dix - sept. the damn rose (Corregido)
El viento del faro tenía demasiados puntos cardinales, nunca daba solo vertical, sino horizontal, recto y desde cualquier posición. Lo único, que en esa habitación del faro, el aire entraba por la ventana cada vez más rabalero, cada vez menos pacífico, tanto que Adrien se despertó temprano, y cuando se asomó al balconcillo notó como la marea cada vez estaba menos alejada de la costa. Ese sería también un día de bastante oleaje. Observó a Elena pacíficamente dormida en el océano de sábanas en el que ambos se habían acostado la noche anterior. Adrien comenzó a trazar en su mente cada momento que vivieron esos días, y el último, esa noche, como el colchón se movía como el mar entre las dunas blancas, y parecía que lo habían hecho entre olas, con el ritmo oblicuo y cadente del mar. Le había susurrado varias veces " Estoy enamorado de ti, Elena" y ella había sonreído sin saber bien qué responder. Ella luego le había dicho " De aquí a unos años, ¿ nos acordaremos de lo libres que fuimos aquí en Brighton? "
Se puso su camisa y sin corbata ni nada se enfundó su abrigo negro, cogió, sin hacer ruido uno de los sombreros negros que tenía el farero y bajó las escaleras rápido después de cerrar la puerta dónde dormía Elena.
Se montó en la mod antigua y después de ponerla en marcha partió a prisa hacia el muelle, quería llegar a una cabina de teléfono a toda prisa, y por suerte encontró una. Se metió en una cerrándola a cal y canto, marcando el número de la casa que ocupaba la pandilla dónde creció.
Se le apretaron los nudillos mientras oía el comunicando, y acabó mordiéndoselos como si así consiguiera que se calmara su angustia.
-¿Diga? Oiga....estas no son horas, si quiere saber algo del caso Don Barry, les digo que el único culpable se fue de aquí hace tiempo- Ese era Terrence, él podía ser el único que diría algo así.
-¿Scott?- inquirió Adrien.
- ¿Barry?- Adrien se encendió un cigarro entre sus dedos en silencio, siendo la única fuente de luz en ese lugar oscuro. Las farolas aún no se habían encendido, eran sólo las siete de la mañana. ¿ Cómo que llamas ahora? ¿te aburres de tu luna de miel?
- No me he casado aún -respondió Adrien.
- ¿Y eso?
- La he cagado, simple y llanamente.
- Barry, ¿qué quieres decir con " la he cagado"?
- ¿ Importa mucho? No podéis hacer mucho más por mí, ya habéis hecho demasiado.
- James, amigo, si hubiera algo más que hacer lo haríamos, eres nuestro hermano. Tú nunca matarías ni a una mosca. ¿Hay algún problema?
-Quiero casarme con Elena lo más pronto posible. El problema es que no sé si puedo entregarme a ella completamente, siento que no puedo hacerla separarse de su familia, pero sé que Georges Pavía es demasiado listo como para no sospechar de los fallos que he cometido en mi vida -Terrence le cortó.
-Dirás de la mala suerte que has tenido en la vida, James.
- Bueno, es lo mismo, mi hermano está en una de las mafias más peligrosas, y el próximo quizá al que quieran reclutar es a mí, y si no lo consiguen acabarán conmigo, y eso no se lo puedo decir a Elena. No puede saber nada de eso, ni de nadie, ni mucho menos de Brighton Barbizon, ni de Black Jack. "
- Si hasta sus nombres son pésimos.
- Los nombres no importan, te lo recuerdo por enésima vez colgado.
- Barry- le dijo Scott. - Puedo conseguir una pequeña ceremonia en la Iglesia de Brighton, o en el faro, quizá allí no sospeche nadie. -Adrien se lo replanteó dos veces.
- ¿Crees que no es una locura que la quiera tanto como para casarme con ella?- Adrien escuchó una risa por el teléfono de Scott.
- Tú si que estás colgado, tío- luego continuó como si así se forzara a ser serio. - En dos días podéis ser un matrimonio y salir de Brighton como si no se os hubiera perdido nada aquí ( aunque Adrien sabía que se dejaban un corazón medio aplastado aquí en Brighton) podréis utilizar unos pasaportes que os lleven a Viena o a Alemania.
