preocupen en buscarme porque lo mas probable es que llegue al lado de Diosito y estaré feliz!
Pero como eso no me pasara ni en mis sueños mas estúpidos... aquí me tienen completito, vivito y coleando. Olvidemos lo que dije, van a tenerme con ustedes por mucho tiempo.
--La propuesta del pañuelo sigue en pie, baboso.--...-- Miro hacia abajo y Soffia tiene sus ojos entrecerrados hacia mi, su pose de jarra y con la mano libre me sigue ofreciendo el pañuelo.--...--Estás que te derrites por el mala sangre de Jeon, lo sé. Pero joder, no lo demuestres tan descaradamente.--
Sonrío nervioso y me sonrojo. Ella tiene razón, no debería ser tan evidente.
--¿Cuanto tiempo lleva a cargo de la empresa?--...-- La entrevistadora tenia una pequeña libreta roja en su mano y esperaba por la respuesta de mi jefe. Se veía que era una mujer agradable, estaba sonriente todo el rato y esperaba lo suficiente para hacer cualquier pregunta. A pesar de que la entrevista ya fue hecha, parece que tenía unas cuantas preguntas más.--
Mi jefe arregló mejor su corbata y respondio:
--Hace casi dos años, mi padre me dejó a cargo. Ya era tiempo de asumir mi responsabilidad.--...-- El fotógrafo avisa que ya ha terminado con la sesión. Mi jefe se aleja del ventanal y la entrevistadora se acerca con su mejor sonrisa, de esas brillantes e ideales que buscan convencer a todo el mundo.--
--¿Podría decirme en donde se especializó? ¿fue a otro país cuando terminó la secundaria?--
--Me limitaré a no responder eso. Quedamos en que las preguntas serían únicamente sobre la empresa, nada personal, nada de mi.--...--Pero mi jefe no era todo el mundo.--
Ella sonríe asintiendo tachando una de las preguntas en su agenda. Parece que estaba muy bien preparada.
--Tiene toda la razón, señor Jeon. Tengo una pregunta más y espero que no le incomode, es de rutina, para seguir el protocolo.--...--Cierra su agenda. Sigue sonriente y entusiasta, espero y no le vaya a coquetear. Sé que soy un cero a la izquierda para mi jefe pero no podría tolerar ver como alguien hace lo que yo no puedo hacer... demostrar que le gusta.--...--¿Qué edad tiene?--
Ni yo mismo sabía eso. Por una rara razón mi jefe no decía su edad.
--Veintiséis.--...-- Respondió con simpleza.--
-- Ohhh.--...-- La mujer estaba sorprendida al igual que yo. No lo veía con menos de treinta. Las apariencias engañan muchísimo. Mi jefe aun está joven y se comporta como un veterano, eso sin contar con que las responsabilidades que tiene están por muy encima de su cabeza, sin embargo estas responsabilidades no le han quedado grandes. Demuestra que la edad no importa para hacer frente a cualquier trabajo y liderazgo.--...-- Usted es muy joven y es el encargado de esta empresa que cada vez gana mas reconocimiento. Eso es admirable, señor Jeon.--
-- Muchas gracias.--...-- Sonríe cortamente. Espero y la mujer no haya notado que fue una sonrisa falsa.--...-- ¿Entonces la revista saldrá el lunes?--
Buena forma de cambiar el tema.
-- Si, a primera hora. Las carillas con la información de su empresa estarán en la pagina veinte, después del articulo americano. También será lanzada la propaganda de su nuevo producto como nos había dicho. El señor Choi quiere hablar con usted antes del lanzamiento.--
Miré detenidamente mi agenda, ese nombre me era familiar.
Cuando encontré la pagina supe que no estaba equivocado. El señor Choi era el dueño del diario, y a su vez, dueño de la mitad de un canal de televisión en Japón. Ya sabía yo que mi jefe tenia algo entre manos, su propósito desde un principio fue llegar a tener conexión con este hombre de apellido Choi. Los canales son muy importantes y este lo era mas que ningún otro.
Era el mas visto de Asia por sus programas variados y noticieros con información sobre gente importante, no solo de famosos.
