En uno de los cuadrantes cercanos al sector Este, se encontraba otro grupo de aspirantes, sin embargo, estos estaban sentados y comiendo una merienda mientras pasaban el tiempo.

-Saben, por la forma de sus armas, la manera en la que pelean y especialmente el tipo de vestimenta, me atrevería a decir que ustedes son de la nobleza. Y por lo que veo, creo que no me equivoco jeje.

Mencionaba aquel muchacho de cabello azul que respondía, tratándose del mismo Nirvan. El cual como se veía en tal escena, decía ese comentario luego de conocer la verdad de sus tres acompañantes, Aslan, Isa y Luniel.

Mientras tanto, la mirada de los tres observaba el suelo, sin embargo, cada uno de ellos tenía una manera diferente de pensar luego de lo dicho por el chico. Por su parte Isa pensaba en silenciarlo y amenazarlo para que no dijera nada, ya que de hacerlo era muy probable que los tres se metiesen en grandes problemas. Luniel estaba más preocupado, si Nirvan dijera algo sobre lo de su origen, era más que probable que se extendiese por todo el reino y sus padres se enterarían de esto. Y por último estaba Aslan, que luego de tener un buen rato la mirada desviada, miro fijamente al muchacho, curiosamente, no sintiendo ningún rastro de malicia en él.

Al ver las miradas de preocupación y desconcierto, Nirvan decidió hablar nuevamente.

- ¡Jajaja, lo siento si lo que dije los altero, pero descuiden no se lo diré a nadie! Dejémoslo con que vienen de algún lugar de la nobleza, el resto ya no me interesa amigos.

Al escuchar eso último, Luniel se sintió un poco menos preocupado, al igual que Aslan, sin embargo, Isa no confiaba todavía en la persona que tenía delante de ella.

-Dices eso, pero ¿cómo podemos confiar en que no le dirás a nadie sobre eso? Quiero decir, con esa información tan valiosa alguien como tú podría chantajearnos con dinero con tal de conseguir un buen medio de transporte y abandonar la Capital, de esa forma podría iniciar con el pie derecho su aventura.

El comentario dicho por la joven hizo que sus otros dos compañeros voltearan su mirada hacia ella; de igual forma, Nirvan lo hizo, aunque entre tantas miradas de confusión, Aslan, decidió hablar.

-¡Isa, sé que debe ser sospechoso, pero no está bajo nuestra orden actuar contra el señor Nirvan! ¿Verdad?

Preguntaba mientras veía a Luniel, el cual se levantó y se arrodillo, para después suplicar a los pies de su compañero.

-¡Por favor señor Nirvan, le ruego que no diga de esto a nadie, mucho menos a los organizadores, se lo pido con todo mi orgullo que puede pedirme lo que quiera, pero por lo que más quiera, no se lo diga a nadie!

Al ver como su señor se inclinaba, Aslan igualmente se puso de rodillas ante Nirvan, y luego de ver ambas acciones, la joven guardaespaldas no tuvo más que ponerse en la misma posición que los otros dos.

Sin poder creer lo que sus ojos veían, Nirvan solamente se hizo para atrás y comenzó a sentirse más que confundido, nunca pensó que en su viaje para ser aventurero llegaría a ver a un grupo de nobles arrodillarse para pedirle algo.

-¡Esperen, esperen, dejen de hacer eso que el que se está espantando soy yo! Solo siéntense y hablemos, que si me piden algo de la forma en que están haciendo lo único que harán es que me preocupe yo también.

Una vez dicho eso, los cuatro se encontraban nuevamente sentados, y mientras que el aroma de la comida los acompañaba, decidieron seguir platicando. El primero en hablar fue Nirvan, el cual se disculpó de la manera más atenta luego de ver la reacción de sus compañeros.

-Lamento si mi comentario les causo alguna preocupación o miedo, pero lo decía en forma de broma. Digo si tuve mis sospechas de que eran nobles, pero no creí que de verdad fueran pertenecientes a alguna familia, y por lo que veo debe de ser una familia muy importante como para tener ese pavor de que se enteren de dónde vienen.