Elena se despertó del sueño tan intempestivamente que creía que había vivido un sueño lúcido, y sentía aún la piel de Adrien rozando su cuerpo. Miró a su alrededor y no había rastro de la piel blanquecina de su novio por ninguna parte. Y se sintió como si otra vez estuviera profundamente dormida pero con un frío de nieve y hiel.
Puso sus pies en el suelo, y se apoyó en la pared de la pequeña torrecilla del faro y observó que el mar conforme se iba acercando la llegada del día, se aminoraba más.
Era más lento y con un ritmo más cadente.
Se puso a investigar por los armarios, y encontró un vestido blanco que le llegaría por las rodillas, pero perlado, y cuando se lo ciñó a su cuerpo y se lo cerró, sintió que estaba rodeada de sal marina, como si hubiera dormido con el mar y las aguas. Como si Tetis la hubiera abrazado y Gea no la hubiera llamado con las corrientes hacia la orilla. O tal vez se sentía como incrustada del rocío de la mañana. Se miró en un pequeño espejo que encontró en el cofrecito de la habitación y después de ponerse los zapatos, dobló su abrigo entre su brazo y su codo, y tras coger la llave de la torre, bajó las escaleras y los tablones de madera del faro vigía y al ver que la moto de Adrien no estaba por ningún lado, decidió bajar a Brighton centro, y caminar por el muelle de Eastbourne, y tal vez, visitar o llamar a Georges para decirle que estaba bien, no sabía si así estaba infringiendo algo con Adrien, pero creía que era lo más correcto.
Se metió en la misma cabina en la que Adrien se había metido pero que había dejado vacía hacía veinte minutos, por lo que los relieves de los números estaban aún marcados por la corriente nerviosa de los dedos de Adrien y con algo de sangre , por las mordidas de los puños. Elena marcó el número de su hermano, pero cuando oyó una voz se arrepintió, se dio de bruces con su espalda en la cabina cuando oyó un sonido estridente. Salió de la cabina y observó como las gaviotas y los pájaros salían asustados, ¿ podría haber sido otro tiro, y podría estar relacionado con la mafia de Andreas?
Caminó entre la gente que ya empezaba a verse en el muelle, hasta que decidió pararse en el Regent Café, dónde trabajó de camarera ayudando a una de sus primas. Su tía aún llevaba el sitio, pero no tenía mucha relación con ella, pero el verla fue suficiente para que Anastasia, su tía, llenara de besos sus mejillas seguido de unos cuantos " pero qué guapa estás, ¿no has engordado un poco, tesoro? " pero ella solo oía y callaba, con su tía era lo mejor.
-Oye, bambi, ¿ te has fijado en ese muchacho de excelente porte?
- ¿En cuál, tía?
- Oh, ma bella, digo ese chico del sombrero negro- a su tía, después de años en Inglaterra no se le había quitado su acento italiano, realmente era una gran dama de la costa de Amalfi. Pelirroja, de ojos verdes, con sus manos conjuntadas de anillos.
El aludido levantó el sombrero aún de incógnito con el periódico, sus ojos se conectaron con los de Elena, y aunque ella no supo que se trataba de Adrien, él si sabía que era Elena.
Así que, esa señora italiana era su tía.
- Ma cara, voy adentro a poner a funcionar la cafetera, por favor, no te cortes y sé amable -Elena se sintió cohibida e iba a sentarse en una de las mesas, pero Adrien quitó el periódico de su cara y Elena empezó a sentir que temblaba, ¿ se cabrearía mucho al ver que se había ido sin decirle nada? Pero, ¿ acaso él no había hecho lo mismo?
Elena intentó ignorarle, no quería que su tía supiera de su relación con ese inglés tan particular que a ella le llevaba loca.
Pero Adrien no podía ignorarla y tenía que decirle que no podía salir sin avisarlo antes.
¿ Por qué? Le preguntó.
Era peligroso y punto.