Con esto me refiero a; cantantes, actores, escritores, emprendedores, presentadores, y empresarios. Por no decir otro tipo de gente importante.
-- Park, ven aquí.--...-- Mi jefe me hace ademán para que me acerque y yo lo hago casi corriendo. Siento la mirada de Soffia en mi espalda pero no me giro.--...-- Anota el numero que te dará la señorita.--
-- Si.--...-- Espero a que me hable pero como no escucho su dictado me veo en la necesidad de alzar mi cabeza y mirarla. Me pongo nervioso ante su recorrido visual por mi rostro, sonríe aún mas y mis nervios crecen. No estoy acostumbrado a que me miren por tanto tiempo.--...--¿P-pasa algo?--
--Oh, ¡no para nada! ¡ja! ¿por qué debería de pasar algo?--...-- Mueve sus manos tantas veces que me provoca un cierto mareo.--...--Me llamo Rose.--...--Extiende su mano hacia mi, busco alguna aprobación por parte de mi jefe y solo se encoge de hombros. Estrecho la mano de la entrevistadora.--
--Park Jimin.--...--Sonríe una vez más y empieza a dictarme el numero privado del señor Choi.--
--¿Y tu exactamente en que trabajas?--...-- Pedí ayuda a mi jefe con la mirada. No sabía si hablar con la verdad iba a ser bueno o malo, a final de cuentas, él debe responder las preguntas no yo.--...-- Vamos, no seas tímido.--
No dejaba de mirarme. Esto estaba siendo muy incómodo para mi, su sonrisa me causaba escalofríos por que ahora estaba siendo dedicada unicamente hacia mí y después de pensar que era linda... se me parecía a la sonrisa de una psicópata que analiza detalladamente a su víctima.
¡Ayuda!
--Es mi secretario.--...-- Me sorprendo un poco ante la respuesta de mi jefe. Pensaba que lo mantendría en secreto.--
--¿Un secretario? ¡vaya! esto si me ha dejado sorprendida.--...--Acaricia sus mejillas sonrojadas. Es linda, si fuera hetero ella seria mi tipo pese a su raro comportamiento y su extraño interés en mi.--...--¡No lo digo por nada malo!--...-- Se me acerca exaltada y doy un paso hacia atrás, es linda pero me asusta.--...-- Es que como comprenderás no es nada común encontrarse con un secretario.--
Asiento con una corta sonrisa.
Siento la mirada de mi jefe encima de mi todo este tiempo. Retomo mi compostura erguida y trato de eliminar cualquier nerviosismo. Lo menos que quiero es que mi jefe sepa que puedo sentirme intimidado por una mujer... se supone que las adoro (las adoro pero no de la forma que él piensa) y no puedo resistirme a ellas. Demostrar sumisión ante las féminas luego de haber tenido un hijo con una no puede ser, menos delante de mi jefe.
No puede sospechar que me gustan los hombres.
Y para colmo... que me gusta él.
--Apenas me reúna con el señor Choi le daré su recado, la revista saldrá a la venta este lunes como está previsto. Ya hemos terminado con la sesión y la entrevista. Muchas gracias por su colaboración, me agrada mucho su empresa, señor Jeon.--...--Mi jefe asiente y ambos estrechan sus manos. Ella hace una seña a los fotografos y a su compañero de farándula para que empiecen a salir de la oficina.--...--Y por último...--...--Me mira de nuevo con su sonrisa tatuada en su boca. Veo como Rose anota algo rápidamente en una de las hojas de su agenda y luego la arranca. Me la entrega y yo con temor, lentitud y desconfianza la agarro.--
--¿Alguna fecha importante, nota de reunión, o algo así?--...--Mi jefe pregunta tan confundido como yo. ¿Había algo mas que tratar?--
Ella niega arreglando su cartera en su hombro. No me atrevo a desdoblar la hoja, quizás no era algo del trabajo y era algo únicamente para mi jefe. ¿Y si era un tipo de carta con alguna propuesta indecente? ¿Una invitación al cogimiento? a la fornicación... no, no me gustaría leer algo así.
No podría soportar que quizás mi jefe pueda aceptar, no sabría como reaccionar.
--Nada que ver, no tiene porque preocuparse. Es algo ¿personal?--
Ambos sonríen. Lo sabía, ella le está coqueteando y este papel que yace en mis manos es la prueba. Odio esto, odio tener que presenciar este tipo de sucesos.
Pero debo tolerarlos.
Estaba tan perdido en mis pensamientos y tormentos que no fui consciente de que Rose estaba mas cerca de mi, como si hubiera avanzado un par de pasos.
--Ya nosotros nos vamos, secretario Jimin... --...-- Pocas veces solían llamarme "Secretario Jimin" y no "Secretario Park"... Jeon hizo que todos se acostumbraran a dirigirse a mi por mi apellido y sé que es por ética y por mantener el respeto, pero me fastidia bastante. Esto no es la milicia. Ahora Rose lo hace y es raro por la falta de costumbre, pero es bueno... creo.--...--¿Sabe algo? Me encantan los rubios.--
Sus dedos tocan un mechón de mi cabello alejando este del cristal de mis anteojos.
Parpadeo muchas veces, ¿rubio? pero el único rubio que hay aquí soy yo.
Ella me sonríe una vez mas y sale de la oficina detrás de sus compañeros de trabajo. No soy bueno para reaccionar a un caso como este. Desde la secundaria ninguna chica se acercaba a mi. Esto me dejó descolocado.
--Esto si que ha sido sorpresivo.--...-- Escucho la risa ronca y burlona de mi jefe.--...--Por un momento pensé que estaba coqueteando conmigo, pero resulta que era contigo ¡Wow!--...--Me sonrojo. Yo también pensé eso y ahora sale con que la entrevistadora tiene unos gustos bien pendejos. ¿Cómo carajos le he gustado a esa mujer?--
-- S-Si.--
--¿Qué escribió en el papel que te entregó?--
Había olvidado el puto papel.
Lo abro y un número de teléfono yacía escrito en grande junto a una nota.
"Llámame, Secretario."
Le muestro la nota a mi jefe y el solo sonríe negando.
--¿Qué te puedo decir?, ¡mujeres! son todo un caso. ¿Park, usted está saliendo con alguien?--
--No.--...--Respondí al instante. Jungkook y yo nunca habíamos tenido palabras de este tipo... era muy terrible estar así ahora.--
--Debería llamarla. Es una mujer muy guapa. Digo, es un consejo.--
Se supone que él no da consejos.
--Lo pensaré.--
--Una última cosa, hoy debe quedarse un poco mas tarde. Hay que adelantar el trabajo del fin de semana ya que estaré fuera esos dos días.--
--Está bien.--...--Hago una reverencia y me despido de mi jefe para salir camino a mi espacio de trabajo. Me toca avisarle a Tae y decirle que cuide a Mark unas horas más.--
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Miré la hora en mi computador. Este marcaba las ocho PM con treinta minutos.
Guardé mis cosas y me dirigí hacia la oficina de mi jefe para pedir indicaciones, dijo que estaría fuera el fin de semana y estoy de acuerdo en adelantar lo mas que se pueda. Sin él aquí solo nos tocaba regirnos por notas y ordenes no supervisadas.
Mis compañeros de trabajo se fueron y solo quedábamos mi jefe y yo (sin contar con el personal de seguridad). Debía tener todo bien claro para hacer mi trabajo de hoy, luego mi jefe se iría a casa y yo pues... haciendo mi trabajo.
--Adelante.--...--Me adentro en su oficina cuando tuve aprobación.--...-- ¿Y sus implementos?--
--¿Qué implementos?--
El alza ambas cejas. No sé a qué se refiere realmente.
--Su maletín, agenda, la carpeta de proyecto de este mes... vaya a buscarlos que mientras mas rápido comencemos mas rápido acabaremos.--
¿Por qué habla en plural? se supone que debo hacer esto solo, o bueno... así solía ser antes.
Me apresuro a buscar mis cosas y volver a la oficina de mi jefe con ellas en mis manos. Jeon me sigue observando serio, sus brazos encima de su escritorio y sus dedos ágiles pasean un lápiz por los mismos.
Desde que lo conozco no recuerdo haberlo visto en un momento feliz. Si complacido y victorioso pero nada fuera de lo normal.
A la vez lo agradezco por que si llego a apreciar ese acontecimiento moriría.
Si siendo un ogro me parece precioso... no me lo quiero imaginar siendo amable y cariñoso.
--Siéntese.--...-- Me siento y arreglo mis cosas con cautela. Cerca de él no me siento seguro. Es como si hasta respirar pudiera arruinar todo y no puedo evitar sentirme cohibido por eso; un miedo que empezó a apoderarse de mi desde que puse un pie en esta empresa hace meses.--...--Hay que ir primero con los pedidos que serán traídos mañana. Como sabe será la primera entrega de los productos de Chimchim, los mismos que serán usados el martes para la sesión de fotos. Quiero que sean muy bien recibidos y supervisados, nada de detalles desagradables y si hay algún inconveniente debe informarme de inmediato ¿ok?--
Asiento rápidamente evitando el contacto visual.
Estuvo dándome todas las indicaciones necesarias de mañana. Iba a ser un día difícil y peor si él no estaba.
--Atento con todo, Park. Aunque no lo crea el puesto de secretario es demasiado importante, tiene toda mis indicaciones y usted es el encargado de darlas, es como mi sucesor, el secretario debe ser responsable por que mientras el jefe no está es como si este fuera el jefe. No puede haber fallas ¿entendido?--
Trago duro y asiento rápidamente como lo hago siempre.
--Haré mi mejor esfuerzo.--...--Iba a ser complicado. Esta era la primera vez que debía trabajar con mi jefe fuera, era un dolor de cabeza imaginarme en plan "sucesor".--
--Me parece. De todos modos, le diré a mi amigo Yoongi que venga a ayudarte un poco. Sé que tu relación con los demás trabajadores es algo... delicada.--...-- No digo nada y él saca su celular tecleando el táctil hábilmente.--...--Dígame ¿a qué hora exactamente almorzó?--
Mi ceño fruncido es clara señal de confusión. ¿a que viene esa pregunta?
--Ehhh, no pasado de medio día.--
--Van a ser las diez de la noche y aún nos falta preparar todo para el domingo. Pediré comida a domicilio.--
--S-señor no es necesario ¡de verdad que no!--...--Sonrío nervioso y muevo mis manos con desespero pero él no atiende a mis señales. Coloca su índice en sus labios para que me calle y lo hago resignado.--
Escucho que pide una ensalada de lechuga con vegetales verdes, arroz con pollo cocido en salsa de soya y jugo de naranja.
No es por juzgar pero pensaba que pediría carne, en pocas palabras; la comida grasosa que come todo hombre terco y guapo.
No digo que debe comer como un salvaje, pero es muy ¿peculiar?
Termina la llamada y guarda su celular en el bolsillo de su saco.
--Tienes suerte de que ame la lechuga.--...--Suelta de repente. Yo no le dije que pidiera comida, bien puedo esperar hasta llegar a casa.--
--No debió hacerlo.--
--No te quiero desmayado en mi oficina de nuevo.--...--Empieza a buscar algo en su computadora.--...--La gastritis se da por la mala alimentación o desorden del horario para comer. Ya sabe, no comer a la hora o no las respectivas comidas que necesita el cuerpo humano. Han pasado casi diez horas desde el almuerzo, si se pasa un rato mas empezara la acidez y será malo. O eso es lo que dicen.--
Me sonrojo a tope.
Esperen un momento...
--¿Cómo sabe que sufro de gastritis?--
--¿No recuerda quién lo llevó al hospital después de su desmayo?--
--Si per...
--La enfermera me lo dijo apenas salieron los resultados. Como comprenderá, soy un hombre muy ocupado y tuve que irme apenas supe que no era algo grave, sin embargo usted debe cuidarse.--
Estoy sorprendido porque nunca me imaginé que él supiera sobre mi estado de salud. Siempre pensé que solo me dejó en el hospital y luego se marchó.
No sabia como o que sentir al respecto.
No hablamos mas del tema.
No pasó mucho tiempo para que la comida llegara. Mi jefe recibió al chico en el ascensor pagando y volviendo con la funda mediana en sus manos.
Colocó las bandejas con arroz, pollo y ensalada en el escritorio. También la botella con el jugo de naranja.
--Faltan solo detalles para terminar. Sírvase y luego le daré las últimas indicaciones. Yo lo llevare a su casa al culminar.--
--No tiene que hacerlo. Sé que debe tener muchas ocupaciones y no quiero ser una molestia.--
--¿Qué puedo hacer a esta hora?--...-- Niega entrecerrando sus ojos.--
¿A beber? ¿a la disco? ¿a follar? Ay Jeon, tu no me engañas. Es viernes por la noche y tú, siendo un hombre adinerado, debe tener muchos planes que si no incluyen alcohol incluyen una cama.
Ante la idea mi estómago se aprieta y no sé si es por la incomodidad, o porque mi estómago pedía atención o caso contrario empezaría la acidez.
--Creo que mejor voy a comer a mi escritorio.--...--Él levanta su cabeza rápidamente y cuando intento llevarme mi plato golpea mi mano con los palillos.--...--¡Auchs!.--...--Me quejo.--
--Se sienta y come. Usted no va a ningún lado.--...--Hago una mueca y me siento de mala gana.--
No me queda de otra que empezar a comer.
Jungkook come sin mirarme. Tiene una delicadeza al mover sus palillos entre sus dedos, cuando agarra una porción de arroz llevándola a su boca, o cuando moja este en la salsa de soja y luego la come siendo cuidadoso de no regar una sola gota en su escritorio. ¿Acaso este hombre no podía ser malo en algo?
Miro su boca que se mueve tentadoramente al masticar, no puedo dejar de verla. Sus labios con un poco de la salsa en ellos, su garganta se mueve lentamente al tragar y todo este procedimiento se repite hasta que termina su comida.
--¿Pasa algo?--...--Otra vez me encuentra perdido por estar admirando sus actos. Si no me logro controlar va a descubrir que me gusta.--...--Señor Park, coma que seguramente ya tiene la comida fría.--
Sonó como un regaño y seguí comiendo con cuidado. ¿Cuantos años nos llevamos? Tres, si y me trata como si fuera su jodido hijo. Ni yo trato a Mark así. Me siento tan tonto.
De todas las formas posibles yo me sentía tan insignificante, todo lo que él hacia era tan preparado y lo mas cercano a la perfección y yo... yo...
Yo era tan yo, nada fuera de lo normal ni nada grandioso que destacar.
Parece que me llevara quince años y no dos, me siento un niño a su lado.
Un niño tonto, distraido, inexperto, feo y enamorado de él. ¡Toda una monada! ¿no creen?
Muy estúpido también.
Terminamos con todo y salimos de la oficina, estuvimos juntos en el ascensor y lo evite a toda costa (no era difícil después de todo si no me toma en cuenta). Cuando quise irme por mi cuenta alegando no recordar el hecho de que iba a llevarme, fingiendo demencia, no me dejó coger un taxi y entre una discusión donde yo no podía salir ganador no me quedó de otra que subirme al asiento del copiloto.
No hablamos en todo el camino. No preguntó por la dirección de mi departamento, de igual manera no había caso... ya él estuvo allí.
--Gracias por traerme.--...--Dije y saqué el cinturón de seguridad, agarré mi maletín y salí rápidamente de su llamativo auto. Quedé estático al sentir mi muñeca presa.--
Volteo y mi jefe me tenia agarrado, estaba inclinado sobre su asiento.
--Recuerde lo que hablamos ¿ok? serán dos días pesados y difíciles pero yo se que usted puede desempeñar muy bien esta tarea. Le dejo a cargo mi empresa.--...--Esto era muy difícil de asimilar. Más aún si me lo repetía constantemente y ahora de esta forma. Su tacto me quemaba, era tan fuerte, tan caliente y yo era un cubito de hielo expuesto al sol.--...--Cuidese. Saludos a Mark.--
Soltó su agarre y yo me alejé entre temblores y un sonrojo potente que se instaló en mi rostro.
Las ruedas de su auto suenan y acelera yéndose. Yo quedé allí, esperando hasta perder de vista el auto negro brillante que tenía de conductor al dueño de mi corazón.
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