Al ver a sus compañeros, Nirvan vio nuevamente como la mirada de los tres era la misma, sin embargo, ahora veían al suelo en señal de decepción.

"¡¿Entonces lo decía de broma?!" Fue lo que los tres dijeron al mismo tiempo, mientras que aquel chico peli azul los volvía a regañar.

-¡Ya dejen de hacerme sentir mal!

Una vez que los tres desanimados volvieron en sí, la plática entre ellos con el otro aspirante continuó. Esta vez, ya con la condición en que ninguno reaccionaria de manera pesimista o se preocuparía, si no que solo escucharían y ya al final podrían actuar.

-Lamento si te llegue a asustar con la postura que tome, señor Rivel.

Se disculpaba Isa, mientras tomaba un trozo de carne de la comida que se encontraba frente a ellos.

-Descuida, lo hacías para proteger a los tuyos, y eso lo respeto más que cualquier otra cosa. Ahora déjense de disculpas y disfruten de la merienda, que tenemos que volver al juego lo más rápido que podamos para continuar con este tonto laberinto.

Mencionaba Nirvan, el cual tomaba de su cantimplora algo de agua, mientras que la mirada de Luniel se fijaba en este, tenía preocupaciones todavía, por lo que no podía sacarse de su cabeza el hecho de que alguien lo descubriera, aún si fue por accidente.

Nirvan se sentía observado, por lo que al ver la mirada de su compañero hacia él, decidió hablar otra vez.

-¿Aún tienes miedo, verdad?

Pregunto, mientras que esperaba una respuesta por parte del chico de cabello rubio.

-Si, le seré sincero, me preocupa que, así como usted pudo suponer que éramos de la nobleza, alguien más que no sean ustedes y sobre todo no sea de confianza logre deducirlo y lo cuente a todo el mundo. Sería un gran chisme que seguro y llegaría a los oídos de mis padres, y lo que menos quiero es que estos carguen con la culpa de su hijo.

Al escucharle decir eso, Aslan e Isa voltearon a ver a su señor, quien se encontraba nuevamente con la cabeza hacia abajo; no obstante, las palabras de Nirvan hicieron que voltearan su mirada los tres hacia este nuevamente.

-Escucha bien, ningún padre debe de cargar con los pecados de un hijo, y lo mismo aplica al revés. Una vez que tomas la decisión a una cierta edad, debes de saber que acabas de marcar tu paso hacia la madurez, y eso justamente inicia con aceptar tus responsabilidades y sabiendo que lo que tu hagas no afectará para nada a tu familia. ¿Qué importa si alguien externo opina de eso? No es su familia y que mejor se meta en sus asuntos en lugar de andar de chismoso.

Luego de escuchar eso, el joven príncipe levanto la mirada nuevamente para agradecerle.

-Gracias por lo dicho, señor...

-Llámame Nirvan, todavía ni me he convertido en un anciano para que me llamen señor ¡jajajaja!

-Ja, tiene razón. Muchas gracias Nirvan...

-No hay que agradecer nada amigo, además, deberías de agradecer a tus dos compañeros, digo, no cualquiera viene hasta este examen solo para cuidar de su señor, incluso eso me sorprende, creí por un momento que era por obligación pero por lo visto fue más por un acto de aprecio.

Tras esas palabras, Aslan agradeció lo dicho por el joven Nirvan.

-Gracias por haberse dado cuenta, y tal y como dijo, no lo hacemos por obligación, si no por aprecio hacía la futura promesa de nuestro señor.

-Digo lo mismo que mi hermano, no siento que lo hago por obligación, si no por querer que nuestro señor llegue hacia su futuro, y si él quiere demostrar que está listo para ciertas responsabilidades, entonces nosotros dos le acompañaremos aún si el mundo entero le da la espalda.

Complementaba Isa; mientras que su señor los observaba alegremente, siempre había escuchado como sus dos acompañantes le decían que estaban de su lado para verlo crecer, y sin importar las veces que estos se lo dijeran, el siempre sonreía tras escuchar tan bellas palabras.

-Ya veo, es un tierno gesto por parte de ustedes, y espero que logremos aprobar este examen. Pero tengo una duda, ¿Take sabe acerca del asunto de que eres un noble o no se lo contaste?

Preguntaba Nirvan. A lo que Luniel le respondió de manera melancólica

-No, él no lo sabe aún. Y eso que incluso me ofreció unirme a su gremio futuro... ¡Es verdad! ¿Nirvan, tú te unirás a ese gremio que Take quiere formar?

Nirvan, tras escuchar la pregunta decidió responderle.

-Bueno, no estoy seguro de si unirme a su gremio jeje.

- ¿Enserio? Yo pensé que al ser tu y él amigos lo acompañarías en su viaje... Lamento si lo que dije ahora te hizo sentir mal, lo siento, y mejor dejémoslo así.

-Nah, descuida amigo. La verdad es que me gustaría acompañarlo, pero no me sentiría cómodo conmigo mismo, especialmente por que Take tiene un sueño que desea cumplir, mientras que yo ni siquiera he podido saber qué es lo que quiero hacer en mi vida.

-Sabes, creo que a Take no le molestaría para nada, quiero decir, él no se ve como esas personas que les importa el qué dirán y mucho menos de las que juzgan, así que diría que unirse a su gremio no es una mala idea jeje.

-Cielos, no esperaba que aquí mismo alguien me dijera esas palabras ¡Jajajaja! Pero gracias, hermano. ¿Y tú planeas unirte a su gremio?

-Siendo sincero, creo que no está en mis planes jeje; pese a que me gustaría compartir batallas con alguien como lo es el señor Take, creo que todavía soy muy inexperto para eso. Además de mis labores como noble, debo de ver por mi futuro como el legado de mi familia... ¡Pero estoy seguro de que el señor Take podrá con o sin mí, más si tiene a personas como el señor Rion y a ti a su lado!

Sorprendido tras escuchar lo último, Nirvan volvió a preguntar.

- ¡¿Rion?! No me digas que Take le pregunto si quería unirse al gremio...

- ¡Si, mientras estábamos en el bosque el señor Rion y él hablaron de eso, incluso mencionaron invitar a la señorita Lidney y a los demás!

-Quien lo diría, no pensé que Rion fuera el primero en aceptar unirse a su grupo. Me alegro por los dos jeje. Aunque sabes que, ¿Crees que los demás también acepten su invitación, así como lo hizo Rion?

-La verdad no lo sé, pero cualquier cosa que suceda no dudo en que el señor Take logre convencer a grandes personas para que se unan a su gremio jeje.

Y tras eso, la hora de la merienda del grupo termino. Levantaron sus cosas y siguieron su camino hasta el final de todo ese laberinto extraño de puertas, no sabían cuánto tiempo les quedaba, pero estaban seguros de que si o si tenían que darse prisa por cualquier cosa.


                                                                                                     ***

Mientras tanto, en otro lado del laberinto. La conversación de otro grupo de aspirantes se hacía cada vez más movida.

- ¡Jajaja, vamos no pongan esas caras amigos! Solo les pregunte si no les gustaría unirse a mi gremio jiji.

Comentaba un feliz Take, mientras iba jugando con la bolsa de provisiones que llevaba en su espalda. Tras escuchar dicho comentario, Hima respondía.

-Tsh, para ti todo es fácil de decir. Imagínate soltar una propuesta así a alguien que apenas vayas conociendo, ¿Cómo crees que reaccionaría la persona a esas palabras?

-Mmm, quizá me diga que "Si" jeje.

-Tú no tienes remedio...

-Podré no tener remedio, pero no me has dicho tu respuesta Hima, ¿Qué dices, te unes o no?

-¿Quieres la respuesta corta o te digo la larga?

-La respuesta en la que aceptas la propueste jiji.

-Bueno, pues es un ¡No!

-¡¿Pero por qué?! Vamos, te prometo que te ayudaré a cumplir tu sueño de... Disculpa, ¿Cuál es tu sueño?

-No conoces mi sueño y aun así me estas proponiendo formar un gremio contigo. Cielos, sí que estas algo mal de la cabeza amigo. Y no creas que me harás decirte mi sueño así de fácil, Take.

- ¡¿Pero por qué no?!

Tras esa conversación, Hima volteo a ver a Rion y lo señalo con su dedo.

-Y tu, ¿Cómo es que accediste a formar parte del gremio de él? Digo, de todas las personas que hay en este mundo creo que tu serías el que menos estaría dispuesto a formar un equipo y más porque te haces el misterioso con tu objetivo a alcanzar.

-Sucedieron las cosas y pues paso; además, prefiero estar siguiendo a alguien como Take a tener que servir a alguien que apenas y conozca.

-Se conoces desde hace un mes y ya le estas entregando tu vida, ¡Uy si, cuanta confianza!

Decía sarcásticamente la chica. Al ver esa reacción extraña, Take volvió a meterse entre la plática.

-No le veo nada de malo, al final de cuentas un gremio esta para cuidarse la espalda, así como lo hacían los Osos Náufragos con nosotros y entre ellos.

-Si, pero ellos ya llevan años desde que se crearon, no fue de la noche a la mañana que todo dio inicio, ¿O tú crees que si fue así?

-Sería difícil decir una respuesta, pero como bien dicen, "Quien no gana, arriesga".

-¿Qué...?

-Ya sabes, la frase popular.

-Es "Quien no arriesga, no gana"; pero en tu caso parece que la palabra arriesgar es como tu frase diaria.

-¡Jajaja, descuida, estoy seguro de que lograré convencerte de unirte a mi gremio una vez que termine la prueba!

-Ja, quisiera verlo. Veamos, te apuesto quinientos Uris a que no lograrás convencerme de formar parte de tu grupo.

- ¡Bien, si es una apuesta entonces estoy dentro jiji!

Mientras que los dos chicos seguían platicando sobre esa apuesta, Rion observo a Guno, este se encontraba atrás de ellos, pero su mirada parecía confundida, como si la respuesta de un examen difícil se le hubiera ido de las manos y solo quedarán unos minutos para responder. Sin embargo, toda esa mirada cambio a una llena de determinación en cuestión de segundos; y con eso, unas palabras salieron de su boca.

- ¡Yo acepto!

En eso, los tres chicos que estaban delante de Guno lo voltearon a ver. Su rostro estaba enrojecido, tal parece que haber gritado su respuesta le causo una gran pena y sobre todo luego de que aquellas miradas fueran hacia él.

-Take, tú me dijiste desde que nos conocimos que debía demostrar mi valentía y dejar de verme por debajo de los demás, y sé que no lo lograré tan fácil, incluso ahora mismo mi mente está dando vueltas y vueltas por lo que dije, creo incluso que quiero vomitar... ¡Pero si quiero cumplir el sueño de demostrarle al mundo que incluso los semi elfos de mi clase pueden llegar a convertirse en guerreros famosos y valientes, entonces debo de cambiar mi panorama...! ¡Así que Take, por favor, déjame seguirte en tu aventura y permíteme ser una de las personas que cubran tu espalda ante cualquier adversidad, aun si me acobardo, tiemblo y me dan ganas de abandonar la pelea, déjame seguir a tu lado!

Hima se sorprendió al escuchar esas palabras de Guno, no rondaba por su mente que aquel chico fuera capaz de aceptar algo tan riesgoso. Rion por su parte, sonrió ligeramente ante lo dicho por sus compañeros, aunque tenía dudas por la manera en la que estaba actuando hace unos instantes, su actitud le alegro, pues sentía que su forma de ser estaba cambiando para bien. Y luego estaba Take, el cual, reacciono de una forma normal.

-¡Claro que te acepto como parte de mi grupo, idiota! ¡Jajajajaja!

Se lanzo sobre su compañero y lo abrazo, fue tal la sorpresa de Guno que perdió el equilibrio y cayo, sin embargo, Take le seguir sosteniendo la mano mientras le agradecía por aceptar. Aunque digamos que el aire de los pulmones de Guno iban poco a poco quedandose sin nada más que un vacío.

- ¡Gracias, gracias, gracias! Te aseguro que todos nosotros cumpliremos nuestros sueños, de eso puedes estar seguro, Guno.

-Me alegra... Take... tu rodilla... mi cuello...

- ¿Qué cosa?

Se preguntaba Take, a lo que Hima le respondió con un golpe en la cabeza.

- ¡Animal lo estas asfixiando!

-¡Ah, era eso, jajaja!

Luego de quitar su rodilla, Take se disculpó, y mientras que Guno se arreglaba su ropa, Rion le tomo del hombro para hablar con él.

-Vaya, así que también te arriesgarás a ir con ese chico a una aventura sin rumbo.

-Se que no soy alguien valiente, pero de lo que estoy seguro es que soy alguien que no se arrepiente de las decisiones que llega a tomar, bueno, en algunas ocasiones nada más...

-Hum, eso no importa ahora. Lo importante en este momento es terminar el examen y poder salir a la mar a explorar el mundo, ya sabes, perseguir nuestros sueños como dice Take.

-Tienes razón jeje.

Al ver que Guno ya era parte de su gremio, Take no perdía las esperanzas para que su amiga también se uniese a este. Sin embargo y en medio de toda esa charla para convencerla, la puerta que llegaron a abrir les condujo a otro lugar, ya no era una habitación con cuatro paredes, si no que era una cueva, de la cual se podía observar que del otro lado había una luz blanca.

- ¡Lo logramos, salimos del laberinto!

Gritaba emocionada Hima. Mientras que Take tomaba sus cosas y se lanzaba hacia aquella luz blanque que había al final; sin embargo, fue agarrado de su solapa por Rion.

-¡Espera vaquero, no sabemos siquiera si hay alguna trampa cerca!

-Rion tiene razón, debemos de tener cuidado, especialmente si escuchamos algún ruido extraño, ya sea por delante o por detrás.

Complementaba Hima a lo dicho por su compañero. Una vez que las cosas se calmaron, el recorrido siguió, y en eso, encontraron tres a unos aspirantes inconscientes, los cuales tenían diferentes marcas; una con la forma de una quemadura, otro como si lo hubiesen congelado, y otros dos tenían marcas de rasguños y moretones.

- ¿Están vivos?

Preguntaba Hima, y a su vez Rion examinaba los cuerpos inconscientes.

-Si, solamente están fuera de combate.

Al revisar mejor el terreno, observo como unos ataques de fuego se encontraban en el suelo donde ellos mismos estaban, y de igual forma, en el techo se encontraban el mismo rastro de hielo que había en el cuerpo de uno de ellos.

-Descuiden, parece que estos tipos estaban esperando a los equipos desde las alturas, una vez que estos pasaban cerca de su vista los atacaban. Aunque por lo visto les toco enfrentarse a un grupo fuerte, me siento mal por ellos.

Decía Rion mientras que tomaba parte de las provisiones de aquellos sujetos. Al ver tal acción, Hima no dudo ni un segundo en reclamarle, aunque claro, para Take y Guno les daba igual lo que hacía su compañero.

-¡Tan mal te sientes que tomas sus cosas!

-¡Oye, ellos ya no podrán participar en el examen, así que honro su memoria al llevarme sus cosas! Y de todas formas, parece que no somos los únicos que hemos tomado cosas de estos sujetos.

-Como sea, agarra lo que creas necesario y vámonos, lo peor sería toparnos con un grupo enemigo y que este se le ocurra pelear.

Decía la joven mientras señalaba a Take, el cual también andaba revisando las cosas de los aspirantes caídos.

Una vez que el hurto había terminado, los cuatro jóvenes siguieron su camino hacia el final de la cueva, y una vez que llegaron a la luz blanca, pudieron observar una escena sacada de un libro de guerra. Varios aspirantes se encontraban tirados en el suelo, muchos de ellos incluso habían sido robados como los que se encontraban en la cueva, mientras que algunos apenas y podían moverse, pero buscaban llegar hasta un lugar en específico, un acantilado que estaba delante de ellos.

Al acercarse poco a poco al acantilado, otra escena hizo que el grupo de aspirantes se quedará sin que decir, pues en ese lugar se encontraban varios aspirantes peleando con sus respectivas habilidades. Parecía una lucha de poderes y un gran espectáculo visual para todo aquel que lo viera desde la posición en que estaban ellos, sin embargo, para alguien que estuviese a su misma altura de seguro sería una sentencia casi de muerte.

- ¡¿Qué es eso?!

Preguntaba Guno, el cual a duras penas podía sostener la respiración debido a la impresión de tantos aspirantes peleando en el mismo lugar.

- ¡Los aspirantes están peleando mientras caen hacia el vacío...! ¡¿Como es posible?!

Cuestionaba Rion, al mismo tiempo que volteaba a ver a Hima, la cual aunque estaba igual de sorprendida, dio una respuesta satisfactoria.

- ¡Debe ser esa cosa que llamaba "Air Force" que menciono el encargado de esta fase del examen!

- ¿Enserio menciono algo el señor del bigote?

Preguntaba Take, a lo que Hima le reprendió. Mientras eso pasaba, Take retrocedía de la punta del risco para regresarse unos pasos antes.

- ¡¿Nunca escuchas nada?! Lo dijo cuando estaba mencionando el tema del risco y que tendríamos que saltar sin equipo de seguridad, aunque bueno, no me confió mucho de esto...

-Sí, yo tampoco veo seguro saltar solo porque si.

-Ni yo, preferiría incluso bajar con mis propias manos aunque eso hiciese que tarde más tiempo de lo debido.

Comentaban Rion y Guno respectivamente, mientras que la mirada de los tres se encontraba fija en el vacío del lugar, se podía observar como las personas de abajo se andaban peleando como si de una contienda de gladiadores se tratará. Al no saber qué hacer y con dudas de si bajar a lo seguro o aventarse, decidieron mejor escuchar la opinión del cuarto miembro, a lo que Hima pregunto.

- ¿Take, tú qué opinas?

Sin embargo al voltear a ver, observaron que su amigo ya no estaba. Los tres estaban extrañados, pese a ello escucharon a lo lejos un grito familiar, y al mirar con mayor detenimiento, lograron ver la figura de Take corriendo a toda prisa, y con su poder activado, parecía un cohete humano.

- ¡Vamos para allá!

Gritaba el muchacho, y al verlo de tal forma, su grupo no hizo nada más que mostrarse sorprendidos, eso mientras veían como poco a poco se acercaba. Gritándole para que frenara y no los empujara, los chicos que pudieron lograr ese objetivo y de un instante a otro, el cuarteto fue empujado por aquel chico castaño, quien sonriendo se llevaba consigo a sus tres compañeros, cuyos rostros mostraban más miedo y arrepentimiento por conocer a tal sujeto.

-¡Idiota!

-¡Idiota¡

-¡Idiota!

-¡Jajajajajaja!

Mientras que los otros tres insultaban a su compañero, el joven energético se reía de lo ocurrido, y luego de unos momentos en el aire, los cuatro comenzaron a sentir la horrible caída del vacío. ¡La carrera dentro de la gran grieta había iniciado, y al mismo tiempo, los aspirantes iban peleando para eliminar a su competencia!