-¿Peligroso? ¿ y no es peligroso dejarme sola en lo alto de un faro? He tenido que venir andando, Barry. Y no es desconsiderado que no te quedes nunca en la cama conmigo cada vez que lo hacemos, siempre tienes que irte, eso no es desconsiderado, eso no.
-Elena.
-No levantes la voz, Barry. Aquí no - Adrien la cogió del brazo, detestaba que lo llamara así como si volviera a desconfiar de él.
La hizo sentarse en la mesa en la que estaba él sentado, y tapó sus rostros con el periódico.
- Elena, quiero que te cases conmigo, quiero que tengamos a nuestro hijo, te debí haber dejado una nota, no lo hice, lo siento. Sólo quise hablar con uno de mis hermanos de la pandilla. Pero tenía que hablarle de cosas importantes -Elena se volvió a frustrar pero temía hablar.
- ¿ Y de qué cosas importantes teníais que hablar? ¿son de esas de las que yo no puedo enterarme porque son muy turbias y peligrosas para mí?
-Temo que si te cuento toda la verdad acaben con ambos, Elena.
Elena sentía algo subírsele por la garganta.
- ¿Cómo?
- Si nos llegamos a unir de alguna forma la única forma de que no nos cojan a ninguno es ponernos identidades falsas y huir de Brighton al resto de Europa, porque temo que si nos quedamos aquí y ven que hemos creado un vínculo más fuerte que el odio no nos dejarán respirar.
-¿ Y todo eso por qué?
-Tú no tienes nada que ver en esto, Elena, y eso es lo que me jode, que por tenerte a ti en mi vida, tenga que estar intranquilo por los dos- En realidad quería decirle. "Me ofrecieron entrar en la mafia y les dije que no."
Pero era más fácil para él hacer que ella lo odiara que vivir con el dolor y el miedo de ser alguien nefasto para ella.
- No sigas... -Elena sentía sus mejillas empapadas de lágrimas. -Adrien, por favor...
-Eso es lo que me jode, me jode tenerte a ti en mi vida.
La taza del café se cayó al suelo rompiéndose en mil pedazos, el periódico cayó de sus rostros a la mesa, la jarra llena de leche que llevaba la tía Anastasia y la cafetera con el café temblaron sobre la bandeja como las lunetas del coche cuando parpadean. Todo cayó entre los dos como las ruinas y los cráteres sobre la luna. La tía Anastasia no se sintió a salvo hasta tocar una de las mesas, y Elena sólo se sintió a salvo cuando se puso a recoger inminente los destrozos de la taza, mientras sentía que el periódico le caía en tramos como la lluvia. Sentía también que Adrien dejaba el local con descaro, y sólo cuando él cerró el cristal de la puerta, ella pudo sacar sus lágrimas que se ceñían sobre la porcelana de la taza. Anastasia cogió a su sobrina del brazo, y le dijo " Tú no limpiarás esto"
Nota: Aquí está el capítulo 18, creo que el próximo día que subiré será el domingo, lo más seguro. Me voy este finde a la playa y tal vez pueda encontrar algo de inspiración.
Este capítulo, además es importante porque hemos conocido a la tía de Elena, Anastasia. Que no os diré mucho más, pero tiene que ser clave en esta historia. ¿Quién tiene ganas de saber más sobre Andreas, o Brighton Barbizon? ¿ quién quiere saber más sobre el pasado oscuro de nuestro chico de ojos marrones favorito? Puede que haga algún capítulo del estilo de "Still Loving you" dónde Adrien se sienta tan atrapado por Elena, que necesite desahogarse entero y contarle cada tramo de su pasado. Pero no lo sé, aún, eso sí, esto de escribir esta novela en particular está enamorando cada parte de mi alma. Así que no os preocupéis que lo que queda de julio y agosto estará lleno de actualizaciones. Creo que para finales de agosto estará terminada. Igual llegamos a los veintinueve o treinta capítulos, esa sería la historia más larga que he escrito por aquí en toda mi vida en Wattpad, y bueno, en toda mi vida. Pero, eso lo iré viendo sobre la marcha. Porque igual en unos cuantos capítulos más, llegamos al final de la historia de Adrien y Elena. Pero, ya veremos. Tiempo al tiempo.
Con amor, Julliet Skykyes.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro